Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pet por sleeping god

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Me sorprende que avance sin demora, debe ser porque tengo mucho trabajo y es lo último que quiero hacer.

Sin más, adelante.

Cuando se tiene algo muy importante que hacer al día siguiente y no hay manera de hacerlo de una vez hay dos posibilidades para cuando es la hora de dormir: la primera es conciliar el sueño, resignarse pues simplemente no hay nada que hacer por el momento o, la segunda, resulta imposible cerrar los ojos por el dolor de estómago que hace que uno se retuerza en la cama víctima de la impotencia a poder resolver el asunto. A eso se le conoce como una mala noche de sueño, esos lapsos prolongados de vela y sólo unos pocos minutos de verdadero descanso, de tal manera que se amanece con ojeras, cansancio y mal humor. Puede haber muchas razones para que suceda esto y para este par de chicos que compartían la cama, cada quien dueño de una orilla, era la misma que no se atrevían a confrontar ni contra sí mismos

Cerca de las cinco de la madrugada Ichigo se giró a ver si el otro dormía y así era, unos pocos minutos de descanso, así que se levantó y se asomó a la ventana y a la penumbra del gran jardín trasero, donde las luces que poseían los estanques de los peces permitían dar algo de claridad a la noche. El estómago lo estaba matando, sentía tantas ganas de vomitar a momentos, más le calmó alejarse de Grimmjow. Se puso a razonar que le diría en la mañana, pues aunque ya habían dicho qué harían sabía que no serían capaces de cumplir un plan tan mal pensado, ¿Quién dice que siempre irían uno y uno con sus intentos de hacer algo? ¡Nadie! Además que si en alguna ocasión el otro estaba más caliente que el otro y se ofrecía difícilmente diría que no. Por otra parte, ¿de verdad podrían dejar de verse cuando ambos hubieran caído? Se decía que aún no hacían nada y no quería dejarlo ir.

Mantuvo su mente en blanco, recargando la frente en el ventanal frio. Después volvió a la cama y obtuvo algo de paz para dormir un par de horas.

 

La mañana llegó muy pronto y ambos se levantaron sin mirarse y cuestionándose como hubieran reaccionado si se hubieran besado.

Grimmjow fue al baño y se mojó el rostro que tenía ojeras bajo los ojos, apenas si durmió unas tres horas. De alguna manera esperaba que no fuera tan incómodo el día siguiente pero así parecía serlo. Se dijo que no fuera infantil que actuara como antes pues nada había pasado. Al salir le sonrió y eso relajó el ambiente.

-vamos a desayunar-propuso y Kurosaki lo siguió.

Los hermanos Kuchiki habían salido por lo cual el par de muchachos comieron solos hablando sobre una película de moda que se publicitó demasiado para  lo que era.

Ahora debía volver a su casa en otro distrito y Grimmjow necesitaba ver a Byakuya en la oficina por lo que tomarían el mismo tren. Al abordar ya no había asientos por lo que se acomodaron en la parte trasera de un vagón, el menor en la esquina y el otro frente a él, sosteniéndose de un barrote.

-escuche que habrá un festival en una semana por dónde vives-dijo el peliazul para dejar de escuchar la conversación de un par de chicas sobre cantantes de pop.

-sí, el siguiente sábado empieza.

-nunca he ido a algo así ¿Cómo es?

-hay mucha comida…

-eso me gusta.

-lo sabía-sonrió y el otro también.

Más gente abordó.

-hay juegos.

-me va convenciendo.

-normalmente se va con kimonos.

-jamás te he visto con uno-apenas acabó la oración se retractó de lo que dijo, estaba coqueteando sin darse cuenta y lo peor es que Ichigo no lo notó.

-no tengo muchos… conseguiré uno ¿Cuál llevaras tú? Debes tener más de una docena, seguramente.

Volvió a abordar más gente y con ello tuve que hacerse más a la pared y encerrar a Ichigo entre su cuerpo y la orilla.

Se excitaba de tenerlo tan cerca y agradecía que le tocaba a Ichigo negarse.

Y el pelinaranja odiaba que fuera su turno.

-no tengo tantos como dices pero creo que llevaré el blanco con negro, con el que me encontraron, es muy cómodo y creo que luce muy bien.

