Las clases me abrumaban y entre las excesivas tareas de mi “padrastro”, las de mi padre, Markus y el equipo de quidditch no me quedaba realmente tiempo para nada, ya habían pasado varias semanas desde lo ocurrido en el Bosque, había ido a platicar varias veces con Hagrid, pero el semi-gigante al parecer esta vez no soltaría nada de información, sobre lo que sucedía.
Me levante despacio de la cama, me estiré como un verdadero león y me metí al cuarto de baño, me di un largo baño, cuando recordé “mierda, hoy es sábado” había quedado de ir a las tres escobas en plan parejitas con Al, Scorp y Markus. Me vestí a toda prisa y como mi cabello también era marca Potter, no me preocupe en intentar peinarlo, corrí y vi a mi hermano cargando a su novio y al m… esperen, este tipo no me ha pedido ni siquiera que sea su novio y yo parezco una Hufflepuff en celo, soy patético.
- Al fin llegas Potter – mi cuñadito tendría que cambiar su tono conmigo.
- Ya sabes lo torpes que son los Gry amor, no lo molestes – me puse colorado.
- Ya tranquilos – dijo Mark – que me lo ponen nervioso, no te preocupes, acabamos de llegar también - ¿Me lo ponen? ¿desde cuándo soy suyo? Y hoy si estoy consciente de que me puedes oír, hasta que no me lo pidas de buena manera, no seré tuyo.
- Bueno vayámonos – y comencé a caminar, viendo como había intentado tomar mi mano y levantaba una ceja y sonreía coquetamente.
Después de nuestro trayecto llegamos el pub y nos sentamos en una mesa, como dije en plan parejitas pero claro, yo estaba un poco distante de Markus, no como Scorp que casi estaba encima de Al y al parecer lo quería devorar frente a nosotros, Merlín que precoces salen estos niños de ahora.
- Buenas tardes jovencitos – dijo la mesera – pero que lindas parejitas, ¿qué les voy a traer?
- Jugo de calabaza para mí y para él –dijo Al señalando a Scorp – y un pastel de frambuesa.
- Mi favorito – dijo el rubio dándole un besito a Al.
- Claro amor –
- Bueno y para ustedes –
- Yo quiero una cerveza de mantequilla – dijo Markus, me vio – y para el también, pero no muy fuerte.
- Y pastel… - iba a decir.
- de chocolate, es su favorito – y la camarera se fue.
- ¿Cómo…? Ah si ya recordé – me sonrió y me iba a dar un beso, pero lo detuve y salí al baño.
POV
- ¿Qué le pasa a mi hermano Mark? – pregunte intrigado de porque se negaba a besarlo si él estaba en el número uno de castigos junto con Mark por dar muestras de afecto en los pasillos.
- Pues, quiere que le pida de una manera cursi que seamos novio, al parecer quiere formalizar esto un poco más – dijo poniendo una cara rara.
- Espera ¿qué no quieres formalizarlo? – dijo mi novio un poco confundido.
- No necesariamente ahora, pero… - no había terminado de hablar, no me había percatado de la presencia de mi hermano, que salió corriendo del pub, con una cara de dolor que jamás le había visto – quiero hacerlo en el próximo partido de Ravenclaw contra Slytherin.
- Pues lo dijiste demasiado tarde – dije, pensando que había leído el pensamiento de mi hermano y sabía que estaba aquí escuchando.
- ¿por qué? – pregunto espantado.
- Te acaba de oír, que no lo leíste – dije un poco preocupado.
- ¿qué? ¡MIERDA! ¡¡¡NO!!! – dijo con una verdadera cara de preocupación – la camarera, piensa muy fuerte, lo que me quiere hacer y no lo escuche a él – y salió corriendo.
POV
¿Cómo pude ser tan idiota? JA! Lo sabía, era un simple pasatiempo, corrí para que nadie me viera llorar, había sentido como si hubieran cruciado mi corazón miles de veces en un segundo, corrí y seguí corriendo, hasta que mis piernas no aguantaron más y me tire, estaba cerca de la casa de los gritos, ahí casi no había nadie y me puse a llorar.
Llevaba como 15 minutos, cuando escuche unas risas que conocía muy bien, eran los estúpidos de mi casa, mis compañeros de cuarto, cuando se habían enterado de que tenía algo con Markus y que mi hermano tenía algo con el Malfoy, me dejaron de hablar me hacían maldades, por eso llegaba casi si siempre cuando todos estaban dormidos incluso había veces que me iba a la torre de Ravenclaw con Rose, sin que Mark se enterara.
