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Cerezo por Nanaa

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Notas del fanfic:

!Hola! Este One Shot nacio hace algunos meces en mi cabesita, en un sueño que tuve, y bueno mi prima me presto su computadora y pude escribirlo por fin (:

Espero les guste!

***

 

Sus ojos se buscaban, como tratando de bucear y sumergirse en la profundidad de agua clara y cristalina. Fue un simple vistazo el que contemple, como aquellos dos jóvenes se dirigían hacia mí.

 

Dos hombres.

 

Era extraño para mí. Nunca había contemplado a dos hombres observarse con tal intensidad, con tal cariño. Eran pocas las personas que contenían tales miradas únicas, o al menos las que me había tocado ver.

 

Uno de ellos era un poco más alto, quizás unos cinco centímetros de superioridad. Su cabello castaño y lacio, la boca grande con gruesos labios rojos, delgado, y poseedor de una sonrisa amable e inocente. El otro chico era rubio, se veía más femenino y era un poco más delgado, pero definitivamente lo que más llamó mi atención fueron sus ojos. Dos cuecas en forma de felino; realmente me parecieron intimidantes, pero una vez que sonreía, aquellos ojos se convertían en un par de amabilidad e inocencia como los del chico castaño, a quien le dedicaba todas esas miradas claras y brillantes.

 

Eran dos chicos y  aún no podía creerlo, ni si quiera cuando sus labios se unieron.

 

En el momento que llegaron hasta donde yo me encontraba. Tomaron asiento debajo de mí; dejaron reposar sus cuerpos en el pastizal y yo les brinde mi sombra.

 

Tomaron sus manos, entrelazando sus dedos y fue allí, allí donde contemple por primera vez como dos hombres se besaban. Eran roces suaves los que se daban. Sus labios danzaban lentamente y sus manos se acariciaban pacientemente. Definitivamente es la primera vez que contemplaba algo así.

 

La mayoría de las personas que visitan este lugar, solo suelen hacerlo por un momento, unos escasos minutos y luego se van, pero ellos se quedaron hasta que la noche llego, pero eso no fue lo que más me sorprendió, sino sus labios besándose con tal lentitud; disfrutando cada roce, cada leve caricia que sus labios llevaban a cabo. La mayoría de los jóvenes- en su mayoría hombre y mujer- se besan de una manera exagerada, como si quisieran comer sus bocas, convertirlas en una especie de alimento delicioso. Ellos, por supuesto, no lo hacían así.

 

Y ¿Quién soy yo? Bueno. Este es un parque, fui plantado en un parque. Sí, soy un árbol, y no es por ser arrogante, pero me enorgullece decir que soy el más grande y hermoso de todos. Soy un árbol de cerezo. Se preguntaran donde tengo mis ojos, mis oídos, bueno, eso no se los diré, solo que, puedo observar en todas direcciones, adelante, atrás y en todos lados. Este es un parque tristemente desierto. Cada vez son menos las personas que vienen y los niños, especialmente, son los que han desaparecido. En este parque jamás veras un niño correr o jugar como hace algunos años atrás. Es realmente triste para mí, pero ese par de chicos han hecho que mis flores se muestren un poco más vivas y frescas.

 

Después, accidentalmente, deje caer algunas de mis flores. El pastizal se llenó de flores rozadas y el par de chicos no fueron la excepción.

 

Sus labios dejaron de tocarse y entonces, por fin me observaron. Vieron como las flores caían, permaneciendo en el pastizal y en sus rostros. Sonrieron, pero el castaño dejo de observarme para concentrarse en el muchacho de los ojos felinos. Se acercó un poco más a él y le tomo del mentón, obligando a que sus miradas volvieran a bucear en la profundidad. Mis flores seguían cayendo, tomando su lugar en sus cabelleras. Ellos seguían sonriendo hasta que uno de ellos hablo.

 

-Taemin… este será nuestro lugar- Musito. Su voz era completamente varonil, pero tampoco era profunda, más bien aterciopelada y agradable. Era el chico rubio el que había pronunciada palabra.

 

Taemin.

 

-Por supuesto, Bummie- Murmuro. Ciertamente sus voces eran similares, me refiero a que eran las voces dignas de los varones, pero eran incluso más suaves y agradables para mí.

 

Después de eso se volvieron a besar.

 

 

***

 

 

Ya había pasado un año desde la última vez que Taemin y el chico rubio vinieron.

