ADHARA
Draco simplemente se veía precioso en estado, aun con sus quejas frecuentes por lo gordo que se estaba poniendo, aun si seguía negando sus sentimientos no solo por él, sino también por ese pequeñito que crecía en su interior, nada de eso importaba porque para él eso no era más que la culminación de un amor perfecto, de su amor para ser precisos, aun si su rubio lo ignoraba.
Sus amigos seguían criticando el que le hubiera tendido una mano, sobre todo cuando Draco se comportaba como el dueño y señor de aquella mansión que poco a poco iba tomando vida gracias a sus constantes cambios.
No podía evitar mirarlo soñadoramente imaginándose a ambos abrazados, acariciándose, durmiendo en el mismo cuarto para luego caer de bruces cuando el rubio toscamente le increpaba por ello.
-En serio hermano, no entiendo como lo aguantas-
-Ron-le advertida su novia al saber por dónde iría eso.
-¿Qué? Oh vamos, acaso ya no puedo ni opinar-
-Puedes Ron pero cuidado con lo que dices-advirtió su amigo.
-Vaya que te gusta ese hurón-bufo el peli rojo-lástima que él ni siquiera te tome en cuenta a no ser para trasquilar-
-¡Ron!-
-Déjalo Hermione, déjalo-dijo quitado de pena el moreno mientras preparaba una bandeja.
-Por Merlín-se quejó el peli rojo sonriendo ante lo que veía-No me digas que ahora no solo se ha apoderado de tu casa, sino que además te ha transformado en su maldito Elfo Domestico-
-Draco no se siente bien y-
-¿Draco?-
-Mira Harry-dijo su amiga aproximándose-sé que te preocupa Malfoy y que su situación es por más que decir…difícil pero por favor Harry, en serio por favor, no te vayas enamorar de el-suplico a su amigo poniendo una mano en su hombro.
-¿Y que si lo hiciera? Tan mal estaría acaso-
-¡Te lo dije! A que no te lo dije-rezongo Ron
-Harry, él no es para ti, él es diferente y-
-¡Porque, porque era un mortifago! ¡Porque es un Malfoy!-
-Harry escúchame-quiso continuar delicadamente con aquella conversación hasta que Ron la interrumpió.
-¡Si, es por eso y mucho más! ¡Acaso no te das cuenta que te tiene comiendo de su mano! ¡Que desde que llego a tu casa no eres más que su pelele! ¡Diablos Harry ya ni sales con nosotros solo por quedarte con el!-
-Mierda Ron, no puedo creer lo que escucho-dijo tomando con firmeza la bandeja de alimentos.
-Pero es verdad Harry-la castaña se veía un tanto avergonzada por decir aquello pero aun asi no agacho la cabeza-Todo lo que dice Ron es verdad y…-miro a su novio-tenemos miedo de perderte-
-Chicos-dijo bajando la bandeja-ustedes son mis amigos, jamás me alejare de ustedes. Pero deben entender que Draco me necesita-
Ambos chicos se miraron de formas diferentes para luego mirarlo a él.
-No Harry, tu eres el que debe entender que Malfoy por más que lo intentes y te esfuerces jamás te amara-
-Tú no sabes eso-gruño entre dientes furioso el moreno tomando la bandeja para irse con el rubio que lo traía vuelto loco.
Sus amigos no entendían nada, no entendían que Draco necesitaba cariño, que necesitaba afecto, que necesitaba que alguien se preocupara por él y sobre todo que lo atendiera en esos momentos en los cuales más vulnerable se encontraba. Ellos no entendían, porque no lo conocian y no sabían que si ese rubio era un orgulloso y testarudo, él lo era aún más y jamás se daría por vencido, aun si tenía todo en contra suya.
Los podía escuchar reír claramente tras la puerta y lo odiaba, porque solo se podía reír a su lado, no con esa idiota de Parkinson que aunque intento de evitar sus constantes visitas no pudo, quizás sus amigos tenían razón y su rubio si hacia después de todo lo que se le pegaba la gana con él.