- Miren, pero si es mariquita Potter – dijo Thomas, un chico moreno, que antes me había parecido atractivo, pero ahora lo odiaba.
- ¿Qué pasa, tu noviecito te dejo plantado y has venido a lamentarte como el putito que eres? – dijo otro de ellos.
- Qué tú me hayas deseado en tu cama desde primero, no es mi culpa además, jamás estaría con alguien que moja la cama, eres un bebé – dije sacando el valor Gryffindor que tenía en la sangre, y comencé a caminar, tomando mi varita pues sabía que esto no saldría bien y así fue el primer hechizo salió, con muy mala puntería.
- Si, tienes esa puntería, con la varita no me imagino la que tendrás con lo otro, que asco – me volví a bufar.
- Te lo estás buscando Potter, incendio – las llamas salieron pero fui más rápido y las desvié a uno de los otros patéticos que solo se reían.
- Tommy, eres tan bobo, practica, así se hace un incendio – y en un movimiento salieron llamas de mi varita y apenas se alcanzó a defender – este hechizo me encanta incarcerus - y la cuerda estuvo a punto de atraparlo, pero alguien desvió el hechizo y sus dos compañeros que quedaban en pie comenzaron a lanzarme hechizo y vaya que ellos si eran buenos, demonios, me iban a ganar, pero no sin que James Sirius Potter, diera batalla, desarme a uno, pero los otros dos me golpearon y me amarraron. ¡Mierda! Estaba acabado.
- Bien, bien, chicos hay que enseñarle a Potty, lo que es un verdadero hombre-¿Qué acababa decir? Espero que no lo que pienso, pero si era lo que pensaba, entre todos comenzaron a manosearme y a arrancarme la ropa, vi en sus ojos lujuria, y a mí me dio asco y miedo, estos idiotas iban a, no ni lo puedo pensar.
Sentí una mano quitándome el bóxer, y como un dedo comenzaba a juguetear con mi entrada, cerré los ojos y a pedir que pararan.
- Así, me gusta como gritan los putitos – decía Thomas, sentí sus labios, chocando contra los míos, lo mordí y sentí la sangre en la boca, y el muy cerdo respondió con un gruñido de excitación y se bajó el pantalón y puso su cosa en mi entrada mientras los otros me sujetaban, abrí los ojos y grite como nunca pataleando, lo que al parecer lo excitaba mas, cuando comenzó a empujar, escuche una voz.
- Idiotas déjenlo en paz, depulso – y el hechizo golpeo a Thomas y salió volando - ¿Qué no me escucharon cobardes? Incarcerus – era Mark.
- Malditos, Petrificus Totalum – ese era mi hermano, estaba seguro.
- James, james – decía una voz junto a mí – abre los ojos carajo, soy Scorp – me libero de las cuerdas y abrí los ojos, vi como Al peleaba contra 2 de ellos y Mark peleaba contra el otro tipo, Al era realmente bueno, ya le había quitado la varita a uno y estaba petrificado en el suelo, mientras el otro apenas y se podía defender.
- Vaya, peleas bien mariposita – le dijo Thomas a Mark – hasta pareces hombre.
- Eres un idiota – algo que sabía muy bien era que Mark odiaba que dijeran que las personas que gustaban de otros hombres no eran menos hombres que los que no, vi en sus ojos furia y de su varita arremetieron docenas de hechizos que dejaron inconsciente a Thomas al contacto – voy a acabar contigo, AVA…
- ¡DETENTE! – corrí y lo detuve justo a tiempo – no hagas algo de lo que te puedas arrepentir – lo abrace y cuando sintió mi abrazo dejo caer los brazos y me abrazo.
- Jamie ¿estás bien? – fue lo que dijo – amor, dime que estas bien - ¿amor? ¿Cómo me podía decir amor, si había dicho que solo era algo pasajero? – no Jamie, escucha, no escuchaste todo, te lo iba a pedir en el partido de quidditch frente a todos, ya lo tenía todo planeado, amor perdóname – eso si me dejo impactado, entonces ¿tanto la importaba? – sí y más de lo que crees – me levanto la barbilla y me beso como nunca lo había hecho y mis lágrimas empezaron a caer, estaba muy feliz, pero me aparte.
- ¡Hey! – dije – nada de besos hasta el partido – el solo se rio, encantadoramente.
- Te quiero tanto leoncito – y me soltó y fue por los chicos, los amarro a todos y le pidió a Al y Scorp que fueran por la directora o algún profesor y así hicieron mientras yo anhelaba que llegara el mentado partido.