-es porque se te ve todo-dijo con algo de malicia, ese felino estaba haciendo trampa porque aunque hubiera mucha gente no tenía por qué pegarse tanto.

-¿Cuál llevarás tú?-le dijo al oído no sólo por el ruido que hacia tantas personas hablando a la vez sino que deseaba un contacto más erótico y directo.

-supongo que podría llevar uno negro con blanco-sonrió y nuevamente se quedaron con la cara muy junta.

-se te verá bien.

-a ti…-alcanzó a ver el nombre de la estación y eso le sirvió de excusa para cumplir su rol de negarse-… es tu estación, baboso.

El pantera la vio y algo molesto se dijo que debía bajar.

-nos vemos, Ichigo.

-adiós, Grimmjow.

 

Mientras el elevador marcaba el piso 11 su mente le replicaba que la dejara descansar, lo suyo no era pensar en sentimientos y parecía que esa parte del cerebro estaba agotada del desgaste excesivo de unas horas.

Se rindió pero sólo duró cuando pasó a Renji de largo y entró a la oficina de Kuchiki. Se suponía que se verían con Urahara para de una de vez por todas, y en caso de ser necesario, se diagnosticara que él no estaba involucrado en la trata de personas de manera activa. Sin embargo estaba solo el pelinegro con esa mirada impaciente; la única manera de hacerlo esperar era que algo buscara y de Grimmjow siempre era lo mismo.

Pudo notar de inmediato que el pantera no estaba de humor para hacer el amor, lo más extraño era que nunca se había dado cuenta pues eso jamás había ocurrido. Le intrigó lo suficiente para no molestarle la falta de acción que tendría lugar.

-¿Qué ocurre?-cuestionó Byakuya directo al punto.

Balbuceó cosas inentendibles pues no deseaba hablar de su problema del corazón como una señorita de preparatoria.

-soy tu psicólogo, Grimmjow.

-eres mi perra y ya.

Evitó que le enojara el comentario y trató de indagar un poco más.

-parece que no dormis…

-¡ya basta, Byakuya!-gritó sentándose pesadamente en una silla-no empieces a analizarme sin que me dé cuenta. Sólo cállate.

Así lo hizo, quedándose viendo a la ciudad en movimiento.

Con lo poco que tenia de información comenzó a armar una conclusión. Lo primero que sabía era que anoche estuvieron viendo películas Grimmjow e Ichigo, sin embargo Rukia le dijo que ambos se quedaron dormidos en el sillón y los había mandado a la habitación; eso no significaba que el pantera no escogiera al pelinaranja para calentar cama ya que él y Grimmjow no eran pareja, ambos lo sabían sin haberlo platicado, además las ojeras indicaban la falta de sueño pero lo que acababa con su teoría era el mal humor del felino, ese despertaba de maravilla si había tenido sexo en la noche. Sacó varias conclusiones: la más simple, únicamente una mala noche de descanso, o lo hicieron y Kurosaki logró molestarlo al día siguiente por arrepentirse, o fue el peor sexo de su vida…

-deja de analizarme, te lo pedí hace un momento-interrumpió el peliazul molesto con esos ojos que no miraban a nada, perdido en su mente demasiado brillante pero a la vez estúpida para su gusto.

-lo siento. Me intriga.

-es un insignificante problema personal que no deseo compartir, creo que ya puedo resolver mis asuntos yo solo.

-pienso que te crees demasiado cuando no haz lidiado con el mundo real tu solo.

-¿de qué demonios hablas?-se levantó de su asiento, su humor le hacía enojarse sin más palabras.

-aun te protejo yo, no estás solo y pensar que ya conoces el mundo desde mi casa de cristal es demasiado arrogante-marcó la última palabra para enojar al felino.

El pantera bufó ante su cuidador que pasaba a su lado por un vaso con agua.

-no debes molestarte-continuó Byakuya una vez bebió el líquido-todo será a su tiempo. Mi intención no es hacerte enojar sino que entiendas que los sentimientos son complicados y al no haberlos vivido antes necesitas ayuda para comprenderlos.

-¿Qué sientes por mí?-arrojó la pregunta mirándolo a los ojos.

-buena táctica. Nada en específico. Lujuria y algo de cariño-respondió sin caer en la trampa-es muy diferente si te pregunto que sientes por mi o Rukia.

