Tres semanas… tres semanas de embarazo, sinceramente creo que mi madre debió mencionar el pequeño detalle de que podía quedar embarazado… ahora ¿Todo es mi culpa? Por supuesto que no… mi madre también tiene la culpa, si yo hubiese sabido que los hombres podían quedar embarazados, simplemente no lo hubiese hecho. Todo el camino de regreso a casa fue demasiado incómodo. Una que otra lágrima se me salía de vez en cuando y mi madre simplemente estaba enfocada en conducir… aun así siento que la he decepcionado.
-No llores, no seas marica. –dijo mi madre.
Me limite a no contestar. Tomé mi celular y le mandé un mensaje a Yonghwa: “Necesito hablar contigo, es urgente.” Volví a guardarlo. Me sentía mal, demasiado mal, no iba a poder sobrellevarlo, él y yo no podríamos con el bebé… somos adolescentes… adolescentes que arruinaron su vida por un placer de unas horas. Tiré mi cabeza hacia atrás y respiré hondo…
-Llamaré a tu padre. –dijo mi madre y volví a mi posición anterior del susto.
-¿Qué? ¡No! ¡No lo llames!
-¿Crees que tienes derecho a refutar algo? –mi madre estaba más que molesta.
-Bueno… no… pero yo… ah… Mi padre me matará.
-No dejaré que te mate, quiero que cuides bien a eso que está en tu vientre.
¿Eso? Hace un rato lo había llamado engendro del demonio y ahora “eso”. ¿Es muy difícil decirle bebé? Bueno… lo que menos deseaba en esos momentos era que mi madre llamara a mi padre, él era un hombre de negocios que normalmente no está en el país. Mi madre y él estaban separados, pero aún así se comunicaban y no se llevaban tan mal. Él no sabe que me gustan los chicos… y creo que no se tomará tan bien la noticia del embarazo. Mi celular sonó, era un mensaje de Yonghwa: “Ya, ¿Es muy urgente? Me has hecho asustar.” Respondo su mensaje: “Es más que urgente.” Espero que Yonghwa tome esto de buena manera… espero. Llegamos a casa y subí directo a mi habitación, mi celular volvió a sonar, era Yonghwa, me estaba llamando.
-¿Hola? –respondí.
-¿Minhyuk? Hola, ¿Qué sucede?
-No… te lo tengo que decir en persona.
-Da igual, Minhyuk, dime qué pasa, me estás matando de la curiosidad.
-¿Ahora?
-Sí, ahora…
-No.
-¡Minhyuk!
-No puedo ahora…
-¿Por qué no?
-Porque es demasiado serio como para decírtelo por teléfono.
-¿Hacemos videochat?
-No, Yonghwa, no.
-¡No puedo esperar hasta mañana!
-Bien… pero responde unas preguntas antes…
-Lo que quieras.
-¿Tú me amas?
-Por supuesto.
-¿En serio? ¿Nunca me dejarías?
-Nunca lo haría, te amo.
-Entonces… ya…
-¿Me dices?
-Sí… tendremos un bebé… -momento de silencio- Ehmm ¿Yonghwa? ¿Sigues ahí? ¡Yonghwa! Agh… colgó.
Tiene que aprender a aceptar las cosas, ¿Por qué me colgó? No puede evadirme así por así, él se las verá conmigo. Y por un momento… entendí bien todo lo que pasaba… tendré un bebé… seré padre… o madre… acabo de asimilarlo. Sentí como si me cayera un balde de agua fría… recién lo había entendido… Tendré un bebé… y tengo 15 años… y Yonghwa tiene 17… y el maldito me acaba de colgar… Arruiné mi vida, la arruiné por completo… Comencé a llorar como un bebé recién nacido, por fin había entendido la gravedad del asunto. Tocaron la puerta, obviamente era mi madre.
-Pasa… -le dije y no me molesté en limpiarme las lágrimas.
Pensé que entraría y que me pediría una disculpa por ser tan cruel, pensé que me diría que me apoyaría y que estaría conmigo en las buenas y en las malas, pensé que secaría mis lágrimas y me diría que todo estaría bien y que sería un muy buen padre pero como ya dije… solo pensé… Entró a mi cuarto, seguía molesta, parecía que nada le iba a quitar esa cara, se sentó en mi cama.
-Minhyuk…
-¿Sí? –levanté el rostro.
-A penas cumplas los 3 meses de embarazo te vas de esta casa… -otro balde de agua fría…
-¿Qué? ¡No! Por favor mamá… te juro que no estorbaré… te juro que no te haré gastar ni un solo centavo… ¡Yo pagaré todos mis gastos! Por favor mamá… no quiero irme… ¡No tengo a dónde ir! ¡La mamá de Yonghwa es homofóbica! ¡No me dejará vivir con él! Por favor… te juro que yo… -me interrumpió.
-¡No! No quiero verte embarazado…
-Pero mamá…
-¡Nada!... eso era lo único que quería decirte… -mi madre se paró y se fue sin decir nada.
Me acosté en mi cama… no tenía ganas de absolutamente nada… quería cerrar mis ojos y dormir para siempre. Pasaron unas dos o tres horas… no tenía sueño… aunque quería dormir no podía, era estresante. Escuché que la puerta principal se abría… unas voces conocidas comenzaron a hablar… ¿Yonghwa? Me levanté de golpe y baje casi corriendo a la sala. Y ahí estaban él, su madre y su hermana.
-Hola Minhyuk… -me dijo él.
-Hola, me colgaste…
-Ah sí… no fue porque quise, en realidad, me sorprendiste…
-Pero no me tenías que colgar así…
-El teléfono estaba en altavoz. –interrumpió la madre de Yonghwa. No respondí.
Aún estaba sollozando. Yonghwa camino hacia mí y me abrazó, yo lo correspondí.
-Cálmate, no estás solo, te ayudaré en todo… seremos muy buenos padres.