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Deja Vu por Akiko_y_Shizuka

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Bonita casa. Ciertamente era más ostentosa que todo lo que había conocido, pero estaba completamente seguro de que la familia era la misma porquería.

-Debe ser un requisito aristocrático -dijo con humor y penetró la puerta principal saludando a la servidumbre. Ya era muy tarde, así que no debería encontrarse con nadie, aunque ver a su padre pensó que no estaba corriendo con tanta suerte.

-¿Adónde fuiste? -preguntó Glen.

-A sacar mis traumas ridículos, padre -respondió sonriendo -, por fin encontré la cura.

-Hoy no tenías cita con el psicólogo.

-Tengo suficiente encanto para hacerme un espacio... Y ahora, si me disculpas, debo hacer algo antes de dormir.

Glen frunció el ceño. Su hijo estaba muy extraño.

Khris caminó a la planta alta y miró el pasillo... Bien, dónde estaba la "cura". Sus ojos se posaron al final del pasillo, en una puerta.

¿Quién iba a pensar que los acomodarían de extremo a extremo?

-Debe ser una prevención aristocrática -dijo sonriendo y se recargó en el barandal -Todas inútiles ante el nuevo... "yo".

Claro, que Wallace saliese de alguna de las habitaciones tampoco lo tenía en sus planes y el hombre posó los ojos ambarinos sobre el recién llegado, sin demasiado agrado.

- ¿Se te ofrece algo?

-Nada que usted pueda darme -respondió el muchacho -, así que no se moleste por mí.

- Entonces deberías de no ir en la dirección que observas, puesto que no tengo nada que darte - siseó el hombre.

-Bueno -él sonrió -, no pensaba pedirle nada... He aprendido que a la gente como usted no se complace ni con esfuerzo que requiera sangre, así que no trabajaré inútilmente ahora.

- Tampoco deberías de trabajar... inútilmente por alguien que tampoco te dará lo que quieres - dijo con confianza.

-¿De quién se supone que esta hablando? -preguntó Khris inocentemente -¿Cree que su hijo homosexual dejará de ver a alguien tan "parecido" a él? ¿O sigue guardando la esperanza de que un milagro lo cambie?

- Su hermana es lo que le hará cambiar, por su bien - contrarrestó Wallace, convencido de ello.

-Ni mi hermana puede contra un buen estratagema -él se acomodó el cabello -Con permiso, señor... Estoy agotado y mi doctor me recomendó dormir bien.

Wallace apretó los dientes viendo que él era más... peligroso de lo que Ballery le hubiese podido comentar.

- Claro, Khristofer, que descanses bien...

Y se retiró al piso inferior para encerrarse en su despacho con intenciones de agilizar trámites.

Khris sonrió.

Bueno, ya no tenía nadie que le evitara ver a Eric... así que...

El muchacho caminó hasta el fondo del pasillo y tocó la puerta de manera algo escandalosa.

Eric sintió que su cuerpo saltaba, se sobresaltó en la cama y enseguida guardó lo que estaba leyendo debajo de la cama para que nadie pudiese descubrirlo.

Más que nada porque esos golpes parecía de ser de su padre y no le agradaría que encontrara eso.

Aunque... él simplemente entraba...

Eric se levantó y abrió quedándose extrañado al ver allí... a Khris.

¿No se había acabado? ¡Tenía que haberse acabado!

- ¿Te has perdido?

-Un poco -Khris entró y miró el cuarto -Pero tengo el agrado de informarte que me acabo de encontrar. Bonito cuarto, ¿qué hacías?

Eric frunció el ceño y cerró antes de que alguien pudiese verlo.

- Leer - respondió sin más.

-Has adquirido aficiones imposibles de imaginar -rió sentándose en la cama -¿Y dónde escondiste el libro? No lo veo por ningún lado.

- Oh claro, ¿quieres libros? - preguntó con diversión y fue hasta uno de los muebles abriendo una puerta de par en par. Siete estanterías repletas de libros de diferentes tamaños, colores y autores - Aquí tienes libros.

-Prefiero leer lo que estabas leyendo -dijo y se levantó mirando con detenimiento -, no pasó mucho tiempo desde que toque la puerta y abriste, así que no pudiste esconderlo muy bien.

Khris comenzó a asomarse por rincones hasta reír de manera triunfal y se arrodilló estirando la mano debajo de la cama.

-¿Qué tienes para mi, pequeñito? -se lamió los labios.

