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Y ahora...Que ves en el espejo de Oesed? por HaaruuChaan

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Notas del fanfic:

Holaaa gente bonitaa!!, me inspire para hacer
esta historia el sabado, viendo Magic beyond words,
y me puse a escribir enseguida!

no salio tan romantica como espere, pero las ideas
llegaban y solo las deje fluir!

espero que les gusteee, me esforcé mucho!

Notas del capitulo:

Bueno, no ahi mucho que decir

solo que espero que lo disfruten!

 

Disclaimer: nada es mio, todo el de la tia J.K y asociados, no gano nada escribiendo, 
solo satisfacer mi mente de perverciones y darles 
un buen rato a ustedes.

El moreno estaba sentado, como todas las tardes frente a eso, había tenido muchas discusiones con sus amigos y les prometía que ya no lo volvería a hacer, pero allí estaba, sentado en el suelo mirando su reflejo en el espejo de gran armatoste dorado.

Ese año, después de que la cruenta guerra termino, llevándose a más personas con ella en lo que él podía soportar, había vuelto al colegio a terminar sus estudios como se lo había prometido a Remus antes de su muerte y lo estaba logrando, con mucho mucho trabajo pero lo estaba logrando, no era que el no quisiera sacar adelante su vida, pero no podía concentrarse no después de todo lo que había pasado, de todas las muertes que él tenía sobre los hombros.

Y, sin quererlo en uno de sus paseos nocturnos por los pasillos el castillo lo encontró, en un salón abandonado más allá de los límites de las mazmorras escondido detrás de un fuerte hechizo, se encontraba el espejo de Oesed, tan majestuoso como lo recordaba y ahí se había quedado a observar el más profundo y desesperado deseo de su corazón, donde nada había ocurrido, nadie había muerto en su nombre y él era solo un estudiante normal, con problemas para sacar sus EXTASIS.

Habían pasado más de 3 meses de aquello y cada noche, cada momento libre que tenía en el día él estaba ahí mirando el reflejo en el gran espejo, esperando que al salir de esa habitación todo lo que había viso fuera real. El ojiverde como todos los descansos se encontraba sentado frente a el mirando, tan ensimismado que no escucho el fuerte ruido que hiso la puerta y que alguien había entrado a la habitación.

–No podre seguir con esto – murmuro la figura que acababa de entrar dejándose resbalar por la puerta hasta quedar sentado en el suelo resollando y alterado casi al punto de tener taquicardia.

El Gryffindor se sobresaltó al oír la voz bastante conocida para él y se volteo, dejando atrás su mundo de ensueño, y grito exasperándose en el mimo momento en que reconoció finalmente quien había entrado.

–Que haces aquí Malfoy? – se levantó del suelo y camino, varita en mano, hacia su enemigo.

–Potter! –se asustó el rubio al percatarse de que había alguien más en la habitación. Aunque ya no eran enemigos jurados cada uno pasaba del otro, sin préstale más atención de lo que fuera necesario, sin cruzar palabras ni insultos, solo eran dos compañeros de colegio que no tenían relación alguna – Casi me matas del susto – murmuro levantándose, con el corazón aun alterado por la carrerilla que había hecho antes.

–Que haces aquí Malfoy? – volvió a repetir el moreno.

–Nada que te incumba Potter – le respondió de mala gana, no quería ganárselo como enemigo de nuevo ya no tenía la fuerza para seguir peleando, pero tampoco quería a humillarse frente a él.

–Entonces vete – dijo Potter mirándolo bruscamente, casi con odio.

–Bueno… yo – murmuro bajando la cabeza, poniéndose más nervioso de lo que estaba, si seguía así iba a tener una crisis de nervios. “no te humilles más de lo que estas contéstale, insúltalo!”, le grito una voz en su cabeza y aunque él quería obedecer, en esos momentos su fuerza emocional se estaba extinguiendo.

–Que pasa Malfoy me tienes mie... – el moreno se interrumpió en su insulto al escuchar voces afuera en el pasillo, aunque no distinguía lo que decían si sabía que se dirigían hacia allí y que venían furiosos – Que es eso? – se preguntó a si mismo dirigiéndose hacia la puerta.

–No abras la puerta! – grito el rubio Slytherin al sentir las voces aún más cerca.

–Y porque no puedo abrir la puerta? – le pregunto Potter cada vez más exasperado y desesperado por sacarlo de allí poder volver frente al espejo.

–Sal de ahí Malfoy! Sabemos que estás ahí escondido como una vil rata! Sal y te enseñaremos lo que tú mismo padre nos enseñó a nosotros! – se escucharon las voces de afuera ya más nítidas y entendibles – Sal para que juguemos!.

El ojiverde se volteo algo sorprendido hacia el rubio y lo miro con más detenimiento, el chico estaba asustado además de que tenía la ropa del uniforme rota y muy a maltraer, estaba muy lastimado tenia hematomas, golpes y cortes por todo el cuerpo que él podía llegar a ver, y por cómo se veía también en donde no se podía mirar.

–Que te paso Malfoy? – le pregunto con un poco de lastima, acercándose a el lentamente luego de haber puesto un hechizo para dejar la puerta cerrada.

–No abras la puerta, por favor – murmuro bajito entrando en la crisis de pánico que anteriormente había visto venir – por favor no abras la puerta – volvió a rogar, dejando caer pequeñas lágrimas de sus en antaño plateados y brillantes ojos, que ahora se encontraban grises y apagados – no lo soportaría, no de nuevo.

–Malfoy? – pregunto conmovido al ver a su antiguo némesis en ese estado, se acercó a el hasta poder tocarlo y puso una de sus manos sobre su hombro tratando de darle algo de paz.

–No lo hagas Potter, por favor, no les digas donde estoy, te daré todo lo que quieras, hare todo lo que me pidas, pero no los dejes entrar – rogo el Slytherin ya completamente apanicado, sin importarle que le estaba rogando al niño-que-vivió, o su orgullo, que ya de nada le servía y que solo lo había llevado por mal camino y hasta donde se encontraba ahora.

–Tranquilo Malfoy no les abriré, pero tranquilízate – le hablo despacito, ya un poco asustado al ver que el Slytherin comenzaba a hiperventilar – tranquilízate Malfoy! – dijo un poco más fuerte al no notar cambios en el chico, que asustado por el grito lo miro y cayo desmayado.

