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El Hielo y El Fuego por DianaSshi

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Las trompetas anunciaron la entrada del príncipe del reino Luz, todos los presentes inclinaron la cabeza ofreciéndoles su respeto, mientras oleadas de fuego invadían el pasillo haciéndole honor a su llegada.

El aludido camino por la alfombra roja como la sangre, internándose en el palacio, viendo al fondo las tres sillas que(si la suerte estaba de su lado) ocuparía sin pudor alguno.

Miro con asombro a las personas que yacían en los tronos frente a el, sin duda los rumores eran ciertos, las tres personas mas hermosas después de el reino de hielo, estaban frente a el.

Echo un vistazo al chico que permanecía a la derecha del rey de Fuego, un castaño de ojos cafés oscuro que hacían estremecer hasta a las montañas mas poderosas, la vestimenta que traía; un saco color rojo con acabados dorados y blancos que le hacían resaltar la pureza de la piel, los pantalones cortos que enmarcaban sin vergüenza esas increíbles y bien formadas piernas, los guantes blancos que dichosos envolvían las manos que, sin durarlo, podrían  hacer delirar con su calor  a quien sea.

Sin duda, el decirle a su padre que hicieran la reunión de compromiso, había sido una muy buena idea, pensó el príncipe de Luz.

–Bienvenido seas al reino de fuego–hablo el rey, haciendo que todos los súbditos, que se encontraban en el palacio inclinaran la cabeza.
–Muchas gracias su majestad…mi orden y yo hemos viajado desde muy lejos para pedir la mano de su hijo en matrimonio–rápido y directo, pensó el príncipe de la luz, si quería deleitarse con ese cuerpo que sentado daba un orgasmo mental, debía ser rápido.

El rey de fuego, miro asombrado la rapidez en la que la propuesta fue hecha, pero en lugar de sentirse ofendido, sonrió con una carcajada contagiando a sus súbditos y esposa quien rieron con el, todos, a excepción del príncipe de fuego, quien bufo por lo bajo, sintiendo ganas de golpear al bastardo ese que se hacia llamar príncipe.

–Admiro tu… actitud jovencito, pero aquí quien decide es mi hijo–dijo apuntando su mirada hacia el chico de cabellos castaños, el aludido lo miro sonriente, volteo hacia el príncipe de luz y sin quitar la sonrisa de su rostro contesto tranquilamente.
–No gracias–dijo, y se levanto del trono dejando a sus padres boquiabiertos y a un sorprendido príncipe, quien ya veía su victoria.
–¡Dios mío!–- hablo la esposa del rey–Le ruego disculpe a mi hijo, ha estado cansado últimamente… seguro no sabe… no sabe…lo que dice… si me permiten, iré a verlo… con su permiso–dijo haciéndole una venia, y caminando a paso elegante hacia el cuarto de su hijo.
–Por favor príncipe ZhouMi, le ruego disculpe el tan vergonzoso inoportuno, mi hijo no suele ser así. –se excuso
–No se preocupe–dijo fingiendo calma, pero por dentro sentía que en cualquier momento explotaría –Atribuyo el cansancio a las muchas pedidas en matrimonio que ha recibido últimamente ¿verdad?
–Oh claro que no… es solo que… ¡dios!, en realidad no se que le sucede–se disculpo de nuevo el rey, haciendo una venia, dirigiendo al joven príncipe a su despacho.

La madre de Kyuhyun lo seguía a paso calmado por los pasillos, pidió a sus mucamas que la dejaran sola para que hablara con su hijo, en cuanto diviso la puerta de los aposentos, respiro profundamente.

Kyuhyun dio un salto de impresión que le hizo caer de la cama al escuchar como su madre abría la puerta de una patada, y entraba gritando a su habitación.