-Draco querido no puedo creer que ya te hayas adaptado a este…lugar-menciono despectivamente la morena mirando con cierto asco el cuarto que ocupaba su amigo.
-Cuidado Pansy, que este cuarto en su mayoría está decorado con cosas que tú misma me has traído-le sonrió con burla viendo como su amiga ponía cara de circunstancias.
-¿En serio?-
-Con excepción del papel tapiz, la cama y los muebles-
-A bueno es por eso entonces, definitivamente deberíamos hacer algo con ellos-
-Pensé que te gustaba la cama y los muebles-dijo el rubio al recordar como su amiga al llegar al que sería su nuevo hogar por un determinado tiempo hasta que esa cosa naciera, no había parado de criticar en el mal gusto de su anfitrión con excepción de los muebles claro está, algo en lo que él estaba completamente de acuerdo.
-Si, ¿en serio lo dije?, bueno- se paseó por el cuarto analizando cual científica los muebles para luego hacer una mueca y agregar -Si, creo que si lo dije-
No sabía que hubiera hecho sin su amiga, la única que le quedaba en realidad tras el incidente que llevaría a cuestas por el resto de su vida, sin siquiera saber cómo rayos había llegado hasta ahí. Porque aunque Pansy insistiera e insistiera en que él se había acostado con otro sujeto y que luego se borró los recuerdos era una teoría demasiado retorcida para el como para creerla de buenas a primeras, más cuando estaba completamente seguro que no le gustaban las varitas, sino las calderas y eso podía certificarlo no solo su amiga en la época de experimentación, sino además dos chicas más de Hogwarts que con la noticia de que él, precisamente el, estaba en cinta debio haberles dado un infarto cerebral por lo fuerte de la noticia. No, ahí había gato encerrado y algún dia el descubriría como rayos había terminado en ese estado y entonces, mataría al infeliz responsable de su tragedia.
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Había sido la experiencia más traumática de su vida, aún más que el tener que compartir su casa con un psicópata, aún más que el ser amenazado constantemente de muerte, aunque el estar encerrado en una sucia celda de quince por quince o quizás un poquito más, también lo era. Lo cierto era que hasta ese dia el jamás supo lo que era realmente sufrir. Y si no fuera por la pronta ayuda del idiota de Potter que parecía estar en el momento más oportuno de seguro ni siquiera podría contarlo dos veces, porque aquella madrugada no solo había sido atacado por un terrible dolor de espalda para luego continuar con unas contracciones horrorosas que le obligaron a ir al baño en más de una ocacion imaginándose idiotamente que se trataba de retorcijones por lo que había comido esa tarde cuando en realidad era otra cosa lo que venía en camino.
Nunca olvidaría la cara de espanto de Potter cuando de repente escucho una llave abrirse para darse ambos cuenta que la llave era el mismo y que la dichosa fuente se había abierto paso…¿quién rayos sabia de dónde? Tanto era su dolor que ni siquiera tuvo tiempo de avergonzarse, ni mucho menos de recriminar al cara rajada por no llamar a Pansy y sí en cambio a los idiotas e sus amigos en su lugar, pues lo único que le importaba en ese momento era que le quitaran el maldito dolor y esa cosa que parecía estarlo rasgando desde sus misma entrañadas.
Ni siquiera recordaba cómo diablos había llegado a San Mungo, mucho menos que paso luego de que alguien le suministrara un tranquilizante que lo hizo sumirse en un profundo sueño para escuchar luego por increíble que pareciera el llanto de un infante que parecía guiado por ángeles hasta sus odios.
Él bebe era precioso, un Malfoy de tomo a lomo le pesara a quien le pesara, sobre todo a sus padres que de seguro al verle se les caería la quijada por la preciosidad que le había terminado robando el corazón para dejar de lado aquella idiotez de darle en adopción.
