“El primer amor nunca funciona” yo creía fervientemente en el significado de aquellas 5 palabras, sabía que él primer amor nunca funcionaba porque yo mismo lo había experimentado y estaba seguro que aquellas dos palabras tan importantes que hacen girar el mundo de cualquier persona, si me refiero a “te amo” tampoco existían, solo eran dos palabras más falsas que las sirenas o cualquier otro personaje ficticio, aquellas dos palabras solo eran una proyección falsa de un conjunto de sentimientos que nunca llegarían a existir.
Mi “primer amor” era un chico, si, un chico la peor elección para un primer amor, me refiero a un amor homosexual, porque si no se habían dado cuenta soy un chico. Su nombre, Kim Myungsoo un año mayor que yo, un senior en la escuela. Yo estúpidamente creía que mi primer amor seria como en las películas un “te amo” por siempre… pero estaba bastante equivocado, porque conseguir que saliera un “te amo” de la boca de aquel frio Muchacho era mucho más que solo difícil.
- Año 2005-
La biblioteca no era mi lugar preferido en toda la escuela, me gusta leer pero no rodeado por cuatro paredes, más bien me gustaba hacerlo al aire libre donde pudiera dejar mis cinco sentidos disfrutar de cada una de las sensaciones que la naturaleza tenia para ofrecerme. Pero ese día en especifico tenía que llover, llover a cantaros casi como si un ciclón estuviese posicionándose sobre corea en ese preciso momento.
- Diablos- musite mientras miraba por la ventana de mi salón de clases cuando el timbre del receso me dio a entender que no podría salir.
- Sungjong! ¿vienes? Me pregunto una de mis compañeras queriendo que la acompañara a la cafetería.
- No gracias, hoy paso- conteste mientras sonreía.
- Está bien, hasta luego- me dijo para después salir del salón. Me levante de mi pupitre y con mi libro entre mis manos salí del salón camino a la biblioteca.
No había pensado que era lo que quería hacer de mi vida, no tenía ni una remota idea, no sabía en que era bueno y no quería saber en lo que sería bueno, solo quería vivir tranquilamente sin preocupaciones, en otras palabras me negaba rotundamente a crecer.
Cuando abrí las puertas de la biblioteca me sorprendí al no ver a nadie así que después de cerrar la puerta me acerque a una mesa y me senté en una de sus sillas para poder comenzar a leer, sin embargo algo me lo impedía y eso era que podía sentir el aire frio que entraba por una ventana abierta, no podía ver la ventana pero estaba seguro de que alguna debía de estar abierta. Así que me levante de mi asiento y comencé a caminar hacia ese pasillo que no podía observar debido a un librero.
- ¿Quién deja una ventana abierta cuando está lloviendo?- pregunte para mí mismo y cuando di vuelta al librero y deje de mirar al suelo para observar la ventana, me encontré con un chico el cual apuntaba con una cámara por la ventana… abierta. Su cabello negro azabache un poco largo del frente yacía delicadamente acomodado hacia un lado para evitar que cubriera sus ojos, se encontraba parado con uno de sus pies detrás del otro y estaba ligeramente encorvado hacia atrás, no se hubiera percatado de que estaba ahí si yo no hubiera dejado caer mi libro, cosa que provoco que su mirada se enfocara en mi haciéndome ver sus ojos color café oscuro, podía ser un color muy común pero algo en ellos los hacía ver diferente.
- ¿quién eres?- pregunto sacándome de mis pensamientos.
- Ah, Lee SungJong- conteste sorprendido y estaba seguro de que mis mejillas estaban de un rojo carmesí – de primer año- agregue y él comenzó a acercarse a mi poniéndome nervioso. Cuando estuvo bastante cerca de mí se agacho y se volvió a levantar con mi libro en su mano.
- Dejaste caer tu libro- dijo sin alguna expresión.
- Ah, muchas gracias- dije mientras lo tomaba, él se alejó de mi y comenzó a caminar hacia la puerta – espera!- le grite y él paró en seco para voltear a verme - ¿podría saber tu nombre?- pregunte.
