Fic YAOI de la serie de Masashi Kishimoto “Naruto” escrito por: Danish Black
Parte I: El baño Turco Capítulo 1: El nuevo Baño Turco Mixto de la Ciudad
Sus ojos negros escrutaron sin piedad alguna al hombre que estaba sentado sobre un sofá individual de color rojo: Su psicólogo.
-Soy gay. Pero lo menos que deseo es que toda la universidad se entere del asunto.
Se percató como Shikamaru Nara, su psicólogo, se quitaba los lentes, los colocaba sobre una pequeña mesa que tenía al lado y lo miró como si quisiera en realidad analizar todo lo que le había contado.
-¿Y qué pasa con Naruto?
Sasuke suspiró ante la pregunta de su psicólogo, se acostó sobre el diván y se tapó la cara con sus manos. Era obvio que no tenía respuesta para esa interrogante.
Naruto era su mejor amigo, había pasado todo su preuniversitario y tres años en la universidad todos los días con él. Naruto conocía a toda su familia y él también conocía a la familia de Naruto, habían dormido juntos (Claro, no como Sasuke hubiese querido), habían compartido angustias, temores. Pero Naruto era demasiado “hetero”
-No puedo decirle que soy gay.
-Si es tu mejor amigo, lo enten...
-¡Usted no entiende!
Sasuke se sentó inmediatamente en diván totalmente exasperado por aquella aseveración de su psicólogo.
-Entonces –Shikamaru carraspeó -tendrás que explicarme mejor. Si Naruto es tu mejor amigo, no creo que deba tener problemas en tener a un amigo gay.
-Es que –Sasuke suspiró -hemos compartido demasiadas cosas.
-Pero nunca te has propasado -Sasuke negó -entonces, debo presumir en que tu amigo no tendrá problemas con que seas gay.
Sonó la alarma del reloj que anunciaba el final de la consulta. Sasuke se levantó no muy convencido de que su problema se había resuelto, pero tenía la pequeña esperanza que su mejor amigo lo aceptara.
Se despidió del psicólogo y salió del consultorio aún más abatido de lo que pudo entrar en primera instancia. La secretaria le preguntó cuándo el doctor le había otorgado la otra cita, pero pasó de largo sin siquiera inmutarse ante aquella presencia, no tenía la más mínima intención de regresar a ese consultorio.
Al salir del edificio en dónde estaba el consultorio de su psicólogo se dispuso a ir a un café no muy lejano, era pequeño y cerrado, con unos toques terracotas, y allí estaba un rubio de cabellos cortos y eternamente alborotados, sentado, tomando quizás un Mocaccino con dos bolsas de azúcar y una de canela. “Te dará diabetes un día de estos” le había advertido millones de veces, pero como siempre, Naruto le hacía caso omiso a todas sus advertencias y disfrutaba su manjar acompañado con un Muffin de chocolate.
-Hola -se sentó en la silla que estaba vacía en la mesa que ocupaba Naruto y se percató de lo cansado que estaba por todo ese problema.
-Hola, ¿Cómo te fue? -Sasuke sólo alzó las cejas -últimamente no te está yendo bien con ese psicólogo. Creo que deberías cambiarlo.
-No, creo que soy yo -se rascó la nuca.
-¿Estás bien? -Sasuke asintió -no te creo.
-Muy bien, no me creas.
Hubo un silencio muy incómodo entre ambos, en el que Naruto aprovechó para tomar un sorbo de su café y Sasuke para sacar su libreta de su clase de Semiología.
-El profesor nos mandó a investigar sobre el arte renacentista y la importancia que tuvo sobre la sociedad...
-No entiendo cómo no me puedes contar sobre tus problemas.
Ante lo dicho por el rubio, Sasuke se sorprendió.
-Digo, antes no te hacía falta un psicólogo, pensabas que eso era para locos, pero ahora...
-Ahora es diferente Naruto.
-No entiendo cuál es la diferencia. Que yo sepa, no tienes ningún problema con tu familia, si no eres el primero de tu promoción, te aseguro que estás en el cuadro de honor -Naruto parecía dolido -¿Cuál es tu gran problema? ¿Por qué no me cuentas?
