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Un triángulo de amor (Reeditado) por Lady Susaku Shunkurakai

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Notas del capitulo:

Este será un capítulo largo debido a que se trata de un flash back, es que me dediqué a escribir la historia de como es que Kai, Yuriy e Irina se conocieron. Solo espero que no se aburran antes de la mitad -///-U.

Parte de lo que narrare en el flashback tiene un poquitito de verdadero en el pasado tanto de Kai como de Yuriy, el de Irina al ser personaje de mi creación me lo inventé (solo espero no exagerarle ^^U).

Espero se animen a leer :)

Notas de siempre: Beyblade no me pertenece, sino a Aoki Takao, solo tomo prestados a sus personajes para escribir un fanfic sin fines de lucro.

Minna-san enjoy kudasai for me n.-

Tomando a Kai de la muñeca ambos salieron del lugar para dirigirse hacia donde se encontraba aquella persona de la que Yuriy le hablaba; por fortuna Volkov salió de la sala para regresar a los laboratorios, el bicolor se sintió incómodo por la forma que Yuriy le tomaba de su muñeca por lo que se soltó y solo le siguió. Ambos rusos estaban decididos a verla, aunque Kai aún no podía recordar a aquella chica y qué tenía que ver tanto con él como con Yuriy. Sacando ventaja de que el pelimorado regreso al subterráneo de las instalaciones para revisar los experimentos, entonces el pelirrojo condujo con cautela a Kai a dónde se encontraba Irina, éste no sabía que ocurría ¿era necesario tener cuidado al deambular en La Abadía?

Yuriy ¿qué te ocurre?

Ah~ olvidé mencionarlo… lo que pasa es que tengo prohibido acercarme al lugar donde está -mientras pensaba en el porqué tanto sigilo solo para verla, una vez ubicado el lugar buscaron acercarse sin llamar la atención.-

Kai seguía sin ubicarse del todo, además de que tanto cuidado y sigilo lo comenzaban a molestar, el ojiazul se asomó para ver tras la puerta de una cúpula que era donde se encontraba la chica: logró divisar a una pequeña figura, Yuriy tocó dicha puerta haciendo señales para llamar la atención de la pequeña, ésta reaccionó a aquel ruido, y cuando alcanzó a ver ciertos rasgos conocidos se le dibujó una sonrisa, pero había un pequeño problema que le impidió acercarse a la puerta: sus tobillos estaban atrapados por grilletes. Por un momento se entristeció, pero Yuriy pidiéndole que guardase silencio le dio una pequeña señal de que tenía con él unas llaves con las que la ayudaría; mientras Kai observaba incrédulo a Yuriy, solo se quedó en silencio limitándose a ver y vigilar al mismo tiempo que nadie se acercara. Una vez que Yuriy consiguió abrir la puerta buscó acercarse a ella y quitarle los grilletes. Aquella imagen de Yuriy cargando a esa chica ya libre de los grilletes parecía la escena de una película romántica, pero lo hizo sentir extraño.. al ver más detenidamente a aquella chica no pudo evitar notar que ella; a pesar de ser aparentemente pequeña y muy joven, era muy bella: tenía una delicada figura, piel blanca, ojos bicolores y un largo cabello negro con las puntas rojas. La niña apenas alcanzaba a distinguir un par de siluetas, y cuando una de ellas habló se sorprendió.

Irina -dijo cariñosamente Yuriy y esta viendo a quien le hablaba sonrió ampliamente, apenas alcanzando a decir:

Yuriy.. -dijo tiernamente y vio que a su lado estaba alguien más, alguien que de inmediato reconoció… sus ojos se abrieron ampliamente ¿será posible? ¿acaso se trataba de un sueño?