 

Después, el diecinueve de junio, ellos volvieron a aparecerse. La misma fecha del año pasado.

 

Ciertamente no habían cambiado mucho, y me alegro que sea así, quizás su físico si cambio, pero sus miradas claras no lo hicieron, ni tampoco sus besos suaves.

 

En el segundo año conocí el nombre del chico rubio.

 

-Tae, mejor vamos a caminar un rato- Dijo. Sus mejillas se mostraban tan rojas como la fruta que llevaba adornadas mi amiga: El árbol de manzano.

 

-Mmm… no quiero, estoy muy bien así-Repuso.

 

Claro, como no lo iba a estar. Taemin envolvía al chico rubio entre sus brazos y no lo hacía de una manera, precisamente, inocente. La espalda del rubio estaba pegada al pastizal, permaneciendo recostado con Taemin encima de él.

 

-Pero yo no, así que vamos a…- Callo.

 

Taemin ataco sus labios inesperadamente, incluso yo me sorprendí. Primero lo beso un poco brusco, con rapidez y desesperación. Conforme los segundos pasaban, el beso se iba identificando y volvía a la lentitud y suavidad de siempre. Pero después me volví a sorprender.

 

Taemin movía una de sus manos hacia un lugar que no debía. Husmeo por debajo de la playera del chico rubio. Pude notar como se estremecía por los toques que Taemin le daba, pero después mi sorpresa me sobrepaso.

 

El rubio suspiro, después los suspiros se convirtieron en jadeos y finalmente en gemidos.

 

Bajo mi sombra; bajo mis flores ellos se desnudaron, se regalaron besos y caricias íntimas. Entre todo aquello uno de ellos hablo-entrecortado, jadeante- y dijo:

 

-Kibum… Te amo.

 

Kibum.

 

Realmente ciento como si esas palabras fueran lo más sincero que alguna vez hubiese escuchado. Y algo que yo siempre he pensado es que el amor es inexplicable, algo desconocido, algo difícil de entender. Han sido muchas las personas que han tomado lugar debajo de mí, e infinidad de veces he escuchado cuando se dicen “Te amo” pero nunca había sentido tanta sinceridad y cariño como lo pronuncio Taemin y así mismo Kibum.

 

-Yo…- Musito bajito, con la voz temblorosa y contraída. Por un momento pensé que no lo diría e incluso desee cerrar mis flores y que dejaran de mostrarse en toda su belleza, solo para no tener que mostrarme marchitado una vez que Kibum no pudiese corresponder a los sentimientos de Taemin. Pero después me di cuenta que el chico rubio, estaba totalmente conmovido. Sus ojos felinos se mostraban aguados, apunto de soltarse en lágrimas, cuando su voz dejo los temblores y se mostró tal cual sincera y firme:- También te amo-Pronuncio.

 

Entonces, las caricias continuaron, dejando unas mejillas húmedas en lágrimas. Kibum lloraba bajito, entregándose a la persona que amaba.

 

Hubiera querido no observarlos más. Solo porque ellos merecían privacidad pero, por supuesto, no pude hacerlo. Ellos estaban debajo de mí, me fue inevitable no observarlos; como se convertían en uno, como sus pieles se tocaban y como gemían el nombre del contrario. A partir de ese momento dejo de parecerme extraño que dos hombres estuviesen juntos y comencé a verlo como lo más normal del mundo y como lo más único si se trataba de Kibum y Taemin.

 

Más tarde, aun desnudos, permanecieron recargados sobre mí. Cada uno instalaba una sonrisa agradable sobre sus labios. Taemin abrazaba al rubio por la espalda, descansando su barbilla en el hombro huesudo. Bueno. Solo Taemin se recargaba sobre mí, Kibum permanecía recargado sobre el cuerpo cálido.

 

No sé exactamente cuántas horas pasaron. Ambos se sumergieron al sueño así- desnudos, con la sonrisa agradable; sintiendo las calidez de sus cuerpos juntos-.

 

Cuando yo desperté ellos ya no estaban. Sí, yo duermo apenas la noche llega, aunque no quiera, aun que desee seguir despierto, no puedo. Apenas la oscuridad me envuelve mis flores se cierran y finalmente duermo.

 

 

***

 

 

El año siguiente ellos volvieron a venir. Contemple por primera vez como se peleaban y reconciliaban en el instante. Este diecinueve de junio.

