Ganar o Perder.
Llevaba rato dando vueltas en la cama, acomodándose, desacomodándose, y preguntándose si realmente aquello estaba bien. Estaba perdidamente enamorado, eso era algo que ya sabía y aceptaba, también sabía que estar al lado de él se sentía correcto pero... ¿y si no lo era?.
…l nunca espero sentir aquello llamado "Amor", en algún punto creyó se quedaría solo para siempre y en el peor de los casos atrapado en un matrimonio arreglado. Su mente bago hasta recordar estar en los fuertes brazos de aquel Griffindor, esa calidez embriagante que le rodeaba, esos brillantes ojos que le veían con lujuria, y... necesitaba una ducha fría.
Bajo con pesadez al gran comedor, miro inconscientemente hacia la mesa de los leones y sutilmente sonrió al ver sentado y muy animado a su morocho, prosiguió a ver la mesa de los profesores y saludar con la mirada a su padrino que tenía a la derecha a su tío segundo, aún se preguntaba como se las ingeniaría éste para poder atrapar a su padrino.
Camino en dirección a su mesa y desayuno, de vez en cuando dirigió la mirada en busca de un par de ojos verdes que al encontrarlos lo devoraban con la vista.
El día paso inusualmente rápido, tenía aproximadamente una semana tal vez una y media para descansar, miro a Harry sentado a dos mesas de la suya sin darse cuenta de que éste se había percatado hace rato y sonreía con arrogancia.
-Que no se te caiga la baba-Murmuro un divertido Blase, lo había atrapado en infraganti. Draco giro el rostro en dirección a sus apuntes e ignoro los comentarios.
Las horas pasaron rápido y el trío dorado caminaba por los pasillos, Harry estaba feliz su relación estaba avanzando muy bien aunque aún le hervía la sangre al imaginar el amiguito de su Draco acercándose a éste, mirad que pedirle una cita en su cara que descarado, lo peor fue que Draco lo propuso.
Draco aseguraba que entre el francés y él no había nada, pero ese muchacho no le convencía. …l quería a Draco para toda la vida, pero... estaban sus suegros, ellos no le aceptarían tal vez la aristócrata mujer, pero el patriarca no. Ange era un sangrepura amigo de la familia, de buena familia y con dinero además de belleza, pero él no se quedaba atrás, era de buena familia, con dinero y belleza, tal vez no sangrepura ni amigo de la familia pero tenía algo mejor y con mayor peso... el amor de Draco.
-¿Te sientes bien Harry?-Pregunto Hermione, Harry no se había percatado que llevaba un buen tiempo haciendo caras y muecas con cada pensamiento. Ron paro de hablar y volteo a verlo.
-El hurón te dijo que te amaba ¿no?-Dijo Ron a lo que Harry asintió-¿entonces cuál es el problema?, si te dijo que te ama es porque lo hace y no va a dejarte.
-¿Por qué crees que eso es lo que me pasa?-Pregunto Harry, si el comportamiento de los sangrepura fuera una materia sin duda Ron la aprobaría sin tener que estudiar.
-Es fácil, entre tus expresiones estuvo una tipo homicida, la cual pones solo cuando el amigo de Malfoy esta cerca, por lo que me hizo pensar en que es tu expresión de celos, y los celos son una reacción al miedo de perder a alguien-Hermione sonrió para sus adentros, sin duda los libros de conexiones lógicas que había estado leyendo Ron habían dado frutos.
-Ni yo pude haberlo dicho mejor-Dijo Hermione.
La noche callo nuevamente y la mayoría de los alumnos se encontraban en sus salas comunes o en sus dormitorios, Harry había estado buscando a Draco en cuanto salieron de clase pero no había sido capaz de hallarlo y luego no se presento en el gran comedor, mas lo que despertó sus alarmar y sobretodo sus celos era que el francés tampoco estaba.
Casi a la velocidad de la luz llego a su habitación y saco el mapa del merodeador pronuncio un "Draco Malfoy" y cuando encontró su ubicación y a la par vio un "Ange Le Brun" su vena en la frente se hincho. A grandes zancadas avanzo en dirección del lago negro.
La luna ya deslumbraba el cielo y un joven rubio se encontraba de pie frente al lago, el viento movía su cabello levemente y un joven de cabello castaño se encontraba junto a él hincado en el piso con una caja en la mano.