- Kim MyungSoo- contesto y prosiguió caminando para pocos segundos después estar fuera de la biblioteca.
Por varios segundos me quede mirando hacia la puerta, para después acercarme hacia la ventana abierta y sin cerrarla mirar hacia el exterior, sintiendo el aire fresco en mi rostro. Puse la mano que tenia desocupada sobre mi pecho y pude sentir mi acelerado corazón.
Kim Myungsoo un chico que tan solo tenía menos de 3 minutos de conocer ya había dejado más incógnitas en mi interior que cualquier persona que hubiera conocido más de 3 años.
Aquella noche por más que lo deseara no podía dejar de pensar en él, quería verlo de nuevo y hablar con él, quería escuchar su voz. Pero lo que no podia dejar de preguntarme era porque diablos quería verlo si ni siquiera lo conocía.
- Acaso es esto amor?- me pregunte mientras miraba fijamente el techo – no puede ser- reí.
A la mañana siguiente me desperté más cansado que nunca, no había podido dormir más que dos horas y eso pasó cuando finalmente acepte que lo que sentía por Kim Myungsoo no era nada menos que amor. Una parte de mi se encontraba eufórico mientras que la otra preocupado por no saber qué era lo que iba a pasar, ¿qué era lo que el destino tenía preparado para mí?.
- Mamá ¿cómo sabes cuando estas enamorado?- pregunte y mi madre sonrió sin dejar de mirar hacia la carretera.
- Quieres verla todo el tiempo, quieres escuchar su voz y sobre todas las cosas que tú prefieres pones las de ella- me contesto y suspire.
- El problema es que en mi caso no es ella si no el- pensé para mí mismo.
- Sabía que mi lindo hijito conseguiría a alguien- me dijo mientras ponía una de sus manos sobre la mía.
- Si…- respondí un poco nervioso mientras la miraba.
Cuando mi madre me dejo frente a las rejas de la preparatoria, salí corriendo para entrar lo más rápido que pudiera y poder ir a la sección de casilleros de segundo grado, quería buscar el salón en el que se encontraba Myungsoo y por el color de la corbata de su uniforme pude saber que no estaba en primer grado al igual que yo.
- Buscas algo?- me pregunto una voz masculina mientras observaba detalladamente los casilleros, haciendo que rápidamente volteara a verlo.
- Ah, no nada- dije nervioso mientras miraba a aquel muchacho, su cabello era color castaño claro y sus ojos eran tan pequeños que parecía no tenerlos abiertos.
- No tienes porque estar tan asustado- me dijo riendo – soy Kim SungKyu, estudiante de 3er grado- agrego.
- Ah, soy Lee Sungjong, estudiante de primero- respondí aun nervioso.
- Seguro que no buscas nada?- pregunto mientras abría el casillero que estaba inspeccionando segundos antes.
- Esto no es la sección de segundo –hyung?- pregunte y el me miro.
- Si lo es, tuve que tomar un casillero en esta sección porque el mío tiene la puerta averiada- respondió mientras lo cerraba después de sacar sus libros.
- Ah, ya veo- respondí mientras miraba el casillero que estaba al lado del suyo.
- Buscas el casillero de alguien?- pregunto de nuevo y yo con vergüenza asentí – lo hubieras dicho antes, tengo poco tiempo pero si me dices el nombre de la persona, tal vez pueda ayudarte- agrego
- Ah, gracias- dije.
- Bueno entonces dime su nombre- me dijo y yo mire hacia el suelo.
- K-kim Myungsoo- respondí en voz baja pero lo suficiente mente alta para que él fuera capaz de escucharme sin dificultad.
- Kim Myungsoo…- repitió mientras pensaba – ya sé quién es, es el chico que siempre lleva una cámara con él ¿cierto?- pregunte y aunque no estuviera seguro asentí. – su casillero esta frente al salón de artes - contesto.
