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Inminente verdad por Iqui25

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Notas del fanfic:

Mi primer Banghim. Por favor demen muchos comentarios, solo asi mejoro

-¿Si te pido que te quedes? ¿Lo harías? – ya no sabía qué hacer,  su última carta era esa, rogarle a su mejor amigo para que no abandonara al grupo, pero… ¿quién era el para obligarle a quedarse, cuando sufría estando ahí?


- Lo siento, no – dijo tajantemente


- ¿Entonces qué esperas? – le contesto fríamente


- Channie – soltó casi en un susurro – no lo  hagas más difícil


- ¿Yo?, tu eres el que está haciendo todo más grave de lo que realmente es.


- Para mí lo es. Me extraña que no me apoyes como siempre


- Eso es porque…, esta vez estas huyendo dejando a todos los demás de lado. Es un error.


- No sería el primero. Que más te da, al fin podrás ser quien tome las decisiones, no es lo que querías.


-¿Que te ha hecho pensar que eso es lo que quiero?


- Por favor Channie, te gusta ser el centro de atención, al que todos busquen. Seguro que tampoco has sufrido de desamor. No habría quien se resista a tu encantadora personalidad.


- Lo hay. Y me duele que tú digas eso de mí, no sabía que pensabas que fuera una persona superficial.


- Yo no quise…


- Pero lo hiciste y eso ha dolido mucho más de lo que imaginas.


- Channie…


- Solo vete


- Channie…


- Antes, quiero que sepas, que se lo que es un amor no correspondido y también sé lo que es tenerlo cerca y no poderlo tocar. Lo sé porque estoy en la misma situación. La diferencia es que yo acepte ese sentimiento unilateral, me conformaba con estar a su lado apoyándolo. Si lo dejo, sería como olvidarme de mi mismo. Y eso simplemente no lo acepto.


- ¿Quién es?


-Para que quieres que te confirme lo que tu corazón ya ha descubierto. Ahora sí, vete.


 


 


Los días pasaban lentamente, la lluvia había hecho presencia casi del diario. Las actividades de los chicos pararon hasta saber qué rumbo tomaría el futuro del grupo. Cuatro de los chicos aun se preguntaban la razón de la partida del líder. El único que sabía la verdad, se limitaba a encerrarse en su cuarto o salir hasta altas horas de la noche. Solo para evitar el interrogatorio de los menores. Como el mismo lo dijo, sin Bang YongGuk a su lado, se encontraba totalmente perdido. Se sumergió en un oscuro camino y no dejaba que nadie, caminara junto a él. Aun así de perdido, seguía pensando en los demás. Despertaba temprano, hacia el desayuno y luego volvía a su encierro. Cuando salía, se ahogaba en alcohol para no recordar, aunque al final el resultado nunca fue el esperado.


 


Pasaron así, tres semanas, los más jóvenes del grupo, cada vez estaban más preocupados por Himchan, la impotencia los frustraba demasiado, al grado de tener discusiones entre ellos. Cada uno culpaba al otro por no hacer algo por el mayor. Uno de esos días, las cosas se salieron de control. Luego de una de sus salidas nocturnas, al llegar al departamento, Himchan, se encontró con una escena que le saco del abismo en el que el mismo se había hundido. Jongup, limpiaba la sangre del labio inferior de Daehyun, este último también mostraba los nudillos morados, signos de haber golpeado algo. Ni siquiera cerro bien la puerta, se encamino hacia los dos jóvenes, tomo el rostro de Dae, no dijo nada, en su mente un sinfín de razones se acumulaban explicando el estado del vocalista. Los otros dos chicos solo lo miraban, entre confundidos por el silencio del mayor y temerosos de un regaño seguro. Himchan comenzó a mirar  hacia todos lados, su expresión se ensombrecía. Dae intuyó la razón del rostro de su hyung.


 


- Zelo está en el cuarto curando a Youngjae


- ¿Curando? – aunque sintió alivio al saber del paradero de los otros dos, volvió a preocuparse al escuchar que Jae se encontraba herido


- Daehyun y Youngjae han peleado – dijo Up, sacando a Himchan de sus pensamientos.


- Así que fue eso. ¿Me dirán porque pelearon? – estaba listo para darles un sermón, los dejaba solos un rato y lo que hacían eran agarrarse a golpes. Estaba molesto.


- Jae se molesto porque Dae  no quiso salir a buscarte.


- ¿Buscarme? – Estaba confundido


- Por supuesto, ¿Qué acaso no te has dado cuenta de la hora? – Noto el tono molesto de Dae. Miro su reloj, las 4:45 am. Tan tarde – Como buscarte si no sabemos qué lugares frecuentas, solo nos hubiéramos puesto en peligro nosotros mismos – término de decir el vocalista


- Jamás habías llegado tan tarde, estábamos preocupados, pensamos que te había ocurrido algo. – Up le explicaba lo mal que lo pasaban aquellos  chicos en ausencia del mayor.