Estático quedo Harry, ni la caja, ni el anillo, ni el castaño, y la situación causaron que se petrificará, la expresión en el rostro de Draco, su Draco, con esa sonrisa y alegría plasmada no solo en sus labios sino en sus ojos. Sintió algo dentro de él apretarse con fuerza y lo último que su conciencia proceso era al rubio que llevaba arrastrado de una manera brusca y tosca por la muñeca, y a un castaño al que aventó sin miramiento alguno al lago negro.
Draco trato de zafarse del agarre, le estaba doliendo. Por más que jalo, golpeo y grito Harry no le presto atención. No sabía a donde se dirigían y que planeaba el morocho, pero al ver la puerta de la sala de los menesteres abrirse tragó duro.
Con fuerza fue empujado dentro del cuarto, una gran cama en el centro fue lo único que sus abiertos ojos podían ver, entre jalones y forcejeos estuvo sobre la cama, sus manos apresadas por sobre su cabeza y un par de labios besándolo con violencia.
Las manos de Harry viajaron de arriba a abajo por el cuerpo de Draco, quien serpenteaba buscando soltarse. Le había amarrado las manos con ataduras mágicas y las había pegado al respaldo de la cama. Con magia verbal le había despojado la ropa.
-¡Harry!-Grito Draco con el rostro sonrojado, sentía las grandes manos del Griffindor pasear por su desnudo cuerpo. Los labios de Harry abrieron sus labios a la fuerza, las lenguas se juntaron en una batalla y la saliva empezó a escurrir por su boca. Estaba tenso como una tabla, recordaba claramente la primera y hasta ese momento única vez que Harry lo había tocado y tratado así, su cuerpo se estremeció con la lengua que viaja por su cuello, las grandes y rudas mordidas en su suave piel.
Quería marcar el cuerpo de Draco, que nadie se acercara, lo sintió temblar y tensarse al desnudarle pero no lo hicieron desistir, no razonaba y su mente estaba totalmente nublada. Marco cuanta piel se topara con sus labios y dientes. Inconscientemente Draco empezó a gemir y jadear se retorció inquieto ante las sensaciones.
Como si fuera un ritual acaricio el níveo cuerpo, sus dientes atraparon una tetilla mientra la otra era torturada por su mano derecha. Draco había empezado a relajarse y sucumbir ante las sensaciones, pero en cuanto sintió una mano descender a su pene la tensión y el miedo se apoderaron de su cuerpo.
-Ha-Harry... no... por favor-Fue el susurro acompañado con un movimiento de piernas que impedían el paso a la mano invasora.
Harry hizo oídos sordos y abrió las piernas de Draco, se acomodo en medio y las agarro con firmeza y fuerza dejando claro que llegaría al final.
Draco sabía que a diferencia de aquella única vez, en esta ocasión Harry sabía de su virginidad y por la expresión de éste, supo que sin importar que hiciera iba a perderla esa noche. Pequeñas lagrimas escaparon de su ojos.
-Ahhh ¡ah! Mmh ahh-Gemía Draco con un delicioso gesto en el rostro, mordía sus labios con fuerza, Harry lo estaba masturbando, mientras seguía con su labor de torturar sus pezones-¡Ba-basta!-No podía acallar los gemidos, él no quería perder la virginidad, todavía no, no estaba listo, más lagrimas ignoradas descendieron por su rostro.
Flash Back
-¿Estas seguro de lo que estas haciendo?-Fue la pregunta que aquella persona había echo.
-Claro que estoy seguro. Lo amo, y él me ama-La expresión en el rostro de Draco era de absoluta firmeza.
-¿En serio estas dispuesto a entregarte a él?-Fueron las palabras tan frías y duras.
-Cuando llegue el momento lo haré-Respondió Draco.
-¿Aunque no estén casados?, recuerda necesitas la bendición maternal y paternal para tu matrimonio, así se rigen las normas de la familia Malfoy. ¿Crees que podrás tener esa bendición?, recuerda quien es tu pareja-Draco observo a la persona, suficientes dudas tenía solo, cómo para que le aumentarán nuevas.
-Yo... bueno... él me esperará hasta tener la bendición, y luego nos casaremos-Una fuerte y elegante risa sonó por la habitación.
-¿En serio crees eso?-Contesto al ver la mirada seria de Draco-¿Cuánto crees que tardaran en tener la bendición?, obviamente tendrá necesidades.
-Yo... creo en él, y en cualquier caso esperará a que este listo y yo me entregare a él-La voz sonó segura a pesar que no lo estaba realmente.