 

-Bummie, deberíamos conseguir ropa un poco más floja- Dijo. Su voz denotaba clara inconformidad y enojo.

 

-¿Por qué? A mí me gusta mi ropa tal y como esta-Repuso, jugando con los dedos largos de Taemin. Los tomaba entre sus manos y acariciaba como si fuera lo más fascinante del mundo.

 

-Sí, pero…no crees que estaría mejor una talla más grande-Pregunto.

 

El color tenue del rostro de Kibum se apagó de inmediato, dándole paso al enojo. Taemin libero una serie de destellos perlados, brillando a través de su piel. Presentía que algo malo iba a pasar.

 

-¡Me estás diciendo gordo!-Exclamo. Su ceño se frunció de una manera increíble, mientras lo observaba de manera severa.

 

-¡¿Qué?! ¡No! no, no, nada de eso, yo…solo…

 

Bueno. Si estuviera en el lugar de Taemin, me sentiría de la misma manera: Nervioso, asustado y claramente arrepentido, pero no por lo que dijo sino por la manera en que lo expreso. Kibum es demasiado delgado como para que Taemin le insinué ese tipo de cosas.

 

-¿Estoy gordo?- Pregunto Kibum. Sus ojos felinos parecían perdidos, como si estuviera pensando algo importante y entonces lo supe:- Supongo debo de reducir algunos alimentos y…-

 

Taemin no le dejo terminar. Eligio la mejor manera de callar al chico rubio: Un beso. ¡Ah! Realmente extrañaba sus besos.

 

-No quiero que hagas dieta, no estas gordo, eres perfecto como eres ahora- Musito, con sus labios pegados a los contrarios.

 

-Pero…- Trato de contradecir, Taemin le callo una vez más.

 

-Solo quiero que uses ropa más floja porque no soporto cuando otros ojos se posan en ti- Confeso-no soporto cuando otros te ven y odio, odio que te observen como si fueras alguna especie de paleta o caramelo. Tu eres solo mío-Finalizo, besándole nuevamente.

 

Bueno. Esas palabras fueron realmente posesivas, pero a juzgar por la sonrisa alegre de Kibum, sé que aquellas palabras le fascinaron.

 

Realmente siento que nunca me aburriré de ellos dos.

 

 

***

 

 

Para el siguiente año, mis ganas de verlos incremento. Sentía como si ellos fueran mi vida, el agua que hace que crezca fuerte y grande. Pero esta vez, no vinieron.

 

Un diecinueve de junio sin ellos me hizo tanta falta.

 

Después pasaron dos años más y por fin vinieron. Pero ya no eran dos sino uno. Solo Taemin vino. Solo él y su mirada triste y vacía.

 

Yo solo  me hacia una pregunta: ¿Kibum y Taemin terminaron?

 

Observaba como Taemin tomaba asiento en el mismo lugar donde solía hacerlo con Kibum. Se echó perezosamente y sin ganas. Entonces, alzo su vista, observándome, sonriendo y desasiéndose en el instante, regalándome una mueca triste y desgarrada. Uno de sus ojos libero una lágrima y después de esta le siguieron muchas más.

 

Entonces, lo supe.

 

Cuanto desearía que la razón de que en esta ocasión viniera solo fuera porque habían terminado su relación. Pero, por supuesto, no era así.

 

Kibum ya no estaba, Kibum se alejó, Kibum había muerto.

 

-Te extraño tanto Kibum…mi Bummie-Murmuro bajito, con la voz temblorosa y destrozada.

 

Si pudiera lo hubiera consolado, le hubiese dicho que todo estaría bien, aunque por el momento no lo iba a estar. Es solo hecho de imaginarme en el lugar de Taemin me hizo sentir helado y en flores marchitas; cuando la persona que amas se va y no solo de tu lado. Sé que mi dolor no se compara con el de Taemin, sé que él ha de sentirse mil veces peor, pero desde ese día muchas de mis flores cayeron.

 

Pero solo una duda creció en mi cabeza: De que murió Kibum. Bueno. Eso nunca lo supe.

 

***

 

 

Pasaron doce años y yo había perdido todas mis flores. Era un árbol casi sin vida, con ramas sin flores rosadas. Ya no era el árbol más hermoso de todos.

 

Este parque prácticamente había quedado en el olvido. Era rara la ocasión que alguien se paseaba por este lugar. Pero ahora sabia la razón de porque las personas han dejado de venir. Son todos esos aparatos electrónicos, todos es videojuegos y televisores.

