Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Feliz aniversario, Santo Domingo por Akiko_y_Shizuka

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

------------------------------------------------------------------------------------------------------

Parte tres: "El muchacho que te gusta"

---------------------------------------------------------------------------------------------------- --

Seguramente Brenda no estaba pensando cuando le propuso aceptar esa loca idea. Tal vez ni la propia Luisa estaba pensando con la cabeza en ese momento. Lo cierto es que esa locura había acabado en un resultado satisfactorio y por más que Brenda lo negara, se había perdido de una experiencia fabulosa.

No se había tratado solamente de seducir a alguien que se sabía homosexual, todo eso era un juego de estrategias que sólo el más hábil podía ganar y Luisa comprobó que por más experiencia que presumía tener al respecto, Ben era mucho mejor.

No sólo lo había hecho aceptar su estado, también había recibido una valiosa lección que no estaba dispuesta a olvidar jamás. Y tenía que agradecérselo a Ben, después de todo era él quien había tenido que soportar ese juego toda la noche.

Luisa miró hacia el interior del cuarto para ver de nuevo a Ben dormido sobre la cama. Estaba abrazado a la almohada y tenía todo el cabello rojo revuelto. Ella lo había cubierto con una manta para que el frío no lo despertara y fue en ese momento cuando admitió que Ben era mejor que todos los hombres que había conocido hasta ahora.

Pero había un problema.

En verdad no le gustaba ni le atraía.

Luisa dudaba que hubiera llegado a hacer algo con él por la noche... bueno, Ben siempre podía hacer cualquier cosa para hacerle cambiar de opinión.

Pero no lo hizo.

Además de todo había demostrado ser todo un caballero. Si se quedó, cierto, pero en ningún momento intentó hacer nada incorrecto.

Aunque para Luisa eso no importaba... le había prometido que sólo pararía lo que él quisiera que pasara y había cumplido su promesa.

Ben platicó toda la noche para explicar lo que estaba sintiendo. Y aunque Luisa no era una psicóloga experta le escuchó con atención interviniendo cuando lo creía necesario.

Lo importante es que había ayudado a Ben... aun le faltaba un poco, pero lo más importante estaba hecho.

Con cuidado se acercó y movió a Ben con las manos.

-Son las seis –dijo ella.

-Mmmm...

-Más vale que te levantes y muevas ese trasero lejos de San Rafael o de otra manera te expulsarán.

-Maldición...

-Es por tu bien, Ben... ¿Olvidas que estudias para tener un lugar en la sociedad?

-Primero necesito un lugar en mis preferencias sexuales –gruñó Ben levantándose.

-Vete... después podremos platicar al respecto...

-Es un trato, Luisa...

Ben se las arregló para no resbalar mientras bajaba del cuarto de la chica, aun tenía sueño y se repetía que no volvería a pasar la noche en vela con una adorable joven sin hacer otra cosa además de platicar.

Al estar en el suelo miró hacia el balcón y se despidió de ella con un ademán.



* * *



Casi podía asegurar que esa era la mejor manera de despertar.

A pesar de los absurdos impulsos que había experimentado aun no podía creer que estuviera precisamente ahí... junto a él.

La luz comenzaba a filtrarse por la ventana para iluminar el pálido rostro que había estado besando durante casi toda la noche. Todas las facciones suaves comenzaban a ser mostradas una a una para que él comprobara que no había regalo más maravilloso que estar en su mismo lecho, no había nada más bello que ese ser que permanecía dormido a su lado.

No podía ser más perfecto.

Peter trazó una línea por los labios de su amado mientras recargaba la cabeza en la otra mano. Lentamente fue memorizando cada rasgo que hacía que Luis fuera esa persona especial y deseó estar siempre a su lado... detener el tiempo.

Cerró los ojos complacido y al volverlos a abrir notó que él había despertado.

¿Qué decirle?

Peter sonrió suavemente y alargó la mano hasta tocar la mejilla.

-Vete por favor –pidió Luis.

La sonrisa se borró de los labios de Peter al detectar el temblor en la voz de Luis.

-Luis...

-No quiero que estés aquí... no quiero aceptar que esto no ha sido un sueño...

-Luis... no seas ridículo... estamos juntos en esto...

-¡No!... Tu estas en esto... yo sólo... yo...

