Los demás alumnos fueron llegando al aula poco apoco todos comenzaron asombrados. Para cuando llego Scopius yo estaba totalmente pálido, mi pad.. digo el profesor estaba de espaldas por lo que no lo entendía, solo tome su mano y la apreté.
- Muy bien muchachos, soy el profesor Potter – dijo mi pad… el profesor – y les impartiré la clase de defensa contra las artes oscuras – se dio la vuelta y todos soltaron un suspiro de alavación por el héroe del mundo mágico, cuando vio que mi mano sujetaba la de Scorp cambio su mirada.
- Vaya ahora entiendo porque estas así – dijo Scorp, yo lo único que pude hacer fue asentir.
- Muy bien, todos retrocedan por favor – saco un gran cofre que se sacudió – ¿alguien tiene una idea de que es esto? – Rose levanto la mano, defensa contra las artes oscuras la tenía con nosotros pero no me di cuenta cuando llego – si señorita Weasley –
- Eso posiblemente sea un boggart – dijo ella.
- Muy bien 5 puntos Ravenclaw – sonrió a mi prima y continuo – ¿y saben que forma tienen los boggarts? – mi turno.
- Nadie lo sabe, cambia de forma constantemente, ya que reflejan tu peor miedo – mencione.
- Muy bien señor Potter – dijo y miro a Scorp – señor Malfoy ¿sabe que hechizo serviría contra uno?
- Claro, el hechizo ridiculus pero con hacerlo no basta, hay que pensar en tu miedo de una manera graciosa – dijo el yo le sonreí.
- Muy bien dicho, 10 puntos Slytherin – mi padre despilfarraba puntos eso lo hacía como incentivo para ponernos a estudiar.
- Bien les mostrare como hacerlo, retrocedan un poco más – saco su varita y se puso frente al cofre, le pidió a mi prima que a su cuenta lo abriera.
De él salió una masa negra que tomo forma de dementor, el peor miedo de mi padre. Sostuvo firmemente la varita.
- Ridiculus – la cosa se convirtió en una toalla para baño negra y una señora gorda se secaba con ella todos reímos. Y con otro movimiento lo regreso al baúl – muy bien esta ha sido la demostración practiquen el movimiento y nos vemos la próxima clase, además tienen una tarea, un pergamino de 15 cm de dónde encontrar y como combatir un dementor.
Todos salimos hacia el comedor y detuvimos a Rose, caminamos junto a ella y su amiga Lovegood hacia él, ahora sabia como se llamaba su amiga era Aritna Lovegood, como siempre decía cosas sin sentido.
- Chicos saben – dijo con una voz soñadora – deberían de ir a ver a los Punquimos, ellos ayudan en el amor - ¿amor? ¿punquimos? ¿Qué es eso?
- Ah Ari, no pensaras que ellos…? – soltó una risita – bueno luego tocaremos ese tema, ahora bien como les fue en pociones -.
- Mi padre es el profesor – dijo Scorp mientras se subía a mi espalda – es aterrador, mañana tendremos examen -.
- Vaya – dijo Rose – por suerte todos estamos preparados -.
Comimos como si no hubiera un mañana después decidimos ir al campo de Quidditch, las audiciones serian pronto y no me las quería perder, le pedí a Scorp que practicara para ambos ser cazadores, Rose había superado su terror a las escobas y probaría de cazadora igual.
Vimos las listas y nos registramos, de ahí partimos con Hagrid a su clase de criaturas mágicas, que fue un poco lenta ya que Hagrid ya era anciano y no tenía la misma energía de antes. Al finalizar teníamos el resto del día libre, claro los Slytherin. Los Raven aún tenían clase de pociones y con la mejor de las suertes las dejamos partir. Fuimos a la biblioteca a hacer los deberes de defensa contra las artes oscuras y criaturas mágicas.
