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Aullando bajo la misma luna por sombra_larga

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Notas del capitulo:

Lo siento en verdad, sé que no tengo perdón de dios, lo sé, no tengo excusa. Pero ya prometo que a partir de aquí subiré una vez por semana, lo juro por mi vida. SUBIRE TODOS LOS MARTES. Hasta que termine la serie.

¡Ahora así a leer!

Espero que me puedan perdonar y que lo disfruten.

-mm…Nico- jadeo Claude mientras contenía la respiración, sus brazos temblorosos se apoyaban en la cama.

-aaah…aguan-ta zorrito- gimió con esfuerzo, mientras ponía todo su empeño y fuerza.

-aah…ya, ya no pu-edo- Claude sentía el sudor caer por su frente, sintiendo esas delgadas manos recorrer su espalda.

-solo un po-poco más- el pelirrojo aumento la fuerza.

El sonido de una tela desgarrada resonó por todo el cuarto. Los dos donceles cayeron rendidos en la cama.

-temo que tus cachorros crecen muy rápido zorrito- comento divertido Nico mientras alzaba en alto los trozos del vestido roto de Claude.

-ya no tengo que ponerme-se lamento el ojidorado mientras sostenía la tela que le quedaba en el cuerpo.

-eso es porque tú no has querido hacer algo- reprocho el pelirrojo levantándose de la cama- tu bien podrías salir de este maldito castillo y conseguir todos los vestidos que quieras-

-ya te dije que no tengo ganas de salir-la verdad es que Claude se sentía nervioso ante la idea de salir, no quería sentir las miradas en él, la mayoría de vida se la paso encerrado en un castillo, hace mucho que no recorría un bosque o sentía la tierra en sus pies desnudos.

Nico miro a su joven amigo estrujar lo que quedaba de su vestido, suspiro resignado, había tenido la esperanza de hacer surgir a una madre de la manada, pero aun después de todos sus intentos no lograba nada, Claude seguía siendo el mismo niño frágil. No le había dicho que podía pedir los vestidos desde aquí, lo miro un momento, esperaría un poco más, tal vez un verdadera reina surgiera en el.

-ve al baño- dijo el pelirrojo caminando hacia la salida- iré a mi cuarto, tal vez tenga algún vestido de maternidad-

Claude vio a su amigo salir, se levanto de la cama dejando su vestido de lado. Desnudo se encamino al baño, se enjuago un poco la cara quitándose el sudor, retrocedió un poco para verse mejor.

En los últimos cuatro meses su vientre se había hinchado poco a poco, ahora era una clara curva que ya no cavia en sus vestidos pegados.

Se puso de perfil sintiendo su pecho hincharse al ver su barriga, Nico aseguraba que era más de uno por el tamaño que tenia a tan pocos meses. Lucian siempre lo venía a ver al menos cuatro veces al día, siempre preocupado sobre su estado y para su molestia Kira lo revisaba dos veces a la semana.

Nunca hablo sobre la mujer con Lucian, no sentía que debiera hablar de eso, era cosa del pasado, solo iniciaría otra discusión.

Los cambios en su cuerpo apenas comenzaban, desde hacía unos días los pezones le habían comenzado a picar y su vejiga comenzaba a apretarse un poco.

Un poco impaciente se recargó en la pared esperando por su ropa, Lucian le había citado en la entrada del castillo, seguramente el hombre le reñiría por hacerlo esperar tanto, pero si había alguien culpable ese era su hijo que había decido romper su ultimo vestido.

Hoy dejaría de lado su vergüenza y se armaría de valor para pedir que lo acompañara comprar ropa, se sentiría más seguro si el hombre iba con él.

Insistentes golpes  sonaron tras la puerta.

-aquí está tu cortina zorrito- aviso divertido el pelirrojo.

-que gracioso Nico- replico Claude sacando la mano para recibir el vestido.

-¿te da vergüenza vestirte frete a mí?- Nico le dio el vestido- eres muy pudoroso para ser un lobo zorrito- comente mas para sí.

-¿dijiste algo?- Claude salió del baño terminándose acomodar los hombros de la prenda.

-nada-negó el otro – te queda muy bien-elogio acomodando otra vez los hombros-se supone que tiene que ir   así- 

Claude torció la boca al verse reflejado en el espejo.

La verdad era que aunque sus vestidos eran pegados no eran muy reveladores. A cambio este le incomodaba con tanta piel descubierta, le llegaba hasta las rodillas, todo de color azul intenso y con una cinta en el pecho, enmarcando perfectamente la curva de su vientre, dejaba destapado sus hombros y por atrás se abría hasta la mitad de la espalda.

