POV (Harry).
Estaba claro, que yo no era el único que no entendía nada de lo que estaba sucediendo en esos momentos, Markus estaba hecho una furia, apenas siendo contenido por los hechizos de Albus y Scorpius, Merlin la cabeza me dolería ¿Qué demonios hacía aquí? Se suponía que la bruja que se fue con mi hijo, lo tenía en Dumstrang y ahora estaba con unos chicos que no conocía. Y además llamaba a mis mejores amigos, para que me ayudaran y llegaban con un trio de Slytherin y todos le sonreían al chico que acababa de llegar.
- Alguien podría decirme ¿Qué sucede aquí? – mi mente iba a colapsar, si alguien no me explicaba que sucedía en ese preciso momento.
- Bueno, hermano, creo que este no es el mejor lugar para que te lo expliquemos – Draco y Rose hicieron como si se aclararan la garganta – está bien, que les expliquemos.
- Sería bueno que fuéramos a la sala de menesteres, no creo que todos estemos muy cómodos en alguna de las salas comunes – comento Hermione, mientras se ponía en camino al castillo – además de que no queremos que ningún otro alumno se involucre – la chica comenzó a guiarnos a todos hacia el séptimo piso y una vez que paso tres veces entre las armaduras una gran sala se dejó mostrar.
En la sala nos encontrábamos mi secreto novio Draco, su hijo, mi hijo Albus, Markus, los 3 chicos desconocidos, el secuestrador, mis dos mejores amigos, Rose, la hija de Luna, los 3 Slytherin y un recompuesto Neville, todos tomamos asiento en uno de los lugares que se disponían en la sala y volteamos a ver a Hermione buscando una explicación lógica.
- Bueno Baz – comenzó Hermione mientras con un movimiento de su varita hacia aparecer té y note el artilugio que iba a usar, tendríamos una misión muy grande en nuestras manos, pero quería dejar a nuestros hijos fuera de esto – será mejor que comiences con tu historia –
- Está bien, Señora Weasley – dijo el chico con un asentimiento mientras tomaba un poco de té, todos lo imitaron – antes de venir a Hogwarts, estudiaba en Estados Unidos, junto con Simon, en una prestigiosa escuela de magia y hechicería llamada Watford, la escuela se sitúa al norte de Nueva York – soltó un largo suspiro mientras el chico Simon, tomaba su mano –.
>> Corrían los rumores de que los vampiros estaban intentando atacar al ministerio mágico estadounidense, pero todos creían que solo eran rumores, nosotros estábamos en nuestro tercer año, iba por la mitad, cuando comenzaron a suceder cosas raras en Watford, parecía como si la magia estuviera siendo robada
Todos nos tensamos con esa declaración, que aun mago le roben su magia es uno de los peores delitos, más si es robada abruptamente.
- De un día a otro, los chicos no podían ni siquiera conjurar bien un simple lumus, pero todo pasaba y de un día al siguiente, todo volvía a la normalidad, por lo cual nadie tomaba enserio lo que estaba sucediendo – el chico volteo a ver a su ¿amigo?, que le apretó fuerte la mano – entonces una noche en febrero, ocurrió, un ataque de los vampiros.
- Las defensas de Watford, se vinieron abajo – continuo el chico Simon – todos estaban alarmados, pero con lo inestable que había vuelto la magia del lugar, no se podía hacer mucho, pero cuando pensamos que nos iban a matar –
- Mataron a mi madre y me mordieron – concluyo el chico – después de eso se fueron –
- Todos pensamos que nada había ocurrido y que Baz se encontraba bien
- Pero una noche sufrí la transformación, sin embargo, la magia me protegió y todo pareció volver a la normalidad – el chico parecía desinflarse entre tanto suspiro – pero, el ministerio pensaba que no era seguro que yo siguiera ahí, fue entonces que escucharon del caso de Grandy, aquí en Inglaterra y me transfirieron, aunque yo escape –
- ¿Y después? ¿Qué paso? – pregunto mi sobrina asombrada por la historia, ávida de conocimientos como su madre a su edad.