– ¿Qué cojones te sucede mocoso?, es el onceavopríncipe que rechazas, ¿en que carajo estas pensando?
–Mamá…
– ¿Sabes lo que tu padre y yo hemos hecho para que los príncipes sean quienes venga a pedirte matrimonio y no tu a ellos?
–Mamá…
– ¿Por qué nos quieres ver así?... ¿quieres que me muera de un disgusto verdad Kyuhyun?, eso es lo que quieres verdad–dijo con tanto drama que Kyuhyun aguanto una carcajada.
–Mamá yo…
–Mamá nada… ¿Qué no sabes lo que se avecina? El reino de Hielo esta preparándose para atacar y tu sigues rechazando propuestas ¿Sabias que el reino de Luz tiene un ejercito formado por los mejores?, y si te casas con el seg….
– ¡Madre ya basta!–grito el menor, la mujer abrió los ojos ante la falta de respeto de su hijo, poso su mano derecha en el pecho y el dorso de la izquierda en la frente, mientras caminaba hacia la cama para descansar su corazón ante tan abominable falta de respeto, Kyuhyun blanqueo los ojos–Madre…–se acerco a su progenitora–No me obligues a casarme sin amor, por favor, no me obligues a sentir que mi vida se termina enredándome con alguien por quien no siento nada–pidió arrodillado ante su madre quien lo veía con ternura.
–Hijo mío… si tan solo dejases tu corazón en manos de alguien mas serias completam…
– ¡NO!–grito Kyu–Madre… ¿Qué no lo entiendes?... yo ya amo a alguien, y ningún príncipe por muy rico que sea me ara cambiar de parecer…yo no…
– ¡Por el amor de dios!, ¿sigues con eso?... ¿sigues pensando que serás feliz con alguien con quien desde el principio jamás tuviste un destino?...  ¡el no es para ti!, deja de pensar que tu y el serán felices… ¡por amor de dios! HIJO…
–Por amor de dios nada madre… si sigues insistiendo en que me case con alguien a quien no conozco y no quiero, me largare de aquí…–advirtió, la mujer saco una carcajada.
– ¿y a donde iras?, ¿al reino de hielo directamente?¿Sabes lo que pasaría si solo entras ahí? ¿Sabes lo que te pasaría eh Kyuhyun?–pregunto; Kyuhyun bajo la cabeza–exacto hijo… eso mismo que piensas… te sucederá Hijo…–susurro acariciando el rostro de Kyuhyun–No quiero que te pase nada…
–Madre…
–¡Nada!… hablare con tu padre sobre que estas considerando unirte  en matrimonio con el príncipe de la Luz
–Pero madre…
–Pero nada Kyuhyun… no quiero que sigas pensando en el… pronto serás esposo de alguien mas…–dijo, encaminándose a la salida– ¿Amor…?–susurro,Kyuhyun la miro–El fuego y la luz, siempre han estado unidos…–sonrió–En cambio el hielo… lo oscurece todo–finalizo saliendo de la habitación, dejando a un desconsolado Kyuhyun.

Kyuhyun se recostó en la cama… pasando unos minutos después de que su madre salió, la puerta del armario se abrió, Kyuhyun se incorporo sentándose en la orilla de la cama y observo al chico que con la cabeza gacha salía del mueble.

–Ella tiene razón Kyu–hablo el rubio, Kyuhyun alzo la  mirada confundido–Tu mereces a alguien que sea compatible contigo…–dijo en un susurro, mientras lagrimas salían de sus ojos negros manchando aquella blanquecina piel.

Kyuhyun se levanto rápidamente de la cama, se acerco al rubio y lo observo, sus labios rojos en forma de corazón, su piel tan blanca y fina como la porcelana, el cabello rubio mas brillante que la luz propia, ¿Cómo podría esta criatura dañarlo?, el rubio sintió la mirada del mas alto sobre el, alzo la cabeza y observo esos ojos cafés que si quererlo lo transportaban a ese sueño que tanto le gustaba, uno donde Kyuhyun y el eran felices, se sonrojo un poco y sonrió débil mente.

¿Debería dejarlo ir?, pensó el rubio, pero se sentía estúpido al siquiera considerarlo, lo amaba tanto que la sola idea de vivir sin el le hacia pensar en un mar de soledad de donde nadie podría sacarlo, sintió de nuevo aquellas lagrimas heladas salir de sus ojos,“mi padre tenia razón” pensó, al recordar como su padre antes de morir, le decía que seria el peor error de todos enamorarse de alguien como el príncipe de fuego “su madre tiene razón”la luz y el fuego combina, en cambio el hielo lo oscurece todo.