- Gracias hyung- dije y después de hacer una pequeña reverencia fui a donde él me indico y encontré su casillero – Kim Myungsoo- dije mientras tocaba la etiqueta con su nombre – grupo 12- agregue, sonreí al saber que su salón se encontraba a cinco del mío.
Cuando entre a clase feliz por saber el salón en el que él estaba me senté en mi pupitre y no pare de pensar en él, quería que rápido fuera hora del receso para verlo.
Cuando sonó el timbre del receso, antes de que alguien pudiera preguntarme algo salí corriendo del salón y llegue lo más rápido que pude a la biblioteca, no se encontraba lloviendo pero estaba completamente seguro de que él se encontraría ahí. Pero cuando entre me lleve la sorpresa de que no se encontraba nadie.
- En donde estará?- pregunte un poco decepcionado y el ruido de la puerta me asusto y ocasionando que me escondiera detrás de un librero, al querer saber de quién se trataba me levante de puntillas y solo dejando a mis ojos observar me percate de que se trataba de Myungsoo, sonreí al verlo y salí de detrás del librero para acercarme más a él.
Esto se volvió una rutina, cada día en el receso iba a la biblioteca y miraba a Myungsoo, habían veces que pretendía estar leyendo y otras que solo me escondía detrás de mi habitual librero y lo observaba tomar fotografías, hasta yo sabía que eso era un poco extraño pero estaba tan obsesionado con el que si hubiera sido posible lo hubiera visto las 24 horas del día.
Entonces en un abrir y cerrar de ojos un año había pasado, yo había pasado a segundo grado y estaba completamente seguro que estaba enamorado de Myungsoo, Myungsoo paso a tercero y eso no me hacía nada feliz, porque sabía que pronto tendría que irse a la universidad, cosa que cada día me presionaba más y más a confesarme.
Era un Lunes y a la hora del receso seguí mi rutina como el último año, llegue a la biblioteca y decidí que comenzaría con la tarea, así que me acerque a un librero y trate de tomar el libro que necesitaba pero no alcanzaba, mire hacia todos lados en busca de una pequeña escalera sin embargo no la encontré, me quede mirando hacia una de las sillas de lectura hasta que sentí como alguien tocaba mi hombro, voltee sorprendido y me encontré con Myungsoo quien en la mano traía una pequeña escalera, la cual dejo en el piso y pocos segundo después subió en ella y bajo el libro que necesitaba.
- Ah gracias- dije avergonzado, dentro de mí se dispararon una gran cantidad de emociones.
- Te daré el libro con una condición- me dijo asustándome un poco.
- ¿Cuál?- pregunte.
- Déjame tomarte fotografías- contesto y lo mire confundido… acaso Kim Myungsoo quería tomarme fotografías..
- Fotografías?- pregunte.
- Si, puede escucharse algo extraño pero pienso que eres lindo- dijo y me sonroje más de lo que estaba, acababa de llamarme lindo, el chico que me gustaba acababa de llamarme lindo.
- Hyung, Myungsoo-hyung- comencé a decir, ya no pensaba bien, no sabía que era lo que estaba a punto de decir.
- Sabes quién soy?- pregunto sin alguna expresión.
- Me gustas- dije y cuando me percate de lo que había dicho quería salir corriendo de ahí – perdón, yo- comencé a decir. A pesar de que quería dejar esos sentimientos escondidos en lo más profundo de mi corazón, cuando Myungsoo se acercó a mi esos sentimientos comenzaron a fluir por todo mi cuerpo, quería retenerlos en mi pero… simplemente no pude..
- Entonces quieres salir conmigo?- me pregunto y aun más sorprendido, mucho más de lo que ya estaba, lo único en lo que podía pensar era ¿había escuchado bien?, como era posible que en tan solo 5 segundos y tan solo 4 palabras habían hecho que mi cabeza diera vueltas, que mi cuerpo se sintiera tan caliente, mi corazón latiera rápido y unas intestas ganas de llorar me invadieran… Ah, debe ser el amor. Myungsoo puso una mano sobre mi cabeza – tomare eso como un si- agrego y me dio el libro.