Harry con sus rápidos reflejos alcanzo a agarrar al rubio antes de que cayera al suelo, y lo recostó suavemente sobre su capa, donde él había estado sentado antes. Lo dejo descansar un momento mientras él se dirigía de nuevo a la puerta para saber si los de afuera se había largado y al parecer así había sido, ya que no se escuchaba ningún ruido, salió de la habitación muy lentamente para rectificarlo, y al ver que no había nadie volvió a entrar.
Se acercó al rubio y le apunto con la varita, susurrando un tenue “enervate”, haciendo que este despertara ya mucho más calmado.

–Que paso? – murmuro el rubio abriendo los ojos de a poco, volviendo a la realidad, fijándose en los verdes ojos que lo miraban con… preocupación?, “es imposible” se dijo para sí mismo Malfoy.

–No lo sé tú dime, yo no entiendo mucho, estabas asustado y de repente te desmayaste – explico lo poco que había entendido de la situación el moreno.

–Qué? Noooooo!, porque frente a ti! Porqueeee? – levanto la voz el rubio, tratando de ponerse de pie con dificultad por sus heridas y el reciente desmayo, sin lograr más que quedar sentado con sus manos apoyadas en el suelo para no volver a caer. – no estoy lo suficiente humillado ya Merlín? – Pregunto mirando hacia el techo.

–Oye tranquilo no diré nada, si eso es lo que te molesta, te lo juro pero solo tranquilízate no te vuelvas a desmayar porque ya no sabría que hacer – dijo tratando de convencerlo para que se tranquilizara.

–No dirás nada? – dijo sorprendido Draco mirándolo con desconfianza – y porque no dirías nada? Porque tengo que confiar en eso?, que quieres a cambio?.

–Que quiero a cambio? Nada en verdad – le miro tratando de transmitirle un poco de confianza – bueno si quiero algo, quiero saber que paso, porque te estaban persiguiendo? Y porque estas tan maltrecho? – pregunto verdaderamente interesado.

–Como si no lo supieras ya Potter, te hace sentir más fuerte el humillarme más de lo que ya de por si estoy, contándotelo, si tú ya sabes porque estoy así – dijo bruscamente, poniéndose de pie y cayendo estrepitosamente al suelo nuevamente ya que aún estaba mareado.

–Malfoy! – exclamo el Gryffindor sosteniéndolo en sus brazos, cuando se percató de que estaba bien y no se había vuelto a desmayar, le contesto – realmente no se de lo que hablas, porque tendría yo que saber porque estas así?.

–No lo sé, tal vez porque son tus Leones los que me hicieron esto? – respondió, removiéndose para salir de los brazos del otro y volver a estar sentado en el suelo.

–Quienes? Y porque te harían eso?, además ni siquiera me has dicho que te han hecho – pico el moreno realmente curioso por saber y también algo enojado al escucharlo echar la culpa a los de su casa.

–Está bien si te quieres hacer el tonto te lo diré, tus cachorritos – le dijo refiriéndose a sus compañeros de casa – no me han dejado en paz desde que volví al colegio, me han golpeado, hechizado, maldecido y además, lo peor de todo es que rompieron mi varita frente a mis ojos – le conto con ironía en su voz – pero eso ya lo sabias, después de todo tú los debes haber mandado a que lo hicieran.

–Espera, que hicieron qué? – le miro sorprendido e incrédulo, de que sus amigos hubieran hecho eso.

–No te hagas el imbécil Potter, sé que tú has estado detrás de todo esto, quien más si no? – dijo con rencor en la voz.

–No entiendo, de verdad…hicieron eso? – pregunto ya más que escandalizado al ver en los ojos grises que decía la verdad – los has denunciado?, te están maltratando de muchas formas, se lo dijiste a los profesores?.

–Claro que si! Y fue peor, después de eso rompieron mi varita, además los profesores no harían nada, soy un Slytherin y un Malfoy después de todo – hablo bajando el tono cada vez más, avergonzado de estar tan indefenso – de verdad no lo sabias?.

–No! – Exclamo un poco enojado – no dejaría que le hicieran eso a alguien, aunque ese alguien fueras tu.

–Oh gracias ahora me siento más tranquilo con eso – ironizo.

–Por eso te viniste a esconder aquí?, que te querían hacer?, y porque no te defiendes? No entiendo porque te dejas golpear y maldecir – cuestiono exponiéndole sus dudas.

–Haber por orden, si me vine a esconder por eso, que querían bueno lo de siempre golpearme y humillarme y enserio no escuchaste, rompieron mi varita – le contesto con voz dura tratando que el interrogatorio terminara.

–Pero no te has comprado otra aun? – le dijo extrañado Harry.

–Los profesores me prohibieron salir del castillo, en qué mundo vives? Todos en Hogwarts lo saben – pregunto el rubio.

–Aquí, en donde me ves, es en el mundo que vivo, en este lugar paso mis momentos libres y las noches – le confeso, extrañándose a sí mismo con su sinceridad.

–Y porque te encierras aquí? – pregunto con una curiosidad poco propia de él.

–Bueno – dudo el moreno, pero se sentía, por primera vez en mucho tiempo, escuchado por alguien, lo que era extraño ya que es alguien se trataba de Draco Malfoy – por eso – apunto nervioso hacia el espejo.

–Y qué es eso? – Dijo tratando de levantarse para llegar ahí – parece un simple espejo – comento sentándose pero sin lograr ponerse de pie, su cuerpo dolía por completo – hey idiota ayuda a que me pare, no ves que no puedo.

–ehh… yo, enseguida – murmuro mientras se aproximaba un poco más sobre el rubio y lo ayudaba a levantarse.

El rubio Slytherin camino a paso lento por un lado de Harry acercándose al espejo y parándose frente a él.

–Y que tiene de especial el… que es esto? – interrumpió su propia frase al ver lo que le mostraba el espejo – que.. Que es esto? – volvió a preguntar totalmente anonadado.

–Es el Espejo de Oesed – afirmo Harry embelesado por la sonrisa que tenía en el rostro el rubio.

