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Primera Letania por sugar-blood

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Cap10. – Instant Crunch

A little time with you is all that I get .
That's all we need because it's all we can take. […]
I listened to your problems
Now listen to mine
I didn't want to anymore.

- Daft Punk ft. Julian Casablancas

Un ambiente tenso se sentía en el comedor de hogwarts en ese momento. Todas las casas se arremolinaban comentando y susurrando sobre quienes podían ser los elegidos por el místico cáliz. Aun cuando los profesores desfilaban hacia la mesa principal nadie paro el alboroto. Solo cuando la voz de el anciano director retumbo, pidiendo orden y calma, todos los alumnos fueron a sentarse en algún lugar alrededor de la copa.

—Llego el momento que todos esperaban. Los campeones serán elegidos. — Les comunico mientras bajaba un poco la iluminación del lugar.

Harry se movía inquieto, muy emocionado por el suceso que estaba por ver. Este año prometía ser fenomenal. Con su padrino cerca, sin Draco molestándolo en cada esquina y hablando con el de vez en cuando de forma civilizada. Si, prometía ser un gran año. Oh tal vez no debería hablar tan pronto.

Albus puso las manos en el cáliz, el cual de pronto transformo las llamas azules en una rojizas y que de pronto volvieron a su color original junto a un pedazo de papel que voló rápidamente a las manos de Dumbledore.

— ¡El campeón de Durmstrang es, Viktor Krum! —

Los aplausos y felicitaciones no se hicieron esperar para el búlgaro, quien dio una mirada significativa a la mesa de slytherin, apiñando la mirada con un aburrido Draco Malfoy antes de levantarse y saludar al anciano director quien lo felicito y le hizo dirigirse tras él, a una puerta que lo transporto a un cuarto más abajo.

Los vítores cesaron y el cáliz volvió a mostrar las llamas rojas. Otro papel voló a la mano del director y de nuevo todos quedaron en completo silencio.

— ¡La campeona de Beauxbatons es, Fleur Delacour!—

Esta vez hubo más aclamaciones por parte de la comunidad masculina ahí presente, la chica se levanto en felicitaciones y se dirigió justo hacia la puerta de atrás después de saludar al director, junto a Viktor.

De nuevo el bullicio ceso y todos los alumnos de hogwarts pararon de respirar por un momento.

— ¡El campeón de hogwarts es, Cedric Diggory! —

La algarabía en la mesa de hufflepuff fue total, la mayoría de slytherin bufó, los gryffindor y ravenclaw solo sonrieron y aplaudieron. Otra vez la mirada de un campeón se conecto a la de Draco y esté ni siquiera se inmuto. El buscador se dirigió por donde fueron los otros dos campeones y desapareció de la vista de todos.

— ¡Excelente! — Volvió a hablar Dumbledore. — Ya tenemos a los tres campeones. Pero al final, solo uno pasara a la historia. Solo uno levantara este cáliz de los campeones, esta vasija de la victoria. ¡La copa de los tres magos! — Termino.

Aplausos y alumnos extasiados fue lo que logro la aparición de la hermosa copa, que brillaba con un azul claro cautivador. Absolutamente todos en la sala quedaron prendidos por ella.

Sirius sonreía y aplaudía mirando a todos los alumnos tan emocionados y se sintió joven de nuevo. Volteo un momento la mirada a Severus y vio al pelinegro observando seriamente el cáliz de fuego. Su mirada se dirigió al objeto y frunció el seño, acercándose a la copa llameante.

El director, que daba la espalda al cáliz, volteo igualmente cuando vio acercarse a Sirius y Severus. Sorprendiéndose de que de nueva cuenta la copa se iluminara con llamas rojizas. Un pedazo de pergamino voló por el aire a las manos de confundido director.

—Harry Potter…—Leyó el Albus. — ¡Harry Potter! —Esta vez la voz hizo eco en toda la sala.

—Vamos Harry, ¡Levántate!— Susurro Hermione, volviendo en sí.

El castaño no entendía nada, pero aun así se levanto y fue directo con Dumbledore.

