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Primera Letania por sugar-blood

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Cap5. – I Can Talk

A longer sentence brings no more.
Than one that I had said before.
It's hard to compromiso.
When I see through your eyes.
It's just a common view.
I guess it's lost on you.

- Two Door Cinema Club

Harry miraba todas aquellas carpas en aquel enorme espacio, maravillado. Los toldos le parecieron muy pequeñas pero cuando Sirius hizo señas para que lo siguieran dentro de una se sorprendió al saber que estaban encantadas. Era un lugar espacioso y cómodo.

—Por el amor de Merlín, cierra esa boca Potter, te entraran moscas. — Se burló Malfoy al entrar.

Detrás de Draco venia Severus Snape. La poción Multijugos usada por el pocionista era de un hombre del ministerio que no asistiría al partido y que aceptó donar un cabello para que Severus pudiera asistir, todo gracias a Nymphadora. La presencia de Snape, alto y pálido, se transformó en un hombre bajo y con el cabello rubio cenizo, sus ojos oscuros cambiaron al azul.

—Bien chicos, ¿Les parece si vamos a caminar? Tengo tanto de no venir a un Torneo. — Planteó soñador Sirius.

Harry aceptó la propuesta inmediatamente. Por alguna extraña razón, la pesadilla que tuvo anoche le había dejado un mal presentimiento y se sentía raro, aun que no recordaba la mayor parte de ello. Tampoco ayudaba el viaje en traslador.

Draco miró a Severus de reojo. Su padrino gruñó y se sentó en un sillón cercano, contestando negativamente a la invitación. El no se movería de ahí hasta que fueran al partido, ni Dumbledore le levantaría de ahí.

Sirius rodó los ojos cansado. Pero era bueno que la amargada presencia de Severus no estuviera cerca de él.

Salieron de la carpa y miraron más gente que hace un momento, algunos elfos por un lado ayudando con las carpas de sus amos, magos con una gran emoción fanática volando en escobas por el cielo.

— ¡Sirius! — Escucharon un grito.

El nombrado volteó a ver de quien se trataba. Un hombre un poco mayor, regordete y con vestimentas informales venía cargado de una mochila. Lo conocía gracias a James, hace tiempo que se lo había presentado por trabajo.

— ¿Amos Diggory? — Preguntó extrañado.

—El mismo muchacho. — Sonrió acercándose. — Que alegría volver a verte. — Le abrazo el hombre.

—Lo mismo digo. —Correspondió Sirius.

—Oh pero deja te presento…—Amos se movió a un lado. — Mi hijo, Cedric. —

—Un gusto. —Saludó el muchacho sonriendo cordial.

El chico era como de unos dieciséis-diecisiete años. Era alto y con el cabello castaño y unos ojos café claro que brillaban con entusiasmo. Harry y Draco reconocieron al chico de Hogwarts, un Hufflepuff.

—Igualmente—Contestó estrechando las manos del joven. —Oh ellos son mi ahijado Harry…—Sirius tomó a Harry del hombro y lo adelantó un poco. —Y mi sobrino, Draco. — Presentó.

Harry saludó cálidamente mientras Draco solo hizo un asentimiento de cabeza. Los dos Diggory 's se tensaron levemente pero no dijeron nada ni perdieron sus sonrisas cordiales.

—Un gusto chicos. Íbamos con lo Weasley ´s, ¿Ustedes también se dirigían con ellos? — Preguntó el hombrecillo.

Después de aceptar ir acompañados, Sirius se adelantó un poco junto con Amos y los tres jóvenes caminaban atrás en silencio. Harry y Draco siguieron a Cedric, el rubio con indiferencia, Harry con asombro por lo de alrededor y Cedric curioso por los dos chicos más jóvenes que él. Más adelante vieron que Sirius y el otro hombre entraban a una carpa y los tres jóvenes le siguieron.

— ¡Oh Sirius! Qué bueno que nos encontraron. ¿Qué tal, Amos? —Saludó el patriarca Weasley.

