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Aullando bajo la misma luna por sombra_larga

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Notas del capitulo:

 En verdad lo siento, no saben cuánto, pero les juro que esto fue culpa de mi computadora, la muy maldita lo borro CUATRO veces, aunque lo guarde, no sé si me lanzaron una maldición o algo, pero no es broma, escribí este capítulo cuatro veces, lo juro, y no solo este, también el de mi otra historia. La tercera vez que me paso, estuve a punto de suicidarme. Pero bueno sin ya nada más que decir espero que lo disfruten.

-¿¡Que!?- maldita fuera esa perra.

-¿tu padre no te informo de esto?- pregunto confundido el pelirrojo.

Claude bajo la mirada, se sentía tan estúpido por pensarse e primero, debió haber imaginado la existencia de otras esposas. ¿Cuántas serian? Lucian tenía muchos años vivo, por lo que debían ser muchas. Se mordió el labio, la impotencia lo inundaba por dentro, en realidad…el no conocía a su marido.

-no, no me informo-respondió después de un rato- el solo me dijo me iba casar y daría a luz al próximo alfa del clan- se recargo en el tronco del árbol hundiendo la manos en el suave pasto-me siento tan…estúpido-

Nico lo miro con algo de lastima, quería decir que lo entendía, pero no era así, el siempre fue el consentido de la casa, su padre no lo obligo a nada nunca, se caso con el hombre que ama y espero alegre y ansioso la llegada de sus cachorros, por lo que mentiría si digiera que lo entiende.

Agarro las manos del peliblanco entre las suyas, sintiéndolas temblorosas y frágiles. Vio aquellos dorados ojos mirarlo fijamente, la angustia y miedo los inundaban.

En verdad Claude era como un animalito indefenso.

-¿quieres oír sobre las ex esposas de tu marido zorrito?- el otro asintió- bien ¿por dónde comienzo?-

 

 

Muy lejos de ahí un peliblanco luchaba por seguir caminando.

-¿¡cuando vamos a llegar amo!?- gimotearon los gemelos. Cada uno con una gran maleta en la espalda.

-¡ya les dije que pronto!- Maureen seco el sudor de su frente, alzo la vista fulminando  al sol. Una vez más se alzo la túnica para poder caminar mejor- no es mi culpa, es culpa del portal llegar al lugar equivocado- mascullo enojado, estaba sudoroso y manchado de tierra.

-¡se supone que ve el futuro!- grito Ester con las mejillas igual de rojas que su hermano.

-¡pero no cada segundo de la tierra!- grito también-¡además…!- dejo de hablar cuando al fin vio la gran sombra alada- ¡Cador!- casi lloro cuando el enorme dragón bajo hasta ellos.

-¡Maureen!- el dragón se sorprendió de encontrar a su viejo amigo caminando en medio del desierto-¿Qué haces aquí?-

El peliblanco no respondió, se acerco corriendo al enorme animal, se abrazo a una garra casi llorando.

-¡rey de los dragones sírvenos de carreta!-

-¿carreta?- alzo su pata, de donde Maureen se colgó, acercándolo a su enorme cabeza- sabes, si lo que quieres pedirme es un favor, deberías hacerlo con mas gratitud- gruño el de escamas.

El peliblanco hizo un puchero, se acerco hasta el rostro escamado y le dio un besito cerca de los colmillos.

-ósea que no serás mi carretilla-medio imploro-¿ni siquiera por los viejos tiempos?- vatio las blancas pestañas con coquetería.

Cador soltó una ronca risa, negando con la cabeza, bajo la pata hacia los gemelos que esperaban tímidos a su amo. Los niños entendieron y subieron a la pata también, para luego ser transportados al lomo.

-nunca cambiaras Maureen- dijo divertido empezando el vuelo- pero te advierto que solo te llevare al pueblo más cercano, tengo un asunto importante que atender-

-ooh ¿alguna damisela quizá?- pregunto moviendo las cejas- el pueblo más cercano exporta joyas a todos lados-

-damiselo mas bien, ¿dime, viste algo bueno en mí futuro?-

-generalmente cobro por esto Cador, pero como eres mi carretilla hoy te lo diré- accedió mientras tomaba agua de una cantimplora- he visto unas horrorosas cadenas de boda en los tobillos de mi rey-

El dragón soltó una carcajada.