-¿Y te arriesgaras de esa manera?, ¿te entregarás a él sin vacilar?-Pregunto con malicia.
-Bueno... yo-La duda, se replanto en los ojos grises-Yo... ¡Yo si lo arriesgaría todo por él-No iba a retroceder todo lo que habían avanzado. Ya no escucharía más, giro sobre sus talones y se desplazo en dirección a la puerta.
-Los riesgos te dan una posibilidad de un 50%, ya sea para ganar o para perder-Draco detuvo su marcha-Sino arriesgas no ganas, por esa razón tienes mi bendición. Solo debes conseguir la de tu padre-Dijo con una sonrisa Narcissa Malfoy.
-¿En serio lo apruebas?-Murmuro Draco.
-Si te hace a ti, un Malfoy, estar dispuesto a arriesgarlo todo... bueno, eso dice mucho sobre él. Además yo solo quiero tu felicidad-Narcissa sonrió y así como llego, se fue.
Fin del Flash Back
Las esbeltas piernas se enroscaron entorno a la cintura de Harry, lo amaba, y sabía éste le amaba también. No tenía porque tener miedo, tal vez no sería la primera vez que esperaba pero sería espontanea e igual de especial y mágica.
Sentir el cambio en Draco fue una sorpresa para Harry, quien detuvo su avance e hizo lo que no había hecho desde que "secuestro" a Draco, mirarlo a los ojos. Todo rastro de ira, de celos, de tristeza desapareció, el rostro de Draco aún con los ojos algo húmedos estaba adornado con una sonrisa.
Sus labios se unieron en un apasionado beso y Harry supo que Draco le estaba dando permiso. Miro a su al rededor y sintió vergüenza, de inmediato soltó las manos de Draco y la habitación cambio.
La cama se lleno de pétalos, la habitación cambio de color negro a carmise, el piso quedo alfombrado, el cuarto se alumbro con velas aromáticas y las caricias regresaron a ser caricias.
-Te amo-Susurro Harry.
-Lo sé-Draco con ambos brazos sueltos abraso el cuello de Harry y le beso-Así que sigue haciéndolo. Ámame Harry.
Harry acaricio suavemente el pecho de Draco, beso cada gramo de su ser, se besaron con pasión, con lujuria, con deseo pero sobretodo, con amor. La lengua de Harry viajo por el cuello de Draco hasta llegar a su pecho, jugo con sus pezones y ombligo, finalmente llego a su destino y le dio una lamida que hizo soltar un jadeo a Draco para luego engullir su miembro completamente haciéndolo arquear la espalda.
Harry engullía con glotonería, sutilmente deslizo sus manos hacía las respingonas nalgas de Draco y las estrujo y manoseo con deleite. …ste no pudo resistir mucho tiempo y sin poder contenerse o avisar se corrió en la boca de Harry quien lo trago todo.
-Lo siento-Dijo Draco muy avergonzado.
-Esta bien, sabes delicioso-Habló Harry.
Draco atrapo al moreno por el cuello y lo hizo recostarse sobre él-Entonces pruebame por completo-sonrió coqueto.
-¿Estas seguro?, es tu primera vez-Dijo Harry abrazándolo por la cintura.
Lentamente la ropa de Harry empezó a desaparecer, con cada beso, con cada caricia, con cada jadeo más y más ropa fue quitada descubriendo más y más porciones de piel tostada hasta quedar ambos totalmente desnudos.
-Draco, te amo. ¿Estas seguro de entregarme tu primera vez?-Habló Harry juntando sus frentes.
-Yo no desearía que fuera con nadie más que tú, Te amo también, así que te haces responsable-Draco acarició la mejilla derecha de Harry y rozo sus labios en un casto beso.
-Así será-Juntaron sus frentes, verde y gris se conectaron y ambos se supieron amados.
Harry beso a Draco y descendió de nuevo hacia los lugares más íntimos y explorados únicamente por él. Agarro el lubricante que estaba en la cama y con generosidad embarro en sus dedos una gran cantidad. Inserto el primer dedo en la entrada de Draco al tiempo en que éste se tensaba y cerraba con fuerza los ojos.
Harry volvió a masturbar a Draco para hacerle olvidar el dolor, luego de un momento ya eran dos dedos los que ensanchaban la entrada, Harry podía sentir la presión que el recto de Draco ejercía alrededor de sus dedos pequeños jadeos se escaparon de su garganta mientras oía los grandes gemido de Draco, sabía de la molestia que éste sentía con sus dedos pero también sabía del placer que le producían. Esos dos dedos se convirtieron en tres y finalmente supo que Draco estaba listo.