Los gemelos fueron los primeros en aparecer frente a los tres muchachos. Miraron a Cedric y a Harry, pero cuando su mirada se posó en Draco su sonrisa creció aun mas, no era como si quisieran gastarle alguna broma o algo parecido-inserte sarcasmo justo aquí.

—Cedric, Harry… Malfoy. —Saludaron los dos al mismo tiempo.

—Fred, George. — Saludó Harry sonriendo.

Cedric solo les sonrió y Draco levantó una ceja extrañado para de nuevo asentir levemente como saludo.

— ¡Compañero! — Ron llegó corriendo junto a Harry. — Malfoy…— El apellido salió como veneno.

—Weasley— Saludó con indiferencia Draco, como si el pelirrojo fuera un cero a la izquierda.

Básicamente Draco estaba en la boca del "león", tenía que andar con cuidado y saber desenvolverse si quería salir vivo de ahí. Antes de que pudiera agregar otra cosa Hermione Granger llegó saludando a sus amigos y mirando cautelosamente a Draco.

En lo que quedó de la visita, Harry se la pasó con Ron y Hermione; Draco, en cambio, estuvo primeramente con la incómoda conversación que Cedric empezó sobre quidditch, pero prefería mil veces a un Hufflepuff que a los gemelos Weasley 's que le miraban con ganas de gastar una broma en el.

*/*/*

Las tribunas enloquecieron a la llegada de los escoceses. Gritos y risas por la presentación del equipo. Harry estaba inmensamente feliz, emocionado como nunca y pensó que la magia era lo mejor que le pudo pasar, Sirius con la misma euforia que su ahijado. Black había comprado sombreros grandes y gritaba junto a los demás espectadores.

Por otro lado Severus y Draco solo observaban. El rubio sentía la excitación del juego en su agitado corazón, bombeando rápidamente, en su cara estaba una pequeña sonrisa que ha Severus le hizo sentir menos desdichado por el sacrificio.

La entrada de los búlgaros fue excepcional y el triunfo de estos hizo a Draco saltar en las gradas y burlándose los perdedores mentalmente, un Malfoy no se exponía a tales muestras de descontrol en público, obviamente.

Al volver a su casa de campaña, Sirius se mostraba feliz por la alegría que irradiaba Draco, no era como se imaginaba pero eso era progresar. Aunque Harry esperaba que ganaran los escoceses, se quedo contentó por el solo hecho de salir con su padrino. Severus también se sentía más tranquilo por ver a Draco despejado de lo pasado, pero lo ocultó muy bien, aun que Sirius pudo observar un atisbo de sonrisa cuando el pocionista creía que nadie lo miraba, a pesar de tener otra apariencia.

Al terminar el partido, quedaron en ir con los Weasley a cenar, pero eso a los dos Slytherin no les quitó el buen humor. Todos estaban sentados en lugares separados al comer, pues la mesa solo contaba con cuatro sillas, las cuales estaban ocupados por los señores Weasley 's y los señores Diggory 's- quienes habían sido invitados también. En una esquina estaba Draco y Severus que solo quisieron una pequeña porción. Sirius y el trió dorado sentado en un lugar cercano a la estufa y los otros en unas camas charlando amigablemente.

Cuando regresaron a su tienda, lo único que querían era descansar, pero cuando estaban preparados para eso, una explosión y gritos hicieron salir a Sirius Black.

— ¿Qué fue eso? — Preguntó Draco en voz baja mientras se movía cerca de Harry.

Si algo pasaba estaba seguro de que estaba más protegido cerca del niño-que-vivió, por obvias razones. Harry siempre salía vivo de todos los peligros.

— ¡Black! Son mortífagos…— Dijo Severus jalando al susodicho dentro de la carpa. — La marca me está quemando, ¡están llamándome! —

—Maldición…—masculló Sirius. —Draco, Harry, no se separen, van a salir rápidamente hacia el traslador. —Les dijo mientras los dirigía hacia afuera. —Los seguiremos de cerca, iremos con Arthur y los alcanzaremos. —Los empujó fuera de la carpa— ¡Corran! — fue lo último que escucharon.