El sentido de alarma de Eric se activó nada más verle tan cerca de aquello y corrió para abarcarle los brazos y tratar de que no lo buscase.

De que no diese con él.

- ¡No es asunto tuyo! - exclamó.

-Eric... Eric... Eric -canturreó el chico liberando un brazo para seguir buscando -Todo lo que tenga que ver contigo me importa -extrajo sólo unos cuantos papeles debido al movimiento y rodó para liberarse de Eric y mirar -Oh, vaya... El hermoso Leclaire de nuevo. Vas a romperme el corazón -dijo con cinismo.

Maldita sea. ¡Maldita sea!

Ya solo con eso debería de darse cuenta de que sí recordaba todo, y sintió un nudo en la garganta viendo que... que no podría decir más "no sé de qué me hablas".

Y todo sería más difícil, por eso no quería que descubriese más de lo que leía. Que descubriese el por qué las letras de sus páginas estuviesen con la letra corrida...

- Trae eso - espetó con furia arrancándoselas de la mano y terminó de sacar el dossier destrozado de la parte inferior de la cama para colocarlo tras su espalda.

-No necesitas leer para saberlo todo, Eric -dijo Khris con sensualidad -Yo mismo puedo conversar contigo... ¿Hay algo ahí que valga la pena?

Eric estaba molesto. Molesto y demasiado nervioso como para no sacar una rabia que creía dormida, siempre cuando Julio le atacaba de aquella manera.

- Oh, claro - Eric sacó el dossier de detrás de su espalda y comenzó a pasar hojas apoyando la espalda en la pared - ¿Qué prefieres saber? ¿Algún dato sobre mis descendientes? - enarcó una ceja - No, claro, hablemos de... ¿cómo se llamaba?... - pasó unas cuántas páginas más fingiendo no acordarse del nombre. Pero sí lo recordaba puesto que le quemaba con solo pensarlo... - ... Uren.

-¿Quién? -Khris frunció el ceño -¿De quién son los datos que estás revisando?

- Qué raro... ¿en serio no lo sabes? - preguntó con cinismo - Tuyos, por supuesto, ¿o seria mejor decir de Julio Summers?

-¿Uren? -él se acercó y le pasó los brazos por la cintura -Yo jamás conocí a alguien llamado...

Un momento...

¿Uren?

Khris retrocedió y se llevó las manos a la cabeza.

Una imagen le golpeó de manera violenta... Una luz roja, el olor a medicina mezclado con la sangre... Una voz débil.

Y lloró.

De nuevo estaba llorando por algo que no recordaba...

Eric parpadeó.

Santo Dios, ¿qué había hecho?

Hasta dónde había llegado su rabieta olvidando la forma en que Uren murió y se sintió morir él también.

Eric dejó caer el dossier al suelo y colocó las manos allí donde las tenía él.

Qué idiota, después de todo, que estuviesen separados era mejor.

- ¿Khris? - preguntó consternado - Khris... lo siento...

-¿Quién es él? -demandó Khristofer alejándose -¿Qué es lo que dicen tus estúpidos papeles?

- …l... - titubeó Eric - …l... fue tu pareja antes que yo... - terminó con una pequeña sonrisa triste.

¿Cómo se podían tener celos... de... de un muerto?

-Oh -él desvió la vista -No lo recuerdo -confesó -Así que ahora sabes más cosas de mí que yo mismo, ¿no? -ironizó -Bueno, no venía a eso de todas formas -cambió el tema.

- ¿A qué? - aunque la respuesta le daba algo de miedo...

-Vengo a "marcar territorio" -dijo de manera sugerente y besó la punta de la nariz de Eric -Pero no me parece prudente hacerlo aquí, me pelee con tu papá, así que vamos a otro lado. ¿Qué tal el ático? Jamás lo he hecho ahí.

¿Se peleó con su padre? El terror le invadió y se alejó algo de él.

- Mejor será que no, Khris...

Le tenía más miedo al cinturón de su padre que a... quien fuera quien tuviese enfrente.

¿O debería de tenerle miedo a él también?

-Oh, vamos -Khris le restó importancia y le tomó de la mano para sacarlo de la habitación -El viejo esta mas ocupado pensando en cómo hacerte infeliz que en cuidarnos, aunque lo mejor será buscar un sitio discreto. Mi casa era más pequeña que esta, pero se parecen un poco... quizá algún requisito aristocrático... así que la entrada del ático debe estar más al fondo de tu habitación. -se asomó al abrir un poco la puerta -No hay nadie, ¡vamos!

