Dolor en tus ojos
Se sentó en la banca y le dio una profunda calada a su cigarro.
—¿Por qué estás aquí? — Pronuncio con la mirada perdida, sin vida.
— Quería verte—Le respondió aquel chico en un susurro—
— ¿Y por qué a mí, Do Kyung Soo?—Le dirigió una mirada fría, hiriente.
— Por qué te amo Kai —
— Tú no me puedes amar —Sus ojos le escocían pero no iba a llorar, ya no otra vez. Solo desvió su mirada al cielo para evitar la del otro.
—Puedo explicarlo—Le rogó con sus ojos acuosos.
—¿Qué explicaras? ¿El porque me decías que me amabas mientras te acostabas con otro? ¿Por qué sabiendo cuanto temía el sentir, te calaste en lo más profundo de mí? ¿Por qué ahora ya no duermo, no tengo apetito, y siento un escozor permanente en mi pecho? ¿Por qué con tan solo verte me dan ganas de llorar? ¿Que es lo que quieres explicar? Ya todo esa explicado y yo lo entendí—
Acerco el cigarro a sus labios y dio otra calada, dejando que el humo llenara sus pulmones.
—Lo que quiero que me expliques es porque si solo querías jugar conmigo tardaste tanto en desecharme—le miro con intensidad, con dolor, con tristeza pero sobre todo rabia, en esa mirada ya no había amor.
Lagrimas comenzaron a caer de los ojos del chico— Yo enserio te amo, jamás fuiste un juguete para mí. Lo de Chanyeol fue un error, yo te quiero a ti. Por favor—Kai observo como el mayor se desplomaba en el suelo rogándole de rodillas—Por favor, no me dejes, no te vayas.
El moreno le dio la última calada, terminando el cigarrillo y arrojo la colilla a la calle. Miro a los ojos de su acompañante, se dio media vuelta y de espaldas susurro con tristeza –Se feliz Kyung Soo— y comenzó a caminar.
Prendió su ipod y se colocó sus auriculares, subió el volumen al máximo intentando ignorar los gritos del mayor y con la mirada decidida siguió caminando jurándose nunca más sentir amor. El ya perdió su corazón una vez; dos veces; y no esperaría a que la tercera sea la vencida.
Una mano se posó en su hombro.
—Do, ya no tiene caso que me sigas, que me supliques, ya no regresare— El nudo en su garganta se hacia cada vez más grueso.
—No soy el Jongin — Le respondió una voz suave, pero llena de rabia.
Al voltear se sorprendió de quien estaba parado frente a el.
—¿Baek?.
—Nos venguemos, les paguemos con la misma moneda— Dijo dejándolo sorprendido.
—No creo que eso sea lo mejor.
—Lo sé, pero necesito hacer algo no me puedo quedar así — Las lágrimas amenazaban con salir de aquellos ojos rasgados, hinchados por el llanto.
Su mirada desprendía tanto dolor que entonces Jongin comprendió que no era el único quien se sentía morir.
—¿Qué debo hacer por ti entonces?— le preguntó.
El otro se abalanzo abrazando el cuello del mas alto y sin darle tiempo de reaccionar le dio un profundo beso. Él no lo correspondió, no hasta comprender que Baek solo quería olvidar, olvidar los besos de Chanyeol. Entonces él fue quien lo beso, con amargura, con dolor, esperando el también ser capaz de olvidar los besos de su Kyung Soo.
Flagelo
Los aplausos se hicieron sentir en el aula.
—Felicitaciones alumno Oh Se Hun, otra vez a obtenido el promedio más sobresaliente, es usted un ejemplo al que todos debería de aspirar—Adulaba aquel hombre canoso y viejo, profesor en aquella importante institución.
El joven de expresión inmutable hizo una reverencia educada y se sentó en su sitio. Observo a los pájaros que volaban y deseo tener alas para huir lejos de todo.
Tomo su pluma y mientras simulaba tomar notas, marco su blanca piel “me odio, les odio”.
Las campanas del receso sonaron y se dirigió a la cafetería, hasta aquella mesa especial que le habían cedido por su excelente conducta.
Y ahí vio a su novio, a su Lu Han. Se sentó a su lado y le dedico una casi imperceptible sonrisa, a la cual el otro le miro triste-
—Se Hun, quiero hablar contigo— No había que ser muy inteligente para entender que eso no era bueno.
—Ya, ya no podemos seguir juntos— El corazón de Se Hun se rompió y solo pudo mantenerse mirándolo sorprendido.
—Eres demasiado perfecto, no sabes el daño que me hace no poder alcanzarte nunca, mi vida no es tan fácil como la tuya—Una sonrisa triste y sarcástica se formó en el rostro del mas joven—Y tengo a derecho a pensar que no me amas. Siempre eres tan frio, no muestras tus emociones y eso me ha lastimado much.
—Creí, creí que me entendidas—Pronunció dolido.
—Te soy sincero, no creo que en esta vida exista alguien que pueda entenderte—Diciendo esto, Lu Han se levantó de la mesa y se fue llevándose con él lo único que le quedaba al otro, su amor.
El joven que por dentro estaba destrozado, mantuvo su rostro impasible hasta llegar a casa. Estoico ignoro las peleas de sus padres; Los gemidos de su hermana y su nuevo novio en el cuarto de al lado; y se encerró en el baño.
Puso música a todo volumen, se quitó la camisa y acercando la punta de una Gillete se hizo un pequeño corte en su pecho. La sangre escapaba lentamente y aquel flagelo lo distrae del dolor de su alma.
Dos ; Tres; Cuatro; Ocho; Quince cortes. Su torso se encuentra manchado al igual que el lavado y sus ojos lloran lágrimas amargas.
“Porque lo que Lu Han ni nadie más sabe es que detrás de la perfección se esconde la más oscura debilidad”