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Deja Vu por Akiko_y_Shizuka

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Suspiró aun sentado en las escaleras viendo como la gente pasaba por delante de él y apenas les hacía caso. Incluso uno de sus compañeros de equipo le había dicho algo y él nada más había asentido con aire lejano.

Los ojos violáceos bajaron hasta el suelo que estaba cubierto enteramente con panfletos de la próxima fiesta de una de las fraternidades de la universidad, a las que a él le habían invitado de forma exclusiva con el objetivo de conseguir que se uniese a ellos en un futuro muy cercano.

Y para despejarse asistiría a ella sin duda.

-Tu Club de Tennis esta desorganizado -se escuchó la voz de Khris, quien se sentó a un lado de Dylan y le dio unos golpecitos fraternales -No te ves bien con esa carita, ¿hay algo en lo que tu humilde amigo pueda ayudarte?

Dylan volvió a suspirar y rodeó su barbilla con la mano del brazo que estaba apoyado en una de sus rodillas.

- Me preocupa Eric - dijo él - En estos dos últimos días actúa extraño, de lo que no me quejo, pero anoche al ir a verlo estaba "histérico".

-¿Histérico? -Khris se preocupó -¿Dijo algo al respecto?

- Dijo demasiadas cosas - Dylan se humedeció los labios - Tiene tanto estrés que cree oír voces y ver cosas que no existen, y no sé que hacer por ayudarlo.

-¿Oír voces? -Khris frunció el ceño. ¿Acaso era contagioso? -Debe ser el estrés -balbuceó -Mi psicólogo dice eso cada vez que me ve -ironizó.

Dylan hizo una mofa.

- Empiezo a pensar que soy el único normalito en este lugar - se burló de sí mismo - De todas formas... hay una fiesta en omega alpha, vienes, ¿no?

-¿Fiesta? -preguntó Khris poniendo una expresión incrédula ante la idea de que su amigo se olvidara que no le gustaba asistir a ese tipo de eventos -No... creo que no.

Lo imaginaba.

- Venga, incluso convencí a Eric de que es la mejor forma de liberar algo de estrés y también vendrá - aunque le había dicho lo mismo que Khris - Una forma de distraer responsabilidades - argumentó.

-Tuve "mi fiesta" ayer -recordó Khris -Necesito recuperarme de ello y planear cómo me quejaré ante mi psicólogo.

- Anda ya, aquí no te sentirás tan avergonzado - recordó cuando Khris tuvo que abrir uno de sus regalos y era ropa interior con ositos, cortesía de una de sus hermanas, y se sonrió - ¿Me ayudarás? Quiero distraer a Eric y ya no sé si podré hacerlo solo yo...

-¿Distraer a tu novio? -Khris lo miró con incredulidad -Por favor, Dylan, no insistas en que vaya...

- ¿Por qué?

Buena pregunta.

Podría Dylan apreciar el miedo que sentía al sólo pensar en volver a ver a Eric tras haberse escapado cobardemente por recibir un beso suyo.

-Bueno... -dudó -, quizá sólo un momento...

Quizá una media hora, decidió.

Fue entonces cuando se levantó de un movimiento y sonrió al chico que tenía a su lado.

- Bien, nos vemos allí a eso de las nueve, ¿vale?

-Algún día tendré que investigar cómo haces para convencerme Dylan -musitó Khris cansado y apoyó la barbilla en la mano. -Te veré a las nueve.

* * *

Maguie bebió su licor de un trago y golpeó el pequeño vaso en la mesa mirando satisfecha a su rival.

-Cinco -dijo con inmejorable voz y enarcó una ceja -¿Puedes superar eso, Marty?
El chico frunció el ceño y miró el licor notando una visión irregular que no le habría gustado agravar y comenzó a negar provocando la celebración de los que rodeaban la mesa.

- Deja de beber tanto o no estarás en tus cabales para cuando tengamos que presenciar algo - susurró Melanie en el oído de su amiga, a la vez que buscaba algo por toda la sala atestada de gente.

-Mis cinco sentidos funcionan perfectamente -Maguie tomó la barbilla de su amiga y la dirigió a la puerta principal por donde entraba Khristofer para asombro de la mayoría de los chicos -Hallam se ve tan contento -susurró melosa.

Ella suspiró.

- Comprensible por lo que va a disfrutar esta noche - Melanie se mordió una uña de la envidia - Que suerte.

En efecto Hallam se encontraba eufórico al lado del siempre serio de Justin y aun más cuando vio entrar a su presa, relamiéndose los labios.

-Khris se ve tan adorable -Maguie se pasó una mano por el cabello -Tan fuera de lugar...

- Más bien tan ingenuo, no sabe la que le espera - rió Melanie, con una pizca de maldad - ¿Aunque crees que se deje emborrachar tan fácilmente?

-Para eso -Maguie se levantó arreglándose el vestido - me tienes a mí, amiga mía... Justín puede picar el orgullo de cualquiera, aun si es nuestro presidente... Y yo -se lamió los labios -... puedo beber más de 10 vasos de tequila.

Melanie enroscó un mechón de su cabello con un dedo y sonrió fascinada.

- Terminaré por hacerte un pedestal, Maguie - admitió.

-Observa y aprende -susurró la chica con tono sensual y se acercó hasta un desorientado Khris -¿Tu amigo se perdió, Kentz?

-Sólo esta un poco retrazado -murmuró Khristofer sin deseos de hacer plática.

-Oh, mientras lo esperas podríamos jugar un poco -ofreció ella.

Justín miró interesado y revisó su reloj, ¿tan pronto? ¿Nadie les había hablado de paciencia a esas chicas?

-Por el momento no quiero jugar nada que se relacione con el sexo, gracias -replicó Khris.

-Por supuesto que no -concedió ella -Pensaba en algo más... sencillo. Verás, apostaremos prendas por trago.

-¿Que?

-Tequila -corrigió ella -Veamos quién soporta más... Te estoy dando una ventaja de 5 vasos.

Hallam se acercó hasta ellos con un andar de lo más petulante y apoyó el brazo en el hombro de la muchacha con una retadora sonrisa.

- ¿Dejarás que una chica te gane? - preguntó con sorna - Y aun dando tal ventaja, es increíble Maguie, acabarás muy mal.

-Por supuesto que acabará mal -gruñó Khris -Y no tengo por qué seguirle el juego.

-A esto se juega en las fiestas -intervino Justín sin verlo -Ya sabes, Khristofer... una fiesta "real"

Khristofer se mordió el labio inferior ante eso.

- Que poco sentido de la diversión - entornó los ojos Hallam - ¿Acaso tienes miedo de perder, Khristofer?

-Elegiré las prendas -decidió Khris y caminó hasta la pequeña cantina de la casa sin percibir el gesto de victoria de Maguie.

-Gracias, son adorables -ronroneó ella y se acomodó el top -Justín, si Dylan entra tendrás que detenerlo.

Justín hizo un gesto cínico. Aunque había más gente ahí dispuesta a detener cualquier cosa que Dylan intentara.

-¡¡A jugar!! -exclamó Maguie llamando la atención de unos muchachos, en especial su "representante de apuesta" y se acercó hasta Khris -Sírvelo hasta el tope, Marco.
Melanie estaba realmente entusiasmada nada más ver como aquel chico llenaba los pequeños vasos para que diese comienzo aquel juego tan... excitante, por llamarlo de alguna manera.

Hallam se procuró un buen sitio desde donde poder observar todo atentamente y cuando se diese la oportunidad aprovechar para ejecutar su parte del plan.
Casi no podía esperar.

Un pequeño escándalo se provocó por tan absurdo juego. La verdad es que Justín prefirió no verlo ya que comenzaba a sentirse incómodo. Sin embargo el solo recordar la razón volvió a darle seguridad y miró fijamente hacia la puerta. Si Dylan se enteraba la ciudad entera temblaría.

Khris encontró fáciles los primeros tres tragos y levantó la mirada hacia Maguie lentamente reconociendo el mareo que eso le provocó. Frunció el ceño y puso su mejor expresión para que ella bebiera el siguiente trago.