Camino a paso lento, acercándose un poco mas a Kyuhyun quien poseía un mirada de desconsuelo que lo estremecía haciéndolo sentir el ser mas horrible de la tierra.

–Kyuhyun… oh mi Kyuhyun, ¡maldigo el destino cruel!–dijo, y aquel nudo en la garganta se hizo notorio al escuchar sus propias palabras, aquellas que salían distorsionadas a causa del llanto contendió. ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Realmente el estar enamorado te pone así de inconsciente? ¿Cuándo mas debían de sufrir para saber que no eran el uno para el otro?; Kyuhyun levanto la cabeza viéndolo a los ojos.
– ¡Oh amor mío!–y el llanto en el se hizo presente – ¡No digas eso por favor!–dijo en un susurro, mientras las lagrimas que descendían de sus ojos eran extinguidas por el calor de su piel–Jamás oses decir que el destino es cruel, pues el me ha acercado a ti–susurro cerca de su rostro, pero sin llegar a tocarlo–¡Amor mío, mi vida, mi Sungmin…! ¡Jamás vuelvas a repetir esas palabras!
–Kyuhyun… mi Kyuhyun–hablo Sungmin–Yo…–y los sollozos se hicieron audibles–Yo… ya no puedo… no puedo mas–lagrimas heladas brotaban de aquel rostro tan pálido como el papel, sin poder evitarlo dejo que sus fuerzas se evaporaran y cayo al suelo de rodillas, Kyuhyun lo miro asustado y en un reflejo como cualquiera al ver a alguien en ese estado, poso su mano en el brazo ajeno, quitándola rápidamente al sentir como su fuerza se evaporaba y como el chico en el suelo gritaba ante el calor de la mano que (lastimosamente) amaba.
–Dios… amor ¡Lo siento! ¡Lo siento!–dijo el mas alto sentado ahora en el suelo sobando su mano lastimada por la piel helada de aquella figura hermosa frente a el, Sungmin sonrió lastimeramente y con su mano en su hombro y un fuerte color rojo en el miro a Kyuhyun quien perdido en esas orbes negras sonrió de igual forma.

Sungmin entonces ensombreció su rostro, Kyuhyun supo que era lo que venia.

–No quiero que sufras mas– “Aquellas palabras” se dijo a si mismo Kyuhyun al darse cuenta de la decisión que su amado quería tomar.
–No me dejes… -suplico el mas alto con su pecho apretándole el corazón casi al borde del colapso–Por favor Sungmin, no me dejes–pidió y suplico tambaleante acercándose un poco mas hacia el rubio, mientras unas lagrimas caigan por sus mejillas.

–Tienes que… buscar otra persona… aceptar compromisos… vivir feliz…–pidió Sungmin con los ojos cerrados, era egoísta, si, pero ya no quería ver sufrir a Kyuhyun, ya no quería tener solo que mirarse y tener ese deseo de tocarse el uno al otro, de entregarse y no poder hacerlo sin lastimarse mutuamente.

“su madre tiene razón” volvió a repetirme mentalmente, recordando como había sido el primer rose de manos que se dieron cuando se proclamaron amor, aquel dia que nunca olvida, donde ambas manos sufrieron el dolor de un amor que no era para ellos, donde el tocarse si quiera iba en contra de las leyes del universo.

“El fuego, yo Hielo” ¿Cómo podía si quiera considerarlo? ¿Cómo podía pensar que podrían vivir de solo palabras y dulces miradas?, ambos necesitaban ese tacto, ambos necesitaban esa entrega, y en el rostro doloroso de Kyuhyun vio, que “Jamás podría darle lo que deseaba, un beso”.