Los demetores eran criaturas realmente aterradoras y facinantes, tener el don de sacarle el alma a alguien me parecía algo majestuoso, y el hechizo de defensa aun mas, pensar en la cosa más feliz del mundo me costaba trabajo, voltee a ver a Scorp, ya no éramos los niños caprichudos de hace dos años, su cabello había crecido tapándole los ojos cuando bajaba la cabeza, su ojos azules eran aún más brillantes que antes, estaba más alto, pero no más que yo, cuando noto que lo veía levanto la cabeza y sonrió, eso por alguna razón hizo que el estomago me diera vueltas y no puede evitar sonreír y sonrojarme.
Estaba muy concentrado leyendo sobre los hipogrifos, pero sentí la mirada de Albus sobre mí, lo cual me obligo a voltear, cuando lo vi no pude evitar sonreír, su cabello alborotado marca Potter, sus ojos verdes y su piel morena sacudieron todos y cada uno de mis sentidos, me dejaron mareado y aturdido, pero cuando sus labios curvaron una sonrisa y sus mejillas se tornaron de color, me morí y volví a nacer, era maravilloso.
- ¿Qué leías? – me dijo el chico sonrojado.
- Sobre los hipogrifos – intentando recuperar la cordura – al parecer uno ataco a mi padre cuando íbamos en el mismo curso, pero aun así Hagrid nos los mostrara ¿y tú, Al?
- Hacia la tarea de papá, si quieres te la paso, se me hacen increíbles los dementores, pero lo que me hizo pensar fue el hechizo. para hacerlo tienes que pensar en lo que más feliz te haya hecho – dijo mi amigo de cabello azabache.
- ¿Y qué es lo que más feliz te hace? – pregunte, por alguna razón debía de verme, el pensar que era yo hizo a mi corazón saltar de excitación pero no lo entendía debía hablar con Rose sobre esto, no es normal en mí, tal vez ella me ayudará.
- No lo sé, me falta pensar más – dijo – sigamos con la tarea, que se hace tarde y quiero pasear por el Lago Negro, contigo sobre mí un rato – de nuevo el galope en mi corazón, pero ya Rose tendría la respuesta.
Terminamos los deberes y fuimos al Lago Negro, yo iba sobre Al cómo había dicho, me encantaba estar sobre él, al llegar me baje y saque un pedazo de pergamino hechizado que solo compartía con Rose, tenía otro para Al que usábamos en clases para no ser sorprendidos hablando.
“Rose tengo una emergencia, es urgente que hable contigo, pídele a Ari que me separe de Albus un rato para hablar” garabatee mientras Albus estaba distraído.
“Ok solo deja que tu padre nos deje salir, ¿Dónde están?” leí después de que el pergamino brillase.
“Lago Negro” escribí y me guarde el pergamino en la bolsa antes de que Albus lo notara.
- Bueno y ahora ¿A dónde vamos?- pregunto
-No lo sé- respondí. El verlo a la luz del crepúsculo me parecía extasiante, no quería más que mirar ese cabello alborotado y esos hermosos ojos que me miraban fijos, mi corazón comenzó a palpitar, era como si la jaula de mis costillas se fuera a romper.
-hola- se escuchó el grito de rose a lo lejos.
-hola- respondió Albus.
La chica Lovegood fue corriendo asta Albus, lo tomo del brazo y saco de su bolsillo una pequeña esfera dorada. A pesar de ser muy distraída era fan del quidditch.
- Mira Albus. Mi madre me regalo una snitch dorada.
La mirada de mi compañero de cuarto se ilumino.
- Eso debe de costar una fortuna – decía acercándose a la muchacha para poder verla mejor.
- ¿Quieres jugar?
- Claro – respondió el moreno – podemos practicar.
En menos de un parpadeo Albus ya tenía en sus manos su nimbus 2013, y la chica su vieja barredora. Montaron en ellas. Y al estar en lo más alto del firmamento soltaron la pequeña esfera que rápida como un trueno se perdió en el horizonte.
-Bueno- dijo mi prima (ahora ya la consideraba de mi familia, o yo de la suya, no estoy muy seguro)
-creo que presento una enfermedad cardiaca Rose.