Se quedó en silencio no porque no lo supiera sino porque la respuesta, idéntica a la de Byakuya, lo sacaría a la calle en menos de un minuto.

-platícame un poco de Ichigo-pidió sentándose en la su escritorio.

-es un chico agradable… en ocasiones, puede llegar a ser tan molesto y arrogante como yo, me reta y odio que me gane. A la vez eso lo hace admirable, es como una meta o algo así.

-¿es tu amigo?

En su mente pasó lo cerca que estuvo de sus labios.

-no.

-¿Por qué no?

-porque no es mi amigo.

-¿entonces qué es?

-es sólo Ichigo. Es él y ya. No quiero seguir hablando.

-Grimmjow.

-por favor, Byakuya. Estoy cansado-rogó para salir de ahí y dirigirse a la mansión, donde su mente descanso en cuanto tocó la cama y se quedó dormido, al igual que Ichigo que en todo el día sintió esas terribles nauseas que no le permitieron comer.

 

Durante el receso de la escuela subió a la azotea con sus fracciones.

-Di Roy.

-dime, Grimmjow.

-¿tienes auto?

-no.

-¿alguno tiene auto?

-yo-contestó Shawlong de inmediato al pedido del rey pantera.

-lo necesitare para la salida.

-sí, Grimmjow.

Dejó a los demás hablar entre ellos mientras se alejaba un poco y le marcaba a Ichigo, ya se sentía mejor y se negaba a dejar de divertirse por miedo a hacer algo con el muchacho.

-Grimmjow, idiota, estoy en clase y lo sabes-le respondieron en voz baja.

-lo sé, lo sé, justamente por eso marqué a esta hora.

-mal nacido.

-vamos a jugar futbol en la tarde.

-¿vendrás tú?

-sí.

-entonces nos vemos en las canchas de siempre.

-nos vemos-cerró el teléfono y volvió a sentarse con su grupo pero revisando las imágenes de su celular, dándose cuenta que  unas pocas eran de Rukia y él, el resto de o con Ichigo. Se sintió abrumado de pronto.

-¿te preocupa algo?-le cuestionó Edorad.

-nada-dijo levantándose para que los demás le siguieran a clase.

 

Al marcar diez para las cuatro ya estaba abandonando su escuela pública, despidiéndose de sus amigos para dirigirse a las canchas de soccer. Sabía que tardaría una media hora el felino en llegar por lo que se sentó a esperar. Pasando veinte minutos un Lincoln gris se estacionó a las cercanías y supo que era a quien esperaba por la velocidad a la que llegó y el derrape del auto al frenar.

-¿nuevo auto?-le preguntó al gato que descendía del vehículo.

-es de Shawlong. Byakuya aún no me presta ninguno.

-deberías sacar tu licencia.

-no empieces ¿trajiste el balón?

-¿yo?

-¿todavía que recorro no sé cuánto debo traerlo?-se quejó para molestar al olvidadizo pelinaranja.

-¡no me avisaste!

-¡¿qué todo te lo tengo que decir?!

Ya no dijo más y pensó que podían ir en el auto a su casa más luego recordó que podían tomar uno de la escuela y luego devolverlo.

-en la escuela hay.

-bien, robemos uno.

-tomemos, luego lo devuelvo.

-eres un aguafiestas.

Fueron a pie bajo el leve calor de los últimos rayos del sol, no platicaban sin saber realmente porque pues no era incomodo estar juntos. Pasaron al gimnasio donde aún un grupo de mujeres jugaba voleibol.

-iré por el balón-dijo Kurosaki, dejando a Grimmjow en la entrada, viendo jugar a las chicas en pantaletas de ejercicio. Logró, como era su gusto, ponerlas nerviosas con su mirada azulada, algunas se ocultaban, otras se sonrojaba y algunas más atrevidas le guiñaban un ojo. Sin embargo se sorprendió cuando reconocía apenas a una de ellas y eso fue por estar observando sus grandes pechos.

-Orihime… ¡Orihime!-le llamó con una sonrisa que ahora era sólo porque deseaba fornicarla.

-¡hola, Grimm-kun!-dijo ella saliendo del partido para ir a abrazarlo sin dar con el disfrute pervertido del otro.