-Es preciosa Draco- comentaba chocha su amiga mientras le hacía caras a su hija -Lastima que solo haya heredado tu lado-
-¡Hey!-
-No me mal interpretes querido-
-Como no hacerlo Pansy, querida-
-Yo solo lo decía porque…bueno, si hubiera sacado algo del otro padre al menos podríamos sacar conclusiones pero ahora…- dijo mirando sonriente a la niña.
-Eso es lo menos importante aquí Pansy-
-En serio, vamos, en serio no te importa el no saberlo, ni siquiera para castrarlo- dijo haciendo un ademan de manos como tijeras.
-Eso estaría bien pero como veras- señalo a su pequeña en brazos -tengo cosas más importantes en que ocuparme por el momento-
-Vaya que has madurado en estos meses-
-A diferencia tuya, si- sonrió el rubio -Ahora que ha nacido debo concentrarme en buscar un empleo- menciono cambiando el tono de su voz por uno preocupado.
-Potter te hecho-
-No, claro que no-
-Te lo ha insinuado entonces, porque el tener un bebe es diferente a tener a alguien embarazado-
-No Pansy, él no me ha dicho nada, pero aun asi, no puedo pasar el resto de mi vida en su casa como un parasito- soltó cansado -Yo, yo no soy asi y no permitiré que mi hija crea que vivir a costa de otros está bien-
-Te entiendo amigo y te voy a ayudar, asi tenga que mover cielo, mar o tierra conseguiré que alguien te de empleo-
-Gracias Pansy pero creo que yo seré capaz de conseguir algo solo- dijo para escuchar la risa descampanante de su amiga.
-Draco, en qué mundo vives- dijo su amiga con gracia - apenas saliste de Hogwarts-
-Con muy buenas calificaciones Pansy-
-Sí, puede ser pero recuerda que eso fue hace cinco meses, además no tienes estudios universitarios y estas en el ojo del huracán como el centro del escándalo más bullado desde que Potter salió del closet-
-Puede ser pero se te olvida que aún está el ministerio y ahí muchas veces me ofrecieron una plaza aun cuando estaba en el colegio- dijo triunfante el rubio para ver la cara sombría de su amiga -¿qué pasa, te calle?-
-No es eso Draco-
-Entonces- dijo sonriente.
-Eres un ex mortifago cariño- dijo la morena para quitarle de golpe la felicidad al recordarle la nueva política del ministerio con respecto a quienes estuvieron a favor del que no debía ser nombrado y más para los marcados -Y…ni con la ayuda de tu padre creo que…-
-No importa…ya se me…-
-Puedes contar conmigo Draco- casi suplico su amiga esbozando una dulce sonrisa y haciéndole entender al rubio que con el orgullo lamentablemente no se comía.
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No podía creerlo, rayos, el tenia los mejores amigos del mundo sin lugar a dudas, sobre todo porque sin pedírselos se las habían ingeniado para realizar una fiesta de bienvenida a su familia.
-Felicidades Malfoy-
Era algo recurrente que escuchaba de parte de los invitados, ignorándolo por completo a él, claro, su rubio había hecho todo el trabajo, un trabajo fenomenal y excelente, solo había que ver a su hija para darse cuenta de ello pero aun asi, el también merecía algo de crédito, ¡no?
-Chicos, gracias, en serio muchas gracias por esto- indico con ambas manos el comedor hermosamente decorado con motivos de recién nacido.
-Es lo menos que podíamos hacer Harry- dijo sonriente su amiga -Después de todo, nos guste o no Malfoy y su hijo forman parte de tus amistades ahora- menciono algo nerviosa al notar cerca a su novio.
-Son mi familia Hermione- reprendió sin darse cuenta para ver la ceja alzada de su amigo y la pena de su amiga por algo que ella veía como un enamoramiento imposible.