 


Un nudo en la garganta le impidió responder, tenía pensado reprenderlos, cuando el que había cometido la falta había sido él. Sin decir nada, se dirigió al cuarto, cinco minutos después salió con los dos chicos que faltaban. Les hizo un gesto indicándoles que se sentaran. Cerró los ojos y dio un suspiro. Los demás solo estaban quietos, cada uno preguntándose lo que diría  ahora el mayor del grupo.


- Lo siento


 


Ninguno contesto, todos permanecían con la cabeza baja, mirando al suelo. No pensaban escuchar esas palabras de Himchan, pero se alegraban, ya que sabían que después de eso, todo mejoraría.


 


Tres días más tarde, estando aun de “vacaciones”, los cinco chicos desayunaban animadamente, planeado lo que harían ese día. El sonido de la puerta abrirse, los puso en alerta, sería el manager, nadie más sabia el código de la puerta. Jamás imaginaron que quien aparecería frente a ellos, sería ni más ni menos que su líder, Bang Yongguk. Los 4 menores, inmediatamente voltearon a ver a Himchan, en sus rostros la preocupación aparecía, esperando una recaída del comandante. Sin embargo, él, Himchan, solo atino a recibir a Yongguk con una falsa sonrisa. Por su parte, Yongguk, contesto rascándose la cabeza, conocía demasiado bien a su amigo y sabía reconocer la hipocresía en el menor.


 


El día que había comenzado con risas, ahora se encontraban con un silencio de lo más sepulcral. En la sala, solo había dos chicos, mirando la televisión o fingiendo verla. Los miembros restantes, se habían encerrado en sus cuartos, esperando que la 3° guerra mundial estallara. Ninguno parecía querer decir algo, pero en cada una de sus mentes, había un sinfín de dudas, de reclamos, de disculpas, de culpas, de miedos.


 


- ¿Cómo han estado todos?


- Mal, les angustiaba no saber qué sería del grupo


- Ya veo. ¿Y tú?


- ¿Qué quieres escuchar?, ¿que bien?, para que te sientas mejor.


- No, solo quiero la verdad


- ¿La verdad, eh? Para que salgas huyendo de nuevo.


- No será así, ya no más.


- No te creo


- Bien, no lo  hagas, qué más da. Voy a dormir un rato


 


Vio como el mayor se alejaba a la habitación. Una vez que se hayo totalmente solo, soltó a llorar, había estado reprimiendo las lagrimas para no verse vulnerable frente a Yongguk, pero ya no podía más, tenerlo cerca otra vez, le volvía débil.


 


Mientras en la habitación, Yongguk se recriminaba por ser tan cobarde y no pedirle disculpas a su amigo. Deseaba tanto decirle que él tenía razón, que fue un estúpido al marcharse y huir, que lo había pasado fatal lejos del grupo, de sus amigos, de su familia, de él. Sí, porque aunque Yongguk creía que amaba en secreto a Zelo, no había sido en el  maknae en quien había estado pensando en todo ese tiempo. Era en Himchan, en sus palabras, en aquel secreto que había descubierto la última vez que hablo con su amigo.


 


Y como buenos amigos que son, ambos actuaban de alguna manera similar, ya que así como Himchan, se hundió en el alcohol y sus salidas nocturnas. Yongguk, se hundió en los días componiendo, sin descanso, sin comer debidamente. Que si no hubiera sido por su hermano, hubiera llegado hasta el hospital por inanición. Luego de encontrar a Yongguk, desmayado, sobre las hojas de partituras debajo de él. Yongnam se encargo de hacerle comer y beber lo suficiente para recuperarse totalmente, cosa que sucedió algunos días después. En uno de esos días de recuperación, los gemelos tuvieron una charla, en la cual, Yongguk le conto la razón de su huida del grupo, de la última conversación con Himchan, de sus sueños con este ultimo. Cada palabra era escuchada por Yongnam, quien, solo hasta que sintió que su hermano termino de hablar, fue que dio su punto de vista. Solo unas cuantas palabras, suficientes, para hacer eco en la cabeza de Yongguk


 


- Tú no amas a Junhong, tu amas a Himchan


 


Yongguk, lo sabía, lo sintió justo en el mismo momento en el que Himchan le conto sobre ese amor no correspondido, pero fue hasta que cayó en cuenta de que Himchan se refería a el mismo Yongguk, como esa persona amada, que él también se sentía atraído por Himchan. Que aquellos sentimientos que el maknae le provocaba, no era sino solo ilusiones del mayor, se sentía feliz que Zelo lo viera como alguien a quien admirar, a quien seguir, pero solo era eso. Su ego inflado, que logro opacar lo que realmente era importante para Yongguk: Himchan. La sonrisa de su amigo, que iluminaba la habitación en la que estaba, los pucheros que robaban suspiros del mayor, lagrimas por películas tristes que lograban vulnerar al líder, conversaciones sin sentido que borraban malos recuerdos.