–Porque muestra esto?, no puede ser el futuro – dijo acercándose mas al espejo para poder acariciarlo – tú ves lo mismo?.

–No, no es el futuro, el espejo de Oesed muestra el más profundo y desesperado deseo del corazón y no, no vemos lo mismo – termino mientras se sentaba en su puesto habitual frente al espejo.

El rubio le siguió sentándose con cuidado en el suelo al lado de Harry, sin quitar ni por un segundo los ojos del espejo.

–Que ves? – pregunto curioso el moreno después de unos minutos.

–Sabes que la curiosidad mato al gato, Leoncito? – le pico, pero sin una pisca de maldad o ironía en su voz, para luego sorprendiéndose a sí mismo contestarle la pregunta – veo a mi mama, a Severus que era mi padrino y a mí, solo eso y tú?.

–Bueno – dudo un poco si decirle o no, pero al final se decidió – veo a todas las personas que murieron en la guerra, a mis padres, a Remus, a Sirius como si la guerra no hubiera sucedido.

Después de la pequeña charla los dos se quedaron en un total silencio, pero no era un silencio incomodo, por primera vez en mucho tiempo ambos se sentían a gusto con la compañía del otro, sin necesidad de palabras.

–Malfoy, perdona mi curiosidad, pero porque te desmayaste hace un rato, te vi asustado y de un momento a otro te desvaneciste – dijo despegando los ojos del espejo para mirar al rubio.

–Tuve un ataque de pánico – murmuro bajito esperando que el moreno lograra escuchar porque no lo volvería a repetir.

–Un… Ataque de pánico? Tan grave es lo que te han llegado a hacer?, ellos... Ellos te han hecho algo más que golpearte o maldecirte? – dijo asustado de lo que podrían haber llegado a hacerle.

–No, solo eso, pero… bueno los tengo cada vez que me siento asustado, empezaron cuando acabo la guerra, encarcelaron a mama y además mi padrino murió, creo que es por eso que me dan – le susurro.

–Los debes extrañar mucho, yo no conocí a mi padres pero los extraño, tu que por lo que veo supiste que es tenerlos cerca y que te cuidaran, debe ser aun peor – le comento bajando la mirada y luego dirigiéndola al espejo nuevamente.

–A mama y a Severus, mi padre era como todo el mundo creía, frio y despectivo – conto ya sin darse cuenta que le estaba confesando su vida a Harry Potter – cuando era pequeño y me despertaba por alguna pesadilla, ella me dejaba dormir en su cama aunque a Lucius no le gustaba y terminaba gritándonos a ambos por eso lo dejo de hacer, pero en medio de la guerra lo comenzó a hacer de nuevo, y en el colegio Severus dejaba que me metiera en su cama – rio ante su comentario que había sonado un poco pervertido – no como tú crees – le aseguro al ver la mirada que le dirigía.

Harry quito de nuevo la mirada del rubio y la dirigió hacia el espejo y ahí se quedaron, ambos sentados uno junto al otro observando el reflejo en el espejo por lo que parecieron horas, cuando según las palabras del Slytherin “se le entumeció el trasero”, se levantaron y se fueron en silencio cada uno hacia su propia casa solo dándose un gesto con la mano como despedida.

Pasaron dos días en los que nada más ocurrió, en los que no había visto ni oído al rubio, hasta esa tarde del jueves, en la que estaba como siempre sentado frente al espejo, lo vio entrar.

–Malfoy, tu aquí de nuevo? – le dijo mirando cómo se sentaba en el suelo tratando de recuperar la respiración.

–Lo siento Potter, deja que me quede hasta que ellos no estén, no creo estar preparado para otra golpiza, cuando se larguen me voy – pidió con la cabeza gacha pero con voz neutra, acariciándose las muñecas que hasta hace unos minutos habían estado atadas.

–Tranquilo te puedes quedar – dijo aún sentado frente al espejo, volviendo a poner su mirada sobre el objeto – ven, acércate – invito palmeando el lugar donde apenas ayer había estado sentado el rubio.

El rubio se puso de pie con mucha dificultad, y cojeo lo más rápido que sus heridas se lo permitieron hasta posicionarse al lado del Gryffindor, se sentó tratando de acomodarse pero sabiendo que la batalla estaba completamente perdida, tenía demasiados golpes como para mantenerse sentado sin un apoyo en su espalda así que se dejó caer hacia atrás, quedando recostado con poca elegancia sobre el duro suelo de piedra.

Harry algo perturbado al notar cuanto se le dificultaba al rubio poder moverse con normalidad, conjuro un lumus, ya que la habitación hasta ese momento se encontraba en penumbras, y se acercó a él para verlo mejor. El chico tenía cortes de distinta profundidad por todo el cuerpo, los más graves debían estar en una de sus piernas y en su pecho dada la cantidad de sangre que las prendas de esos puntos tenían.

–Necesitas ayuda? – pregunto algo nervioso al ser consiente del estado del muchacho – quieres que te lleve a la enfermería?.

–No puedo ir a la enfermería – comento mientras sus ojos se cerraban lentamente en contra de su voluntad, estaba cansado y quería dormir.

–Porque no podrías ir a la enfermería? Tienes que ir, el corte en tu pierna se ve muy serio – lo regaño subiéndole el pantalón hasta la rodilla para ver un feo y profundo corte que iba desde el talón hasta la mitad de su pantorrilla y que sangraba profusamente.

–McGonagall le dijo a Madame Pomfrey que no podía volver a atenderme, que yo estaba provocando a mis compañeros y que así aprendería a estarme callado – le murmuro más dormido que despierto.

–Eso-Eso no puede ser posible la profesora no sería capaz de hacer algo así – la cara de estupefacción y asombro de Harry paso a una de ira no creyendo que su profesora podría haber hecho algo tan cruel.

–Te estoy diciendo la verdad, si no me crees allá tu – dijo bajándose la pierna del pantalón que había subido Harry y recostándose más cómodamente, en verdad quería dormir.

–Supongamos que dices la verdad y ella… Hey Malfoy no te duermas! – se interrumpió el mismo al percatarse que su compañero se había quedado inconsciente, seguramente por la gran pérdida de sangre además del estrés físico y metal que debía tener encima.

