Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pet por sleeping god

[Reviews - 66]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Una disculpa por la tardanza.

Agradezco publicamente a Ale por la gran ayuda brindada en este y parece que a futuro. Y a Yoshita, me parece que te moleste con la pregunta y puedes hablar mucho mas, no voy a desesperarme contigo.

Muchas gracias a ambas.

 

-Ulquiorra, por favor-pide con amabilidad al murciélago que ya no niega no saber el paradero de Aizen sino que rehúsa dar a conocer el lugar.

-no, Kuchiki-san-responde cortantemente, ignorando la desesperación del otro que  hace más de media hora intenta convencerlo.

-entonces ayúdame a entender…

-no, no hay manera de que entienda-se intenta retirar pero es devuelto de un tirón al sillón.

-no dudes de mi inteligencia-dice con un cierto aire de enojo que el ojiverde rechaza encarar-te abandonó y al igual que Starrk lo consideras aún tu amo.

-no soy una mascota.

-¿entonces?

-sé que soy humano, siempre lo supe.

-pero…-interpela sin liberar la muñeca del otro que de un jalón se zafa, lo mira a los ojos y neutralmente responde-Aizen-sama es mi amo de cualquier manera. No puedo decir por qué y mucho menos donde está-se pone en pie y evitando lo detengan nuevamente,  se aleja al jardín a meditar en su amo, impidiendo que su mente divague, pues siempre que lo hace es ese pelinegro quien aparece.

 

Byakuya en busca de respuestas recurre a Grimmjow, quien en su habitación permanece sin camisa por el dolor de tener tela sobre la piel aún sensible.

-Grimmjow.

-lo pagué con mi dinero para que no me sermonees.

-no me importa qué te hayas hecho-responde fríamente-¿Cómo sabías que Ulquiorra conocía donde está Aizen?

-ese enano-empieza ya mostrándose furioso, mas relajándose al recordar el tatuaje y que ese hombre ya no es su asunto-Ulquiorra iba a todos lados con Aizen, él podía salir, dormir en la cama, joder con él, platicar, tomar los libros, ayudar con las comprar y pude ver ocasiones en las que le subía agua o comida. Era más humano que nosotros y el que nunca enseñó los dientes por lo que fuera-se toca la marca negra, cerrando los ojos a recordar las contadas ocasiones que un golpe le hizo reaccionar como ahora lo haría-Aizen estaba enamorado de Ulquiorra, sé que no lo dejaría ir.

-¿y Ulquiorra?-pregunta un tanto celoso, pero más preocupado por el joven y su presencia en su casa, como un plan anticipado.

-Ulquiorra no siente nada. No lo entiendo, nunca lo hice. Lo seguro es que no va a traicionarlo.

-no has pensado qué hace aquí.

-sí, había pensado algo. Sin embargo no estoy muy seguro…-suspira como acto de enojo de recordar las teorías que desarrolló mientras Ichigo descansaba sobre sus piernas o mientras este le platicaba cómo estuvo su día-lo más obvio es que lo enviara a buscar a alguien a cargo de su investigación para saber qué tan cerca están, puede que eso sea una parte pero en realidad creo que algo le falta con nosotros, o nos quiere de vuelta o nos matara. Ahora pienso que nos fue sacando no para obtener más jóvenes mascotas porque no se atrevía a violarnos a todos, sino porque tenía que deshacerse de nosotros por alguna muy fuerte razón.

Kuchiki admitió que fue algo impresionante la deducción del pantera pero podía adivinar que la duda lo carcomía e intentaba por todos los medios mostrarse  indiferente.

-¿realmente crees poder olvidarlo?

-no, por supuesto que no-dice recostándose boca abajo-es un tatuaje para no olvidar que me quitó mucho pero también para dejarlo atrás y que no me arrebate más.

Byakuya afirma con la cabeza y antes de cruzar la puerta vuelven a hablarle.

-te gusta ese enano ¿verdad?

-así es.

-te diré algo-dice siendo un poco condescendiente con quien le ha brindado ayuda-piensa en Ulquiorra como un castillo de naipes, su base es Aizen y todo lo que se ha montado ha sido en relación con él, es decir, si tratar de quitar a ese bastardo de su mente todo se vendrá abajo.

-¿quieres decir que renuncie?

-no, sólo te digo que puedes causarle más daño si lo ayudas. Si para mí o Starrk era una pieza clave, ahora imagínatelo en Ulquiorra.

