Aburrición invadía a Marshall comenzó el atardecer ya que paso un tiempo en casa de las heroínas, sin nada más que hacer simplemente se dirigió al dulce reino para causarle un susto a su no tan preferido amigo, el príncipe Gumball, este se encontraba en el real jardín, aprovechando sus últimos momentos del día, ya que tenía prohibido salir al anochecer, Marshall se posó sobre lo más alto de uno de los arboles observando al dulce príncipe quien parecía tan tranquilo y pacífico, todo lo contrario a cuando Marshall aparecía.
-‘’Esto será bueno’’
Marshall salto de la nada y con una de sus más espeluznantes caras asusto al dulce príncipe quien en reacción al susto callo indefenso al suelo gritando de angustia y preocupación.
-¡Imbécil! ¿Por qué hiciste eso?
Marshall no soltaba la sombrilla quien lo protegía de los últimos rayos que brindaba el sol, reía a carcajadas.- ¡Gumball…debiste ver tu cara!
El dulce príncipe solo bufo y se acicalo por haber caído al suelo, sacudiendo su traje rosado y frunciéndole el ceño al rey.- ¿Qué es lo que quieres?
-Vine a des aburrirme un poco-El sol se ocultó por completo y Marshall guardo su sombrilla que ya no era tanta importancia.
-Bien, ya me voy, debo estar adentro.
-¿Por qué?
-Son las reglas, no debo estar fuera del castillo mientras sea de noche.
Marshall rio de nuevo.-Si Gumball…-Marshall mostro sus blancos colmillos al príncipe.-Podría…pasarte algo malo…
El rey de la oscuridad avanzaba acercándose al príncipe y este retrocedía con cada paso que este daba-¡Ya basta!-El príncipe lo aparto solo un poco.- ¿A que debo tu presencia?
-Bien, hare una fiesta esta noche, aun no le digo a nadie, pero bien, vine a invitarte…
-Marshall… ambos sabemos que no quieres que vaya, y si estás aquí es solo por compromiso…
-¿compromiso con quién? Déjate de bromas, solo vine a hacer la invitación, pero debes estar muy ocupado manipulando a esos caramelitos.
-¡Yo no manipulo a nadie!
-Si claro, nos vemos luego rosadito.
Gumball frunció el ceño por lo último mencionado, tanto el cómo Marshall sabían que no asistiría, para empezar Marshall no había avisado de una fiesta, pero no tardó mucho en hacerlo, y por su puesto las heroínas se preparaban para asistir.
-¿Crees que Marshall necesite ayuda para la decoración?
-Fionna, Marshall no decoraría su casa, si acaso pondrá unos cuantos bocadillos y música, iremos a poner ambiente.
-Y…¿Gumball?
-Chica, no esperes su presencia esta noche…dudo mucho que Marshall lo haya invitado, pero bueno…¿estas lista?
-Casi.-La heroína quito de su cabeza su gorro dejando su rubia cabellera al aire libre.
-Aguarda…eso lo haces porque…te lo dijo.
-Claro que no…quiero….descansar de el un poco.
-Solo vámonos.
Cake no creyó ninguna palabra de la heroína, además se sentía atraída por el rey, pero eso no le intereso a la felina, se había cansado de advertirle sobre el vampiro, y una vez en la fiesta todo marchaba de maravilla, todos los invitados reían, casi todos estaban ahí, a excepción del dulce príncipe quien rechazó la invitación ya que no quería darle molestias al anfitrión y obviamente ahorrarse una ‘’mala noche’’.
-Fionna, Gumball no vino.
-Cierto…tú crees que…
-Chicas, ¿se divierten?-el rey interrumpió la charla y abrazo por la cintura a Fionna haciendo que esta se ruborizara por completo de sus mejillas.
-Claro Marshall-Fionna rio estúpidamente como cuando te gusta alguien y no lo puedes evitar.
