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En tiempos de paz. por Mixhii

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Notas del capitulo: DISCLAIMER: Harry Potter y todos sus personajes pertenecen a JK Rowling. No se ha ganado dinero ni se ha violado ningún copyright con este trabajo

Si las palabras están en:
-cursiva- es un pensamiento.
-normal- es dialogo.
*** es separación de escenas.

Epílogo.

Tantos años habían pasado, el pequeño Antares Hans Black Snape ya contaba con siete años de edad, tras su nacimiento vivió un año en casa de su papá Severus hasta que finalmente y luego de muchos problemas se fueron a vivir a Black Manor junto a su otro padre.

Había dado tanta pelea como le fue posible, pero al final no pudo hacer nada para evitar caer de nuevo entre esos fuertes y protectores brazos. Luego de acabar el año escolar, y con Hans ya en brazos se fue a vivir a su casa donde no se permitía la entrada de perros rabiosos.

Sirius hizo todo lo que estaba en sus manos, desde los más pequeños detalles hasta los más grandes, el que su pequeño tuviera los mismos ojos que él había ayudado, cuando Severus lo cargaba los observaba con mucho detenimiento, obviamente no sabía de su presencia en esos momentos.

Draco fue la clave para que su relación funcionara, primero que nada porque gracias a él hubo una "relación". En una ocasión hizo oídos sordos a los consejos de su sobrino y le llevo serenata a Severus, como consecuencia paso una semana hospitalizado.

Finalmente lo convenció de que estar juntos sería lo mejor para el bebe, con el tiempo el pocionista fue capaz de aceptar lo que sentía, aunque tardo unos meses más en decírselo por primera vez, claro que fue durante el climax de un orgasmo espectacular, que le brindo al pequeño Hans un hermano menor.

Tenían sus discusiones, y las peleas eran de tamaño monumental, en esos años que llevaban juntos Severus se había ido de Black Manor en tres ocasiones, en todas ellas a Malfoy Manor, donde Lucius lo recibía con los brazos abiertos, para el gran disgusto de Sirius.

Eso había sido otra historia, cuando por fin se decidieron a vivir juntos, Lucius amenazo a Sirius en que si lastimaba a su pequeño Severus lo mataría de una manera tan dolorosa que Azkaban tendría que crear una nueva sección para asesinos.

—Eres todo un caso—Fue lo único que dijo Narcissa con una sonrisa.

Cuando Draco le dijo que tuviera más fe en la liberación de su esposo, no creyó que fuera porque éste había movido hilos. Y luego cuando se entero de que su pequeño había estudiado cada libro que tuvo a su alcance sobre leyes mágicas para así hacer sus jugadas y conseguir la liberación de su progenitor la sonrisa que tuvo estampada en la cara fue singular.

La bendición de Lucius fue realmente difícil de conseguir, en cuanto estuvo fuera del hospital llego casi a diario a Hogwarts para mantener a su tesoro lejos de las garras del azabache. Fue una gran batalla, Merlín sabía que había hecho todo, Merlín, TODO lo que pudo para separarlos, luego de casi cinco años, cuando su retoño cumplió veintitrés, éste puso un hasta aquí.

Harry fue el vencedor de la batalla y esa misma noche se lo llevo de Malfoy Manor en dirección a Potter Manor, Lucius y Severus junto a Blase lloriquearon frente a la chimenea al ver a su pequeño irse con maletas en mano junto a aquel bárbaro que lo prensaba de la cintura.

Seis meses después, a Lucius no le quedo de otra más que resignarse y dar su bendición, así con seis años y dos meses de noviazgo, Harry le pidió matrimonio a Draco, de esa manera un dos de septiembre contrajeron nupcias. De más esta decir que los tres protectores del rubio llegaron vestidos totalmente de negro, como si fuera un funeral.

La luna de miel fue en Francia, Ange les regalo una cabaña muy hermosa por su matrimonio, y aunque al moreno le molestará el castaño, sabía cuanto cariño le tenía su rubio. Ange se había casado casi al salir de Hogwarts, su novia era una despampanante morena, con la que hasta el momento tenía cuatro hijos.

Harry cumplió lo prometido, durante esa noche de bodas y luna de miel Draco apenas pudo descansar, estuvieron muy entretenidos y realmente era casi imposible que estuvieran fuera de la cama, y si lo estaban es porque se "entretenía" donde estaban. Nueve meses después James Sirius Potter Malfoy llego al mundo, nunca sabría que antes de su llegada sus padres "estrenaron" muy afondo Potter Manor.

Fue una enorme sorpresa para todos que Narcissa estuviera embarazada, por lo visto todos habían estado divirtiéndose por igual. Draco estaba muy emocionado con la llegada de su hermanito o hermanita.

Hermione fue quien durante el enlace Black-Snape le pidió matrimonio a su morena quien encantada acepto. Durante la boda de éstas, Theo le pidió matrimonio a Neville, ellos ya tenían un hijo cuando eso paso, casi un año después Blase le pidió matrimonio a Ron, Molly había estado a punto de ir a San Mungo de la impresión, solo Ron le faltaba para que así todos sus hijos se casaran.

***

—Un knut por tus pensamientos—Dijo Harry al oído de su pareja.

—Ni por todos los galeones del mundo te diría que pienso—Se rió

Harry rodeo con sus brazos a su rubio, pasaron unos segundo así. Las manos de Draco se deslizaron lo las mejillas de Harry.

—Je t'aime.

Yo te amo más—Dijo Harry en pársel.

La sonrisa de Draco se agrando, con los años había conseguido dominar muchos otros idiomas, pero ahora tenía en la mira el idioma de las serpientes, tenía un don para los idiomas dijo en una ocasión su morena amiga, que razón tenía.

