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La gran estanción se esta quedando atrás... por erioldrrarys

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Notas del capitulo:

perdonen la tardanza, pero estoy a 2 semanas de entrar a la universidad y se me olvida todo o llego muy tarde pero aqui les traigo el capitulo de hoy, el siguiente promete mucho.

Salí y ahí estaba la chica con su varita en un lumus.  Yo tenía en mi mano el mapa del merodeador para cuidarme de los prefectos, a su lado estaba Ari, que me mira con una gran sonrisa.

-          ¿Qué sucede Al? – me dijo Rose.

-          Quería saber de que hablaban con Scorp – pregunte un poco cabizbajo, cuando la palabra amor me golpeo la mente, me imagine a Rose besándolo y me dolió el pecho como nunca que no puede evitar soltar un auch.

-          ¿Qué sucede Al? ¿Quieres ir a la enfermería? – dijo Rose, muy preocupada en comparación a su amiga.

-          No tiene nada, mira legerement – el pensamiento imaginario en mi mente de Rose y Scorp besándose salto a la mente de todos y la palabra amor, volvió a sonar – Al está enamorado de Scorp y piensa que el está enamorado de ti, pero todos sabemos que no.

-          Vaya… ¿entonces Scorp no va a morir de un problema cardiaco? – pregunto Rose.

-          Moriría si su amor no fuese correspondido… - dijo Ari.

-          ¿El amor de quien? –

Los 3 volteamos un poco aterrados pero yo conocía la voz como si fuera la mía, era mi padre, yo comencé a balbucear cosas estúpidas, pero fui rescatado por Ari:

-          El amor de Jace– dijo ella.

-          ¿Jace? No conozco a ninguno de su curso – contesto mi padre confuso.

-          Es una novela muggle que habla de unos chicos muy guapos que matan demonios tío – dijo Rose, por fin haciendo que mi corazón se calmará.

-          Bueno ya es muy tarde y no quiero que Pebbes los encuentre aquí si no amanecerán atorados en un baño con Mirtle la llorona haciéndoles un Striptease – dijo mi padre riendo y comenzó a caminar – ah y recuerda travesura realizada o alguien lo podrá leerlo  – dijo tocando el mapa con su varita.

Decidí regresar a la sala común ¿amor? Eso era una verdadera estupidez, cuando llegue a mi habitación las cortinas del dosel volaban dejándome ver esa rubia cabellera de mi mejor amigo, mi corazón brinco cuando se movió diciendo “Al” por lo que me metí a la cama lo más rápido que puede y sumiéndome en un enorme sueño.

 

No era posible, no mi hijo enamorado, de otra serpiente, aunque fingí muy bien había escuchado todo no lo podía creer, llegue a la sala de menesteres que sería mi habitación en lo que adaptaban mi despacho para poder vivir ahí, como mi ex esposa había decidido irse a vivir con el buscador de otro equipo y mis hijos estaban aquí no había razón para volver a casa.

Entré y había una cama perfecta para descansar con un dosel y unas cortinas blancas me puse la pijama y decidí entrar a la cama sin fijarme, cuando me estaba acomodando ví el bulto que había en la cama.

-          ¿Quién demonios eres y qué haces en mi cama? –dije sacando mi varita y despertando al intruso.

-          Pues quien más he de ser Potter – dijo Malfoy con una cara de ira por haberlo despertado – McGonagall no te dijo nada ¿cierto? Pues compartiremos la sala para dormir y no hay cambios, como castigo de nuestras irreverencias de hace 2 años.

Maldita McGonagall, no quedaba más remedio, me dispuse a entrar en la cama y puse un muro de almohadas entre mi compañero y yo y quede profundamente dormido, más cómodo que nunca.

-mmj…maaj- ese molesto sonido. Sea quien sea debería cuidarse más la garganta- Potter no es por incomodar tu dulce sueño pero…¿podrías quitarse de encima?

Con pesadez abro los ojos. Siento el suave contacto de su piel con la mía. ¿Su voz esta más gruesa? ¿Estará enferma de la garganta? suelo dormir sobre ella, pero algo se siente raro. No encuentro los dos bultitos que tiene en el pecho. Ginny siempre ha sido algo plana pero…  el bultito de más abajo… es… mi vista se aclara y dos ojos azules, profundos y enojados me miran.

De un salto salgo de la cama con el corazón echo un brinco.

-Por fin. Alguien te ha dicho que tienes el sueño pesado- claro que me lo habían dicho, mi ex esposa.

- Fue tu culpa… para que dormiste conmigo.

- Yo no dormí contigo. Tú llegaste a invadir mi cama, en la cual ya estaba instalado. Al menos este suplicio acaba hoy. McGonagall debe de darnos unos cuartos separados hoy-  me reclamo Draco mientras sacaba la ropa de su maleta y se preparaba para cambiarse. Yo hice lo propio con la mía, me quite la camisa y el pantalón.  Pero por alguna razón me sentía avergonzado. Estando en interiores frente a él.

- No voltees- reclame cuando dio una ojeada por arriba de su hombro.

- Sí que eres idiota. Este es el cuarto de menesteres ¿si sabes que puedes imaginar lo que necesites y el cuarto te lo dará verdad?- acto seguido de en medio de la pared apareció una puerta que daba hacia un lujoso baño. Tomo su neceser y entro en el.