-De hecho no…Invitaste a…-Marshall interrumpió a la felina.
-¿Al afeminado?, Lo hice, pero obviamente no quiso venir, Fionna, debo hablar contigo…ven a la cocina en 5 minutos, a solas…-lo último mencionado del rey lo dijo mirando a la felina en señal de que no se entrometiera, y después el vampiro se esfumo para hacer compañía a sus demás invitados.
Pasando los cinco minutos Fionna fue discreta y se dirigió a la cocina.-¿Marshall?-La heroína hablaba bajo y discretamente, y no había señal de este hasta que de la nada apareció recargado levemente en la pared.-¿Hace cuánto que estás ahí?
-Hace como 2 minutos...Bien…sere muy breve Fionna…solo son 3 pequeñas y sencillas cosas.
-¿Pasa algo malo?
-No, nada, en primera…Te ves muy bien sin ese gorro…-el vampiro lanzo su seductora mirada con esos ojos escarlata hacia la rubia quien se ponía cada vez más nerviosa.
-Gracias…
-En segunda… ¿Sientes…atracción por Gumball?
-¿Qué? No, el solo es…amigo mío….
-Lo sabía…y la última… ¿Quieres….ser mi novia?
La rubia no podía creer lo que escuchaba, el vampiro declarándose frente a ella, se puso totalmente nerviosa.- ¿Cómo?
El rey rio un poco y abrazo a Fionna acercándola un poco a el-¿Quieres ser mi novia?
-Yo…m-me encantaría Marshall…
-Eso es Genial…-El vampiro la tomo de la cintura y la abrazo, aunque no compartía esos sentimientos con la rubia, le gustaba divertirse un poco y si quería a Fionna pero quizás no lo suficiente como para provocar algo en él, Marshall no se animó a besarla, solo la abrazo, además para Marshall Fionna seguía siendo una niña aun.
-Te amo, en verdad.
-Te quiero Fionna.-Esa última palabra de Marshall lo decía todo, Fionna salió emocionada de la cocina, fue en seguida a contarle a su hermana lo sucedido, quien le dio un enorme sermón de lo que podría pasar, lo último que le dijo fue.
-Él es mucho más grande que tú, solo espero que sepas lo que haces, y no te obsesiones con él, los estaré vigilando muy de cerca…pero… ¿En verdad crees que es amor?
-Y-yo…solo quiero intentar por lo menos.
-Hola chicas, la fiesta está por terminar.-El rey tomo a Fionna de la cintura.-Te visitare mañana, te veré después, casi amanece.
-S-sí, claro Marshall…-La heroína se sonrojo esperando algún gesto del vampiro, pero este solo revolvió su cabellera dorada, fue el único gesto de Marshall y a cambio recibió una mirada asechadora de Cake.
La fiesta siguió en pie y todos disfrutaron de la velada, a la mañana siguiente el príncipe Gumball le asigno una de sus misiones ‘’extrañas’’ a Fionna, decorar el salón de té de Gumball no era la gran cosa.
-Muchas gracias por ayudarme Fionna, en verdad te lo agradezco, me urgía este salón, y aprovechando que ya estás aquí, ¿Qué te parece si tomamos el te?
-Me encantaría.
Ambos colegas se sentaron en una mesa de te, mentita no tardó en aparecer con la tetera y las tazas, Gumball sirvió a ambas tazas y comenzaron a charlar.
-Gumball…Marshall….te menciono algo de una fiesta ¿no?
-Oh…si lo menciono, de hecho…estuvo aquí pero rechace su invitación, en verdad…no quería arruinarle la fiesta a ese tipo… ¿ocurrió algo?
-Pues…me divertí en la fiesta en verdad.
-Me alegra mucho.-El príncipe sonreía y bebía su te-
-Marshall, me pidió ser su pareja y acepte.
Al escuchar esas últimas palabras el príncipe casi se atragantaba de su bebida.