La muchacha levantó el vaso y lo bebió haciendo un gesto absolutamente poco femenino que provocó una ovación en los demás muchachos. Khris no lo agradeció para nada y miró el cuarto vaso servido, lo tomó con firmeza y resopló.

"Odio cuando te pones de necio" se dijo y tragó el licor.

-Eres resistente, cariño -aplaudió Maguie y se retiró el cabello de la cara.

"¿Resistente?", pensó Hallam. Estaba seguro de que Khris había comenzado a ver borroso aunque su actuación fuese excelente.

Maguie tragó el siguiente vaso servido e hizo un gesto coqueto a Khris. Ese era el quinto... tenía que desmejorarse.

Khristofer se lamió los labios y levantó la bebida sin problema para tragarla ante un público asombrado.

Todos sabían que el límite de Maguie eran 12 vasos... Y la verdad el doceavo nunca había sido agradable, pero ella igualó la cantidad y miró a Khris con algo de fastidio.

-Voy por el sexto -informó Maguie levantando el vaso -Elijo la prenda que quiera -y lo tragó.

Khristofer palideció y bajó la vista hacia los vasos con licor... la verdad es que ya no podía. Estaba mareado y asqueado. Un trago más le haría devolver el desayuno... del día anterior a su cumpleaños.

-Escoge -murmuró aceptando la derrota.

Se escucharon varios murmullos de pena al ver que Khris acababa de perder ante la asombrosa muchacha, pero pronto se recuperaron pensando en qué prenda escogería la muchacha.

"Una en la que se vea mas de lo permitido", pensaron algunos y casi que Melanie secundaba esa moción.

Estaba segura de que su amiga sabría escoger bien y volvió la vista vigilando a su alrededor.

Ni rastro de Dylan, pero con suerte pudo ver a la otra presa... ¿Eric rodeado de dos chicos y tres chicas? Pues sí que tenía éxito, sí...

- Llegó nuestro segundo invitado... - susurró con confiabilidad a Maguie - A ver que eliges...

-La mejor de las prendas -replico Maguie -Khristofer, quiero el bóxer.

Las chicas chillaron de excitación ante la petición mientras los muchachos reían.

-Estoy muy borracho -se disculpó Khris con voz áspera.

-Estoy segura de que alguien podrá ayudarte -ronroneó ella -Pero para que veas que no nos aprovechamos de ti, dejaré que sea un chico, ¿Algún voluntario?

Alguno se atrevió a dar un paso pero retrocedió cuando recibió la fulminante mirada de Hallam que ya se había adelantado a todos.

- Yo mismo - ronroneó el muchacho, casi relamiéndose los labios.

-Perfecto -Maguie sonrió.

-Un momento -protestó Khris -No van a quitarme la ropa interior "aquí".

Maguie lo miró como si no hubiese pensado en ese detalle.

-Es cierto, sólo quería tu prenda -miró con pena a Melanie -¿Te parece justo si lo hacen en una habitación?

-Correcto -aceptó el chico.

-Hallam, creo que tendrás que... "arrastrar" a Khris, dudo que pueda ponerse en pie.
Khristofer se ruborizó humillado.

- Encantado - dijo él pasando un brazo de Khris por su cuello y una mano por la cintura del muchacho hasta levantarlo - En seguida regresaremos...

Y dejó caer esa frase con notable doble sentido, aunque dudó que Khris fuese consciente de ello, para arrastrarle hacia el interior de enorme casa.

Melanie suspiró nuevamente con envidia y no pudo más que observar al otro muchacho.

En verdad Eric no parecía estar molesto con tanta gente alrededor suya, pero sí lo estaba con la idea de que Dylan no estuviese allí a la hora que habían acordado.

La música no le gustaba y lo que tenía en la mano dudaba mucho que fuese ponche, pero era mejor que aquellos pesados que tenía encima.

"¿Quieres bailar?"

"¿Te sirvo algo más? ¿Yo, por ejemplo?"

Era alguna de las cosas que había tenido que escuchar en los quince minutos que ya llevaba allí.

- ¿Sabes? La planta superior son las habitaciones de la fraternidad. Muy grandes y cómodas, ¿quieres que te enseñe una? - preguntó una chica con total descaro y coqueteo a Eric.

- Estoy ocupado - dijo él, secamente, haciéndole ver que con lo que estaba ocupado era bebiéndose aquella cosa rara que tenía en el vaso.

- ¿Y después de que termines? - volvió a insistir.

- Me tomaré otro vaso.

Ella arrugó la nariz y decidió retirarse insultada por la frialdad del muchacho, cosa rara ya que ella solía tener siempre mucho éxito...

Eric volvió a buscar a Dylan con la mirada pero no le encontró, sin embargo sí que vio a Khris "subir" las escaleras en compañía de alguien más, pero no le dio importancia.

Su mente no, pero un vuelco de su corazón sí.

Y Eric creyó que tenía la mala suerte persiguiéndole cuando entre la gente aparecieron aquellas dos mujeres que tanto querían burlarse de él.

¿Ahora que inventarían de nuevo? ¿Tirarle el vaso de ponche encima?

-Así que viniste -ronroneó Maguie, obviamente muy borracha ya -¿Te divierte mi fiesta, Wyndham?

- No - negó tajantemente Eric - El ponche es asqueroso.

-Debes ser poco resistente al vino como Kentz -dijo ella sin darle importancia -Deberías visitar las habitaciones, a los chicos fríos parece gustarles más, ¿No Melanie?... Khristofer prefirió una.

- Con la compañía que llevo dudo que se aburra en ellas... - asintió Melanie.

- Que él prefiera una, no significa que yo tenga que ir también - argumentó él, olvidando aquel vaso en una mesa cercana.

-Cierto -Maguie rió estúpidamente -Hay quienes no tienen sangre en las venas... Y en lo personal espero que Khris reúna la cantidad suficiente en el lugar adecuado. ¿Nos vamos, Melanie?

La morena asintió tomando a Maguie por un brazo para sujetarla por la borrachera que llevaba ya encima y se alejaron de allí, no muy lejos... lo justo para poder ver ciertas reacciones.

Eric enarcó una ceja reuniendo la información dada y solo le vino a la mente que aquel tipo se aprovecharía del estado de Khris.

- Genial - masculló y comenzó a andar hacia la lejana escalera, si es que la gente que le entorpecía el camino le dejaba llegar hasta ella.

Una oportunidad así no se repetía todos los días. Ni siquiera cada mes.

* * *

Hallam acomodo a Khris para no causarle más estragos con el alcohol que había bebido y lo miró de pie. Se veía hermoso.

Bien, de acuerdo al trato debía averiguar si era virgen.... aunque después de lo que tenía pensado hacerle estaba seguro de que no lo sería, así que decidió pasar eso por alto y se inclinó metiendo las manos por debajo de la camisa y saboreando cada centímetro de la suave piel.

Delicioso... y todo suyo.

Hallam se acomodó sobre él apoyando su peso sobre sus rodillas y levantó la camisa hasta ver expuesto el pecho pálido, sin poder esperar más comenzó a besar y mordisquear la piel.

-¿Hallam... ? -preguntó Khris de manera torpe -¿Que rayos...? ¿Qué haces?

- Uhmmm.... ayudarte a quitarte esos boxers - mintió Hallam.

El hombre tomó una de las tetillas de Khris en su boca para deleitarse con su sabor y una de las manos llegó justo sobre su entrepierna comenzando a acariciar por encima del pantalón.

Khris percibió una alarma dentro de su cabeza y estiró la mano para apartar aquella que le acariciaba de manera tan íntima.

-No lo lograrás así -protestó -Quítate de encima...

Pero Hallam sorteó la mano que Khris había descendido y volvió a posarla allí, con más descaro, introduciéndose por debajo de la ropa y teniendo contacto directo con aquel músculo que masajeó mas directamente.

- Estoy muy cómodo así - susurró abandonando el pecho del muchacho.

Los labios de Hallam recorrieron el cuello y besó éste hasta estar seguro de dejarle una pequeña marca que sería reconocida como su sello. Después se aseguro de obtener un beso del delicioso muchacho con bastante rudeza.

