Todos los adultos dicen que las mujeres fueron hechas para los hombres y viceversa. Cualquier pareja que no esté conformada de esta manera no es más que una anomalía y una aberración de la naturaleza.
Aun habiendo crecido con esa enseñanza yo estaba completamente seguro de amarlo a él...Llegó como las lluvias de otoño, inesperado e impestuoso. Su sonrisa fue brillante como el sol de primavera. Sus sentimientos cálidos como el verano y su alma blanca como la nieve del invierno. Alguien caprichoso como yo no podía dejarlo ir...no amándolo como lo amaba.
Decidimos ser una pareja más del mundo. De esas que se pasean tomados de las manos, se besan en público y le hacen saber a los que coquetean con sus pareja que éstas no están disponibles.
Ninguno imaginó lo difícil que podría llegar a ser, los problemas que tendríamos por culpa de la ignorancia y la discriminación...de no ser por él...probablemente me habría caído desde hace mucho y no me habría levantado nunca más... Hubiera decidido escapar por la puerta falsa...yo sé que ustedes entienden.
"Las personas temen, evitan, juzgan y discriminan a lo que no entienden" eso era lo que siempre me decía cuando le preguntaba porque nos trataban así. Yo solo pensaba que eran idiotas por no entender lo que era amar a otra persona, por temerle a un sentimiento tan puro hasta tal grado de evitarlo y describirlo como "inaceptable ,imposible, asqueroso y un par de cosas más".
"Que sucede señora? Tiene miedo de algo? " retaba él a la gente que nos quedaba viendo, algunos respondían "La homosexualidad es contagiosa, aléjate por favor" respondían con sonrisas de suficiensa, pero no existía en el mundo persona más arrogante que él cuando se trataba de defendernos, "enseguida me alejo...sería una pena que aparte de estúpido fueras gay cierto?"...no podría terminar de contaros las veces que trasnoché por curarle las heridas que le provocaban las peleas en las que se metía por esas respuestas...aunque nunca terminaba de sentir más pena por el otro chico...y siempre me preguntaba a mí mismo porque nos juzgaban de esa manera cuando simplemente nos paseábamos juntos y lo más que llegábamos a hacer era mirarnos y sonreírnos mutuamente en público...sin embargo eso era peor para ellos que ver a las parejas "normales" teniendo sexo en los callejones o en las cabinas de baño. Jamás podré comprender su limitada capacidad de juicio.
Y realmente uno esperaría ese tipo de reacciones de la sociedad, sin embargo también es inocente pedir que la familia lo acepte como si fuera algo normal o pueden desecharte de la familia quitándote el título de hijo. Ambas opciones son completamente factibles y probables, y ambas provocan sentimientos encontrados, alivio, arrepentimiento y otra serie de emociones que varían según la respuesta.
Yo...siempre esperé a que las personas pudieran dejar de ser tan prejuiciosas y entonces se volvieran más amables...porque yo quería que él pudiera sonreír cuando las observaba, quería que pudiera ir por la calle sin tener que tensar los hombros y ponerse en pose defensiva frente a mi cuidándome...deseaba fervientemente...que el pudiera confiar en ellos otra vez. Pero ellos se volvieron peores cada día, las miradas se volvieron palabras, las palabras acciones y al final llegamos a este punto... El punto culminante del miedo y la intolerancia.
El miedo me atravesó paralizándome, así como a él le atravesó la bala. Sonará a estupidez...pero...todo paso tan rápido que fue necesario detenerme un momento a pensar en lo que había sucedido antes de darme cuenta. Fue necesario volver a repetir esas mortificantes imágenes lentamente en mi mente para asimilar bien la noticia.
Durante semanas me agobié con miles de pensamientos mientras vivía la agonía de verlo postrado en esa estúpida cama de hospital, conectado a esa máquina que me indicaba que seguía vivo.
Pensaba en que si nunca me hubiera dejado envolver con el verano y me hubiera negado a conocer la blanca nieve en su interior...si me hubiera negado...ah! Él hubiera no existe y eso me partía el alma.
Pasaron 16 interminables semanas en las que me acabé la garganta, llamándole para que despertara. Cuatro meses de escuchar ese estúpido pitido en mis oídos que me indicaba cada uno de los latidos de su corazón...solo fueron cuatro meses de verlo en esa cama, 16 semanas de estar en el hospital incluso ante las miradas desaprobatorias de las enfermeras y algunos doctores, 112 días de agonía hasta que todo se esfumó en el aire...ya no había agonía, ya no estaba mi presencia en el hospital, ya no más esa visión de el en la cama...porque todas esas cosas se habían ido con el aire...así como su vida...así como la mía.
"Promete que cuando yo no esté, lucharas por salir adelante" me dijo una vez causando un huracán de emociones en mi interior, éramos tan felices y él me hablaba de cuando no estuviera a mi lado?
Esa promesa me parecía muy lejana pues pensaba que él estaría cuidándome siempre...pero ahora lo único que quedaba de él era el anillo que me había dado el día en que jugamos a casarnos y nos volvimos uno, la tarde de su entierro era un verano y el sol daba de lleno en donde él se encontraba y eso alegró mi corazón por un instante pues no tendría frío...es una estupidez pensarlo pero yo estaba preocupado.
Pase los años enteros recordándole...en las primaveras, en los veranos, los otoños y los inviernos hasta que mi alma se consumió como la leña es consumida por el fuego dejándome a mi hecho cenizas que son llevadas por el aire a un lugar incierto transportando mi alma a ese lugar al cual van todas esperando otra oportunidad o el final del camino.
- Lo siento mucho- dije suavemente mientras le ayudaba a recoger sus cosas
-No te preocupes, solo fue un accidente- dijo el mientras yo le entregaba sus libros.
Jamás había escuchado su voz pero mi corazón dio un vuelco, levante mi vista para poder observarlo y su brillante sonrisa me recibió…
Todos los adultos dicen que las mujeres fueron hechas para los hombres y viceversa. Cualquier pareja que no esté conformada de esta manera no es más que una anomalía y una aberración de la naturaleza.
Aun habiendo crecido con esa enseñanza yo estaba completamente seguro de amarlo a él…