Kuchiki se retira con el terrible dolor de cabeza que sufrió cuando apenas era un estudiante, investigando, leyendo y pregunta que es eso que los psicólogos llaman la “nada”. Lo comprendió en teoría más volvía a llenar su mente la idea a dejar a alguien como si lo reiniciaran, borrándole todo significante, dejando a Ulquiorra sin su primera cadena del nombre del padre.

Quizá Grimmjow tenía razón, se dijo, no podía ponerlo en contra de su amo pero aún así podía meterse en su vida, cuidar al espía y, esperaba, en algún momento dejar tan atrás el recuerdo de Aizen que él pudiera verse convertido en lo principal. Y así lo haría.

 

Por espacio de dos meses Grimmjow recibió pocas noticias de sus hermanos, Nnoitra había desaparecido de todos y Starrk continuaba en las mismas, aunque con problemas alimenticios, Ulquiorra pasaba gran parte del día con Byakuya aunque podía percatarse que ya no se tomaban las manos por lo que suponía que no tenían sexo. Él, en cambio, pasaba lo más posible con Ichigo, conociéndose mejor y dándose cuenta que lo mejor que pudo hacer fue tatuarse, olvidó por completo a Aizen, por completo.

 

Mientras jugaban cartas cerca de un estanque, Grimmjow pudo ver el cabello crecido de su pareja y sonrió con completo enamoramiento. Ichigo lo notó y se sonrojo en el acto.

-me gusta tu cabello así.

-lo sé, no me has dejado cortármelo.

-y me da gusto que no te lo cortes tú mismo. Eso quiere decir que eres un ególatra que te encanta que te estén chuleando y recordando que eres un sabroso…

-¡ya cállate que no es cierto!

Se ríen y el peliazul recuerda que el mes que viene su novio sale de la preparatoria y entrara a la universidad.

-¿A dónde entraras a estudiar?-cuestiona con algo de pánico a perderlo en otra ciudad.

-la verdad me gustaría casarme y que trabaje mi pareja.

-¿de verdad?-pregunta con un peso en sus hombros muy grande.

-no, tonto. Además quién dijo que me casaré contigo.

-yo, obviamente, no es tu decisión.

-ah, perro.

-cállate que bien que quieres. Bueno, entonces qué planeas.

-planeo entrar a la universidad de esta parte de la ciudad.

-bien, bien, pero a qué-cuestiona irritado de la evasión de la pregunta.

-… veterinaria.

-¿tu? ¿Veterinaria?

-¿Qué tiene de malo?-pregunta levantándose sonrojado de que el primero que le confiesa sus planes se note con tan mala actitud.

-no, nada. No me sorprende.

-¿a no?

-no, si te encantan los animales grandotes-se burla agarrándose la entrepierna.

-¡eres un imbécil!-se le lanza encima  y a punto de soltar el primer golpe le dicen:

-vivamos juntos.

-¿eh?-dice sin creerlo, viendo al ojiazul sonreír a su inocente felicidad-¿de verdad?

-sí, de verdad. Le pediré trabajo a Byakuya o yo conseguiré, pagaremos tu universidad y poder hacerte el amor cada que estemos los dos y si no estás me cogeré a unas putas.

A pesar de lo último no se enojó, sino todo lo contrario. Sentía construir un futuro con el novio que nadie conocía que tenía.

-¿Por qué quieres vivir conmigo?-cuestionó con malicia a escuchar una vez más lo que sentían por él.

-ya lo sabes.

-no, quiero que me lo digas o no viviremos juntos.

Suspiró aún con el cuerpo de su pareja encima, al observarlo sabía cuanto lo amaba pero no era su estilo decirlo.

-no quiero decirlo-espeta con seriedad, quitándoselo de encima y dándole la espalda-odio tener que decirte que te amo.

-¡Grimmjow!-lo abraza por la espalda y le da un beso en la mejilla-yo también.

-¿también qué?-se gira y le da un beso en los labios.

-también te amo-regresa el beso y sabiendo que no hay nadie en la casa se atreve a retirar el cinturón del pantera, haciendo que este sonría de gusto, se inca y espera que el felino se baja el pantalón hasta los tobillos.

-has que se pare, Ichigo.

-no te preocupes, yo se animarlo-dice lamiéndose los labios y empezando a masajear con ellos el pene cubierto y flácido, sin embargo en pocos momento comenzó a salirse de su cubertura y a levantase y endurecerse-que rápido eres.

