Se estaba acercando peligrosamente a él y el bicolor por su parte se limitaba a retroceder hasta topar con la pared que le impidió retroceder aún más, hasta que un estruendoso ruido los saca de concentración.
Kai, Yuriy -llamó asustada Irina a los rusos mientras estos se separaban con las mejillas carmines sin mirarla- Yuriy se llevo una mano a la cara cubriendo sus ojos, molesto con la chica por haber cortado el momento de golpe mientras Kai sin entender lo que pasó con Yuriy se molestaba con él mismo reprochándose sobre lo que estaba a punto de hacer.
Irina que haces aquí? -dijo Yuriy con tono molesto disfrazado de inquietud-
Perdón, es que fui a sus celdas a buscarlos pero no los encontré, me preocupé y pregunté por ustedes pero nadie me supo decir nada, entonces llegué a suponer que quizás estaban aquí. Kai estás bien? -dijo al ver las vendas que anteriormente cubrían la espalda del susodicho manchadas de sangre-
Estoy bien solo se me abrieron un poco las heridas -dijo secamente- la chica se acercó a él para cerciorarse que su palabras fuesen ciertas e ignorando momentáneamente la presencia del pelirrojo se acercó al bicolor, acercándose a su oído y colocando sus manos en sus hombros ligeramente para no lastimarlo; esto le extrañó al ojirubi más no dijo nada, Irina le susurro que estaba más tranquila al saber que estaba bien pero si necesitaba de algo no dudara en acudir a ella, inevitablemente Kai rió por lo bajo ya que era irónico por ser el mismo propósito que él se había impuesto para con ellos, más al no entender el motivo de la ligera sonrisa en el rostro del ojirubi con la cercanía de la chica causó que el ojiazul sintiera molestia al verlos, por lo que sin decir nada salió de la enfermería dejándolos solos.
De vuelta en el hotel donde estaban hospedados los BBA, la habitación se había quedado en silencio, cada uno se ocupaba de algo diferente pero sin poder olvidar lo que sus ojos tuvieron la desgracia de presenciar, el más afectado del grupo no era precisamente Kinomiya; quién aun no podía creer las palabras que Kai le había dicho antes de irse, sino Rei ya que de todos era quien menos terminaba de procesar la idea de que Kai los había traicionado y ahora jugaba en su contra, al verlo beybatallar y con una Bestia Sagrada ajena a la suya le pareció una persona completamente diferente: Kai era un fiero blader pero no era despiadado y tenía un fuerte espíritu del beyblade que incluso él admiraba, más el Kai que vio en esa beybatalla no era absolutamente nada al que él conocía: era un blader cruel que aplastó a sus rivales sin piedad y más aún apoderándose de sus Bestias Sagradas como si de trofeos se tratasen. Fue doloroso para él ver que la persona que amaba los apuñalaba por la espalda de ese modo, sintiéndose bastante mal salió al balcón de la habitación y mientras su flequillo cubría su mirada discretas lágrimas emergieron de sus ojos: cada una de ellas representaba algo importante del recuerdo de su capitán.
Mientras que en La Abadía tras entrar a su celda y sin sueño comenzó a caminar por esta cual león enjaulado, molesto y frustrado por lo que había pasado con anterioridad en la enfermería, no acababa de comprender lo que pasó en el instante en el que se había atrevido a casi besar a Kai al acercarse peligrosamente a él, se culpó a él mismo por casi cometer una tontería tan grande y se preguntaba si el ojirubi estaba molesto con él: el que Kai lo despreciara era lo que menos deseaba después de tenerlo con ellos de nuevo después de varios años de haberlo extrañado tras separarse. Agobiado con sus propios pensamientos se sentó en su cama sin sacarse de la cabeza la imagen del bicolor: el como lo miraban fijamente sus rubíes ojos, sus labios entre abiertos, su albina piel al descubierto… cayendo en cuenta de a dónde conducían sus pensamientos de nuevo comenzó a reprocharse a él mismo repitiéndose una y otra vez que eso no podía ni debía ser, aquel impulso se había convertido en un deseo, uno que buscaría cumplir aunque le costase todo: desde su orgullo hasta su amistad con el ojirubí.
