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Cuando el sol se oculta por Amy_Walker

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Notas del fanfic:

Bueno no tengo nada que decir O_O jaja bueno solo espero les guste :B obviamente los personajes no son míos e.e son de Kishimoto Masashi *O*

Notas del capitulo:

Si, lo sé ya había subido este, pero odie como me había quedado asi lo hice de nuevo yeiii jaja

Capítulo 1

—¡Corre, corre! No debes detenerte por ningún motivo, protégelo a toda costa.—gritó un hombre

—¡Ven aquí, hechicera de pacotilla!—otro grito

Ecos de gritos, llantos…

—¡Mátenlos a todos!

—¡Minato!—gritó desgarradoramente una mujer

—No... —murmuró un chico que  estaba recostado en su cama.

—¡No escaparás!—río

Serás mío muy pronto, Uzumaki…

—No…

No escaparás…

—¡Basta, déjenme!—gritaba una niña siendo apresada por varias sujetos—¡No, por favor! ¡¡¡Aaah!!!—Extendió una mano hacia delante—Ayúdame…—miró hacia delante con ojos ya sin vida…—Por fav…—todo se tiñó de rojo

Pronto… Muy pronto…

—¡No!—gritó el chico de güeros cabellos sentado en su cama, respirando entrecortadamente con una mano extendida hacía delante tratando de alcanzar algo.—¿Por qué me pasa esto?—se preguntó llevando la mano extendida a su rostro cubriendo levemente sus ojos.

El tono de repique de un celular se escuchó por toda la habitación. Haciendo que el chico se sobresaltara. Estiró su mano hacía el buró y tomo su móvil, presionó el botón de llamada.

—¿Hola?

—¡Naruto, ¿a qué hora piensas llegar?!—se escuchó la voz de una chica por el otro lado del teléfono

—Ah… Sakura, ¿qué pasa?—dijo con algo de pesadez

—Tan desobligado como siempre—suspiró— Naruto… ¡Llegarás tarde a clases nuevamente!

El chico abrió los ojos en sobremanera

—¡Maldición!—exclamó, levantándose rápidamente de la cama— Ya… Ya voy para allá—colgó y aventó el celular a la cama para meterse rápidamente al baño. Después de unos minutos salió de su casa ya con el uniforme y con una rebanada de pan en la boca y su maletín en mano literalmente casi volando tratando de que le alcanzara el tiempo. Fue directamente a la estación, por suerte siempre cargaba consigo boletos para el tren, entro al vagón, al pasar por el túnel, vio el reflejo de un hombre que se encontraba detrás de él, con una gabardina beige y sus manos en los bolsillos recargado en la otra puerta del vagón, sus ojos estaban cerrados, de pronto los abrió y eran de un color carmesí, le sonrío con malicia, dejando a la vista unos colmillos sobresaliendo de su boca. El chico sintió escalofríos.

Tu sangre me pertenece, chico

Escuchó de nuevo esa voz que le erizaba la piel. Y aquel sujeto lo seguía mirando de igual manera, pero absolutamente nadie se daba cuenta, era como si solo fuesen ellos dos los que se encontraban en ese lugar. Cerró fuertemente los ojos con la esperanza de que esa alucinación desapareciera. Unos segundos después abrió los ojos lentamente y ya no había nadie. Las puertas del vagón se abrieron en su destino, y bajo algo confundido por lo que acababa de suceder. Se quitó la rebanada de pan que llevaba en la boca.

—¿Qué fue eso?—susurró para sí y suspiró, miró su reloj, y se alteró.—¡Otra vez no!—gritó para echarse a correr nuevamente a su otro destino.

El timbre de un colegio comenzó a sonar dando el inicio de clases.

—Hay, Naruto—dijo una chica pelirrosa observando a lo lejos una cabellera rubia, acercándose lo más rápido que podía.

—¡Llegué!—dijo al estar enfrente de la chica respirando agitadamente por su resiente carrera.

La chica solo suspiró con pesadez, y se dispusieron a entrar, caminaron directo a su salón. Donde ya varios de sus compañeros estaban, varios de ellos platicando. Los dos se fueron a sentar a las dos sillas que estaban vacías, juntos como siempre.

—Naruto, ¿qué es lo que te está pasando últimamente?—preguntó la pelirrosa con preocupación.—Soy tu mejor amiga, puedes contarme lo que quieras.