Peter intentó abrazar a Luis, pero éste lo rechazó.

-¡¡Déjame!!... No quiero que me toques...

-Luis, podemos hablarlo...

-Viniste a hablar ayer en la noche –dijo Luis con resentimiento -, pero no lo hiciste... no pudiste cumplir tu propia palabra...

Peter frunció el ceño.

-¿De que rayos hablas?

-Por favor, vete –repitió Luis -, y no olvides llevarte todas tus cosas... no quiero que dejes nada tuyo en mi habitación...



* * *



-¿En serio? –Brenda estaba muy impresionada después de escuchar el relato de Luisa.

-Ajá... y no sólo eso... me prometió que dejaría a Luis en paz.

-Eso no depende de ti... que tal si a Luis le gusta.

-No seas ridícula, mi hermano no es así.

-Bueno, en todo caso ya resolví mi duda... pero ya no me gusta.

-Traidora –murmuró Luisa.

-¿Qué haremos ahora? –preguntó Brenda.

-Buscar un hombre heterosexual que nos simpatice. –dijo Luisa.



* * *



Una de las cosas que él jamás haría era retar a alguien con una fama tan devastadora como la de ese tal Monstruo.

A pesar de eso James estaba seguro de que el lograr vencerlo era una cosa para ser recordada. Y era eso lo que justificaba a Andrés.

Por otro lado él no tenía por qué meterse en tantos problemas sólo por ser el hijo del director... así que no tenía que escuchar a Andrés cambiar tan radicalmente de opinión respecto a lo que un buen estudiante y amigo tenía que hacer. Lo que debería hacer es salir de ese lugar lo antes posible antes de que alguien más se acercara a apoyar a Andrés. Desafortunadamente la idea se le ocurrió muy tarde. Tres chicos más se acercaron a apoyar a Andrés... y por más excusas que James inventó para safarse de ese lío no pudo.

-Esta bien –dijo al fin muy enfadado. –Estaré contigo esa noche... Andrés sonrió complacido.
-Se lo diré ahora mismo –dijo animado.

James se limitó a refunfuñar y dirigirse al su salón rogando por que Andrés no encontrara a Luis.

Y sus ruegos se escucharon.

Por más que Andrés buscó y preguntó no pudo dar con Luis. Nadie sabía en donde estaba y al parecer no había asistido a clases. Andrés decidió que tendría que usar otra manera de hacerle saber a Luis que lo esperaría, así que esparció el rumor seguro de que su oponente se enteraría en cualquier momento.

-Fácil –dijo Andrés orgulloso.



* * *

No había lugar alguno en donde alguien hubiese visto a Luis. Simplemente había desaparecido.

Cuando Ben se acercó a Peter para informarle al respecto prefirió no hacerlo. La expresión del chico era aun más peligrosa que la que lograba arrancar cuando intentaba seducirlo.

Así que Ben se limitó a esperar que ese fuera un día normal de practicas... Pero no fue así. Peter le pidió que guiará los ejercicios y él se metió en los vestidores para que nadie lo volviera a ver durante el resto de la tarde.

Ben estaba preocupado.

-¿Qué le pasa al capitán? –preguntó César confundido.

-Hasta los hombres tenemos nuestros días –justificó Ben.

-¿Ya supiste que Andrés retó a Luis? –dijo otro.

-Ese es uno de los rumores que no podría dejar de oír –respondió Ben. –Aunque yo no me preocuparía.

-¿Crees que Luis lo venza?

-Por supuesto.

Pero ese no era el problema... El primer partido estaba cerca y no podrían entrenar sin estar seguros de las habilidades que Luis tenía. Ben puso al equipo a hacer ejercicios de resistencia y se metió a los vestidores para hablar con Peter.

-Te ves muy mal... Peter no respondió.
-¿Necesitas platicarlo con alguien? –insistió Ben.

-Cuando te necesitaba no apareciste –dijo Peter con un tono de voz hiriente. Ben palideció al comprender que era más serio de lo que pensaba.
-Ahora estoy aquí –dijo Ben conciliador.

Peter frunció el ceño y recargó la cabeza en la pared. Estaba sentado en una de las esquinas más escondidas de los vestidores. Se le veía tan mal.

