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Un sonido distante por Akiko_y_Shizuka

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Para amarte hoy y siempre...



-Tienes pasta de dientes en los labios.

Benjamín resopló y volteó para ver a su hermana menor recargada en el marco de la puerta mascando chicle. Sara notó algo de su enfado y le dedicó una radiante sonrisa.

-Solo quiero que te veas más guapo -justificó ella de manera dulce y notablemente fingida.

-Por principio de cuentas -empezó Benjamín -No tienes por que espiarme cuando acabo de salir de la ducha.

-Pudiste dejar suciedad en alguna parte de tu cuerpo. -insistió ella.

-¡Sara!... ¡¡Entiende que jamás se me van a limpiar las pecas de la cara o de la espalda!!... ¡¡No se puede!!

-No me refería a eso -dijo ella con maldad a lo que Benjamín volvió a resoplar.
-Ya no quiero que regales fotos mías en el Colegio.

-Ya no hago eso -aseguró Sara muy orgullosa. -He encontrado un uso más productivo a tu imagen.

-¿No te da vergüenza vender a tu propio hermano?

Sara sonrió de nuevo.

-No te vendo... Mis amigas son las que darían cualquier cosa por ti.

-Deben estar llorando ahora que me perderán para siempre -ironizó el pelirrojo ajustándose la toalla que tenía en la cintura.

-No lo sé... Veamos cómo se portan en la boda.

Ben apretó los dientes evitando decir algo más a su hermana mientras ella salía de la habitación y cerraba con seguro.

Se miró de nuevo al espejo y suspiró nervioso por lo que estaba a punto de hacer... La verdad es que jamás se imaginó parado en un altar a punto de casarse con alguien.

Su madre fue la primera en echarse a llorar de alegría. Benjamín habría querido reírse, ya que le dio la impresión de que había estado rogando por que ese momento llegase y cuando se lo dijo no se lo había podido creer del todo. Finalmente Brenda logró controlarse y lo abrazó para llenarlo de besos y murmurarle de mil maneras lo contenta que estaba por su boda.

Su padre tenía una sonrisa agradable que pocas veces recordaba haber visto en él. Mencionó algo de lo sinvergüenza que había resultado Jeremi McAllister al lograr atrapar a su segundo hijo cuando habían apostado que no sería posible que terminasen juntos.

Ben no agradeció ese comentario, le dio la impresión de que si padre esperaba que fuera Leonardo quien se estuviera preparando para casarse con Luisa y no él. Cuando se lo dijo a Leonardo lo vio estallar en carcajadas. Su hermano mayor tenía un concepto bastante peligroso de Luisa y comenzó a expresarle su pena ya que no entendía aun como soportaría vivir con una mujer tan eficiente e inteligente
como ella. Después de eso lo despeinó en cada oportunidad que se le presentó mientras hacía planes de fiestas... Despedidas... Viaje de bodas...

Ben lo cortó con una sola frase al pedirle que en la despedida de soltero quería a un fortachón en vez de una flacucha. Tras ese comentario se pusieron a discutir acaloradamente sobre los derechos de los demás invitados hasta que terminaron riendo y acordaron que podrían hacer una reunión sencilla.

Leonardo también le pidió ser el padrino de anillos. Ben dudo un poco al respecto... Andy se había casado hace poco y fue Leonardo su padrino... En plena ceremonia se revolvió el traje buscando los anillos hasta que los encontró en el escote de su hermosa acompañante. Ben no quiso imaginar como había hecho para meterlos precisamente ahí.

Avisarle a Uriel fue todo un caso.

Benjamín no había atravesado la puerta cuando una hermosa mujer se le colgó del cuello y le besó los labios repetidas veces. Al lograr separarla vio que se trataba de Jeannet y después de eso se enfrentó a una mirada no muy agradecida de Uriel.

