Tras cinco años después del campeonato mundial de beyblade y finalmente obtenido su libertad los rusos se fueron a vivir juntos en una gran casa a las afueras de la ciudad, ahora llevaban una vida bastante tranquila alejados de todo lo que en ese entonces solo les traían malos recuerdos. Gracias a la herencia de Kai él, Yuriy e Irina vivían cómodamente; ya nada les faltaba, y menos ahora que estaban juntos lo cual fuera de lo material era lo único que les importaba.
Buenos días –saludaba la bicolor desde su habitación a ambos rusos que estaban en el comedor tomando café-
Buenos días –ambos correspondieron el saludo de su amiga con una sonrisa- veo que madrugaste, a que se debe? –preguntó Kai mientras veía a la chica arreglarse-
Oh, lo siento –mencionó mientras se rascaba la mejilla algo apenada- Es que hace una semana quedé con Mao y Emily en salir de compras
Ah sí? y porque no lo mencionaste antes? –dejo su café en la mesa y se giró a ver a la joven fijamente-
Perdoname Yuriy.. es que no es que no les haya querido avisar es solo que se me olvidó... fue sin querer, en serio -se disculpaba insistente con los dos mientras ambos intercambiaban miradas divertidos con la inocente reacción de su amiga-
Cálmate Irina, no te estamos reclamando nada, ni siquiera nos molesta que quieras salir con las chicas pero lo que nos interesa es saber a dónde vas y con quién, que te cuides más que nada.
Si claro y no me hables como si fuera una niña pareces mi mamá –inflo sus mejillas y cruzó sus brazos dándoles la espalda molesta haciendo que a ambos les diera ternura y causando un poco de risa en Yuriy por su comentario dirijido al ojirubí-
Esta bien, esta bien Irina. A qué hora quedaron de verse? –le pregunto el pelirrojo-
A las diez.. de hecho creo que ya no tardan en llegar y por eso necesito darme prisa –dejo de lado el aviso y se concentró en terminar de arreglarse en su habitación- Yuriy se recargó en la pared mientras Kai se dirigía al sofá un momento, en eso escucharon el timbre de la puerta y estando más cerca de esta Yuriy fue a abrirla encontrándose con Mao y Emily, quienes lo saludaron amigablemente al igual que a Kai en el sofá y platicaron por un rato hasta que la bicolor salió de su habitación arreglada.
Vaya te vez muy bien –le dijo Kai al verla tan arreglada-
Ten cuidado con los mirones y que ningún extraño se te acerque oíste? –le afirmó Yuriy en tono autoritario, Irina afirmó para que ambos se quedaran tranquilos mientras las otras chicas reían por lo bajo al escuchar a Yuriy como un padre-
Aja claro, y ustedes pórtense bien y no hagan "travesuras" mientras no estoy eh? –les recalcó lo último a la vez que les dedicó una mirada picarona haciendo que los rusos se ruborizaran furiosamente ya que sin querer los había puesto en evidencia ante las chicas y al haber escuchado ese comentario tanto Mao como Emily se les quedaron viendo e imaginando lo que significaban las palabras de Irina, ambas se sonrojaron y encogieron de hombros con unas amplias sonrisas y miradas cómplices-
Irina ya vámonos o no alcanzaremos las mejores ofertas –le dijo Emily quien junto con Mao ya tomándola de los brazos la jalaban rumbo a la puerta saliendo y despidiéndose de ambos avisando que regresarían en la noche-
Una vez que la joven se fue ambos suspiraron librándose del bochorno que en ese momento les había hecho pasar su traviesa amiga.