¿Irina? -pregunto el bicolor un tanto confundido, pero con un deje de tranquilidad al ver a la niña su semblante se relajó y vio a la susodicha con ojos y sonrisa tiernas, a lo que ella menciona su nombre:

Kai... -esto sorprendió al bicolor porque aquella chica en verdad; a pesar de que fueron años de no verse, recordaba su nombre. Lentamente extendió sus manos, cada una de ellas apenas rozando con la yema de sus dedos ambos rostros, y luego sus manos se posaron en sus mejillas buscando comprobar que ambas presencias eran reales, cuando se dio cuenta que no era un sueño sino la realidad; mientras sonreía aún más, sus ojos se llenaron de lágrimas y se lanzó a abrazar a ambos chicos.

Chicos!! -se soltó a llorar la chica mientras abrazaba a ambos rusos, Yuriy correspondió a su abrazo y la sostuvo con fuerza, por su parte Kai sintiendo aquella muestra de afecto algo se despertó en su interior: era cálido y bello al mismo tiempo.. sus ojos se abrieron ampliamente ¡¡era eso!! En su mente aquella pesadilla ahora tenía sentido, las personas que se encontraban con él en su sueño eran Yuriy e Irina, sus personas más queridas eran ellos dos.. cuando calló en cuenta de eso no pudo evitar que un par de lágrimas recorrieran sus mejillas y abrazo con fuerza a sus amigos, los tres sonriendo y llorando por su reencuentro.

Kai, Yuriy, no saben cómo los he extrañado -Seguía llorando la chica-

Nosotros más a ti -pareciera que el pelirojo hablaba tanto por él como por Kai, y esto último lo dijo poniendo su mano en la cabeza de la bicolor-

Me alegra verte -dijo el ojirubi mientras secaba las lágrimas de su rostro- a mi me alegra tanto volver a verlos -los miro a ambos mientras sonreía; levemente, pero sonreía-

Pero Kai ¿Qué haces aquí? -a Kai le extraño que ella hiciera la misma pregunta que Yuriy le hizo con anterioridad-

Pues, si les cuento posiblemente no me lo creerían -en los contrarios se dibujó una seña de confusión, los tres salieron de ese lugar para buscar un sitio más “tranquilo”, a pocos metros se acercaron a un pequeño jardín: en este el césped estaba cubierto por nieve y las flores tomaron una tonalidad cristalina simplememnte se sentaron sintiéndose tranquilos.-

Bueno, ahora díganme, ¿qué paso con ustedes? -quiso averiguar el bicolor-

No es un bonito recuerdo -dijo Yuriy, y tanto él como Irina bajaron la mirada con expresiones tristes tras recordar lo que les ha pasado desde que Kai salió de La Abadía-

¿Qué pasó? -insistio el bicolor haciendo que ambos chicos lo miraran-

Es que pasaron muchas cosas, Volkov se ha encargado de hacer nuestras vidas una pesadilla -en ese momento aquellos momentos renacieron en sus memorias-

 

Desde hace más de seis años La Abadía era un lugar amplio en el que se reclutaban pequeños niños para ser entrenados como soldados beyluchadores, niños especialmente huérfanos. En aquel entonces un pequeño de bicolores cabellos quien por parte de su abuelo; quien fuese el dueño de dicha Abadía, era llevado a la sala de entrenamiento en la cual, observaba más de cerca el cómo sería su nueva vida como beyluchador bajo órdenes del mayor.

Kai había sido obligado a convertirse en parte de uno de los “esclavos” de su abuelo puesto que el peligris buscaba una especie de venganza para darle una lección a su hijo: el padre de Kai.