-¿Sabes algo de Luis?
-Nada... No ha asistido a clases desde algún tiempo, tampoco llegó hoy al entrenamiento. Entonces Ben cayó en cuenta de que Peter estaba a punto de dejar de ir a clases también.
Si no fuera por que él lo había estado obligando tal vez estaría en el mismo caso de Luis.

¿Acaso ellos habían tenido un problema?

Peter se levantó enfadado y salió de los vestidores con Ben detrás de él. Al mirar un poco el campo donde estaba entrenando el equipo lo vio.

Estaba junto aun árbol y no se había acercado a los demás... sólo lo miraba de manera extraña hasta que desvió la vista y se dio la vuelta para irse.

-Andrés lo ha retado –dijo Ben de repente. Peter apretó los labios.
-¿Cuándo?

-Este viernes... pero no te preocupes.

¿No preocuparse?

Peter no agradeció ese comentario en lo absoluto y se dirigió a su habitación furioso.

-No entiendo –dijo Ben finalmente.



* * *



Luisa levantó la mirada de la tarea que estaba intentando resolver y sonrió.

-¿Otro reto para mi hermano?

-Han estado corriendo rumores un poco extraños por Santo Domingo en la última semana... Tony esta preocupado por Luis... al parecer él no ha asistido a clases.

-Se escucha grave –dijo Luisa. -¿Será por ese reto?

-Andrés es muy famoso en el colegio... tal vez lo este presionando.

-Pues si es eso yo acabaré con esa presión –aseguró Luisa.

Por supuesto que asistiría, el rumor del invencible griego no era suficiente para detenerla, de hecho agradecía haberse enterado un día antes y no un día después de la

pelea que ese chico esperaba tener con su hermano; que, claro, no seria con su hermano sino con ella. Además estaba preocupada por lo que Brenda le había dicho. No ere normal que Luis se preocupara por una de esas insignificancias sabiendo que ella se encargaría de arreglar el asunto. Así que aprovecharía para visitarlo al termino de la pelea.

-¿Vendrás conmigo?

Brenda negó con la cabeza.

-Quiero estudiar.

La noche del encuentro se asomo por la puerta para asegurarse de que no había nadie vigilando, no pensaba salir por ahí, pero era mejor tomar esa clase de precauciones.

Con un suspiro lleno de emoción se trepo en el barandal para sujetarse se una rama del árbol que estaba enfrente, ya asegurada se acerco al tronco y bajo hasta tocar el suelo.

Era ahí donde iniciaba su rutina de delincuente luchando por no ser visto y con una velocidad sorprendente se dirigía al lugar del encuentro donde, por supuesto no estaría su hermano, pero si el oponente... la bella fuente.

Ese era el lugar, incluso podía ver con claridad al rival que había retado a su hermano, era muy alto, de hecho no había visto a alguien así...

Pero Andrés lo miraba con sorpresa y cierta incredulidad. "Es mas pequeño de lo que pensé".
-¿Que no piensas pelear, grandulón?... No me gusta perder el tiempo. En ese caso...
Andrés era mas hábil de lo que Luisa hubiera esperado, sin duda un oponente formidable, pero no era momento de admirar al enemigo.

Con una dificultad sorprendente Luisa logro esquivar varios golpes, no solo por demostrar que era superior, sino porque estaba segura que uno de esos puñetazos dolerían considerablemente...

Y como era de esperarse no pudo esquivarlos todos, un tambaleo le hizo reaccionar y dirigir su propia mano hasta el rostro del griego logrando pegarle considerablemente fuerte en la nariz provocando que la sangre fluyera en abundancia y segura de que no lo dejaría así se preparo para defenderse.

Andrés se lanzó contra Luisa para tumbarla, cosa que ella no esperaba, la prueba fue que su posición para recibirlo fue muy mala y al caer se doblo el tobillo izquierdo. No

debería ser tan doloroso, pero no pudo evitar que se escapara un leve grito que callo mordiéndose los labios.

Eso era algo que había dejado sorprendido a Andrés, con el ceño fruncido se quito de encima y miro a su contrincante tendido, al bajar un poco la vista pudo ver su tobillo

atorado en la rama de una raíz y pudo comprender todo, bueno... casi todo... aun no se explicaba de donde había salido ese pequeño grito de mujer.

Luisa hubiera deseado no llorar, pero el dolor era insoportable, con la respiración agitada miro como se acercaba otro chico y maldijo en voz baja.