Esta me las pagara –dijo Kai entre dientes-
Vamos Kai de que te quejas? Ya estamos a mano no? –afirmó sabiendo que ya con eso Irina se había cobrado los comentario que ellos le habían hecho hace un momento-
Hmp.. bueno supongo que tienes razón –se quedó viendo la puerta por un rato hasta que sintió la barbilla de Yuriy recargarse en su hombro y sus brazos rodeando su cintura- Yuriy.. –dijo Kai sintiendo al pelirrojo tan cerca suyo y suponiendo lo que pretendía-
Qué? No me digas que ahora no puedo abrazar a mi novio? –dijo con tono meloso mientras el dorso de su mano rosaba el rostro de Kai-
No es eso –dijo tratando de resistir el no caer ante el encanto de Yuriy, pues aquel tono de voz que usaba con él era un punto débil que el otro usaba para “atraparlo”-
Entonces? Irina no llegara sino hasta tarde, tenemos la casa para nosotros solos.. además –coló su mano por debajo de la camisa del bicolor haciendo que este se ruborizara- hace mucho que no lo hacemos –mordió levemente el lóbulo de su oído sintiendo los escalofríos del cuerpo de Kai- este estaba por rendirse pero se sintió disgustado cuando Yuriy lo soltó y se alejó de él, más lo observó acercarse a la puerta y cerrarla con llave, así como también cerro las cortinas de las ventanas para hacer que no había nadie en casa y de ese modo no los molestaran.
Y? –el pelirrojo se recargó en el marco de la puerta mirando fijamente al bicolor- el sofá o la cama? Cual prefieres? –dijo con una coqueta sonrisa esperando la respuesta de ojirubí-
Sin palabras pero correspondiendo a la insinuación se acercó a Yuriy y lo besó dejando a este ampliamente sorprendido, por un momento se separaron y se vieron por un rato hasta que volviéndolo a besar y cargándolo cual doncella guió a Kai rumbo a la habitación abriendo con algo de dificultad la puerta de la misma, una vez adentro depositó con relativa delicadeza a Kai en la cama. Sus lenguas se entrelazaban en un nuevo apasionado beso mientras intercambiaban caricias aun por encima de la ropa, lentamente Yuriy desprendía la camisa de Kai de su cuerpo dejando su torso desnudo, a falta de aire se separó de su boca más pasó a besar lentamente su cuello recorriéndolo con su lengua arrancando suspiros en el bicolor que lo abrazaba y lo apegaba a él, el ojirubi disfrutaba de cómo Yuriy lo hacía disfrutar, sin embargo ya era su turno de tomar la iniciativa y sin que el susodicho se lo esperara Kai lo tomó de los brazos y lo derribó cambiando las posiciones; dejándolo ahora sobre el pelirrojo, ante aun su mayor sorpresa había conseguido que Kai se excitara lo suficiente como para de un tirón quitarle su camisa y fuese él quien le robara otro beso apasionado mientras con sus manos acariciaba por un lado el torso de Yuriy y por el otro acariciara su miembro por debajo de su ropa consiguiendo de parte del pelirrojo un gemido que le hizo sonreír ampliamente, bajó hasta llegar al pantalón y dedicándole una mirada lasciva lo desabrochó y lo bajó junto con su ropa interior dejando al pelirrojo expuesto en su totalidad, Yuriy por su parte se reincorporó con cuidado mirando a Kai entre sus piernas y como este bajando a ver su miembro lo metió de lleno a su boca haciendo que el ojiazul gimiera y arqueara su cabeza hacia atrás lleno de placer al tener la boca y lengua de Kai en su miembro. El bicolor lo hacía tan bien que sentía que le faltaba poco, para su desgracia no permitió que se viniera lo cual era una tortura para el pelirrojo.