Antes de poder decirle algo de la boda, Jeannet le platicó con lujo de detalles lo que había estado haciendo todo ese tiempo. Ella había decidido no ejercer y se dedicó a cuidar de Jill. Según Uriel era una excelente madre y ama de casa.
Y cuando Ben preguntó respecto a su relación Uriel enrojeció.

-¡¡Eres un desconsiderado, cher!! -reclamó ella mirándolo furiosa -¡¡Como no dejaste un maldito número para localizarte tuvimos que casarnos sin padrino!! Benjamín suspiró ante eso.

-Cásense de nuevo -propuso entonces.

-Me costó mucho trabajo convencerla -Uriel lo miró de manera asesina -Después de dos años viviendo juntos por fin logré que aceptara, ¿y quieres que le pregunte de nuevo?

-Podría aceptar de nuevo -Jeannet lo miró ofendida.

-No estoy seguro, cariño... Te gusta hacerme rabiar hasta en ese aspecto.

-Oh, no importa -ella sonrió y se acercó a Ben -Serás padrino del pequeño
Frederick.

-Por Dios... ese nombre no, Jean -Uriel la miró impaciente.

-¿Frederick? -Benjamín no entendía.

-Aquí esta -Jeannet se tocó el vientre -Todo es trabajo arduo de Uriel McLogan. Uriel se ruborizó y, antes de que comenzara a discutir con ella, Benjamín les informó que se iba a casar.

Ambos se pusieron bastantes contentos y de nuevo Benjamín tuvo a Jeannet encima suyo llenándole de besos hasta que Uriel la separó y la abrazó de manera posesiva.

A Ben le gustaba verlos juntos, y se habría quedado más tiempo a no ser por que tenía que seguir con su ronda de informador.

Cuando toda la noticia estuvo perfectamente sabida vino lo difícil... Pedir la mano de ella.

Iba acompañado por sus padres y justo al abrirse la puerta algo le mojó la cara. Resignado miró a Richard y antes de que pudiera decirle algo su madre se abalanzó sobre el pequeño para besarlo.
Richard comprendió que no le gustaba ser besado y que desde ese día no recibiría a su padre con una pistola de agua. Ya que en cuanto su madre se enteró lo miró de manera severa y le prohibió el postre.

Antonio y Jeremi se pusieron a conversar en cuanto se vieron. Estuvieron tanto tiempo hablando que Benjamín llegó a pensar que su padre se había olvidado que estaban ahí para pedir la mano de Luisa hasta que su madre intervino de manera respetuosa y ambos hombres abandonaron su charla.

Aunque no había sorpresa en el asunto... Antes de que Benjamín pudiera informarle a Jeremi sus intenciones él ya se encontraba de nuevo hablando con su padre sobre la boda así como el lugar en el que se haría y todos los detalles relacionados. Solo tomaron en cuenta la opinión de ambos jóvenes para la fecha. Luisa miró a su padre algo molesta y dijo un día. Jeremi se escandalizó por que
faltaba menos de dos meses para la fecha y no podrían preparar nada.

-Son ricos -dijo Luisa con lógica -Pueden preparar una boda en menos de un mes si se lo proponen.

Ambos hombres miraron a Benjamín con algo de esperanza.

-Lo que Luisa quiera esta bien -dijo él.

-Si tu hijo deja que Luisa lo ordene desde ahora será un fracaso -Jeremi hizo una mueca.

-¿No fue Akiko así? -preguntó Antonio.

-Si... Por eso lo estoy diciendo.

Ambos hombres rieron de nuevo y para congoja de Benjamín siguieron hablando ignorando todo lo demás que estaba a su alrededor.

En ese momento sintió una mano de Luisa y ella lo guió al jardín, allí se encontraron con Richard haciendo un pozo entre los rosales para cazar lombrices.

-¿Hace eso muy a menudo? -preguntó Benjamín viendo que su hijo partía a uno de los bichejos por la mitad accidentalmente para luego echarlos a un frasco de cristal.

-Solo cuando no tiene su pistola de agua con la que pueda atacar a la servidumbre -respondió ella burlona.