Durante su infancia Kai tenía una familia amorosa con su padre y su madre, el padre de Kai era quien heredaría el poder de la empresa Hiwatari, pero eso no era lo que él quería: su fascinación era el beyblade; sin embargo, la ambición de Voltaire porque la familia Hiwatari continuara siendo una de las más poderosas de Rusia, le prohibía rotundamente que siguiera con lo que él consideraba, un absurdo sueño. El padre de Kai no estaba dispuesto a dejarlo atrás, por lo que abuelo de Kai lo obligo a elegir: o se olvidaba de su afición por el beyblade y reconsideraba volver a las labores familiares, o se arriesgaba a renunciar al apellido Hiwatari y con ello perder a su familia. El padre de Kai hizo caso omiso de las amenazas de Voltaire y el mayor furioso por lo que su hijo le había hecho no estaba dispuesto a dejar que esto se quedara así, por lo que en venganza arrebató a Kai de los brazos de sus padres a la fuerza.. desesperados su madre y padre suplicaban por el niño, él no tenía que pagar por las diferencias que había entre adultos, pero para el peligris era el modo perfecto de darle a su hijo una lección. Kai llamaba a sus padres, los susodichos forcejeaban y luchaban en un vano intento por alcanzar a su hijo pero éste ya había desaparecido de su vista, después de eso Kai no volvió a saber más de sus padres y fue obligado por su abuelo a entrar a La Abadía como beyluchador, puesto que ahora él era quien se encargaría de la misma a futuro. Desde entonces el pequeño bicolor fue constantemente obligado a realizar entrenamientos bastante fuertes para su edad pero que; en palabras de los superiores, le ayudarían a futuro para forjar su carácter y desarrollar su poder.  

Desde aquel día la vida de Kai en aquel lugar era horrible y solitaria, todas las noches pedía ver a sus padres; que lo dejaran ir, pero a cambio solo lo mandaban a callar. En ese entonces cada día la tortura era más severa, muy a pesar de que él fuese el nieto del dueño del lugar no significaba que el bicolor tenía trato especial; todo lo contrario, recibía el mismo trato que todos los demás por más dolorosos que fueran si no cumplía con las expectativas esperadas por los mayores.

Ya había transcurrido un año desde que el bicolor había ingresado a La Abadía, y si algo era evidente es que todos eran entrenados para ser fríos y despiadados contra quienes se enfrentasen causando que casi todos esos niños tuviesen una mentalidad fría.

¿Está ocupado? -un niño de ojos azules y rojos cabellos buscaba un acercamiento hacia el bicolor.-

No -dijo sin más-

Me puedo sentar? -quiso obtener aprobación ajena-

Como quieras -fueron las secas palabras de Kai, y este por su parte sólo se limitó a hacerle un espacio para que el pequeño ojiazul se acomodara-

Se siente raro estar aquí ¿no? -buscaba sacar tema de conversación, el bicolor no respondió, solo asintió sin mirarlo-

Se puede saber ¿que quieres?

¿Yo? Nada: solo que no tiene mucho que llegué aquí y me siento bastante solo, no conozco a nadie y no me puedo acercar a los demás- Kai entendía perfectamente puesto que él se sentía igual, pero era eso y un fuerte sentimiento de abandono le lleno el corazón de tristeza, salió de sus pensamientos porque el contrario aún le hablaba.

Creéme, te va a sonar absurdo pero por alguna razón, tú me inspiras confianza -decía con algo de pena-

Por cierto ¿tú como llegaste a este lugar? -ahora era Kai quien por simple curiosidad por quien estaba a su lado le contara algo de él-

En ese momento sus facciones se tornaron tristes, le dolía recordarlo pero el ojiazul quería expresarse con él.

En mi caso.. a mí me vendieron -le dijo el ojiazul aun con la tristeza en el rostro y una señal por parte de Kai de que era libre de contarle lo que le había ocurrido, el pelirrojo continuó: -

Verás: mi padre era un militar al servicio de las fuerzas rusas y mi madre una sencilla ama de casa. Debido a que durante la guerra, la economía rusa cayó en crisis dejaron a muchos soldados y gobernadores sin trabajo; de entre ellos estuvo mi padre.