—Ni siquiera sé lo que me pasa…—dijo mirando un punto vacío.—Pensarás que estoy loco—se rio de sí mismo

—Oh, vamos, Naruto—sonrío

—Es algo realmente extraño, siempre tengo la misma pesadilla, pero esta vez escucho esa voz…—dijo con angustia— Pero… lo más extraño me sucedió hace un rato, en el vagón del tren… esos ojos… tan rojos y…

Se vio interrumpido por el profesor.

—Bien clase, todos callados por favor y a sus respectivos lugares.—dijo un hombre de cabellos plateados entrando al salón, y todos hicieron lo que dijo.

Pasaron las clases, el timbre de salida comenzó a sonar.

—Bueno, nos vemos mañana—dijo el profesor guardando su material de trabajo en su maletín

Todos comenzaron a guardas sus cuadernos y comenzaron a salir.

—Ah, Sakura, espera un momento por favor—le dijo el profesor a la pelirrosa interrumpiendo su salida

—Claro profesor—dijo ésta

—Bueno, nos vemos mañana, Sakura—se despidió el rubio

Después de que el blondo saliera hubo un largo silencio entre el peli plata y la chica. Al cabo de un rato el mayor rompió el silencio.

—Supongo que ya lo sospechas, ¿cierto?—dijo el profesor con seriedad

—Madara… pronto vendrá por él, ¿no es así?—dijo la chica del mismo modo

El peli plata se sentó en frente del escritorio y posó sus codos sobre éste recargando su barbilla en sus manos entrelazadas. Suspiró.

—Hay que estar preparados, Sakura, tus sentimientos no deben de interferir por ningún motivo.

—Eso lo sé, me lo dijeron desde que me asignaron ser su guardiana.—dijo desviando la mirada.—Pero…

—Sé bien lo que sientes por Naruto—la interrumpió, ella solo bajó la mirada con tristeza— Sólo diré esto, tienes que irte preparando para cualquier cosa que llegase a suceder. Hoy por ejemplo, no cumpliste con tu deber, un espía de Madara estuvo cerca de él… recuerda que no tienen una vida normal como los demás estudiantes de aquí.

—¿Qué es lo que tengo que hacer?—dijo la chica en un susurro

El mayor sacó de su maletín una caja alargada y se la dio.

—Dásela en el momento preciso. Él sabrá que hacer.

—¿Y si no?—dijo preocupada asiéndose de la caja

—Tú sabrás que hacer

La chica salió del salón.

—No quiero perderlo…—susurró para sí aferrándose a la caja

Al día siguiente, la pelirrosa iba totalmente distraída que no se dio cuenta de la presencia de una persona mientras caminaba y se tropezó con ella, haciéndola caer al suelo.

—¡Auch!—se quejó la chica en el piso

—Fíjate por donde caminas, estorbo—dijo la persona con la que tropezó

—Por lo menos…—no terminó de decir ya que el chico con quien había tropezado la miraba con desprecio por el rabillo del ojo. Era un chico de cabellos azabaches, atractivo sin duda, el chico solo la ignoró y siguió su camino—Idiota—se levantó como pudo y salió corriendo hacia el colegio

—Ch…—expresó el pelinegro mirando por donde se había ido la chica

Caminó un poco más, casi no había nada de gente por lo que de un momento a otro desapareció, como cual fantasma.

Ya habían comenzado las clases, la pelirrosa estaba pensando muy seriamente en lo que haría cuando ese día llegara.

-“No puedo… no quiero”—pensaba angustiada

Seguía metida en sus pensamientos que no percibió la presencia del rubio.

—¡Hey, Sakura!—dijo enérgicamente mientras se sentaba a su lado—¿Te pasa algo?—preguntó al no recibir respuesta alguna de su amiga

—Todavía no…—susurró

—¿Eh?—dijo con confusión

—¡¿Ah?!—se sorprendió al verlo ahí—Hola, Naruto—sonrío nerviosa

—¿Te encuentras bien?

—¿Qué? Oh, sí por supuesto—río con nerviosismo

—¿Segura?

—Oh, que sí—fingió molestia y le pegó levemente en la cabeza

—Está bien, está bien

Las clases concluyeron, salieron del colegio.