- ¿Es que te has vuelto loco? - susurró Eric - No tiene ninguna gracia, Khris.

-Gracia es lo que me sobra, Alex, cariño -ronroneó -Y es lo que intento mostrarte.

Khris jaló a Eric hasta el final del pasillo encontrándose con una puerta bastante elegante para ser la de un ático. Sin embargo jamás se había equivocado y dejó escapar una risita satisfactoria al ver que era la correcta. Metió a Eric por la fuerza y cerró tras meterse también.

-Perfecto... siempre tengo planes perfectos.

- ¿De veras? - Eric tenía el corazón en un puño y que Khris, o Julio, se saliese con la suya le molestaba mucho en esos momentos - ¿Ya ideaste un plan para mi boda?

-Si -dijo él con autosuficiencia - Voy a raptarte a una isla desierta para hacerte el amor... Aunque -frunció el ceño -... también podría usar esta nueva personalidad que tengo y llorarle a mi hermana para que te plante en el altar... en fin, pensaré en ello cuando deba hacerlo -acorraló a Eric contra unos baúles -Ahora vamos a lo que urge.

Eric bajó los párpados de forma derrotada y las irises doradas resplandecieron cuando volvió a levantar la vista hacia él. Era increíble el control que seguía ejerciendo en él aun después de tanto tiempo... pero esta vez debía de resistirse por el bien de alguien más.

Eric cubrió la distancia entre los dos cuerpos apretando las caderas contra las de él y acarició su pecho por sobre la tela.

- No lo detengas... - susurró contra su cuello, antes de morderlo con suavidad.

-Descuida -Khris colocó sus manos sobre las nalgas de Eric y las apretó con lujuria -Nada va a evitar que te posea.

Khris desabrochó el pantalón y lo dejó caer al mismo tiempo que retrocedía para admirar a Eric.

-Ambos encogimos -bromeó y miró hacia todos lados -¿Es eso un piano?

- ¿Y qué si no? - respondió Eric, y lo señaló - Oh... no querrás...

Eric se despojó de los pantalones mientras caminaba hacia Khris y apoyó las manos en su pecho para acorralarlo entre el piano y él.

Con descarada sonrisa tomó una de sus manos haciéndola subir por su estómago hasta que los dedos quedaron a la altura de su boda y comenzó a lamer con sensual ritmo uno de ellos.

Khris sonrió y metió un dedo en la boca de Eric moviéndolo suavemente de una forma muy sugestiva.

-Desperdicias tus habilidades en el lugar equivocado, Eric -susurró con descarada lujuria y con la otra mano se desabrochó el pantalón -, pero aun puedes arreglarlo.

Sin vergüenza alguna, Eric se movió hasta ponerse de rodillas y tirar de la prenda hasta que por lo menos alcanzó las rodillas de Khris. Con las manos acarició los muslos hasta meter los dedos bajo la ropa interior y acariciar su virilidad con travesura. Acercó los labios hasta la tela y deslizó los dientes por encima notando la dureza del miembro y sonrió satisfecho.

Khris echó la cabeza hacia atrás y apoyó las manos sobre la tapa del teclado. Sus planes no eran esos precisamente, pero no estaba nada mal... Al contrario, Eric lo hacía bastante bien y pensaba aprovecharlo.

Eric deslizó los boxers hacia abajo dejando libre aquel deseo que volvió a tomar en sus manos masajeándolo y los dedos acariciaron los testículos a la vez que la lengua recorrió lo largo del miembro y chupó la punta aun acariciando el tronco en una perfecta masturbación.

Khris volvió a emitir un sonido estrangulado y metió los dedos de una mano entre el cabello de Eric para aumentar la acción. Sus caderas se movieron lentamente incapaz de detenerlo.

Eric se humedeció los dedos y los llevó allí donde estaba la entrada del cuerpo de Khris y frotó suavemente con la yema de uno hasta adentrarlo unos pocos centímetros, acariciando las paredes. Lamió y chupó la piel de los testículos de forma suave sin dejar de seguir masajeando el miembro duro, deleitándose de cada sonido que Khris emitía a sus caricias.

Khris lanzó un gruñido y alejó a Eric usando las dos manos. Antes de que pudiera reaccionar le hizo girar y con un movimiento brusco, que levantó la tapa del teclado, lo apretó contra las teclas provocando un sonido poco estético.