En cuanto Richard se percató de ellos corrió para mostrar sus lombrices bastante orgulloso. Benjamín lo escuchó hablar de microscopios y de charcas. Su hijo le informó lo que hacía en la escuela y los amigos con los que jugaba.

-Una vez le rompí un diente a un niño -dijo orgulloso, a lo que Luisa frunció el ceño. -Mama se molestó mucho.

-¿Así que mama se encargó de arruinarte la victoria? -preguntó él con cariño.
-¡Benjamín! -exclamó Luisa escandalizada.

-Solo usa ese tono de voz cuando esta molesta -informó Richard entre risas - Estas en problemas, papá.

Papa. Ben jamás esperó que una palabra tan sencilla fuera capaz de llenarlo de tanta calidez. Se inclinó más y abrazó al pequeño. Claro que a Richard no le agradaba ser abrazado por más de tres segundos y terminó liberándose para correr con la excusa de que quería mostrarle todos sus juguetes.

Una mano en su hombro le hizo reaccionar. Miró a Luisa y notó su hermosa sonrisa. Le correspondió y la abrazó besándole la frente.

-Solo tu podías lograr este milagro, Luisa -dijo emocionado.

-Necesité ayuda tuya, Benjamín -susurró ella con mirada amable.
Y después de tantos planes y de soportar a padres psicópatas corriendo por la casa para hacer y recibir llamadas; contratar empleados que arreglasen el jardín y de pelearse por las flores que adornarían estaba todo listo.

Desde la habitación se escuchaban a los músicos ensayar y los rumores de los trabajadores que preparaban los últimos detalles. Había un olor agradable desde el jardín y el clima no podía ser mejor.

Benjamín suspiró y se sentó en la cama. Miró pensativo el traje de etiqueta de color gris y sonrió, al menos había convencido a su madre de que solo la novia debería ir de blanco.

-Mi boda -suspiró de nuevo.

* * *

-¡Por Dios, Luisa, deja de moverte!

Luisa volteó y despeinó a su primo antes de que lograra arreglar el tacón que amenazaba con desprenderse de la zapatilla. …l la miró con un gesto severo y dejó caer el pie en la alfombra.

-¿Estas molesto? -preguntó ella suavemente.

-¡¿No puedes comprar otros malditos zapatos?! -dijo fastidiado.

-Estos me gustan.

-¿Y por eso los has estado usando desde que los compraste? Se supone que eran exclusivamente para tu boda... Dios, eres un desastre con las zapatillas.
-En la gimnasia no las ocupas -justificó ella.

Uriel se levantó molesto y salió de la habitación. Luisa suspiró y revisó sus zapatillas. Las había comprado exactamente el día en que Benjamín fue a pedir su mano por que le habían gustado, pero también las había estado usando como un recordatorio de que el día llegaría realmente. No se veían tan gastadas y si caminaba con cuidado resistiría ese molesto tacón que se le había atorado en una alcantarilla apenas ayer.

Decidida se levantó y se dirigió al espejo. Ya estaba arreglada casi por completo. Le había maquillado los ojos con un suave color avellana y todo su cabello negro estaba agarrado en un difícil peinado. El vestido lo había comprado ella misma acompañada por Jeannet. Al principio lo vio bastante atrevido, pero ahora que se fijaba con cuidado era el modelo perfecto para la ocasión. El escote era bastante pronunciado, pero dejaba ver el exquisito collar de perlas que su padre le había regalado. Las mangas le cubrían parte de la mano haciendo ver los brazos de manera delicada y dándole un efecto maravilloso al anillo de compromiso.

Luisa se ruborizó. Benjamín le había dado el anillo con ayuda de Richard. Probablemente Richard no sabía por que un regalo tenía que ser tan pequeño, pero no preguntó en cuanto tuvo el suyo y se encargaba de destrozar el papel de regalo encontrando una enorme pistola de agua; razón suficiente para que Luisa le riñera a Benjamín hasta que él la silenció de un beso.

