CAPITULO 1: Efímero descuido.
He perdido ya la cuenta de las veces que intenté decírselo, ¿cuánto ha pasado ya?, no estoy muy seguro realmente, lo único que sé es que hablamos de varios años.
Él no parece darse cuenta… y si soy sincero, estoy perdiendo la paciencia.
—¡Oe! ¡Reita!, ¡concéntrate, estás fuera de tiempo!
—De verdad lo lamento, ando un tanto distraído. — Y si supieras por qué no molestarías tanto…
—Es mejor que aterrices ahora, estamos perdiendo tiempo valioso.
¿Acaso eres idiota?, ¡justo es por ti que no puedo concentrarme!... ¡Al diablo!...esto es totalmente unilateral…es obvio.
—Fue un buen trabajo el de hoy, hay tantas cosas por preparar—Comentaba el líder con su típica sonrisa sentado desde el banco de su batería— ¡Ah, es cierto!, mañana recuerden estar preparados tenemos una reunión importante con Sakai-san.
A veces desearía ser más como Kai y solo pensar en lo que es necesario.
—Hai, no debes preocuparte por ello, allí estaremos puntualmente, ¿verdad que sí, Yuu?
—Ah, no jodas Kou, esta vez procuraré estar a tiempo.
Uruha y Aoi parecen llevarse bien después de todo… ¿será impresión mía?, no… ellos comparten mucho tiempo juntos…
— ¿Kai no vienes? —Preguntó uno de los guitarristas.
—No parece ser muy tarde…iré con ustedes—Comentó tirando sus baquetas a un lado de la silla. —Reita, Ruki les encargo lo de mañana, ¿de acuerdo? —Cuestionó el baterista mientras elevaba una de sus manos como despedida.
El vocalista solo alzó su mano haciendo un pequeño ademán, Reita imitando las acciones del contrario se despidió de los otros miembros.
—Bien…también yo me marcho.— Dijo el más bajo viendo al bajista desde el otro lado de la habitación.
—Bien…que tengas buena noche…
Duele…
—Igual tú, Reita.
Que no lo notes…
Ambos se dirigieron a sus respectivos hogares tras su corta despedida, parecían distantes… o eso creía Akira tras ver como el menor se marchaba sin siquiera dedicarle una última mirada.
Si bien sentí que esa noche fue eterna, ni hablar de las que vendrían, ya ni las ganas de querer tenerlo entre mis brazos me dejaban conciliar el sueño…estoy pensando más de lo que debo.
El día siguiente todos los integrantes asistieron a dicha reunión, era tiempo de pensar o distraerse con otro tipo de cosas, el bajista había encontrado en ello la solución a los tormentosos deseos que pocas veces lo dejaban tranquilo, el tener que compartir tanto tiempo en compañía del menor simplemente ‘’lo agobiaba’’, se admiraba a sí mismo por poder reprimir tan cruelmente sus sentimientos, no estaba muy orgulloso de creerlo pero él era su propio héroe.
—¡La reunión fue un éxito, qué emoción!
— ¿Pueden imaginárselo?, una gira en Latinoamérica será genial sin duda.
—Es cierto, he escuchado que las mujeres allá son muy hermosas.
—Y tienen buenas curvas también…excelentes curvas. —Comentaba el segundo guitarrista mientras apoyaba sus manos sobre su pecho con una pequeña y lasciva sonrisa.
Al menos todo marcha bien en la banda… pero…
— Ne Ruki, ¿a dónde crees que vas? – Cuestionó Uruha interrumpiendo lo que Aoi decía.
—Solo fumaré un cigarro.
Imbécil de seguir fumando así enfermarás de seguro.
—Sí que ha estado raro…
—Déjalo, seguro solo no es un buen día para él
—Tal vez se asustó con lo que decías Aoi. —Rió el otro guitarrista imitando lo que hacía el contrario hace unos momentos.
—Sea como sea, deberíamos celebrar con unas copas. —Profirió Kai viendo de reojo al par de guitarristas que solo molestaban.
—Claro…eso suena bien, tan solo déjame ir por Ruki.– Avisó el bajista saliendo rápidamente de aquella oficina, buscó con su vista al más bajo logrando ubicarlo sin mayor esfuerzo, debía aceptarlo, su solo cabello, su altura y ropaje eran un punto de referencia excelente, sin más tragó algo de saliva y avanzó hacia donde éste estaba posándose justo a su lado.
—Uh… ¿Reita, pasó algo?
Pasa mucho
—Nada realmente, Kai recién nos invitó a unas copas… ¿No vie…?
—No, dile que esta vez me quedaré.
