El dulce príncipe seguía tocando la puerta insistente y Marshall simplemente abrazo a Fionna de su cintura acercándola más a él.
-¡Abre! ¡Lee!-Gumball tocaba la puerta con desesperación y preocupado por su amiga Fionna y no recibía respuesta alguna.
-¡Lárgate Gumball!-Marshall le brindo a Fionna un delicado beso en su cuello.
-¡Marshall Lee!, No quería llegar a esto, pero me obligan, ¡Cake!
La felina derribo la pared de un puñetazo, ya que aumento su patita derecha de tamaño, haciendo que se derribara parte de la pared frontal de Marshall. El vampiro al ver lo ocurrido soltó a Fionna para discutir con el dulce príncipe frente a frente.
-¿¡Qué demonios te pasa Gumball!?-Marshall estaba molesto y solo miraba a Gumball con ira, Cake corrió con su hermana y la revisaba de pies a cabeza, no confiaba en el vampiro del todo, ponía de cabeza a Fionna revisándola bien.
-¿Estás bien hermanita?
-Sí, lo estoy, Marshall es mi novio y no me haría daño
Nadie escucho a Fionna ya que todos estaban atentos a la discusión entre ambos monarcas en la habitación, su pelea verbal no podía pasar desapercibida.
-Gumball, no te metas en mis asuntos personales, regresa a manipular a todos tu caramelitos.-Marshall hacia señales con su mano para que el príncipe se fuera.
-Sabes Lee, al parecer…no soy el único que manipula a la gente.-El dulce príncipe dirigió su mirada a la rubia quien dejaba de usar su gorrito solo porque el rey lo pedía, Cake noto que las cosas no iban para bien así que intentaba jalar a su hermana para irse de aquella incomoda discusión.
-¿Sabes qué? Mejor me voy yo, ya no tengo privacidad en mi propia casa, o lo poco que queda de ella, me largo.-El vampiro ni siquiera se despidió de Fionna, simplemente salió de su morada molesto.
-¡Ven acá, no he terminado contigo!-El dulce príncipe salió tras el vampiro que caminaba hacia lo más profundo del bosque ya que la noche invadía el cielo, Marshall solo buscaba alejarse de todo un momento, pero Gumball iba tras el .-¡Deja de huir!
-¿Huir de qué?-Marshall por fin se detuvo pero seguía muy molesto por el suceso, volteo para ver de frente a Gumball quien seguía firme y con ceño fruncido, Marshall comenzó a molestarse y se dirigió directamente a Gumball acercándose demasiado, una distancia muy cercana a su rosáceo rostro.-¡Habla!
El dulce príncipe aparto un poco a Marshall de el para obtener su espacio.-¿Qué es lo que buscas en Fionna?
-Nada malo.-Marshall seguía algo acelerado, dejando el suelo para comenzar a levitar en el aire y comenzar a avanzar alrededor de Gumball simplemente para molestarlo. Gumball jalo la pierna del rey para así volverlo a colocar en el suelo y que le prestara algo de atención.
-¿Qué esperas de ella?
-¿Celoso mi Gumball?-Marshall sonreía retando al dulce príncipe a admitir lo que él pensaba.
-¿Qué? ¡No!, Fionna es mi amiga, la cuido como si fuera mi hermana, por dios Marshall ella es una niña apenas.-El vampiro comenzó a reír irónicamente por lo comentado.
-Gumball, como puedes decir eso, Fionna cuida más de ti que de lo que tú a ella.-El rey se elevó de nuevo quitándole la pequeña corona al dulce príncipe, molestarlo parecía ponerlo de buenas, jugueteaba con ella e incluso la arrojaba hacia arriba para tomarla de nuevo, Gumball intentaba tomarla de nuevo pero sus intentos eran inútiles.-Además…-Soltó la corona y la dejo caer al césped, Gumball la tomo de nuevo y sacudió para volverla a colocar en su cabeza, el rey comenzó a avanzar directo al dulce príncipe acorralándolo contra una gran roca que estaba atrás de Gumball, provoco un ligero rubor en las mejillas de Gumball, cada vez se aproximaba más y Gumball no dejaba de fruncir el ceño.-Creí que había dicho que no se le permitía salir de noche majestad…podría…pasarle algo malo…-Marshall comenzó a rozar la delicada mejilla de Gumball con su dedo índice, Gumball seguía firme de todos modos.
-No me asustas, Marshall Lee.-El príncipe no tenía salida, no mostraba temor alguno, pero si lo podía sentir, un escalofrió recorría su delicada piel rosácea.
-Deberías.-Marshall bajo con el mismo dedo índice que tenía en la mejilla de Gumball el cuello de su traje, recorrió de su mejilla a su traje y lo comenzó a bajar un poco, comenzaba a mostrar sus afilados y blancos colmillos a quienes acercaba al cuello tan frágil y delicado del dulce príncipe.
-¡Hazlo! Solo encontraras jarabe de cereza ahí dentro…Conviérteme en eso si es lo que deseas, No me asustas…-Marshall soltó al dulce príncipe apartándose un poco de él, ya estaba más tranquilo después de lo ocurrido, rio un poco burlón.
-No te convertiría en vampiro, además, serias una vergüenza total…