Todas las miradas se dirigieron al niño que vivió. Ron entrecerró los ojos viendo avanzar a su compañero, o eso creía él, que eran compañeros. Hermione tenía una mano en la boca, ocultando la mueca de sorpresa. Malfoy tenía apretada la mano de Pansy, nervioso. Gustav estaba cercano a la puerta del comedor, sonriendo imperceptiblemente.

— ¡Eres un traposo! — Alguien se atrevió a gritar cuando pasaba por las mesas.

Harry tomo de la mano de Dumbledore un papel, que justamente tenía su nombre y se dirigió aturdió hacia atrás con los otros campeones.

Sirius le dirigió una mirada confundida, como si no supiera que decirle. Severus le miraba ceñudo. Siguió su camino, con la mirada de los directores de beauxbatons y durmstrang enojados puestas en el, terminando con la mirada de Moody.

Cuando bajo las miradas de los tres campeones se dirigieron a él, viéndolo como un intruso. Fleur iba ah abrir la boca pero las voces de los adultos que se dirigían ahí no la dejo pronunciar palabra.

Sirius se apresuro a estar aun lado de su ahijado cuando todos pensaban echársele encima al pobre muchacho.

— ¡Harry ¿Tu pusiste tu nombre en el cáliz de fuego?! — Pregunto desesperado Albus.

— ¡Harry no pudo a ver sido, por el amor de Merlín! —Dijo Sirius apretando los hombros de Harry y presionándole contra su pecho.

—N…No, señor. —Trato de articular el castaño, que se sintió un poco más tranquilo teniendo a Sirius de su lado.

— ¡¿Pediste a algún estudiante que lo hiciera?! —

Sirius estaba a punto de empujar a Albus que se acercaba peligrosamente a Harry.

—No, señor. — Volvió a responder el chico de lente cohibido.

— ¡¿Estas absolutamente seguro…?!—

— ¡Si, si señor! — Expresó rápidamente de nuevo.

— ¡Miente! Estoy segura…— Grito Madame Maxime que llegaba al lugar.

Sirius empujo a Harry tras de él protectoramente.

— ¡Claro que no miente! El cáliz usa magia muy poderosa, y solo un hechizo muy fuerte para confundir podría hacer burlarla. ¡Es magia muy avanzada para alguien como él! — Defendió Sirius Black.

—Parece que sabes mucho de eso, Black. — Se acerco el director de durmstrang, Igor Karkarov.

El nombrado frunció aun más el seño. Sabía que esto pasaría, que desconfiarían de él y estaba preparado para eso.

—Era auror. Es obvio que necesito saber cómo se manejan los magos tenebrosos…— Le susurro amenazadoramente.

— ¡Esto no nos ayuda en nada! — Interrumpió Dumbledore.

Entonces todas las miradas adultas se dirigieron a Crouch que se había quedado en silencio dentro de toda la reunión "sorpresa".

—Tú eres el que tiene la última palabra Bartemius. —Indico Albus.

Los cuatro alumnos ahí presentes estaban en shock total. Hasta Harry no sabía qué diablos estaba pasando.

Crouch se quedo callado un momento, pensando detenidamente.

—Las reglas son absolutas. El cáliz tiene apelablemente la decisión. El señor Potter no tiene salida. Es… a partir de hoy, otro participante del torneo. — Concluyo.

*/*/*

— ¡No pueden hacer esto! — Sirius golpeo la mesa del despacho del director.

— Tranquilízate, Black…— Le ordeno Severus. — Asustas a Potter. —

Y en efecto, Harry estaba aterrorizado.

Hace poco más de una hora que la junta para decidir el fututo del torneo de los tres magos había acabado. Ahora en el despacho se encontraba Albus, Severus, Sirius, Mcgonagal, ojo loco y Harry.

—Es que… ¡Como mierdas se les ocurre dejar a Harry participar teniendo en cuenta el peligro que correrá! —

—Ya lo sabemos, Sirius. Toma el consejo de Severus y siéntate por favor. No nos servirá ahora enojarnos prematuramente. No podrás pensar con esos sentimientos de por medio. — El anciano le hablo.

—Es obvio que es una trampa…— Murmuro Severus observando a Sirius desplomarse en una silla.