Khris forcejeó.

No. ¡Eso no podía estarle pasando a él!

"No, por favor", rogó haciendo más fuerza y una imagen lo golpeó. Una donde había igual fuerza y brutalidad.

Khris gimió entre el beso y arañó la cara de Hallam mientras luchaba furioso por liberarse.

Hallam se incorporó un poco tocándose la cara y viendo que había conseguido hacerle sangre con uno de los arañazos.

Pero eso solo consiguió que sonriese más y que atrapase las muñecas de Khris contra la cama mientras que su boca descendía de nuevo hasta su pecho para lamer.

Eric comenzó a subir los peldaños de dos en dos en cuanto alcanzó la deseada escalera, con un temor en su cuerpo que no le dejaba mantener cierta cordura ante la situación.

Sin saber por qué aquello se le hacía extrañamente conocido y la sensación de la noche anterior volvía a embargar todo su cuerpo. Nada más rezó para que no volviese a sufrir una crisis.

Ahora necesitaba todos sus sentidos consigo y también su inteligencia, porque si tenía que irrumpir "algo", enfrentarse con aquel tipo que era el doble de grande que él, sinceramente iba a ser un suicidio.

Pero tenía que detenerlo.

Más allá de que fuese el mejor amigo de su novio, "sentía" que tenía que salvarle de aquello.

Al llegar a la primera planta odió ver tantas puertas y todas cerradas, así que tendría que ir revisando una por una y quien sabe si no sería demasiado tiempo.

Tendría que haber reaccionado nada más les vio subir.

Tenía que haberlo hecho.

Abrió cada habitación. Incluso sorprendiendo a unas cuantas parejas que le tiraron objetos por haberles "interrumpido", pero con suerte ninguno logró alcanzarlo.

Comenzaba a desesperarse cuando al abrir una de las últimas los encontró.

Encontró a Hallam sujetando con fuerza a un Khris que trataba de revolverse y le hizo enfermar.

De nuevo ocurría lo de la noche anterior, imágenes que le traían dolor se sucedieron una tras otra y luchó por alejarlas para concentrarse en lo que tenía frente a si.

- ¿Molesto? - preguntó Eric, con altanería.

Necesitaba seguridad, Hallam era demasiado grande y él no era bueno en las peleas.

-Aun puedes evitarlo -dijo Hallam con altanería -Vete y no tendrás la "imprudencia" de interrumpirme.

- No, no - movió Eric el dedo afirmando su negación con seriedad - No debí expresarme bien, es que quiero eso precisamente, molestar.

Y dio unos cuantos pasos hacia dentro de la habitación sin tratar de mostrar cobardía.

-Pues lo lograste -Hallam miró a Khris -No te muevas.

-Seguro -ironizó el chico, en especial por que el primer movimiento brusco le provocó otro mareo, pero pensaba irse de ahí si tenía oportunidad.

Hallam se adelantó y tronó sus nudillos.

-Más vale que seas bueno, chico... No quiero perder mi tiempo.

Eric pensó que lo iba a perder y maldijo por no haber tomado clases de defensa personal cuando tuvo la oportunidad. Aunque tampoco hubiera tenido suerte con ellas.

Se puso en posición de defensa y abrió desmesuradamente sus ojos dorados cuando Hallam se había lanzado sobre él con la intención de atizarle en la cara.

Pero no lo consiguió, ya que con suerte Eric logró esquivarlo, pero sintió dolor en el estómago instantes después y se dobló tosiendo ruidosamente.

¿Desde dónde había venido ese golpe?

Hallam sonrió. Lo tenía. Unió las manos y las empuñó para darle un fuerte golpe, pero un fuerte golpe en la cabeza se lo impidió y antes de poder reaccionar ante el agresor perdió el conocimiento cayendo pesadamente.

-Ahí va uno grande -rió Khris antes de girar y vomitar en... algo.

* * *

Dylan atravesó la puerta de la entrada de la casa sin dejar de ver su reloj. Casi una hora tarde y sentiría que le iban a crucificar por ello, pero no tuvo la culpa, fue el coche que se estropeó a mitad de camino y tuvo que hacer la otra mitad andando.
El joven los buscó por toda la sala, pero había tantas personas que no acababa bien de distinguir.

Oh, un segundo, había podido localizar a Justin.

- Hey, ¿has visto a Khris por aquí? - preguntó nada más alcanzarlo - O a Wyndham en su defecto.

-Khris esta arriba -dijo Justín sin darle importancia a las señales de las dos chicas que estaban en una esquina -Bastante bebido y con un... "come hombres".

- ¿Qué? - no creyó haber escuchado bien Dylan - ¿Y te quedas tan tranquilo?

-Khris ya esta bastante grandecito para saber con quien comparte una habitación -murmuró Justín -Además, para él no sería raro hacer "algo" así, ¿no?

- Deja de decir tonterías, Justin - gruñó Dylan y, al contrario que Eric, no tardó tanto en alcanzar las escaleras para buscar la maldita habitación.

* * *

Un jarrón.

Khris le había golpeado con un jarrón que lucía tan destrozado como lo tenía que estar la cabeza de Hallam en esos momentos y Eric sintió dolor.

Pero no el dolor que aun residía en su estómago por el golpe sino por otro tan lejano que le aterraba.

Ahí estaba de nuevo y apenas pudo percibir cuando unas manos se aferraron a sus hombros y le movieron ligeramente.

- ¿Eric? - preguntó Dylan, consternado por lo pálido que estaba.

- Ocúpate de tu amigo, él está peor que yo... - alegó, empujándole hacia donde se encontraba él.

Con pesar, Dylan le hizo caso y se acercó hasta donde estaba él para ponerle una mano tranquilizadora en el cuello.

- Estás hecho un desastre... - murmuró viendo con lejanía a Hallam.

En cuanto recuperase el sentido Dylan se iba a encargar de quitárselo de nuevo, no sin antes hacerle sufrir un poquito.

Nadie le ponía las manos a las personas que apreciaba, sin el consentimiento de estos.

Khris terminó de vomitar y se aferró al brazo de Dylan.

-Creo que me voy a morir -rió -Tuve suficiente de fiestas, ¿nos vamos?

Dylan limpió a su amigo con el borde de la colcha de la cama y pasó un brazo por su cintura para levantarlo.

- Son mejores las fiestas que hacemos delante de la pantalla de tu televisor - asintió Dylan y acarició el cabello negro de su novio cuando tuvo oportunidad de tenerlo a su lado.

Si Eric le había ayudado, no tendría palabras bastantes para agradecerle el gesto. Y aunque el de ojos dorados quiso ayudar a bajar a Khris por las escaleras desistió de ello viendo que Dylan se bastaba solo.

- Creo que Hallam ha perdido - rió Melanie, viéndolos caminar hacia la salida.

-Eso parece -Maguie sonrió con maldad -¡Hey, Khris! ¿Dónde esta mi prenda?

-Te la mandaré por correo -dijo el chico -Mientras puedes irte mucho al infierno, Maguie.

La chica rió con descaro.

- Aun así seguimos sin saber si esos dos tienen algo - Melanie hizo un puchero porque estaba segura de que también se habían quedado sin la dicha prenda.

Justín frunció el ceño. Esos tres no parecían definibles con facilidad y la verdad es que se estaba comenzando a impacientar.

Bueno, ya hallaría las respuestas por otro medio.

* * *

Le dolía la cabeza.

Khristofer gimió de manera lastimera esperando que eso parara la discusión de sus tres hermanas presentes, pero eso no pareció surtir el efecto deseado ya que ellas seguían discutiendo sobre quién debía quedarse a cuidarlo por la noche.

-¿Y si se quedan las tres? -propuso para parar la discusión.

-No estás en posición de hacer propuestas, jovencito -advirtió Karla con un gesto severo que provocó una mueca de dolor en Khris, ya que eso significaba que tardarían más en “charlar”.

Susan no se había unido a la discusión. Permanecía en la sala junto con su hermano Maxwell atendiendo a los amigos de Khris. Especialmente a Eric, quien había recibido un golpe.