—Nos vemos—se despidieron

El chico se dirigió a la estación, subió al vagón y agradecía que esa alucinación no haya vuelto a pasar. Pero esta vez se sentía observado. Al llegar a la estación por donde quedaba su casa, fue directo al Seven Eleven que estaba a la salida, compró unas cuantas cosas y al salir puedo divisar que se avecinaba una tormenta. Se dirigió apresuradamente a su casa, las primeras gotas de lluvia comenzaban a caer.

—¿Qué haré? ¿Qué haré?—se preguntaba una y otra vez Sakura, yendo de un lado a otro de su habitación, miró por un momento su ventana la cual ya tenía unas cuantas gotas resbalando, un estruendoso rayo alumbró su casa a la vez que la luz se iba—No… no—se dirigió torpemente a donde se supone estaba el interruptor para encender la luz, lo presiono una y otra vez pero la luz no regresó.—¡Diablos!—expresó enojada

Guardiana de pacotilla…

—Madara…—susurró con temor—¡Naruto!—dijo alarmada y tomó una chaqueta junto con la caja que le había dado el peli plata y se dirigió con rapidez a la casa del blondo.

—Esta será una larga noche…—dijo el rubio sentado en su sofá mirando la pantalla de su celular, tratando de pasar el rato jugando los juegos de éste. Tomó una bolsa de frituras, la abrió y comenzó a comerlas.

El momento está cerca, Uzumaki, tu sangre por fin será mía…

De nuevo esa voz que siempre lo atormentaba. Cerró fuertemente los ojos tratando de que así dejase de escuchar esa voz.

—¡Naruto!—gritó la chica entrando de golpe a la casa del rubio.

—¡Sakura!—dijo éste sorprendido levantándose rápidamente del sillón.

La pelirrosa estaba toda empapada por la tormenta, respirando con dificultad.

—Ti… tienes que salir de aquí, Naruto—dijo con esfuerzo tratando de normalizar su respiración.

—¿Qué?—preguntó confundido—¿De qué estás hablando?

Sakura cerró la puerta detrás de sí.

—Escucha…—no completó lo que diría al escuchar el ruido de unos vidrios al romperse, al parecer era en el cuarto del rubio.—Está aquí… al parecer creyó que estarías dormido.—dijo mirando las escaleras—Rápido, tengo que sacarte de aquí.

—En serio no estoy entendiendo nada—dijo confundido aun

—Pronto sabrás el porqué. Ahora solo…

Una risa lunática se escuchó por toda la casa.

—Vaya, de verdad que fue demasiado fácil—la voz de un hombre—Siento pena por el chico…—río de nuevo

En frente de ellos apareció el dueño de esa voz, era alto y erguido, pero algo le llamó mucho la atención al rubio, y era que los ojos del individuo eran rojos, tan rojos como la sangre, que eran lo que más resaltaba de el en la oscuridad.

—E… esos ojos—dijo el rubio

—Naruto, toma esto—susurró la chica dándole una caja por detrás de ella.

—Deberías entender de una vez que no escapará—sonrío mostrando unos afilados colmillos deslumbrados por la luz de la luna

—¿Pero qué…—dijo aterrorizado el blondo

—¿Para qué crees que estoy yo?—dijo sonriendo la chica con superioridad

—Por favor, ¿que se puede esperar de una guardiana que ni siquiera logró ponerlo en un lugar seguro?—se burló—De todas formas, no tienes oportunidad contra mí—se puso en posición de ataque

—Naruto, tienes que salir de aquí, pase lo que pase, ¿entiendes?—le susurró la pelirrosa

—Pero…

—Sólo sal de aquí—lo interrumpió—¡Ahora!

El blondo salió de la casa, y el vampiro iba ir tras el pero la pelirosa se interpuso en su camino.

—¿A dónde crees que vas?—lo amenazó con su barita

El vampiro comenzó a reírse.

—Los hechiceros siempre tan patéticos.—burló

—No me subestimes—tomó posición de ataque igual que el vampiro.

La lluvia era demasiado densa, el rubio corría todo lo máximo que sus piernas le permitían, no se podía ver casi nada, se escuchó el grito desgarrador de su amiga, paró en seco a causa del shock.

—Sakura…—susurró mirando hacia atrás, volvió al lugar donde se supone se encontraría su amiga.