Mientras tanto un bicolor recostado en la cama de la enfermería con su amiga durmiendo en la silla al lado de esta se puso a pensar en lo ocurrido con anterioridad, ¿En qué rayos estaba pensando Yuriy con lo que estaba haciendo hace un rato? ¿Acaso había actuado por impulso? Sea como sea no le gustó para nada a donde se dirigía el asunto y por un instante llegó a razonar que él no le había detenido, aún cuando retrocedía buscando alejarse de él no iba a detenerlo, por alguna razón incluso estaba dispuesto a aceptar lo que Yuriy hiciera, con tantas contradictorias ni siquiera podía conciliar el sueño cuando trataba de descansar y llenando su cabeza con los recuerdos del ojiazul se puso su camisa y después de despertar y mandar a dormir a su amiga, Kai salió de la enfermería rumbo a su propia celda, pero se quedó despierto la noche completa con la cabeza llena de pensamientos inexplicables.
A la mañana siguiente había día de descanso en el torneo, los equipos que quedaban podían descansar y a su vez prepararse para lo que sería el enfrentamiento final por el título de campeón mundial. Las cosas en La Abadía se notaban algo raras, aunque seguían juntos Kai y Yuriy apenas y se hablaban, así duraron todo un día, esto se le hizo bastante extraño a Irina; el que sus amigos estaban actuando raro y estaban más callados de lo normal, aunque trataba de sacar plática para ellos no conseguía nada y resignada a mantenerse así no le quedó de otra más que limitarse a verlos entrenar y enfrentarse a diversos oponentes que Volkov les impuso durante el entrenamiento de ese día, pues para La Abadía el descanso no existía del todo.
Llegó la noche y de nueva cuenta los rusos se habían encerrado sin querer saber nada de nada ni nadie, ya era el colmo que aún cuando no pasó nada ninguno de ellos tuviera el valor para verse a la cara o dirigirse la palabra: no querían estar así pues era muy incómodo, eran amigos; casi hermanos, y tener esta clase de diferencia era algo absurdo para ambos. Haciendo todo a un lado Yuriy sin más salió de su celda dirigiéndose a la celda de Kai, dispuesto a aclarar más de un asunto y poner en orden las cosas. Una vez llegó a la celda, Kai se percató de su presencia y aunque por un momento lo dudó finalmente le dejó pasar, aún sin dirigirle la palabra ambos se sentaron en la cama, Kai se hacía una idea del porque la visita de Yuriy pero prefería que este se lo dijera.
Kai..
¿Si?
Bueno yo.. escucha necesito pedirte una disculpa
¿Disculpa? ¿De qué hablas?
Por favor Kai ambos sabemos de lo que hablo -le miró de reojo esperando una respuesta del bicolor y al no obtenerla suspiró con pesadez continuando hablando-
Mira.. lo que pasó en la enfermería.. verás.. es que yo.. bueno la verdad.. –Yuriy no encontraba las palabras para explicarle a Kai lo que pasaba y fastidiado se revolvía los cabellos, haciendo que Kai arqueara una ceja y le mirara de forma extraña-
Yuriy si tanto trabajo te cuesta formular una respuesta mejor déjalo para otra ocasión, me restas las escasas horas de sueño que tengo -esto molestó aún más a Yuriy, le costaba trabajo hablar en efecto pero se había armado del valor suficiente para venir con él a aclarar las cosas y no iba a dejar que el nerviosismo y la duda le impidieran continuar-
Kai me quieres dejar hablar, tienes idea de lo que me costó venir aquí para explicarte lo de la enfermería -dijo Yuriy con molestia y Kai simplemente se limito a escucharlo, pues parecía que Yuriy no estaría tranquilo si no hablaba.. y al bicolor no lo dejaría tampoco-
Kai, lo estuve pensando y debatiendo por un muy buen rato, tengo que ser sincero contigo: ese incidente en la enfermería fue porque lo hice por impulso... pero sobretodo porque te quiero, bueno más que quererte, porque te amo -miró directamente al bicolor, este por su parte al escuchar a Yuriy abrió enormemente los ojos quedándose mudo de la impresión, acaso había escuchado mal? Había malentendido sus palabras?-
Porque te quiero.. no, mejor dicho porque te amo Kai -el pelirojo bajó la mirada con las mejillas pintadas de carmín- desde que eramos niños -agregó sentándose al borde de la cama una vez más aún con la mirada baja- le había costado mucho trabajo confesarle algo tan serio como esto, sobretodo porque desconocía como lo tomaría Kai en estos momentos llegando a pensar que quizás su temor se cumpliría y el bicolor lo odiara, en el susodicho las palabras de Yuriy resonaban en su cabeza una y otra vez.