El tumulto de gente obligó a Draco y Harry a correr. El chico de la cicatriz estaba confundido y no sabía que pasaba mientras su compañero estaba nervioso y temblaba mientras corría consternado. Cuando Harry sintió que era jalado por la gente se tomó del brazo de Draco, pero la gente seguía jalando y empujando. En un momento de desesperación tiró fuerte del brazo de Malfoy y los dos cayeron hacia atrás. Los dos muchachos quedaron inconscientes al golpear el suelo y ser pisoteados por la muchedumbre.

*/*/*

No sabía cuánto tiempo había pasado, Harry despertó y sintió que la cabeza le explotaba y se movió, descubriendo a Malfoy a un lado suyo. Trató acomodar sus recuerdos y se encontró en la desesperante situación de salir corriendo por si acaso uno de esos mortífagos se les ocurría regresar. Sintió pisadas acercársele, tenía esperanzas de que fuera Sirius pero no podía arriesgarse. Se levantó rápidamente y jaló a Malfoy atrás de una tienda semidestruída, toda hecha girones pero que los tapaba muy bien. El hombre se paró a unos pasos donde se encontraban y escuchó claramente el siseo y el ruido de la varita siendo usada.

Miró el cielo donde una franja verde formó una figura que no entendió al principio pero que reconoció rápidamente como la marca tenebrosa, como la que llevaba Snape en el antebrazo. Un dolor se instaló en su frente pero no lo detuvo para sacar su varita cuando sintió que el hombre avanzaba hacia ellos y cubrió a Malfoy con las mantas de la desgastada ex tienda.

— ¡Harry, Draco! — Escuchó el gritó de Sirius.

El grito que dio Sirius hizo que el hombre desapareciera a gran velocidad pero con cuidado de no ser visto. Harry reaccionó y respiró de nuevo.

— ¡Sirius! — Gritó.

Pero lo único que recibió Harry fue a un grupo de aurores dispuesto a dispararles.

— ¡Alto! — Gritó Sirius llegando solo.

Cuando Severus y él salieron de la carpa después de Harry y Draco, no pasaron mucho tiempo corriendo para encontrarse con Arthur Weasley diciéndole que pronto llegarían mas aurores y que tenían que alejarse de ahí, cuando regresaron por sus pasos hacia el traslador no divisó a Draco ni Harry, preocupando al pocionista por lo que le pudieran hacer a su ahijado en manos de mortífagos- un poco de preocupación se iba directo a Harry pero no lo admitiría en voz alta- Sirius le dijo que se quedara cerca de los Weasley 's mientras Arthur y él iban a buscar a los muchachos, el profesor solo aceptó porque sabía que la poción multijugos no duraría mucho y si era descubierto por los seguidores del señor oscuro sería la perdición de todos.

— ¡Alto Crouch! Es Harry Potter y Draco Malfoy. — Dijo Arthur mientras miraba al nombrado.

Sirius corrió hacia Harry y Draco protegiéndoles con su cuerpo.

— ¡¿Quién la invocó?! ¡¿Quién de ustedes?! —gritó Crouch llamando la atención de todos.

— ¡Son solo niños! —Protestó el patriarca de los Weasley.

—Harry, ¿estás bien? —Preguntó Sirius tomando la cara de Harry para verificarlo.

—Sí, estoy bien, pero Draco…— Los ojos de Harry estaba desenfocados por no poder entender muy bien qué pasaba.

Sirius se agachó y tomó la cabeza de Draco, la cual sangraba un poco.

— ¡Están en la escena del crimen! — Recriminó de nuevo el hombre.

