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Aullando bajo la misma luna por sombra_larga

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Notas del capitulo:

esta vez es un poco mas corto de los usual, pero es que he estado muy ocupada con trabajos de la escuela y  entre tanto alvoroto borre el capitulo sin querer y no se pudo recuperar asi que lo tuve que volver a escribir todo.

fue todo un desastre.

pero aqui se los traigo, espero que les guste

Capítulo 6 “noche de bodas”

Claude se sintió jalado de la cintura, para luego sentir esa boca estamparse contra la suya, esos carnosos labios lo besaron hasta dejarlo sin aliento, literalmente, no podía respirar, golpeaba el ancho pecho desesperado, el varón al fin se dio cuenta y aparto la boca.

Dio grandes bocadas de aire, intentado recuperarse, cuando alzo su furibunda mirada se topo con una llena de deseo, una mano bajo hasta su trasero, reacciono y dio varios pasos atrás.

Volvió a la realidad por la voz de Divan-¡les presento al consorte real, Claude Black!- la gente rompió en aplausos.

Luego de un rato la gente se dispersó, y él tuvo oportunidad de alejarse, se fue hasta a unos arbustos y se quedó ahí esperando que la gente lo ignorara, quería pensar un rato, sabía lo que pasaría a continuación, pero aun así sentía el cuerpo vibrar de miedo.

Por el apretón y el beso desesperado de hace rato se imaginaba como debía de estar su ahora esposo. Lo busco con la mirada, estaba hablando con otro varón, delgado y castaño, las mujeres lo rodeaban, susurrando y soltando risitas tontas.

Alguien jalo de su brazo, cuando voltio a ver era Divan.

-ve a tu alcoba, te están esperando- vio al hombre ante él, se preguntó si su padre alguna vez lo considero su hijo, o si lo amo, porque él hace mucho que lo había dejado de considerar su padre.

Sin decir nada se voltio, y camino hasta el castillo.

 

Cuando Claude llego a su puerta no sabia que esperar dentro. Tomo valor y abrió, lo que encontró no fue otra cosa sino que a Clara y a Bonelli, al parecer esperándolo.

-que… ¿Qué es esto?- pregunta desconcertado.

-te lo dije mocoso, nosotros te ayudaremos a prepararte- Clara lo agarra de la muñeca y lo conduce frente al espejo.

Se quedo en silencio dejando que las mujeres actuaran.  Bonelli le quito todos los adornos, desde el collar hasta las cuentas del pelo, Clara le ayudo sacarse el vestido mientras Bonelli le cepillaba el pelo.

Por un momento Bonelli desapareció, para luego volver con una charola de plata con varios frasquitos, tomo el más pequeño y  lo abrió, de este salió un fuerte y agradable olor a rosas.

Clara agarro una buena porción de la crema y sin contemplaciones lo empezó a embarrar por el desnudo cuerpo de Claude.

-¡que haces vieja!-exclamo el peliblanco, sorprendido por la acción.

-vas a estar siete días follando- contesto la mujer sin dejar de embarnizarlo- después del tercer día me vas a agradecer desde del alma-

Un fuerte rubor se extendió por todo el rostro de Claude, no había pensado en eso, dejo a la mujer continuar con su tarea, las dos mujeres se movían en silencio, en uno comprensivo y cómodo.

Después de tener el cuerpo lo más oloroso posible, y cuando decía todo era todo, Clara no había tenido ningún pudor y había embarrado crema en su miembro y entre sus nalgas, haciendo que el rubor se extendiera hasta límites que el desconocía. Bonelli le había untado agua de rosas en el cabello y le habían hecho masticar una hoja de menta.

Una vez terminado le pusieron una bata roja que le llegaba hasta los tobillos y dejaba gran parte del pecho descubierto.

Sin decir palabra salió de su cuarto y no miro las preocupadas caras femeninas.

Mientras tanto en un cuarto lleno de velas y con una enorme cama, caminaba Lucian en cuatro patas, a lado de él sus ropas se encontraban destruidas.

Su miembro desde hacía ya rato estaba despierto, la mente la tenía nublada de placer haciéndole dificultoso pensar.

La puerta se abrió dejando pasar a un sonrojado y tembloroso Claude, lo vio con esa bata de seda que le marcaba cada curva de su perfecto cuerpo, sin poder controlarse ya, se lanzó contra él.

Claude no sabía que hacer más que retorcerse bajo el canino cuerpo que se restregaba insistentemente sobre él, el golpe del impacto aun lo tenía algo mareado, sentía el peludo pecho sobre su cuerpo, además del tronco que se untaba en su pierna.

Intento empujar al animal, pero solo recibió un gruñido como respuesta.

-por fa-favor no m-me hagas da-daño-le suplico al enorme animal, este lo ignoro y para su terror le arranco la ropa de una zarpada. Como último recurso se dio la vuelta, pero eso solo le dio mejor ángulo al can.

Lucian solo sentía ese cuerpo retorcerse bajo el, aunque una pequeña parte de su conciencia le gritaba que no le hiciera daño, el placer de su mente le ganaba diciéndole que follara al delicioso cuerpo.