-Mi amor, ¿puedo hacerlo ya?-Pregunto Harry gentilmente, Draco asintió con la cabeza.
Harry saco sus dedos del interior de Draco, unto su miembro con bastante lubricante pero antes de poder posicionarse en la entrada de su rubio, éste se levanto y lo recostó en la cama. Draco se acomodo sobre Harry y de una sola embestida lo adentro en su interior. El grito de dolor fue tan desgarrador que le preocupo al morocho.
Draco se abrazo a Harry mientras gruesas lagrimas descendían de sus ojos, nunca creyó que el dolor sería tan intenso. El miembro de Harry no solo era grueso, sino también largo, el moreno empezó a masturbar con rapidez al rubio y junto su labios, se besaron entregando el alma.
Lentamente Harry empezó a embestir desde esa posición-Me-me due-duele-gimió Draco, Harry acelero el ritmo de su mano en el miembro del rubio.
-Sino me muevo te dolerá más-Murmuro jadeante. Las embestidas fueron acelerando y los gemidos de placer y dolor de Draco eran fuertes y estruendosos.
Las manos de Harry se encontraban apretando el trasero de Draco, con cada embestida llegaba más y más profundo en su rubio, movió su pelvis buscando el punto donde haría ver estrellas a Draco hasta que dio con el, verlo retorcer su flexible cuerpo y el gemido de placer fueron el detonante.
El cuerpo de Draco cayo sobre la cama, las embestidas se tornaron fuertes y rápidas, en la nueva posición el alcance era mayor, salía casi por completo para entrar de nuevo hasta el fondo a gran velocidad rozando en cada ocasión su próstata.
-¡ahhh! Ah ¡ahh! Más, más, ahh m-ás-Gemía Draco, las fuertes embestidas hacían temblar la cama, los altos gemidos tapaban el sonido de la madera al crujir, el despliegue de magia que salía inconscientemente de los dos amantes fundiéndose juntos causando que la tensión en el ambiente aumentará.
-Dra-Draco, di mi nombre-Jadeo Harry aumentando la velocidad-¡Di mi nombre!.
-aghh ahg ahh-Era lo único que Draco había podido articular.
-Draco, dilo. Ahh mmj-Se sentían cerca, unas cuantas embestidas más y se correrían-Draco-Gimió el moreno-¡Te Amo!
-ahh Haahh! Ha-rry ¡Harry!-Draco se corrió en ambos vientres arqueando la espalda y apretando deliberadamente su entrada haciendo a Harry correrse dentro de él, llenándole con su esencia.
Harry se acostó sobre Draco y los hizo girar quedando éste arriba. Las sabanas taparon ambos cuerpos, que se pegaban aún más en busca de calor humano, cerraron los ojos y así sucios y felices se quedaron dormidos.
La luz entro por las ventas, anunciando la hora de levantarse. Un oscuro profesor se levanto pesadamente con la clara intención de asesinar al primero que le hablará, a menos que fuera su ahijado, los sucesos del día anterior le daban vuelta pensar que él y el chucho pulgoso ese... mejor olvidarlo.
Ya levantado se dirigió a la ducha y luego de asearse y vestirse bajo al gran comedor. Al entrar miro en dirección de Slytherin al no encontrar a su ahijado a la vista entrecerró los ojos, sus amigos ya estaban ahí sentados. Miro en dirección a Griffindor y cuando noto que no solo Draco no estaba sino Harry tampoco arqueo una ceja.
Desde la mesa de profesores un animago de ojos grises vio con una sonrisa al pocionista, aunque éste le veía con ojos homicidas. Se mordió ligeramente los labios al tiempo en que sonreía con arrogancia, las imágenes de los acontecimientos en la noche anterior vinieron a su mente. Le debía una a su sobrino y una muy grande.
La atmósfera había cambiado radicalmente esa mañana, se sentía tan liviana.
Un pelirrojo comía muy tranquilamente en la mesa de Slytherin mientras una pelinegro hacía lo mismo solo que en la mesa de Griffindor. Como daba vueltas el mundo pensaba Severus, y pensar que tan solo hace unos meses se odiaban a muerte.
"El odio es un sentimiento bajo de rencor y repulsión a lo extraño, a lo que no nos gusta, o a lo que nos gusta demasiado."
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