-es muy... revelador- se quejo el peliblanco.

-nada de eso, te vez muy bien, no pasa nada si enseñas un poco el armamento- regaño Nico mientras le trenzaba el largo pelo-¡ ahora si estás listo!- lo empujo hasta la puerta- ¡ya es tarde, Lucian debe estar echando humo por las orejas!-

Claude se dejo empujar por los pasillos mientras retorcía su vestido, intentándolo bajar más.

Tan concentrado estaba  que no noto toda las lujuriosas miradas de los soldados.

Aunque Nico si que las noto, una zorruna sonrisa se extendió por su cara, si los soldados estaban así, ya podía imaginar la reacción de Lucian, sentía que esos dos necesitaban un pequeño “empujoncito”, porque si seguían con la fase de adolecentes enamorados nunca iban a llegar a nada y él quería mas amiguitos para sus hijos.

 

 

 

Lucian estaba…ansioso se podría decir, hace una semana la luna llena ocupo su lugar en el cielo, y con eso su celo se presento larga y torturosamente. Tuvo que dormir en otra habitación, todo por no atacar a su consorte, hace meses que no lo había tocado más allá de lo necesario, pero en verdad estaba llegando a su límite.

En verdad quería dejar en claro que lo amaba mas allá de su cuerpo, que no lo veía solo como una incubadora, sino que en verdad amaba a ese hermoso mocoso que logro derribar todas las barreras en su corazón.

Pero en verdad necesitaba liberarse, los que estaban pagando la cuenta eran sus soldados que sufrían su estrés y enojo, tenía que hacer algo, sino temía que mataría a alguien.

Un tonto suspiro salió de su boca cuando lo vio llegar, se veía hermoso esa tarde, con aquel vestido que señalaba a gritos la curva que formaba su hijo.  Su pene dio un pequeño salto en sus pantalones al ver esas perfectas piernas.

-hola- dijo suavecito Claude con un leve sonrojo-lamento haber tardado-

-no importa-Lucian acerco ese cuerpo al suyo enrollando sus brazos en la cintura ajena, inhalo ese rico aroma a miel que desprendía el blanco cabello- vamos, tenemos que llegar antes que anochezca- por la propia seguridad de Claude decidió apartarse, sentía su celo atacando cada nervio de su cuerpo.

-¿A dónde vamos?- pregunto curioso el ojidorado.

-es una sorpresa- tomando desprevenido al doncel tomo la forma de un gran lobo negro de un segundo a otro-súbete a mi lomo, no quiero que te canses- ordeno doblando un poco las patas para facilitar la tarea.

-estoy embarazado no enfermo-refunfuño Claude mientras se subía a la peluda espalda de su esposo.

-agárrate bien- previno el lobo, el doncel enrosco  los brazos alrededor de ese ancho cuello, cuidando de no aplastar su vientre.

De un súbito salto en lobo comenzó un rápida corrida por las afueras del castillo, Claude capto de reojo el invernadero antes de entras al espeso bosque. Sentir la fresca briza en la cara era relajante, solo podia observar arboles que desaparecían con rapidez.

De repente se detuvieron frente a un risco que daba al mar, sintió el cuerpo de su lobuno esposo encogerse bajo si, como tomando impulso para saltar.

-no pensaras…-antes de que pudieran terminar sintió su estomago dar un voltereta, por imágenes rápidas vio a su esposo saltar de una piedra a otra hasta por fin aterrizar en la arena.

Como gato asustado quedo aferrado al cuello de Lucian, petrificado por las repentinas acrobacias.

-¿estás bien Claude?- pregunto algo preocupado el lobo por el largo silencio de su consorte.

Monótono el doncel bajo de la espalda de su esposo, sintiendo su corazón dar erráticos latidos en su pecho.

-¡estás loco maldito idiota!- grito enfurecido el peliblanco-¡casi nos matas del susto!- sorprendiendo al lobo dio energéticos manotazos en la peluda cabeza.

-perdón no creí asustarte- la imagen de un monstruoso lobo negro con las orejas caídas y el rabo entre las patas fue suficiente para ablandar la ira de Claude.

-está bien, pero la próxima vez avísame cuando vayas a saltar por un acantilado de diez metros- dio una suaves palmada en la negra cabeza.

Fue cuando Claude se dio cuenta de donde estaban, paso de largo a su esposo hipnotizado por el mar, nunca había visto nada igual, era como si un inmenso cielo se expandiera ante sus pies. Con la alegría del cachorro que aun era se quito los zapatos para correr hasta la orilla del mar, sintiendo por primera vez el cosquilleo de la arena en sus pies.