- Hyung…- susurre mientras el retiraba su mano.
- Te veré al finalizar las clases- dijo y salió de la biblioteca, dejándome completamente solo. Comencé a reír solo y las lágrimas de felicidad comenzaron a resbalar por mis mejillas. ¿cómo podía ser posible tener tan fuertes sentimientos por alguien?.
Al final de las clases yo aun seguí mirando el libro que tenia entre las manos, el libro que había hecho todo eso posible, el libro que me había hecho el ser más feliz en la faz de la tierra. Antes de que me diera cuenta ya estaba sonriendo.
Me levanté de mi pupitre y recogí mis cosas para después salir en busca de Myungsoo. Entre a la biblioteca y ahí estaba él sentado en una de las mesas leyendo un libro con su cámara a un lado suyo, sonreí y comencé a acercarme a él. Antes de que pudiera decir algo él se levanto de la silla y volteo a verme.
- Vamos- dijo mientras dejaba el libro en su lugar y salía de la biblioteca obligándome a seguirle.
- A donde vamos?- pregunte cuando estábamos saliendo de la escuela.
- A un lugar que se que te gustara- me contesto sin mirarme.
Subimos a un autobús y me senté a su lado, estaba demasiado incomodo quería salir corriendo de ahí, quería moverme hacia otro lugar pero el que Myungsoo no sintiera nada me hizo permanecer inmóvil. En menos de 30 minutos Myungsoo se levanto y presiono el botón para bajar, al abrirse las puertas dio un brinco fuera del autobús y claro que yo hice lo mismo.
- Hyung…- comencé a decir al ver que no se detenía.
- Ya casi llegamos- dijo y entro por la puerta del patio de una casa que tenía un gran terreno.
- Podemos entrar?- pregunte y no obtuve respuesta alguna, así que no tuve otro remedio más que entrar.
A mi parecer la casa era bastante grande y elegante, tenía un estilo asiático y había un montón de plantas en el jardín, de todos tipos y colores.
- Vamos, por aquí- me grito y al final del patio había una barda de piedra con una pequeña puerta de madera la cual daba a algo lo más parecido a un bosque. Comencé a caminar con dificultad esquivando las ramas de los árboles y la densa cantidad de hojas que mantenían mis ojos en el suelo. – mira- dijo y al levantar la mirada me encontré con un pequeño lago, el agua era de un color transparente con uno que otro lirio flotando sobre ella y varios jardines flotantes.
- Es muy bonito- susurre mientras miraba la pequeña cascada.
- Sabía que te gustaría- dijo mientras enfocaba la cámara en mí y pocos segundos después escuche el sonido que hizo al tomar la foto.
- Por qué quieres tomarme fotos?- pregunte mientras me inclinaba y miraba mi reflejo en el agua del lago.
- Pienso que eres lindo, ya lo había dicho- me contesto.
- Ah, gracias- dije avergonzado.
- Podrías mantenerte en esa posición?- pregunto mientras sostenía su cámara listo para tomar una fotografía.
- Ah, claro- respondí mientras seguía mirando el agua.
- Listo- dijo cuando termino.
- ¿qué harás con mis fotografías?- pregunte.
- Las mandare a un concurso- respondió mientras miraba la pantalla de su cámara.
- Disculpa?- pregunte.
- A un concurso de fotografía, el primer lugar tanto el fotógrafo como el modelo ganan una beca en cualquier escuela de cualquier parte del mundo que desee o se les sea asignada- respondió
- ¿qué tipo de concurso es ese?- pregunte sorprendido.
- El concurso de una de las revistas de fotografía más prestigiosa de toda corea- respondió y tomo otra foto.
- Pero hyung, ¿qué pasa si no puedo ayudarte a ganar?- pregunte.
- Como puedo pensar en perder si no siquiera eh hecho un intento por ganar?- pregunto.
- Me parece una respuesta válida- respondí
Myungsoo se mantuvo fotografiándome por un buen rato, no paró hasta que el sol comenzó a ocultarse y no había la suficiente luz.