—Lo sé, hijo. Pero no hay nada que hacer. La magia del cáliz es algo serio y simplemente no podemos ir contra ella. — Le expreso Albus.

—Esto no puede seguir. —Dijo la profesora de transformaciones. —Primero la marca tenebrosa y ahora esto…—

— ¿Y entonces que sugieren? — Pregunto el director mientras se dirigía al pensadero.

— ¡Ponerle punto final a esto! Sacar a Harry del concurso. Al diablo Bartemius y sus estúpidas reglas. — Sirius estaba exasperado.

Severus le dirigió una molesta mirada a Sirius y aun que parecía imposible, una serena contemplación a Potter que tenia la mirada en sus pies.

Harry estaba nervioso y asustado. Se podría decir que después de ir a vivir con Sirius todas sus ataduras que sentía habían desaparecido, se creía en confianza con el heredero Black, libre de poder expresar sus sentimientos sin miedos ni tapujos por pensar en los demás. Por eso se mostraba tan transparente en ese momento.

—No podemos ir simplemente contra el ministerio. —Les dijo Dumbledore.

— ¿Y desde cuando complaces tanto al ministerio Albus? — Le pregunto la animaga.

—Creo que de nada serviría que nos alteremos. — Severus volvió a tranquilizar a todos.

La muñeca del pocionista dio un movimiento con su varita y un servicio de té salió de la nada y se deposito en una mesilla. Tomo con cuidado una taza con té humeante y de su túnica saco un frasquito con poción calmante, que desde que estaba a cargo de Draco la tenía por si acaso. Después de servirla paso la taza a las manos de Harry. El muchacho levanto la mirada un poco consternado por la acción de su profesor más odiado.

—Tómala Potter, no es nada malo o algo parecido. —Gruño Snape. —Necesitas calmarte…—Le susurro.

El director vio como Minerva iba al servicio de té y serbia una taza para ella y hacia volar otra a su dirección. Sonrió ante las atenciones de Severus con Harry. Tal vez tener a Severus, Sirius, Draco y Harry juntos fue una sabia decisión.

—Igualmente no pienso entregar a Harry como carnada. El no es ningún pedazo de carne…— Sirius se dejo caer en algún sillón mientras decía esas palabras.

—Quiero hacerlo…—Murmuro un Harry más calmado. —Quiero participar. —Dijo más seguro y fuerte.

Todos lo voltearon a ver al muchacho. Moody sonrió ladinamente, Severus bebió de su té mientras escaneando a Potter, Macgonagal estaba sorprendida, Albus se miraba complacido y Sirius le miraba con terror

— ¡No puedes hacer esto, es una trampa! Vas directo al matadero. —Su padrino se acerco rápidamente al sillón donde se encontraba Harry.

—Se que podre Sirius. El me está buscando y estaré preparado, si ustedes me ayudan. ¡Podría ser una oportunidad para terminar con todo esto de una vez por todas! —Dijo un determinado Harry Potter mirando a los presentes.

Sirius se quedo en silencio. ¿Qué podía hacer? El chico tenía razón, en todo. Simplemente no podía meter a Harry en una caja de cartón y esperar a que Voldemort se cansara de buscarlo. Suspiro y se rindió completamente.

—Buena elección hijo…— Sonrió tranquilamente el anciano director. —Que así sea. —

*/*/*

Harry subió a su sala común. Estaba más tranquilo y agradeció a Sirius internamente por pedir su derecho en la orden, alegando que no podían simplemente dejarlo de lado y no informarle de las cosas que pasaban a su alrededor. Abrió la puerta de la habitación compartida, pero se borro al instante cuando vio a sus compañeros aun despiertos, como si lo esperaran.

Después de un silencio incomodo Ron se levanto y lo miro fijamente.

— ¿Cómo lo hiciste? —Pregunto el pelirrojo. —Sabes que…olvídalo. Ya no importa. Debiste decírselo a tu mejor amigo. —Mascullo mientras daba la vuelta a su cama de nuevo.

— ¿Decirte qué? — Pregunto Harry.

—Tú sabes muy bien qué. Se lo dijiste a tu amiguito Malfoy. ¿No?—Le respondió el indignado Weasley entrecerrando sus ojos.