Aun no, no hemos terminado -el ojirubí lo volvió a derribar en la cama y lo colocó en cuatro, usando su lengua lubricaba la entrada del pelirrojo mientras este con la calidez de la lengua de Kai se mordía los labios conteniendo gemidos y suspiros hasta que su lengua fue reemplazada por su miembro sacando lo que había contenido en un solo gemido, el ojirubí comenzó a moverse lentamente prolongando la tortura de Yuriy pues éste aun tenía la necesidad de correrse y con tal de llegar al clímax juntos lo estaba soportando.. aunque no sabía por cuánto tiempo más lo lograría puesto que el placer iba solo en aumento, viendo en la expresión de su novio que le faltaba poco para acabar decidió ayudarlo con su “problema” así que con una de sus manos lo sujetaba bien de la cadera y con la mano libre le daba un masaje a su miembro de tal manera que Yuriy creyó que se iba a desmayar, sin poder contenerse más, inevitablemente se vino en su mano y cayó en la cama respirando pesadamente. La sonrisa de Kai era bastante amplia, aun no se había venido pero le bastaba con ver a Yuriy en ese estado para sentirse satisfecho.
Que ocurre, te quedaste sin aliento? –dijo con sarcasmo mientras besaba su hombro, los mechones de cabello de Yuriy cubrían sus ojos y aun mientras se recuperaba sonrió de lado-
Aun no es suficiente.. me la vas a pagar –susurró para sí dejando a Kai con una expresión de extrañeza, pero no contaba con que Yuriy aprovechando la situación lo tumbara dejándolo acostado de lado, éste queriendo su revancha, mirando al bicolor levantó una de sus piernas colocándola sobre su hombro mientras él se acomodaba en su entrada-
Oye espera! Que crees que.. ahhhh!!! –no pudo reclamarle nada pues su queja había sido reemplazada por un sonoro gemido que soltó en cuanto el ojiazul lo penetró sin preparación- sin permitirle siquiera reaccionar comenzó a embestirlo; pero lentamente, pues su intención era desquitarse volviéndolo loco de placer, no lastimándolo. Las embestidas al principio eran lentas pero certeras en las que apenas metía y sacaba su miembro de la entrada del ojirubí consiguiendo así que este gimiera ampliamente sintiendo a Yuriy más y más adentro de él, tenía la mirada perdida y su voz exclamaba su nombre pidiéndole que terminara pues en esa posición apenas se podía mover pero el pelirrojo se negó a soltarlo hasta que ambos se vinieran, siendo motivado por como Kai lo llamaba usando esa voz tan seductora en cada estocada. Para prolongar su espera; al igual que el bicolor lo hizo con él, tomó su miembro con su mano comenzando a estimularlo mientras comenzaba a moverse más rápido en su interior, insertando su miembro en lo más profundo de los adentros del ojirubí mientras este jadeaba de lo tortuosamente delicioso que era aquella placentera sensación. Bastaron las embestidas más profundas para que finalmente ambos se vinieran y gritaran al unísono; y llenos de éxtasis, los nombres de su respectivo amante a la vez que ambos cayeron en la cama y sin más perdieron la conciencia.
Tras varias horas de sueño después de hacer el amor el primero en despertar era Yuriy quien quitándose su despeinado cabello de la cara miró a Kai y sus facciones pasivas, sin querer despertarlo se levanto con cuidado de la cama y tomando el reloj de una cajonera se fijo que eran las 8 de la noche y usando un pantalón de pijama se disponía a lavarse la cara hasta que escuchó el teléfono sonar, con pesadez se preguntó quién sería y aunque por un momento se vio tentado a no responder suponía que se trataba de Irina a lo que contestó el teléfono y en efecto era ella reportándose, mientras le avisaba al pelirrojo que ya iba en camino de regreso Kai se acercó y abrazó a él por la espalda apenas escuchando la corta conversación. Llegada las casi 10 de la noche Irina llegó a casa siendo recibida por ambos rusos quienes al verla llegar con un armamento de bolsas y paquetes, Kai ya suponía que esto le iba a doler a su bolsillo. Tras de la bicolor entraron las chicas igualmente cargadas de bolsas, tantas que apenas podían caminar.