De repente el cuerpo se voltio, el aprovecho para meter su rojo pene entre las nalgas. Sin dejar de mover las caderas hundió el hocico en el blanco cabello, sintiendo un rico olor  a rosas. Solo paro cuando unos sollozos claramente de terror les llagaron a las sensibles orejas.

Ese ruido de miedo logro escarbar hasta la mente de Lucian, pensó que por mucho que no quisiera involucrarse con el mocoso, tampoco lo haría sufrir un calvario.

Así que haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad volvió a su forma humana. Con delicadeza voltio a esa frágil figura, y lo que vio le dejo un agrio sentimiento en el pecho, el mocoso tenía la cara llena de lágrimas y sus mejillas estaban rojas de tanto llorar, su pelo estaba revuelto y su cuerpo había quedado marcado por sus garras.

Claude miro confundido al hombre encima de él, le miraba con preocupación.

El hombre acaricio con suavidad la mejilla del doncel, antes de besarlo apasionadamente, la lengua del mayor dio una lamida a los rojizos labios antes de darles un pequeño mordisco, el menor soltó un quejido, cosa que aprovecho el otro para meter la lengua y recorrer toda esa boquita.

Lucian fue bajando por el cuello, dando chupones y lamidas por toda la extensión, cuando termino el recorrido siguió por el pecho hasta llegar a los pezones que esperaban a su boca erectos.

-aaahh-no pudo evitar gemir cuando esa raposa lengua lamio su tetilla, su cuerpo había empezado a cubrirse de un intenso calor, no sabía que era, pero no quería que parara.

El mayor dejo los pezones rojos y húmedos de saliva, bajo hasta el ombligo y simulo pequeñas embestidas, teniendo como recompensa más gemidos, llego hasta el lampiño miembro que ya estaba goteando.

Sin miramientos lo metió en su boca y comenzó una fuerte succión.

-AAH- Claude sentía su miembro extremadamente caliente dentro esa boca, sin poder evitarlo comenzó a mover las caderas-ahh- se agarró de esos bucles negros, y conecto con la mirada rojiza.

Sin dejar de mirarlo el hombre metía y sacaba el pene de Claude de su boca, lo único que se oía eran las succiones y los gemidos, y eso cargado por el pesado y caliente ambiente.

El hombre dejo el pene del más joven y se acercó a su cara para darle un apasionado beso, bajo la mano por el plano vientre evadiendo el necesitado miembro y bajo aún más hasta llegar a esa mojada entrada.

-que putita-lamio la pequeña oreja-ya estas mojado- Claude sabía que debía estar enfadado, pero en cambio paso las mano por ese formado pecho hasta llegar al rizado vello púbico y jalar la enorme verga.

Lucian sonrió por la valiente acción de su pequeño esposo, sin pensarlo metió el primer dedo, recibiendo un quejido que fue rápidamente callado por otro beso.

Claude sintió una pequeña punzada de dolor que rápidamente se combinó con el placer.

El chapoteo de la pequeña entrada hacia ruborizar a Claude. Lucian posiciono su miembro ante esa entrada. Pero Claude al instante se hizo para atrás, volviendo a la realidad por un instante.

-no espera-dijo con miedo.

Lucian al percibir el temor en el otro, acerco su rostro y dio un dulce beso en la frente.

-olvida, olvida toda esta noche, que solo la luna sea testigo, que ella guarde este secreto- dio otro beso en la boquita. Cuando subió los ojos se encontró con esos enormes ojos dorados.

-hazme olvidar-contesto después de un rato, enroscando los brazos en ese cuello, e iniciando por primera vez un apasionado beso.

El hombre entendió, agarro su tronco y dio unas cuantas jaladas, para después meterse de una sola estocada, arrancando un gemido-grito del otro.

Sin esperar se comenzó a mover salvajemente, salía y entraba con mucha rapidez sin dejar de tocar la próstata del otro, sentía las manitas aferrarse desesperadamente a su espalda.

-aahh ah más-pidió el pequeño, Lucian agarro las caderas y tomo aún más impulso, incrustándose en la pequeña entrada.

Después de un rato ambos amantes sentían que explotarían en cualquier momento.

-ya n-no puu-edo mass ah- gemía entrecortadamente el peliblanco.

-yo tampoco- respondió sin dejar de mover las caderas-di mi nombre- pidió.

El ritmo de las embestidas eran rápidas y seguidas, el pobre Claude sin pensarlo, solo queriendo alcanzar el orgasmo concedió el deseo del otro.

-LUCIAN-grito  viniéndose estrepitosamente entre los estómagos. Mientras sentía su entrada convulsionar de tanto placer.

El otro tampoco aguanto mucho y derramo su semilla dentro del ano del joven.

El hombre cayo al lado de exhausto Claude, este también cansado se acurruco en el ancho pecho y cayo dormido.

Sin darse cuenta ni pensar en lo que acababa de suceder.

 

 

Notas finales:

Gracias por leer.


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