-Que me gusto de dar verlas… digo, verte.

-igual a mí. Sé que salen tú y Kurosaki-kun pero ya no vienes a vernos a nosotras.

-he estado ocupado, pero con gusto podemos salir los dos un día. Que te parece…-olvidó lo que decía cuando el pelinaranja ahora con ropa de deportes, una playera y un short, venía a él con el balón sin percatarse de las chicas jugando y la pelota siendo lanzada hacia él-¡Ichigo!

A pesar de moverse rápido y avisarle lograron darle un buen golpe en la cabeza al menor, haciéndole hincarse en el suelo a sobar su cabeza.

-hey ¿estás bien?-preguntó Grimmjow hincándose a intentar verle la cara agachada.

-… no, ¿Cómo voy a estar bien después de eso?

-me alegra que el golpe no te quitara lo mal educado.

-jódete, Grimmjow.

-ya, déjame ver-hizo que quitara las manos del costado izquierdo de la cabeza para sentir un poco de sangre-demonios.

-estoy bien…

-¿no que no?

-me refiero a que no es tan grave.

-eres un pendejo, distraído.

-ya déjame en paz-pidió levantándose con ayuda del otro. A su alrededor las chicas pedían disculpas que el aceptó.

Sin despedirse abandonaron el lugar. Grimmjow cargando la mochila del otro y habiendo dejado el balón.

-parece que te hice venir a lo idiota-dijo Ichigo un poco triste.

-qué va. Igual no tenía nada que hacer.

-igual parece que conseguiste una cita con Orihime-dijo crudamente, sin darse cuenta de lo resentido que estaba y siendo el motivo por el cual no dio con el balón.

El peliazul se sorprendió dando una excusa.

-¡no, claro que no! ¡Sólo hablábamos!

-este bien-dijo sorprendentemente aliviado y confundido.

Subieron al auto para dejar a Ichigo en su casa. Al llegar volvió a caminar a su lado hasta la entrada donde Jeagerjaquez notó la sangre en la mano del muchacho, se la tomó e hizo una pregunta.

-¿no quieres ir al hospital?

-no, mi padre es médico.

-nunca me lo dijiste.

-mi casa dice “clínica”, torpe.

-no me di cuenta-no se enojó por tener aun la mano de Ichigo sostenida y por dos razones el otro no la soltó: no era su turno y no era tan grave ir de la mano. Continuaron el par de metro aun sujetos pero en la puerta y lejos de la mirada de todos Kurosaki intentó besarlo recibiendo la mejilla derecha de Grimmjow que esquivó sus labios y le soltó.

-nos vemos, Ichigo.

-nos vemos el sábado, Grimmjow.

 

Más de una docena de veces en el resto de la semana el par de enamorados abrieron y cerraron el celular con la idea de reunirse y otra docena más para cancelar lo del sábado, sin embargo ninguno lo hizo y así llego el día.

 

Una vez acomodado su kimono negro salió de su hogar, despidiéndose de su familia para ir al festival con sus amigos de la escuela, se suponía que por la noche llegaría Grimmjow con ese sexy y poco recatado kimono blanco. Apenas podía esperar.

-te ves bien con ese, Ichigo-le dijo Tatsuki-¿pero por qué negro?

-nada más-no quiso decir que como manera de encajar con Grimmjow, aun nadie sabía nada de eso.

A pesar de que todos comieron y empezaron a jugar en el colorido festival el prefirió no hacer nada y esperar al peliazul para todo aquello.

Con ansias sonó su teléfono y le contestó al felino.

-ya es tarde, gato.

-lo sé, no encontraba donde estacionarme ¿Dónde estás?

-voy a la entrada. Espérame-le dijo abandonando a sus amigos y dirigiéndose a la puerta roja iluminada con las hileras de luces al fondo-¿ya vienes?-dijo por el móvil.

-sí, dame un minuto.

Colgó y un momento después sintió  alguien atrapándole por el cuello. Al girar vio la sonrisa grande del felino.

-toma, te gane esto-dijo Grimmjow, entregándole un pez dorado blanco con una sola mancha naranja en el costado derecho.

