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Primera Letania por sugar-blood

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Cap22. – Follow You

So you can drag me through Hell
If it meant I could hold your hand
I will follow you cause I’m under your spell
And you can throw me to the flames
I will follow you, I will follow you
- Bring Me The Horizon

 

Harry daba vueltas alrededor de la puerta de Slytherin pasado una media hora después de la cena. ¿Cómo diablos iba a pasar una hora en el agua del lago? ¿Por qué diablos tenía que estar una hora en el lago? Draco le había dicho que mantuviera vigilada sus cosas de valor, pues la canción dijo algo sobre llevarse lo que más valoraba. Le había dado a Hermione su capa invisible para que la cuidara, y después de eso nada de sus cosas materiales era valiosa.

Alumnos de la casa de las serpientes lo miraban con desprecio y lo empujaban, otros lo miraban con curiosidad.

—Bien Potter, ya puedes pasar.

Vio con esperanzas al rubio, quien se acomodaba su uniforme y lo sacudía un poco.

—¿Por qué no me podían atender antes? — Harry le pregunto a Draco mientras caminaban hacia un cuadro, donde quedaba la habitación del profesor Snape.

—Bueno, le pidieron ciertas pociones a Severus y les estaba dando una mano, aun no puede estar cerca de ciertos olores…— Le explicó mientras abría la puerta del susodicho.

Harry dio una mirada a la habitación. Nada había cambiado desde la última vez que había ido, antes del baile. Observo una puerta, que no había visto antes, esa era nueva. Se escuchaban ruidos de frascos y un olor dulzón salía de ahí.

—Padrino, Potter ya está aquí.

No paso mucho tiempo para ver salir de ahí a Snape, con un bastón en mano que lo ayudaba a caminar. Draco se apresuró a darle la mano para que pudiera andar más deprisa a uno de los sillones de la sala del lugar. Su profesor dio una rápida mirada al lugar, como si buscara algo.

—Hm, así que el entrometido de Black no vino. — Dijo con tono conforme, pero sus ojos reflejaban decepción.

—Bueno, te costó mucho sacarlo de aquí padrino. Después de tu mirada amenazante no creo que le quedaran ganas de quedarse rondando por mucho tiempo. —comento jocoso Draco.

Y es que su padrino parecía la sombra de Snape después del… incidente. No lo dejaba sólo por nada, era casi su enfermera. Sonrió por eso, nunca había visto a su profesor de pociones tan irritado por la compañía de otro ser humano, aunque eso podría ser porque ningún ser humano era tan cercano a Snape a excepciones de ciertas personas, como Draco.

—¿Quién se la pasa rondando? — Una voz se escuchó de la puerta, que alguien abría sin tocar.

—Hablando del sapo que falta en la caldera…

—¿Les falta un sapo? — preguntó Sirius que pasaba despreocupado.

Antes de que comenzaran a burlarse más de su tutor, Harry decidió terminar con aquello.

—Entonces… ¿Hay algo que me ayude a pasar la prueba?

—Si señor Potter. —Le dijo cortésmente, pero con un toque de irritabilidad Severus. —Hay una forma, con esto. —El profesor de pociones le dio una botella con unas hojas húmedas dentro de este.

Harry las miro extrañado, como si las hubiera visto en alguna parte y tratara de recordar. Draco bufo mientras veía también como Sirius se acercaba mucho a la botellita como si esta le susurrara que era.

—Son branquialgas. — respondió la pregunta muda que tenían escrita en sus frentes los dos leones.

—Tienen la cualidad de producir unas branquias para poder respirar bajo el agua por una hora, también te da manos y pies palmeados para poder nadar a tus anchas. Así no morirás ahogado Potter.

Harry parecía fascinado con la información. Recordaba vagamente a Neville hablando de ellas, pero cuando se ponía con sus pláticas intensas sobre herbolaria no prestaba mucha atención, así que supuso que lo había olvidado por esa razón.

—Gracias profesor. — Le sonrió Harry a Snape, de forma sincera.

El pocionista trato de no suavizarse por la mirada de Harry y volteo distraídamente a la mesilla de té para servirle una tasa a las personas que invadían su habitación. El castaño le pareció gracioso el gesto de su profesor, pero pensó que tal vez él también estaba un poco nervioso de la relación que ahora tenían, del que no se llevaran tan mal y le protegiera como si fueran familia.

—Por cierto, Draco, el director te estaba buscando. — Le informo Sirius.

—¿A mí? Estoy ayudando a mi padrino ahora mismo. Además, Potter tiene que probar las branquialgas para saber si…

—Tranquilo, yo tendré un ojo en Severus y Harry, tu ve tranquilo... —Le dijo juguetonamente mientras empujaba a Draco a la salida. —De tanto que te preocupas, ya te están saliendo arrugas en el entrecejo. — Le dijo mientras trataba suavizar las “arrugas” de su sobrino.