Al quedarse sin trabajo mi padre cayó en una depresión muy fuerte, comenzó a beber al grado de embriagarse todos los días, mi madre y yo llegamos a tenerle mucho miedo puesto que cada vez que estaba borracho se tornaba violento.. bastaría con decirte que en más de una ocasión nos puso a ambos una mano encima -Kai no podía creer lo que oía-

Mi madre ya no podía tolerar aquel maltrato y la depresión de mi padre era cada vez peor, entonces poco después de que cumplí ocho años ella se marchó, ni mi padre ni yo volvimos a saber de ella lo cual lo afecto demasiado. Pasó un año después de la partida de mi madre, y mi padre desde ese entonces ya no me reconocía: de lo ahogado que siempre estaba en alcohol se volvió más y más agresivo, tenía miedo siquiera de hablarle porque desquitaba su enojo conmigo -se descubrió un poco el hombro dejando ver varios moretones y continuando al mismo tiempo con su narración-

En aquel tiempo solo quería huir, alejarme de él.. pero aun cuando lo hiciera, ¿Qué sería de mí? O al menos era lo que pensaba pues a mis nueve años la idea de quedarme solo aún me daba miedo, pero me daba mucho más miedo quedarme con aquel hombre que alguna vez fue mi padre.

No pasó mucho tiempo y fue cuando ese día todo cambió: Volkov y varios de sus soldados llegaron a mi hogar y le comentaron a mi padre que buscaban niños para convertirlos en beyluchadores que representarían a Rusia en el campeonato mundial de beyblade, al principio a mi padre no le interesó en lo absoluto… pero bastó con que Volkov le ofreciera una fuerte cantidad de dinero para que me llevaran con ellos, fue cuando sin siquiera pensarlo mi padre acepto el dinero y dejó que esas personas me llevaran con ellos. Al principio cuando me sacaron de mi hogar pensé que sería por algo mejor pero al darme cuenta de la clase de lugar al que fui a dar de cuando caí en cuenta de que fue para peor -tras terminar con su narración Yuriy no pudo evitar ocultar su rostro entre sus piernas mientras silenciosas lágrimas emanaban de sus azulados ojos, al mirar las lágrimas del pelirojo no pudo evitar “por inercia” acercarse y recargar la cabeza del contrario en su hombro incluso acariciando sus cabellos tratando de consolarlo.. a Kai le costaba trabajo puesto que él jamás había mostrado afecto hacia alguien; al menos no en La Abadía y a cualquier persona, Yuriy por otro lado no pudo evitar sorprenderse, no esperaba una muestra de consuelo como esa y menos de aquel chico que a simple vista le pareció frío. Esa fue la primera muestra de afecto que se marcó en sus vidas y que diera origen a lo que sería una fuerte amistad.

Tiempo después ya eran tres años más en los que Kai y Yuriy aún continuaban con sus respectivos entrenamientos y viviendo horribles torturas, más eso no impedía que a pesar de todo su lazo de amistad se fortaleciera, hasta que algo nuevo llegaría a sus vidas. Un día en sus escasos descansos tanto Kai como Yuriy se encontraban juntos sentados junto a una ventana, y tras ella vieron algo que les llamó la atención: se trataba de como un grupo de chicos formaban un gran círculo, todos reían con maldad y lanzaban varias rocas hacia un objeto, objeto que resultó ser una niña.

Por favor déjenme -rogaba la chica porque aquel grupo de niños la dejaran en paz, más lo único que recibía eran más pedradas-

Aún no me cabe en la cabeza -mencionó un chico de nombre Dimitri mientras lanzaba una piedra a la pierna de la chica-

En qué demonios pensaba Volkov al traer a una niña -la susodicha le miraba rogando con la mirada que se detuviera-

Se los ruego… yo no tengo la culpa

¡Ya cállate! -grito fastidiado Dimitri a punto de lanzar otra piedra a la cabeza de la niña haciendo que la misma gritara y tratara de cubrirse con sus brazos, más ese golpe nunca llegó pues en su lugar un beyblade había sido lanzado en dirección a la mano del agresor, haciéndolo soltar dicha piedra y lastimándosela, cuando todos miraron el beyblade supieron quien era el dueño, y no se equivocaban-

No puede ser, ¡¡son Kai y Yuriy!! -quienes rodeaban a la chica se quedaron petrificados con la presencia de los antes nombrados puesto que con el pasar del tiempo ambos se habían ganado el título de los bladers más fuertes por su ferocidad en el beyestadio, además de las beybatallas ganadas; y no solo eso, sino que por ende se ganaron tanto su respeto como su temor. Dimitri les miraba con odio por su intromisión pero le dolía tanto la mano por el ataque de Dranzer que no le quedó más alternativa que retroceder, y el resto siguiendo su ejemplo se esfumaron de la escena, no sin antes gritar mientras huían: ¡¡DISCULPEN!!

