EL MISTERIO
-Por favor Potter, no lo hagas, no lo hagas, por favor-
-Pero si tú mismo lo dijiste Malfoy, es para lo único que sirvo-
-¡Pero ese no es mi problema, suéltame animal!-
-No se me place-dijo el moreno lamiéndole la mejilla a lo que le agarraba con mayor firmeza de las muñecas.
-Vamos Potter, solo bromeaba, no tenemos por qué hacer esto-
-Pero Malfoy tú lo dijiste, yo solo sirvo para esto-repitió el moreno llevándose de un brazo al rubio hacia una cama mientras este no hacía más que patalear.
-Potter no por favor, no, yo no puedo, tú no puedes-decía en tono suplicante el rubio mientras se aferraba a sus ropas que eran removidas con prepotencia de su cuerpo-¡Yo no soy homosexual Potter, por favor, déjame en paz!-
-Malfoy, no sabía que ese término también se aplicaba en el mundo mágico-
-Ustedes siempre lo usan-susurro temeroso.
-Vaya, asi que después de todo si estas al pendiente de lo que hago-sonrió para arrebatarle un beso.
-¡Por favor para!-
-Pero si lo estas disfrutando-dijo agarrándole la entre pierna aun dormida.
-¡Potter yo no soy igual que tú y tus amigos!-dijo desesperado el rubio solo consiguiendo molestar al moreno que se posesionaba entre sus piernas.
-¿Porque no?, ¿porque no estamos podridos en dinero?, ¿porque no somos sangre pura o porque no somos unos asquerosos Mortifagos?-
-No, no, lo entendiste mal Potter-respondio preocupado el rubio.
-Asi, pues a mí no me parece-dijo en tono molesto para friccionar el pene del rubio con fuerza y sacarle un alarido-Vez, te lo dije, al final lo vas disfrutar-
-¡No Potter, no, por favor!-suplicaba removiéndose en vano bajo el cuerpo del otro.
-Te va a gustar Malfoy, tanto que vas a terminar pidiéndome más-gruño el moreno lanzándole un hechizo directo en su ano que lo hizo estremecer de sobre manera provocando que abriera sus piernas involuntariamente- Y esa es mi señal-agrego contento Harry para introducir de una su gran falo hambriento por el contacto de ese apretado y cálido lugar que añoraba desde que supiera que aquel rubio era no solo un fruto prohibido, sino también inalcanzable.
Acurrucado en un costado de la cama, lloriqueando se encontraba el rubio por el cual Harry se encontraba algo obsesionado desde el sexto año de escuela en el cual no solo tuvo que lidiar con que era el maldito elegido, sino además con ciertos sentimientos prohibidos hacia aquel idiota que por tanto tiempo había detestado, viéndose obligado no solo a perseguirlo con la infantil escusa de siempre “Malfoy trama algo”, sino además tomando como novia a la hermanita pequeña de su mejor amigo con la falsa excusa de que la amaba y que con ella cualquier sentimiento prohibido seria borrado de su mente y de su rebelde corazón. Hasta que lo vio llorando frente a un espejo de un baño en desuso y ya no pudo seguir mintiéndose a si mismo.
-Vamos Draco que no es para tanto-le reprendió evitando verlo, porque suficiente tenía con escuchar sus gemidos lastimeros como para ver también su rostro descompuesto-O acaso me vas a negar que te gusto-
-Eres una…mierda…Potter, lo que me hiciste-
-Te di placer, te hice gemir, te convertí en un hombre-
-¡Hombre, le dices a esto convertirme en hombre!-grito asqueado el rubio-¡Yo ya era un hombre Potter! Y tú, tu solo…-
-Te hice un gran favor Draco, de seguro ni siquiera sabias lo que se sentía tener un maldito orgasmo antes de mí-
-Como…como veré a la cara a mis padres…-
Harry se volteo para verlo, estaba molesto, porque siempre debía pensar en otros antes que en él y sus malditas necesidades, ¿Por qué?