Veo que les fue bastante bien –mencionó Kai-
Si, la verdad si.. lo siento Kai es que no lo resistí –dijo algo apenada al ver la expresión de ambos de todo lo que habían traído-
Puff… al menos ya podemos tomarnos un respiro, realmente nos cansamos –dijo Emily dejándose caer en el sillón-
Es verdad, oye Irina, en donde nos podemos acomodar? –preguntó Mao siguiendo el ejemplo de Emily y sentándose en el sillón a la vez que veía a la chica y dejándola con una expresión un tanto preocupada, al girarse poco a poco contempló las miradas fijas de sus amigos preguntándose de que estaban hablando las chicas-
E..es cierto, olvidé mencionarlo por teléfono –soltó una risa nerviosa mientras pensaba en pedir o no el permiso- sé que pido demasiado pero creen que sería mucha molestia si Mao y Emily se quedan a dormir? –ante esa pregunta ambos intercambiaron miradas algo molestos con Irina por no avisarles que ellas vendrían, pues no esperaban visitas nocturnas y mucho menos que estas se quedaran a dormir, volvieron a mirarse mutuamente como esperando que el contrario respondiera por los dos y tras no pensarlo mucho pero con algo de pedadez al final dijeron que sí con la condición de que la bicolor se hiciera responsable de atender a sus invitadas a lo que ésta acepto la condición, las chicas entusiasmadas se dispusieron a armar una pijamada haciendo que los rusos de nuevo suspiraran con pesadez sabiendo que con ellas despiertas sería una noche muy larga, sobretodo porque después de su “rato romántico” ninguno tenía sueño.
Dejaron a las chicas planificar su noche mientras ellos regresaban a la habitación buscando el modo de pasar el resto de la noche, decidieron ver una película mientras esperaban a que eso les ayudara a darles sueño. Aunque la película era entretenida no estaba cumpliendo su cometido y fue cuando a Kai se le ocurrió la idea de provocar a Yuriy una vez más, dándole leves caricias a sus piernas llegando a su miembro.
Oye! Que haces!? –dijo alarmado por las intenciones del bicolor y este le dijo que guardara silencio ya que podría llamar la atención de las chicas-
Cállate y relájate, además… sé que esto es mucho mejor que la película –dijo mientras con un movimiento felino se acercó al ojiazul delineando la comisura de sus labios con su lengua lo cual le pinto la cara de colores al susodicho- acto seguido en un ágil movimiento hizo que el pelirrojo se levantara y su torso quedara en la cama boca abajo dejando su cadera a la orilla de la cama, trataba de removerse pero Kai tenía sus brazos sujetados hacia atrás y una de sus manos del ojirubí cubría la boca del contrario.
Te sugiero que no hagas mucho ruido –lamió su oído consiguiendo que gimiera aun con la boca tapada- o harás que nos descubran –con su mano desocupada le bajaba poco a poco el pantalón a Yuriy- y usando una de sus piernas abrió las piernas del pelirrojo dejando de ese modo su entrada expuesta.
Yuriy comenzaba a excitarse debido a la situación en la que se encontraba sumándole las caricias del bicolor en su cuerpo y como este usaba su lengua para que su deseo regresara, aún cuando no le gustaba ser quien mordiera la almohada tenía que admitir que cuando Kai tomaba la iniciativa lo hacía disfrutar bastante. Apenas se giró para ver a su ojirubí, el susodicho tenía su miembro listo para introducirlo en Yuriy y apenas sintió la punta entrar en él este comenzó a gemir, dentro de poco Kai hundió su miembro en el interior de Yuriy por completo haciendo que soltara un audible gemido pero siendo contenido por la mano de Kai que aún cubría la boca de Yuriy impidiéndole sacar a flote todo su éxtasis a través de sus gemidos. Sin que ninguno se lo esperara se escucharon toques a su puerta poniéndolos en estado de alerta.
Yuriy? –Irina llamaba al pelirrojo estando la susodicha frente a la puerta cerrada- oye Yuriy –volvió a tocar la puerta sin obtener respuesta del pelirrojo- que raro, casi juraría que estaba en su habitación –estaba por abrir la puerta hasta que se detuvo-
Que quieres Irina?