-te gusta rápido y efectivo, aprendo rápido-se agacha a robarle un beso y espera a que le trabajen la parte baja por casi veinte minutos más retirándose el muchacho justo antes de correrse.

-¡oh, por dios, Ichigo…!

Al bajar la mirada el chico se reía  y se alejaba a rastras.

-¡vuelve y termina lo que comenzaste!

-no quiero-y a pesar de llevarle el miembro a los labios este se negó a volverse a comer-dime que me amas y te haré correrte.

-puedo masturbarme.

-prefieres…-da una lamida a la cabeza-…mi boca, Grimm.

-arrrggg… eres odioso-se agacha y lo mira a los ojos chocolate-si te lo digo te quedaras para que deshaga la cama de tan duro que te la voy a meter.

-está bien-responde coqueto.

-no acaba ahí. Me dejaras hacerte lo que quiera, y hablo de lo que quiera.

-entonces debo aumentar lo que pido.

-no es suficiente con que te diga lo que siento por ti.

-no.

-bien, qué quieres-pregunta apretándose el miembro que le dolía de no correrse.

-quiero… que seas sincero, Grimmjow. Sé que no te gusta decirlo pero solo una vez quiero… quiero saber realmente que sientes por mí.

Al principio el pantera quiso reírse más pudo ver que buscaba estar seguro que al mudarse los sentimientos fueran fuertes.

-acaba y te complaceré-respondió pareciendo insensible, pero seguro que antes de cogérselo por la noche le diría todas esas ideas románticas y estúpidas que le surgían cada vez que lo veía y lo hacían recriminarse en la noche enamorarse a tal grado.

 

A una semana de su graduación quiso hablar con su padre, y aunque Grimmjow le dijo que comentaran juntos la verdad, él prefirió hacerlo por su cuenta.

-papá.

-¿Qué pasa, Ichigo?

-quiero hablar de algo contigo-dijo esperando a que cerrara la clínica y sentándose en el comedor.

-¿Qué es?

-es sobre Grimmjow.

-ese amigo que nunca has traído a que lo conozca-dice con algo de enojo en su voz, por alguna razón desde que Ichigo lo conoció no parecía el mismo y temía lo peor.

-sí, él. Es una gran persona…-cerró los puños al no saber cómo comenzar y qué decir. Ahora deseaba que Grimmjow estuviera ahí para protegerlo de lo desconocido.

-¿y?

-bueno… es que… si lo conocieras.

-¿para qué quiero conocerlo, Ichigo? ¿Qué sucede?-espeta violentamente, ya solo requería que le comprobaran sus sospechas.

-es… papá…

-¡lo sabía!-grita alterado y levantándose del asiento, echando la silla al suelo-¡ese hijo de perra coge contigo!

-¡papá!-respondió enojado por denominar a su novio a lo que hacen, como si lo obligara y fuera algo malo-es mi novio porque así lo quiero y realmente espero lo aceptes.

-Ichigo-dijo bajando la voz a su furia contenida-en esta casa no te permitiré jamás algo así, por el bien de tus hermanas vete de esta casa.

El hijo se levantó para ir a recoger algunas cosas no sin antes recibir otras palabras.

-si vuelves diciendo que lo dejaste en un mes todavía te recibiré sino cuenta con que esta ya no es tu familia.

-mamá habría aceptado lo que escogí.

-¡tu madre está muerta y ahora me dices que te salvó para esto!-estuvo a punto de darle un golpe al rostro más se contuvo-no vuelvas, Ichigo.

 

Espero afuera a que saliera Grimmjow, sentado sobre una de sus maletas.

-Ichigo ¿Qué pasó?

-le dije a mi papá-respondió con pesadez, después de pensar lo que acababa de ocurrir.

-¿Por qué lo hiciste? Si…

-hubiera sido peor si te veía.

-Ichi…-calló y lo abrazó- no sé si Byakuya se ponga roñoso por dejarte conmigo.

-es posible-susurró pensando en quedarse con alguno de sus amigos.

-bah, al demonio Byakuya. Vámonos los dos-dijo con una gran sonrisa.

-¿Qué? ¿A dónde?

-a un hotel y mañana vemos un departamento.

-Grimmjow, esto es muy repentino-objeto aunque conociendo a su pareja que una vez dicho lo realizaría.

-lo sé. Al carajo, déjame guardar algunas cosas.