‘’Sí que ha estado raro’’…
El más alto solo se quedó en silencio, viendo fijamente al contrario, era inevitable no hacerlo…había empezado a preocuparse.
—¿Reita? — Interrogó el vocalista dándose cuenta del modo en el que le veía.
—Tan solo vamos. —Insistió.
—Mhn…está bien. —Aceptó el menor casi que obligado. Los demás pronto los alcanzaron, era evidente la emoción de Aoi, emborracharse se había convertido en un ’’buen’’ pasatiempo. Salieron de allí dirigiéndose a un recomendado bar al que Uruha asistía con frecuencia, el ambiente gustaba bastante, aún para ser temprano todavía, era un lugar concurrido, repleto de hermosas mujeres buena música y excelentes licores, cualquier hombre diría que se trataba del paraíso. Lo único que realmente llegaba a preocuparlos es que llegasen a reconocerlos y no tener cómo enfrentar aquella situación, por suerte supieron bien cómo camuflarse entre los asistentes.
—¡Hay una mesa allá!. — Comentó altivo el baterista empezando a empujar a todos los integrantes hacia donde ésta estaba, tras tomar asiento y hablar por un rato se sintieron listos para ordenar. Una muchachita con ropa atractiva se acercó a paso lento dejando que una dulce pero sensual sonrisa se avistara en su rostro.
—¿Desean ordenar?. —Espetó la chica sentándose sobre la esquina de dicha mesa cruzando atrevidamente una de sus piernas. Los muchachos tan solo asintieron lentamente, aquella mujer era espectacular. Los ojos de la chica se concentraron rápidamente en uno de ellos.
—Entonces…¿les recomiendo algo?. —Añadió la chica bajándose de aquella superficie empezando ahora a recargarse sobre sus antebrazos dejando ver su atrevido escote.
—Queremos algo…fuerte. — Contestó el mayor de los músicos pintando en su rostro esa característica sonrisa. La camarera tan solo le guiñó uno de sus ojos e inmediatamente se fue por su pedido.
—Esa chica era ardiente.
—Creo que todos lo notamos.
Pensé que traer a Ruki sería una buena idea, pero él solo está ahí, pegado a su celular, incluso yo que me siento atraído hacia él quedé perplejo con esa chica, pero él…él ni la miró.
—¿Viste cómo te miró?. —Preguntó Uruha con una amplia sonrisa adornándole el rostro.
—Solo tomaba la orden. —Profirió el vocalista dejando que dicha sonrisa se contagiara un poco en sí mismo. —No es como si se fijase en mí especialmente. —Añadió elevando su mirada tranquilamente.
—Claro, es totalmente natural tomar la orden de ese modo tan sensual y excitante, ojalá todas atendieran así.
—Ero~.-Susurró Kai viendo a Aoi con una divertida sonrisa. — Es más, aquí viene de nuevo. — Dijo apuntando sutilmente con su índice, la chica se acercaba con un par de botellas en sus manos.
Una vez la mujer dejó aquel pedido los muchachos empezaron a beber, brindando una y otra vez. El tiempo pasó realmente rápido y con ello la luz del día. El bar ahora se encontraba más lleno de lo que estaba cuando llegaron, Aoi fue a coquetear con algunas mujeres, invitándolas a bailar hasta que éstas quedaran totalmente agotadas, ese era su estilo. Los demás tan solo observaban entre risas y licor, era ciertamente divertido.
—Qué celos~.—Murmuró el guitarrista mientras golpeaba su copa sobre la superficie de la mesa, la sonrisa que ahora enseñaba era una completamente sarcástica, a decir verdad, daba algo de miedo verlo de ese modo.
—Qué novedad. —Profirió el bajista al notar aquella reacción que su compañero hacía. Pronto la voz del vocalista se hizo escuchar entre los comentarios que los demás realizaban.
—Me gustaría tener la facilidad que tiene Aoi para seducir a las mujeres. — Kai, Uruha y Reita tan solo le miraron detenidamente. —A él le va bien…
—Pero…no hace mucho esa camarera te miraba…mucho. —Comentó el baterista mientras movía armoniosamente sus cejas. Aquel comentario parecía haber molestado a Reita, su expresión lo delataba. — Uh…¿sucede algo Reita?. —Cuestionó Kai despintando radicalmente su sonrisa.
—No es nada. —Akira acotó mientras buscaba llenar nuevamente su copa.
La camarera esto, la camarera lo otro, ¡qué molesto!.
Todos guardaron silencio, Takanori tan solo decidió volver a la pantalla de su celular y distraerse allí, la situación era demasiado tensa. No pasó mucho para que Yuu se acercara nuevamente, esta vez traía a una chica consigo, abrazándola fervorosamente por la cintura. —Estaré metido por allá, no me busquen. —Espetó el alcoholizado artista, alejándose una vez más hacia la multitud de gente.