- Bien, encontré a los responsables de mi transformación y me mintieron, me dijeron que buscaban la paz entre los magos, los muggles y todas las criaturas mágicas, y yo quería sentirme seguro, por lo cual me uní a ellos – el chico perdió su mirada en un punto fijo y trago saliva – pero al poco tiempo, descubrí cuales eran sus verdaderos planes, dominar todo el mundo mágico y muggle por igual, hacer a todos sus esclavos, sexuales y alimenticios, en ese momento conocí a Astoria –
- ¿Qué tiene que ver mi madre en todo esto? – pregunto Scorpius, sorprendido de escuchar el nombre de su madre.
- Bueno, ella poco después de dejarlos, se unió a los vampiros, en busca de sed de poder, ya que decía que el poder de los Malfoy, no era suficiente para alguien como ella – Draco, Daphne y yo bufamos, ¿Cómo se atrevía a consideras a los Malfoy, sobre todo a Draco, como un ser inferior?
- Mi hermana, siempre ansiosa de poder – comento Daphne bufando en contra de su hermana menor.
- El caso, es que me entere de que había una misión relacionada con los Malfoy y los Potter, debido a que el arma mortal del Lord, como se hace llamar nuestro “líder”, estaba con ellos – siguió el chico.
- ¿James? – pregunto Albus igual de sorprendido que yo.
- No, el chico es solo el señuelo – continuo Baz, mirando fijamente a los ojos a Markus y todos volteamos a verlo – la principal idea era fácil, separar a los Malfoy y a los Potter, para que estuvieran desanimados y con la guardia baja, y así, secuestrar a Jaime – James, lo corregí en mi mente, pues no podía interrumpirlo – y después, el chico Grandy, como pareja de este, acudiría a su rescate y aceptaría lo que fuera con tal de salvarla –
- Sin embargo, nos encontró antes a nosotros – comenzó a hablar Hermione, ya estaba emocionada por ser ella la que tomara la batuta – me encontraba en el Ministerio, investigando con Ron la desaparición del joven Pitch.
- ¿No eras Tyrannus? – pregunto Simon con los ojos muy abiertos.
- Ese es mi segundo nombre Snow – dijo mirándolo a los ojos con cierto enfado, que me recordó un poco a Draco y a mi cuando nos comenzamos a llevar bien.
- Bien, como decía – continuo exasperada Hermione por la interrupción – Ron y yo, revisábamos a donde podía haber escapado el joven Pitch, cuando apareció a nuestra puerta, a pocos días de iniciado el curso en Hogwarts y nos comentó los planes de la orden de vampiros –
- Para ese entonces, había avisado a las criaturas mágicas del Bosque Prohibido e intentado advertir al señor Malfoy sobre el peligro, usando una poción multijugos, para hacerme pasar por un hombre bajito que solía informar a los Malfoy de las cosas del submundo – continuo el chico haciendo que Draco recordara la vez que nos habían interrumpido mientras planeábamos nuestra boda.
- Cuando nos contó lo ocurrido, Ron llamo a su equipo de aurores – pero yo recordaba un equipo muy diferente al que veía frente a mí, en el estábamos Ron, un chico llamado Bolton, el medimago Audy y yo
- Se lo que piensas Harry, el equipo es muy diferente, pero después de tu renuncia en el Ministerio, tuve que reunir un nuevo equipo y así entraron Daph y Blaise, como aurores y Theo como el medimago – yo solo asentí a la respuesta que me dio mi amigo ante la muda pregunta que le había lanzado con los ojos.
- Mandamos de refugiado a Baz con Daph, pero le pedimos que siguiera en el clan, para poder investigar más, entonces Zabini, propuso la idea del plan que se está llevando a cabo en estos momentos – comento Hermione esperando a que explotara y así lo hice.
- ¡¿Cuál maldito plan?! – grite poniéndome rojo - ¡¿El de entregar a mi hijo a una bola de vampiros?! –
- Así es Potter – menciono el que había ideado este “maravilloso” plan – el plan no es tan simple, una vez que Baz se infiltro por completo y gano la confianza del Lord y de Astoria, nos filtraba toda la información, descubrimos que Scorp estaba bajo una poción enervante, con un poderoso hechizo antiguo que bloqueaba sus recuerdos sobre los Potter, para así mantenerlos alejados a ti y a hijo de esto. Baz fue enviado a Hogwarts con el propósito de mantener distraído a tu hijo para que este no buscara a Scorpius, un ataque de sentimentalismo Gryffindor y escapara a Dumstrang para verlo.