-No entiendo.

-Te dije que no lo retaras, Andrés; ahora no podré con mi conciencia. James miró al tal Luis tendido en el suelo y frunció el ceño.
-¿Significa que yo gane?

-¡Olvida eso!... Lo has lastimado...

-Ese era el plan... aunque es mas pequeño ahora... ¿se encoge de noche?

-Debes estar loco, Andrés... si todos encogiéramos ya hubiéramos desaparecido.

Un ruido más puso alerta a Andrés. Por supuesto que James no pensaba huir, si resultaba ser uno de los prefectos él no sería castigado.

Era Ben.

-Ese grito se escuchó casi en todo el jardín... seguro que alguien vendrá a ver que es lo que ha pasado –Ben miró a Luisa –Yo lo llevaré.

Para sorpresa de James, Andrés decidió ser el primero en irse. Sólo suspiró y se acercó a
Ben para ayudarlo.

-Es una chica –dijo James confundido.

-Esto puede dolerte, Luisa –comentó Ben apenado. Ella aceptó con un movimiento de cabeza.

-Hazte a un lado –dijo James –El que seas deportista no asegura que sepas tratar una lesión de estas... así que lo haré yo... –después le habló a ella –No quiero que grites, de otra forma nos expulsaran a ambos...

La tarea de James si que fue difícil, las lagrimas no dejaban de salir y tenia ganas de hacer un gran escándalo, pero pudo controlarse. Lo que James hizo a continuación, fue quitarle el zapato tenis y mirar sorprendido la inflamación del pequeño pie.

-Es mas grave de lo que pensé, voy a tener que llevarte a la enfermería...

-¿Piensas llevarla a Nuestra enfermería? –preguntó Ben con ironía mientras vigilaba.

-Por supuesto que no, idiota, voy a llevarla a la suya... ¿Es de San Rafael?

-Si.

James cargó a Luisa en su espalda y comenzó a caminar hacia San Rafael. Ben lo siguió un poco malhumorado.

-¿Te llamas Luisa? –preguntó James para hacerle platica.

-Si...

-¿Qué hace una chica tomando el lugar de un hombre en una pelea?

-Luis es su hermano –dijo Ben.

-Me lo imagine al ver el parecido –replicó James con ironía.

-Fue un descuido mío –se disculpó Luisa. –Los tipos de prepa son más fuertes de lo que esperaba.

James miró a Ben para que le explicar eso, pero el chico sólo encogió los hombros con una gran sonrisa de resignación.




* * *



De todas las cosas que podía pasarle esta era sin duda la peor, con una mueca llena de ironía, James salió de la oficina del director esperando que no lo detuvieran, sin embargo no fue así; respiro con resignación al escuchar una voz familiar y regreso al interior.

-No tengo idea de quien sea, papá.

James miro a su padre esperando que le creyera, sin embargo tubo que admitir que ni él mismo se creería, si sabia quien había salido en la noche anterior y también sabia por que se había escuchado la voz de una chica, pero no podía culpar de todo a Luisa, ella hizo lo que pudo por permanecer en silencio, de hecho se sintió muy orgulloso al poder escoltarla hasta su habitación y comprobar su fuerza de voluntad cuando le ayudo para que no fuera tan pesado trepar en el árbol.

Si le decía a su padre eso seguro le causaría problemas en San Rafael y podrían expulsarla.

-James... todos los chicos recurren a ti...

-¿Eso quiere decir que una chica lo haga?

Una escapada muy hábil, James intento ocultar su alivio al ver que su padre se confundía y con un brillo anticipado de victoria cruzo los brazos.

-No tengo nada que ver en todo esto... lo que las chicas hagan a media noche no es mi asunto y no pienso involucrarme en algo así... ¡ es tan aburrido!...
-¿En verdad lo crees, James?... ¿no te gustan las niñas?

-No me gustan las estúpidas, papá... ¿ya puedo irme?

Si, eso había sido una tremenda salvada... Con un poco de vanidad se alejo de la oficina de su padre y lamento que ellos no tuvieran una autentica relación de padre e hijo.

Ser el favorito del director no era divertido y menos si este era tu propio padre. Aunque eso tenia sus ventajas, si en cualquier circunstancia era sorprendido en cualquier lugar que no fuera permitido, su querido padre lo perdonaba, no con esas palabras pero al fin
de cuentas lo hacia, de alguna manera se consideraba el único que podía poner en línea al chico problema que tenia por hijo...