Tras desaparecer tanto el bicolor como el pelirojo se acercaron a la chica.

¿Estás bien? -preguntó Kai al ver las heridas marcadas en todo su cuerpo-

Si, gracias -le miraba apenada, ambos jóvenes frente a ella le resultaban atractivos, el tenerlos cerca le causo un visible rubor a su rostro y evadió la mirada con ambos, más dio un quejido de dolor cuando Kai apenas roso una de las heridas hechas por los agresores-

¿Te duele? -era Yuriy quien preguntaba en esta ocasión-

Si.. mucho -le daba pena decirlo pero las heridas le dolían, al verla muy herida Kai se dispuso a levantarla y cargarla hasta la enfermería mientras Yuriy les seguía-

Cuando llegaron ambos se dispusieron a ayudarla, la recostaron con cuidado en la cama, Yuriy por su parte le limpiaba las heridas y Kai las cubría con vendas. Una vez lista y con ayuda para levantarse los chicos salieron de la enfermería, como a la chica le costaba caminar la apoyaron en sus hombros ayudándole.. ella seguía sin poderlos ver a los ojos sin sonrojarse, una vez que estuviesen en un lugar más tranquilo dejaron que se acomodara y descansara otro poco.

Te sientes mejor? -fue la sencilla pregunta de Yuriy-

Si, gracias… es el primer gesto amable que he recibido desde que llegue

¿Hace cuánto llegaste aquí? -preguntó Kai-

Hace dos días

¿Dos días? -preguntaron ambos a la vez- pero si llegaste en ese tiempo ¿porque no te habíamos visto antes?

Es que me han tenido encerrada… apenas me dejaron salir hoy en la mañana y por lo visto no soy bienvenida..

Aún no sé porque me trajeron aquí o que pretenden hacerme, y tengo miedo -dijo escondiendo su rostro entre sus rodillas, ambos chicos tampoco sabían que tramaba Volkov trayendo a una niña a La Abadía pero conociéndolo sabían que no podía ser nada bueno-

Y ¿Cómo fue que llegaste aquí?- pregunto sereno el bicolor llamando la atención de la chica a lo que esta; viendo que ambos le prestaban atención, se dispuso a contarles su historia:

Bueno… yo vengo de una familia humilde, vivía con mis padres y mi hermana mayor Sasha, vivíamos tranquilos y eramos felices en nuestra pequeña casa en el campo, mi hermana anhelaba ir a Moscú para cumplir su sueño de convertirse en actriz, prometió que cuando su sueño se hiciera realidad nos traería a mí y a mis padres a la ciudad para una vida mejor, todos ya estábamos haciendo planes para cambiar nuestras vidas; yo no pedía nada, salvo permanecer con mi familia… hasta que ocurrió lo peor, y ese sueño jamás se haría realidad:

Estalló la guerra, aún cuando mi familia y yo éramos civiles a los soldados no les importó, llegaron al campo, invadieron y saquearon propiedades, mi hogar no fue la excepción: mis padres nos escondieron a mí y a mi hermana escondiéndonos... ambas los vimos morir frente a nuestros ojos, sin embargo Sasha dijo que al menos una de las dos debía seguir con vida, y sin más salió a encarar a los soldados y de igual modo en un intento por protegerme esos malditos la violaron y después la asesinaron.

