Capítulo 1
Una no muy grata sorpresa...
Una hermosa joven de tez morena y obvias facciones latinas miraba fijamente por la ventana hacia vacío desde un asiento en primera clase proveniente del famoso “Heathrow Airport” en Londres, Inglaterra. Su rostro mostraba cansancio y algo de enojo reprimido. Tomaba de la copa una de las mejores champañas de todo el continente europeo, intentaba relajarse pero después de la tercera supo que ni el licor le calmaría el ansía que le carcomía. No había sido su mejor día del año; tanto trabajo y responsabilidades se habían acumulado todas en su cabeza y con la noticia tan inesperada y poco alentadora de esa mañana todas sus preocupaciones y recordatorios se habían desbordado, tal vez…sólo tal vez era más de lo que podía soportar.
Su traje caro de diseñador y ceñido al cuerpo conformado por una falda tubo negra y una camisa blanca, pulcra y ajustada llamaban la atención de cuanta persona tuviera la suerte de contemplarla. Esa increíble mujer reflejaba una sensualidad, belleza, elegancia y porqué no también arrogancia que hacían que cualquier hombre o mujer deseara atarla a una cama y nunca más dejarla ir. Santana López era toda una belleza. Tan acostumbrada estaba a llamar la atención de todos aquellos que se encontraran de ella a un mínimo de 50 metros de radio que con el tiempo dejó de prestar atención a esas insistentes miradas; las había conocido todas desde las más comunes a las más poco usuales: deseo, descaro, envidia, lujuria, admiración, anhelo, odio, etc.
Para tener tan sólo 27 años su vida la había enseñado a ser fuerte, tenaz y madura desde una temprana edad; su padre y ejemplo a seguir se había encargado de instruirla y aventajarla en el mundo de la arquitectura y construcción moderna desde que tenía uso de memoria y gracias a todo ese esfuerzo logró llegar a ser la exitosa empresaria y ejecutiva que ahora era.
Y ahora, después de 6 largos años de residir en el área británica volvía a su hogar, el lugar que la vio crecer y mismo que la vio marcharse sin mirar atrás…Manhattan. El avión avanzaba en su ruta, los minutos pasaban y lo único en que la joven pensaba era en que esperaba que su estancia en el continente americano no fuera a demorarse, tenía mucho trabajo y pendientes por terminar además de que jamás pensó en volver a su antiguo país. Cuando recibió la llamada de su padre esa mañana en su despacho no lo pensó dos veces; intentó localizar a Edward su piloto oficial para que agilizara el despegue de su jet privado lo más pronto posible para así poder salir esa misma tarde del país con destino a los Estados Unidos pero para su desgracia el joven había solicitado un permiso de paternidad hacía varias semanas para poder estar presente en los primeros días de vida de su primer hijo, así que decidió llamar al Heathrow para apartar boleto seguro en el primer próximo vuelo disponible y en primera clase que hubiera.
Fue su asistente personal y mejor amigo el que realizó la llamada y en cuanto le denegaron el cupo debido a su tan poco anticipada solicitud de pasaje sin alguna antelación fue cuestión de segundos para que cambiaran de parecer cuando escucharon al joven Smythe aclarar que la compañía que solicitaba el servicio se trataba de “S&S Lop Enterprises” y así obtuvo su pasaje en primera clase rumbo a la Manhattan que despegó tan sólo una hora después de haber realizado la llamada. No era su estilo viajar en aerolíneas públicas no le agradaba tanto ajetreo y personas aglomeradas en un mismo lugar pero la ocasión lo ameritaba y para empeorar todo le quedaban aproximadamente 10 horas de vuelo con dirección a un destino incierto.
