Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Azul por Pandora_Von Christ

[Reviews - 56]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Tiempo sin actualizar!

Aquí les traigo un capítulo más. Espero que lo disfruten!

—Heimdall —dijo  Thor con un ligero movimiento de cabeza mientras salía del Bifrost hacia el observatorio—, confío en que sabes por qué razón estoy aquí.

—Sí —el guardián contesto impasible.

—Y me permitirás el paso a Jotunheim?

 —Lo haré —respondió, y deslizó su espada en su morada.

 

 ****

Thor aterrizó con un ruido sordo en el nevado yermo de Jotunheim y aguardó, sabiendo perfectamente que su llegada no pasaría desapercibida. No pasó mucho tiempo antes de que un pequeño grupo de Gigantes de Hielo aparecieran.

—¿Viniste a pelear solo, asgardiano? —gritó el más grande de ellos—. Esa es una decisión bastante imprudente.

—Estoy aquí para solicitar la ayuda de Helblindi y Býleistr —contestó Thor—. La vida de un niño Jotun depende de ellos.

Los Gigantes de Hielo hablaron en voz baja entre ellos por un momento y después el más grande se volvió hacia Thor y dijo—: Síguenos.

Thor fue conducido a una cámara enorme en el palacio; estaba oscura y casi vacía, iluminada únicamente por la luz reflejada de las estrellas en el exterior. En un costado Helblindi estaba sentado en un gran trono de hielo.

—Has corrido un gran riesgo, príncipe de Asgard —dijo Helblindi, su voz resonó gravemente en el enorme salón.

—Creo que salvar la vida de un niño no nato, es un riesgo que vale la pena correr.

—¿El enano está embarazado? —le preguntó Helblindi—. Dime, ¿por qué debería salvar la vida del desgraciado que mató a mi padre, a mi rey?

—No estoy aquí para pedir ayuda para salvar a Loki, él está decidido a sacrificar su vida para que la bebé pueda nacer —dijo Thor—. Pero la niña es mitad Jotun. Comparte tu sangre. Comparte la sangre de tus padres.

—Y dime, ¿qué le aflige?

—Está débil, no será capaz de llevar a la niña el tiempo suficiente como para que pueda sobrevivir.

Helblindi guardó silencio por un momento y luego dijo—: Conozco sobre su condición.

—¿Hay una cura? 

—Sí, una que cualquier Jotun legítimo ha conocido por eones y tal vez, si ese asesino se hubiera molestado en averiguar algo de su propio pueblo,  ahora no sería conocido como la madre de los monstruos.

—¿Podrías por favor ayudarme a encontrarla? 

—Lo haré. Por el bienestar de la niña, y solo por la niña.



*****


—¿Esta es la cura para la enfermedad de Loki? —preguntó Thor mientras permanecía al borde de una vasta planicie de hielo azul brillante.

—Este hielo es milenariamente antiguo. Contiene más nutrientes que cualquier otra fuente de alimento en Jötunheim, y, por ello es reservado para aquellos en estado.

—¿Los Jotuns comen hielo? —le preguntó Thor, mirando a su alrededor.

—¿Qué creías que comíamos? —le preguntó Helblindi—. ¿Ves por aquí abundantes árboles frutales o exuberantes prados para pastar ganado?

—A decir verdad nunca había pensado en este asunto —respondió Thor.

—No… Ustedes los asgardianos no piensan demasiado.

—Pido disculpas si mi falta de conocimiento te ha ofendido, Helblindi, y estoy profundamente agradecido por tu ayuda —respondió Thor mientras se volvía para mirar al Jotun—. ¿Me permitirías tomar una parte de este hielo y volver por más si funciona?

—Te lo permitiré —dijo Helblindi—. Con una condición.

—¿Cuál sería?

—Yo y mi familia, desearíamos ver a la niña cuando nazca. Como dices, es nuestra sangre. Quisiéramos presentarle nuestros respetos.

—Estoy conforme con estos términos —respondió Thor.

—Muy bien —dijo Helblindi y levantó su brazo. Golpeó su mano sobre el borde del hielo, causando una profunda fisura, y una gran parte del hielo se desprendió. Lo recogió y se lo entregó a Thor.

—Buen viaje, Thor Odinson.

—Gracias, Helblindi. No olvidaré esta amabilidad.



 
****


 

—¿Qué demonios es eso? —preguntó Bruce, cuando Thor llegó a la enfermería y empezó a picar trozos del bloque cuadrado de hielo azul brillante de dos pies de altura.

—Es esperanza, mi amigo —le contestó Thor sonriendo—. Es esperanza.

Se acercó a la cama donde Loki permanecía inconsciente, con el rostro de un blanco tono enfermizo, y empujó uno de los trozos de hielo en la boca de su hermano.

—Despierta —le dijo Thor dulcemente—. Hemos encontrado una cura y todo estará bien.

Vio como los párpados de Loki se agitaban, abriendo sus ojos, y sus verdes orbes se enfocaron lentamente en su rostro.

—¿Cómo? —le preguntó Loki escasamente, en un susurro.

—Tienes que comer este hielo, nutrirá a la niña

—Yo no... no soy un Jotun.

—No, pero tu hijo lo es y Helblindi dijo que esto es lo que necesita para sobrevivir.

—¿Helblindi? No... —dijo Loki, asustado, alzando la voz—. Debe estar envenenado.