Yuriy? su mejor amigo de la infancia... enamorado de él? El ojirubi se quedó sin saber cómo reaccionar o qué responderle, la situación era por de más incómoda y la habitación se quedó en silencio. Kai se levantó y estando frente al pelirrojo suavizando su mirada aunque Yuriy no podía verla porque los flequillos de Kai los cubrían.
Porque no me dijiste nada antes? -dijo en voz baja aun sin mirarle-
Tenía miedo; aunque te parezca absurdo, tenía miedo: a tu rechazo, a lo que pensaras de mi, a que no me volvieras a dirigir la palabra por considerarme raro, eso y que llegué a pensar que quizás estos sentimientos eran una tontería mía, después de todo crecimos juntos; somos casi como hermanos, además de que por tu actitud tuve que contenerme aún más, hasta que después de lo ocurrido en la enfermería me puse a pensar en muchas cosas, y aclare mis pensamientos cayendo en cuenta, que lo que sentía por ti era más que admiración: era afecto, cariño, hasta que todo eso junto se convirtió en amor -se ruborizó de nuevo sintiendo una presión en su pecho- Kai quedó mucho más sorprendido que antes pero en vez de golpearlo presionó sus puños fuertemente y tomando las cosas con más calma; con algo de inseguridad, colocó una de sus manos en la mejilla de Yuriy y éste también sonrió levemente de lado, el ojiazul no lo podía creer: Kai sonriendo!? y además sonrojado!? definitivamente era una imagen que no se veía todos los días y vaya que lo dejó cautivado.
Aunque sabía que se arriesgaba mucho ahora el pelirrojo se levantó y puso una de sus manos en la mejilla de Kai, la acaricio con afecto y el ojirubí únicamente se dejó hacer por él cerrando los ojos. El ojiazul lo tomó como una invitación y sin pensarlo pero con lentitud se acercó al rostro de Kai, este estaba con los ojos fuertemente cerrados pudiendo sentir cada vez más cerca la respiración y el aliento de Yuriy acercándose a él, hasta que antes de darse cuenta se acortó la escasa distancia que había quedado entre ellos, uniendo sus labios en un suave beso.
El bicolor no puso resistencia, ambos labios juntos temblaban, Kai sintió la necesidad de sentir a Yuriy así que ambas manos sostuvieron la cara del ojiazul y tomando más confianza sus labios se unían una vez más besándose apasionadamente, era el ojirubi quien tomó la iniciativa al quitar las manos y enredar sus brazos al cuello del pelirrojo, éste abrió los ojos con sorpresa de ver a Kai en esa faceta, cuando sus ojos se encontraron con sus rubíes fue como si el hielo y el fuego se fundieran, sus facciones cambiaron completamente, sus ojos reflejaban ternura, amor: algo que ninguno había experimentado hasta ese momento y este estaba siendo correspondido. Sin quedarse atrás viendo que Kai había tomado confianza en él colocó primero sus manos en su cintura, abrazándola posesivamente aún besándolo pero con más pasión, pronto aquel inocente beso se había convertido en una guerra entre lenguas por parte de ambos, pronto llegó el siguiente punto en el que era Yuriy quien con suavidad introdujo su mano en la camisa de Kai, recorriendo su espalda y haciendo que este reaccionara volviendo a la realidad, alejándose de Yuriy en el instante.
Qué tienes?
Esto.. no, no esta bien -dijo nervioso e incómodo-
De que hablas? -ahora era el pelirrojo quien no entendía que sucedía con el ojirubí- hace un instante no te rehusaste a continuar con el beso.
Un beso es diferente a lo que estas haciendo ahora: lo que pretendes es llegar más lejos Yuriy.
Pero Kai..
Olvidalo quieres!! -se tapó su ruborizado rostro con la mano; detestaba que le viesen así, asi fuese Yuriy o Irina-
Kai.. -dijo suavemente Yuriy abrazándole, Kai lo empujó para que le soltara pero el pelirrojo no se lo permitía, le abrazó más fuerte y se acercó a su oido hablando en un tono muy tranquilo-
Kai, te juro que mi intención no es lastimarte, nunca lo he hecho y jamás pienso hacerlo. Te quiero demasiado como para hacer algo que no quieras -su tono de voz era diferente: no era el mismo frío Yuriy Ivannov capitán de los Neo Borgs: era una persona tierna, algo completamente distinto, aquella confianza que por un instante se había perdido regresó gracias a sus palabras, algo nuevo vio en Yuriy que le provocó un fuerte sentimiento, correspondió a su abrazo con la mirada fija en el techo y al volverse a ver de nuevo se besaron, primero el ojiazul se acercó despacio hasta que sus labios estuvieron junto a los del bicolor y en ese momento fue el propio Kai que le correspondió dejando a un lado la inseguridad, Yuriy volvió a acariciar la espalda de Kai y este de nuevo colocó sus brazos alrededor del cuello de Yuriy permitiéndole a este profundizar ese nuevo beso.