-Ya no soy digno de llevar el apellido Malfoy-murmuraba el rubio tomando su cabeza entre sus manos para derramar más lagrimas-Seré desheredado-
-Mierda Malfoy, si es eso lo único que te preocupa, entonces te daré algo para-
Los golpes eran algo que definitivamente no se había previsto, mucho menos en alguien como Malfoy pero que comparado con uno de sus amigos no eran de tanta importancia pudiéndolos frenar justo a tiempo para devolvérselos de una sola bofetada que lo dejo quieto sobre la cama lloriqueando aún más fuerte que antes.
-¡No te pases Malfoy! Que hasta yo tengo mis limites-
-Tu no…entiendes…por tu…causa…perdí a mi familia…ya no podre…regresar…-gimoteaba sorbiéndose los mocos sin la menor educación-Cuando mis…padres lo sepan…-
-¡Pues no se lo digas y punto idiota!-
-¡Ellos lo sabrán! ¡Porque yo se los diré!-
El moreno negó con la cabeza por la testarudez del chico.
-Se los diré… y quedaras expuesto,… maldito violador-
El moreno rio de lo lindo ante lo que escuchaba.
-¿Hablas en serio?-
-¡Sí! Te encerraran en Azkaban, ya nadie creerá en ti, todos te repudiaran, por violador, por poco hombre y sobre todo por ¡maricon!-dijo recalcando esta última palabra con asco el rubio para recibir una nueva bofetada de parte del otro.
-Sabes, me encanta que aprendas cosas nuevas de los que vivimos en el mundo muggle, pero no ese tipo de cosas querido-dijo tomándolo por los hombros-¿Entendido?-
El rubio le escupió en la cara sorprendiendo al moreno que solo le miro atónito, porque eso era algo nuevo en su rubio.
-Yo seré repudiado por mi familia Potter pero tú, tu iras directo a Azkaban y aunque algún dia logres salir de ahí, nadie, me escuchas, nadie dará ni knuts por ti, porque no solo violaste a otro hombre, pervertido, sino que además lo hiciste con un Mortifago-casi chillo el rubio entre dientes a un moreno cansado de escuchar la misma cantaleta de siempre.
-Estoy harto-dijo el moreno para darle un profundo beso que fue rechazado por el rubio para luego apuntarle con su varita-Obliviate, desmayius-
Y ahí estaba, su rubia tentación dormida entre sus brazos, nuevamente ignorando todo lo ocurrido entre ellos dos por….Que importaba a esas alturas cuantas veces fueran ya, si había perdido otra oportunidad para ganar su corazón. Odiaba hacerle eso, odiaba forzarlo, odiaba atizarlo para que lo insultara, para que tuviera que arrastrarlo furioso hasta un aula en desuso o a la mismísima sala de menesteres como en esa oportunidad, pero ya que le quedaba cuando contrario a lo que pensara del mundo mágico al igual que su mejor amiga, este tenía claras reticencias en contra de quienes tenían gustos diferentes a la hora de escoger parejas fuera de otras especies como del mismo sexo. Y eso le había quedado más que claro cuando la amorosa familia Wesley lo miraron con repulsión absoluta al descubrir que no solo no formaría parte de su familia al no contraer nupcias con su hija, sino que además se había metido con uno de sus hijos que muy valientemente había huido un dia después de haberles descubierto besándose. Idiota Charly, pensó Harry entonces. Pero que podía hacer más que esperar a que el mundo mágico cambiara, como le repetia su amiga que siempre iba abogando por las causas perdidas. Pero si ella había conseguido que Ron y algunos de sus hermanos volvieran a hablarle y que sus viejas camaradas no le importara en lo más mínimo sus inclinaciones, bueno, aún tenía esperanzas, aun si en el colegio después de haber sido recibido como un héroe ahora era visto como un monstruo que merecía ser repudiado y no solo por los Stlateryn que se sentían de alguna forma recompensado tras dos años de clases obligadas por las pérdidas durante y tras la guerra en las cuales eran ellos el centro de venganzas de quienes les culpaban por esta.