Santana POV
Mi padre, el gran empresario Santiago López se había dignado a llamarme cerca de la nueve de la mañana para simplemente informar que después de 8 largos años de vivir en soledad en la antigua mansión López, ahora se disponía a desmantelar y remodelar toda la infraestructura en la que algún tiempo habíamos vivido ambos con mi difunta madre. Pero la noticia no terminaba allí; me resultaba consternarte que mi padre decidiera de buenas a primeras volver a abrir todo ese baúl de heridas y lágrimas que rodeaban los recuerdos de Maribel López McCartney ya que prácticamente ni él solía pasar tiempo allí pues los recuerdos le atormentaban; en los últimos años se la pasaba viajando por trámites de trabajo y viviendo en los mejores hoteles; pero mayor fue mi estupefacción cuando me comunicó que llevaba un par de semanas conviviendo en la mansión con su nueva conquista Jessica Pierce y los hijos de esta y que la remodelación del lugar se haría con la única intención de formar una nueva familia y nuevos recuerdos al lado de los Pierce.
Al escuchar la noticia no pude evitar que mi mandíbula se separara prácticamente del esqueleto de mi cráneo para segundos después apretarla tan fuerte que en mi rostro enmarcado era visible un perfecto ángulo recto, mis pómulos marcados, ceño fruncido, mirada dolida, y labios rojos formando una línea apretada eran la clara prueba de mi dolor intrínseco recién provocado por mi creador. La noticia me había dejado sin habla; los segundos pasaron pareciendo eternidades desquiciantes para mí, segundos sin tregua que desataron sentimientos enterrados y confusos en todo mi ser; segundos que fueron cortados por la voz de mi padre nuevamente. Sin embargo aún seguía distante en un mundo paralelo donde nada de lo que escuchaba era registrado en mi sistema; un minuto después mi padre finalizó la llamada sin darme tiempo a reaccionar debidamente, lo cual ocasionó que mi enfado creciera.
Intenté regresar la llamada pero inmediatamente el condenado móvil me envió a la mensajería de voz, así que volví a intentarlo obteniendo el mismo resultado.
Necesitaba respuestas, necesitaba que me explicara cómo demonios sucedió todo en tan poco tiempo sin que me enterara de sus planes. Necesitaba gritarle si era necesario de que nadie aparte de los López tenía derecho a pisar la casa que fue construida por mi madre. Necesitaba a morir que alguien me explicara por qué me faltaba el aire y porqué sentía como si mi padre me hubiera traicionado de por vida en menos de 3 minutos.
Sé que lo que hago pode ser catalogado como algo loco y desmesurado pero no planeo permitir que cualquier vividora sin nada mejor que hacer que aprovecharse de un pobre herido, engañe y utilice a mi padre con fines ruines. Así es que tomé el primer vuelo hacia lo americano dejando todo atrás sin motivo aparente. Conozco a mi padre desde que mi madre murió muchísimas mujeres intentaron acercarse a él con dos intenciones: sexuales y económicas. Viendo así como él rechazaba tímidamente a todas y cada una de ellas, no se sentía capaz de estar con otra mujer y sinceramente tampoco me sentía capaz de mirarlo hacer su vida con alguien más después de ver el amor que le tuvo y tiene por mi madre y ahora su recuerdo.
A sus 45 años Santiago es un hombre fuerte, vivaz, alegre, energético y saludable, resumiéndose así como un hombre adulto seductor, exquisito y atractivo…y yo siendo su más grande orgullo y también su viva imagen donde se ve tan bien reflejado; ambos morenos, hermosos ojos café profundo, fuertes, educados, honestos, emprendedores, soñadores, humanos, realistas y con una sonrisa que era capaz de derretir una montaña de hielo en cuestión de segundos. Fue una verdadera lástima que en el Titanic no hubiese ido presente algún antepasado López…se hubieran salvado muchas vidas.
Fui su única razón de ser luego de la muerte de Maribel.