- Creo que esto es todo por hoy- dijo al tomar la última foto.
- Ah, ya veo- dije mientras me ponía el saco de mi uniforme.
- Gracias- dijo y cuando voltee para contestarle me sorprendí al sentir sus labios sobre los míos. Si me encontraba feliz por haber estado con él todo el día, ahora estaba eufórico sonreí mientras tocaba mis labios – no tienes porque estar tan feliz- dijo mientras me miraba – puedo repetirlo cuando quieras- agrego y volvió a besarme.
- Entonces… esto se siente- susurre feliz.
- ¿qué?- pregunto Myungsoo.
- Ser besado por la persona que te gusta- respondí sonriendo.
- Supongo- respondió y pude ver una ligera sonrisa en su rostro.
Cada día Myungsoo me llevaba a un lugar diferente para estar todo el día fotografiándome, sabía que eso le hacía feliz así que yo me sentía del mismo modo. Pasó un buen tiempo antes de que tuviera la oportunidad de ver las fotos que tenía en su cámara. Pude ver todas esas fotografías que tomo por la ventana.
- Como puedes hacer que algo sea tan hermoso desde una ventana?- pregunte sin dejar de ver las fotos.
- Haz escuchado la frase “todo es más hermoso desde los ojos del amor”?- pregunto mientras me miraba, nos encontrábamos en un parque sentados en una banca bajo un árbol.
- Si- respondí.
- Me gusta tomar fotografías, todo es más hermoso a través del lente de la cámara, las cámaras pueden captar cosas que no pueden ser observadas a simple vista, cuando tomas una fotografía será algo que durara por toda la eternidad y no me refiero a la memoria de la cámara si no a tu corazón. Una fotografía conmemora un momento que quieras ser capaz de recordar por siempre, algo que quieras llevar más allá de las ventanas de tu alma, algo que quieras dejar plasmado por siempre en tu memoria- me dijo y lo mire impresionado, sin pensarlo dos veces me acerque a él y bese su mejilla - ¿Por qué fue eso?- pregunto.
- Nunca cambies hyung- le dije sonriendo.
- No lo hare Sungjong- me contesto y lo mire sorprendido al escuchar mi nombre provenir de su boca.
- Sabes mi nombre?- pregunte,
- Obviamente lo sé- respondió y yo sonreí
Cierto día lluvioso, Myungsoo y yo nos encontrábamos en la biblioteca él fotografiándome y yo tratando de leer un libro.
- Oye, Sungjong- dijo haciendo que inmediatamente volteara a verlo.
- Si hyung?- pregunte.
- Quieres venir a mi casa?- pregunto y me sonroje.
- ¿qué?- pregunte
- Que si quieres venir mi casa- volvió a decir mientras miraba la pantalla de su cámara. ¿cómo podía decir ese tipo de cosas con tanta facilidad?
- Ah..- comencé a decir.
- No tienes que venir si no quieres- dijo
- Ah, no digo tengo que llamar a mis padres y si, si quiero ir ¡- grite nervioso.
- Entiendo- dijo mientras me miraba.
- Lo siento estoy un poco…- dije de nuevo.
- Entonces hay que irnos, antes de que la lluvia empeore- me dijo mientras guardaba la cámara en su mochila.
- Ah, claro- dije mientras cerraba el libro y lo metía a mi mochila para luego salir juntos de la biblioteca.
- Está lloviendo fuerte- dijo Myungsoo mirando la lluvia desde la puerta de la entrada de la escuela.
- No traes paraguas?- pregunte mientras abría el mío.
- No- respondió mientras me miraba, yo le sonreí.
- Podemos compartir el mío- le dije mientras lo posicionaba sobre nosotros.
- Gracias- dijo para después comenzar a caminar.
El camino de la escuela a la casa de Myungsoo no era tan largo. La lluvia caía con fuerza sobre nosotros provocando que se escuchara el fuerte ruido de las gotas golpeando con el plástico del paraguas. Voltee a ver a Myungsoo y me percate que uno de sus hombros se estaba mojando, reí al pensar que era una situación muy común en las películas.