-Felicidades -le susurró al oído y lo mordisqueo -Aun eres capaz de hacerme arder.

Eric gimió con algo de dolor por lo violento pero fue sencillamente reemplazado por todo lo que Khris le hacía sentir. Alzó una pierna rodeando la cintura de Khris provocando que los miembros se rozaran y gimió de un modo diferente al de antes.
Otro sonido desafinado de una tecla al tomar esa posición.

- ¿Sólo arder? - murmuró Eric en una sonrisa.

-¿No te basta por ahora? -ronroneó apretando su miembro contra el de Eric -Puedes obtener de mí todo lo que quieras con sólo pedirlo... Ya lo sabes.

Se estremeció con solo volver a notarlo contra sí y llevó la mano de Khris entre el teclado y su trasero.

- Deja de hablar - gimió Eric, en el mismo momento en que atrapó sus labios con los suyos y devoró la lengua en su boca.

Khris respondió el beso y levantó las caderas hasta colocarle de tal manera que su miembro estuviera justo en la entrada del cuerpo de Eric y de un sólo empujón le penetró dejando escapar una risita al escuchar el violento sonido del piano.
Eric arqueó el cuello y su gemido fue cubierto por el tronar del instrumento de música. Ruido que se repetía a cada embestida y que él escuchaba lejanamente perdido en aquella deliciosa sensación y rodeó con ambas piernas la cintura de Khris, aferrándose a los filos del piano.

- Julio... - murmuró - Más... más rápido - jadeó - Más fuerte... - pidió sin control.

Escuchar su nombre con esa voz resultaba exquisito y enloquecedor. Claro, cumpliría cuanto capricho se le ocurriera a Eric. Sería tierno o violento si lo quería... Sería cuanto deseara.

Khris empujó con más fuerza agarrando las nalgas de Eric para sostenerlo y escuchó los sonidos estrangulados que el teclado maltratado hacía. Escuchó sus gemidos combinados con el ruido musical y deseó detener el tiempo para estar así por siempre... Eternamente.

-Te amo -gimió enterrando la cara en el hueco del cuello de Eric y lo mordió sin cuidado alguno al mismo tiempo que se movía con más violencia.

Y cuando pensó que podría eternizar ese instante sintió la antesala al clímax. Con una mano atrapó el miembro de Eric y lo masturbó hasta hacerlo explotar... En seguida se derramó en su interior y estrechó su cuerpo contra él besando la piel húmeda.

Eric se abrazó a él temblando y sintiendo la dulce languidez del orgasmo, ocultándole las lágrimas que rodaban por sus mejillas.

- Te amo... - pronunció con desesperación - Nunca dejaré de amarte...

Khris acarició la espalda con ternura.

-El ático es un sitió interesante -dijo con suavidad -Dentro de él guardas todo lo que valoras... -lo separó y le besó las lágrimas -No es que quiera permanecer "guardado", pero... Seré feliz con lo que quieras darme, Eric... -lo miró y sonrió -Mi bello Alex.

¿Cómo podía corresponderle?

No quería tenerle "guardado", quería mostrar la felicidad de haber vuelto a encontrar a su amor y no quería estar con nadie más que no fuese él.

- ¿Seguro? - sollozó sin poder controlarse - No puedo negarme a esa boda...

Pero... ¿y si lo hacía?

Sabía que perdería mucho pero se lo debía a Khris... se lo debía a Julio. Le debía hacerle feliz...

-No te preocupes -Khris sonrió con travesura -Ser tu amante no me incomoda...

Una lágrima más se derramó a la vez que sonrió y escondió la cara en su pecho.

- Gracias... - susurró Eric con voz queda - Gracias por volver de nuevo...

* * *

Susan saludó a todos en la sala y tras enumerar varias advertencias a sus dos hijos se sentó al lado de su hermano mayor.

-Que bonita casa -dijo con sinceridad y sonrió a la esposa del amigo de su padre -¿Usted la decoró?

Max suspiró. Las pláticas de mujeres jamás le habían gustado y al ver la cara de su cuñado pudo comprender que coincidían en ello.

Avery comenzó a hablar con Susan sobre cada detalle de la casa y Eric no sabía como había podido llegar a tener una madre tan superficial como aquella, aunque dejó de pensar en ella cuando su padre le advirtió que cuidase de Jei, pues el niño había comenzado a jugar con los cubiertos de la mesa y hacer del vaso con agua una pequeña batería.