-algún día te lo presentare, se parece un poco a ti-

-eso está mal mi rey, debes olvidarme ya, lo siento pero lo nuestro no pudo ser, no soy yo eres tu- dijo dramáticamente., mientras acariciaba la cabeza de unos durmientes gemelos.

-lo siento, pero es que nuestro polvo fue una desenfrenada historia de amor- le siguió. Desde lejos se visualizo el pueblo-y dime ¿A dónde te diriges?-

-a la tierra de los lobos-

-¿estás loco? En esos rumbos siempre hay guerra-

-no seas hipócrita en tus rumbos también existe la guerra-reclamo-además…una cachorro peliblanco me necesitara muy pronto-

 

 

-por qué no desde el principio- sugirió Claude.

-no zorrito travieso- Nico se imaginaba el enojo de Lucian cuando se enterara, pero su zorrito tenía derecho a saber- te puedo contar algunas cosas, pero esto son asuntos que debes arreglar con tu macho-

-bien- accedió algo decepcionado.

-hace muchos años, antes de que las manadas estuvieran unidas por un solo alfa, ósea Lucian, peleaban entre si los idiotas,  y luego llego Lucian arrasando con todas las manadas, después de la conquista se casaba con la hija del alfa para establecer mas lazos entre las manadas, el propósito principal era en sí, tener herederos de Lucian que en un futuro pudieran gobernar cada manada.

“pero algo malo pasaba, muchas veces la mujeres simplemente no quedaban preñadas, otras veces…perdían  al bebe o morían en el parto junto con el cachorro. Después de muchos intentos fallidos Lucian lo dejo, viendo que la manada ya no necesitaba algo que los uniera”

-¿pero y Kira?- interrumpió Claude un poco choqueado.

-a eso estoy llegando-tomo algunas de las flores que florecían a los pies del roble- hace años los padres de Kira, alfas por ese entonces, la trajearon aquí siendo un bebe, al parecer la madre de Kira se alejo de la aldea y fue violada por un brujo, nueve meses después ella nació como una bastarda de la cual se querían deshacer. Lucian la acogió en el castillo, fue criada por las sirvientas y soldados.

“A medida que fue creciendo desarrollo ciertos “poderes” curativos, Kira empezó a ir a los campos de batalla para curar a los heridos, adivina quien se acordó que tenia hija, sus padres volvieron y exigieron que se Lucian se casara con su hija si quería seguir usándola como herramienta, en ese tiempo la guerra estaba muy activa, Lucian no tenía tiempo de estar discutiendo con su propio pueblo, por lo que se caso con Kira”

“Después de unos años Kira  logro quedar embarazada, al principio todo transcurría con normalidad, todos estaban realmente sorprendidos, se lo atribuyeron a la sangre mestiza de Kira, el embarazo estaba a punto de terminar cuando todo salió mal, el parto se adelanto y se alargo demasiado, cuando el cachorro por fin iba a salir Kira ya no tenía fuerzas, la abrieron a la mitad  para poder salvar al bebe.”

Nico enredo flores por el cabello de Claude.

“cuando el llanto resonó por todo el castillo todos dejaron sus labores y aullaron con él a la luna. Sin embargo días después el cachorro comenzó a enfermar hasta dar su último aliento en los brazos de su madre. ”

Un sepulcral silencio cayo entre los dos donceles, solo interrumpido por el ruido de la naturaleza.

-¿Qué paso después, porque Lucian se separo de Kira?- un nudo se formo en la garganta de Claude, ahora entendía porque la peli azul irradiaba odio contra él.

El pelirrojo se aclaro la garganta antes de continuar.

-la verdad no lose, solo sé que días después de la muerte de su hijo Lucian anuncio su separación con Kira,  obviamente ella se quedo aquí debido a la ayuda que otorga a los soldados-

El pelirrojo termino de poner la última flor en la trenza de su amigo. Claude se dio la vuelta dándole la cara al pelirrojo que observaba atentamente su reacción. Para sorpresa del otro estaba totalmente tranquilo.

Con suavidad agarro entre sus manos el rostro del peliblanco.

-Lucian es buen hombre Claude-dijo casi en un susurro-un imbécil, pero un buen hombre al fin y al cabo, el ha sufrido mucho al igual que tu, así que solo…solo intenten hablar, porque yo se que se aman, jamás había visto a Lucian de ese modo y tus ojos brillan cada vez que lo vez, así que por favor solo inténtalo-

Claude asintió un poco sonrojado, el pelirrojo le dio un beso en la frente antes de pararse.