Draco solo atino a despedirse con un murmuro enojado y azotando la puerta de tal forma que asusto a los alumnos de la sala común de Slytherin.

—Bien, ahora que Draco no está, manos a la obra. — Sirius sonrió de una forma que a Harry y a Severus no les agrado. 

 

*/*/*

Ya eran pasadas las diez de la noche cuando pudo salir de las garras de su padrino y el profesor de pociones. Habían probado la dichosa planta y había funcionado a la perfección, sólo que se sentía extraño, como viscoso y tenía un olor a pescado viejo, le dio un escalofrío al recordarlo. Mientras subía de las mazmorras pensó en que Draco no regreso a pesar de que paso un buen tiempo en que había ido con el director y pensó en que le pudo decir Dumbledore para que no volviera. Iba cavilando en su mente tan distraído que no se fijó que alguien caminaba tras de él gritándole.

—¡Potter!

Harry brinco del susto que le dio cuando le agarraron el hombro, sacando su varita y apuntando en el proceso de forma amenazante.

—Cedric, me asustaste. —Le dijo con el ceño fruncido mientras le daba una mala mirada.

—Lo siento, parecías en otro mundo. Llevo rato llamándote. —Le respondió despreocupado el hufflepuff.

—¿Qué buscas Cedric? ­— Le pregunto de forma golpeada.

—Draco, lo busco a él. — Le contesto con el ceño levemente fruncido.

—No lo he visto desde la tarde… el director lo mando llamar, ya es tarde, seguro se fue a descansar. — Le respondió, tratando de creerse lo que dijo.

Cedric lo miro por un rato, sospechoso; él le regreso la mirada indiferente.

—Bien, gracias Potter.

El hufflepuff se fue por donde había venido. El solo suspiro antes de subir a la torre de su casa. Se fue a dormir con el horrible recuerdo de las branquialgas y el saber que Cedric buscaba a altas horas de la noche a Draco.

*/*/*

—¿Dónde está Draco? — Pregunto a los Slytherin presentes.

Era temprano en la mañana cuando algo le estaba rondando la cabeza: preocupación. No vio a Draco en el desayuno, pensó que estaría con Snape pero no, el profesor de pociones estaba comiendo tranquilamente (con ayuda de Sirius) en la mesa de los maestros en el comedor.

Los alumnos de la casa contraria le miraron de mala forma.

—No lo hemos visto Potter, esfúmate. — le habían contestado.

Y no era para más. Estaba en la puerta de la casa contraria, sin pena ni gloria, preguntando por Draco. Era cierto que había entrado algunas veces a la sala común, fugazmente, cuando Draco o Snape se lo pedían, pero esta vez iba solo y con una actitud firme por encontrar al rubio.

Resignado, se fue del lugar. Faltaban dos horas para la siguiente prueba y quería ver a Draco antes, como si su compañía antes del evento le trajera suerte.

—Potter, ¡Hey! ¿Draco no está contigo?

Levanto la mirada con la voz conocida, era Zabini, que venía campante y un poco desaliñado. Lo había visto salir del comedor con Ron, así que…

—No, vine porque pensé que estaría aquí, pero no lo vi en el desayuno y yo… no sé… tengo un mal presentimiento…

—Bueno… no creo que le haya pasado nada malo…. Hemos estado vigilando a los Magnus y a los infiltrados en Slytherin…—Le respondió pensativo.

Potter suspiro y se despidió de Zabini, iría al lugar de la prueba, todos se dirigirían ahí pronto, tal vez Draco estaría lo esté esperando cerca...

*/*/*

El sonido de sus tacones al pisar el suelo del pasillo resonaba en las cuatro paredes y el aire de la atmosfera se electrificaba por su magia, y tal vez por su malicia. Los pocos alumnos que pasaban junto a ella se quedaban rígidos al sentir aquel aire tenso que emanaba de la hermosa mujer y se hacían aun lado, como si fuera peligrosa.

Porque Agatha Magnus siempre traía consigo esa aura. Dejaba un rastro indescriptible por donde pasara. Había llegado por lo que quería y no se iría sin conseguirlo.

*/*/*

—¡Potter! ¿Has visto a Herm?

Una muy agotada Pansy llegaba cerca de un árbol cerca del lago donde se haría la segunda prueba. Harry paro en seco su caminata nerviosa circular que estaba poniendo nervioso a Ron y Zabini, quienes voltearon a ver a la recién llegada con atención.

—No, no la he visto desde ayer en el desayuno.

—Estábamos en la sala común y una chica de segundo llego a decirle que el profesor Dumbledore la buscaba, no la volví a ver. —contesto Ron extrañado.