Los primeros años luego de la muerte de mi madre habían sido difíciles…sangrantes para ambos; pero juntos logramos apoyarnos y seguir adelante. A partir del cuarto año recuperamos el ritmo de vida antiguo, postergando el dolor y abandono dando paso a la esperanza de seguir con nuestras vidas. Santiago conoció a varias mujeres en el ámbito romántico pero ninguna resultó ser relevante en su vida por lo que nunca interferí. Pero ahora todo era distinto y lo sabía; cuando Santiago conoció a Jessica cerca de dos años atrás me lo hizo saber inmediatamente; viajó a Londres para compartir unos días conmigo, lo cual me extrañó al escuchar tanta emoción jovial y entusiasmo al hablarme de esta misteriosa mujer pero lo pasé por alto; con el paso del tiempo Santiago me insistió de que lo visitara en EE.UU y así puder conocer finalmente a la tal “Jess” y a sus hijos de los cuales la verdad no recuerdo ni los nombres; sólo sé que son dos, un niño y una joven chiquilla. Aún así reconozco que soy muy egoísta como para aceptar el tener que compartir a mi padre con nuevas personas y terminé declinando todas y cada una de las invitaciones y propuestas pero había llegado el momento de enfrentar a mis fantasmas y de dejar claro que los López no perdemos la cabeza por una falda y mucho menos mi padre. Tengo la clara intención de quitarle la venda de los ojos con respecto a esa mujer que se le estaba interponiendo intentando cambiar su vida…no hay posibilidad de que permita la entrada de esos intrusos en el lugar que una vez fue el hogar de una familia perfecta.
El reloj marcaba poco más de las 19 horas y las líneas que se formaban en mi frente eran cada vez más profundas, la ira y el coraje se arremolinaban en mi cuerpo cuando pensaba en la situación. Fui bruscamente sacada de mis pensamientos cuando una azafata que indiscretamente me había estado mirando a lo largo del viaje avisó que pronto aterrizaríamos así que debíamos ajustar nuestros cinturones. Sacudí levemente la cabeza despejándome; no pude descansar mucho durante el trayecto y cuando enfoco mi mirada sobre la joven castaña de ojos color avellana noto el sonrojo que se expande por esas mejillas un tanto morenas, “Nada mal” pienso al ver la clara reacción de la mujer y al ser consciente de la insistente mirada de la castaña desde el momento en que abordé el avión; le dedico una de esas perfectas sonrisas cautivadoras con firma López a lo largo de mis labios a lo cual la joven baja la mirada apenada. Aunque me veo tentada a tardar más de lo debido en el aeropuerto para asistir a alguna reunión rápida y privada con la dichosa azafata es obvio que debo hablar primero con mi padre esta noche. Maldigo por lo bajo al no poder con mi objetivo.
Cuando desbordo el avión suspiro con pesar cuando cientos de recuerdos me golpean juntos. Al pasar al lado de la azafata ésta me dedica una leve reverencia a lo que le sonrío y al intentar avanzar la azafata me toma de la mano depositando en ella un papel con un número telefónico titulado por un lindo nombre “Sugar xx” la susodicha me cierra un ojo coquetamente lo que me hace sonreír al pasar junto a ella guardando en mi chaqueta el pedazo de papel y finalmente encaminarme a la salida del aeropuerto, no sin antes pasar al check in y recoger mi diminuta maleta de equipaje.
Monto el primer taxi disponible y enciendo mi celular con intención de llamar a mi padre.
-¿Dónde estás?- pregunto secamente al oír que responde la llamada
-¿Santana?- pregunta sorprendido el hombre moreno que contesta en otro lugar su móvil- Que sorpresa que llames…justo en este momento estaba comentándoles a las chicas que hoy hablé contigo acerca de los arreglos que quiero para la casa y…-
-¿Dónde estás padre?- vuelvo a preguntar con los dientes apretados cortándole el discurso
-¿Qué sucede Santy? ¿Te sucede algo?- pregunta alarmado
-Padre simplemente necesito saber donde carajos estás- le corto otra vez exasperada
-¿Donde más voy a estar Santana? En la mansión, por…- responde ya extrañado
-Voy para allá- sin esperar respuesta corto la intercomunicación dejándolo confundido y con el gesto de la familia López activado…frunciendo el entrecejo.
Doy al taxista la dirección y me dirijo herida, confundida, asfixiada y molesta…muy molesta a mi antigua residencia.
-Aquí vamos- digo en voz baja mientras sostengo la respiración.