-ya esta atardeciendo- informo mirando al cielo- no tardes mucho- el doncel salió del invernadero para regresar con su seguramente ansioso esposo.

Claude se quedo sentado a la sombra del árbol con el cabello lleno de flores.

Ya no sabía que pensar. En su infancia odio con todo su ser a Lucian, siendo un poco más grande decidió que le sería algo indiferente hasta que llego la noche de bodas, esa vez sintió todo su ser arder se sintió seguro y por primera vez feliz descansado contra ese fuerte pecho.

Ahora era consciente del amor que le despertaba Lucian en el, era algo indescriptible, lo más cercano seria como un montón de mariposas revoloteando desde su estomago hasta su pecho.

Vio el cielo anaranjado atreves de los cristales, llevaba casi todo el día ahí, se levanto con cuidado resintiendo un poco todavía el golpe en la cabeza.

Con energías renovadas y las cosas ya asentadas en su cabeza decidió emprender la marcha al castillo.

 

 

Un muy preocupado Lucian daba vueltas por todo el castillo, esperando ansioso la llegada de su consorte. Hace horas había intentado ir por él  para amarrarlo a la cama, pero Arthur lo detuvo eludiendo que su esposo necesitaba una plática de doncel a doncel. Hace exactamente una hora (si, lo estaba contando en su cabeza) que Nico había vuelta pero ahora el pelirrojo lo detuvo aludiendo que necesita un tiempo a solas.

Estaba a punto de ir al invernadero, planeando arrancarle la cabeza a cualquiera que intentara detenerlo,  cuando a los lejos vio la delicada figura de su esposo caminar.

Corrió sobre sus cuatro patas hasta alcanzarlo.

Para su sorpresa  el peliblanco lo recibe con un abrazo, rodeando con los delgados brazos el ancho y peludo cuello, enterrando su cabeza en el suave pelo. Antes de que pueda preguntar Claude lo interrumpe.

-hoy he hablado con Nico-informo sin despegarse.

-eso me han dicho-

-me conto sobre tus matrimonios pasados- el doncel sintió la tensión en los lobunos hombros de su marido-no te enojes con él, yo le pedí que hablara sobre eso-

-¿Por qué?- la profunda voz resonó en el oído del menor.

-estoy cansado de ser un objeto que solo obedece- unas cuantas lagrimas rodaron por sus mejillas, se apresuro a secarlas contra el pelo-cuando era pequeño se me informo que tenía que casarme contigo y parir tu hijo-

-lo siento…-

-aguarda, quiero saber sobre ti Lucian, no quiero ser solo la incubadora de tu cachorro, quiero ser tu esposo, quiero que me cuentes lo que sientes y no solo gruñas como un animal-el menor agarro entre sus manos la gran y peluda cabeza- ¡quiero que seas mi esposo!-

Lucian vio detalladamente ese rostro, era tan hermoso aun con los ojos rojos e irritados. De nuevo sintió ese nostálgico calor en el pecho, en verdad lo amaba, ese mocoso se había convertido en tan solo unas semanas lo más importante en su vida.

-¿esa es una propuesta de matrimonio mocoso?-

El doncel se puso rojo como tomate, dando un pequeño saltito atrás.

-¡te estoy hablando enserio!-

-¿y quien dijo que yo no?- en unos segundos el lobo tomo la desnuda figura de un hombre. Claude evito a toda costa bajar la vista, centrándose en el masculino rostro.

Lucian tomo la delgada cintura entre sus brazos, acercando el pequeño cuerpo a su pecho.

-yo también quiero ser tu esposo Claude-el menor alzo el rostro sorprendido de escuchar su nombre, muy rara vez pronunciado en esa boca- quiero saber de ti, quiero criar a nuestro hijo juntos, tu me haz devuelto las ganas de vivir, tu y nuestro cachorro-susurro antes de estampar su boca contra la del doncel.

Claude no pudo evitar gemir al sentir esa experta lengua recorrer cada centímetro de su boca, con travesura  succiono la lengua dentro su boca para luego dar un mordidilla al labio inferior.

-vamos al castillo-dijo Lucian dándole una lamida al cuello.

-aah si vamos- acepto jadeante.

En una silenciosa pero apurada marcha volvieron al castillo, por suerte no se toparon con nadie y enseguida llegaron a su cuarto.