Pero eso no era lo que James quería, el no se hacia notar con el objetivo de ser perdonado, al contrario, quería saber lo que era tener un padre verdadero aunque fuera sólo por una ocasión; sus intentos por llamar la atención de su ocupado padre solo resultaban cuando se veían relacionados con otros chicos problemas, pero nunca por él y eso lo llenaba de angustia... ¿debería intentar una nueva táctica para llamar su atención?... Todos los chicos de la escuela lo usaban para encubrirse en caso de ser descubiertos, incluso su mejor amigo, el buen Andrés... ¿no era eso triste?...

Si. Lo era.

-¿Todo bien? –preguntó Ben. Había estado esperando fuera de la oficina.

-¿Puedes explicarme un poco lo que esta pasando?

-Claro –Ben sonrió –Acompáñame.



* * *

-La doctora no creyó tu historia. Luisa suspiró enfadada.
-Me tiene sin cuidado.

-¿Quieres que te escriba algo en el yeso?

-No es necesario –respondió Luisa. –Voy a tener que dejar de intervenir en los asuntos de mi hermano, seguro que él tiene la suficiente fuerza para arreglárselas solo.

-Si –dijo simplemente Brenda.



* * *



Cuando se dirigió a la practica de esa tarde él ya estaba ahí.

Los demás chicos escuchaban atentos su explicación y hacían preguntas de vez en cuando. Peter se acercó con cautela sin dejar de verlo.

-Luis no esta enseñando una estrategia muy interesante –explicó César.

Hasta ese momento Luis no se había percatado de su presencia. Cuando volteó para atender a otro de los muchachos miró accidentalmente a Peter directo a los ojos y retiró su vista sonrojado.

En cuanto la explicación terminó todos se levantaron para practicar un poco la nueva estrategia. Luis decidió no acompañarlos y guardó el pizarrón que había conseguido prestado.

-Lo siento –dijo Peter a sus espaldas –No tenía derecho.

Luis volteó y lo miró en silencio. Al poco rato bajó la mirada y se mordió el labio inferior.

-Estoy muy contento –dijo de repente. Peter se sorprendió.
-Mi hermana mayor ha decidido dejar que sea yo quien viva mi vida... ya no tendré que
preocuparme por que ella no apruebe mis acciones... simplemente aceptará lo que soy sin preguntar.

-¿Luis?

-Estaba molesto por lo que pasó en la habitación... Supongo que era por que no estaba listo para eso, pero... yo...

Luis levantó la mirada y sin previo aviso de abrazó a Peter y comenzó a llorar.

-No estaba listo...

Peter miró a los demás chicos del equipo y notó que estaban demasiado ocupados para verlos. Suspiró y abrazó a Luis para consolarlo con ternura.

-Yo aceptaré lo que decidas –dijo Peter a su oído.

-Te quiero...



* * *



-¡¿Una chica?!

-Si –dijo James con toda calma. –Una bella chica.

-¿Lastime a una mujer? –preguntó Andrés.

-Ella se atoró sola con esa rama –corrigió James –No tienes nada que lamentar.

-¿A quien vencí entonces?

-Te dije que retar a ese muchacho era una perdida de tiempo –advirtió James. –Ben me dijo que a Luis no le gusta pelear con nadie, es por eso que su hermana interviene, pero al parecer los prepos superan sus capacidades.

-¿Qué la superamos dices? Me dejó adolorido.

-Siéntete orgulloso... Venciste a una chica fuerte –dijo James simplemente. Andrés no pareció muy convencido.
-Estas muy tranquilo –dijo a James.

-Bueno, gracias tu estupidez pude conocer a una chica muy linda. Me alegra, es todo.

-¿Te gusta?

-No digas tonterías... apenas y la conozco.

-¿Y?

James miró a su amigo y frunció el ceño. Si Andrés se enteraba de la tontería que acababa de hacer se burlaría de él, así que decidió guardarlo en secreto por el momento. Además aun faltaba que Ana le hiciera ese favor.