Lucian espero pacientemente sentado en los cuartos traseros, una lobuna sonrisa se extendió en su cara, un calor inundo su pecho al ver a su consorte reír y chapotear en el agua, podía imaginar perfectamente  a varios niños jugando con Claude, si, le encantaría tener una gran familia junto con él.

Pasados unos minutos el doncel volvió jadeando un poco y  con el agua chorreado de sus  muslos.

-¿era esto lo quería mostrarme?- los ojos de Claude se veían tan dorados como nunca por la alegría que le embargaba.

Lucian se  intento concentrarse en su voz  pero le era muy difícil,  trago saliva, el corto vestido se le pegaba al cuerpo marcando cada deliciosa curva.

-en realidad no-

-¿eh? Pero entonces que…-

-sígueme para que veas- aun en cuatro patas Lucian avanzo entre las rocas hasta entrar en una pequeña cueva, se adentraron  por un pasillo escondido que era iluminado con pequeños insectos luminosos-aquí es-

Claude formo una perfecta “o” con su boca, ante él se expandía una hermosa cueva subterránea, muchos pequeños cristales se pegaban en las paredes, los insectos volaban lanzado luces de colores y lo más impresionante era la laguna que daba a todo el lugar un color azul marino.

-es precioso Lucian- susurro no queriendo romper el silencio, uno fuertes brazos lo rodearon por detrás.

El hombre empezó a dar húmedos besos por todo el cuello blanco.

-mmm… ¿Qué haces?- de nuevo esa sensación, un calor lo inundo por dentro, pego su espalda al desnudo pecho disfrutando de los besos que ya bajaban por su hombro.

-tú qué crees que hago- Claude sintió el duro miembro de su esposo empujar contra su espalda.

El doncel se dio vuelta lentamente quedando frente al tonificado pecho de su esposo, jugó un poco con los rizados vellos mientras sentía una mano descender por su espalda. Parándose de puntillas atrapo los labios del hombre empezando un hambriento beso.

Las manos de los dos cobraron vida propia recorriéndose cada poro de piel, con un gruñido Lucian le bajo el vestido hasta que este cayó en suelo.

Claude se aparto buscando un poco de oxigeno, Lucian se distrajo mordisqueando su lóbulo mientras sobaba sus nalgas con esmero.

-aahh…Lucian- jadeos desesperados salían de la boca del doncel mientras empujaba su miembro contra el muslo del hombre.

Lucian lo recostó en la suave arena, bajo su boca hasta los pezones, sintiéndolos un poco mas hinchaditos que antes, fue cuando lo recordó.

-es la primera vez que te follo estando embarazado- comento mientras lamia y succionaba a conciencia cada pezón.

-mm…ahh…per-vertido- Claude sentía cada fibra de su cuerpo arder ante las intensas caricias de su marido, una idea le vino a la calenturienta mente, puso las manos en los fuertes hombros empujando poco a poco al confundido hombre.

-ahora me toca a mí- casi gimió montándose a horcajadas en las musculosas piernas. Con lentitud acerco su cabeza hasta el enorme y viril miembro que esperaba ansioso una caricia.

Los rojos ojos de Lucian parecían una verdadera llama por la lujuria que destellaban, incitando a su tímido consorte poso una mano en la blanca cabellera.

El ánimo en Claude volvió al ver la lujuria en los ojos de su esposo, ahora más decidió tomo la base de la verga masajeándola un poco antes de dar besitos en la glande saboreando el liquido presi minal, lamio todo el tronco sintiendo la ansiedad de Lucian por esa mano que le daba pequeños empujoncitos buscando mas contacto

Metió primero la punta empezando  a dar succiones, el pene era muy grande, al principio le dieron algunas arcadas pero logro acostumbrar su garganta, metió todo el pene a su boca hasta sentir contra su cara los vellos púbicos negros y rizados que rodeaban la virilidad del hombre. Claude disfrutaba inhalar el fuerte aroma que desprendía Lucian, era delicioso.

Lucian estaba a punto de perder la cabeza, sentía su pene demasiado caliente y ver la cara de su consorte tampoco ayudaba, algunos hilos de saliva caían de boca, tenía los ojos llenos de lagrimas y mejillas rojas, sentía su orgasmo terriblemente cerca.

Fue cuando Claude se movió un poco que Lucian lo sintió contra su pierna, el trasero del doncel chorreaba de jugos al igual que su duro pene, Lucian movió un poco la pierna.

-aahh- el hombre repitió la acción teniendo como premio gemidos opacados por el  pene en la boca del doncel.