-Por qué demonios no entiendes que podríamos ser felices-le reclamaba a su rubio acariciando su lacia cabellera-Si tan solo dejaras atrás tus prejuicios y me aceptaras-beso sus labios-Pero no, siempre amenazando con que me delataras, con que me enviaras a Azkaban-le abraso con ternura-Aun si con ello pierdes todo, porque sabes que lo harás-dijo acariciando su pálido rostro con marcas claras moretones y llanto en el-Bueno, por lo menos en esta ocacion no amenazaste con quitarte la vida-suspiro algo cansado para recostarlo con cuidado mientras se disponía a vestirse.
Por Merlín, acaso no podía ser más precioso.
¿Acaso él había nacido exclusivamente para sufrir?
Sintió un respingón en su entre pierna y en su corazón como cada vez que él se cruzaba en su camino, era tan dolorosa cuando este reía a costa suya, cosa que dejaba pasar porque era cuando más hermoso se veía y más ganas le daban de tomarlo y devorarlo por completo a todas sus anchas.
-¡Draco que tienes, que te pasa, Draco!-grito una moreno con desesperación al ver caer de rodillas al rubio que se encontraba más pálido que nunca-¡Ayuda! ¡Que alguien me ayude!-pedía la chica un tanto desesperada al notar que este había perdido por completo la conciencia y notar que solo ellos dos estaban en el pasillo a excepción de un par de Gryffindors que para ella eran como la nada misma.
-¿Harry?-dijo una castaña al ver a su mejor amigo tomar al rubio entre los brazos.
-Potter-exclamo sorprendida la morena-suéltalo, yo me encargare de mi-
-Pediste ayuda y te la estoy ofreciendo Parkinson-
-Pedí ayuda pero de gente normal-escupió venenosamente la bruja mirándolo con repulsión.
-Maldita ingrata-gruño la castaña para enfrascarse en una discusión que dejo en segundo plano al rubio hasta que la morena se percató que este ni Potter ya se encontraba a su lado.
Podía escuchar claramente a su rubio llorando y eso no le agradaba, sobre todo si él no estaba a su lado para consolarlo y la maldita Parkinson estaba a su lado otorgándole lo que el debía hacer.
-Ya, ya Draco, todo estará bien-
-Pero Pansy…yo…yo jamás…lo juro… ¡tú!, tú me conoces-decía compungido el rubio a la chica que no sabía ya que decir.
-Draco…mira, yo sé lo que…bueno lo que le hemos dicho al idiota de Potter pero…tu puedes confiar en mi-dijo poniendo una mano en su pecho-No solo soy tu ex novia, sino además…-
-Mi mejor amiga-soltó el rubio aun llorando.
-Sí, eso…y si tu…bueno-dijo arreglando su cabello despreocupadamente-Si tus gustos han cambiado…yo te apoyare-soltó con decisión la bruja mirándolo directo ojos grises que por tanto tiempo le removieron el tapete.
-Pansy-
-Si Draco querido-
-Eres una idiota-le respondio furioso el rubio para volver a llorar.
-Con eso no conseguirás nada Draco-
-¡Y que quieres que haga he! ¡Mis padres me mataran!-
-No lo harán, solo te desheredaran, nada más-dijo en tono despreocupado la chica.
-¿Que hare, dime que hare?-exclamo tomándola de los brazos-Y con esta cosa…-miro hacia abajo con terror-Tengo…miedo…Pansy…-
La morena le abrazo sintiendo una gran lastima por su rubio amigo y no solo por la desgracia que se había echado encima, sino además por no aceptar lo que había hecho y sobre todo por las consecuencias que estas le habían traído consigo.
-Maldita maldición…Maldita Morgana…Maldita…cosa…-escupió furioso.
-Maldito el idiota que no uso protección al metertela- solto algo divertida la chica para ganarse la furia de su amigo.
