-Gracias Jjong, en verdad necesitaba que tu y yo arregláramos las cosas.
Me dijo con una amplia sonrisa en sus labios, de esas que sólo el puede dar. Yo no pude evitar devolverle la sonrisa, igual necesitaba que las cosas vuelvan a ser como antes.
-Hyung- Le dije - Olvidemos todos los errores que cometimos y todas las palabras y acciones que nos lastimaron. ¿Vale? -Sonreí después de decir eso y eso hizo que él sonriera también. Eso me hizo realmente feliz.
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Hyung y yo habíamos tenido un año difícil, debido a ciertos problemas, todos tomamos distancia hacia él y viceversa. Los problemas con los demás se arreglaron más rápido y su relación poco a poco era la misma. Pero conmigo fue diferente. No sé si porque nuestra amistad siempre ha sido más profunda, en el sentido de que muchas veces hablábamos de cosas serias e importantes para nosotros, como el futuro, recuerdos dolorosos, etc. O simplemente por nuestro orgullo. ¡Oh jodido orgullo! Siempre me detiene para hacer muchas cosas.
Estuvimos un tiempo con una relación distante, eso hacía el ambiente entre nosotros incómodo, los demás miembros hacían siempre lo posible para esconderlo, sobre todo de nuestras fans. Pero claramente se notaba que algo no estaba bien. Ambos no estábamos bien.
Siempre he estado enamorado de Jinki, bueno, tal vez exagero y no siempre. En realidad, no sé cuando la admiración y respeto que tenía hacia él, se volvió amor. Todos los días he luchado con disimularlo y dejar atrás esos pensamientos porque sé que el no corresponde mi sentimientos, siempre me ha visto como un hermano o un amigo en el que puede confiar. Nunca he intentado nada, no pretendo incomodarlo y por consiguiente, perderlo, es por eso que decidí tragarme mi orgullo y arreglar las cosas con él esta tarde. Yo no podía seguir así, nuestra indiferencia me lastimaba, todos los días, si lo miraba, sentía ganas de llorar acompañadas de una opresión en el pecho que no me permitía respirar bien.
Ahora sonrío como un idiota en mi habitación, feliz porque Jinki y yo superamos uno de nuestros más grandes malentendidos, si no es que el más grande, y podremos ser los mismos otra vez.
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Al día siguiente desperté, me levante de la cama, salí de mi habitación en modo zombie y fui hacia el baño, al llegar ahí y mirarme al espejo vi algo que hace mucho no veía, mi rostro se adornaba con una amplia sonrisa, seguía pensando en la reconciliación del día anterior y no podía evitar ser feliz. Cosas tan simples como esa me hacen felices, pero es que se trata de Jinki.
También quiero ver su sonrisa...
Era lo único que pasaba por mi cabeza. Quiero volver a ver esa hermosa sonrisa que solía mostrarme todo el tiempo, esa que mostraba cuando yo me sentía deprimido por alguna tonta razón y sólo quería hacerme reír, esa que mostró ayer cuando arreglamos las cosas, esa que tanto he extrañado.
Es por eso que me hice una promesa a mí mismo: "Haré sonreír siempre a hyung, todo lo que haga será para eso"
Suspiré y me reí de mí mismo, realmente amo mucho a Lee Jinki...
Estando en el baño aproveché y tomé una ducha.
-Que genio- Me dije a mí mismo al salir de la ducha y notar que no había llevado ropa para cambiarme.
Me importó poco, tomé la toalla con la que me había secado y la puse alrededor de mi cintura dejando mi pecho descubierto, con otra toalla me secaba mi cabeza. Abrí la puerta de aquel lugar y mi mirada se encontró con la de alguien más con su mano en la perilla
-Jj...ong, lo siento.- Dijo Onew haciendo una incómoda venia hacia mí.- No sabía que estabas ahí.- Tragó saliva y me miró de arriba a abajo para luego desviar su mirada.
Al ver como me miró y luego no, me sentí avergonzado de mostrar mi torso desnudo y bajé la mirada y me rasqué la nuca.
Mal comienzo, lo puse incómodo. Además ¿Por qué me miró de esa manera? Me pone nervioso...
-Oh, umm, ah, no importa.- Dije tapando mi pecho como las mujeres suelen hacer y haciendo espacio para que pasara.- Puedes usarlo hyung, yo ya terminé.- Sonreí y nerviosamente salí de ahí dirigiéndome hacia mi habitación para ponerme algo de ropa.
Qué raro, yo nunca me siento de esa manera acerca de mostrar ni cuerpo hacia alguien... ¿Por qué ese Lee Jinki tiene el poder de volverme tan marica?