-Si así fuera, estuviésemos hablando de ti toda la tarde -pensó algo molesto -es algo más complicado y más personal Naruto.
-¿Tienes SIDA? -Sasuke se sorprendió por aquella interrogante -no sé... ¿Tienes alguna enfermedad venérea?, ¿Tienes por primera vez una novia de verdad?, ¿Eres gay? -Naruto rio -no, no, espera. No me digas que eres gay, porque muchas chicas de la universidad.
Sasuke guardó su cuaderno y se levantó de la mesa sumamente molesto
-¿Sasuke? ¡Sasuke regresa!
No quiso ni siquiera voltear ante el llamado del rubio. Igual, Naruto no se iba a parar de su asiento a sujetarlo para que en realidad no se fuera de su lado. Eso, a su pensar, nunca lo haría. Tiró la puerta del café y buscó su auto que seguramente estaría estacionado a dos calles de su posición. Deseaba llegar a su casa lo más rápido que pudiese.
El comentario de Naruto le había dolido en lo más profundo de su ser.
Y horas después estaba acostado en su cama mientras su molestia crecía. ¿Cómo Naruto le había podido decir eso?, ¿No era su mejor amigo?
-Y yo que le iba a hacer caso a ese psicólogo de mierda.
En algo si tenía razón Naruto: Tenía que cambiar de psicólogo, ese le estaba aconsejando realmente mal. Se alborotó su melena negra en un deseo desesperante de sacar todos esos problemas de su cabeza y concentrarse en su carrera, pero no podía, todo eso le abrumaba demasiado.
De repente escuchó unos pasos que se acercaban a su cuarto y se imaginó por unos instantes quién sería el familiar osado que abriera esa puerta sin ni siquiera tocar y pedir permiso para pasar.
-Mira -de repente la puerta de su cuarto se abrió. Era su primo Sai -¿Hoy estás ocupado?
-¿Para qué? -respondió sin muchas ganas. Su primo Sai inventaba demasiado como para creer que tenía buenas intenciones al venir a preguntarle si estaba ocupado ese día.
-Hay bueno chico -Sai carraspeó y Sasuke lo miró de reojo.
Sai tenía un pantalón ceñido al cuerpo y un top negro haciendo resaltar todo el cuerpo que a su corta edad (18) las hormonas le permitían tener.
-¿Para dónde vas con esa facha? -preguntó escandalizado, sentándose de inmediato en la cama.
-Es que inauguraron un baño turco mixto -respondió Sai cerrando la puerta.
-¿Y te vio así mi tío Madara?
Sai chupó sus dientes en un gesto de indiferencia.
-Yo me pongo una camisa arriba -se sentó en la punta de la cama de Sasuke -ven conmigo.
-¿Estás loco? -Sai bufó molesto.
-¡hay si! ¿Qué te van a decir? ¿Qué eres marico?
-Si salgo contigo en esas fachas. Si.
-Que yo me pongo una camisa arriba tonto. Además -Sai movió los hombros en un gesto pícaro -¿Desde cuándo no te dan como debe ser?
Sasuke se volvió a acostar en la cama molesto y escuchó la risa de su primo de fondo. ¿Por qué Sai si podía ser abiertamente gay y él no? ¿Por qué Sai tenía esa libertad innata de hacer e ir a dónde quisiera y él no?
-Vamos, así se te olvida el problema que tienes con Naruto.
-¿Qué? -miró a su primo abrumado.
¿Ahora Sai era vidente?
-No hay que leer mentes para saber que si estás un viernes por la noche en tu casa es porque tuviste un problema con tu amigo.
-Yo...
-Hay vamos, ¿Qué te puede pasar? ¿Qué te den como debe ser? ¡Hay! Rezo a los dioses para que eso ocurra, porque Sasuke... estás demasiado amargado. Además, creo que habrá máscaras y pelucas... tu sabes, para los de closet como tu.