– ¡A la mierda con buscar otra persona! ¿Es que no comprendes? –Sungmin abrió los ojos ante el arranque del mas alto, se encontró con los ojos cafés del castaño frente a el, y ya no pudo apartarlos–No podría vivir sin ti...No funciono sin ti–dijo y Sungmin sintió que una palabra mas de el castaño y su decisión de dejarlo sucumbiría ante el amor que siempre le ha tenido.

–No, no, ¡NO!–grito Sungmin desesperado– ¿Qué no entiendes Kyuhyun?... no podemos seguir así… acéptalo…–lo enfrento Kyuhyun dio un paso a tras–Acepta que quieres lo mismo que yo… desde hace años lo queremos, lo deseamos, pero no hemos hablado porque… porque no queremos dañar al otro, pero lo deseamos igual…–Kyuhyun en ese momento sintió por primera vez que quizá… perdería esta batalla–Solo acéptalo, acéptalo y deja de engañarte, porque NO SOY LO QUE QUIERES tu deseas mas, tu quieres mas de mi, pero no puedo dártelo, no puedo y eso a mi… a mi también me destruye, me consume… y…–suspiro–Kyuhyun–dijo con una voz mas tranquila–Yo… tu… has sido el único que en mi vida ha hecho que este corazón–dijo tocándose el pecho con ambas manos–Se caliente con las llamas de tu amor y…–miro a Kyuhyun a los ojos–Moriré… si no puedo… tan solo una vez, demostrártelo en algo mas que un te amo–finalizo viéndolo fijamente.

De a poco el corazón de Kyuhyun se detenía… viendo como su peor miedo estaba realizándose frente a sus ojos, no quería aceptarlo, pero al igual que el, quería lo mismo, un roce, una caricia, un beso… pero no podían, y no solo por que sus padres se lo prohibían, o porque ambos reinos estaban en guerra; no, no podían porque un roce mas profundo acabaría con la vida de ambos, ¿Cómo pudo enamorarse de el?
Hasta la pregunta sonaba estúpida en su cerebro, ¿y como no hacerlo? Volvió a preguntarse, era realmente sencillo a decir verdad, dejando de lado que aquel joven es el hombre más bello que la tierra pudo haber visto jamás, la persona en si que era Lee Sungmin lo había dejado mas que idiotizado, su sonrisa, sus ojos, su piel, sus palabras, su voz, Kyuhyun podría hacer una lista infinita de todas las cosas que lo enamoraron de aquel hombre que yacía de pie frente a el, pero… ¿Por qué sentía que a pesar de ello no era suficiente?.

Si, el también quería eso, un beso, una caricia, un simple abrazo, pero también lo sabia y no quería hacerle daño, si eso llegaba  pasar, ambos se extinguirían como las llamas de una chimenea a la que le arrojan agua para que deje de alumbrar.

Pero dentro de toda la estela de dudas Kyuhyun tenia algo claro, algo que jamás habia sentido tan verdad como ahora, y eso era que amaba a Sungmin, mas que a su vida misma.

–¡Kyuhyun!–gritaron fuera de su habitación, el nombrado se tenso al reconocer la voz de su padre, sabia a que había ido, así que en un rápido movimiento coloco un palo en la puerta para impedir que esta fuera abierta–¡Kyuhyun abre la puerta hijo debemos hablar!–hablo de nuevo el padre el aludido tocando la puerta.
–Kyu…–susurro Sungmin a su espalda, este lo miro a los ojos y vio decisión y miedo, rápidamente corrió hacia el, Sungmin retrocedió para no tocarlo.
–No Min… No–susurro Kyuhyun al leer el pensamiento de Sungmin.
–Tengo que irme… no me busques mas… es mejor que aceptes la proposición del príncipe de la luz–dijo Sungmin caminando hacia el armario que daba a un pasillo secreto que lo dejaba justo en medio del bosque, a mitad de camino hacia su Reino, Kyuhyun sintió que todo su mundo se desmoronaba.
–KYUHYUN ABRE LA MALDITA PUERTA… TE CASARAS CON EL… Y NO ACEPTARE NINGUN OTRO NO JOVENCITO–gritaron fuera de su cuarto, y los estrepitosos golpeteos a la puerta dados por su padre lo pusieron nervioso.