— ¡No metamos a Malfoy en esto! —Espeto enojado. Por alguna extraña razón le enojo que le recriminara que fuera amigo de Malfoy, porque eran amigos ¿Cierto? —Yo no quise que nada de esto pasara. ¿No entiendes, Ron? No seas tonto…—espeto enojado.

—Ese soy yo, el tonto Weasley. El tonto amigo de Harry Potter. —Ron susurro mientras se recostaba en su cama.

Harry dio una mirada a la habitación. Todos miraban expectantes la situación sin respirar casi, pero al sentir la mirada del niño que vivió sobre ellos, voltearon a ver otras partes como si buscaran alguna cosa mal en el tapiz o en el techo. Harry volvió la mirada a su amigo pelirrojo.

— ¡Yo no puse el papel en el cáliz! No sé qué paso hoy y no sé por qué. Solo sucedió, ¿Me crees?— Pregunto mirando fijamente a su "amigo".

Ron le miro y volteo su cara mientras cerraba las cortinas de su cama. Harry lo miro decepcionado. No quería decir otra cosa que tal vez más adelante se arrepentiría, así que dio media vuelta hacia la puerta y se fue de la sala común.

*/*/*

Draco estaba en un banco que daba justo delante del gran patio. Afuera llovía y estaba protegiéndose de ella en aquel sitio dentro del castillo. De nuevo el insomnio no le dejaba dormir.

Después de la presentación de los campeones para el concurso de los tres magos, había juntado todos los cabos; era obvio que era una trampa para Potter. Eso quería decir que Voldemort planeaba algo y sentía hervir la llama de venganza. Sabía que alguien aliado del señor oscuro estaba dentro de la escuela pero no podían ser los hermanos Magnus. Sabia como se manejaba esa extraña familia y no creía idóneo molestar a su padrino con la idea. Era raro que el señor oscuro no lo mandara llamar desde la muerte de sus padres. Tal vez debería esperar…

— ¿Malfoy? — Pregunto una voz que el rubio conocía perfectamente.

—Potter…— Respondió en automático.

Harry se sentó junto a él en la banca mirando hacia el frente y sin agregar nada más. Draco estaba preparado para abrir su boca y preguntarle qué diablos hacia fuera de la torre Gryffindor, pero Potter se le adelanto.

—Por favor, si vas a empezar a joderme con que soy un tramposo por lo del cáliz, mejor no abras la boca. —

Draco separó sus labios, en una muestra de indignación.

—Disculpe usted. — Rodó sus ojos el rubio. —Te pediría, Potter, que no pusieras cosas en mi boca que ni siquiera pensaba. — Le dijo con tono molesto.

Eso era lo que le faltaba. Que Harry Potter se sentara al lado de él y le digiera que se callara sin antes haber hablado.

—Perdón Malfoy…— Respondió Harry un poco abochornado. — Hoy no fue mi día. —Suspiro.

—Bienvenido seas. Yo tengo mucho de esos días. —Mascullo Draco.

Se quedaron un momento callados hasta que Harry empezó a reír, era una risa tranquila y pronto se convirtió en una carcajeo estridente. Draco le miro como si estuviera loco y se alejo un poco del castaño, ¿Qué era lo que le pasaba a Potter?

—Disculpa, en serio…— Harry se limpio las lágrimas por la risa. — Es solo que, ¡Diablos! De todas las personas que conozco y eh visto desde la tarde, eres el único que no me ha venido con alguna pregunta o recriminación por lo que paso con el cáliz. No me esperaba esto. —Suspiro de nuevo después de hablar.

Draco le miro con el ceño fruncido y luego lo relajo. ¿Así que parecía que el trió de oro estaba roto por el momento? Eso explicaba por qué estaba Potter aquí y no en su sala común recibiendo el apoyo de sus "fieles" amigos.

—Bueno, no soy estúpido, yo si tengo cerebro. Es obvio que es una trampa. No me sorprende que tus "amigos" aun no lo descubran…— Dijo finalmente el rubio.