Sasuke empujó a su primo de su cama y lo sacó del cuarto. Se arregló como pudo y salió como si nada de la mansión y lo esperaba Sai en la puerta, con el auto en neutro y él como conductor.
-¿Qué esperas? ¿El salto y seña?
Sasuke se sentó en el puesto de copiloto y cerró la puerta algo asustado. Pero minutos después de camino (Y de escuchar cantar a su primo dos canciones de Madonna) pensó que nada malo podía pasar. Los Baños Turcos tenían la fama de ser extremadamente higiénicos y siempre había condones. Además, iba a ocultar su identidad, de eso no tenía la menor duda.
Sai aparcó el auto en una casa de cuatro pisos, en donde había luces por todas partes. Eran las once de la noche y no había cola en la puerta. Los dejaron pasar inmediatamente y le dieron una máscara y una llave de un locker a cada uno. Y con la promesa de encontrarse en el auto cuando terminaran se despidieron para así poder prepararse para entrar al Baño Turco.
Sasuke respiró por varios segundos antes de tomar la decisión final. Pero a veces no estaba tan mal que despejara su mente y se relajara. ¿Desde cuándo no tenía sexo? Había perdido la cuenta de los meses.
-Probablemente sea virgen -susurró en broma y comenzó a quitarse la ropa.
Guardó todas sus pertenencias en el locker, se guindó las llaves como un collar en el cuello y se colocó la máscara que le tapaban los ojos y un poco su nariz, parecida a las que utilizan en los carnavales de Venezzia. Se vio en el espejo y ni él se reconoció. Salió y pasó de los baños. Si eso era un Baño Turco Mixto, debía tener una sección en donde podían tener sexo con más tranquilidad.
Llegó al segundo piso sólo con su máscara puesta y entró por una puerta cuyas letras dictaban “Hombres” y al cerrarla se encontró con varios chicos tocándose, o teniendo sexo oral. Caminó por todo ese salón mirando anonadado, comparando ese Baño Turco con los de Babilonia por la falta de pudor sexual, pero aun así, extremadamente excitado por la vista hasta que llegó a otra puerta y la abrió.
Allí estaban las camas y su miembro comenzó a reaccionar a ver tal anarquía sexual. Cuatro, cinco hombres en las camas, los gemidos desinhibidos. Caminaba realmente interesado en todo lo que acontecía a su alrededor.
Hasta que se encontró con él.
Era un rubio que estaba pegado a una pared del fondo de esa habitación y al igual que Sasuke, tenía una máscara que sólo dejaba ver sus labios. El rubio no tenía a nadie cerca y al parecer no buscaba tener contacto físico. Cruzaron miradas y se le pareció tanto a Naruto. Pudo apreciar su palpitante miembro erecto y sintió aún más deseo sexual, caminó hacia él y sólo le sonrió. El rubio lo atrajo hacia sí y lo besó con demasiado ímpetu y él se dejó hacer embriagándose por esos labios. De repente comenzaron a tocarse con desenfreno. Aquel aroma lo volvía loco y le hacía recordar a Naruto.
-Naruto.
No. Estaba allí para olvidarse de todos sus problemas, estaba besando y siendo tocado por un rubio espectacular y NO era Naruto.
-Eres hermoso.
Esa voz.
Sasuke quedó helado.
-¿Estás bien? -el rubio se alejó un poco de él -¿Es tu primera vez aquí? Yo venía antes de la remodelación.
No podía ser Naruto.
-Yo... yo -tragó duro y volvió a ser besado.
No, ese no podía ser su mejor amigo. Su mejor amigo era heterosexual y de ser gay, sería de closet y no iría a esos Baños Turcos como él.
-Tranquilo -fue volteado y sintió como aquel miembro erecto pasó por sus nalgas -lo haré como prefieras.
Sasuke gimió y cerró los ojos, la tensión y la atracción sexual que sentía hacia aquel rubio era tan fuerte que cerró los ojos mientras era tocado y besado por él. Se volteó y de nuevo asaltó al rubio con un fogoso beso y este lo atrajo hacia una cama.