Harry lo más cuidadosamente que pudo lo acomodo sobre su capa, desabrocho su camisa para ver la herida en su pecho, que era un corte parecido al que tenía en la pierna, solo que este parecía haber roto una vena importante ya que la sangre salía a borbotones de él. El moreno se asustó, tenía que hacer algo o el chico se desangraría ahí mismo.

Con los pocos conocimientos que tenía sobre hechizos de curación que había obtenido durante la guerra, logro detener el sangrado de la pierna, pero no eran lo suficiente para su pecho, no le quedo de otra que tapar al rubio con su capa de invisibilidad y salir corriendo de allí, cerrando la puerta con un hechizo para que nadie pudiera entrar. Corrió hacia su torre en busca de su amiga castaña, si no podía llevarlo a la enfermería llevaría a Hermione a el que era prácticamente lo mismo.

La busco en la sala común y al ver que no se encontraba fue hasta la habitación de los chicos, ahí estaba semidesnuda besándose con Ron sobre SU cama.

–Hermione te necesito ya! – exigió tomándola de un brazo, alejándola de su pelirrojo amigo y pasando por alto el que estuvieran sobre SU cama.

–Harry espera que pasa? – pregunto abochornada arreglándose la ropa.

–Te digo en el camino, solo apúrate! – le grito medio desesperado al ver a su amiga poniéndose la ropa apaciblemente según él, aunque la chica casi estaba corriendo.

–Ya está, que pasa? – dijo preocupada acercándose a él.

El moreno la tomo de la mano y salió corriendo con ella detrás de el apenas siguiéndole el paso, oía entre la brisa que la chica le gritaba que se detuviera, que iban a resbalar, pero el ya no tenía oídos para nada, solo pensaba que Malfoy a esta altura estaría más muerto que vivo.

–Corre más rápido! – En menos de lo que era posible para personas normales no llamadas Harry Potter, llegaron a la habitación.

–Que hacemos aquí Harry? – pregunto tratando de recobrar el aliento por la carrera y viendo a Harry levantar hechizos protectores, al entrar la castaña quedo asombrada al ver el espejo en medio de la habitación, acercándose sigilosamente hacia él, con la curiosidad a flor de piel.

–Eso no importa ahora Hermione – la miro mientras quitaba la capa de el cuerpo maltrecho del rubio.

La castaña soltó una exclamación de horror al ver el masa sanguinolenta en la que se había convertido el cuerpo de Draco Malfoy.

–Harry! Tú lo hiciste? – pregunto aún más asustada hincándose a un lado del rubio – lo…lo maldeciste de nuevo?.

–No claro que no!, no se quien fue, de todas las personas que lo acosan, pero ahí que curarlo ya Hermione y yo no puedo solo – Hermione escucho el tono preocupado de su amigo y lo miro con extrañeza.

–Hay que llevarlo a la enfermería ya Harry! – dijo la castaña poniéndose de pie y dispuesta a echar un hechizo vuelapluma sobre él.

–No podemos no lo atenderán! , por eso te fui a buscar! – le rito ya al borde de una crisis nerviosa.

–Porque no lo harían Harry te volviste loco? – la castaña lo tomo de los hombros y le hizo mirarla.

–Después te lo diré, ahora solo, trata de que no se muera – pidió Harry mirándola fijamente.

La muchacha no perdió tiempo y se lanzó sobre el rubio para comenzar a sanarlo, conjuro agua y con mucho cuidado lo limpio, ya que los hechizos de limpieza podrían afectarlo para peor en su estado, cuando estuvo limpio comenzó a recitar los hechizos de curación que conocía, mientras el moreno a su lado se comía las uñas, ni el sabia porque estaba tan nervioso, después de todo era Malfoy, pero desde el día en que se habían encontrado, el Slytherin había despertado un extraño sentimiento de protección en él.

Pasaron por lo menos 20 minutos antes de que Hermione terminara, la chica exhausta se sentó en el suelo pasándose la mano por la frente secándose el sudor.

–Listo, hice lo mejor que pude, fue difícil, las dos heridas grandes no estaban hechas con algún hechizo que yo conozca, ahora solo hay que dejarlo recuperarse – lo miro fijamente – ahora me puedes contar o que paso? – pregunto más que curiosa por saberlo.

Harry le conto todo lo que había sucedido el día Martes, omitiendo la conversación sobre lo que veían en el espejo, y como había llegado esa tarde, escapando nuevamente de los hechizos de sus atacantes y por qué no podía llevarlo a al enfermería. La chica reacciono al igual que el algo enojada al creer que el Slytherin mentía sobre lo de McGonagall, comenzaron a discutir en voz baja sobre lo que estaba sucediendo, hasta que el rubio comenzó a removerse inquieto.

–Es mejor que me vaya, no es bueno que me vea aquí cuando despierte, en la sala común hablaremos – le susurro bajito largándose en el momento del lugar.

Cuando la mujer salió se sentó a un lado del rubio a esperar que despertara, mirándolo todo el tiempo, sin siquiera voltearse hacia el espejo, lo cual le pareció raro, pero no alcanzo a pensar más sobre el tema ya que el Slytherin estaba despertando.

Abrió los ojos lentamente, le dolía todo el cuerpo y se sentía aún más cansado que antes, y sin saber dónde se encontraba, trato de levantarse pero un par de manos se lo impidieron, abrió completamente los ojos queriendo ponerse en una posición menos vulnerable, hasta que se percató que esas manos eran de Potter, se volvió a recostar un poco menos tenso y hablo con voz rasposa.

–Que paso? – pregunto mirando al moreno.

–Bueno quedaste inconsciente, y trate de curarte, pero no soy muy hábil en eso así que yo traje a alguien para que te ayudara – dijo dudoso, y al ver la cara de espanto del rubio aclaro – descuida no dirá nada, confía en mí.

–Esos espero Potter! – le grito con las pocas fuerzas que tenía.

Estuvieron callados por largo rato antes de que el moreno rompiera el silencio.
–Oye Malfoy, perdona mi entrometimiento, pero, los cortes no estaban hechos con difindos ni ningún otro hechizo para cortar, como te los hicieron? – pregunto bastante intrigado por saber.