- Hyung, puedes cubrir tu hombro- dije lo más fuerte que pude y aun así mi voz de escucho baja.
- Estoy bien- me respondió sin mirarme.
- Pero te estás mojando- le dije.
- Cuando llegue a casa puedo cambiarme- me respondió y decidí quedarme callado.
Al llegar a su casa, me quede en la entrada mirando detenidamente cada uno de los detalles en el lugar en el que Myungsoo había vivido por toda su vida.
- Estoy en casa- dijo cuando entro y espere que llegara su madre o su padre pero en cambio un cachorro color blanco y con un pelaje lo más parecido a un nube se acercó. – hola- agrego mientras lo cargaba.
- Es muy lindo- dije mientras rápidamente me quitaba los zapatos y me acercaba a él para comenzar a tocar al cachorro - ¿cómo se lama?- pregunte mientras miraba a Myungsoo.
- No tiene nombre, ayer lo encontré de camino a casa- me contesto mientras me daba al cachorro.
- Ya veo- dije mientras seguía acariciando al cachorro
- Podrías ponerle un nombre- dijo mientras caminaba a la cocina y yo lo seguía.
- ¿yo?- pregunte confundido.
- Si tu ¿hay alguien más en la casa?- pregunto sarcásticamente mientras sacaba unas botellas de té del refrigerador.
- Enserio?!- pregunte feliz mientras miraba el rostro del perrito, mire sus ojos y después mire Myungsoo para concluir que sus ojos eran iguales.
- Si- dijo y me acerque a él hasta que nuestros rostros estuvieron a milímetros de distancia. - ¿qué?- pregunto
- Tus ojos… son iguales a los del cachorro- dije sonriendo.
- Me estás diciendo que me parezco al perro?- me pregunto serio mientras abría la botella.
- Tienen un cierto parecido- le dije y el perro me ladro – lo vez- agregue riendo.
- Entonces dices que…- comenzó a decir Myungsoo
- Si, el cachorro se llamara Myungsoo- respondí sonriendo.
- como podre llamarlo igual que yo- dijo mientras se acercaba a mí y acariciaba al cachorro.
- Puedes llamarlo… myungie- le dije.
- ¿a qué hora dejaste de hablarme con honoríficos?- me pregunto.
- Ah, te molesta hyung?- pregunte
- No- respondió – subamos a mi habitación- agrego y yo junto con el perro lo seguí. Estaba Nervioso como usualmente lo estaba a su lado.
Cuando abrió las puertas de su habitación me impresiono ver la gran cantidad de fotografías pegadas en las paredes, su cama con un edredón de color negro tenía varias fotos sobre ella así que puse a myungie en el suelo y me senté en la cama a observarlas. Algunas eran mías y otras eran personas o animales, el modo en el que él plasmaba las imágenes a través de su cámara me parecía simplemente hermoso.
- Nunca dejare de pensar que tus fotos son hermosas- dije mientras lo miraba y el cachorro arañaba mis piernas para que lo cargara así que lo hice.
- Gracias- dijo Myungsoo y se sentó a mi lado en la cama
- Vives solo?- pregunte
- Mis padres nunca están, se están divorciando- contesto.
- Ah, lo siento- dije
- No tienes porque disculparte- respondió
- Y en donde encontraste a tu doble canino?- le pregunte mientras dejaba que el cachorro lamiera mi mejilla.
- Cerca del parque- respondió mientras comenzaba a quitar las fotografías de la cama.
- Y tienes comida para él?- pregunte de nuevo.
- La tengo, la compre hoy en la mañana- respondió y después de poner las fotografías en su escritorio se acerco a mí y tomo al perro para después ponerlo en el piso.
- ¿qué haces?- pregunte mientras miraba al cachorro el cual se recostó en el suelo.
