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Exorcista + Hogwarts = caos total por minima

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“DETALLES DEL CONTRATO”

Gran Bretaña combinaba la modernidad con el tradicionalismo, podías ver las estructuras arcaicas de hace cientos de años como palacios combinada con la rutina del mundo moderno.

Oh si, tenía ese aire que te hacia transportarte a épocas pasadas, recordar esas leyendas llenas de romanticismo y tragedias, o transportarse a aquellas escenas de novelas tan famosas que aun trascendían a nuestros tiempos, y… querer que los precios de unos simples bollos no fueran tan exagerados.

Inglaterra podía ser grandiosa, pero tenía precios absurdos, realmente absurdos en verdad, no por nada le decían una de las ciudades más caras del mundo, que bueno que había cobrado por adelantado.

-Hey, estos pastelillos están muy buenos- felicito Chas relamiendo de sus labios algo de crema que le había quedado en los labios.

-Mmmm-

-¿Estás seguro que este es el lugar?- el joven miro a su alrededor, estaban en medio de una calle algo concurrida con varios restaurantes, en realidad, estaban delante de la misma panadería donde habían comprado los supuestos bollos caros que eran gourmet, o algo así, no había puesto atención Constantine.

Y hablando de este, este estaba leyendo el periódico del país al parecer desatendiendo todo lo demás.

Supuestamente después de arribar a esas tierras, se encontrarían en un lugar público a pedido del exorcista, normalmente sus trabajos eran uno que otro exorcismo, eliminación de diversos demonios y entes malignos, salvar al mundo de vez en cuando, pocos implicaban la contratación de sus servicios como especialista a tiempo completo, y como sospechaba que el barbón no le había contado todo, decidió escoger un lugar público para afinar detalles de su contratación.

Un lugar donde ninguno de los dos pudiera usar trucos libremente debido a la generosa cantidad de público que pasaba por esas calles.

-¿Todos los magos son como ese anciano?, parecía una imitación de Merlín moderna-

-Mmmm-

-Tal vez deberíamos comprar más de estos panecillos para más tarde y algo de café-

-Mmmm-

Para terceros esta parecía una conversación de un solo lado, pero para alguien que ya hubiera tratado con ese par esta era un tipo de conversación muy común entre ellos, y aunque solo se le escuchara el “Mmm” o uno que otro monosílabo en ocasiones, Chas comprendía perfectamente los mensajes de su compañero, bien podría ser un “No sé”, “Cállate”, o “Este viejo es fastidioso y si no fuera porque nos pagó por adelantado una generosa cantidad no hubiera aceptado el trabajo, aunque en realidad ambos sabemos que lo acepte porque tú te mostrabas muy curioso de conocer esta parte del mundo y los magos y creaturas mágicas de por aquí… pero no digas nada”, si, eso era conocerse perfectamente bien.

-Señor Constantine, espero no haberlo hecho esperar mucho tiempo- oh y por fin llegaba el cliente.

-Según recordaba la puntualidad era una de las cualidades más destacadas de los ingleses-

-Tuve que atender algunos asuntos antes de acudir a nuestra cita- el viejo de sonrisa bonachona ignora el tono del pelinegro, y esa sonrisa es lo que más le desagrada al exorcista, ¿Cuántas cosas ocultara bajo esa sonrisa que parecía no abandonar su rostro y esos ojos azules? –Bueno, para evitar perder más tiempo, que tal si comenzamos a discutir los últimos detalles de su contratación-

-Me parece perfecto-

-¿Qué tal si les invito un té para estar más cómodos en ese restaurante?- ofreció el anciano.

Una mirada a su compañero y un asentimiento de este bastaron para aceptar la oferta. Pidieron un café negro para Constantine, uno con crema y azúcar para Chas, y un té para Dumbledore.

-¿Y bien?-

-O bueno, es que esperamos a alguien más, es un colega que insistió en venir pero bueno-

-Disculpe señor, pero yo no vine hasta Inglaterra para hacer una fiesta de té- se quejó el pelinegro, cosa que provoco un pequeño codazo de su compañero como pequeña reprimenda.

-Lo que Constantine quiere decir, es que si no es mucha molestia ¿podríamos continuar donde lo dejamos en Los Ángeles?-

-Oh si, supongo que a mi colega no le importara, después de todo los he tenido que hacer esperar por mucho tiempo-

-¿Para qué específicamente desea mis servicios?-

-Bueno, como ya le conté no conocemos muchos especialistas de su campo en estas regiones, y menos con tan buenas referencias-

-Roma les queda más cerca- señalo el exorcista.