-Las fiestas que hacen los Universitarios son muy peligrosas -murmuró la mujer revisando el golpe -, no puedo creer que se arriesguen tanto.

-No pasó nada -murmuró Max.

-Tu concepto de “no pasó nada” es irrelevante, Max -Susan lo fulminó con la mirada -Nuestro pequeño esta ahogándose en licor y uno de sus amigos resulta herido. Ni me quiero imaginar lo que provocó esto.

Max si quería saberlo. Y lo dejó bien claro mirando con seriedad a Dylan.

Dylan quizá pudiese explicar con alguna tontería la borrachera de Khris y tratar de evitar el relatar el motivo principal, puesto que sabía que entonces no le dejarían volver a pisar la calle en lo que le restase de vida.

"Clases privadas en casa"

Sólo eso le hizo estremecerse... pero... ¿cómo explicar el golpe de Eric? Eso estaba más difícil.

Así que trataría de escabullirse todo lo posible.

- ¡Duele! - se quejó Eric, apartando la mano de la mujer de su estómago, cuando comprobaba por enésima vez si no tenía nada roto.

-Claro que duele -Corroboró Susan -, pero no más de lo que le dolerá a Khristofer la cabeza.

Cosa que, Max sospechaba, se agravaría por la discusión que sus hermanas menores tenían en la habitación. Y que ya comenzaba a escucharse en la planta baja.

-Pobre chico -susurró.

-¿Pobre? -Susan fulminó a su hermano mayor -¡Llegó ebrio!

Max enarcó una ceja.

-Podrían pasar la noche aquí -dijo el hombre -Ya saben... "Apoyo moral".

Por parte de Dylan no habría problema, pero vio como Eric se había quedado pensativo y parecía demasiado cansado como para dar un paso más.

Normal, nunca se metía en ningún problema y ahora le había dado uno demasiado fuerte.

- Es tarde - repuso Dylan -, con una llamada puedes arreglarlo, ¿no?

Eric volvió la mirada hacia él y verificó la hora. Cierto, a esas horas ya estaría durmiendo y sería mejor no despertarle.

- De acuerdo... ¿puedo hacer una llamada? - preguntó el herido.

-Desde luego -Max suspiró aliviado señalando el teléfono y miró a su hermana -Dile a esas desalmadas que bajen de ahí.

-Supongo que Dylan podría cuidarlo -Susan se sintió ligeramente herida -Después de todo es solo una borrachera.

- Claro, dejen al experto - Dylan se enorgulleció y después se sintió idiota. Menos mal que Eric había ido a llamar, doblado, por cierto.

Susan resopló algo exasperada y subió a la parte de arriba como Max lo había esperado. Finalmente el hermano mayor de Khris se acomodó en el sofá y miró a Dylan serio.

-Bien, puedes empezar.

Bien, haría todo lo posible por sonar convincente, había practicado mucho con Khris y una vez logró engañarlo, así que no debía de ser tan malo.

- No fue importante... - comenzó con naturalidad -, retaron a Khris a un juego de prendas con alcohol y de ahí su borrachera... aunque después tropezó con otro que iba igual o peor y se tomó el choque a mal, así que Eric trató de pararlo y recibió él...

-¿Mi hermano jugó prenda? -preguntó Max incrédulo y rió -¿Ganó?

- Por los pelos - mintió aun más con una sonrisa - Aunque creo que dejamos olvidada esa prenda en el taxi... me matará cuando sepa que perdí su "trofeo"...

-Si no es que lo matan primero sus hermanas -Max se levantó -Pensaba dejarte en la habitación con Khris, pero no sé si a Eric le moleste compartir los gemidos de un borracho.

- Eric tiene el sueño demasiado pesado, dudo que se enterase de algo - comentó sin importancia, y después se dio cuenta de la "gravedad" de las palabras y trató de no ruborizarse - No habrá problema imagino, estamos para el apoyo moral... ¿no?

-Si -Max se mostró preocupado -Jamás había tenido a mi hermano menor bajo efectos del alcohol y me parece que no se ha dado cuenta de lo que puede "imaginar".

- Para todo hay una primera vez - Dylan no entendió a qué se había referido con lo de imaginar, pero lo dejó pasar - Seguro que después de esta no querrá volver a ver alcohol.

- Ni yo una de tus fiestas salvajes - replicó Eric, volviendo junto a ellos haciendo una pequeña mueca.

-Eso espero -Max se levantó y guió a sus invitados a la habitación. Agradeció que sus hermanas hubiesen arreglado todo y se acercó hasta la cama donde Khris había sido acomodado desde que le vieron llegar en ese estado para acariciar el cabello revuelto. -Buenas noches, campeón.

-Ya no soy un niño -gruñó Khris con voz áspera -Váyanse a dormir, ¿quieren?

-Seguro -Max se encogió de hombros -No vayas a morder a tus invitados.

Khris resopló y esperó a que sus hermanos salieran para sentarse con lentitud y ver, lo que su hermano había llamado, invitados.

-¿Supo? -preguntó a Dylan refiriéndose a lo que ocasionó su borrachera, aunque no estaba seguro si el propio Dylan lo sabía bien.

- Ni siquiera yo sé que ocurrió del todo - frunció el ceño Dylan - Solo supe tu juego de prendas, a partir de ahí lo invente todo. ¿Qué demonios pasó?

Eric no habló, nada más se dejó caer sentado en donde decidió que iba a dormir y a descansar por lo menos hasta que amaneciese.

Incluso se permitiría el lujo de faltar a clase si el dolor seguía allí...

-Oh -Khris se ruborizó -Perdí con una mujer que me dio ventaja de 5 tragos y me pidió el bóxer... No quiso abochornarme, así que dejó que otro chico me ayudara... Hallam Lane... Sólo que fue bastante diferente a lo que esperé -Khristofer miró a su amigo con algo de miedo -¿Has tenido la sensación de haber pasado por algo aunque esa sea la primera vez?

Mataría a Hallam Lane.

- Deja vu... - susurró Eric.

- ¿Uhm? - Dylan no lo entendió muy bien.

- Eso es a lo que se refiere.

El moreno se volvió hacia su amigo con preocupación.

- No me digas que ya habías pasado por algo así....

Khristofer se ruborizó. Claro que no había pasado por algo así... No ahora.

Negó con movimientos bruscos y casi gimió por hacerlo.

-Hallam es muy fuerte -Khris apretó las mantas con los puños -... me pareció... ver algo relacionado con la misma fuerza, con la más violencia... Y entonces... el jarrón...

Ya lo había hecho...

Para evitar un daño aun más fuerte y con la misma conveniencia de no pelear por una clara desventaja.

El chico apretó los labios incapaz de explicarse a su mejor amigo.

-Si Eric no hubiera llegado... -susurró afectado y bajó la cabeza hasta apoyarla en las manos.

Cada palabra de Khris se clavó en Eric y lo que describía pasaba tan claramente por delante de sus ojos como cuando subía las escaleras.

Algo había dicho aquel hombre antes de recibir el jarrón que le dejó tirado en el piso.

¿Pero qué?

No conseguía descifrar las palabras, no podía entenderlas. Solo captaba el dolor desgarrador en su interior y cierta relajación cuando él le salvó.

Y volvió a ver aquellos hermosos ojos cafes.

Eric se echó la mano a los suyos tratando de parar todo aquello, no podía sufrir otra crisis, no podía permitirlo, y menos delante de ellos.

- Pero llegó - irrumpió Dylan en sus pensamientos.

Sí, Eric llegó como aquel hombre en las imágenes.

- Creo que ambos os estáis dejando llevar mucho por el estrés... debe de ser contagioso - intentó bromear Dylan.

Khristofer se permitió sonreír a su amigo y se acomodó con cuidado en las almohadas.

-Mi psicólogo dice lo mismo -informó divertido -Me parece que en los informes anota que estoy loco o algo así, por que mis hermanas me miman más y hacen lo posible por avergonzarme con más ganas.

- Genial, si anota eso yo también debo de estar como una cabra - resopló Eric, siguiendo el mismo movimiento de Khris, y miró al techo con desgana.