- Trato de besarte- dijo y lo mire sorprendido para después sentir sus labios sobre los míos, cálidos y suaves. Mi primer amor, mi primer beso quería que Kim Myungsoo fuera dueño de todas mis primeras experiencias. Puse una de mis manos sobre su oído y me deje llevar por la gran cantidad de sentimientos que pasaban de su cuerpo hacia el mío.
Myungsoo comenzó a desabrochar mi camiseta sin dejar de besarme, mi cuerpo se sentía tan caliente, se entumecía y era incapaz de poner alguna resistencia.
- Espera hyung… no debe..- estaba a punto de decir, sin embargo Myungsoo volvió a posicionar sus labios sobre los míos y pude comprender que todo estaba bien, quería tocarlo, sentir cada centímetro de su piel, escuchar su voz diciendo mi nombre, diciendo que me amaba.
- Quiero hacerte el amor- dijo mientras me abrazaba. Esas palabras provocaron en mi miedo, miedo del dolor miedo del placer que sabía bien que Myungsoo estaba a punto de brindarme, quería hacerlo.
- Si..- susurre y él me posiciono delicadamente sobre la cama.
- Tócame tú también- dijo y posiciono una de mis manos en su mejilla. Un lado de Myungsoo que nunca creí que sería capaz de ver, quería creer que realmente me amaba y quería estar conmigo, que al igual que yo quería sentir todo de mi. Si él pudiera amarme tan solo un poco, mi corazón estaría tan feliz que se paralizaría…pensaba.
Comenzó a quitar delicadamente mis prendas hasta que me dejo completamente desnudo, mi cuerpo no sentía frio a pesar que estábamos en otoño, se sentía caliente y quería ser tocado.
La cantidad de sensaciones que él me hizo sentir son incontables, tanto mi corazón como mi cuerpo se sentían tan llenos de él, me hacía sentir bien y aunque hubiera dolor sabia que él sería capaz de hacerlo desaparecer por completo.
- Sungjong…- susurro mientras me miraba, mis ojos estaban llenos de lágrimas y me era difícil observarlo, sin embargo no tenia que observarlo cundo lo tenía tan cerca de mi – te quiero- agrego. El escuchar aquellas dos palabras me hicieron sonreír, las lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas y sus labios se posicionaron sobre los míos, posicione una vez más mi mano sobre su nuca, intercalando mis dedos por su suave cabello.
- ¿escuche bien?- me pregunte, no lo sabía, pero quería creer que lo había hecho.
Su piel, el dentro de mi todo se sentía tan bien , tanto que las inmensas ganas de llorar me llenaban cada vez más y cada vez más me parecía imposible contenerme, quería abrazarlo y permanecer con él por siempre. Nuestros cuerpos embonaban perfectamente y quería pensar que todo era perfecto y que esa gran perfección duraría por toda la eternidad. Pero todo en este mundo llega a su fin.
El concurso se llevo tres días después de que Myungsoo me hubiera hecho sentir el hombre más feliz en la faz de la tierra.
- Hyung, se que ganaras el concurso- le dije mientras esperábamos su autobús en la parada.
- Gracias- dijo mientras me daba un pequeño beso sobre los labios.
- Disculpa que no queda ir contigo, mis padres me han puesto toque de queda desde aquella noche, olvide decirles que me quedaría contigo- le dije.
- Lo siento por eso- me contesto mientras pasaba uno de sus brazos por mis hombros.
El autobús se detuvo frente a nosotros y la gente comenzó a subir.
- Buena suerte hyung- dije mientras lo abrazaba antes de que subiera.
- Gracias- dijo y subió al autobús. Me quede observando hasta que lo perdí de vista.
Creí que todo iría bien pero no lo era así, mi perfecto cuento de hadas estaba a punto de llegar a su fin.
El sábado, día siguiente al concurso me desperté a las 9 de la mañana y me aliste lo más rápido que pude para después partir hacia la casa de Myungsoo, a la cual no tarde en llegar más de 20 minutos. Cuando llegue toque el timbre y espere pacientemente a que alguien abriera.