Con pasos algo torpes ambos fueron a caer en la cama de nuevo separándose del beso un momento quedándose viendo, Kai abrazó a Yuriy recorriendo con ellas toda la extensión de su espalda por encima de la ropa mientras Yuriy le imitaba pero llevando sus manos al abdomen de Kai, sintiendo en una de las caricias que el corazón de éste latía con fuerza.
Deja de mirarme!! -reprochó con las mejillas carmínes cubriendo sus ojos una vez más, al pelirrojo se le dibujo una sonrisa y sin hacer caso a sus palabras alzó poco a poco la camisa de Kai, besando cada parte que destapaba hasta llegar a la mitad de esta y haciendo que Kai se reincorporara molesto después de que el pelirrojo continuaba avergonzándolo-.
Qué crees que haces idiota!!?? -le reprochó, Yuriy no pudo evitar reír por lo bajo con la expresión del bicolor, por alguna razón le divertía como reaccionaba-
Haciendo que me mires -se le acercó y beso fugazmente, sonriendo de nuevo y sin pedir permiso continuó con su labor-
Esta vez le quitó su bufanda haciéndola a un lado y dirigiéndose a su cuello y depositando besos en este, dándole a Kai una oleada de sensaciones extrañas que apenas pudo contener, Yuriy le besaba constantemente y su lengua recorrió su cuello provocando que Kai soltara un gemido que no paso desapercibido por el ojiazul, le terminó la camisa que le impedía continuar y sin más de nuevo recorría con su boca su cuello, sus hombros, su pecho y se detuvo por un momento en los pezones de Kai; mirándole de reojo y con la punta de su lengua empezó a acariciarlos, Kai arqueó ligeramente su cabeza apretando los dientes para no gemir más, pero se estaba volviendo difícil porque Yuriy lo torturaba con sus caricias, primero era con la punta de su lengua, luego con su boca succionó aquellos erectos pezones haciendo que en Kai de nuevo aquellas sensaciones nuevas se hicieran presentes, cerró los puños colocando una de sus manos en la cabeza de Yuriy jalando de sus rojizos cabellos y colocando la otra mano en su hombro tratando de empujarlo y de hacer en vano que le dejara, Yuriy sentía el fuerte tirón de su cabello pero a pesar de eso no fue impedimento para continuar con su labor, así que decidió castigar a Kai con una leve mordida y haciendo que el susodicho arqueara su espalda, el bicolor luchaba con lo que sentía su cuerpo.. era extraño, algo que no podía explicar ni describir con palabras, por un lado rogaba porque el pelirrojo se detuviera pero por el otro no quería que lo hiciera: cada caricia, cada beso le hacían perder la cordura y su consciencia de sí mismo o sus actos, sus brazos sintieron un agotamiento inexplicable y quedó a una mejor merced del ojiazul quien volvió a atrapar sus labios mientras su inquieta mano acarició uno de los pezones de Kai y con la otra rozaba el miembro despierto del ojirubí por encima de su pantalón, pegando adrede su rodilla contra su miembro para provocarlo.
Ohh.. pero que tenemos aquí? -dijo con sarcasmo y una amplia sonrisa de superioridad en su cara-
Cállate!! -dijo molesto el bicolor tratando de levantarse de nuevo pero siendo detenido de los brazos por Yuriy y este se acercó de nuevo a su cara-
No lo creo -susurró juguetonamente- mientras aprisionaba los brazos de Kai con una mano con la otra se concentró en quitar el pantalón del ojirubí, arrojando estos lejos de sus vistas y dejando expuesto en su totalidad al bicolor que sin poder cubrir su desnudez se rehusó a ver al pelirrojo a la cara mientras el susodicho; cuál lobo que acechace a su presa, lo devoraba con la mirada.