- Mis cabras preferidas - rió Dylan.

- Cierra la boca - espetó Eric, con molestia.

Dylan solo suspiró ante la respuesta, Eric parecía estar con el carácter más ácido que de costumbre.

- ¿Qué tiene que ver la locura en que te avergüencen más?

-Sobreprotección -murmuró Khris -Creo que tienen miedo que me olvide de quién soy...

- Creo que lo estáis llevando todo demasiado lejos - contestó Dylan.

-Quizá -Khris le arrojó una almohada -¡Buenas noches!

- Buenas noches - Dylan también se tumbó y acomodó aquella almohada - Y no ronques, Khris.

Eric también dio las buenas noches y nada más esperaba que la luz no se apagase. Pero sabría que aquello no sería así...

Maldición, quería su casa...

* * *

-¡¡Parque!! ¡Parque!... ¡Parque!

Khris agarró la almohada para ponérsela sobre la cabeza y agradeció que su sobrina estuviera brincando sobre otra persona y no sobre él. Ya se encargaría de averiguar quién era la víctima.

- ¿Un terremoto?

Eric alcanzó a abrir los ojos y ver tan cerca de él una preciosa carita que simplemente no lo creyó posible.

¿Dónde estaba?

Ah... en la casa de Khris.

- Claire... - Eric alargó las manos y abrazó a la niña con una sonrisa.

-Tu no eres osito -la niña lo abrazó -¿Vienes al parque?

- Lo siento pequeña... - dijo somnoliento aún - Tu maloso tiene otras cosas que hacer...

-¡Llévame! -solucionó la niña y se liberó para seguir brincando, esta vez en dirección de la cama correcta, pasando por un desafortunado Dylan. -¡Osito, osito! ¡Vamos con mi maloso!

Khris atrapó a la niña y le revolvió el cabello.

-No te has lavado la cara -le tocó la nariz -Y no me llamo osito, Claire.

-Kiss -corrigió ella entre risas -Hueles raro, tío.

-Si -el chico hizo una mueca -Ve con mama mientras nos aseamos... Y molesta a Carter para que gastes un poco de energía.

Claire rió bajando de la cama hablando de galletas.

- Cuando no están tus sobrinos se duerme mejor - recriminó Dylan metiendo la cabeza bajo las mantas de nuevo.

Eric por su parte se había puesto en pie para estirarse y suspirar profundamente.

- Tendrás que explicarle que no puedo ir - reiteró Eric, con pesar.

-Se le pasará -Khris se levantó para buscar un vaso y servirse agua -Claro que cuando te vea de nuevo no te dejará en paz... Lo cual agradeceré ya que podré encargarme de mis otros sobrinos sin morir en el intento.

¿Dónde estaba el agua?

Maldición, Khris sacó una toalla y caminó directo a la regadera.

-El desayuno debe estar servido ya -señaló antes de perderse en el baño -Pueden lavarse y bajar antes.

- No tengo tiempo - miró Eric el reloj y se pasó la mano por el cabello exasperado.

- Solo tienes que desayunar, no vas a ir sin nada en el estómago - repuso Dylan, sacando nada más que la cabeza, y sabría que dijera lo que le dijera no le haría caso.

- Estará molesto por no haber pasado anoche por él - Eric se abotonó la camisa arrugada y notó como le gruñían las tripas - Ya comeré algo en cuanto llegue...

Eric se inclinó sobre Dylan y le dio un fugaz beso que el moreno casi no pudo saborear y sentirlo.

- Despídeme de Khris... te llamaré a la tarde.

Y sin más palabras Eric salió al pasillo mirando a un lado y a otro para intentar no encontrarse con la pequeña.

Dylan puso las manos tras la cabeza y cerró los ojos. Qué situaciones más extrañas y qué persona más extraña.

Pero aun así la amaba...

Khristofer salió con la toalla enredada en la cintura y miró a su amigo con una ceja enarcada.

-¿Voló la paloma? -preguntó buscando ropa limpia.

Dylan asintió.

- Tenía demasiada prisa por irse...

-Sus razones habrá de tener -Khris comenzó a cambiarse con velocidad -Es muy raro a veces... Incluso a mí llega a sorprenderme...

- ¿Sorprenderte? - Dylan enarcó una ceja.

-Si... Es que es muy frío... Pero tiene a mi sobrina enamorada -Khris tropezó con un zapato y maldijo -A mis hermanas intrigadas y a mi sorprendido... Digo, a tí te costó más trabajo.

- ¿Y no es adorable? - rió Dylan.

…ste se incorporó en la cama con un gruñido deseando quedarse más en ella, pero sabía que no podía ser de esa manera.

- Eric es especial... - susurró con lejanía - Sé que se esconde detrás de esa actitud, pero no llego a imaginar las razones del por qué.

Dylan suspiró.

- Nunca habla de sí mismo, si descubres algo es por pura casualidad, pero quiero estar ahí el día que cambie... Tiene buena mano con los niños - el río un poco - Algún día sabrás por qué.

-Ya veremos si ese día llega -Khris terminó de peinarse y suspiró -A la mesa... debo calmar a la fiera de mi sobrina.

- Me da miedo -Dylan terminó por levantarse y solo se pasó los dedos por el cabello para "peinarlos" - ¿Me protegerás?

-No... Me protegeré contigo.

- No es justo, ¡es tu sobrina! - lloriqueó Dylan saliendo con él al pasillo.

-Exactamente... Sé que me conviene ofrendarle carne fresca.

En realidad Khristofer estaba exagerando un poco, pero cuando Claire vio que faltaba uno de "sus" invitados comenzó a lloriquear... y la situación empeoró cuando a Khris se le escapó decir que se estaba bañando, así que el culpable, a los ojos de la niña, resultó ser Dylan.

-Yo puedo ayudarte, prima -ofreció Marsh con una malvada sonrisa antes de ser calmado por su padre.

Dylan frunció el ceño en dirección a Marsh después de haber pellizcado a Khris, ese niño sí que podía ser un verdadero demonio y le daba mas miedo que la pequeña.
- Me dijo que te traería algo bonito como disculpa - intentó calmar así a Claire.
-¡Quiero verlo ahora! -exclamó la niña molesta.

Khris miró a su hermana con la esperanza de que calmara a su hija, pero Susan le regresó una mirada de "tu-lo-provocaste" así que desistió.

- Pero no puede ser, se fue a su casa, Claire... - insitió Dylan.

-¡¡Iremos a su casa!! -insistió la niña.

-Perfecto -murmuró Susan -De regreso cómprale una nieve, Khris.

-No puedes estar hablando en serio -dijo el chico.

-Estoy hablando muy en serio -señaló la mujer -Si pudiste emborracharte podrás cuidar a una niña de 3 años.

Khris miró a Dylan pidiendo ayuda.

- Tiene toda la razón - sonrió Dylan ampliamente por haberle dejado descubierto ante Claire - Te daré la dirección, mi padre me pidió ayuda para arreglar algo en la casa... así que tendrás que cuidarla tú sólo...

-Y así te haces llamar mi amigo -gruñó Khris entre dientes y continuó comiendo.

* * *

Sonidos de una pistola láser llegaban hasta la calle, del pequeño que sostenía el juguete a la vez que corría detrás de alguien, con la mirada iluminada.

- Que daño, que daño, no me mates - rogó Eric, sobre actuando cuando se llevó la mano al pecho y fingió estar herido.

El mayor hizo varios movimientos ridículos que al niño le encantaron, antes de caer al suelo por completo y hacerse el muerto.

El pequeño se acercó hasta él, volviendo a activar la pistola, asegurándose de que estaba bien muerto.

- ¡Sorpresa! - Eric abrió los ojos con una sonrisa malvada y alargó las manos hacia el pequeño - ¡Me he vuelto inmortal y ahora te tengo en mis garras! ¡Sufre el castigo por intentar liquidarme, guerrero del espacio!

Claro que su castigo fueron cosquillas y las risas de ambos se extendieron por el jardín delantero de la pequeña casa.

