Había acabado por fin el concierto, no es que le desagradaran las presentaciones en vivo, solamente era que terminaban por dejarlo exhausto, dejo a los demás miembros tirados en el piso tratando de recuperarse y se dirigió a su camerino, lo único que quería hacer era dormir y no despertar hasta el día siguiente, se acostó en un sillón y tapo su cara con un cojín, demonios, había olvidado desmaquillarse, a regañadientes fue hasta el baño y se lavó la cara, ya desmaquillado volvió a acostarse y cerró los ojos, el sueño lo iba envolviendo, estaba a punto de caer dormido cuando sintió a alguien mirándolo, pesadamente se levantó y se encontró con la mirada de Reita que lo veía de una forma algo extraña
– ¿Qué haces aquí? – pregunto algo disgustado, solo quería un momento de paz y el maldito de Reita había llegado para arruinarlo
–Quiero terminar lo que empezaste Ruki
– ¿A qué te refieres? Habla claro Akira –pidió algo molesto, su compañero de banda lo miraba algo extraño, de pronto por alguna extraña razón comenzó a sentir pánico, se levantó apresuradamente y se alejó un poco de Reita
– ¿Tienes miedo? –inquirió el mayor con una pequeña sonrisa, lentamente se acercó a él, poniendo sus manos a los lados acorralándolo contra la pared
–Idiota, déjame en paz – grito el vocalista algo molesto y a la vez con un extraño temor recorriendo su cuerpo, comenzó a manotear tratando de liberarse pero el bajista no se movió no un solo centímetro – ¡Déjame salir o te corro de la banda!
–Hazlo, ya te he dicho a que vine y no me iré sin hacerlo
–Sigo sin entenderte, además, ¿Quién te crees para hacerme esto? ¡Suéltame Akira! – comenzó a gritar, Reita se acercó más a él y susurro en su oído “puedes gritar lo que quieras pero nadie vendrá a salvarte” Acto seguido sintió los labios de Reita contra los suyos, primero se quedó paralizado por unos segundos hasta que su cerebro volvió a funcionar y comenzó a retorcerse logrando separarse un poco de su “acosador”
– ¿Estas enfermo de la cabeza Reita? La banda en tu nariz obstruye tu pensamiento lógico ¿Por qué hiciste eso?
– Oye enano tu empezaste
– ¡No me digas enano! – grito el vocalista moviendo las manos y gritando como en algún anime logrando sacarle una sonrisa - Tu eres muy alto ese es el problema
– Bueno, dejemos a un lado tu baja estatura y continuemos, acabo de inventar un juego que se llama Viola al vocalista, ¿jugamos?
– ¿Qué? ¡No, suéltame, idiota!
– Deja de gritar parece que te estoy asesinando, tranquilo lo disfrutaras –comenta el bajista comenzando a besar su cuello
– ¿Por qué me haces esto?
– Ya te lo dije, tu comenzaste ahora lo terminas
– ¿De qué me hablas idiota? – pregunta con una cara temerosa que lo hace parecer un niño pequeño regañado
– En el concierto, tú me comenzaste a manosear ¿cierto? –contesta Reita, su compañero hace una pequeña pausa en sus gritos pensando, luego de pocos segundos le suelta un golpe en lo alto de la cabeza molesto
– Eso se llama fanservice, lo hago con todo el mundo, excepto con Kai… ¡hasta con un micrófono!