–Oh, los Slytherin saben hacer más que maldecir Potter – afirmo el rubio tapándose los ojos con el brazo, comenzaba a darle jaqueca.

–Slytherin? Los de tu propia casa te atacaron? – pregunto anonadad – y como los hicieron?.

–Simple, con una navaja, al modo muggle, porque un traidor como yo no merece que desperdicien su magia en mi – recito las mismas palabras dichas por sus compañeros de casa – si tuviera mi varita podría curarme solo, soy bastante aceptable en ese ámbito, pero como ya ves, estoy indefenso como un simple squib – dijo tratando de ponerse de pie, siendo ayudado por el ojiverde.

–Una navaja? Realmente no puedo creerlo, tienes que hacer algo Malfoy –. 
–Y que quieres que haga, no voy a dejar el colegio hasta que haya sacado mis EXTASIS, se lo prometí a mama y a Severus y si para hacerlo tengo que ser golpeado hasta mientras duermo lo voy a hacer – le dijo asombrando al moreno con su tenacidad – bueno me voy, muchas gracias por, bueno por todo – se dirigió hacia la puerta pero no pudo llegar muy lejos ya que el moreno lo tomo de uno de sus brazos.

–Oye Malfoy, podemos sr amigos? – soltó extendiéndole la mano sin siquiera pensar detenidamente en lo que le estaba proponiendo.

–no- no lo sé, porque querría el salvador del mundo ser amigo de un vil Mortifago inútil y fracasado, que ganarías tú con eso? – pregunto desviando la mirada sintiéndose avergonzado de sí mismo, como podría Harry Potter querer ser su amigo.

–Sé que no eres Mortifago y no deberías referirte a ti mismo así, ese no es el Draco Malfoy que me hacia la vida imposible los años anteriores – dijo confuso realmente por lo poco que quedaba del antiguo Slytherin – y no ganaría nada, solo ser tu amigo creo que eso es suficiente – volvió a estirar la mano.

–Está bien – le tomo la mano aun inseguro de lo que podría acarrearle esa naciente “amistad”.

–Nos vemos aquí mismo mañana – le dijo mientras abría la puerta para largarse. No hubo respuesta.

En cuanto el rubio salió de allí, se puso a pensar en todo lo que había pasado y lo extraña de la situación, salió rumbo a la Torre de Gryffindor, al llegar se encontró con su amiga castaña impaciente por tener su charla pendiente.

Hablaron bastante, Harry le detallo todo lo que le estaba pasando al rubio, y ella confirmo que había alumnos de Gryffindor que acosaban y atacaban al ojigris. La chica le enseño muchos más hechizos de curación, para que pudiera hacerse cargo una próxima vez, sin tener que sacarla a ella corriendo por todo el colegio.

Después de la larga conversación y la clase de hechizos se fueron a dormir, pero Harry no pudo conciliar el sueño hasta muchas horas después, pensando en el extraño sentimiento de protección que había sentido horas antes hacia el rubio, el verlo de esa manera, sintió que solo quería protegerlo de todo y de todos.

–Me estoy volviendo loco – susurro, y con ese pensamiento durmió hasta la mañana siguiente.

Al otro día no vio al rubio durante todo el día, ya que no tenían ninguna clase con los Slytherin, para que no se provocaran conflictos entre las casas. Se decepciono al no verlo llegar esa tarde a la habitación algo asustado por haberlo incomodado con su petición pero no se desanimó, pensando en que mañana si lo vería.

Al otro día lo vio en el comedor, tenía una mejilla morada y una mano vendada, ya sabía porque no lo había visto el día anterior.

Lo estuvo observando todo el día, entre clases y en sus descansos, observando que nadie se le acercara para hacerle daño sin percatarse que no había ido en todo el día a ver el espejo.

En cuanto se acabaron las clases si fue a la habitación con el espejo, esperando que Draco llegara, y lo hiso y por vez primera no era porque estuviera siendo perseguido por alguien.
No hablaron mucho, solo se sentaron frente al espejo en silencio, mientras Draco, que aún no era tan adicto a la imagen como el moreno hacia sus deberes pendientes.

Así se pasaron casi un mes, Draco llegaba algunos días magullado y huyendo, y él le ayudaba a curar sus heridas con los encantamientos enseñados por Hermione, pero siempre llegaba. En ese mes habían hablado de muchas cosas, trivialidades de las clases, o cosas más profundas como la infancia horrible que tuvieron ambos.

Harry estaba teniendo problemas con sus amigos nuevamente por pasar tanto tiempo enfrente del espejo, más que nada con Hermione que sabía que ya no iba solo por eso si no que a juntarse con la rubia serpiente.

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Ya dos meses habían pasado sin que el rubio tuviera un ataque serio como el de la navaja, llego a la habitación, no corría ya que no escapaba de nadie y aunque hubiera tenido que hacerlo no lo hubiera logrado ya que apenas y podía mantenerse en pie.

Al entrar Harry lo vio tambalearse y caer, corrió para agarrarlo antes de que se golpeara la cabeza, lo tomo en brazos y lo llevo a donde él tenía un candelabro que iluminaba tenuemente la habitación, el chico estaba peor que nunca, no tenía heridas graves, pero ardía en fiebre y la magia negra fluía en su cuerpo, lo habían maldecido hasta el cansancio.

–Harry – susurro – me gustan tus ojos, deberías andar sin gafas para que todos pudieran ver lo verdes que son – dijo antes de caer inconsciente.

Harry no presto atención en esos momentos a las palabras del rubio, lo tapo con su capa y fue nuevamente a buscar a Hermione, sintiendo que estaba teniendo un deja vu, el sabia más encantamientos sanadores, pero no tenía ni idea que hacer para sacar la magia negra del cuerpo de Draco.

Llevo a su amiga apresuradamente hacia donde se encontraba el rubio y le dijo que simplemente había llegado así y que no sabía nada más de lo que había pasado.

–Es grave Harry – susurro la castaña examinando el cuerpo del Slytherin – casi no tiene magia y no puedo hacer nada si no encuentro su magia, está casi totalmente poseída por la magia oscura y si no hacemos algo ahora va a morir en no más de un día – le dijo abatida.
Harry entro casi en pánico, no sabía qué hacer, el rubio, SU rubio, al que había empezado a querer hace tan poco se iba a morir y él no podía hacer nada, hasta que le apareció una solución.