* * *



-Eres el enfermo asmático más activo que he visto en toda mi vida. Luis miró a Ben con una sonrisa y se secó el sudor con la muñequera.
-Es una de mis grandes cualidades –dijo simplemente y agarró el balón con ambas manos
mirando cuidadosamente a quienes tenía al frente. –Bien, caballeros... pueden anotar ese gol en este momento o permitir que nosotros les arruinemos la jugada en un movimiento. Sugiero que le pasen el balón a Peter para que alguien de este equipo intente detenerlo. Otra cosa que pueden hacer es patear... ¿alguna pregunta?

Ben esperaba que Peter agregara algo, pero al levantar la mirada vio que estaba fascinado por las palabras de Luis.

Así que la jugada se inició acatando a la sugerencia. Nadie del equipo de Ben pudo
detener a Peter después de que le aventaran el balón. Luis se había lanzado para atraparlo de la cintura y tumbarlo justo en la yarda 15. Después todos cayeron sobre ellos dos como "buena costumbre".

Peter ayudó a Luis a levantarse tendiéndole la mano después de que todos se levantaron. Se veía tan contento.

La práctica terminó y todos se dirigieron a las regaderas sin dejar de hacer comentarios. Ben se acercó a Peter y a Luis con una enorme sonrisa.

-Si no los conociera diría que son novios. –dijo con burla –Me pondré celoso por ello. Para su sorpresa Peter no se molestó.
-Mi hermana me platicó que te convenció de no celar sólo a un hombre –dijo Luis tranquilo.

Ben se sonrojó.

-Creo que te aprovechas de mí, Ben... un día me voy a disgustar por darle tantas libertades a ella sabiendo de lo que es capaz.

-Los homosexuales no son perfectos –dijo Peter con ironía. Luis sonrió con complicidad.
-¿Ella se encuentra mejor? –preguntó Ben.

-Esta insoportable por el yeso... Pero creo que es lo mejor que me ha pasado en la vida, por primera vez sé que no se meterá en problemas y que estará en su habitación cuando la necesite.

-Tal vez puedas presentármela algún día –sugirió Peter.

-La ves casi a diario –ironizó Ben.

Luis rió y se pasó la mano por el pelo. Al ver ese gesto Peter se ruborizó y sonrió también.



* * *



Bill no dejaba de ver a James y movía nerviosamente las manos.

-¿Ya?

-Aun no...

-¡Apresúrate!

James volteo para ver a su amigo y frunció el ceño. No podía dejarlo, le debía un favor, así que no tenía derecho de presionarlo.

-¡Espera un poco mas!

-Pero, James.

-Esta bien... ¡vete!...

Muy a su pesar Bill se marcho sin ocultar su alivio, James no pudo evitar sentirse decepcionado, pero eso no era importante en esos momentos. Finalmente salió la chica a la que estaba esperando, con un movimiento entre las ramas llamó su atención y espero a que se acercara.

-¿Las tienes?

-Esto va a salirte muy caro, James... ella casi no me cree ese cuento del periódico.

-Pero las tienes...

-Si... todo un rollo de fotos de ella... en la practica deportiva, tomando agua, una pose intelectual y aburrida, en la clase de historia, con un grupo de chicas, presumiendo ese yeso suyo y con un chico en un apasionado beso...

-¿¡Que!?

-Oh, perdón... quise decir mandando un beso... pero con eso pude comprobar que te interesa...

-Mmm...

-No me mientas, James... no todos los días me pides que fotografíe a una chica... además pude notar que era muy bonita, su tuviera el pelo mas largo.

-Así lo tiene bien.

-Si... no dudo que tu lo veas bien... Así que la chica que te gusta se llama Luisa.

-No quiero que se lo cuentes al colegio entero.

-Me ofendes, James, no seria capaz... ¿estas enamorado de ella?

-Basta...

-Si no me lo dices no te daré el rollo...

-Está bien... Solo sé que ella... me gusta mucho.

-¡Bah!... ¿y eso que tiene de romántico?... Todos los chicos son unos tontos... toma el rollo, no tengo ningún interés en él.

-Gracias, Ana.

-Nada de gracias, muñeco... debes pagarme el favor, ¿conoces a Tomas Riftler?

-Conozco a todo el mundo... ¿Te parece si le comienzo hablando de ti primero?, no quiero que salga corriendo como el chico anterior.

-Tu si me comprendes, amor... entonces tenemos un trato.

-Si...

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).