-Harry con respecto a eso, creo que-
-Oh Harry, él bebe de Malfoy es una preciosidad- les había interrumpido la Sra. Wesley justo en el momento en que la castaña quería nuevamente ofrecerle una cita a ciegas con algún conocido muggle -Ya sabes cómo se llamara-
-Sí, su nombre será Lily-
-¿Lily, como tu madre?- pregunto asombrado el peli rojo -¿En serio?-
-Sí, ese será su nombre- dijo el moreno sin percatarse de la proximidad de cierta chica que fue corriendo hasta donde se encontraba su mejor amigo.
Pudo escuchar claramente como la desgraciada de Pansy le preguntaba el nombre de su hija a su rubio, sobre todo cuando dejo en claro que ella era la madrina de su niña, cosa en la cual el jamás estaría de acuerdo, pues los únicos padrinos de su primogénito serían sus mejores amigos por lo cual no pudo evitar gritar un rotundo no para ser el centro de atención de esa reunión.
-¿Qué te sucede Potter?- le pregunto un tanto extrañado su rubio con su cejita alzada de aquella forma que tanto le disgustaba y calentaba en partes iguales.
-Bueno que Parkinson sea la madrina de…de…-dijo titubeante para notar los cuchicheos a su alrededor.
-Pansy es mi mejor amiga Potter-
-Sí, lo sé pero creo que deberías pensar-
-¡Y porque mi amigo debería pensar mejor algo que ya tiene decidido desde antes!- reclamo furiosa la morena poniendo un burbuja insonora alrededor de la bebita antes de rebuznar en contra del héroe del mundo mágico.
-Bueno porque-
-Porque Harry pensaba ser el padrino, por eso- respondio por su amigo la castaña para escuchar algo como, bueno eso sería lo justo después de todo lo que ha hecho por él.
-Draco- dijo algo espantada la morena -¿Es en serio, él va ser el padrino?-
Su rubio parecía más sorprendido que su amiga por aquello, sobre todo cuando noto las miradas acusadoras sobre él.
-Bueno…yo…yo no lo había pensado….-
-¡Ja!- chillo la moreno mirando triunfante a Harry.
-Pero…Potter, quisieras ser el padrino de Adhara-
-¿Adhara?- exclamo Ron espantado para recordarle a Harry cierto incidente de hacía muchos años atrás.
-Tiene algo de malo el nombre de mi hija Wesley- pregunto furioso el rubio.
-Bueno, no nada, ¿En serio Adhara?- rio el peli rojo para causar no solo la rabia del rubio, sino también la de su mejor amiga.
-A diferencia tuya Wesley, Draco viene de una larga y ancestral familia en donde los nombres no son escogidos en una feria-
-¡Cuidado Parkinson!- le advirtió una furiosa Ginny a punto de sacar su varita.
-Pues-
-Harry, no nos habías dicho que el nombre de la niña era Lily- pregunto sin querer la Sra. Wesley para acabar de un santiamén con aquella discusión.
-Bueno- dijo mirando a su madre putativa y a Draco de soslayo al darse cuenta de su error -sí, Lily es un nombre más bonito, ¿no crees?-
-Mi hija se llama Adhara-
-Adhara- rio Ron.
-Pero Draco- intento de convencerlo el moreno ante el asombro del resto.
-Mira Potter, te agradezco todo lo que has hecho por mí-
-Es lo menos que podría hacer-
-Ron- lo increpo su novia para que no se metiera.
-Pero creo que eso no te da derechos sobre mi hija- recalco el rubio con cada palabra que para Harry eran como una puñalada tras otra.
-Si…lo siento…creo que…-
-Te desubicaste- reprendió la morena para ser apoyada por Hermione con un simple gesto de cabeza.