-¿Cómo lo sabes?- pregunto con mirada confusa.
-Presento una serie de palpitaciones esporádicas.
-mmm- menciono con tono científico- ¿en qué momento?
-no lo sé, ya te dije que son esporádicas.
-¿pero acaso no tienes un detonante?
-mm…- pensé- cuando estoy cerca de Albus siento taquicardia, palpitaciones, y se me nubla la visión.
-que interesante- menciono, creí que Rose estaba a punto de sacar la libreta- bueno por la edad en la que estas es normal que se presenten soplos, lo más probable es que sea eso, pero e leído que se quitan con el tiempo, en el mejor de los casos. Pero te recomiendo visitar a un doc…
- ¿De qué hablan? – interrumpió una chica rubia, Ari.
-¿Qué haces aquí ?... se supone que distrajeras a Albus- le regaño mi prima histérica.
- No te preocupes el está en el bosque buscando la pelotita- dijo extendiendo la palma de su mano para dejarnos ver la esfera dorada y brillante- a demás creo que tardara con esta luz- apunto hacia el cielo. Era de noche
-ya sé porque estas en la casa de los inteligentes- dije.
-bueno y ¿de qué hablan?
No le tenía mucha confianza pero accedí a contarle lo que me sucedía.
-¿y bueno que piensas?
-es amor- dijo tajante la chica.
-¿qué?-respondí incrédulo
-es amor- repitió, como si eso aclarara las cosas.
Ya antes había leído del amor, pero solo en novelas y cosas fantásticas, no desconocía la palabra pero tampoco me consideraba un experto en ese tema.
La situación no se prestaba a meditarlo pues Albus llego cansado a sentarse entre nosotros, el olor de su ligera capa de sudor que perlaba su frente y la parte visible de su cuello se me antojaban apetitosa, y hacían que mi corazón latiera muy fuerte, un sentimiento que jamás había sentido nunca y creía que fuese normal.
-¿encontraste la pelota Ari?
-¿Por qué?- pregunto la rubia.
-bueno… -porque te sentaste respondió irónico Albus, como si lo dicho fuera obvio.
-a si, la encontré- finiquito la niña.
Con cara confusa pero conforme, Albus se dejo caer en la hierba húmeda por el roció.
Mis ojos no podían apartarse de aquella figura esbelta y blanca, mis ojos recorrían poco a poco su cuerpo, que me parecía exótico y fantástico, como si aquello fuera una ilusión.
-ya lo dije… es amor- repitió la rubia.
Con la cara roja, propuse que era hora de ir a hacer las tareas para después dormir.
Esa noche en sala común no me atreví a mirar a mi compañero a los ojos, aun cuando los sentía sobre mi espalda, termine mi tarea y decidí ir a la cama, cerré el dosel y me dispuse a dormitar, pero mi mente tenia demasiadas ideas como para dejarme dormir.
¿Amor? ¿A qué se habrá referido Ari? Tal vez Scorp estaba enamorado de alguien, auch, un dolor me atravesó el pecho, fue extraño, no he podido dormir desde eso, Scorp se portó muy raro conmigo, no me volteo si quiere a ver en toda la noche, de nuevo el dolor y se intensificaba cada vez que cerraba los ojos y lo veía con una chica o algún chico.
Me levante de mi cama, su dosel estaba corrido y lo mire con una sonrisa triste, me dirigí al baño y tome una ducha, me puse el uniforme y tome mi pergamino hechizado, sabia que era muy temprano, mi reloj muggle me decir que eran las 4 a.m. pero sabia que Rose estaría despierta leyendo.
“Rose, ya se que no es de mi incumbencia pero… ¿De qué hablaban con Scorp?” se tardo un poco en contestar pero fue muy consiza.
“Te veo en 5 minutos a fuera de tu sala común” perfecto, me puse los zapatos, me anude la corbata, me coloque mi túnica y salí intentando que no me escuchara Scorp