Con saña Lucian siguió restregando su pierna contra la entrada de su consorte.

-parces una perrita en celo amor- el hombre se sentó alcanzando un rosado pezón para estrujarlo entre sus dedos- mi pierna esta empapada…mm- los ojos del doncel brillaron por haberle logrado sacar un gruñido de placer- aah joder Claude- el hombre hecho la cabeza hacia atrás enredando sus dedos en la cabellera blanca.

El menor sintió la verga ensancharse  y palpitar en su boca antes de ser inundada por ese espeso y agridulce semen.

Claude trago casi todo, algo de semen se escurrió por su cuello, un intenso rojo inundo su cara ya que al levantarse se encontró con la pierna de su marido completamente mojada.

-lo siento Lucian- se disculpo avergonzado, pero el hombre poco escucho. Súbitamente lo jalo a su  regazo devorándole la boca, jugando con su boca y mordiéndole los labios.

-¿puedo?- casi suplico el mayor, restregando su pene contra la mojada entrada.

-si si aahh- entro de una sola estocada sacando un gemido de los dos, sin esperar más Lucian tomo las caderas de su consorte comenzando a salir y entrar rápidamente, siempre con cuidado de no dañar el redondo vientre, el menor se aferro al cuello del otro enterrando su cara en el fuerte cuello.

-mmm..aahhh…si si-sonoros gemidos salían del doncel mientras que el hombre lanzaba salvajes gruñidos.

Pocos segundos después el doncel se corrió contra los abdominales del mayor, solo para seguir con las salvajes estocadas recobrando casi al instante la erección.

-te amo Claude- susurro Lucian al su oído mientras llegaba al orgasmo dentro del menor.

-aahh te a-mo Lucian- respondió corriéndose nuevamente contra el duro abdomen.

Los dos cayeron rendidos contra la arena.

-eso fue jodidamente genial- aseguro el hombre acariciando la barriguita de su esposo-no sabía que fueras tan pervertido cariño- sonrió de lado al ver la sonrojada cara del menor.

-¡cállate!- balbuceo dando una palmada en el velludo pecho en el que estaba recargado. El hombre lanzo una carajada dando esta vez el una palmada en el respingoso trasero.

Pero ambos se callaron al sentir el movimiento dentro del estomago de Claude.

-¿sentiste eso?- pregunto Claude inseguro de habérselo imaginado.

-claro que lo sentí- el hombre abarco todo lo que pudo con su  mano, intentando sentir otro movimiento, otro golpe, apenas un pequeño rosecito contra la piel- es nuestro cachorro-dijo con orgullo Lucian.

-tal vez cachorros- comento con una enorme sonrisa Claude posando una mano sobre la de su esposo.

-¿qué?-

-Nico dijo que mi barriga era bastante grande, lo más probable es que sea más de uno- el hombre quedo mudo ante la sorpresa. Eso nervioso Claude pensando en que el tal vez solo quería a un primogénito y no estuviera interesado en tener más familia.

El hombre noto la duda en la cara de su consorte.

-bueno eso significa que tendremos que trabajar menos- dijo en tono decepcionado- porque déjame informarte que quiero a una gran manada de cachorros-

-¿eh?-

-quiero una gran familia Claude, quiero estar contigo por muchos, muchos años- le dio un dulce beso en la frente-quiero ver crecer a estos cachorros, quiero ver sus primeros pasos, quiero oír sus primeras palabras, quiero enseñarles a cazar, si son varones quiero enseñarles a conquistar montones de chicas- Claude soltó una pequeña risita.

-¿y si son mujeres o donceles?-

-pues entonces asesinare a todo aquel que ose acercarles, hace muchos años que no me sentía así quiero…vivir- finalizo con la más tranquila y sincera sonrisa que  había visto Claude-

-te amo Lucian a secas-declaro el menor, el hombre rio.

-y yo a ti Claude de a secas- Lucian se levanto con Claude en brazos, yendo hasta la laguna.

-espera no sé nadar-aviso nervioso.

-no importa yo te sostengo- el hombre se hundió hasta que el agua le llego al pecho, se sentó en algunas piedras llenas de algas, con cuidado puso al doncel contras su pecho, este se recargo contra el disfrutando de las caricias a su estomago.

-Claude-

-mmm- el doncel estaba dormitando demasiado cansado.

-¿quieres saber de mi pasado?-

Eso sí que despertó a Claude.

 

Notas finales:

Este capitulo es mas bien relleno, en los proximos capitulos conoceran el pasado de Lucian, ya veran como le van a perdonar todos sus pecados.

Gracias por leer.


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