—Dumbledore también mando llamar a Draco…

Los cuatro presentes se voltearon a ver al mismo tiempo.

—Si Draco estuviera en peligro, ¿No crees que el profesor Snape nos avisaría? Hasta el profesor Black, nos lo haría saber, ¿no? — pregunto Zabini.

Harry se detuvo un momento para ver donde estaban los maestros, en una torre de madera puesta especialmente para la prueba. Sirius y Severus hablaban acaloradamente, viendo el lago con aprensión. En un momento Severus lo volteo a ver, con una mirada brillante y después de un suspiro y una vuelta de ojos, por algo que le habría dicho su padrino, volteo al frente.

—No lo sé, yo…

—¡Bienvenidos a la segunda prueba…!

—Esa es tu llamada, campeón. —Zabini le dijo a Harry mientras comenzaba a caminar.

Harry apretó los dientes, tenso.

—Buscaremos a Draco y a Hermione, no te preocupes. —Pansy le dijo tomándole del hombro. —Los encontraremos.

—Eso espero…—susurro Harry mientras se movía al lago.

*/*/*

—¡apuestas!

—¡Hagan sus apuestas!

—Vamos Magnus, no seas tímido….

—Tres chicos, una chica…

—Se sumergen cuatro…

—¿Pero emergen cuatro?

—Paso de nuevo chicos, tal vez a la próxima.

—¡Tú te lo pierdes!

Magnus escucho con desagrado bien oculto el intento de apostar de los gemelos Weasley. Cuando estos se fueron a molestar a otros, su cara cambio a uno de nerviosismo. Su mamá estaba aquí, en Hogwarts, no solo eso, no había visto a Draco desde ayer en la mañana. Estaba seguro que el no pudo enterarse de que su madre haría una visita justo hoy, pero eso no le quitaba la presión en el pecho. De su túnica saco una poción calmante y se la tomo de un trago.

—¿Nervioso?

Una voz conocida se escucho a sus espaldas.

—Quisieras hermanita.

Annika salió detrás de un árbol, serena y limpiándose la falda.

—Madre esta esperando en el castillo. El plan tiene que comenzar. No tenemos que levantar sospecha, seamos civilizados ¿quieres? No queremos que hagas una escena…

—¡Lo sé! Deja de actuar como la madura aquí.

Gustav miro a su hermana de forma amenazante. Su madre había convertido a su hermanita en otra replica de ella, crecer de esa forma no estaba siendo tan cómodo para él. Ya tenia suficiente de que alarmarse con su madre, para vivir cuidándose de su hermana menor.

—¿Ann? ¿estás aquí?

La voz de Ginny Weasley salió desde los arbustos.

—¡Te encontré! ¡vamos está comenzando! —Le dijo a la otra chica, mientras la jalaba hacia el lago.

—Si, ya comienza…—Le contesto mientras le daba una última mirada a su hermano.

*/*/*

—Anoche, algo le fue robado a cada uno de nuestros campeones, un tesoro, se puede decir. Esos tesoros uno de cada campeón…yacen en el fondo del Lago Negro. Para ganar cada campeón necesita encontrar su tesoro y volver a la superficie.

Harry escucho con atención esas palabras, esperaba que no fuera lo que pensaba que fuera. SI Draco o Hermione, estuviera ahí seguro sabrían…

—Sólo tienen una hora para hacerlo, una hora nada más. Después de eso, están solos. Ninguna magia los podrá salvar. Pueden empezar cuando suene el cañón.

Harry abrió su bote de branquialgas y se comió gran parte de ellas. Y antes de que pudiera tragarlas el cañón sonó y brinco hacia el oscuro lago.

*/*/*

—Tuvimos que enseñarle algún encantamiento…

—Severus.

—Es un temerario ¡Cómo tú en la escuela!

—Severus.

—Él es fuerte, podría hacer un encantamiento sin varita, solo tendría que esforzarse más ¡Pero es tan vago! Lo repito ¡igual a ti!

—¡SNAPE!

Severus volteo a mirar con indignación al chucho que le acababa de gritar.

—El estará bien, le dimos las herramientas. No tienes que preocuparte tanto, solo confía. Pareces una mamá gallina con su pollito.

El profesor de pociones volteo a mirar hacia enfrente de nuevo, con enojo contenido. Tenía razón, se estaba volviendo loco. No dejaría morir a Harry ahí abajo, si pasaba la hora y no regresaba, el mismo iría por él.

Notas finales:

Tengo como dos años, tres años que no actualizaba, aunque no puedo decir que inactiva como tal. Escribia en ratos cuando podia, y este es el resultado. Espero no tardar de terminar, minimo, esta primera parte de la idea original que tenia en mente.


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