-Cierto, pero ambos sabemos que no serían tan accesibles como usted-

Ese era un buen punto, la mayoría de los exorcistas estaban relacionados directamente con la iglesia, siendo miembros de esta como sacerdotes, obispos, etc, y hay ciertos pasajes de la historia conocidos por toda el mundo en que magos, brujas y cualquiera relacionado con la magia o cultos “herejes”, tuvieron roces desastrosos con esta antigua institución; la caza de brujas, las conquistas, incluso la evangelización en el nuevo mundo, era otra historia plagada de sangre entre los capítulos de la humanidad, la cual aún se recuerda en nuestros días, y dificulta el trato actual entre los verdaderos magos, y la iglesia, o diversas iglesias que en un tiempo llegaron a comenzar a cazar a los “herejes”.

La tolerancia entre ambas partes era delicada, si bien de vez en cuando podían tratarse entre ellos, incluso colaborar entre ellos, aun había personas que no se toleraban entre sí, como los altos mandos de la iglesia, aun había en la actualidad obispos, sacerdotes y padres que relacionaban directamente todo relacionado con la magia con las artes del diablo, siendo que eso no siempre era cierto, pero tratárselo de explicar a esas cabezas duras del vaticano, quienes normalmente eran las que asignaban las misiones a sus especialistas, era como tratar de traspasar un muro de roca con un palillo de dientes, en lo personal a Constantine le gustaba usar dinamita para traspasar esa clase de muros, por lo que no trataba él tampoco muy seguido con la iglesia, o al menos no con la que la mayoría de la gente consideraba buena.

Oh bueno, nos estamos desviando del tema un poco, todo el mundo sabe que en el mundo hay racismo, intolerancia, y muchas cosas malas que dificultan el trato entre las personas y a veces tenemos que conseguir ayuda de los lugares menos esperado para resolver ciertos problemas para evitar tratar con eso.

-Y por eso decidió contratar a Constantine, bueno, no es por ofenderte John, pero usted señor recorrió una gran distancia solo para contratarlo a él, sé que en esta parte del mundo también existen especialistas ajenos a la iglesia-

Ese también era un buen punto, los conocimientos de exorcismo, aunque la creencia popular lo decía, no estaban completamente relacionados con la iglesia, pero las personas que más eran conocidos por practicarlos eran los relacionadas con esta, esto no quería que no hubiera otros especialistas independientes a esta como él en el mundo.

-Oh, pero ninguno con tales antecedentes y conocimientos como el señor Constantine, además de haber sido muy recomendado por nuestro amigo en común-

-Tal vez debería decirle a Midlednigth que deje de recomendarme- tomo un trago de su bebida y recibió otro ligero codazo, solo un toque que hacia su compañero para llamarle la atención por su comportamiento.

-Pocos exorcistas tienen conocimientos tan profundos sobre las áreas a la que está especializado señor Constantine, menos los que han sobrevivido a lo que usted ha enfrentado, es precisamente por eso que necesito de sus servicios… como ya ha de saber, hace algunos años enfrentamos tiempos difíciles en el mundo mágico-

-Sí, algo escuche de eso… nada como un sociópata dictador para mover a las masas en el terror, aunque también escuche su derrota, fue un asunto muy sonado aun en los círculos en que trabajo-

Recordaba esas viejas noticias, donde un mago oscuro estaba empezando a mover a las masas en el mundo mágico en Inglaterra, matanza, terror, destrucción, las ideas como “sangre pura” y “sangre sucia” empezaron a rondar en algunas conversaciones, algunos interesados en esa arcaica ideología, otros con tono de burla y morbo, pero no era algo de qué preocuparse en el continente americano, ni siquiera se preocupó por su madre o algún pariente que aun vivían en el viejo continente, años que había cortado cualquier lazo con ellos, y sabía perfectamente que su progenitora, repudiando todo lo “raro”, no se involucraría con esta clase de problema, y muy a pesar de él, había dejado un pequeño amuleto en una de sus joyas que bien la podría proteger de cosas malas relacionado con lo paranormal, eficiente como para que si algún mago estuviera interesado en hacerle daño, esa idea se le resbalara y pensara en otra cosa diferente como ir a comprar algo de pan.

Claro… a menos que haya vendido el dichoso tesoro de la abuela o se las hayan robado.

Regresando a lo del mago tenebroso, un tal Voldemort, lo cual en lo personal el nombre le sonaba como a marca de cigarrillos… o tal vez extrañaba demasiado sus cigarrillos… el dichoso mago fue vencido por nada menos que… un bebé, algo realmente sorprendente hasta para él.