Cuando todo terminó y no quedó nada más que escombros y cenizas salí de mi escondite y miraba con horror lo que quedaba de mi deshecha vida: recuerdo que apenas divisé los cuerpos de mi familia lloré como hasta ese día jamás había llorado, imploraba porque todo lo que veía ante mí solo fuese una pesadilla, pero esta apenas y comenzaba, pues cuando escuché pasos y alcé la mirada vi a varios hombres frente a mí y uno de ellos; que usaba un antifaz, me sonrió de modo sombrio y con un ademán ordenó a sus hombres que me llevaran.. tenía mucho miedo, incluso traté de hacer que me soltaran, luché porque me dejaran pero fue inútil, antes de que me diera cuenta ya me llevaban arrastrando hacia esta gran construcción y me encerraron en una celda sin decir nada. Poco después me soltaron, y así fue como en el patio rodeada de brabucones me conocieron -dijo finalmente concluyendo con su relato-

Ambos rusos no podían terminar de entender para qué quería Volkov a una chica en La Abadía sin embargo sabían que ella no estaría a salvo y menos después de ver como fue tratada por los demás por lo que ambos le hicieron la promesa de que mientras ella se quedara a su lado jamás le pasaría nada.

Los días transcurrieron, las cosas eran cada vez más difíciles para ellos; sin embargo no importaba lo duro que fuese el entrenamiento, lo crueles que fuesen los castigos siempre se mentuvieron juntos para cuidarse unos a otros frente a todo lo que se les ponía enfrente.. hasta que llegó; al menos lo que uno de ellos creía, el final de ese infierno.

Una noche el bicolor se escabulló entre la sombras de los pasillos para dirigirse hacia donde estaban sus amigos:

Kai ¿Qué ocurre?

Hoy es la noche, está decidido -sentenció Kai con voz firme ante la incógnita de la niña-

¿Hoy? Pero Kai ¿estás seguro? ¿sabes lo arriesgado que es lo que estás pensando hacer? -mencionó Yuriy.-

Si lo sé, pero créeme que por fin saldremos de aquí pues no me arriesgaré a perderlos si Volkov sube la intensidad de nuestros entrenamientos -su mirada se suavizó ante ellos, quienes correspondieron a la misma y con seguridad asintieron: definitivamente esta noche dejaremos este lugar-

Más tarde esa noche el lugar estaba vacío, en silencio; únicamente yacían guardias en las puertas y entrada realizando la acostumbrada vigilancia, uno de ellos pasó cerca de su compañero como si nada y una vez pasado de largo tres pequeños pasaban sigilosamente tras el mismo guardia (ya que al parecer Kai logró convencer a dos de ellos de que le ayudaran a él y a sus amigos a salir de La Abadía) cerciorándose de que nadie los descubriera, una de ellos con un gran temor se aferraba al brazo de quien estaba a su lado y éste al notar el nerviosismo de la bicolor buscaba tranquilizarla alentándola, sin embargo al andar no se percataron de una alarma que sin querer activaron y la cual de inmediato puso en alerta roja a La Abadía entera.

Sin perder el tiempo los niños corrieron lo más que podían evitando ser atrapados por los guardias, estos quedaron sorprendidos cuando arriba de ellos descendía un helicóptero y de su puerta se veía descender unas escaleras con el fin de que los fugitivos subieran. Sin perder tiempo; aprovechando que tenían unos cuantos segundos de ventaja y con ayuda del otro guardia aliado comenzaron a subir las escaleras, primero subió el guardia cargando consigo a Kai y seguido de él iban Yuriy e Irina, pero esta última tenía muchos problemas para subir las escaleras y a causa de esto fue alcanzada por uno de los guardias que los perseguían, el cuál sujeto su tobillo y jalaba de ella con el fin de hacerla caer, desesperada se aferró fuertemente a la mano de Yuriy y el pelirrojo a su vez a la de Kai, éste vio bajo suyo como buscaban lastimar a Irina y con fuerza jalaba a Yuriy para que éste sujetara con más fuerza a su amiga.. ella luchaba por no caer pero las fuerzas la vencían, Yuriy a su vez se apegaba a ella para no soltarla.

