Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

My Love, My old man~ por Dreamgirl05

[Reviews - 80]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola!

 

Después de ese beso Minho desapareció. No recuerdo exactamente cuánto tiempo, quizá alrededor de cinco o seis meses. 

Él se había ido. 

Había desaparecido de mi vida tan rápido como un sueño al despertar, y eso era justo lo que yo me hice creer durante los primeros meses.

"Solo fue un sueño. Un hermoso sueño que tenía que tener un final".

Constantemente me cuestioné que es lo que pudo haber sucedido para que desapareciera de esa manera, al inicio pensaba que era mi culpa. Sobre pensar las cosas me había llevado a concebir dolorosas conclusiones, como que no era lo suficientemente bueno para estar con él. Y bueno, si lo pensaba de manera "objetiva" ¿cómo era posible que un hombre como él, de poco más de cuarenta años, con su vida hecha, pudiera llegar a tener algo con un joven como yo? Si Minho lo deseaba podía tener a cuanta mujer quisiera.

Aún así yo nunca deje de ir a nuestra biblioteca. Iba todos los días, a la misma hora, en los mismos estantes, con la esperanza de poder verle, pero siempre regresaba a casa desilusionado.

Los meses transcurrían y yo debía presentar exámenes para entrar a la preparatoria, así que tuve que dejar ir ese hermoso recuerdo. Tenía que dejar ir a mi hermoso Min.

Deje que el tiempo curara mis heridas, me esforcé por dejar de pensarle, una las cosas más difíciles que he hecho, y seguir con mi vida así como las personas a mi alrededor hacían. Así como lo hizo mi madre.

Poco después de que ingresé al colegio le ofrecieron un ascenso en su trabajo, con la oportunidad de un mejor sueldo, en Inglaterra. Los dos hablamos y llegamos a la conclusión de que estaría mejor que yo me quedara en casa, siempre y cuando estuviéramos en constante comunicación.

~

Cierto día, cuando iba de regreso a casa, me quedé dormido en el bus. Perdí mi parada. Espere a que nos acercáramos a la siguiente señal y me bajé. Camine un poco hasta que reconocí las calles, estaba cerca de la biblioteca, nuestra biblioteca especial. No tuve que rogarme mucho para acercarme más y entrar. Recorrí con lentitud los pasillos llenándome de buenos recuerdos. Mientras ojeaba un libro pude ver de reojo como una persona con sudadera negra, y con la capucha puesta, se desvanecía y caía al piso.

Alarmado corrí hacía el desconocido y levante cuidadosamente su cabeza para colocarla sobre mis muslos. Grande fue mi sorpresa cuando me enfoque en el rostro y vi a Minho. Un Minho descuidado, nada que ver con el que yo recordaba.

Tenía el cabello largo y despeinado, barba descuidada, ojeras bastante marcadas, se veía fácilmente la pérdida de peso, además de unos labios blancos. Esa imagen era como si enterraran un cuchillo en mi corazón, no podía creer lo que veía. 

Pedí ayuda a un chico y lo acomodamos en la enfermería de la biblioteca. La enfermera le administró un poco de suero y colocó paños húmedos en su frente. Esperé pacientemente a que despertara, sentado junto a él y ayudando a la enfermera con la tarea de bajarle la fiebre mientras ella atendía a otra persona. 

Cuando ya se encontraba mejor me aleje para acomodar las cosas y limpiarlas, cuando regresé sus enorme ojos se encontraron con los míos. Había despertado.

Sentí como mi alma regresaba a mi cuerpo, me sentía completo después de tanto tiempo. Sus labios no tardaron en curvarse en una linda sonrisa, sus manos llegaron a mi rostro y lo acarició como si fuera lo más delicado, mi piel se erizó ante aquella agradable sensación.

-Taemin, no puedo creerlo amor.

Susurró mientras pequeñas lágrimas brotaban de sus hermosos orbes. Por minutos enmudecí, no podía decir palabra alguna. Estaba en shock.

"¿Me llamó amor?"

-Mi Taemin.

Dijo antes de acercarse y besarme. Yo correspondí ese beso como si mi vida dependiera de ello, como si fuera la última vez que fuera a verlo, y es que eso era verdad, bueno, era una probabilidad. Me daba miedo alejarme de sus labios, no quería que se fuera de mi lado. No otra vez.

Sus lagrimas se mezclaban con las mías. La falta de oxigeno impidió que continuáramos, pero, sus manos no dejaban que me alejara, me mantenía tan cerca que nuestras narices se rozaban.