Cosa que Khristofer jamás creyó escuchar, ni reconocer como las de Eric y... algún niño más. Por supuesto que eso emocionó a Claire y la niña corrió lo que la separaba de la puerta y brincó para tocar el timbre sin éxito.

Khris la levantó en sus brazos y dejó que ella tocara...

Una... dos... Con tres veces sería suficiente y el chico alejó a su sobrina lo suficiente para que sus manecitas no tocaran más al inofensivo aparato.

Un niño había salido de alguna parte, y no de la puerta a la que habían llamado, y llegado hasta ellos con aquella pistola en la mano, apuntando al más alto de los dos.
Después disparó.

- Muerto - rió él, con aquellos grandes ojos dorados chispeantes de vida.
Khris parpadeó, eso si que le había tomado por sorpresa. Pero a Claire nada la tomaba por sorpresa y dejó caer su muñeca.

-¡Has herido a Patricia! -exclamó de manera dramática. -Tío, ha herido a Patricia.
Khris cerró la boca y liberó a su sobrina para que atendiera a... su muñeca.

-Seguro Dylan se equivocó en algún dato -murmuró leyendo de nuevo la dirección, por si el equivocado pudiera ser otro.

- Guerrero del espacio, ¿dónde te has metido? Estoy a punto de destruir tu casa...

…l calló en el mismo momento en que pudo ver a Khris sin poder creer que estuviese allí y el niño a su lado aun disparando a la muñeca con saña. Eric había gateado desde la parte trasera de la casa hasta el porche y ahora así como se encontraba, gateando sobre la hierba y demasiado conmocionado para poder decir nada más.

El niño miró en su dirección y olvidó la muñeca para correr hacia él y no detenerse, derribándole en el suelo y seguir disparando encima de él.

- Necesitarás algo más para lograr matarme - dijo Eric con tono de maldad fingido y al niño no se le ocurrió otra cosa que darle con el mango del revolver - ¡Au! ¡Niño malo! Así no...

-¡Tu niño mató a mi muñeca! -protestó Claire.

-Matará algo más de seguir así -decidió Khris y se acercó para arrodillarse de tal manera que el niño le escuchara -Soy un comprador intergaláctico... Te cambio a tu enemigo por... -miró a su sobrina -Te daré a Lady Claire, princesa del planeta de las perlas más valiosas de todo el Universo.

Claire miró a su tío impresionada.

-¡Perlas y joyas! -corrigió ella.

-Eso... -Khris sonrió.

El niño se quedó quieto mirándolos a ambos como si estuviese analizando la situación y después asintió quitándose de encima.

- Trato hecho - para afirmar más ese punto él le estrechó la mano a Khris - Pero tenga cuidado, hecha rayos por los ojos y su ataque de cosquillas puede ser mortal - y lo dijo con tal seriedad que pudo sonar hasta real, hasta que empujó a Khris sobre Eric - Así estará inmovilizado - sonrió después y fue hasta la niña tomándola de la mano y apuntando al "monstruo" por si se le ocurría hacer algo extraño.

-Kiss también es peligroso -señaló la niña -Me robó de mi planeta escupiendo fuego sobre la guardia.

-Y lo hice en 5 minutos -Khris fingió amarrar a su nueva... presa y sacó los lentes para ponérselos a Eric -Con estos lentes neutralizaré los rayos.

- ¿Te quitó tu planeta? - el pequeño abrió la boca sorprendido - Creo que me hará falta el cañón láser, yo haré que te lo devuelva y os protegeré, princesa Claire.

Y sin más el niño tiró de ella hacia dentro de la casa para buscar su nuevo juguete.

- Si te da con eso te matará de verdad - parpadeó Eric, sin acostumbrarse a ver por aquellas gafas. Claro, él no tenía ningún problema ocular...

-Le ofreceré un tributo -Khris se buscó en las bolsas hallando un chocolate -El tesoro de la estrella de Orión, lo que guerreros y sacerdotes buscan con tanto fervor... Y si no funciona, puedo ofrecerle a Patricia, la hermana menor de la princesa, dueña del planeta vecino con vetas de monedas de oro.

Eric volvió a parpadear escéptico y se llevó una mano a los labios intentando reprimir la risa.

Pero no pudo y acabó riendo a pleno pulmón.

- No sé quién es más crío de los tres - se burló y le extrañó lo mucho que tardaba en regresar, ya que el juguete estaba al alcance. Entonces recordó algo y entornó los ojos - ¿Me liberas?

-Me costaste mucho -Khris enarcó una ceja -Todo lo que me queda de una fortuna es una muñeca. -aunque también le extrañó no ver de regreso a los niños -Vale, vamos los dos.

Eric logró levantarse y sacudirse el pantalón.

- Una muñeca dueña de un planeta de monedas de oro - recordó Eric con una risa leve- No te quejes tanto.

El interior de la casa, era, como decirlo, todo lo contrario a lo que Eric dejaba ver en su carácter diario. Acogedor, agradable y, porque no, apacible.

…l puso dirección a la cocina sabiendo perfectamente de donde venían los ruidos y al abrir la puerta los pilló con las manos en la masa.

El niño abrió mucho los ojos por ser sorprendido con la cuchara dentro del bote de helado y Claire también tenia una dentro de la boca.

- Papá, ¿podemos tomar helado?

Eric no pudo creer lo que escuchó.

- ¿No crees que es un poco tarde para preguntar cuando ya lo estás tomando, Jei?

El niño bajó los ojos y movió su cuerpecito de un lado a otro como caprichoso.

-Come helado con nosotros -ofreció Claire levantando su propia cuchara -Kiss... esta rico.

Aunque Khris tenía otras cosas en mente. El hecho de que ese niño fuera hijo de Eric, por ejemplo.

-¿Lo garantizas, Claire?

-Rico -repitió la niña y volvió a llenar la cuchara para ofrecer a Jei esta vez.

Sin embargo, que Khris lo hubiese escuchado no pareció preocuparle a Eric en lo más mínimo y acercó la cara a Claire.

- ¿Me das a mí?

Jei llenó rápidamente su cuchara y se la ofreció a su padre.

- No, no, ¡yo te doy papá!

-¡No! -Claire acerco su cuchara -…l es mi protegido. Debo darle yo.

- Pero es mi papá - Jei se lo hizo saber bien claro a Claire, y luego miró con un puchero al que tenía al lado -, ¿verdad?

Eric rió por la actitud posesiva del niño.

-Claro.

-Puedes mimar a tu tío, Claire -ofreció Khris acercándose para acomodarle el cabello y rogando por que no se ensuciara demasiado.

-Tu ya tienes un ángel -protestó la niña levantándose para abrazarse de Eric -Que él te de helado.

-Esta bien -Khris levantó los brazos en señal de derrota -estaré en la sala curando a Patricia mientras ustedes se pelean por Eric... aunque eso no significa que no me sienta herido.

Eric abrazó a la niña para molestia de Jei sin dejar de mirar al ofendido Khris con una suave sonrisa.

- Y si... ¿Jei te enseña sus juguetes? Quizá encuentres un amiguito para Patricia - le dijo a la pequeña.

-Si -aceptó Claire -¡Juguetes! ¿Puedo, Jei?

- ¡Claro! - aceptó el niño olvidando todo lo demás y volvió a tomar la mano de la niña cuando su padre la dejó en el suelo. Aunque luego se volvió hacia él antes de abandonar la cocina - Pero no te comas mi parte del helado.

Y después se marchó. Eric miró el bote y enarcó una ceja.

- ¡Pero si ya se comió su parte! - se llevó una mano a la frente y negó levemente - Que desastre... ¿quieres que te de yo helado? - dijo a Khris conservando aun la sonrisa que le había dirigido a Jei.

-¿Tu parte? -preguntó Khris correspondiendo a esa sonrisa -Podría comerla sin problemas.

Eric sacó una cuchara limpia de un cajón de la encimera de madera y le tendió el utensilio junto con el bote.

- Adelante - ofreció intentando ignorar cierto cosquilleo -, después me vengaré de Jei comprando pastel y comiéndomelo yo solo - dijo con cierta pizca de maldad.
Khris recibió ambos artefactos se acomodó en el sofá. Comenzó a comer con lentitud hasta que recordó que no se había explicado con Eric.