—Está ebrio.
—Al igual que tú, Uru.
El guitarrista soltó lo que parecía ser un pesado suspiro, dejó que su mentón se apoyara sobre la palma de su diestra, la alegría con la que había llegado hace unas horas se desapareció por completo. —Estoy cansado. —Murmuró sin despegar la vista de la botella que tenía en frente.
—¡Ah, vamos~!, aún es muy temprano para estar así.
La verdad no sé qué mierda estoy haciendo aquí…
—Me marcho.
Lo que faltaba, ahora es Ruki el que está cansado.
—¿Qué pasa con ustedes?, los tres han estado desanimados, ¿creen que no me doy cuenta?. —Espetó Kai con cierta preocupación.
—No pasa nada. —Afirmó Akira forzando una sonrisa, no era justo con el líder, no después de haberse tomado la molestia de invitarlos a festejar, aunque pareciera más un velorio.
De verdad no tiene caso, en primer lugar fue un error traer a Takanori, él no quería venir después de todo. ¿Por qué demonios tengo que ser tan egoísta?, realmente…¿en qué momento estar a su lado se volvió algo tan doloroso?. Estar enamorado…sentir esto, es vergonzoso, me siento patético…
—Iré a fumarme un cigarro, no demoro.
Puede llegar a ser tan odioso…
—¿Quieres compañía?.-Preguntó Uruha viéndolo desde su asiento.
—Está bien, iré solo.
Takanori se levantó de allí yéndose a la parte externa del bar, lo que parecía ser ‘’un cigarro’’, se convirtió pronto en más de uno, estaba tardando bastante. Uruha reposaba sobre el hombro de Kai, Reita solo observaba tranquilamente, aunque en su interior todo fuese un caos.
—Está demorándose. —Comentó Reita.
—Tal vez se encontró con alguien, muchos músicos vienen por aquí. —Uruha balbuceó con sus ojos entrecerrados.
Reita negó lentamente y apoyando su diestra en el hombro del baterista se retiró del lugar. No tenía gracia alguna permanecer allí y menos en un estado como ese, podría estar ebrio…sí, pero no lo demostraba mucho, querer reírse o bromear era algo que no le llamaba la atención, al menos no ahora, pero claro, cuando de Ruki se trataba no pensaba muy bien las cosas, estaba hecho un paranoico total, aquel hombre era lo suficientemente atractivo, tenía objetos de importante valor, era el blanco perfecto de cualquier ladrón o pervertido, eso pensó. Era casi media noche, tal vez irse a casa era la decisión más sabia que podría tomar, pero no…para él existía una prioridad, no pensó que llamar al vocalista directo a su celular podría ser suficiente, al contrario, caminó en dirección opuesta a su hogar, quiso creer que la casa de Ruki no estaba muy lejos de la suya, cosa que era una total mentira, sabrá Dios cómo carajos hizo para llegar allí consiente.
—Tú…¿qué demonios haces aquí?. —Interrogó atónito el más bajo viéndolo tras el portón.
—Un cigarro, ¿no?. —Rió irónico mientras avanzaba lentamente hacia la sala del contrario.
—Claro, pasa…—Refutó el menor cerrando la puerta. — ¿Y los demás?
—No tengo la más puta idea, Uruha estaba picho en alcohol, Kai estaba con él y Aoi…bueno, debe estar tirándose a esa chica. —Respondió Akira sentándose plácidamente en uno de los sillones.
—A qué has venido, dime. —Cuestionó el contrario dando cortos pasos para tomar asiento al lado del bajista. —También tú estás borracho, apestas a vodka.
—A ver cómo estabas.
—Estoy bien.
Reita entreabrió sus ojos desviándolos rápidamente hacia los contrarios, viéndolo con una notoria seriedad, sus cejas se fruncieron un poco, para él era obvio que el menor mentía. —¿De verdad?
—¿Tengo la necesidad de mentir?
De hecho, pareces tener una razón para estar haciéndolo. —Justo lo has dicho, eso parece.
—¿Qué mierdas insinúas?, ¡te he dicho ya por un demonio que estoy bien!
—No soy estúpido, ¿sabes?...es más, es algo que no solo yo noto, los demás también lo hacen.
Takanori frunció el entrecejo totalmente molesto, continuar con esa plática terminaría sacándolo de quicio. — No es nada, no tiene importancia.
Realmente…es tan odioso.
—Ruki…
—¿Qué?
—Yo puedo notarlo…—Susurró apoyando su antebrazo en el respaldar del sillón.
Tan distante…