-Ha llegado el momento -se dijo Luisa mirándose al espejo.

En ese momento tocaron la puerta. Ella abrió y miró con cariño a su padre.

-Te ves hermosa -Jeremi le besó la mejilla -Tu madre también se veía hermosa el día de su boda... Es sorprendente lo bello que puede ser un Kimono en la persona que amas.
-¿No te gusta mi vestido, papa?

-No es a mí al que le pararás el corazón de la impresión, cariño -bromeó Jeremi y le tomó la mano para guiarla al jardín.

Luisa miró la capilla que había sido construida para la ocasión y adoró las flores con la que la habían adornado.

“Las favoritas de mi hermano” pensó viendo los claveles. Sintió el apretón de la mano de su padre y escuchó la música de la marcha nupcial.

Apenas y se dio cuenta de que Richard había corrido para sostener la seda del vestido y caminar detrás de ella. En ese momento su vista estaba centrada en Benjamín, quien miraba atentamente uno de los adornos.

…l movió su cabeza y la miró por primera vez en ese día. Su expresión se dulcificó de una manera tan especial que Luisa sintió un vuelco en el corazón.

Ben extendió una mano y Luisa sintió que su padre la entregaba.

-Te ves hermosa -susurró Benjamín a su oído para después depositar un fugaz beso en los labios.

Ella sonrió.

La ceremonia pasó de manera tranquila. Luisa escuchó un poco de inquietud en el cielo, pero no le dio importancia y continuó atenta hasta que llegó el momento de hacer los botos.

Justo cuando el cura le hizo la pregunta comenzó a llover. Luisa miró incrédula el cielo y después a Benjamín.

-¿Y bien? -preguntó el pelirrojo con una arrebatadora sonrisa.

Luisa se ruborizó. Alcanzó a escuchar a su padre pidiendo que nadie se retirara y ella suspiró.

-Acepto -dijo con voz clara para alcanzar a ser escuchada a pesar de aguacero que se dejó caer.

-Benjamín Devine... ¿Aceptas a Luisa McAllister como tu esposa?

-Acepto.

Ben le tomó las manos y las apretó con cariño justo en el momento en que eran declarados marido y mujer. Antes de que el religioso terminara la atrajo y cubrió su boca con un dulce beso.

Luisa rió entre el beso. Estaba totalmente empapada y probablemente el elegante peinado no tardaría en caerse, pero se sentía contenta al estar así con la persona que más amaba.

-¡Mama!...¡Papa!... ¡El pastel se moja!

Ben se quitó el saco y lo miró con una mueca, la idea de cubrir a Luisa de la lluvia con eso no era muy buena. Así que comenzó a caminar con ella para refugiarse. Sin embargo ella se detuvo bruscamente. Cuando volteó a verla la descubrió roja de vergüenza.

-El tacón -susurró ella apenada.

Benjamín rió encantado y la levantó en brazos para llevarla al interior de la casa en donde estaban los invitados notablemente contentos.
En el marco de la elegante puerta estaban ambos padres atentos.

-Que sorpresa -Jeremi miró contento la lluvia. -Justo como el día de tu boda
Antonio.

Antonio rió ante el comentario y dirigió una mirada a Brenda quien parecía lamentar que eso pasara.
-A nuestros hijos no parece importarles.

-Claro que no -Jeremi vio a su hija despeinándose para secarse un poco el pelo y a Benjamín ayudándole a quitarse el velo -Son felices, amigo mío.

-Como debe ser -aseguró Antonio y descubrió a Leonardo jugando con Richard en la lluvia.




Si el futuro lo permite quisiera ver tus ojos por la mañana en mi lecho...
Si el tiempo nos da tiempo quiero amarte hasta el fin de mis días...
Tenerte a mi lado y estar a tuyo.
Ser uno contigo...


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Continuación: Lovers
http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=614

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Notas finales: ----------------------------------------------

Continuación: Lovers
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