–Yo puedo darle mi magia Hermione – exclamo vendo a su amiga, algo más animado.

–Harry solo pueden darle magia sus parientes o alguien con quien tenga un sentimiento de cariño mutuo – le explico mirándolo tristemente, ya no podían hacer nada.

–No importa lo intentare de todos modos – dijo serio acercándose al cuerpo del rubio, lo tomo entre sus brazos y lo meció dulcemente concentrando su magia en las partes del su cuerpo que tocaban al otro.

Hermione vio impresionada como una tenue luz salía del interior del moreno para llegar a Draco y comprendió que su amigo tenía más que una vana amistad con el rubio.

Después de un rato, cuando Harry ya estaba mareado por la falta de magia, la castaña se lo quito de las manos, le ordeno descansar mientras ella sanaba al rubio. Cuando termino apareció una manta y los cubrió a ambos y se fue de la habitación dejándolos unos junto al otro.

Cuando despertó sintió unos brazos rodeándole y se asustó, sin saber quién podría estar abrazándolo, no recordaba nada, solo que muchas personas lo atacaban al mismo tiempo y luego todo era negro y luego un fuerte color verde entre la negrura de su inconciencia, y negro otra vez.

Abrió los ojos lentamente para saber dónde estaba y quien estaba a su lado y lo que vio lo dejo más prendado de lo que ya estaba del moreno, Harry estaba sin gafas mirándolo con una sonrisa en el rostro mientras lo abrazaba.

“si pude darle mi magia es porque ambos sentimos algo por el otro” – se dijo a si mismo dándose ánimos.

Le dio un suave beso en la mejilla, y le susurro un tenue descansa, Draco como nunca obedeció las ordenes y volvió a quedarse dormido.

Cuando de nuevo volvió a tener conciencia estaba acostado solo, se desilusiono, pero descarto que lo que había pasado antes hubiera sido más que una simple ilusión. Miro hacia un lado y Harry estaba donde mismo estaba siempre, sentado frente al espejo, se levantó despacio y se sentó junto a él, no se sorprendió al verlo, ya que dese hace unas semanas que el reflejo del espejo había cambiado para él.

–Hey – le saludo – como estas?

–Algo mareado pero mejor, que paso? – pregunto curioso, curiosidad que se la había pegado el Gryffindor a su lado – como llegue aquí?.

–Eso debería preguntártelo yo a ti, llegaste aquí bastante mal, y no me dijiste nada, solo que debería sacarme las gafas para que se vieran mis ojos –rio al ver el sonrojo tierno en las mejillas del rubio, antes de este día lo había hecho sonrojar muchas veces con simples comentarios.

–Solo recuerdo que muchas personas, me atacaban, eran de todas las casas, fue como si se hubieran organizado para hacerlo y de ahí no recuerdo nada más, solo que me dolía – murmuro el rubio agachando la cabeza avergonzado de su debilidad.

Ante cualquier pronóstico Harry lo abrazo por la cintura atrayéndolo hacia él y besando su cabeza.

–Yo te cuidare Draco, me canse de verte llegar mal herido, no puedo quedarme de brazos cruzados cuando han estado por matarte – le susurró al oído.

–Qué? Porque harías eso?, sé que somos amigos, pero porque arriesgarías que todo el colegio lo supiera solo para defenderme – pregunto confundido, no entendía lo que estaba pasando, pero le gustaba, hace semanas que sabía que le gustaba Harry e incluso que lo quería de hace mucho más tiempo, pero no veía el estar con el como una posibilidad.

–Por una simple y sencilla razón – murmuro tomando su mentón y levantando su cabeza – porque me gustas, porque te quiero más de lo que debería – dijo con seguridad impregnada en la voz para luego posesionarse de sus labios en un dulce y tierno beso.

Draco estaba más que estupefacto, no se podía mover, Harry había dicho que le quería y le estaba besando, si esta era una ilusión no quería que lo sacaran de ella nunca. Cerro los ojos y disfruto de lo que duro el beso correspondiéndoselo mientras lo abrazaba suavemente por los hombros, y sentía las manos del moreno enroscadas en su cintura.
Se separaron después de unos momentos, Harry lo miro a los ojos y sonrió, el rubio le devolvió la sonrisa y lo abrazo más fuerte.

–Tomo eso como un yo también? – le pregunto burlándose, el rubio asintió y apretó más sus brazos alrededor de su cuello.

Pasaron lo que quedaba dela tarde y la noche ahí, simplemente abrazados, hablando de lo primero que se veía a s cabeza.

Estaban por quedarse dormidos cuando Harry, como siempre rompió el silencio.
–Draco no dejare que nadie más te dañe me escuchaste, nadie más te tocara un solo pelo, y me vengare de todos los que te hicieron sufrir en este tiempo – dijo seguro de sus palabras.

–Gracias pero no puedes defenderme, no porque no quiera – le aseguro el rubio – si no porque si lo haces todos se enteraran que eres algo mío, y no será bueno para tu imagen – le susurro con un deje entristecido en la voz.

–Draco – le tomo la cara para que lo viera – ten esto claro, no te voy a esconder, no serás mi pequeño y sucio secreto, quiero estar contigo y quiero que todo el mundo se entere de eso, no me interesa mi imagen, solo tenerte a mi lado.

El rubio dejando de lado todo el orgullo y enseñanza de sus padres, lo abrazo y lloro emocionado en su hombro, Harry en verdad lo quería.

–Te protegeré siempre – le dijo antes de que el rubio se durmiera a causa del pesado día que había tenido.

Al despertarse juntos en la mañana ambos se sintieron los más felices el mundo, se arreglaron para bajar al Gran Salón, para desayunar y ante la incredulidad de Draco, Harry tomo su mano y lo llevo así hasta las puertas del comedor, iban tarde asique ya todos se encontraban ahí. El moreno lo detuvo cuando iba a ir a la mesa de Slytherin, lo acerco y lo beso, enfrente de todos, dejando a más de alguno con un shock y a otros más enojados que nunca.