Harry lo miro confundido. ¿Malfoy lo sabía? Esto era una locura. Nunca se lo hubiera imaginado. Malfoy sin mofarse de el por querer llamar la atención-una atención que no era quería, claro está-, era algo insólito. Ni en sus más oscuros o ridículos sueños se lo hubiera imaginado. No era como si el rubio le dijera que le apoyaría o que confiara en él para lo que viniera. Pero le hiso sentir que no estaba solo, que contaba con alguien de su edad que no le miraría como si fuera un tramposo.

—Eh, pues… ¿Gracias? — Dijo al fin al fin Harry.

—No me des las gracias. — Respondió en silencio Draco.

El silencio esta vez se prolongo poco tiempo.

—No quiero la gloria eterna. — Dijo Harry en un susurro apenas, con tono deprimente.

—Ya lo sé. — Le contesto Draco. — No eres de las personas que quisieran la alabanza de todo el mundo. Eres demasiado… Gryffindor. — Le explico sin saber el motivo por lo que lo había dicho, últimamente soltaba muchas cosas sin sentido.

—Y si ya lo sabías, ¿Por qué siempre me humillabas? —Le pregunto Harry con reproche. — Podríamos a ver sido grandes amigos…— Le

— ¿En esos tiempos? ¿Eres estúpido Potter? — Le dijo Draco, mientras volteaba el rostro para ver a Harry. — ¿Un Gryffindor y un Slytherin siendo amigos? Lo siento, pero yo tenía un estatus y un orgullo en que pensar, ahora no tengo… nada. — Dijo despreocupado.

Harry miraba a Malfoy un poco sorprendido. Por alguna razón, ver aquellos posos plateados opacados por la falta de sentimientos le hizo querer se alguien muy cercano para Draco, decirle que le tenía a él, porque sabía que había cambiado y quería conocer a este otro Draco, que se mostraba sin una pizca de su antigua forma de ser, petulante y chocante.

—Bueno, pero ahora nada te detiene. ¿O sí? — Pregunto.

Draco retiro la mirada rápidamente. Eso había dolido, que Potter le haya afirmado que no tenía nada.

—Tienes razón. Ya no tengo nada…— Respondió a Potter, con la voz más firme posible.

— ¿Entonces que te detiene? —

Y Draco lo pensó un momento. Su mente se puso a trabajar rápidamente, pensando en los pro y en los contra de ser amigo de Harry Potter. Podía conseguir información relevante sobre Voldemort, sin tener que recurrir a su padrino- que sabía, lo quería mantener lo mas fuera de la guerra posible-, también sabía que Potter era alguien que siempre se salía con la suya, salir de los aprietos y en realidad era cierto que no le quedaba nada. Cuando estaba su padre, sabía que tenía que odiar a Potter, porque su padre también lo despreciaba. Su prestigio en Slytherin dependía de odiar y molestar a Potter y no olvidemos su orgullo perdido al ser rechazado por este en primer grado.

—Nada. — Dijo al fin Draco.

Se quedaron de nuevo en un silencio absoluto, viendo hacia enfrente como la lluvia caía despreocupadamente. Era raro para Harry, pero se sentía bien, justo ahí al lado del rubio. Malfoy no lo estaba humillando y parecía saber que no quería hablar del tema del cáliz, como si solo estuvieran ahí como viejos amigos. Eso le bastaba, no se sentía completamente solo y no importaba que Draco no le haya confirmado una rápida amistad.

Su día no termino tan mal, después de todo.

Notas finales:

Algo largo el capitulo, ¿No?

Siento la espera, yo sé cómo se siente esperar un fanfic con ansias, también soy lectora. Pero voy a empezar a estudiar para los exámenes de la universidad y estoy un poco ocupada, pero tratare de actualizar y no dejar el fanfic a la deriva. Y como ahora tengo beta, estaré actualizando los otros capítulos ya revisados, que son pocos porque ella también está atareada con lo de la universidad.

Se podría decir que tengo el “cuerpo” del fanfic pero redactar el contenido es un poco más complejo, como muchos/as saben. Trato de no salirme del tema central y acercar poco a poco a las parejas, recuerden que es la primera parte de esta historia, aun faltan algunas otras letanías.

Por ahora me despido, nos leemos pronto.


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