Yuriy -apenas mencionaba Irina llena de miedo cuando miró al pelirrojo-

Irina sujétate fuerte!! Insistió Yuriy, y éste a su vez miró a Kai

Yuriy no me sueltes!! -sonaba desesperado Kai al sentir como cada vez más Yuriy se le iba de las manos, sentía como su agarre se debilitaba y finalmente de un tirón más; lastimando al mismo tiempo el tobillo de la niña, tanto ella como Yuriy se soltaron y cayeron al suelo. Kai al verlos bajo suyo estaba por saltar del helicóptero pero fue sujetado por el guardia y los tres vieron con dolor y desesperación como se alejaban mutuamente.-

¡¡¡¡¡¡¡YURIYYYYYY!!!!!!! ¡¡¡¡¡¡¡IRINAAAAAA!!!!!! –Kai estiró su mano en un intento en vano por alcanzarlos, pero solo pudo ver como ambas personas tan preciadas por él se quedaron atrás y escuchaba; ya casi a lo lejos, su nombre en un triste grito al unisonó-

 

Los jóvenes tenían la mirada baja tras haber recordado aquel horrible momento en el que habían sido separados tras su fallido intento de escape, especialmente la bicolor se sintió muy culpable y sin embargo abrazo con fuerza a ambos rusos agradeciendo que estaban los tres juntos una vez más.

Y desde ese entonces en que te vimos escapar, buscamos seguirte los pasos -dijo Yuriy-

Pero todos nuestros intentos fueron inútiles -ahora habló Irina-

Todas las noches buscábamos la forma de escapar, lo intentamos por todos los medios posibles pero no conseguíamos nada, lo único que ganábamos en cambio era castigos impuestos por Volkov.. cada vez que fallábamos en nuestro plan de escape él nos castigaba de forma cada vez más severa; sin embargo los castigos llegaron a ser tan fuertes que Irina salía muy lastimada por lo que decidí aceptar sus castigos: hemos recibido desde golpes hasta descargas eléctricas; sin embargo, nada de eso nos ha impedido continuar con nuestros intentos, y sin importar la severidad del castigo eso nunca nos hizo desistir -mencionaba el ojiazul-

Pero Volkov y Voltaire finalmente se hartaron de nuestros intentos y ambos llegaron a una decisión: separarnos y utilizarnos como sujetos de prueba para experimentos de La Abadía, a Yuriy se lo llevaron de regreso a las celdas y a mí me mantuvieron en confinamiento solitario hasta la fecha -dijo la bicolor- al menos el lugar de mi encierro no es tan tétrico como las celdas -dijo jugando con sus dedos algo apenada al reconocerlo-

Aún hasta ahora nos siguen usando a ambos para experimentos y pruebas; nos hemos acostumbrado claro, después de todo ya han sido un par de años así, pero la idea de volverte a ver algún día es lo que nos ha mantenido con fuerzas para resistir todo esto y… aún cuando no era exactamente el modo que queríamos reencontrarnos, no sabes lo feliz que nos haces al verte de nuevo -dijo Yuriy más animado-

El bicolor no podía creer cuanto han tenido que soportar sus amigos en este lugar en su ausencia; sin embargo, un enorme sentimiento de culpa hacia sí mismo le llenó el interior y sin dudarlo les prometió con todo el corazón que bajo ninguna circunstancia nada ni nadie los volvería a lastimar, no mientras él estuviera ahí de ahora en adelante.

Notas finales:

Ok minna-san!! he aquí el 3° capítulo. que tal? les gustó? no les gustó? perdónenme por la horrible tardanza pero es que en serio que estaba super seca para escribir, caí en una depresión horrible y para variar me quedé sin compu e internet T-T. pero aquí vine de regreso para darle un buen inicio al año con la actualización de un nuevo capítulo para mi fic (en verdad lo tengo bastante abandonado al pobre), buscaré actualizar más seguido conforme me vengan las ideas, pero les pido tenganme paciencia porque en estos momentos me está costando bastante trabajo escribir. En fin espero que este capítulo sea de su agrado. Y además les deseo un FELIZ AÑO NUEVO (atrasado n.n.U)!!! 

Nos leemos en el siguiente capítulo.

Matta ne ^^


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