"Un poco más y pronto estaremos fuera de esta maldita casa y esta vez no volveremos" pensó con un gruñido, le quitó los cubiertos y Jei amenazó con ponerse a llorar.

Pero...

... dentro de todo lo malo, estaba feliz por tener al otro lado de la mesa a Khris.

-Por cierto, Khris -era raro que Susan interrumpiera su charla sobre decoración -El doctor Hitze preguntó por ti, lo dejaste preocupado.

-Pero no tenía cita -Max frunció el ceño.

Ballery miró a su hermano con algo de preocupación. Nunca le había gustado ir al psicólogo y que lo visitara fuera de cita era inusual.

-Me encuentro de maravilla -dijo Khris con ligereza mientras jugaba con las verduras planteándose la posibilidad de no comerlas.

- ¿En serio? - Wallace bebió un poco de agua - Pensé que quizá no pudiste descansar bien con todos esos sonidos estridentes de piano que se escuchó por toda la casa.

Eric sonrió nervioso y se dio la vuelta para entretener a Jei con un juego de manos.

-En definitiva alguien no sabe tocar el piano -Khris levantó los ojos verdes hacia Wallace -Quizá pueda prestármelo algún día... Yo sé hacerlo.

Ballery frunció el ceño y miró a sus hermanos. Notó la misma preocupación en sus caras y supo que no era la única que había notado que se portaba bastante extraño.

- No me cabe la menor duda... de que seas capaz... a excepción de que algo pueda distraerte quizá - apuntó el hombre, completamente sereno.

Eric sintió un nudo en la garganta y quiso que se lo tragara la tierra... o mejor que se le tragase a él.

Wallace fijó los ojos claros en su hijo y en la poca atención que prestaba a los demás invitados... aunque eso dejó de importarle cuando Jei le tiró del cabello y pudo ver algo en su cuello que... le hubiese hecho perder su tranquilidad si no hubiese nadie presente.

- ¿Y esa marca? - aunque no por ello no iba a preguntar.

Eric tembló y se quedó paralizado sin saber qué inventarse...

-¡Oh, santo cielo! -exclamó Ballery poniéndose roja y bajó la mirada tras haber llamado la atención de todos -Lo siento... no esperaba que se le notara.

Khris parpadeó al entender y se sintió mal...

Eric se sonrojó y Wallace simplemente no podía dar crédito a lo que acababa de oír.
Oh, si eso era cierto comenzaba a ir todo como tenía que haber ido siempre.

- No tiene importancia... - dijo él, tomando un bocado y tragando la comida - Después de todo estáis comprometidos - rió después.

Eric volvió la mirada hacia a Ballery y también se sintió mal.

Pero Max no parecía estar muy contento y apenas pudo distraerse con la charla de su hermana Susan.

-Muchas gracias -tartamudeó Ballery y se levantó -Si me disculpan iré a ver a mi hija.

Eric dejó la servilleta en la mesa y le hizo jurar a Jei que se portaría bien cuando se levantó.

- Si me disculpan a mí también... me retiro unos minutos... - murmuró Eric, algo sonrojado y salió tras Ballery para encontrarla en la habitación donde habían acomodado a la pequeña y donde una criada la vigilaba cuando Ball estaba reunida.
- Gracias... - susurró Eric, algo avergonzado.

-Por lo menos deberían tener más cuidado cuando se "ven" -susurró ella revisando a su pequeña -Dime, Eric... ¿Mi hermano se portó "diferente"?

¿Diferente de cuándo exactamente? ¿De ahora o de antes?

Aunque si se comparaba a Khris con Julio... y contando que Julio... había resurgido por alguna extraña razón...

- Sí - terminó por aceptar Eric, admitiéndolo todo.

-Khristofer es una persona muy linda y cuidadosa -susurró ella acercando a su hija para alimentarla -La persona que esta allá abajo no mide consecuencias... Mi hermano me lo dijo... me habló un poco de él.

Eric se enterneció con la imagen nuevamente.

- ¿Un poco? ¿De quién? - si le dijera la verdad Ballery acabaría tomándole por loco.

-Su ángel, Julio -dijo ella con naturalidad -A Claire es fácil engañarla con ese cuento, pero no a mi.

- Ah... Claire me habló de él... algo extraño la verdad, Khris comentó algo de "Deja vus" el día... de la fiesta aquella

-Exactamente -Ballery sonrió -Mi hermano es todo un misterio, ¿no? Quizá por eso te atraiga tanto y te convenza de cometer estupideces aun con este padre.