Sungmin había abierto la puerta del armario dispuesto a irse, dio una última mirada hacia Kyuhyun y le sonrió, le dolía, le dolía decirle adiós, pero era por el bien de ambos, no podían estar juntos, no podían.

Kyuhyun camino a paso rápido hacia Sungmin y tomo su mano, un quejido de dolor salió de la boca de ambos al sentir como el solo tacto los quemaba, era extraño, a pesar de que Kyuhyun era de fuego y Sungmin de hielo, a ambos ese pequeño rose les quemaba.

Sungmin sentía como sus fuerzas se iba con ese agarre y Kyuhyun jadeante por el dolor intenso, no lo soltó.

– ¿Me amas?–pregunto Kyuhyun a Sungmin, este abrió los ojos ante la pregunta y a pesar del dolor, sonrió.
–Mas que a nada en este mundo–respondió sujetando su mano que permanecía pegada a su cuerpo en el agarre de la que Kyu tenia con la otra suya.
–Entonces dejemos que nuestro primer beso… nos envié a un lugar donde podamos amarnos sin restricciones… déjame amarte hasta la eternidad… completo amor mío–susurro Kyuhyun cerca de su rostro, Sungmin sonrió y lloro de felicidad, porque eso quería proponerle, pero no se sentía tan egoísta de hacerlo, quería verlo feliz y pensó que dejándolo ir lo seria, pero aquellos ojos, esos ojos cafés que lo veían con amor, le dio la respuesta que necesitaba, el era quien lo hacia feliz, Sungmin hacia feliz a Kyuhyun, y eso era todo lo que necesitaba.

Y ahí, en la primera habitación del segundo piso, del castillo del reino de fuego dos bocas se juntaron en un beso único, de dos personas y un solo corazón, mientras los ojos del Rey de fuego se abrían enormemente al ver como su hijo desaparecía en una nube de vapor.

Pero que importaba, Kyuhyun había besado a Sungmin y ninguno de los dos sintió dolor, pues su amor solo les hizo sentir eso… amor.    

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–¡Nooo!–expreso el pelinegro sentado sobre su cama con la frente empapada de sudor.
–¿Qué sucede YeYe? ¿otra pesadilla?–respondió el menor a su lado incorporándose un poco adormilado mirando a su novio quien se había levantado fuertemente de la cama y caminaba hacia su escritorio.–¿Qué haces?–pregunto con los ojos entrecerrados debido a la hora, 1:37 am, vio en el reloj
–Tengo que escribirlo–explico Yesung abriendo su computadora levemente alertado.
– ¿Escribir que Jong Woon?–pregunto Ryeowook levantándose de la cama para ir hacia su novio.
–No… espera… no me interrumpas Wooky, esto es importante–dijo rápidamente sin mirarlo tecleando rápidamente en su PC.
Ryeowook se coloco su un bóxer y se acerco por detrás a Yesung, coloco su barbilla en el rostro del mas grande y pudo leer el pequeño párrafo que su novio escribía.
– ¿Otra vez con eso YeYe?–dijo el menor descansando su mejilla en el hombro del mayor y acobijándose con una pequeña manta que tenia a un lado de la silla.
–Tengo muy poco tiempo antes de enlistarme y dejar de lado mi página mi querido wooky… así que hay que aprovechar el tiempo… mira, ya tengo más de 2000 seguidores–dijo de ultimo, mientras seguía escribiendo.

Ryeowook rodo los ojos y se recargo sobre la espalda del mayor acobijándolo con su mantita, esa seria una larga noche y no quería que su amor se enfermera otra vez por escribir otro fanfic KyuMin a media noche, pero no podía hacer nada, después de todo y como en su pagina y con letras grandes y negras decía. 

El es el Presdent Yesung.









The End~
Notas finales:

Yo~ No se que decir... La eh Cagetado con lo de YeYe? ... es que lo amo jejejejeje. Espero les haya gustado. Ya saben Tomatazos e inconformidades en los comentarios.


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