Draco se sonrojo a más no poder, pero fue feliz, se soltó del beso y le sonrió.

–Te dije que no te escondería jamás –le dio un último pico y lo dejo ir.

Ambos se dieron cuenta de las miradas de odio hacia el rubio y que muchos murmuraban cosas nada bonitas sobre él, Harry puso especial atención a ellos, anotando los nombres de todos en su mente, para ver quiénes eran los que atacaban a su rubio novio.

Al terminar el desayuno Harry fue a dejar al Slytherin a su clase, dejando en claro su territorio y que no permitiría que nadie más se acercase a él para hacerle algo malo.
Las semanas pasaron, más de tres y los ataques habían disminuido por completo, ya que Harry estaba a cada momento detrás del rubio cuidándolo.

Draco estaba más feliz que nunca en su vida, no así Harry, ya que desde que había dejado ver su relación con el rubio Ron no le dirigía la palabra, ni siquiera para saludarlo, solo e dijo que era un traidor, y que no le volvería a hablar hasta que dejara de jugar con la serpiente rastrera.

–Harry que pasa? – pregunto el rubio al verlo distraído, estaban en la misma habitación de siempre, pero ya no veían el espejo, incluso este estaba tapado con una gran sabana.

–Es ron – le respondió mientras le acariciaba el sedoso cabello – no me habla desde que sabe que estamos juntos, no entiendo como no puede perdonar las cosas del pasado, y más viendo que yo soy feliz contigo – murmuro entristecido.

–Amor, yo sé porque no te habla – dijo levantando la cabeza del regazo de Harry donde había estado hasta ahora – no te lo había querido decir porque no sabía si me creerías, pero el, bueno – dudo un poco – él es uno de los que me ataco la última ves – susurro asustado por la reacción de su moreno novio.

–QUE? Eso es imposible! – grito el moreno levantándose y empujando al rubio en el trayecto – Ron es mi amigo, lo conozco el no sería capaz de hacer eso! – le grito con todo lo que daba su voz.

El rubio aun en el suelo, asustado se arrastró hasta quedar detrás del espejo tratando de protegerse de la ira del moreno, ahora extrañaba más que nunca su varita, aunque sabía no sería capaz de levantarla apuntando hacia Harry.

–Porque me mientes así!, piensas que voy a creer que el hiso eso! – lo tomo de un brazo sacándolo de detrás del espejo y lo empujo contra una muralla, más que dispuesto a golpearlo por haber hablado mal de su amigo.

Draco grito cuando el primer golpe se asesto contra su estómago dejándolo sin aire y en el suelo en el instante, Harry estaba fuera de sí y volvió a golpear al rubio en el suelo ahora con su pie, no se detuvo hasta que escucho la voz ahogada de Draco.

–Harry… detente… por favor – le pidió con la poca voz que le salía, se estaba ahogando, su nariz sangraba y le salía sangre por la boca, pero más que nada le dolía el corazón, Harry estaba haciendo lo mismo que todos hacían con él, y no se creía capaz de soportar eso – detente… me duele… por favor – rogo con lo último de voz que tenía.

El moreno salió de su trance y se espantó con lo que vio, su querido Draco estaba en el suelo sangrando y llorando, y él lo había causado. Se agacho a su lado y lo tomo en brazos, Draco lo vio y le sonrió, lo que hiso sentir aún mas culpable al moreno.

–Te amo – susurro el rubio acariciándole la cara.

–Draco, Draco perdóname, por favor perdóname, no sé qué me paso, pero cuando me dijiste eso no, no lo pensé, te volví a ver como eras antes y me enoje tanto, bebe perdóname – lo abrazo con más fuerza llorando en su hombro.

El rubio lo abrazo y dejo que lo curara, le sonrió en todo momento y le dijo que no era su culpa, tratando de que el moreno no se mortificara más.

–Está bien Harry, no pasó nada, solo olvídalo si? – le dijo ya más repuesto de los golpes dándole un suave beso en la mejilla.

–si paso Dragón, te prometí que nadie más te haría daño y yo mismo lo hice, no sé cómo puedes seguir a mi lado después de esto – dijo abatido.

–Porque te amo – lo abrazo con todo el amor que le profesaba.

–Yo también te amo Draco – le devolvió el abrazo y comenzó a besarlo apasionadamente, mientras lo acostaba – Te amo más que a nadie – le dijo comenzando a desabotonar su camisa lentamente dándole suaves besos por toda la cara y el cuello, tratando de borrar los golpes que le había causado, jurándole amor con cada uno de ellos.

Se siguieron besando hasta que ambos estaban desnudos, Harry sobre el rubio preparándolo para recibirle en su interior, cuando vio que su Draco estaba listo y más que dispuesto lo penetro dulcemente, tratando de no hacerle daño y la sala se volvió solo gemidos y jadeos, palabras de amor entrecortadas con cada embestida dada por el moreno, por cada caricia regalada, hasta que ambos con un fuerte espasmo llegaron juntos al clímax.

Harry lo abrazo y beso hasta hacerlo dormir, le lanzo un leve desmayo, para que no se despertara cuando el no estuviera, salió de la habitación levantando los hechizos de protección que le había puesto y se dirigió a su torre, ya era de noche y los pasillos estaban apenas alumbrados por la luz de la luna que entraba por la ventana, camino hasta las habitaciones y busco la cama del pelirrojo, lanzándole un hechizo aturdidor lo saco de la cama y lo llevo a la sala de menesteres, donde lo tiro en el suelo y lo amarro.

Lo despertó con un enervate y un duro golpe en el estómago, el pelirrojo se espabilo ante el golpe y vio a Harry más enfurecido de lo que lo había visto nunca, sus ojos verdes estaban ocultos detrás de su dilatada pupila y destellaban odio y rencor, el moreno tenia sed de venganza y esa misma noche la obtendría.

–Párate mal nacido – le exigió dándole un golpe en la cara.

–Qué te pasa Harry? – pregunto asustado, conocía la ira de su amigo y lo que era capaz de hacer – que está pasando?, que te dijo la inútil de tu putita para que estés así? – le dijo levantándose, sabiendo que estaban ahí por algo que el rubio lo habia deltado.