-¡Que yo no me acosté con ningún hombre!, ¡yo no soy un pervertido!, ¡no soy como Potter!-
-¡Pero eso no vino de la nada!-apunto hacia el vientre del rubio con la misma intensidad que el chico le rugía-¡y el negarlo no ayudara en nada!-
-¡Que no lo estoy negando porque no lo he hecho nunca!, jamás… con un hombre y nunca lo hare, nunca-
La morena se tomó la cabeza con algo de cansancio que ya le dolía por lo terco que se había puesto su amigo al negar lo innegable, pero aun más por su idiotez.
-Mira Draco por lo que hemos hablado hasta el momento a mí lo único que me queda claro es una cosa-dijo llamando la atención absoluta del rubio-Y es que definitivamente tu si lo hiciste con otro mago-
-¡No!-
La chica levanto su mano para callarlo cosa que el rubio por increíble que pareciera respeto.
-Pero también, que tu no lo recuerdas-
-Eso es absurdo-
-No, no lo es mi querido Dragón, porque conociéndote lo más seguro es que…-
-¿Qué que?, termina la maldita oración Pansy-
-Que luego de haber experimentado algo… nuevo… tú mismo te hayas borrado la memoria-alzo una ceja la chica como diciéndole, toche.
-No…eso nunca-dijo el rubio intentando de recordar algo que sin lugar a dudas jamás lograría.
Y las semanas pasaron y con ellas la desesperación de su rubio al haber sido notificado por sus padres a través de una carta que ya no era bien recibido en su hogar por haberles deshonrado y más cuando el periodo escolar estaba llegando a su fin obligándolo a pensar en un futuro bastante agrio que sin la protección de Hogwarts, ni mucho menos con la comodidad que le daba su apellido se volvia aún más negro que cuando se enteró de su estado.
-Tú no tienes por qué preocuparte Draco, puedes venirte conmigo-
-Pero Pansy, tus padres-
-Ya veré como lo hago con ellos pero tú te quedas en mi hogar al menos hasta que puedas conseguirte algo por tu cuenta-dijo cabes baja la chica al saber que eso sería casi imposible en el estado actual de su amigo.
-Gracias Pansy pero no quiero causarte molestias-dijo tomándole las manos a esta-menos si tú puedes ser desheredada por mi causa-
La moreno trago en seco, ya que nunca se le ocurrió pensar en ello.
-No seas melodramático Draco-
-Oye y porque no me prestas galeones y-
-No-
-Pero Pansy, sería la solución perfecta-
-No-
-No quiero causarte problemas, menos ahora que terminaron la clases-
-Mira Draco a mí no me engañas-le dijo clavándole la mirada-Y si lo que piensas es morir junto a ese niño-le apunto-no cuentes conmigo para nada-soltó furiosa viendo a su amigo agachar la cabeza.
-¿Que hare Pansy?, ¿qué voy a hacer?-
-Te vendrás a vivir conmigo-soltó alguien que ignoraban los estaba escuchando como muchas otras veces oculto bajo su capa de invisibilidad con excepción de esa oportunidad.
-Potter-escupió la chica-Acaso no sabes que es de mala educación escuchar las conversaciones privadas-
-Si, pero también el no ofrecerle una mano a quien se supone es tu amigo-
-¡Como te atreves yo jamás!-
-Ya lo sé Parkinson, no lo decía por ti, si no por los otros que ya ni notan a Malfoy-respondio el moreno ante la furibunda chica.
-Pues déjame decirte que Draco no necesita tu limosna, porque él se irá a vivir conmigo-
-En primera no es una limosna, en segunda, no creo que para Malfoy se encuentre muy cómodo en tu hogar-
-Él lo estará, mucho más que en…tu casucha-
-Mira Parkinson, mi casa quizás no sea una mansión pero de algo si estoy seguro es que no será repudiado en ella, como tampoco pasara un mal rato que en su estado no le vendrá para nada bien-
-….-la bruja se mordió los labios sin saber que responder.