Me alegra saber que ya no te resistes, he estado esperando tanto tiempo por este momento que ahora siento que no podría detenerme... eres más hermoso de lo que imaginaba, sobretodo con esas expresiones en tu rostro -susurró en su oído causando un escalofrío en toda su espalda y un nuevo sonrojo que le dejó inmóvil-
Yuriy.. -el tono de Kai sonaba bastante seductor y fue algo que llamó la atención del pelirrojo-
si? -pregunto con curiosidad-
También estás duro -dijo sonrojado pero viéndole fijamente mientras usaba su pierna para estimular el miembro de Yuriy lo cual hizo que el susodicho también se sonrojara-
Tú eres el responsable de esto -le reclamó al ver que ahora Kai sonreía con superioridad- pero serás tú quien experimente algo diferente -Yuriy sonrió confundiendo al bicolor, soltó su agarre y con lo que dijo realizó un recorrido de besos, mordidas y lamidas por todo su cuerpo llegando hasta el miembro del ojirubi-
Pero que pretendes!? -trataba de levantarse pero le resultó imposible al sentir que su miembro era tomado por la mano de Yuriy y la punta acariciada por su lengua-
El bicolor se estremecía y sentía como se nublaba toda su conciencia por completo, se mordía los labios con fuerza presionando un poco el cabello del pelirrojo y con sus manos indicándole el vaivén que quería seguir, no era precisamente lo que esperaba pero vio que Kai no perdía la iniciativa y decidió concedirle el deseo de hacer las cosas a su manera; al menos por ese momento, por supuesto sin dejar de disfrutarlo, por lo que al ver la instistencia de este abrió la boca y metió todo el miembro en ella, succionándolo con fuerza, esto causó que una corriente eléctrica le recorriera el cuerpo por completo cuando en uno de los cambios que Yuriy hizo fue el sacarlo de su boca, rodearlo con su lengua hasta llegar a la punta y volverlo a meter.
Todo esto no podía continuar, no quería seguir o de lo contrario se vendría y no le quería dar ese gusto al pelirrojo; sentía que era demasiado pronto, pero por más que su mente se lo negara su cuerpo no pudo resistirlo y se vino en su boca. Yuriy cerró los ojos mientras bebía aquel espeso líquido, luego se levantó un poco viendo a Kai y la bella imagen que tenía: en ese momento lucía tan dócil.. sus mejillas rojas, su cabello despeinado, su pecho subiendo y bajando al respirar agitadamente, su cuerpo perlado en sudor y sus piernas entre abiertas. Todo eso era una clara invitación a dar el siguiente paso, relamiéndose sus labios con la idea.
Yuriy.. no me digas que... -le costaba hablar con la respiración entrecortada-
Si, porque?
Acaso estás loco!? -se molestó de nuevo-
Que tiene? si es algo tuyo no me molesta hacerlo -dijo quitando con la punta de su índice el resto del semen de sus labios y lamiéndolo, para Kai fue la imagen más erótica de su vida pero no se atrevía a decirselo y se limitó a tratar de cubrirse con sus antebrazos desviando la mirada con un marcado rubor en sus mejillas- idiota -susurró-
Yuriy le quitó uno de los antebrazos de los ojos y de nuevo hizo que lo viera, el pelirrojo cerró los ojos y negando con el dedo le indicó a Kai que lo mejor apenas iniciaba y con delicadeza felina se le subió encima, antes de que pudiera abrir la boca para reprocharle le besó de nueva cuenta, y Kai como hasta ahora enredo sus brazos al cuello de Yuriy para apegarse más a él, por alguna razón le gustaban sus besos y no se los podía negar. El pelirrojo aprovechó que Kai se perdía en el beso y buscó darle más placer usando sus manos para acariciar todo su cuerpo, el bicolor suspiraba aún con su lengua unida a la del pelirrojo y este en una de sus caricias llegó hasta la entrada de su amante acariciandola suavemente con sus dedos, rodeándola y finalmente uno de sus dedos se introdujo con suavidad en él, haciendo reaccionar a Kai y sacándole a su vez un gemido de dolor.
-usó su mano desocupada para callar los labios del bicolor con uno de sus dedos- tranquilo, pasará -calmaba a Kai besando su frente y de nuevo sus labios- tratando de distraerlo del incómodo dolor que este sentía con el movimiento de ese dedo dentro suyo.