– No me importa, solo déjate llevar –termina contestando, lo avienta al sillón y continua besando su cuello, Ruki aun continua con sus golpes y gritos pero poco a poco se van silenciando, le quita las prendas superiores y comienza a recorrer su torso, deteniéndose un poco para no perderse ningún detalle, empieza a oír los pequeños gemidos de su compañero y eso lo hace continuar, por fin llega al comienzo de su pantalón, comienza a masajear su entrepierna por encima de la ropa de forma delicada pero firme, desabrocha su pantalón después de un rato y lo avienta sin preocuparse donde caerá, mira el bóxer donde se puede notar ya un gran bulto queriendo salir, despacio se lo quita y lo deja al descubierto, lentamente acerca su mano y lo comienza a masajear, el menor que había estado conteniendo sus gemidos no resiste más y comienza a gritar
– ¡No toques eso! ¡Es mío! –exclama completamente sonrojado
– Tranquilo, te gustara – responde, regresa a su antigua posición y lame un poco el miembro logrando sacarle un gemido de placer, tomando confianza lo mete en su boca, es la primera vez que hace esto, así que le resulta algo extraño tener algo así dentro de su boca, sin embargo, no es desagradable, Ruki al parecer se ha dado por vencido y comienza y enredar sus dedos entre el cabello del bajista obligándolo a ir a cierto ritmo, solo se oyen los gemidos en la habitación, le da una última lamida y se separa, el otro chico lo besa con deseo y logra ponerlo debajo de él, torpemente debido a la vergüenza lo despoja de su playera y comienza a recorrer su torso, la piel de su compañero reacciona a cada beso que le da haciendo que comience a gemir, levanta la mirada y se da cuenta de que lo observa atentamente, siente como enrojece
– No me veas –le pide molesto en un susurro, continua con la tarea y baja hasta la entrepierna de Reita, a través de su pantalón se logra ver su erección cosa que solo logra sonrojarlo más, con las manos temblando lo despoja de las ultimas prendas que lo cubrían y se queda algo paralizado mirando el miembro, su amigo lanza una pequeña risa al ver su rostro y toma sus manos poniéndolas alrededor de su miembro, comienza a masajearlo tímidamente, logrando sacarle varios gemidos, después se arma de valor y le da una pequeña lamida y nota que en realidad no es tan malo como creía, lo introduce en su boca y comienza a succionar, Reita comienza a gemir aún más fuerte que Ruki, no quiere que se detenga pero aun así lo detiene, el que es el violador es el no el enano, vuelve a tirarlo debajo de su cuerpo y le mete un dedo a la boca a Ruki quien lo moja con su saliva, lo retira y baja lentamente separando las piernas del vocalista
– No, espera Reita, espera –pide desesperado al darse cuenta de lo que hará pero él no se detiene y lentamente mete el dedo en la cavidad de su amigo
– ¡AH! Idiota, duele, ¡sácalo! – pide gritando y golpeándolo, sin embargo lo ignora y mete otro dedo consiguiendo otro grito, mueve sus dedos por un momento hasta que siente que está listo para la otra intromisión, separa más las piernas de Ruki y toma su miembro con la mano, roza la entrada y lentamente comienza a introducirlo, el menor lanza un grito de dolor cierra los ojos con fuerza –Me duele – susurra con el dolor en su voz, lo abraza tratando de calmarlo y le da un beso en los labios, poco a poco comienza a moverse dentro de él, primero lentamente pero conforme el dolor se va lo hace más deprisa, ambos comienzan a gemir de placer y las embestidas son cada vez más rápidas y fuertes
– Re...ita… más fuer...te… ¡ah! – grita desesperado, ambos están sudorosos y jadeando tratando de respirar pero el placer es demasiado, Reita toma el miembro de Ruki y comienza a moverlo
– ¡Me correré! –grita
– Hazlo dentro mío –contesta, lo embiste más deprisa hasta que siente el líquido caliente en su interior acompañado de un grito de placer, el mayor continua con el miembro de su compañero hasta que llega al orgasmo y se corre en su mano, ambos se desploman en el piso totalmente exhaustos, tratando de recuperar el aliento, entonces Ruki se acurruca contra Reita y lo abraza tiernamente dejándolo sorprendido
– Este… Reita… Creo que te amo –confiesa sonrojado escondiendo el rostro entre sus manos
– Creo que yo también te amo Taka –responde sonriendo, levanta su rostro y le da un leve beso en los labios, ambos se abrazan y cierran los ojos dispuestos a dormir
– No pensaran quedarse dormidos desnudos ahí tirados ¿cierto? –escuchan preguntar a Uruha
– Que no viste como le dio de duro Reita al enano, de seguro no puede ni pararse –responde Aoi, ambos se sonrojan tanto que deben parecer un tomate gigante, todos los del staff y los chicos los miran algunos con cara de temor y otros sin poder contener la risa, llega Kai y los tapa con una manta y les da una pequeña palmadita en la cabeza
– Y decía que el reituki solo era imaginación de los fans – comenta alguien antes de que todos se marchen excepto Kai, quien se acerca despacio con algo en la mano
– Esto es por si te duele en la mañana Ruki – dice dándole un frasco con pomada, sale de la habitación y los deja solos
– Eres un idiota Akira, ¡se te olvido cerrar la puerta! –grita lanzándole el frasco de pomada en plena cabeza haciendo que el pobre bajista caiga desmayado.