-Fueron tiempos muy oscuros y difíciles señor Constantine, hubo muchas pérdidas no solo para nosotros los magos…- por fin esa cara sonriente se vio opacada por la sombra de tristeza, era la faz de un hombre que había vivido mucho, visto tanto dolor, tanta muerte, y la carga de una gran responsabilidad –ahora hemos dejado atrás esos tiempos, aun así todavía hay rezagos de esa época, personas que siguen aún en día esas viejas ideologías que tanto mal causaron-

-Malos hábitos no se olvidan fácilmente, supongo que con esto estamos llegando al punto que lo motiva a contratarme-

-Así es- el hombre mayor tomo una pequeña pausa y tomo un pequeño sorbo de su té para refrescar su garganta y proseguir con su explicación –mmm le falta algo de sabor, quizás un terrón de azúcar-

-Disculpe, ¿podría continuar?-

-Oh claro muchacho- Dumbledore termino de revolver su taza de té y le dio otro sorbo, parecía estar más satisfecho con el actual sabor de su té –recientemente, aunque no es del conocimiento común, se sabe que… el que no debe ser nombrado no fue derrotado por completo hace años atrás-

No era necesario ser un genio para saber que esas palabras no significaban nada bueno.

-Sea más específico por favor-

-Usted debe saber que con el conocimiento suficiente alguien puede burlar a la muerte, o hacer que partes de uno perduren en este mundo-

Un silencio tenso callo sobre la mesa, incluso Chas dejo los panecillos y el café a un lado, atentar con los designios de la vida y la muerte era un asunto muy serio, dependiendo del método se debía sacrificar algo, y a veces, podía llamar la atención de personas mucho más peligrosas, o mejor dicho, seres mucho más peligrosos que la persona en cuestión para tratar de escapar de la muerte podía manejar.

-El que no debe ser nombrado ha regresado…-

-¿El qué cosa?-

-“El que no debe ser nombrado” Chas, así es como llaman al que te comente el otro día, en esta parte del mundo tratan de evitar nombrar su nombre como si fuera de mal augurio tan siquiera nombrarlo… y eso que ni siquiera se le conoce por su verdadero nombre-

-Oh, creo que sabe más de lo que esperaba señor Constantine-

-Eso me recuerda a la bruja que utilizaba los nombres… el poder de ellos y esas cosas-

-Esto es más superstición y el deseo de olvidarlo que lo que hacia esa vieja-

-El otro día nos envió una postal-comento como si lo hubiera recordado de repente, esto solo provocó que el ceño fruncido del exorcista se acentuara un poco más.

-Chas, ¿Cuántas veces te he dicho que no aceptes esos correos?-

-Oh, pero es muy agradable esa señora, y al final nos ayudó mucho-

Dumbledore los observa paciente, no molesto pero si atento, de repente ellos discuten de que es mejor enviar el correo no deseado a la basura, que eso era muy grosero, que la próxima vez se lo diría, y que en la postal la dichosa bruja le había prometido a Chas enviarle galletas de mantequilla con nueces.

-A ti te gustan esas galletas-

-¿Por qué presiento que esa postal no es la única carta?-

-Tal vez he… intercambiado un par de cartas con ella-

-Ya sabía que era extraño que probaras tantas recetas extrañas-

-Pero te gustaron al final-

De psicópatas resucitados a lo que le gusto de la cena de la pasada semana dejando de momento de lado los negocios, eso no es muy profesional ¿verdad?

-Regresando al negocio, supongo que esto va más allá de un mago que escapo de la muerte-

-Sí, así es… hace poco me entere que aparte de los conocimientos de que adquirió hace tiempo para haber regresado de la muerte… se hiso de otros que bien podrían causar mucho más dolor que hace años atrás- tomo una pausa, y aquel semblante siempre sonriente adquirió un tono más serio, muy acorde al supuesto de uno de los magos más poderosos de la historia -Ha adquirido algunos textos prohibidos muy antiguos, tal vez usted lo conozca mejor como el… “Necronomicon”-

Oh, eso había caído como balde de agua fría, es de cultura popular que este título es utilizado mayormente en noveles de terror y supernatural, en realidad, ese libro si existe, no con ese título, pero en tiempos modernos se utiliza más los títulos populares para una fácil identificación.

-¿Está diciendo que este Voldemort consiguió de alguna forma uno de “los libros terribles y prohibidos”?, bien podría ser una de esas tantas copias que salieron después de esa novela que salió-

-Oh si, fue muy popular esas copias después de la novela, pero ambos sabemos que esas no funcionan… a menos que sea una de las pocas buenas-

-Ese hombre ha de tener muchos recursos si realmente consiguió una, o tal vez consiguió amigos diferentes a los magos-

-Ya ve porque realmente me interesan sus servicios-

-Escapa un poco de lo que realmente estoy acostumbrado-

-Pero tengo entendido que estos conocimientos no escapan de su comprensión-

Oh esos días en se empezó a llenar de conocimientos de todo tipo de información, entre más oscura, antigua, maligna mejor… el conocimiento es poder, y con ello podía enviar a todo demonio, espíritu, ente maligno que se le cruzara en el camino al oscuro poso del que habían salido, no solo es necesario conocer los pasajes de la biblia para luchar contra las fuerzas oscuras.