 

¿Y porque les cuento precisamente esta fecha? ¿Porque precisamente estos doce años? Bien. Taemin volvió y no venía solo.

 

Taemin se veía más maduro, más adulto y seguía teniendo aquella sonrisa amable pero, ya no era inocente.

 

Una mujer tomaba de su mano, ella se veía realmente feliz, y para ser sincero, era realmente bonita, pero eso no fue lo que más llamó mi atención sino el par de chiquillos que corrían despavoridos por el pastizal y ahora también yerbas enormes.

 

-¡Hey! Niños, vengan aquí- Les llamo aquella mujer.

 

Soltó la mano de Taemin y fue tras el par de chiquillos.

 

Por un momento me sentí enojado con Taemin, realmente sentí odiarlo por haber cambiado a Kibum. Pero después repare que habían pasado doce años desde que el chico rubio murió, sino es que fueron más. Taemin debía seguir con su vida.

 

El venir aquí, significaba que aún no había olvidado a Kibum, aún seguía en su mente y en su corazón, a pesar que ya tuviera a alguien más y al parecer un par de hijos también. Aún no había olvidado a Kibum y lo comprobé.

 

Taemin se encamino hacia mí. Me observaba extrañado mientras tocaba mis ramas sin vida.

 

-Pero que te paso…-Murmuro.

 

Me fui junto con Kibum.

 

-La próxima vez te traeré un poco de agua.

 

¿La próxima vez? Realmente me gustaría volver a verlo, aunque venga con aquella mujer que, en realidad, no deseo volver a ver, aunque suene egoísta.

 

Esta vez, Taemin no pudo tomar asiento donde siempre, no pudo sentarse debajo de mí. El pastizal era muy grande, además ya no le daría sombra.

 

Se mantuvo de pie mientras observaba el mismo lugar de siempre, aquel donde compartió tantos momentos con Kibum, si, allí debajo de mí. Su mirada se notaba perdida. Estaba recordando.

 

-No te puedo olvidar…no puedo porque aun te amo- Pronuncio. Parecía como si las palabras hubiesen estado estancadas en su garganta, luchando contra el llanto que se formaba en sus ojos y le desgarraba en los más profundo, realmente lo sentía y no era agradable, pero al final logro sacarlas, aun con aquel dolor comprimido dejo escapar un sollozo, y supe seria el ultimo.

 

Taemin había venido a despedirse.

 

Ya no había una próxima vez. Ya no vendría a traerme un poco de agua.

 

-Mi Bummie, este es nuestro lugar ¿Recuerdas?-Dijo. Tocándome, aunque ya no tuviera flores, él me veía como si fuera lo más hermoso, pero no me veía a mí realmente, Taemin solo estaba recordándolo a él- Pero tú ya no estas, te adelantaste y no me esperaste. Pero no te preocupes, algún día nos volveremos a encontrar.

 

Entonces, dejo de tocarme y se alejó.

 

Me observo por última vez antes de dirigirse hacia su familia. Antes de perderle de vista observe como sus labios tocaban los de la mujer. Sabía que había estado en lo correcto todo este tiempo. Ese beso no se comparaba con lo que le había dado alguna vez a Kibum.

 

Entonces comprobé lo que Taemin había dicho antes de marcharse: Ellos volverían a encontrarse.

 

Taemin y Kibum volverían a encontrarse y yo volvería a ser el árbol más hermoso de todos.

 

 

 

Notas finales:

TTnTT Ellos se volveran a encontrar !Deveras! TT____TT Ummm senti feito cuando lo escribi ;_; Me consuelo sabiendo que se volveran a encontar xDD

Espero haya sido de su agrado y no puse advertencia de "muerte de un personaje" Porque !Ellos se volveran a encontrar! Fin xDD

¿Saben? Yo de verdad creo que el arbol de cerezo es el mas hermoso de todos y la fecha en la que Bum y Tae frecuentaban el parque, el 19 de junio, esa es la fecha de mi cumpleaños! Odienla! xD en verdad, odio cuando es mi cumpleaños, solo quisiera saltarme ese día, Mmm... pero igual quiese ponerla en este fic, pues porque nomas quise xD

Espero almas buenas me den su opinion sobre esta pequeña historia y las que no, bueno, u___u Gracias por leer!! :DD!


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