Nada más cerrar la puerta los dos se unieron en una lucha de lenguas y mordiscos. De un brinquito el doncel enredo las piernas en la estrecha cintura del hombre mientras este lo agarro del culo estrujando las perfectas nalgas.

Dorado y rojo se miraron con deseo ardiente mientras caminaban al primer colchón que encontraran.

Lucian recostó con delicadeza al delgado cuerpo, recorriéndolo con la mirada, antes de quitarle la ropa de un zarpazo. La túnica callo por pedazos al suelo dejando libre la blanca y suave piel para deleite del hombre.

Claude  se sonrojo al sentir arder su cuerpo con esa intensa mirada roja.

El hombre bajo hasta los botones que lo esperaban erguidos, metió uno a su boca succionando como un cachorro en busaca de leche, mientras que masajeaba al otro con sus dedos.

-mm…aah Lucian- sentí sus delgadas manos enredarse en mi pelo jaloneándomelo, no me detuve y seguí lamiéndolo con deleite los rozados pezones. Una vez rojos y brillantes baje despacio por el estomago que se contraía con cada jadeo.

Llegue hasta su pubis libre de bello, deteniendo sus muslos con mis manos, dando una última mirada a esa cara roja y llena de placer engullí ese delgado pene que chorreaba anhelante. Subí y baje lentamente sintiendo ese salado sabor en mi boca.

-aahh ah Lucian yo aahh- no termino la frase, sentí ese tibio semen expandirse por mi boca, tome hasta la última gota lamiéndome los labios. Mi polla dolía de tanta excitación, separe con mis manos los blancos muslos, sintiéndolos pequeño al casi poder rodearlos con mis mano.

Dio una última mirada a la cara de Claude, roja y con los ojos dorados brillantes, antes de bajar hasta el agujerito que se abría y cerraba anhelante. Hundí mi nariz en el absorbiendo el dulce olor de su excitación, dio una lamida probando sus jugos obteniendo como respuesta un agudo jadeo.

-aahhh-

-está muy mojado aquí- comente asegurándome que mi aliento llegara al chorreante agujerito, metí mi lengua lamiendo y simulando embestidas dentro de el. Un tirón de incomodidad azoto mi pene, subí hasta su cuello dejando lamidas y chupetones. Metí mi lengua en su boca compartiendo su sabor.

-Claude ya no puedo más- susurre mientras restregaba mi polla contra su cadera-¿puedo?-

-aah si aaahh mmetemela- sentía su dura verga restregarse contra mi cadera. ¿Cómo podía hablar tan tranquilamente?

De una estocada me lleno hasta el tope, lo sentía grande y palpitante dentro de mí, después de unos segundo comenzó a embestirme agarrándome de las caderas.

-aaahh aaah Lucian mmm-solo podía gemir estrechando el colchón bajo mis manos, enrede mis piernas en sus caderas para profundizar los embates, tocaba mi próstata con cada embestida salía y entraba cada vez más rápido. Recorrí con mis manos sus fuertes brazos que se tensaban con cada movimiento.

-aah- me aferre a su nuca, alzándome para besarlo, succione su lengua para después enredarla y morder por ultimo su labio.

Esa roja mirada no se despegaba, alzo una de mis piernas hasta el hombro alcanzando mayor profundidad.

-aaahh- los movimientos se hicieron más toscos y rápidos, lo sentí hincharse hasta que se corrió abundantemente dentro de mí.

-aaah ¡Lucian!- me corrí en su pecho sintiendo esa leche tibia llegar a mis entrañas.

Con cuidado salí de Claude, viendo con morbo como mí semen se escurría por sus piernas. Caí rendido a su lado atrayéndolo a mi pecho.

Baje mi mirada viendo sus adormilados ojos cerrarse a ratos, di un último beso a esos labios, antes de dejarme llevar por el sueño, con una gran sonrisa en el rostro.

 

 

La mujer se alejo con los negros ojos ardiendo de furia,  lo había visto todo, ese maldito puto engatuso a su señor. Se acomodo el cabello azul mientras entraba a su cuarto, sentándose en el escritorio, empezando a escribir una carta.

Querido  Vladimir…

Notas finales:

Gracias por leer.

ya vamos a la mitad de la historia, estamos llegando a lo mejor, muy pronto ser la apricion de Vlandimir.


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