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Debía hacer algo, no solo porque su hija ahora tendría el nombre horrible de una estrella como toda la enfermiza tradición Black lo dictaba, sino porque además Draco le pondría el apellido Malfoy siendo que él era el padre y por derecho este debería ser Potter. Aún tenía miedo de su reacción al enterarse de la verdad, sobre todo al contarle de sus encuentros furtivos, esos que más que consensuados no eran más que una vil y patética violación en contra del hombre que amaba y que le rechazaba horrorizado cada vez que ocurrían. Debía pensar, debía calmarse, pero como hacerlo si esos meses junto a él no había conseguido su mayor anhelo, aun si se había comportado como un maldito príncipe o peor aún, como un elfo domestico con tal de congraciarse y aun con todo eso ver que no había conseguido avanzar ni un solo paso. Y como si sus desgracias no pararan había escuchado por casualidad como la muy desgraciada bruja de Parkinson le ofrecía nuevamente irse a vivir con ella junto a su pequeña Adhara.
-No puedes irte con ella-
-¿Porque no?- pregunto divertido su rubio mientras preparaba el biberón de la bebe.
-Bueno…porque ella ni tiene casa y sus padres deben odiarte y por ende a-
-Pansy vive sola Potter, ella se mudó de la mansión de sus padres hace poco-
-Y de seguro vive con alguien-
-No Potter, vive sola- contesto divertido el rubio.
-Draco, no creo que a Adhara le haga bien mudarse-
-Primero Potter, no me llames por mi nombre-
-Lo siento-
-Cuantas veces debo decírtelo-
-Lo siento-
-Segundo, es solo una proposición- dijo sin prestarle atención a la gran sonrisa que ponía el moreno -Una que estoy pensando muy seriamente-
-¿Qué, pero? Oye a la niña no le hará bien, es demasiado pequeña-
-Bueno por eso es que iré a ver primero como es su vivienda, aunque dudo que este peor que esta- dijo girando sus ojos.
-Te recuerdo que esta casa no solo te dio refugio cuando lo necesitabas- respondio molesto el moreno -sino que además perteneció a una rama de tu familia- el rubio solo asintió ignorándolo por completo -porque si mal no recuerdo tu eres parte Black o me equivoco-
-Iré a darle de comer a la bebe-
-Además como rayos pretendes mantenerte, acaso no has pensado en eso o es que pretendes que esa serpiente te mantenga- dijo furioso para escuchar como el cuello de Draco crujía por el fuerte movimiento al girar para verlo -Draco…yo…-
-Vete a la mierda Potter-
-No quise decir eso pero piénsalo, ¿en serio?-
-¡No te preocupes Potter, que mi hija y yo desde mañana dejaremos de ser una carga para ti!-
-¡¿Qué, no, no Draco lo has mal interpretado?!-
-¡Lo dudo! Pero en todo caso, apenas consiga empleo comenzare a enviarte algo para saldar mi deuda-
-¿Qué deuda?- pregunto preocupado al notar como el rubio dejaba la cocina -Draco no crees que estás exagerando-
-Vete a la mierda- le repitió subiendo las escaleras.
-¿Draco?- dijo suplicante para ver como el rubio le echaba su última mirada déspota y lleno de furia, haciendo resaltar el carmín en sus mejillas de una forma tan sensual que ni se dio cuenta cuando ya lo tenía agarrado por la cintura propinándole un beso que le fue devuelto con un mordisco -¡Auch!, ¿¡pero que!?-
-¡Eso debería decir yo!-
-Draco espera-
-¡Pansy tenía razón no eres más que un desviado!-
-¡¿Qué esa te dijo eso?!-
-¡Esa es mi mejor amiga!-
-¡No, esa solo quiere meterse en tu cama!-
-¡Como tú, no!-
-¡Si, digo no! Draco lo siento, en serio, no quise pero, yo, me –
-Ni lo digas Potter, por favor, haznos un favor y no lo digas-
-¿Por qué? Si es la verdad, me gustas-
-Lo siento pero eso, jamás será reciproco Potter porque a mí me gustan las mujeres-
-Sí, se nota- rio de buena gana el moreno -Sobre todo por la bebe que tienes arriba-
-Vete a la mierda-
Fue lo último que escucho esa noche de la persona que amaba y que horas más tarde lo abandonara sin siquiera despedirse.