—Él no me daría nada que pudiera lastimar a la niña, hermano, es de su sangre. ¿Qué clase de monstruo podría lastimar a alguien de su propia sangre?

Loki observó a Thor con los ojos muy abiertos y dijo—: Yo lo hice.

—Lo siento Loki, eso no fue lo que quise decir.

—Vete —susurró Loki, sus párpados se cerraron nuevamente.

Bruce se acercó y se detuvo junto a la cama, al lado opuesto de Thor, limpiando el trozo de hielo que Loki había escupido.

—Tiene que comer el hielo. Helblindi dijo que salvaría a la niña —dijo Thor.

—Puedo hacerle algunas pruebas. Tal vez si puedo convencerlo de que no está envenenado, intentaría comerlo.

—Apreciaría eso, Bruce, gracias.

 

****

 

Las pruebas de Banner demostraron que el hielo no estaba envenenado, sino que era una mezcla rica en nutrientes de agua y partículas microscópicas. Tras explicarle esto unas cinco veces,  y ser fastidiado sin piedad por Tony, Loki finalmente accedió a comer el hielo.

—¿No podría simplemente dejar que se derrita y beber el agua? —le preguntó Loki, mordiendo otro trozo—. Me duelen los dientes.

— No —le contestó Tony, entregándole otra taza de cubitos de hielo—. Si el hielo se derrite antes de que lo comas, todos sus valores nutricionales se desvanecerán.

Durante los siguientes tres días, Loki permaneció sentando en la cama envuelto en mantas tibias y  bebiendo agua caliente y miel mientras consumía taza tras taza de hielo picado para impedir que se congelara.

—Ya te ves más radiante —le dijo Tony.

—He subido cuatro libras —le respondió Loki sonriendo—. Me siento mucho mejor y, por supuesto está esto...

Bajó las mantas, tomó la mano de Tony y la situó sobre su estómago, moviéndola a su alrededor hasta que encontró el lugar que estaba buscando.

—Y ya estoy sintiendo tus cuatro libras.

—¡Shh! —Loki le regañó, y luego añadió—. Y no seas grosero.

—Lo siento —respondió Tony y esperó.

Sintió un  empujón contra su mano.

—¿Sentiste eso?

—¿Fue la bebé? —le preguntó Tony.

—Y esa fue solo una pequeña. Cuando se anima patea como Sleipnir.

—Es increíble —dijo Tony, sonriendo—. ¿Cuándo comenzó a ocurrir esto?

—Ayer. Parece que aprueba el hielo azul.

—Deberías comer más entonces —dijo Tony—. Podría llegar a convertirse en la primera mujer pateadora de los Gigantes de Nueva York.

—Si el hielo fuera un poco más apetecible nunca dejaría de comerlo —respondió Loki suspirando.

 

****

 

Tony se tomó aquellas palabras en serio; su cerebro se la pasó zumbando hasta que llegó a una solución. Le tomó exactamente cuatro días.

—¿Qué es esto? —preguntó Loki, mientras Tony empujaba una destrozada máquina de Slurpee* en la enfermería.

—Te hice un regalo —le dijo Tony.

Enchufó la máquina y tomó un trozo de hielo azul del congelador. Encendió la máquina y arrojó el hielo en el embudo en la parte superior. La máquina comenzó a temblar violentamente y a emitir un fuerte sonido como si se estuviera desgarrando.

—Por cierto, este es sólo un prototipo —dijo Tony, golpeando un costado de la máquina, observando los ojos completamente abiertos  de Loki—. Estoy trabajando en ese sonido... Y en el temblor.

Sacó una copa grande de papel y dijo—: ¿Cereza azul o fresa? 

—¿Qué? —preguntó Loki, aún sin comprender que era lo que estaba sucediendo.

—Empecemos con fresa —dijo Tony—. Podemos experimentar con los sabores  extravagantes más tarde.

Tiró de una palanca, llenó la copa, metió una pajilla en ella y se la llevó a Loki; quien lo miró como si el contenido en su mano estuviera a punto de estallar.

—¿Hiciste esta máquina para mí?

—Bueno, compré la máquina en Canadá, cambié su interior, rescaté algunas piezas, rompí otras cuantas, inventé otras, desarrollé un nuevo sistema de refrigeración el cual revolucionara todos los refrigeradores y probablemente me va a hacer ganar billones de dólares o algo así; pero básicamente sí. La hice para ti.

—Eso es algo muy amable de tu parte.

—Yo también lo creo —dijo Tony—. ¡Vamos, pruébalo, me estoy muriendo de la ansiedad aquí!

Loki llevó la pajilla hasta sus labios, sorbió suavemente de ella y luego esbozó una amplia sonrisa.

—Esto está delicioso, Tony. Gracias —respondió, bebiendo de la pajilla hasta que la mitad de la amplia copa estuvo vacía.

—Saca la lengua —le dijo Tony, y Loki así lo hizo—. Sí, está roja.

—¿Lo está? —respondió Loki, lo que le obligó a sacar su lengua tanto como pudo, tratando de ver el color rojo en ella, y después dijo—: Ahora me duele la cabeza.

—Sí, a todos nos pasa lo mismo —respondió Tony.

Notas finales:

*Máquina de Slurpee: Acá en Colombia se le conoce como Máquina de raspados, dedicí dejarla así, ya que al parecer también se conoce por este nombre.

Ya solo faltan dos capítulos de este fic. Nos leemos en unos días! :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).