-No me equivoco verdad, porque no dudo que al igual que sus padres los tuyos no le haga mucha gracia su estancia en su hogar-
-Mis padres adoran a Draco-
-Si pero eso era antes, cuando pensaban que tú y él se casarían, cuando él era el heredero de una de las familias más pudientes del Reino Unido Mágico pero ahora, podrías decir lo mismo-
-….-
-Eso creí-
-Draco, eres bienvenido en mi hogar lo sabes verdad-
-Si Pansy…pero Potter tiene razón-dijo el rubio ignorando que en el pecho del moreno su corazón estaba a punto de explotar de felicidad-Y no quiero que tengas problemas con tus padres-
-No los tendré-
-Ya les informaste que lo llevas o será una desagradable sorpresa tanto para ellos como para el-apunto con la cabeza hacia el rubio.
-Esto es lo mejor Pansy-
-Draco-
-Gracias amiga…Potter, acepto tu ofrecimiento-
-Bien, estaré esperándote en la entrada de Hogwarts ve por tu equipaje-
-Draco…puedes contar conmigo para lo que sea-le dijo a su amiga con un nudo en la garganta.
-Lo se Pansy, no te preocupes, vamos-le dijo limpiándole del rostro una lagrima-Que es San Potter con quien me voy-
-Si-dijo algo divertida la chica por el extraño giro que les daba la vida-Envíame una carta apenas llegues si-
-Por supuesto-dijo dándole un beso en la mejilla que enervó al moreno que aún seguía observando al par de amigos mientras se despedían.
Por fin, por fin, se decía Harry al dar un nuevo paso en su relación con aquel rubio que lo volvia completamente loco y al darse cuenta que gracias a una vendita maldición de hacia siglos su más preciado sueño no moriría con el como muchos le recordaban a diario por la elección que había tomado en su vida.
-Draco-
-Soy Malfoy, Potter, Malfoy-le reprendió el rubio al moreno que le extendía la mano para ayudarle con su baúl.
-Bien…Malfoy-sonrió el moreno caminando tras el rubio ante la molestia de sus amigos.
-Harry estas seguro de esto-
-El necesita ayuda Hermione-
-Sí, lo sé pero es Malfoy y tú y el jamás se han llevado bien-
-Lo sé-dijo su amigo-pero no todos tienen la suerte que yo al tener tan buenos amigos como ustedes-dijo el moreno sacándole una sonrisa a la castaña.
-Bien pero solo ten cuidado de acuerdo-
-Si mama-
-Y ya que va a estar en tu casa-dijo la chica tomándole del brazo-aprovecha y sácale la verdad sobre el misterio-dijo refiriéndose como todos al padre de aquel bebe que Malfoy negara, aun con pruebas de su existencia.
-Hermione, tu pidiéndome eso-
La chica agacho la cabeza un tanto ruborizada.
-Hare lo que pueda-le sonrió su amigo-aunque quien sabe y no termina por gustarte la respuesta-dijo dejando intrigada a su amiga.
-¿Acaso tu?… sabes-
-No pero pronto lo descubriré-respondio Harry al puro estilo Hermione imaginándose la cara que pondría su amiga si supiera la verdad.
Se imaginó lo que dirían sus amigos si supieran la verdad acerca del misterio que rodeaba el embarazo de Malfoy y como este mismo reaccionaria al descubrirlo, negándose rotundamente a revelárselo a cualquiera de estos por el momento. Al menos no hasta que su hijo naciera y tanto este como su rubio estuvieran fuera de peligro, después de todo el aún era Harry Potter y aunque muchos lo adoraran, habían otros que solo pensaban en vengarse de el no solo por haber derrotado a su maldito Lord, sino también por haberles decepcionado.
No, el misterio que rodeaba a Draco seguiría por el momento, aun si él se moría de ganas por abrazarlo y gritarle que ese niño era suyo y que lo amaba. Sabía que sería difícil, sobre todo al vivir bajo el mismo techo pero que solo el recordar la nueva oportunidad que tendría para conquistar a su rubio todo seria más fácil, mucho más fácil.
-Esta vez…esta vez sí lograre que me ames Draco, lo juro-
Fin