Kai? –se preguntó a sí misma al escuchar la voz del ojirubí en habitación ajena-
Kai que haces en la habitación de Yuriy… acaso se están portando mal? –dijo con una sonrisa traviesa y una mirada fija a la puerta-
No, Yuriy ya se durmió, yo solo buscaba un libro en su habitación –se excusó esperando que Yuriy no hiciera un movimiento en falso o algún sonido que los delatara mientras comenzaba a embestirlo suavemente y mirando la puerta con el rabillo del ojo esperando que la bicolor se fuera-
Mmm.. de acuerdo, es solo que quería pedirle prestadas algunas películas para ver con las chicas, pero si ya se durmió no quiero despertarlo.
Haces bien –continuó embistiendo al ojiazul mientras que ahora él con su propia mano contenía sus gemidos, aunque conforme Kai se movía era cada vez más difícil así como para el contrario hablarle a su amiga sin gemir-
Busquen algo más con qué entretenerse, dentro de poco también me iré a dormir –aun le daba estocadas al ojiazul que le nublaba la mirada y hacía que las piernas le temblaran de que dentro de poco se desplomaría del placer-
De acuerdo, siento haberte molestado pero ya te dejaré descansar, buenas noches –se despidió alejándose de la puerta y regresando con las chicas-
Una vez que Irina se fue la pareja se sintió con algo más de libertad para expresarse, aunque tenían que hacerlo levemente respecto a sus gemidos más a la vez ambos eran intensos con respecto a las embestidas tan certeras que le daba Kai y la forma tan seductora de moverse de Yuriy junto con él. Faltó poco para que ambos llegaran al éxtasis y se vinieran casi a la vez: Yuriy manchaba las sábanas mientras Kai se corría dentro de él, incluso su semen se deslizaba sutilmente por las piernas del pelirrojo y ambos cayeron exhaustos respirando agitadamente tras liberarse, permitiendo que el sueño viniera a ellos y cayeran dormidos profundamente una vez más. Del otro lado de la puerta Irina, junto con Mao y Emily tenían los oídos pegados a la puerta, cada una con un vaso en mano para poder escuchar el “espectáculo”.
Esto resultó más entretenido que el juego de mesa –susurró sonrojada Mao retirando con cuidado el vaso de la puerta ante las miradas cómplices y sonrojos de las otras dos-
Admito que no esperaba que fuera verdad –confesó Emily claramente ruborizada por las imágenes que pasaban por su cabeza juntándolas con los sonidos que alcanzó a escuchar y obteniendo escenas en verdad comprometedoras-
Se los dije, cada noche puedo deleitare el oído con la incapacidad de Kai y Yuriy para contenerse de pasar la noche juntos, paguen –dijo con aire triunfante a sus invitadas quienes se lamentaban internamente de haber perdido la apuesta y tener que darle uno de los artículos que compraron a la ganadora-
A la mañana siguiente muy temprano Mao y Emily regresaron a sus respectivos hogares dejando a los rusos solos en su casa, ahora Irina no tenía intención alguna de salir ya que había terminado muy cansada por la salida de compras del día anterior, por otro lado sus amigos habían amanecido más radiantes de lo normal y la chica dedujo en el instante a qué se debía, y aun cuando le resultaría divertido resaltarles que escuchó con lujo de detalle lo ocurrido en la habitación prefirió no abrir la boca y borrarles a ambos la sonrisa de la cara. Notó que ambos se preparaban para salir y les preguntó a donde se dirigían ya que no la invitaban a ir con ellos, ambos simplemente se limitaron a responderle que debían salir a hacer algo importante; aunque en realidad no lo era tanto, y cuando todo estuvo arreglado para ambos salieron de la casa ahora ellos pidiéndole a su joven amiga que se portara bien.
