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En un mundo distante al nuestro miles de años antes del tiempo actual; las quimeras, conocidos como monstruos malditos por los humanos, eran una especie de mezcla entre animales o seres mitológicos y el aspecto de un humano. Nadie sabe como comenzó la sangrienta guerra entre las quimeras y los Humanos, quien la había iniciado o su propósito.
Al paso de los años se volvía una lucha sin razón, cada vez más destructiva; donde los pueblos enteros se envolvían en llamas, los cadáveres apilados como basura desechada por las calles, los cielos se teñían de oscuridad mientras las quimeras haladas lo sobrevolaban mientras atacaban las tierras donde los humanos viven; sin embargo los humanos no eras seres débiles, las quieras sabían que si se les subestimaran podrían llegar a matar a muchos de ellos con sus armas cada vez mas mortales; bajo este panorama era difícil diferenciar el verdadero rostro de la bestia. Un ciclo sin fin donde la misma hazaña de dolor e ira segaba los ojos de ambas especies, en busca de una victoria vacía manchada de sangre,
Con intenciones de que esta masacre terminase y evitar el derramamiento de sangre inocente el gran líder de las quimeras Monky D. Dragon, más conocido como “El demonio de fuego azul” propuso una alianza de paz con los humanos, una tregua que se sabía frágil entre las dos especies puesto que en un abrir y cerrar de ojos se rompería, pero a pesar de saber aquella realidad no se dio marcha atrás. Se logro un acuerdo donde el Rey quimera y el líder de los humanos figaron un punto para su reunión para figar los términos de la tregua, esta consistió en entregarle una humana, independientemente de si fuese de la nobleza o una simple campesina, el propósito era engendra una única descendencia mitad quimérica y humana, la cual al correr por sus venas la sangre de ambas especies se formaría un tratado de paz que estipulaba que mientras su corazón latiese las quimeras no atacarían a los humanos y viceversa
A pesar que la paz regreso a ambos mundos muchas quimeras se negaban a convivir con seres inferiores a ellos y los humanos a verse como iguales a unos simples animales, esta situación comenzó a crear grupos rebeldes en ambos bandos, haciendo como su objetivo destruir aquello que los mantenía unidos, el tratado de paz, el cual residía en la vida de la criatura aun nacida entre el rey Dragon y la humana. Como medida de protección Dragon ordeno que al nacer la criatura se le mantendría oculta en un castillo protegido por los más leales soldados de ambas especies para que le mantuvieran fuera del alcance de cualquiera que deseara arrebatarle la vida. El nombre que se le dio al niño que con su sangre hibrida dio fin a la guerra fue Monky D. Luffy
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