-Claire quería venir a verte -comenzó tras lamer la cuchara -Se supone que vendría con Dylan, pero logró safarse.

Vaya. Así que ése era el motivo.

- ¿Dylan escaparse? Que extraño - dijo con cierto punto de ironía - Pero me alegra ver que Claire no esté molesta por no llevarla al parque, puedes traerla siempre que estemos en casa - ofreció - Parece que hizo un nuevo amigo.

-Lo tendré en cuenta -prometió Khris y lo miró curioso -No me incumbe, pero es un niño precioso -se ruborizó -Quiero decir... no sabía que tuvieras uno.

- No dije que lo tuviese - cortó Eric, sentándose a su lado en el sofá - Pero lo tengo, él causó mis prisas ésta mañana, tenía que recogerlo o se iba a enfadar mucho - Eric era todo un dulce al estar hablando del niño - Y puede ser el niño más rencoroso si encuentra un motivo...

-Y ahora es amigo de una mimada -resumió Khris pensando que sería prudente no preguntar por la madre y tragó otra cucharada de helado -Si tienes problemas para cuidarlo puedes avisarme, mis hermanas estarán encantadas de tener a alguien más para mimar.... y yo lo agradeceré con creces.

- No sabes donde te has metido con esa oferta... - bromeó él. ¡¿pero dónde estaba aquel chico frió y distante?! En verdad Eric se sentía incómodo con Khris allí, pero a la vez su cuerpo se relajaba de tal manera que no podía comprender - Tengo a la pobre vecina de "niñera", aunque ella dice que lo hace encantada, pero es mayor y me deja preocupado cuando estoy en el trabajo.

Eric no dudó en que podría dejar al cuidado de la familia de Khris a Jei. Había podido conocerlos y sabía que no le harían ningún mal a su pequeño, así que sí podría considerar esa pequeña posibilidad...

-Te pagaría por ello -bromeó Khris -Ahora que lo pienso... te debo mucho...

Cosa a la que no estaba acostumbrado, ni siquiera dentro de esas extrañas imágenes que se le presentaban de manera fugaz.

Un vuelco en el corazón le hicieron comprender que algo no estaba bien... no para los demás al menos, y suspiró algo desalentado.

Eric se frotó la frente y recostó la cabeza sobre el respaldo, quedando con los ojos fijos en el techo.

- ¿Qué tal te encuentras de eso? - formuló Eric, con un semblante algo más serio.

Apenas había podido por causa de aquellos sucesos y visiones, y cuando pudo conciliar algo de sueño, alguien saltó sobre él con fuerza.

-No pasó "enteramente" a mayores... Aunque en la mañana vi una marca en mi cuello... Por alguna extraña razón pensé que ya estaba *acostumbrado* a tener marcas y me dio algo de risa histérica.

- Los deja vu parecen extenderse... - murmuró levemente Eric.

Y casi que en el instante después el cabello de Eric estaba apoyado en el hombro de Khris y respiraba profundamente con los ojos cerrados.
Literalmente se había quedado dormido y el cuerpo cayó sobre el brazo invitado.
Curioso.

Era simplemente curioso que tuviese a Eric dormido y no quisiera moverse para no incomodarlo.

Al contrario.

Khris acomodó a su anfitrión en su regazo y peinó con suavidad el cabello negro mientras estaba al pendiente de los sonidos que pudiera emitir su sobrina y su nuevo amiguito.

Pero...

... Eric era tan... hermoso.

Khris se inclinó un poco y le besó la frente.

Un beso lleno de ternura inocente que terminó rápidamente para no perturbar su sueño.

Un beso que no dañaría a nadie a pesar que de nuevo vio a esa persona que no conocía, pero que no había salido de su corazón.

Sin embargo eso no pareció irrumpir su sueño, ni tampoco lo que ocurría dentro de ellos. Allí estaban de nuevo esas secuencias que parecían sacadas de la película más extraña.

Las dos personas que había podido ver hasta ahora, abrazadas en un sofá y los labios moviéndose al ritmo de un beso y palabras que seguía sin poder descifrar.
Silencio.

…l parecía estar pensando... y el cuerpo dormido sufrió un escalofrío. Pudo entender su respuesta... y lo asustado que estaba al decirla...

Pero nuevamente el sonido se volvió ininteligible y se perdió las frases del otro hombre.

Eric volvió medio cuerpo hacia donde Khris debería de tener su pecho y los dedos finos se aferraron a la camisa que él vestía aun sumido en aquel extraño sueño.

- Quédate conmigo... - balbuceó él -, por siempre...

Khris parpadeó.

¿Cómo era posible que una simple petición causara tanta... paz y ternura? Tanto deseo de protección.

El chico entrelazó los dedos con los de Eric y sintió las palabras en la punta de la lengua...

Jamás las había dicho y no tenía intención de decirlas tampoco. Pero la necesidad de ese a quien tenía en el interior de su alma si quería hacerlo.... quería proteger a Eric y amarlo...

... y Khris no se lo evitaría...

-Sí -dijo finalmente -Yo siempre estaré a tu lado para hacerte feliz...

…l pareció relajarse. Con pereza y lentitud los párpados fueron abriéndose sin saber muy qué sería lo que vería. Eric se sintió desconocido en el hecho de estar tan sumamente tranquilo. Era algo tan extraño puesto que no había sentido aquello... en demasiado tiempo.

Entonces miró a su alrededor y por hecho alguno no se sorprendió al estar en el regazo de Khris y con su mano entrelazada a la de él.
Quizá aun estuviese soñando... y los ojos dorados lucían más brillantes cuando paró en los de él.

"Aunque cambies... siempre serás el mismo..." pareció susurrar la suave brisa que se colaba por la ventana. Los ojos verdes de Khris se humedecieron de un gesto que pareció ser de total alegría y se cerraron los párpados para dar paso a un descenso lento y suave.

Los dedos apretaron más la mano que ferraban y todo él se entregó a aquellos labios que acariciaron los suyos en un suave roce.

Júbilo, seguridad y pánico mezclados en aquel gesto, fue lo que sintió al instante.
Eric alzó un brazo para pasarlo por su cuello y abrirse más a aquella unión.

Aunque fuese por instante quería sentirlo así.

"Necesitaba" sentirle así.

"Se siente bien, ¿Verdad?"

Khris ignoró esa vocecilla y acarició los labios de Eric con los suyos hasta atreverse a tocar la suave piel con la punta de la lengua.

Eric perdió la conciencia de lo que estaba haciendo al notar gesto tan provocativo que le encendió de una forma que no creía posible.

"Pero lo es", escuchó de nuevo aquella voz en su cabeza.

Acarició y chupó aquella lengua con sus labios y después sintió la urgencia de profundizar más aun beso.

Tanto como le fuese posible, como si quisiera fundirse junto con él.

Y Khris aceptó el acto. Lo estrechó contra su cuerpo haciéndole sentir su calor aun a través de la piel mientras su boca le devoraba con voraz dulzura.

Calor, protección, sensualidad y placer.

Todo eso ofrecía el cuerpo de Khristofer, recibiendo a cambio un aroma que le embriagaba hasta el más insignificante de los sentidos haciéndole desear más.
El chico deslizó una mano bajo la camisa de Eric para sentir la piel aterciopelada y gimió con apremio.

"Hermoso... simplemente hermoso"

Eric también se escuchó gemir.

Tenía que detenerlo, tenía que hacerlo antes de que...

Pero su cuerpo se negaba a obedecer y se apretó más contra él queriendo más.
Queriendo todo.

Pasos acelerados en el piso superior y Eric olvidó por un momento quién había allí además de ellos dos.

- ¡Destruyamos a los malos con nuestro nueva arma!

Y solo con escuchar aquel grito de guerra los ojos claros se abrieron desmesuradamente recordando y empujando a Khris para incorporarse y deslizarse hasta la otra punta del sofá con la respiración agitada.

-¡Kiss, Kiss! -mostró a su tío... "algo" -Jei y yo hicimos un arma nueva.