Ichigo simplemente no pudo evitar aceptarlo aunque era su turno de negarse, era demasiado lindo ese detalle de un Grimmjow que se quedó paralizado de emoción cuando vio al chico vestido como un dios de la muerte que poco a poco mataba su libertad.

-gracias ¿tan fácil lo ganaste?

-pues… sinceramente lo compré, no quería perder el tiempo. Pero ahora puedo perderlo, vamos a jugar-fueron de la mano, ambos permitiéndose pues eso ya no les parecía un paso hacia delante.

Con naturalidad el felino no pudo mantener un pez en la red antes de que esta se rompiera y con frustración vio al otro ganar en su primer intento un pez dorado como el oro.

-este es tuyo.

-bien, soy malo para esto, ya lo entendí-se rieron y antes de irse encargaron los peces para ir a comer.

-vamos por tempura.

-¿el postre primero?

-por mi comemos puro postre.

-… sí, ¿Por qué no?-aceptó sabiendo que quería darle gusto al peliazul.

-entonces córrele-pasaron entre la gente a empujones por no soltarse hasta el puesto-deme tres y… ¿tú, cuántos? Este es en serio, yo me como tres fácilmente.

-lo sé. Pídeme lo mismo.

-que sean seis-sonrió al shinigami que traía de la mano y que parecía adorable con esa sonrisa.

Ichigo  miró a otro lado para no sentirse avergonzado pero por ello mismo logró ver a sus amigos.

-graci…

-vámonos-corto el pelinaranja para jalar a Grimmjow con todo y los postres en una mano y alejarse al bosque.

-¿Qué pasó?

-no quiero que nos vean mis amigos.

Fue Grimmjow el que se conmovió por el chico que no deseaba compartir con nadie más esa noche.

-vayamos más arriba para ver los fuegos artificiales-pidió el peliazul, yendo hasta la cima que les dejaba ver el colorido festival.

-nada mal-dijo sentándose con Ichigo a un lado.

-sí, nada mal.

-comamos antes de que se derritan.

Así lo hicieron pero en el segundo postre las flores de fuego empezaron a aparecer en el cielo.

El rey pantera dio con que no había peor situación que aquella para derrotarlo, incluso creyó que era hacer trampa, pero su compañero lucia perfecto en el kimono de la muerte y siendo iluminado por el fuego de colores.

Sin miramiento lo tumbó en el pasto.

-Grimmjow…

-no lo soporto.

-es mi turno.

-olvídalo.

-no, eso dijimos.

-ya no me importa…-sin embargo Ichigo salió de debajo del otro y fue a recargarse en un árbol. Le dolió en el pecho rechazar a su enamorado-ya no te niegas-le susurró el peliazul al oído, abrazándole la cintura y pegando la suya al trasero del muchacho.

-Grimmjow… basta…

-no-le lamió desde el cuello a la raíz del cabello mientras desasía el muñón que impedía se callera el pantalón; descendió de golpe la prenda con Ichigo no diciendo palabra, escuchado el estrepito de los fuegos artificiales, las familias riendo y el jadeo de un Grimmjow excitado detrás de él. Siguió besando el cuello y bajando la ropa interior con la molestia de la ropa superior impidiéndole tener totalmente libre el trasero de Kurosaki, le besó la mejilla sonrojada para ir sacando su miembro y guiarlo a entre las nalgas del otro.

-¡Grimmjow!

-¿Qué…?-pregunto aun embelesado.

-ten… tengo miedo-se giró para espantarle que el ya grande miembro de Grimmjow pudiera haber crecido más.

-no lo tengas. Sé hacer esto.

-… no estoy seguro de querer hacerlo.

El miembro decaído del pelinaranja le decía que no lo deseaba pero lo que era claro eran sus ojos avellana llenos de miedo.

-entiendo-dijo más no renunciando a besarle.

-¿Por qué no quieres quererme?-le pregunto más seguro de lo que debía estar un muchacho desnudo de la cintura para abajo.

-porque… no quiero rendirme ante nadie.

-yo quiero ser el único que te gane, Grimmjow. Si no lo aceptas entonces no hay nada que hacer-salió moviéndole un brazo, se vistió y se sentó. Más tarde el otro lo acompañó y una esperanza mezclada con calentura se derritió al igual que el tempura en el pasto.

Notas finales:

Gracias por leer.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).