-No puede ser Naruto, no puede ser Naruto -el rubio lo acostó y se colocó un condón -Oh por todos los kamis, lo haré con Naruto.
En teoría, él tampoco sabía quién era ese hombre. Muchos podían tener la voz como aquel rubio y ese tatuaje pequeño de elipsis cerca de la pelvis...
-Puta madre, es Naruto.
Sintió como lo penetraron y gimió de la impresión.
-¿Estás bien? -asintió ante la pregunta del rubio -¿Desde cuándo no tienes sexo?
Como repuesta, Sasuke bufó, no quería hablar de eso, estaba completamente shockeado al saber que tenía dentro de él el miembro de su mejor amigo, acarició el tatuaje de este y Naruto vio como las manos de Sasuke recorrían su piel.
-Tiene que saber que soy yo, tiene que saber que soy yo.
-¿Te gusta? -Sasuke asintió -eres como un pequeño neko.
El rubio comenzó con un vaivén lento y él no paraba de gemir. El miembro de ese ser era realmente grande y sentía como al entrar por completo, llenaba todo su ser y uno que otro suspiro se le escapó. Se besaron hasta hinchar sus labios y Sasuke aruñaba la espalda del rubio cada vez más conforme las embestidas aumentaban de ritmo.
Más rápidas.
Más profundas.
Más salvajes.
La cama rechinaba y ellos opacaban los rechinidos con sus gemidos y el sonido que generaba el rubio al entrar en él. El sudor por el ejercicio era algo que ambos disfrutaban, los rasguños de Sasuke hacia Naruto, las mordidas eran parecidas a las de cualquier caníbal deseoso de devorarse a su presa con la mayor desesperación posible.
Muchos miraban como ellos tenían sexo. Como el rubio colocaba a Sasuke como le daba la gana, y como si se conocieran de toda la vida, sabían qué hacer, sin ninguna palabra de por medio, embriagando al contrario de puro placer.
Se abrazaron y Sasuke terminó cabalgando sobre el rubio que le había proporcionado una experiencia maravillosa. Llegó al orgasmo minutos antes que él y cuando Naruto llegó se acostó sobre Sasuke y este sintió el peso exhausto del sobre él. Los besos cariñosos comenzaron a ser repartidos por el cuello y las mejillas del contrario, y se volvieron a abrazar.
-Espero poder verte el viernes que viene...
-Ummm...
-¿No me dirás tu nombre? -Sasuke negó -si no me lo dices, te coloco uno.
-That’s not fair (Eso no es justo) -Sasuke hixo un pequeño puchero.
-¡Oh! Ahora hablamos en inglés.
Naruto parecía divertido por el asunto, se acomodó dentro de Sasuke y este gimió un poco.
-No -gimió.
-Y si tengo ganas de volverlo a hacer.
La sonrisa de Naruto le hizo recordar a los zorros de la tradición japonesa. Tan ingeniosos y pícaros.
-You’re like a little kitsune (Eres como un pequeño zorro).
-¿Kitsune?
Naruto volvió a acomodarse y Sasuke colocó sus manos en los hombros de este
-tengo ganas de darle valor a ese apodo, pequeño neko.
Esa voz ronca, lo volvía loco.
-No -susurró.
-está bien -Naruto sonrió -Prometes volvernos a ver el viernes? neko -Sasuke asintió y de repente se dio cuenta de cómo lo había llamado Naruto -What that...
El rubio salió de él y Sasuke emitió un gemido. Se besaron y este se quitó el condón, lo botó en la papelera y salió del cuarto ante la mirada anonadada de Sasuke. No pudo haberlo hecho con Naruto, eso, sería sin lugar a dudas, una tremenda locura.
Al salir del Baño, ya estaba amaneciendo. Sai lo esperaba en el auto mientras se arreglaba. Él entró sin realizar mucho escándalo y cuando cerró la puerta del copiloto su primo le preguntó.
-¿Qué tal te fue?
-Lo hice con Naruto.
Un estruendoso “¿Qué?” se escuchó en toda la cuadra. Pero el shock de Sasuke había sido mayor.
Lo había hecho con su mejor amigo.