- Y eso hice, fingí que le daba polvo de hadas para que se olvidará de Malfoy –
- ¿Polvo de hadas? – Scorpius se levantó a golpear al chico pero Rose lo detuvo.
- ¿Cómo que fingiste? – pregunto asombrada Rose.
- Bueno, yo le decía que era polvo de hadas, pero era simple talco muggle, y cuando “lo consumia” yo le lanzaba varios confundus para distraerlo – el chico realmente era hábil, me volví a sentar.
- ¿entonces? – Albus estaba muy sorprendido.
- Nada de lo que recuerdas que sucedió bajo los efectos del polvo es real, meras alucinaciones o sueños, después de confundirte, te recortaba en tu cama o te ponía a hacer tu tarea – el chico le sonrió mostrando los colmillos y mi Al, se puso más rojo que un tomate.
- ¿Y después? – Draco solía impacientarse con facilidad, como en estos momentos.
- Intentábamos buscar la forma en la que se pudiera revertir la poción el hechizo de Scorp y traerlo aquí, era importante para él Lord, que las familias estuvieran separadas, ya que como una vez dijo Dumbledore, el amor es el arma más fuerte – yo tosí un poco distraído desviando la mirada de todos – sin embargo, Rose nos sorprendió con una carta del chico Simon, que decía que venían a traer a Scorp, ya que este había recuperado la memoria. Resulto que era un hechizo antiguo de palabra clave, y la palabra para sacarlo de él era Harry Potter –
- Ahora recuerdo, estaba platicando con Simon, cuando me pregunto que si conocía a Harry Potter, fue cuando me desmaye – Scorp sujetaba la mano de mi hijo con mucha determinación.
- Pero sigo sin entender porque el secuestro de mi hijo estaba planeado a nuestro favor – dije muy molesto de que seguían desviando del tema.
- Bueno, para detener al Lord, primero debíamos de encontrar su guarida – comento Ron – sin embargo, esta está protegida con un hechizo que hace que cambie de lugar cada tanto, por lo tanto cuando Baz, nos daba una ubicación, está ya había cambiado –
- Las personas del clan, podíamos llegar a ella solo cuando nos llamaba el Lord – menciono el chico Baz mirándome fijamente – la única forma de poderla localizar de forma correcta era enviando algo con que rastrearla. Mi misión con el clan era distraer a Albus, que hice para no levantar sospechas, hasta tener la fecha del ataque, mi misión con los aurores y la señora Weasley, era dejar un elemento rastreador en Juanito – “James” lo corrigió Markus – para poder localizar la cueva, sin ser llamado –
- En este caso recibimos mucha ayuda de los Merodeadores – hablo Ron, mostrando un pergamino viejo, que me recordaba al mapa del merodeador – Rose nos ayudó, haciendo una copia mágica del mapa, ya que pensaba dárselo a Simon, pero lo usamos para realizar con este un hechizo localizador ligado a James – saco su varita y apunto en ella – “juro solemnemente que mis intenciones no son buenas” – la introducción era la misma, pero después apareció solo una motita que apuntaba James S. Potter, y cuando la vimos todos sabíamos dónde estaba.
- Entonces vamos – dije levantándome sin esperar más tiempo.
- Pero antes – dijo Hermione, me volteo a ver también a Draco, todos le dimos un asentimiento y antes de que los chicos reaccionaras mencionamos – non movemento. – y todos los chicos fueron amarrados a sus sillas, mientras nosotros salíamos presurosos a rescatar a mi hijo.
POV (Draco).
Salimos de la sala de menesteres en busca del hijo del amor de mi vida y quería romperle la cara a esa Astoria, ahora que todo se estaba aclarando, podría jurar que recuperaría a mi hijo, por lo tanto no podía perderlo por una banda de locos vampiros, sabría que los chicos iban a querer lanzarse a la aventura como lo hacíamos nosotros a su edad, pero eso no iba a pasar.
Caminábamos presurosos cuando lo note, no sabíamos de aquí cual sería el plan a partir de aquí, por lo cual le lance una mirada a Blaise, pidiéndole que se explicará, quería saber todo su plan, al fin, no se me había quitado lo Slyhterin y quería saber si el plan tenía algún fallo y corregirlo.
- Antes de partir, el plan es el siguiente – Blaise había entendido mi muda petición.