Khris tragó en seco rogando por que su respiración se calmara y tomó el juguete con las manos temblorosas.

-Se ve fuerte, cariño.

- Es fuerte, la hicimos nosotros - se enorgulleció él - Con eso lograremos derrotarles.

- No puedes - Eric habló con algo de dificultad, pero dentro de lo que podría haber sucedido, con normalidad -, recuerda que yo al menos soy inmortal.

Jei frunció los labios en dirección a él.

- Jo, papá, no es justo, así no puedo ganar...

-Creo que tengo la cura para la inmortalidad -dijo Khris con tono casual -, te la cambiaré si me das a la princesa.

- ¡Hecho! - aceptó él, risueño.

- Traidor - siseó Eric.

-¿Soy de kiss de nuevo? -Claire hizo un puchero -Ya deberían protegerme.

- Lo necesito para poder acabar con él - dijo con toda sinceridad Jei, apuntando a su padre.

Entonces Eric atrapó entre sus brazos a la niña y sonrió con maldad actuada.

- Si lo haces no te la devolveré.

-¿Lo prometes? -preguntó Khris con toda inocencia logrando que Claire comenzara a protestar dando pequeñas patadas.

Oh - Eric frunció el ceño ante eso y se volvió a la niña - ¿No quieres cambiar de tío? ¡Mira lo que dijo!

- ¡Eso! ¡Tendré una hermanita! - animó Jei entusiasmado.

-Si quiero -la niña se acurrucó contra Eric y bostezó -Ahora eres mi tío también.

Khris sonrió, ver a Claire confiar en Eric era algo que le removía misteriosos hilos en el corazón.

- Entonces... si papá es su nuevo tío... - el niño miró confundido a Khris -, ¿él es mi nuevo papá?

Eric solo atinó a abrir los ojos más de lo normal y a sentir como el corazón le latía más aprisa de lo normal.

¡Que locura!

-Si, seré tu nuevo papá -Khris le acarició el cabello -Puedo ser más consentidor si juegas de mi lado.

Eric notó como se le partía el alma nada más haberlo escuchado y bajó el rostro, acariciando la mejilla contra el cabello de la niña, para que él no pudiese notar como se le humedecían los ojos.

- ¿Me dejarás comer más helado? - preguntó Jei - ¿Y dulces?

Y después le tendría terror al dentista, pensó Eric.

- ¿Tienes sueño, Claire?

-Seré un padre ejemplar -prometió Khris -Dormiré a Claire, es hora de su siesta, mientras podría hacer algo para comer y compensar que nos hallas recibido tan amablemente.

¿Cocinar él?

¿Por qué sintió la urgencia de que fuese chocolate?

Eric suspiró y se levantó con la niña en brazos.

- Yo lo haré - eso le llevaría un poco de tiempo con el que poder recuperarse de lo que acababa de vivir - Jei, ¿le enseñarás donde están todas las cosas?

- Las que recuerde, sí - asintió él, dispuesto.

Khris se dejó guiar por el pequeño y adoró estar en la cocina. Casi nunca le dejaban estar ahí por que consideraban que 4 hermanas podrían encargarse perfectamente de las labores domesticas o las de la cocina. Y la verdad es que le gustaba.

-A tu mama debe gustarle hacerte postres deliciosos -dijo a Jei mientras sacaba accesorios para trabajar.

- Mamá solo entra en la cocina para dar órdenes a los criados - el niño se sentó en una silla y balanceó sus piernecitas - Es papá quien siempre me ha hecho más caso...

Cosa que lamentaba escuchar.

-Bueno, ahora yo también te haré caso -prometió -¿Qué postre te gusta? Soy bueno cocinando.

- ¡Flan! - exclamó Jei - Dylan intentó hacer uno, pero explotó, y estuvo horas quitando la masa de los muebles.

El niño rió cuando su padre le prohibió a su amigo volver a acercarse a la cocina, ni siquiera por un vaso de agua.

- Papá aun no se explica como pudo suceder... no le explotarás también, ¿no?

-Tengo manos mágicas -susurró Khris con confianza -Puedo hacer muchas cosas.

- ¿Cómo qué?

-Una cena de gala, un postre complicado... Un flan -le tocó la nariz con cariño -Tengo dulzura en las manos.

Eso mismo le aterraba.

Eric dejó de mirar al vacío y despegó la espalda de la pared en la que se había recostado escuchando los ruidos del interior de la cocina.

También le aterró el momento en que mencionó a su madre y se preguntó cuánto tiempo tardaría en preguntarle a él más directamente...

- Claire cayó rendida - informó nada más entrar allí dentro y sentarse cerca de Jei.

- Hará flan - señaló Jei.

- Espero no tener que hacer de la cocina sitio restringido...

-No te preocupes -Khris reunió todo lo que -Haré una comida deliciosa junto con ese flan y ni siquiera notarás que alguien tocó la cocina.

- ¿Y si lo noto? - retó Eric.

-Elige lo que quieras -murmuró Khris seguro de su capacidad -Sólo ocuparé los platos en los que este la comida. Lo demás quedará limpio.

- Me voy a ver la tele - Jei bajó de la silla y corrió hasta el comedor.

- Ni se te ocurra ponerla alta de volumen - advirtió Eric, y escuchó unos segundos a ver si lograba que le hiciese caso.

Y como siempre, aunque pareciese que no, se lo hizo.

Entonces Eric se sintió algo "incómodo" con aquella repentina soledad que les habían dejado a ambos y viéndole pasear por la cocina se le hizo sumamente... conocido.

De nuevo.

Cómo eso se extendiese demasiado consultaría a un profesional.

-Tu pequeño es un tesoro -dijo mientras comenzaba a hacer la mezcla del dulce -Su mama debe ser muy atractiva, ya que él no es también...

- Sí... es para lo único que vale esa mujer, para ser un florero - espetó Eric, con rabia - Gracias a Dios no heredó más de ella.

Gracias a Dios no heredó más de los dos.

-Oh, siento oír eso -susurró Khris -Mamá tiene problemas de sobrepeso, pero es... muy linda.

Muy empalagosa, había dicho Khris a veces, pero la amaba.

Eric comenzó a jugar con un pequeño coche de carreras que Jei se había dejado encima de la cocina, recordando algo que sí había vivido.

- Tienes suerte - murmuró - Nosotros nos marchamos cuando por fin quise aceptar que nunca llegaríamos a ser nada para ella...

Y la salida de la casa no fue tan pacífica como esperó después de haber dejado sus condiciones tan claras como el agua.

-Cargar con las heridas no es bueno -susurró Khris evocando un recuerdo -Yo... quiero decir... alguien a quien conocí, no tuvo el apoyo de su madre... al final entendió que le debía algo a sí mismo y no a los demás. Aquel que no puede hacerse feliz no tiene nada.

En cambio Eric sonrió levemente.

- Cierto que no es bueno - aceptó él - Pero soy feliz, tengo a mi pequeño, mi casa, un trabajo e intento terminar los estudios para encontrar uno mejor... - enumeró - Me gusta mi vida tal y como está, bueno, excepto por el estrés... que me hace ver cosas no de no las hay...

¿Y dónde se había dejado a Dylan?

-Estoy seguro de que lograrás lo que te propongas -sonrió Khris -, de la misma manera yo ganaré la apuesta.

- SI lo dices por ensuciar la cocina no importa... después de todo ya estoy acostumbrado con el monstruito en casa.

-Fuiste tu quien lanzó el reto -recordó el chico sin desprenderse de su sonrisa -Así que siéntate... disfrutarás de la mejor comida de tu vida con un postre excelente.

- Orgulloso - indicó - Encima de que te lo dejo "pasar".

-Sólo me encargo de usar de manera adecuada cada una de las habilidades que poseo.

Su cuerpo recordó el beso y las entrañas la sensación y Eric se ruborizó deliciosamente.

Prefirió no decir nada por si fuese tomado con doble sentido, aunque callando también creía darle a entender "algo"

Eso nunca le había ocurrido con Dylan.

¿Qué tenía Khris que no tuviese él?

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