Kai y Yuriy fueron a la ciudad para distraerse un rato y de paso comprar algunas cosas que necesitaban para la casa, mientras recorrían algunas tiendas departamentales llegaron a cruzar varios locales dedicados al beyblade, cosa que de cierto modo les daba nostalgia ya que tenían un tiempo sin practicarlo pero a la vez les traía a la mente varios recuerdos, algunos gratos algunos no tanto. No fue impedimento para que pasaran a ver y de inmediato fueron reconocidos por los bladers novatos y no novatos como los campeones mundiales causando revuelo en la tienda de la cual había más de un fan del campeonato mundial de años atrás.
Salieron de la tienda con varias cosas en mano; menos a comparación de las que su amiga trajo del día anterior, a lo lejos ambos rusos alcanzaron a ver una figura conocida para ambos y al acercarse más distinguieron a Boris cerca de cruzar una gran avenida, cuando este también pudo verlos los saludo desde lejos y después buscó acercarse a ellos para saludarlos mejor.
Que tal? Y eso que se dejan ver? hace un tiempo que ni Sergei, Iván ni yo sabemos de ustedes –les dijo mientras los veía muy juntos-
Nos hemos dedicado a descansar y a ocuparnos de otras cosas, y que hay de ti? –le preguntó Yuriy al pelilavanda-
Pues no gran cosa, hace algunos años dejé La Abadía y me dedico a buscar trabajo –respondió ante sus amigos, más ambos se llevaron una gran sorpresa cuando una persona conocida alcanzaba a Boris y lo tomaba del brazo-
Boris porque la demora?, dijiste que debíamos.. –su frase se cortó en el instante en que se topó con ambos rusos, uno de ellos su antiguo amor- llegar.. al… compromiso pendiente –la voz de Rei se iba apagando conforme procesaba la imagen de Kai junto a Yuriy, hacía años atrás que no sabía nada del bicolor desde que el campeonato mundial llegó a su final y el equipo BBA se había separado tomando caminos distintos-
Rei, y eso que tenemos el gusto de verte? –dijo Yuriy sorprendido por ver al nekojin acompañando a su compañero y amigo de La Abadía-
Ah! es cierto, bueno solo les diré en pocas palabras que hace poco Rei y yo comenzamos a salir y actualmente somos pareja –dijo Boris rodeando el cuello del pelinegro con uno de sus brazos ante la atónita mirada de Kai y Yuriy que intercambiaron miradas de sorpresa ante el comentario-
De verdad? Pues.. me alegra por ambos, quien lo hubiera dicho –expresó Kai tras estar callado un rato mirando a Boris y luego a Rei, de cierto modo ya había olvidado el incidente que había ocurrido entre ellos tiempo atrás, le aliviaba ver al pelinegro con una pareja y saber que con esto Rei ya lo había olvidado-
Bueno, siento dejarlos pero tenemos varios lugares que recorrer antes de volver a casa así que nos vamos –dijo Kai queriendo alejarse-
De acuerdo, nos veremos en otra ocasión –se despidió Boris de ambos-
Visítenos cuando quieran son bienvenidos –se despidió Yuriy mientras era jalado del brazo por Kai que prefería estar lo más lejos posible de Rei en ese momento al resultarle incómoda su presencia, no porque lo odiara sino por aquellos recuerdos que a veces lo molestaban aunque ya no pensaba en eso-
Kai.. –se dijo Rei a sí mismo al ver a Kai alejarse con Yuriy a su lado causándole tristeza internamente, pues aun cuando Boris le había demostrado en aquel tiempo que lo quería y aún buscaba ganarse su cariño hasta que finalmente aceptó ser su novio no le había resultado nada fácil al pelilavanda que el ojiambar le diera una oportunidad-
“Me alegra que seas feliz.. pero Kai, aunque me duela admitirlo mis sentimientos por ti no han cambiado a pesar del tiempo transcurrido, por más que ahora estés con Yuriy.. en algún momento tendré alguna oportunidad y da por hecho que la aprovecharé, sin importar qué.. te conquistaré”