- ¿Zabini, en serio, planeaste algo más? – Harry lo miro un poco molesto, porque en su anterior plan su hijo debía de ser secuestrado, pero bueno aquí estábamos de nuevo, me sentía como un estudiante esperando a decirle cararajada a mi amor y que este me dijera cállate Malfoy.
- Si Potty – la comadreja miro molesto a Blaise y me sentí en casa – necesitamos tu capa de invisibilidad, nos apareceremos dispersos, Granger y Daph en un punto, Weasel – Weasley, lo corrigió Granger – y yo en otro, Draco y tú, irán bajo la capa y se aparecerán en otro mientras que Longbottom y Theo estarán en este punto – todo lo dijo señalando el mapa – el pelirrojo y yo serviremos de distracción para que ustedes dos entren bajo la capa y libren la entrada y los demás puedan entrar y se carguen el jodido vampiro mentecato.
- Ok, solo hay un problema, mi hijo tiene la capa de invisibilidad – Harry lo estaba riñendo.
- Si Harry, pero, Rose se la robo – eso me indigno un Slytherin siendo robado, le bajaría puntos a ese niño por descuidado – y yo se la robe mientras platicábamos.
- Muy bien entonces en marcha – Harry se había puesto en modo auror, y más que eso, en modo líder de escuadrón y eso me calentó a sobre manera.
- Ah pero antes – dije intentando distraerme un poco – deberíamos dejarles algo de seguridad a los niños para que no nos sigan – todos me miraron sorprendidos – ay por el amor de Merlin, son Potter, Weasley, Malfoy, incluso hay una Lovegood ahí, quienes mejor que ellos para meterse en problemas y poder deshacer de forma rápida el hechizo que les lanzamos - Todos meditaron un poco la situación y asintieron, nuestros hijos, sin duda eran imán para los problemas.
- Bien, yo me encargo – Daph se puso frente a la puerta de la sala, que volvió a aparecer, y pensó en algo, escuchamos una fuerte sacudida dentro de la misma y sonrió satisfecha – listo, no saldrán tan fácil de ahí –
- Espero que nada de eso que pensaste mate a nuestros hijos – Hermione le lanzo una mirada de advertencia.
- Para nada – la chica sonrió, al fin como una Slyhterin – ah antes de irnos, esto es suyo Auror Potter – y de su bolsa con un movimiento de varita, saco la capa de Auror de Harry, y se la puso, el broche brillaba sobre su hombro y con un movimiento volteo ondeándola. Yo pase saliva en seco y pensé “Joder, ya quiero que sea mi esposo”.
POV (Albus).
No lo podía creer, los jodidos “adultos” nos habían atado a las sillas, no nos dejarían ir con ellos, todos forcejeábamos lo más que podíamos, excepto Baz, que se notaba muy tranquilo.
- Hey, niño bonito ¿Por qué estás tan calmado? – la chica que me habían presentado como Agatha, le grito a Baz que solo le lanzo una mirada de hielo.
- Disculpen, pensé que no eran tan tontos – todos incluido yo, lo miramos de forma asesina.
- Oh gran sabio del norte, díganos su sabiduría – Markus realmente odiaba en estos momentos a Baz se podía notar por la forma en la que hablaba.
- ¿Acaso no escucharon el encantamiento con el que nos ataron? – Baz me miraba a los ojos intentando que comprendiera algo – no es un simple incancerus con lo que nos ataron – forcejeando jamás se van a soltar.
Iba a recriminarle algo, cuando la se escuchó un fuerte crujido en la toda la sala, los sillones comenzaron a sacudirse como locos, incluso el sillón donde Penelope, Rose y Markus estaban sentados cayo de lado.
Cuando las vibraciones de la sala terminaron, voltee a ver hacia la puerta, esta había desaparecido dejando en su paso lo que parecía la entrada a un laberinto, según las historias de papá, muy parecido al del Torneo de los Tres Magos.
- ¿Qué carajos sucedió? – pregunte en voz alta.
- Seguramente idea de mi padre – suspiro Scorpius – alguna otra idea para que no pudiéramos salir tan fácil.
- Oh pero lo es – todos lo miramos anonadados, soltó un bufido ante nuestras miradas – ¿recuerdan dónde nos encontramos? – entonces una lucecita se encendió en mi cabeza. Cerré los ojos y me concentre, me concentre en estar en un lugar donde no estuviera atado a un mugroso sillón y el amarre de las cuerdas comenzó a aflojarse.