–No hables de el enfrente de mí, te quedo claro – lo agarro de la camisa del pijama y lo atrajo hacia él y le hablo pegando su cara a la del otro – quiero los nombres de todos los que participaron en los ataque a Draco, y me los vas a dar si no quieres que todo lo que le voy a hacer a ellos, te lo haga solo a ti infeliz – le susurró al oído suavemente tirándole el cabello.

En ese momento Ron entendió que, dijera lo que dijera al moreno no le importaría, quería venganza y si no le decía quienes fueron, toda su ira la descargaría contra él.

En voz baja fue diciéndole los nombres de todos, eran más de 10 personas de todas las casas, Harry anoto cada nombre y casa y se fue dejando a Ron desmayado debido a un fuerte golpe en la cabeza.

Paso casa por casa, habitación por habitación buscando a los que habían dañado a su rubio, los desmayaba y los ataba para luego llevarlos levitando tras de él. Cuando los tuvo a todos que eran, 4 Slytherin 2 Gryffindor 3 Ravenclaw y 4 Hufflepuff, los llevo a la sala donde estaba ron, los lanzo al suelo bruscamente y los despertó.

Confundidos despertaron todos y se asustaron en el instante al notar la magia fluyendo a través de la habitación y a Harry Potter más enojado que nunca.

–Creo que saben porque están aquí, se atrevieron a tocar a mi novio, y eso no se los voy a dejar pasar – dijo con una sonrisa macabra en la cara, y comenzó su dulce venganza.
Durante toda la noche los torturo de la peor forma que se le pudo ocurrir, los hizo sufrir, llorar y rogar, los hizo golpearse entre ellos y volverse locos, ya cuando el sol estaba despuntando haya afuera el moreno se detuvo. Todos estaban medio muertos y con voz satisfecha pregunto.

–De quien fue la idea?, si me lo dicen dejaran de sufrir si no, bueno ya sabrán lo que viene – sonrió con malicia y espero a que alguien hablara.

Y como lo supuso todos y cada uno apuntaron al pelirrojo que estaba en medio del salón.
–Así que fuiste tú? Lo supuse, ahora te arrepentirás de haber siquiera pensado en tocarlo, en mirarlo, te hare sufrir tanto, que me pedirás la muerte, Crusio – grito y el rayo impacto con el pecho del pelirrojo, después de unos momentos levanto la maldición.

–Harry, lo hice por ti, para que él no te hiciera daño – rogo tratando de llegar al corazón de su amigo.

Lo miro de la peor forma y lanzo un imperius general, a todos los que estaba allí alrededor y les ordenó que lo hicieran por él, que ellos destruyeran y mutilaran su cuerpo mientras él veía satisfecho como su antiguo amigo quedaba reducido a nada.

Cuando terminaron con él les levanto la maldición y les lanzo un hechizo para que no pudieran decir quien lo había hecho o volverían a sentir el dolor de sus hechizos.

Los saco de la sala antes que terminara e amanecer, los dejo desperdigados por el castillo cada uno en la entrada de su casa y convoco mascaras e mortifagos para que los culparan.

Con una mirada tranquila se fue hacia la habitación donde estaba su rubio, se lanzó a sí mismo un hechizo de limpieza y se quitó la ropa, se acostó a su lado, como si nada hubiera pasado y le lanzo al rubio un enervate para que despertara.

–Hey – le saludo mientras le daba un suave beso en sus esponjosos labios.

–Hey tu – devolvió el saludo – dormí muy bien – dijo acurrucándose en el colchón que hacía tiempo habían acomodado en la sala, se acercó al pecho de Harry y se quedaron ahí, a remolonear.

Estuvieron un rato tranquilos hasta que empezaron a escuchar los gritos de los estudiantes retumbar por todo el castillo. El rubio asustado se levantó y se puso su ropa mientras Harry hacia lo mismo.

Cuando estuvieron vestidos y presentables salieron de la sala y se dirigieron a donde provenían los gritos más cercanos, que era Slytherin, lo que vieron asusto al rubio que se escondió detrás de Harry, los mortifagos habían atacado al colegio.

El moreno abrazo a su novio y le susurro – tranquilo bebe, ya nadie más podrá hacerte daño – y con esto dio a entender que él lo había hecho.

La directora junto a todos los alumnos y les ordeno ir al gran comedor, allí resumió lo que pensaban había pasado, que los mortifagos habían atacado, a esos que ellos creían eran peligrosos y dio la lista de los alumnos atacados y el único que había terminado muerto Ron Weasley.

Draco no sabía si sentir pena por ellos o no, pero después de todo esas personas lo habían hecho sufrir por mucho tiempo y no pudo más que estar agradecido de su novio, que mataría literalmente hasta a su mejor amigo por él, aunque eso obviamente nadie más lo sabría.


----Tres meses después----


Todo el mundo ya se había calmado, la gente había sufrido por sus alumnos atacados pero todos parecían ya haberlo superado.

Ya nadie tenía problemas con Draco ni siquiera la profesora McGonagall que después de un encuentro con un encapuchado había dejado en paz al rubio y lo dejaba hacer todo lo que él quisiera, gracias a eso Draco tenía otra varita, aunque poco la ocupaba ya que tenía a Harry con él para defenderlo.

Y ahí estaban nuevamente, después de tres meses en que no habían pasado por el cuarto que los unió, ahí estaban frente al espejo, sentados en el suelo mientras Harry tenía entre sus piernas su rubio que apoyaba su espalda contra su pecho ambos miraban al reflejo, y el moreno acariciaba el vientre aun plano de su novio, que llevaba el fruto de su amor hace dos meses.

–Y ahora, que ves en el espejo de Oesed? – le pregunto al oído el moreno.

–Solo a nosotros abrazados como ahora, solo veo lo que tengo, porque soy el hombre más feliz del mundo – le contesto besándolo profundamente.

FIN

Notas finales:

Bueno, gracias por llegar hasta aqui!!!

espero que les haya gustado!

dejen coments, son mi sueldo!!

 

para los que leen Traerte de vuelta, esta semana 

no podre subir, estoy con examenes en la 

universidad, lo sientooo!!!, pero paciencia 

que la proxima semana si ahi!!

 

Gracias por leer, que tengan una bonita

mañanatardenoche!!


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