-Perdón, Taemin, perdóname por ser una persona tan sucia, alguien tan despreciable. Yo... te juro que intenté por todos los medios evitarlo, pero no puedo, esto me está matando.

Podía sentir el dolor en sus palabras, pero no comprendía a lo que se refería.

-¿De qué hablas Minho? ¿A qué te refieres?

Ninguno de los dos dejábamos de llorar.

-Perdóname por amarte de la manera en que lo hago.

-Minho, yo...

-No pequeño, tranquilo. No te estoy exigiendo nada, solo que no me alejes de ti, por favor.

-Minho es que yo...

-Por favor, Tae, dame la oportunidad de continuar viéndote, no te hare ninguna daño, yo solo...

-Pero Minho yo...

-Solo eso pido. No soy malo ni much...

-¡Minho!

-¿Si?

-No tienes que pedirme nada, porque yo...

-¿Tú?

-Yo también estoy enamorado de ti, Minho.

-No quiero que me tengas lastima, Taeminnie, de seguro te doy asco ahora mismo. Un hombre tan viejo como yo declarándole mis sentimientos a un pequeño niño de dieciséis años. ¡Dios! ¿Qué cosas estoy diciendo? Debería estar en la cárcel.

-Deja de sacar conclusiones tontas, Minho. Créeme cuando te digo que no es lástima, yo de verdad te amo, y quiero estar contigo.

-No Minnie, quizá debería esperar hasta que cumplas la mayoría de edad, entonces te volvería a preguntar, eres muy joven, mi niño lindo, y sé que afuera hay muchísimas personas que mueren porque les des una oportunidad, no te ates a mí por una mala decisión. Eres joven y hermoso.

-¿Y crees que voy a permitir que mujeres hermosas te coqueteen? ¡Ja! Sobre mi cadáver, Minho. Además yo ya estoy seguro de lo que quiero, y lo que quiero es a ti, mi viejito hermoso.

-No es tan sencillo como crees.

-Lo sé, pero, también sé que juntos podemos lograrlo.

-¿Estás seguro de esto?

-Como nunca en mi vida.

-Te quiero,Taemin.

-Y yo a ti, Minho.

Esas eran las palabras que esperaba escuchar de Minho, mi hombre mayor, diciendo que me amaba, y que nos esforzaríamos por lograr que nuestra relación funcionara.

~

Caminamos juntos todo el trayecto hasta mi casa. Cuando llegamos, nos sentamos en el sofá e intercambiamos números telefónicos, le conté lo del viaje de mi madre cuando me preguntó si no tendría problemas por verlo ahí, aunque no le agrado mucho la idea de que viviera solo.

Mientras platicábamos nos acercábamos más y más hasta que no me resistí y me lance a su boca. Amaba la sensación que producían sus esponjosos labios al bailar con los míos, sus manos y mis manos recorrieron con timidez nuestros cuerpos. Cuando menos lo pensé yo ya estaba montado sobre él, con mis piernas a cada lado de su cadera.

La temperatura se elevaba, sentía como sus manos jugaban con mi camisa, no pude evitar soltar un gemido al sentir el rose de la piel.

-Taemin, no...

-¿Qué sucede, Minho?

-Yo no quiero hacerlo así. Ni ahora.

-¿No me deseas?

-¡Claro que no, Taemin!, te deseo desde el primer momento en que te vi, pero, no quiero que esto sea solo sexo en el sofá. Quiero que tu primera vez sea especial, yo... quiero hacerte el amor. Que te sientas especial, no usado, ¿me entiendes?

-Minho, yo...

-No digas nada, mejor me voy ahora.

Me dio un casto beso en los labios y otro en la frente, para después caminar en dirección de la salida.

Después de la situación "ardiente" en mi sofá, las cosas cambiaron... y los besos desaparecieron.


~


Se preguntarán qué es lo que había sucedido con mi viejito descuidado, ¿cierto?

Bueno, después de la cena cuando me besó se dio cuenta que no estaba bien, que eso era considerado pedofilia, que muchas ocasiones había escuchado hablar de casos como ese y le provocaba asco pensar en lo sucias que eran esas personas, y no podía creer que él fuera uno de ellos. 

Así que se alejó para olvidarse de mí, pero, cayó en depresión. No salía de su casa, no comía, su carrera casi se veía pérdida por ello. Fue entonces cuando su mejor amigo destruyó la cerradura de su departamento y lo cuidó. Se armó de valor y fue a la biblioteca, sin esperanza alguna de verme, pero pasó lo que debía suceder.

El destino nos volvió a unir.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).