Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te quiero, tonto. por Sofishawol

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

—Minho, ¿podrías bajarle el volumen a tu partido de fútbol? Estoy tratando de dormir. — El rubio dijo, hizo una mueca de disgusto y se tapó las orejas agarrando dos almohadas del sofá.

—Claro. — respondió Minho y en vez de complacer a su amigo, le subió el volumen para jugarle una broma.

—¿Qué te pasa? ¡No me molestes! ¡Yo te dijo dormir cuando quieres! — renegó y  tiró las almohadas en dirección a su cabeza, teniendo buena puntería.

—¡Aish! — Minho gritó al ser golpeado por los cojines en la cara. Puso en mute la televisión y contestó. — ¡Tú que quieres dormir en el sofá de la sala! Te recuerdo que tienes una habitación, allí hay una cama, puedes ir y dormir tal bebé.

Kibum no supo qué contestar, en realidad él quería dormir allí para estar cerca de su dongsaeng. ¿Este debería ser el momento? Sí, este era el momento definitivo. Él estaba decidido.

Luego de meditar unos segundos más su decisión, supo que estaba en lo correcto. Se armó de valor para confesarse. Pero justo antes de comenzar a hablar, Minho subió nuevamente el volumen de la televisión.

Key hizo un puchero, estiró sus piernas que estaban encogidas en su pecho y con su pie le dio pequeños golpecitos a la pierna de Minho, esperando que éste le prestara más atención a él que al fútbol.

 El castaño suspiró.

—¿Qué pasa, Kibummie? — inquirió algo más tranquilo.

—Te quiero, Minho...

—Yo a ti, pero sabes cuánto me gusta el fútbol.

—Te quiero, Minho… — repitió Key bajando un poco el volumen de su voz.

Minho asintió y las comisuras de sus labios se elevaron un poco. El corazón de Key comenzó a palpitar más fuerte al ver esa pequeña pero hermosa sonrisa.

—Pero …oye…

—¿Uhm? — Minho no apartó su vista de la televisión, cosa que a Key le disgustó un poco.

—¿Podemos hablar?

El rubio sabía que estaba molestándolo al no dejarlo ver su partido en paz, pero ya no podía dejar pasar esta conversación para después. No podía ocultar más sus verdaderos sentimientos.

Minho suspiró de nuevo y renegando apagó la televisión.

—¿Si, Key? Dime. — dijo él. Subió sus piernas al sofá y se volteó para mirar a Key.

El rubio tragó saliva e imitando a Minho, se sentó cruzando las piernas.

—Si no piensas igual que yo… no me odies, ¿sí?

Minho se carcajeó, pero su risa carecía de gracia. No le parecía correcto que su amigo tenga esa preocupación.

—Nunca te odiaré, ¿entendido? — él le aseguró.

Key asintió. Se dio cuenta que sus manos estaban temblando y sus mejillas enrojecían cada vez más tan sólo al pensar en lo que estaba a punto de decir.

Minho agarró su mano repentinamente y le preguntó:

—¿Pasa algo, Bummie? Estás temblando. — este gesto afectivo de su amigo hizo que se pusiera aún más nervioso.

—No pasa nada… sólo que…

—Tenemos confianza, ¿cierto? Dime lo que pasa que me estoy preocupando. —  al silencio de Key, Minho agregó. — Nunca te había visto así.

Key en verdad quería decirle lo que por tanto tiempo se había guardado para él mismo, pero sentía un gran nudo en su garganta que le impedía hablar.

—Kibum, estás pálido. ¿Quieres que te lleve al hospital?

Key sólo miraba a su menor. La preocupación que tenía Minho por él, por alguna razón le daba mucha ternura. Se sentía agradable saber que aunque no le gustara, él lo quería mucho y se preocupaba por su bienestar. Con eso trataría de conformarse si es que sus sentimientos no eran correspondidos.

Al de nuevo ver que Key no respondía, Minho se paró a la vez que dijo:

—Voy a avisarle a Onew que iremos al hospital.

Pero antes de que Minho esté fuera de su alcance, Key lo tomó de la muñeca y lo jaló hacia él, haciendo que se sentara nuevamente en el sofá y que queden muy cerca uno del otro.

Los dos sentían la tensión en el ambiente. Key ya no podía resistir más. Estar tan cerca del chico que le gustaba sólo le hacía querer estar aún más apegado a él, así que con un movimiento rapidísimo y casi imposible de detener juntó sus labios con los suyos.

Minho se demoró un poco en reaccionar por la sorpresa, pero luego de unos segundos se separó de Kibum.

Se miraron, los dos avergonzados y con la respiración entrecortada.

—Yo… yo no puedo. Perdón. — dijo Minho mirando hacia abajo y luego de eso se fue.

A Key no le importaba si alguien venía y lo veía llorar. Ahora nada más le pasaba por su cabeza que el hecho de haber sido rechazado.