- Por cierto Potter, ayer pudiste imaginar una cama para ti.

Los colores se me subieron al rostro. Pero que idiota soy, como no recordé un dato tan elementa.

No tome la delicadeza de bañarme, me mude de ropa y salí rumbo al gran comedor.

Que recuerdos me traían aquellas viejas mesas de madera, tantas aventuras que viví en este mismo comedor.

- Hola Harry- saluda Hagrid sentándose a un lado de mi en la mesa de profesores.

- Hola.

- Te conté que a tu hijo le fue tan bien como a ti en la práctica de hipogrifo, pero no se… James me recuerda más a su madre…- el guarda bosques me contaba con detalle la carrera académica de mis niños.  Pero un sonido agudo me hizo perder la concentración, Las risas del joven Malfoy que se colgaba de los hombros de mi pequeño Albus en la mesa de las serpientes de jade. La sangre hirvió en las venas. Ese maldito aborto de hurón albino estaba engatusando a mi pequeño. Como si no conociera las tácticas de los Malfoy de cuenta propia. – El rechinido de unos dientes se hizo escuchar a mi lado- ni más  ni menos que Malfoy padre. No le dirigí la mirada. Seguí hablando con mi amigo. Pero en mi cabeza me taladraba la idea de ver a mi hijo siendo “amigo” de uno de su calaña.

Pero ya llegaría mi venganza mi clase era antes que la suya y mi primer grupo era con su vástago adorado.

Un grito se apodero del salón. Me pare de mi asiento, y con voz autoritaria ordene calma. De los grandes ventanales que dejaban entrar la luz, varias lechuzas arribaban, dejando caer unos diarios sobre las mesas de los profesores y todos los estudiantes.

Tome el trozo de papel, en el encabezado se leía: “gran fuga en Askaban” el resumen de la nota decía:

La siguiente gran fuga en el mundo mágico después del escape de Sirius Black. Al parecer desde que el sitio está custodiado por Aurores y no por gendarmes dementores, la seguridad del edificio se ha visto comprometida. Varios ex partidarios del que no debe ser nombrado han escapado. El ministerio afirma que el regreso del mago oscuro es imposible, pero no se duda de una conspiración.

Seguido de eso aparecía una lista de nombres de los prófugos.  Esta vez el profeta había pasado la raya, todo el mundo mágico estaría aterrado y lo más probable es que recibiera cartas y cartas de padres preocupados por sus niños.

Mire al mío que vestido con su uniforme verde, apretaba la mano solidariamente de su compañero.

Mire la lista de nuevo, uno de los prófugos era Lucius Malfoy. Reaccione y mire a mi hombro derecho, pero no había nadie. Draco se había ido.

Ayude a la directora a mantener el orden, y dirigí a mi clase hasta las mazmorras.

-          Muy bien señores- el día de hoy había encargado un ensayo sobre los dementores. Pero en vista de las recientes circunstancias, les enseñare lo elemental de una defensa. ¿Quién puede decirme los principales hechizos de defensa?... joven Malfoy.

El niño se aclaro la garganta.

- Después de la gran guerra con él-que-no-debe-ser-nombrado. Se volvieron a armar las estructuras de defensa básica. Siendo en este momento los tres hechizos básicos: expelliarmus, para desarmar al enemigo, protego,  para defendernos y desmaio, para atacar, esto fue en el libro “métodos efectivos de defensa” escrito hace dos años por… usted y el señor Weasley.

- Perfecto. Cinco puntos para Slitheryn.

Ante esto retiramos las mesas y nos dispusimos en parejas. De nuevo mi niño con ese rubio idiota.

- Muy bien el hechizo será básico, ya conocen el movimiento de mano de Swich y flick. Es prácticamente lo mismo, detrás de ustedes encontraran unas almohadas que sostendrán su caída en caso de necesitarlas, el primer hechizo será protego- hice la demostración y los niños practicaron solos.

- Muy bien ahora uno lanzara un expelliarmus y el otro defenderá con un protego. Recuerden medir sus fuerzas no quiero heridos aquí. La fila de Albus ataca primero y la de Scorp defiende ¿bien? Ya

-expelliarmus- escuche la voz de mi hijo, pero con demasiada fuerza. No se necesita ser auror para saber que ese hechizo estaba mal lanzado.

La voz de Scorp resonó con un desesperado protego, pero fue demasiado tarde, el hechizo excedido de mi niño contra la débil muralla del otro muchacho tuvo sus consecuencias… el rubio salió proyectado hacia el techo, pego con los alfeizares y cayó herido al suelo, un leve rastro de sangre corría por su nariz y su frente. Tome al niño en brazos y ordene que nadie se moviera de su lugar.

Al llegar a la enfermería atendieron al muchacho. Mi hijo estaba pegado a las faldas de mi túnica preguntando por su amigo. Mientras las pisadas desesperadas del maestro de pociones ya se escuchaban desde el pasillo.

-¿Quién fue el culpable de esto?- gritaba furico

Notas finales:

bien bien espero que me ayudanta me mande su parte pronto para seguir a este ritmo dejen sus reviews


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