—Detén un momento a Draco, Harry, arreglaré esto. — Le sonrió condescendiente su padrino. —Draco necesita ser curado, Crouch, y Harry apenas puede sostenerse del miedo eso…—

— ¡Había un hombre! Se fue por aquel lugar —Interrumpió Harry volviendo del shock inicial, ganándose la mirada de todos.

Crouch se puso dubitativo pero al final miró a sus hombres.

—Bien, ¡Vamos! — Les gritó mientras se iban al lugar indicado por Harry.

Sirius respiró tranquilo y volvió hacia los muchachos.

—Vamos a casa…—Suspiró Black acompañado de un asentimiento.

*/*/*

Sirius traía en manos a Draco, caminando con cuidado de no moverlo demasiado. Cuando Severus lo vio no pudo evitar el salir corriendo a su encuentro y verificar con su varita si a su ahijado no había pasado nada tan grave como para cruciar a Sirius, aunque este no tuviera la culpa. Molly se acercó también y Sirius explicó lo que pasó con los aurores y la versión de Harry también fue dada.

Regresaron a Grimmauld Place y Snape atendió a Draco como era debido. El rubio solo tenía una leve abertura, pero Severus insistió en quedarse junto a él. Sirius, como buen tío también se quedó junto a Draco y Harry no quería quedarse atrás. El sentido Gryffindor del niño-que-vivió le decía que en parte era su culpa que Draco estuviera de nueva cuenta postrado en una cama, sabía que no podía  hacer algo en ese momento, porque era obvio que él no manejaba esas situaciones. Siempre pasaban cosas malas a las personas que se encontraban junto a él, y probó que Draco era aun más delicado de lo que parecía.

Severus y Sirius se retiraron cuando el primero iba por unas cuantas pociones más y el segundo le seguía para revisar las cartas que habían llegado, solo para verificar si el ministerio los mandaría llamar. Dejando solo a Harry cuidando a Malfoy. Pero no pasó mucho para que este despertara, desorientado.

— ¿Hmm Severus…?—Nombró el rubio mientras abría sus ojos.

—Soy Harry…—dudó en agregar algo.

—Potter…—Masculló en respuesta. — ¿Qué pasó? —

Harry le contó lo que había pasado, desenado que cualquiera de los dos adultos volviera rápido. Cuando llegó a la parte del mortífago que apareció la marca, Draco se estremeció y sus ojos se tornaron nublados, como si recordara algo vagamente.

EL rubio fijó su mirada en Harry cuando se hubo calmado un poco y sonrió de medio lado, aunque fuera un poco doloroso. Los Gryffindor ´s eran tan fáciles de leer. Era casi seguro que Potter se sintiera culpable y no podía ser de otra forma, la cara delatora del azabache se lo decía.

—Vamos Potter, quita esa cara. —Dijo mientras se esforzaba un poco para hablar.

—Ya despertaste. —La voz de Snape sorprendió a los jóvenes. —Toma esto y deja de esforzarte. —Le dijo mientras se acercaba a la cama y le ayudaba a pararse para tomar la poción. —Es para el dolor de cabeza, durará unos minutos. —

Draco arrugó la nariz y se lo tomó de un solo trago. La poción le dejó un pésimo sabor de boca y trató de controlar la mueca de asco que amenazaba por mostrarse en su cara.

Harry se disculpó y salió de la habitación para dirigirse a su propio cuarto un poco más relajado. No era como si Draco le hubiera agradecido por salvarle el trasero mientras estaba inconsciente, pero no lo culpó, como pensó que haría.

La soledad de su cuarto le hizo pensar más claramente las cosas que pasaron y se sintió inmensamente feliz de que por fin tenía quien le apoyara como lo demostró Sirius. Sin más se dirigió a su cama a dormir.

Notas finales:

Mi primera nota final. Bueno, solo agregar que no hay mucho amor por ahora entre nuestros personajes por obvias razones, tengo que plantear la historia y moldearla para agregar los encuentros entre la pareja.

Sin nada más que agregar espero que disfrutaran la lectura. Hasta pronto.


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