Y..Yuriy, que haces?.. basta.. -Kai colocó sus manos en sus hombos empujándole otra vez, la sensación era más incómoda que las anteriores y está vez le dolía, era un dolor soportable pero incómodo, el ojiazul no le dió descanso y de inmediato introdujo un segundo dedo haciendo que el ojirubí presionara sus hombros-
Si no te preparo ahora no resistirás lo que sigue -dijo suspirando al ver que a Kai le costaba calmarse, notando que su cuerpo se ponía rígido con las intromisiones y movimientos circulares que solo hacián que en su rostro se dibujaran muecas de dolor-
Lo que.. sigue? -se alarmó y respiraba más agitadamente sintiendo el tercer dedo entrar en él y arqueando su espalda una vez más conteniendo como pudo sus gemidos- Yuriy comenzó a sentirse inseguro con lo que pasaba, Kai no parecía disfrutar de esto y le dolía ver a su bicolor sufriendo por el dolor, por un instante estuvo a punto de detenerse pero algo cambió: al parecer Kai se estaba relajando ya que sus dedos se movían con mayor facilidad en sus adentros y los podía sentir casi dilatados, los movió por última vez y los sacó con cuidado dejando a Kai jadeando pero está vez de placer, y aprovechando su distracción aprovecho para quitarse su ropa quedando completamente desnudo ante él, cuando el bicolor le vio en sus mismas condiciones no pudo creer lo que veía: Yuriy en verdad tenía una bella pero marcada figura, lo que lo había dejado cautivado fue su mirada cristalina combinada con la nivea piel perlada en sudor que tenía, pero a su vez un deje de tristeza le invadió al ver los hematomas que tenía en el cuerpo, sintiendo una gran culpa de que él fuese el responsable de todo el dolor que Yuriy vivió desde la infancia, pérdido en ese pensamiento sin darse cuenta Yuriy abrió y levantó un poco sus piernas; teniendo con esto una buena vista de Kai, este se ruborizo con la mirada fija de Yuriy sobre él y cuando ambos estuvieron listos el pelirrojo comenzó a entrar en él, el ojirubí sintió una fuerte presión acompañada de una punzada de mayor dolor que le dejaban inmóvil.
Me..duele, me duele!! -apenas pudo hablar tornando su mirada vidriosa-
Calma, lo hago despacio para no lastimarte, relajate -aunque en realidad era más sencillo decirlo que hacerlo, por más delicadeza que usaba la realidad era que lo estaba lastimando y conforme más se adentraba en él más dolor sentía, hasta que entró por completo en su interior haciendo que el bicolor ahogara un gemido de dolor combinado con placer, busco no volver a gemir pero en el proceso solo presionaba las sábanas buscando inútilmente callar esos gemidos.-
Yuriy no se movió por un rato; más aún después de ver a Kai temblando con la clara expresión de dolor en su rostro, el ojiazul se estaba arrepitiendo de lo que había hecho pero ya no se podía detener, sería doloroso para ambos pero algo que era un hecho es que debían continuar. Mordiendo su labio inferior Yuriy comenzó a moverse despacio y Kai inconscientemente le seguía el mismo ritmo, era un vaivén lento que buscaba darle a Kai el placer que creyó no podía sentir, por su parte el bicolor estaba atrapado en su mente pensando en el dolor que sentía su cuerpo con el ojiazul y que a diferencia de lo que él e Irina habían sufrido por muchos años ese dolor no era nada y que esta era otra manera de pagar por el dolor por el que el ojiazul había vivido, pero Yuriy estaba siendo demasiado géntil con él.. tanto que le calmaba el solo mirarse fijamente. Sintiendo mayor soltura en su cuerpo abrazó la cintura de Yuriy con sus piernas haciendo que el contrario se apegara más a él y ambos gimieran de dolor, el pelirrojo sintió alivio al ver que Kai se había recuperado y quería terminar así que cuando estuvo seguro de que él ya no sentía dolor; al igual que al pelirrojo cuyo dolor había desaparecido en el momento que Kai se relajó, los vaivénes se hicieron más acelerados y pasionales, mientras se acariciaban y besaban brindándose mayor placer, la pasión se volvió desenfrenada y ambos cuerpos eran más unidos en cada estocada pero la falta de aliento y fuerza se comenzaba a notar, más porque dentro de poco ambos se vendrían.
Yuriy.. ya.. no puedo.. más -dijo entre gemidos mientras dirigió sus manos a la espalda baja del ojiazul-
Kai.. a este paso.. yo... -le vio con la mirada entrecerrada jadeando de placer- sintiendo que le faltaba poco para venirse, hasta que en la última estocada ambos se vinieron al mismo tiempo que la celda se lleno del eco de sus gemidos al ya no poder aguantar más, Kai se vino entre ambos vientres mientras Yuriy llenaba los adentros ajenos, terminando con una sensación placentera y deliciosa para ambos, Yuriy; todavía encima de Kai, le abrazó respirando con difícultad y regalándose un nuevo y dulce beso antes de perderse en un sueño profundo al que Kai sin más también cedió.