- ¿Quién es?- pregunto Myungsoo al abrir la puerta, yo al verlo salí a su encuentro y lo abrase.
- Soy yo hyung- dije sonriendo.
- Sungjong?- pregunto frotándose los ojos.
- Si, ¿cómo te ha ido en el concurso?- le pregunte.
- Primero entra, hace frio- dijo y entre a la casa.
- Vamos dime como te fue hyung- le pregunte de nuevo emocionado.
- Gane en segundo lugar- contesto y yo feliz lo volví a abrazar.
- Sabía que ganarías hyung, estaba seguro- dije feliz - ¿deberíamos de comprar una torta para festejar?- pregunte pero no obtuve respuesta – hyung- agregue dejando de reír.
- El premio es una beca, en una de las mejores escuelas de fotografía- dijo y sonreí.
- Me alegro por ti hyung, ¿en qué parte de corea esta?- pregunte
- Es en Europa- me respondió.
- Eso significa…- pregunte asustado.
- Me voy pasado mañana- contesto.
- Vaz a seguir viniendo ¿cierto?- pregunte con una sonrisa falsa, quería saber que todo estaba bien, por eso quería escuchar su respuesta lo antes posible.
- Yo…-comenzó a decir.
- Porque me quieres ¿cierto?- le pregunte y el me miro sorprendido para después reír, reír…. Se había burlado de mis sentimientos… - no me quieres?- pregunte.
- Yo…- comenzó a decir de nuevo y las lágrimas comenzaron a mojar mis mejillas una vez más, pero estas no eran de felicidad como las últimas si no de dolor y decepción.
- Me usaste, para ganar ese estúpido concurso ¿cierto?, jugaste con mis sentimientos porque ni siquiera te importan los demás. Buen trabajo Kim Myungsoo me hiciste creerte, me hiciste sentir amado. Pero como no lo pensé antes, como fui tan estúpido para creerte, ¿tú pensar que yo soy lindo? Por favor debía saber que algo estaba mal, te odio- le dije y salí corriendo de su casa, me quede de pie fuera de ella esperando que él saliera y me dijera que todo lo que había dicho era mentira, que él me amaba tanto como yo a él, que quería estar por siempre conmigo. Pero no lo hizo, no salió en esos 30 minutos que me quede de pie fuera de su casa soportando las inmensas ganas de llorar y gritar que invadían mi interior.
Al día después de eso mis ojos dolían en la mañana por tanto llorar, sabía que era inútil llorar por alguien que no volvería por mi sin embargo algo en mi corazón siempre me recordaba a él. Cuando llegue a la escuela una sospechosa caja color rojo se encontraba frente a mi casillero, varias personas la miraban con detenimiento y cuando vieron que yo me acercaba comenzaron a mirarme a mí.
- ¿qué diablos es esto?- pensé mientras me acercaba a la caja la cual tenía una etiqueta que decía "Lee Sungjong clase 3 segundo grado" cosa que me hizo confirmar que la caja era para mí. Cuando la abrí Myungie salió brincando de la caja y comenzó a lamer mi rostro - ¿myungie?- pregunte en voz alta mientras o miraba, el pequeño movía la cola alocadamente al escuchar mi voz, sonreí al verlo. Poco después me percate que llevaba una pequeña hoja enroscada en el cuello, la saque y la desenrolle para así poder leerla
“sé que lo cuidaras mejor que yo"
Sabía bien quien mandaba esa pequeña nota, así que no pude evitar comenzar a llorar mientras estrechaba al pequeño cachorro contra mi pecho.
Así es, como lo quería Kim Myungsoo había sido el dueño de mis cuatro más importantes primeras experiencias, había sido mi primer amor, el dueño de mi primer beso, mi primera vez y claro la más sobresaliente mi primera ruptura, la primera grieta en mi corazón.
Así fue como término mi corto y sencillo cuento de hadas, el cual para nada fue como lo tenía planeado. Pero me dejo grandes lecciones, primera el amor no existe, segunda nunca confíes en nadie y tercera el primer amor nunca funciona…