Eric abrió la boca para decir algo, pero no pudo.

Ballery no podía entenderlo... no podía entender todo lo que había ocurrido entre ellos aun teniendo razón en lo que decía.

- No es misterioso - dijo con firmeza -, es especial.

-Pues procura contenerte -aconsejó ella -Parecer una "fácil" ante tu padre innumerables veces no es el ideal de mi vida... Y de todas maneras... aun me debes este favor.

Eric entendió.

- Haré lo que sea por compensártelo.

-Eres un buen chico -Ballery sonrió -No me cabe la menor duda que tendremos un matrimonio adecuado... Te veré por la noche...

Eric asintió y salió de la habitación cerrando la puerta cargando la espalda en la madera.

Que complicado tendía a ser todo y bajo la cabeza dejando escapar un suspiro.

* * *

-¿Te has vuelto loco? -Khris retrocedió sintiéndose absolutamente amenazado -No necesito ver al doctor. Me siento bien.

-El doctor Hitze se ha tomado la molestia de venir hasta aquí -Susan frunció el ceño -Esta muy preocupado por que piensa que algo quedó incompleto la última vez que fuiste a verlo.

Max suspiró y tomó a su hermano de la mano para llevarlo a la sala, donde el doctor esperaba.

-Nada quedó incompleto -insistió Khris -Estoy bien.

-¡Basta! -exclamó Susan -No soportare un berrinche más.

Khris suspiró. Tanto había deseado tener hermanos que ahora se arrepentía. Y lo peor es que le estaban haciendo pasar una vergüenza horrible en pleno comedor donde su padre reía con compañía de su madre e intercambiaba comentarios con su amigo.

Maldición.

Engel se movía inquieto por la habitación en la que le hacían esperar hasta que vio como empujaban a Khris y después cerraban la puerta para asegurarse de que no se le ocurriera escapar.

- Khristofer... siéntate.

-No necesito esto -dijo con el ceño fruncido -Estoy bien.

- No estás bien - contradijo él, con firmeza - Algo se quedó abierto y hay que cerrarlo.

-¿"Abierto"? -preguntó él con cinismo -Es un termino bastante comprometedor, doctor. Así que sea bueno y déjeme salir de este lugar... me siento como delincuente y estoy seguro de que no lo soy.

- A eso me refiero- apuntó - Khris nunca respondería así, solamente Julio lo haría, y eso no es correcto.

Engel se acercó hasta él para poner la mano en su frente.

-Ya es tiempo de que madure un poco, ¿no lo cree? -Khris se sentó de golpe para evitar ese tacto, por alguna razón sintió algo inusual -¿Es necesario? Me siento muy bien estando aquí otra vez. -lo miró -Usted se preocupa mucho por mí, ¿verdad?

- Siempre - dijo con franqueza - Aunque en ocasiones creíste que no era así.

-¿A qué se refiere? -lo miró directo a los ojos y parpadeó -¿Lo conozco?

Hitze sonrió levemente y se quitó los lentes para colgarlos del cuello del jersey con lentitud.

- Sí, pero aun no recuerdas... aun...

-Cierto -desvió la vista -Hay algo que aun no recuerdo... Algo que me duele... ¿Usted sabe lo que es?

- Quizá - susurró - Pero para eso tienes que hacer lo que yo te diga, una cosa por otra, es un buen trato, ¿no?

-Me parece justo -Khris sonrió -... Empiece.

- Túmbate en ese sillón, como siempre, Khris.

Khristofer obedeció.

Desaparecer a Julio iba a ser más difícil de lo que Engel había imaginado. A cada paso de la operación que tuvo que hacer pudo ver que Khris respondía perfectamente hasta que finalizó.

Estaba hecho.

Ahora sólo había que despertarlo de la manera correcta y no como lo hizo hace poco.

- Sigue el sonido de mi voz, Khris, como cada vez se haciendo más fuerte, más nítida... poco a poco... poco a poco... hasta que sientas que puedes abrir los ojos... despertar...

Eso debería de bastar. Eso debería de... bastar.

Khristofer abrió los ojos y miró al psicólogo.

-¿Qué pasó? -preguntó mirando el lugar -Esto no es el consultorio.

Engel sonrió.

- Solo hubo... un pequeño problema, pero ya está solucionado - intentó que no se preocupara por ello.

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