 


Pero como decirle a Himchan que lo amaba, si tan solo semanas atrás hacia todo un drama por Zelo. No, jamás le creería, incluso a él, le parecía algo estúpido. Seguro pensaría que estaba jugando, lo lastimaría y lo que menos quería era que sufriera. La única solución que encontraba en ese momento, era seguir como si nada, no importaba si ante los ojos de los demás era un maldito egoísta, el rechazo de los demás miembros, sería como un castigo por su estupidez. Pero, ¿sería capaz de soportarlo?, durante esas semanas, alejado de todo, se dio cuenta de que no era tan fuerte como pensaba y las lagrimas que brotaban de sus ojos en ese momento, lo confirmaban.


 


Se armo de valor, tranquilizo su respiración y borro todo rastro de las lágrimas. Con cautela entro en la habitación, pensó que encontraría a Yongguk ya dormido, pero para su sorpresa, este estaba, sentado en su cama, con los codos sobre sus piernas, con las manos entrelazadas y sosteniendo su cabeza, con la mirada fija en la nada. Un hilo brillante sobre las mejillas del mayor, llamo la atención de Himchan. Como un reflejo, se hinco frente a su amigo, preocupado, con su mirada buscaba el motivo de aquellas lagrimas. Acariciando sus mejillas, limpio con sus pulgares ese liquido salado.


 


- ¿Por qué volviste si aun sufres al estar aquí? ¿Tanto le amas?


- Si, lo amo más de lo que yo mismo creía


- Ya veo, así que todo este tiempo lejos no sirvió de nada


- Te equivocas. Me ayudo a darme cuenta de muchas cosas


- ¿Cosas, cómo cuales?


- Como que no soy nada sin él, que tan solo su presencia, me llena de calma. Que me enamore como tonto y no sé cómo decirle cuán importante es para mi


- Solo dilo, así como me lo estás diciendo


- No lo creerá, no me aceptara


- Vamos, Zelo no es tan inmaduro, el te corresponderá


-  No es de Zelo de quien hablo


- Entonces, ¿de quién? No entiendo


- De ti.


- ¿De mi? Ahora harás bromas de mal gusto


- Lo ves, te dije que no me creería


- ¿Cómo hacerlo? Si casi jurabas amar a Zelo y ahora sales con que me amas a mí. ¿A qué crees que juegas, Yongguk?


- No estoy jugando. Es una de las cosas de las que me di cuenta estando lejos, pero no espero que ahora me aceptes, porque estoy consciente del daño que te cause. Tan solo, debía decirlo


- Eres un hijo de pu… ¿sabes lo mal que lo pase? Incluso me lleve entre las patas a los demás, les cause muchas angustias. Y vienes ahora a decirme que me amas


- Se lo que soy, no tienes que decirlo, lo reconozco y por eso, me di cuenta que volver sin consultarlo con todos fue un error. Mañana hablare con los demás y lo que decidan lo acatare. Mientras será mejor que duerma en el sofá, así no te molestare


 


Se levanto de la cama, convencido de lo que debía hacer, pero un agarre de su muñeca le impidió salir de la habitación. El menor, aun hincado, sostenía del brazo a Yongguk, mirando al suelo. Su corazón latía a un ritmo acelerado, sentía rabia hacia el mayor, pero estaba feliz por escuchar aquellas palabras


 


- Espera. ¿Por qué? ¿Por qué… no pudiste darte cuenta antes y evitarnos tanto dolor? ¿Yo… no sé qué hacer? Estoy seguro que te amo, pero tengo tanto coraje hacia ti


- No tienes que hacer nada, soy yo quien debe ganarse tu confianza de nuevo y solo así, quizás creas lo que digo. Que te amo


 


Al final Himchan acepto la disculpa de Yongguk, pese a lo mucho que lo amaba, una pequeña espina llamada rencor, se hundía en su corazón. Guk sabía que para que Channie creyera en su amor, primero debía recuperar la amistad perdida. Pasaría tiempo, lo sabía, pero valdría la pena y él se esforzaría.


 


Los miembros del grupo al ver que Himchan estaba de acuerdo con el regreso del líder, lo aceptaron. Pero en la cabeza de cada uno de ellos yacía la duda: ¿Por qué abandono, en primera instancia, Yongguk el grupo? Todos querían una respuesta, pero si los mayores habían decidido no hablar más del tema, preferían quedarse con esa duda, a romper con la tranquilidad de la casa de B.A.P.

Notas finales:

¿Que tal estuvo? Espero haya sido de su agrado, como dije, espero sus comentarios con cualquier sugerencia, queja o lo que quieran poner.

Les dejo mi face para estar más en contacto, aqu tengo algunos otros fics y mi twitter

https://www.facebook.com/iqui.guerrero

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