Me cambié y desayuné, me di cuenta que al parecer hyung y yo éramos los únicos en el dormitorio, tragué saliva al notar ese detalle. Pero intente tranquilizarme.
Me senté en el sofá y encendí el televisor, mientras cambiaba canales, encontré que pasaban "Fullmetal Alchemist", amaba ese anime, fue gracias a ello que Hyung y yo empezamos a hablar demasiado. Lo deje en ese canal y veía el capítulo, era de mis favoritos, cuando Ed encuentra el cuerpo de Al. Estaba totalmente absorto con la programación, tanto que no me di cuenta cuando llegó, hasta que escuche su voz.
-Amo ese capítulo.- Dijo ya sentado a mi lado y con una expresión solemne.
-Yo también.- Logré decir.- Hyung... ¿Llorarás igual que la primera vez? -Un tono bromista salió de mis labios y una nostalgia se apoderó de mi. Esos eran buenos tiempos...
-Ni hables Jjong, tú fuiste el que lloró casi casi igual que cuando debutamos.- Me codeó y escondió unas carcajadas con una sonrisa que dejaba ver sus hermosos dientes de roedor.
Lo logré, está sonriendo, en verdad tiene una hermosa sonrisa.
Onew tenía toda su atención centrada en el televisor, se emocionaba como la primera vez que vimos este capítulo juntos, reía, hacía corajes, exclamaba, como se podrá notar, toda la atención que antes tenía en el anime, se había pasado a observar a Jinki. Me di cuenta que amo cada parte de él, como arruga la nariz cuando está confundido, como sus ojos y boca forman enormes "O's" cuando se sorprende, cuando juega con sus cabellos y también cuando me observa con confusión en su rostro al notar que lo estoy mirando...
No, eso está mal, se dio cuenta que lo estoy mirando... ¿Que hago? Sigo mirándolo. ¡Demonios!
Me puse nervioso sin saber que decir, sentía que las manos me comenzaban a sudar, aún con la mirada fija en Jinki pensaba que decirle, no podría inventar algo que no me haga ver como un completo raro.
-Oooh, hyung... Tus pelos de la nariz son graciosos.- Oh genial, no pude haber pensado nada mejor… Pero no podía decirle: "Me vuelves loco" ¿Cierto?
-¿Qué? - La expresión de Jinki se hizo más confusa y ladeó su cabeza, observándome, después de un momento de silencio soltó las carcajadas más hermosas para el oído humano, o bueno, tal vez para el oído de Kim Jonghyun. Aplaudía y se tiró en el sillón... ¿En serio había sido tan gracioso? Lo dudo.
-Hyung, ¿Estás bien?- Le dije preocupado ya que reía como un loco.
Se tranquilizó y se incorporó de nuevo sentándose y mirándome a los ojos, quería desviar la mirada para evitar avergonzarme, pero me fue imposible, sus ojos me atraparon.
-Eres muy ocurrente ¿Sabías?- Me dijo esbozando una amplia sonrisa. -Siempre lo has sido, no sé porque reí tanto por tu comentario, ni me preguntes.- Avergonzado se rascó la nuca y miró hacia abajo, volvió a mirarme y me sonrío, yo pensé que podría derretirme y comerlo a besos en ese instante. -Pero tengo una teoría.
-¿Teoría?- Lo miré confundido ladeando mi cabeza a la derecha.- A ver, dime de que se trata.- Le devolví la sonrisa con una mirada retadora, el solo asintió y procedió.
-Te extraño.- Dijo bastante serio pero aún con una expresión fraternal.- Extraño tu manera de ser conmigo. Extraño que me hagas reír... Extraño hacerte reír. Yo te lastimé, yo por mi orgullo no me acerqué. Al final tú fuiste el que vino a disculparse, me siento terriblemente culpable por eso, dejé que asumas la culpa cuando yo igual hice mal.- Su voz se entrecortaba y sus ojos se aguaban, pero aguantaba para no romperse. -Eres muy importante para mí.- Posó su mano sobre la mía y cerró sus ojos para evitar llorar.
Me quedé en blanco, eso parecía una declaración de amor, pero era imposible que lo sea, la vida no es tan bella. Aunque no puedo creer que tenga ese tipo de pensamientos, tan parecidos a los míos.
¡Diablos Jjong, no llores se fuerte, si lloras lo harás llorar y no quieres eso, sé que quieres decirle todo lo que sientes por él, pero acabas de recuperarlo. No puedes hacer que las cosas vuelvan a ser incómodas! Eso me decía a mí mismo, cuando sin darme cuenta mi rostro albergaba las lágrimas que caían de mis ojos.
-Yo, yo, yo...- No podía decir nada más, quería ser honesto pero tenía miedo. Miedo de que nunca más sea lo mismo, miedo a su indiferencia, miedo a no volver a ver esa sonrisa.