Todo estaba totalmente oscuro, sus pocas pertenencias estaban dispersadas por todo el lugar, sacó su celular de su bolsillo alumbrando su camino, comenzó a caminar, una tubería estaba rota y ésta goteaba, escuchó un quejido, rápidamente dirigió la luz hacia dónde provenía, pudo ver como su amiga esta tirada en el suelo de la cocina, estaba desangrándose del cuello y gravemente herida de sus brazos y piernas, su ropa estaba totalmente desgarrada.

—¡Sakura!—gritó corriendo hacia ella

—Na…ru…to—susurró

—Sakura—comenzó a sollozar arrodillado a su lado, tomó la cabeza de la chica y la recostó en sus piernas—Perdóname, Sakura—lloró

—Ti…e…nes… que… irte… el… el… no debe encontrarte

—No, no, no te dejaré

—Vete… por… favor

—No, Sakura, llamaré una ambulancia, ya… ya no hables—dijo agarrando su celular

—Naruto…—puso una mano sobre la que tenía el celular—Mi tiempo, se acabó, sólo… qui…ero… que sepas…que…

La pelirosa dio su último suspiro… dejando al chico con los ojos abiertos en sobre manera.

—Sakura…—reaccionó al no sentir la presión sobre su mano—Sakura…—la movió levemente—No, no, no—lloró de nuevo—¡Sakura!—gritó desgarradoramente, abrazó el cuerpo inerte de su amiga, meciéndose de adelante hacia atrás.

Se escuchó una risa, el chico paró su movimiento, de nuevo esa risa, Naruto dejó el cuerpo de Sakura y se puso de pie.

—¡Sal de donde estés, malnacido!—gritó con cólera

—Vaya, esa chica, fue un buen aperitivo—se oyó una voz—pero por supuesto no se compararía con tu sangre—el dueño de la voz apareció enfrente de él, mirándolo con esos ojos carmesís

—Tú… pagarás lo que hiciste—lo miró desafiante, y sus ojos igual se tornaron rojos

—Sí, muy bien, chico, así será más fácil quitarte tu poder—sonrío en la oscuridad

El rubio extendió una mano y de la caja que le había dado la pelirosa salió una barita hasta su mano. La tomó con firmeza y apuntó al vampiro.

—Enserio, no entienden—burlo el vampiro

El blondo sonrío con malicia, y de la barita comenzó a salir una luz roja, de eso salió un rayo dando contra el vampiro haciendo que lo arrojara fuera de la casa rompiendo a su vez la ventana. Naruto fue hasta donde estaba el vampiro, éste se levantó escupiendo un poco de sangre.

—Esto es bueno—sonrío—me darás algo de diversión—lamió el hilillo de sangre que tenía en su comisura.

De repente el vampiro sintió una punzada en el costado, dio un gemido lastimero.

—¿Qué es lo que…—otra punzada

El cuerpo del vampiro comenzó a desprenderse en forma de cenizas.

—Espera…—dijo alarmado

—¿Ahora quién ríe al final?—se burló el rubio

—¡No! ¡No!—gritaba lo que antes era un cuerpo hasta ser solo polvo.

El chico posó una mano en su rostro y comenzó a reírse maniáticamente. Pero después de ello esa risa fue cesando, y comenzó a sollozar, sus ojos volvieron a su color original. Cayó arrodillado y gritó, gritó con desesperación.

—¿Qué es lo que soy?—susurró, se apoyó en sus manos—¿Qué demonios soy?

—No eres más que un hechicero, Naruto—se oyó una voz

—¿Qué?

—Eres un Uzumaki—la voz se fue acercando y enfrente del chico una persona—El único, el último…

—¿Qui… quien eres tú?—alzó la mirada encontrándose con un hombre de cabellos platinados con una media mascara que le cubría su ojo izquierdo

—Ven conmigo, Naruto—le extendió una mano—Sólo así entenderás, cree en mí.

El blondo tomo la mano del peli plata, levantándose con la ayuda de éste. El mayor sacó una barita de su abrigo, y pronuncio un conjuro y comenzó a emanar una luz de los dos individuos haciéndolos desaparecer.

—Vaya, tal como pensé—dijo una persona cruzada de brazos mirando donde se supone antes estaba el vampiro. Sacó un cigarrillo y lo encendió, resopló—Al parecer es más fuerte de lo que Madara suponía.—sonrío de lado—Bueno, no tengo nada más que hacer por aquí.—desapareció

Notas finales:

espero les haya gustado el primer cap, me esmere un monton ^^

bueno nos vemos

Saludos, Amy! ~O.O~


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