¿Por qué se le ocurrió pensar en que él también sentía lo mismo? ¿Cómo pudo atreverse a besarlo? Pero… él estaba casi seguro de que había algo entre ellos dos. Así que, ¿por qué lo rechazó?

Luego de tantas lágrimas, pensamientos confusos y arrepentimientos, se quedó dormido en el sofá.

 

 

Luego de unas horas, el rubio sintió una mano que acariciaba su cabello mientras suavemente alguien tarareaba una canción.

Él abrió un poco sus ojos hinchados por el llanto y pudo divisar a Minho en frente de él. Luego de unos segundos al acostumbrarse a la tenue luz de la lámpara del velador, vio que los dos estaban echados en su cama.

Su acompañante estaba sobre la frazada, mientras él estaba tapado con ella y una manta más encima.

—Minho-yah… ¿Qué haces acá? — inquirió el mayor.

Minho sonrió mostrando una pequeña parte de su dentadura.

—Te quedaste dormido en el sofá y te cargué hasta acá.

—Pero… ¿Por qué no volviste a tu habitación luego de eso? y ¿por qué me acariciabas? ¿Me parece o tú estabas tarareando “Aside”? — Él subió las cejas. — Oye, ¿estoy haciendo muchas preguntas?

El castaño rio por las tiernas y continuas preguntas de Key.

—Sí, sí estaba cantando “Aside”, tienes buen oído hasta medio dormido. — contestó sin dejar de sonreír.

—¿Y las otras preguntas que te hice?

—Uhm, las dos primeras tienen una misma respuesta.

—Dime la respuesta.

Y sin que Kibum se lo esperara, ya tenía los labios de su disque-no-correspondido-amor sobre los suyos. Fue un beso corto, muy delicado y suave, pero con sólo ese pequeño roce entre ellos,  fueron inmensamente felices.

Los dos se miraron fijamente. El rubio sonrió formando una sonrisa en sus ojos también, entendiendo que ese beso era la respuesta a esas dos preguntas y sonrojándose levemente. Minho sonrió sin apartar la mirada de Key.

—Perdón, fui un idiota al rechazarte de tal manera. Sólo que… no me lo esperaba, ¿sabes? — Una pausa, Key lo escuchaba atentamente. — Apenas me fui de la sala me sentí terrible, pensé mejor en las cosas, en mis sentimientos, y me di cuenta que desde hace mucho tiempo que siento esto por ti. Me gustas.

Kibum sintió sus ojos humedecerse por la emoción. Escuchar tales palabras del chico al que amaba desde hace tanto se sentía maravilloso. Minho al darse cuenta de esto lo abrazó, dejando el rostro de su acompañante en su pecho.

—Escucho tu corazón. Está acelerado. — dijo el mayor.

—Así me haces sentir tú. — Los dos sonrieron. — Siento haberme dado cuenta tan tarde. Es decir, ya sentía algo… pero recién ahora estoy seguro al cien por ciento.

—Descuida, el presente es lo que importa. Estamos aquí, en mi habitación, abrazados, descansando juntos y soy plenamente feliz.

—Te quiero. — dijo Minho. — Perdón por hacerte esperar, perdón por todo.

El rubio se soltó de los brazos de su amado y le dio un rápido beso en los labios para luego esconderse nuevamente en su pecho.

—Perdonado. — musitó Key, sintiéndose travieso al haberle robado un beso.

Los dos rieron por lo bajo.

—Yo también te quiero. — apretó su cabeza contra su pecho para escuchar con más claridad los latidos acelerados de su corazón.

Más y más sonrisas.

—¿Key?

—¿Uhm? — gimió.

—Falta que te responda una pregunta más de las que me hiciste. Y es una muy importante.

—Dime. — Key repasó mentalmente las cuatro preguntas que le había hecho tratando de descifrar a cuál respondería Minho.

—Lo que pasa es que… — Hizo una pausa para darle más seriedad al asunto — Me preguntaste si es que… —  Silencio. —  Si es que habías hecho muchas preguntas. Y sí, pues la verdad es que sí hiciste muchas preguntas, eh. — Minho dijo y se rió de su propio chiste.

Key le dio un cabezazo en su pecho quejándose por su broma.

—No da risa, en verdad pensé que era algo importante. — dijo el rubio tratando de parecer serio, haciendo un mohín con sus labios, pero a los segundos de haber hablado se unió a la risotada de Minho, con esa risa tan única que tenía.

—Te quiero.

—Te quiero, tonto.

Y así, los dos se quedaron dormidos. Minho disfrutando el olor de la rubia cabellera de su querido, la cual olía a vainilla, y Key escuchando el corazón de su -finalmente- chico, que era música para sus oídos.

Notas finales:

¡Espero que les haya gustado mi One-shot~!

Les agradecería mucho que me dejen reviews comentándome qué tal les pareció (acepto críticas constructivas) ya que es la primera vez que estoy publicando en esta página. ^^

Les dejo mucho amor ♥

Cuídense~


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).