Guardó sólo algo de ropa, pensando en no despedirse, sin embargo se encontró al murciélago que con curiosidad veía su maleta.

-¿envidia?-se burló.

-no, ¿por qué habría de tenerla?-cuestionó sin real interés.

-porque tengo una vida, idiota, y es más de lo que tu aspiraras-dicho aquello se marchó.

 

 

 

Apagó la el cigarro en su bota y aventó la colilla por la ventana, moviendo frenéticamente los brazos para que el viento se lleve el humo, con algo de pánico a la puerta abriéndose y dejando entrar a Ichigo, a quien no le gustaba verlo fumando, por lo que tenía que esconder su mal hábito.

-¿Cómo te fue, Ichi?-cuestionó ayudándole con la pesada mochila, dejándole entrar al departamento que comparten desde hace dos meses.

-pesado… estoy tan cansado-dice tirándose en el sillón y mirando con ternura al novio que va a la cocina a traerle la comida, siempre pendiente de su salud. En cierta forma odia que le cuide como manera de redimir que el mismo no se cuide ni le preocupe el futuro, desde que dejó la escuela para trabajar han tomado una rutina que en ocasiones hace que olvide que lo hizo por él-¿Qué tal el trabajo?

-ya sabes, terrible, odio trabajar en oficina.

-lo siento, Grimmjow.

-bah, déjalo. Ya verás que pronto se le pasa a Byakuya el enojo y me da otro trabajo.

-¿y cómo va tu hermano?

-¿Starrk o Ulquiorra?

-los dos-pregunta sentándose a comer mientras el otro permanece de pie.

-me contó que Starrk se está encariñando con una huérfana del loquero… no lo sé, quizá le ayude tener compañía. Ulquiorra de vez en cuando se pasea por ahí con Byakuya, el muy perro ni me habla así que se vaya al carajo- con pesadez va a la ventana para suspirar al recordar a Ulquiorra y de ahí a Aizen, con una frustración que no es tan fuerte como antes de tatuarse pero si perceptible-saldré a caminar-anuncia tomando sus llaves.

-¿quieres que te acompañe?

-no, quiero estar solo un momento-a punto de salir puede notar la preocupación que le causa a su pareja, por lo que se regresa y le besa demasiado apasionado para calmarle-tranquilo, Ichi- sonríe y se marcha.

Ichigo deja de cuestionarse si está bien su pareja, no es necesario ser un genio para saber por qué se tatuó o qué pasa por la mente del pantera, más está seguro que ya no le carcome la mente su ex-amo, además adora las ocasiones en que le llama “Ichi” sin darse cuenta.

Aprovecha la lejanía a de su departamento para fumar otro cigarro, se recarga en un edificio que da a los terrenos no construidos de la periferia de ciudad. Cala hondo y cierra los ojos, sintiendo pronto la necesidad de volver con Kurosaki y hacerle el amor. Empieza el regreso fumando, pasando por el centro comercial, frente a varios aparadores, algunos encendidos y otros ya cerrados, entre algunos sujetos volviendo a su casa y mujeres esperando un taxi. Frente a él, de la puerta de uno de estos vehículos cae un zapato negro de tacón, una mano envuelta en un traje blanco lo recoge y cierran la puerta. Grimmjow sigue por enfrente, caminando en automático, observa como suben la ventana empezando a reflejar su rostro pálido y el humo saliendo se sus fosas nasales. El taxi arranca y se aleja.

Sus pies siguen moviéndose bajo la imagen de Aizen recogiendo la zapatilla, empujando a Nelliel para que le dé más espacio, importándole poco que Ulquiorra quede apretado contra la otra puerta. No lo vieron, nadie lo vio, ni siquiera él ha podido entender qué tuvo frente a sus ojos.

El dedo índice y el medio empiezan a sentir el calor del cigarro quemando la piel así que en reflejo lo suelta.

Cierra los ojos viendo el rostro de la chica que con amargura está maquillada como una puta, luego la recuerda que cuando acababa de preñarla ella sonreía con un estomago abultado. Comparó los rostros y se enfureció con Aizen como nunca, contra Ulquiorra y contra sí mismo, diciéndose que ese tatuaje representaba su pasado, uno que no debía negar y mucho menos dejar atrás pues él era Grimmjow Jeagerjaquez, el Gran Rey Pantera, nadie se aprovecha de el sin pagar. Nadie.

Los haría pagar no por bondad sino por amor a la destrucción.

Notas finales:

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).