-Entonces… supongo que debo prestar mis servicios para lo que sea que invoque ese mago-

-Sí, eso es en parte-

-¿Qué es lo que le falta de decir señor?-

-¿Está familiarizado con la docencia?-

Eso… eso había sido más desconcertante que escuchar sobre el “Necronomicon”, ¿a qué rayos venia esa pregunta?


*+*+*+*+*



“ASISTENTE… ¿QUÉ?”

Algunos le dicen loco, algunos paranoico, otros simplemente demente, pero conseguir a alguien nuevo que los ayude en esta empresa contra las fuerzas del mal debe ser un trabajo delicado, no contratar al primer exorcista al otro lado del charco solo por tener al parecer unas cuantas buenas recomendaciones y no estar asociado con la iglesia.

Si Alastor "Ojoloco" Moody estaba loco, Albus estaba demente al contratar a buenas a primeras sin antes cerciorarse que este tal Constantine no causaría más problemas en vez de ayuda.

No era el único, muchos miembros de la orden no estaban muy conformes con la abrupta decisión de su líder, y aunque no era la primera vez que parecía que tomaba decisiones descuidadas en dudoso juicio, que resultaban beneficiosas al final, no quería decir que todos sus juicios eran asertivos.

Así que para que más de uno en la Orden del Fénix se quedara tranquilo con la idea de un exorcista contratado por sus conocimientos y servicios rondando cerca de ellos, ya estaba pensando en una docena de hechizos si este exorcista se quería pasar de listo, y tenía otra mitad de docena de trampas ya preparadas por si acaso en esta dichosa reunión mostraba ser peligroso.

Dumbledore bien se sabía defender por sí solo, pero sería difícil en un lugar tan público, era mejor estar preparados. Por eso iba el a acompañarlo, claro está que primero cambiaria un poco de aspecto, lo muggle se ponen nerviosos por cualquier cosa como un aspecto algo estrafalario, léase su “ojo loco”, y no quería parecer sospechoso por lo que iría de incognito para estudiarlos detenidamente.

Dos, eran dos, al parecer a Dumbledore se le olvidó mencionar que ese tal Constantine tenía un ¿socio?, ¿ayudante?, ¿asistente?, si uno ya era un problema dos era peor.

Colocándose en una mesa alejada y pidiendo una taza de té pareciendo un hombre desinteresado de los tantos clientes, incluso simula leer un periódico, está atento a ese par.

Constantine es el tipo de persona que le desagrada, le hace recordar a alguno que otro mortifago que llego a capturar, realmente no muestra respeto a uno de los magos más poderosos de la actualidad, se muestra impaciente con su supuesto contratista, y tiene esa aura densa que le recuerda a aquellos que practican las artes oscuras con frecuencia y sin remordimiento, y su colega al lado… es totalmente lo contrario.

En realidad parece más un muchacho apenas salido de la niñez común y corriente con gusto a las golosinas por la cantidad de pastelillo que engulle, viste de una manera más informal y trata de ser un poco más cortes que su compañero.

Irradia simpatía, algo completamente contrario a su colega sombrío, y no sabe si es más sospechoso o no, también muchos mortifagos se escondían bajo la fachada engañosa de amabilidad y aura de confianza resultando ser los peores psicópatas.

Decide poner en práctica su oclumancia en estos humanos, no es tan experto como Snape, pero se defiende bien, solo dará un vistazo, rápido para calmar esa picazón de sospecha, y de repente el muchacho cambia de temas en su mente, rápido, demasiado rápido para seguirle y es como si destellara, ¿Qué pasa ahí?

Debería ser más sencillo, debería ser fácil despejar esos pensamientos en la superficie de recetas de galletas y estofado y ancianitas e ir más profundo… pero es todo lo que puede ver, es lo que ÉL le deja ver.

Un segundo, solo un segundo y siente su mirada, por un segundo pensó que era la del exorcista, que tal vez se dio cuenta de su presencia y lo que hacía, pero eso sería imposible ¿verdad?

No es el exorcista, pero eso no indica que quizás el también se dio cuenta, es su colega, que sonríe y le da un ligero asentimiento de cabeza mientras vuelve su atención a la conversación que se ha vuelto más pesada y ha puesto de peor humor al exorcista, a pesar de que aun esta supuestamente leyendo el periódico y según él su fachada no ha sido expuesta en lo absoluto, el muchacho supo quién era.

Así que… al parecer no solo es un simple asistente, y algo le dice que debe andar con mucho cuidado con ese par, especialmente el muchacho, todo su cuerpo se lo dice.


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