Liberó mi mano de la suya y con ambos brazos me rodeó, pude escuchar que él también lloraba, así que yo también lo abracé, su calidez era hermosa, nunca había sentido un abrazo tan sincero como ese con nadie más, excepto con mi madre. Me aferraba fuertemente a él hundiendo mi cabeza a su cuello, las lágrimas de ambos seguían fluyendo, Onew lloraba en silencio, en cambio, mis gemidos se oían a kilómetros de distancia creo yo.
-Te amo mucho Jonghyun, te amo en serio.- Mi corazón se detuvo al oír esas palabras que Onew decía a mi oído. -No puedo guardarlo más y no estoy seguro de tu reacción, tal vez sea egoísta pero he decidido que no me importa, esto debí decirlo desde hace mucho- Su cara enfrentó la mía yo aun llorando, atónito, confundido y emocionado, encontré su mirada. -ESTOY ENAMORADO DE TI.- Enfatizó sus palabras alzando el tono de su voz. Yo sólo sentía como hacían eco en mis pensamientos.
¿Enamorado? ¿De mí? Mis sentimientos son correspondidos... No puede ser… ¿Todo era tan fácil? ¿Los malentendidos fueron una pérdida de tiempo y emociones?...El es valiente... ¿Por qué yo nunca pude hacer esto? Claramente mis pensamientos estaban desordenados.
Sentí que mi cara subía de temperatura y pude suponer que me sonrojaba, aún lloraba, porque por una extraña razón no podía parar, miraba a Jinki sin decir una sola palabra, porque en este momento no lo sentía necesario, lo que sentía necesario fue lo que hice.
Me lancé a sus labios literalmente, haciendo que el quedara abajo de mí y tomando su cuello con mis manos, él tomaba mi cintura y me acercaba hacia él. El beso fue casto al principio, un simple toque de labios, pero Jinki se me adelantó y jugaba con los míos, los mordía y los besaba múltiples veces, su lengua, como una intrusa hizo camino para encontrarse con la mía, tocarla, relamerla y hacer todo tipo de cosas que nunca me imaginé de un beso, no quería quedarme atrás y procedí a morder su labio inferior haciendo que de éste brote una gotita de sangre, se quejó un poco pero no le importó. Acarició mis cabellos aún besándome intensa pero dulcemente. Sentía que me quedaba sin aire, nunca nadie me había besado de esa manera. Nos separamos por falta de oxígeno y nos miramos tímidamente a los ojos. Reí por lo bajo desviando la mirada y él hizo lo mismo. Las palabras sobraban.
-Tal vez no es necesario decirlo.- Le dije con una risilla traviesa y aún acostado encima de él, pero ahora con mi cabeza recostada en su torso. -Pero yo también te amo y desde hace mucho. En verdad sentí que mi mundo se desvanecía cuando fuimos tan indiferentes y...
-Shh.- Onew se llevó un dedo a la boca como cuando indicas silencio, acto seguido levantó mi cara tomando mi barbilla y me besó castamente. Luego habló. -Eso ya no importa Jjong, es pasado, vivamos el presente y aspiremos a un mejor futuro... Juntos. -Lo último lo dijo inseguro y riendo bajo.
-Juntos.- Le reafirmé demostrándole que yo si quería un futuro juntos y acurrucándome en su pecho.- Cuando se superan situaciones difíciles y pueden sobrellevarse, las personas se vuelven más y más unidas. Así pasará con nosotros.- Le di un beso en donde yo supuse que estaba su clavícula y me volví a acurrucar, aferrándome más a él.
El dio un suspiro, no sé si porque estaba incómodo ya que estaba mal acostado en un sillón y con una persona de 60 kilos encima o porque se sentía feliz, prefiero pensar que fue por lo segundo. Después de eso dijo. -Sacas lo peor y lo mejor de mí. Es por eso que te amo tanto- Me dio un beso en la nuca y cerró sus ojos, era temprano y apenas habíamos despertado, pero era un perfecto ambiente para dormir.
Al escuchar sus palabras sentí como me sonrojé ante su declaración, pero era cierto, ambos sacábamos lo peor y mejor de nosotros, es por eso que somos los que más discuten pero también somos los que más hablamos de cosas significativas y siempre nos decimos palabras de apoyo el uno al otro, además de que sabemos que siempre estaremos para el otro cuando lo necesite.
Creo que estamos destinados, pero ¡Je! Tal vez sólo sea muy cursi.
Con esos pensamientos danzando en mi cabeza, fui cerrando mis ojos lentamente hasta quedarme profundamente dormido, cabe aclarar que fue la mejor siesta que he tenido.