Demuéstramelo en la cama—Dijo Draco con una entonación perfecta.

No tuvo que decirlo dos veces, Harry ya lo llevaba en dirección a la habitación principal. El pequeño James estaba en casa de sus abuelos junto a su nuevo tío, Orion Alexader Malfoy Black.

Draco fue depositado suavemente entre las sábanas, la ropa desapareció en cuestión de segundos, ambos se besaban con pasión y amor, como lo hicieron la primera vez.

Lentamente Harry se deslizo por el cuerpo del rubio, beso y mordió toda la extensión de piel blanca que tenía bajo él, le gustaba que Draco perdiera el control, oírlo gemir pidiendo por más, verlo retorcerse de placer, que gritará su nombre, ser el causante de su placer, el único, él había sido el primero y sería el único en la vida su Dragón.

—Harry... por favor—Se encontraba boca arriba con su esposo en medio de sus esbeltas piernas, la preparación fue igual a la primera vez, primero un dedo, luego dos, y por fin tres. Sin importar cuantas veces lo hicieran, la preparación siempre estaba llena de ternura, de amor y de lujuria contenida—Entra, por favor... Harry

Oírlo hablar así, causaba un desenfreno total en su pareja, subió ambas piernas en sus hombros, y con un casto beso se adentro en él, el grito se hizo oír, sin importar el tiempo y la costumbre, Draco no se acostumbraba, ya no sangraba como las primeras veces, pero su estrechez era increíble.

Harry cerro los ojos y respiro, sentirse atrapado por las paredes de su esposo era único e inigualable, jamás podría cansarse de esa sensación. Las emociones que Draco causaban en él eran incomparables, nadie podría hacerlo tan feliz con cosas tan pequeñas e insignificantes como su Dragón.

Las embestidas empezaron primero lentas, Draco era un poco masoquista, le gustaba mucho el dolorcito que sentía al empezar a ser embestido, la sensación chocante cuando finalmente Harry tocaba su próstata era el contraste perfecto.

El orgasmo llego muy certero, ambos se retorcieron en la cama. Justo en el instante de la eyaculación la cama se rompió. Ambos respiraban agitados, luego de unos segundos soltaron una risa.

—Ya es la quinta cama—Murmuro Draco.

—Son pequeñeces sin importancia—Dijo Harry, depositando un beso en la mejilla de su rubio.

—Será mejor que nos levantemos, los invitados no tardan en llegar, ordene que el gran banquete fuera de nuestras comidas favoritas.

— ¿Un banquete?, ¿Estamos celebrando algo?—Dijo recibiendo una venenosa mirada de su rubio esposo—Es mentira mi amor, es nuestro aniversario, ¿No creíste enserio que lo iba a olvidar?, ¿O sí?

No paso mucho tiempo para que Harry tuviera un nuevo chichón en la cabeza. A veces se le olvidaba que lo mejor era mantener la boca cerrada.

Draco se levanto de lo que quedo de la cama, Harry adoraba verlo caminar desnudo, pero el rubio bien sabía que amaba aún más verlo caminar solo con su camisa puesta. Levanto del suelo la prenda y la deslizo por sus hombros con sensualidad, todavía tenía el aroma de su morocho.

Camino en dirección al baño y antes de entrar se detuvo.

— ¿Qué no vienes?—No tuvo que volverlo a decir, de nuevo tuvo a su esposo encima de él, habría una deliciosa segunda ronda en el baño.

La casa estaba perfectamente arreglada, la comida estaba depositada a lo largo del centro de la mesa. Los elfos domésticos, por los que Hermione había retado en más de una ocasión a Harry, estaban vestidos pulcramente.

Los invitados conforme llegaron se fueron sentando cada uno frente a su pareja, luego de que todos estuvieran allí, la pareja principal hizo su aparición, ambos bajaron por las escaleras agarrados del brazo.

Draco golpeo con el hombro a Harry, quien agarro una copa de vino, y se levanto.

—Bueno, no soy nada bueno con las palabras—Murmuro con una risa nerviosa, ganándose una mirada venenosa por parte de sus dos suegros—Emm... Lo importante aquí es agradecerles por su presencia y...—Lucius gruño por lo bajo y puso los ojos en blanco.

Draco se levanto como un resorte—Lo que mi marido quiere decir, es que cada uno de ustedes es especial para nosotros... o al menos casi todos—murmuro viendo a Ron, quién le devolvió la mala mirada—Y queríamos agradecerles porque todos ustedes contribuyeron para que lo nuestro fuera posible.

Narcissa piso el pie de Lucius justo con la punta del tacón, para evitar que un comentario saliera donde no debía.

—No queremos hacerles esto largo y tedioso, disfruten la comida.

Molly, Narcissa, Andromeda y Remus se dedicaron a llenar de mimos a los pequeños, Lucius y Sirius encontraron la forma de entablar una conversación civilizada, mientras Arthur, Severus y Tonks hablaban de las disfuncionalidades del ministerio.

Pansy había podido llevarse de maravilla con Neville, su conocimiento en herbología le había dado para poder crear productos de belleza especialmente magníficos, así ambos se hicieron socios y construyeron una empresa. Blase por otra parte había descubierto lo delicioso de tener una platica con Hermione, quien sabía prácticamente de todo. Theo y Ron por otro lado descubrieron que ambos disfrutaban de la misma afición por el ajedrez mágico y podían pasar horas y horas jugando.

Draco sonrió al verlos a todos reunidos, había sido difícil, y había tomado mucho tiempo pero al final todo había valido la pena, las noche de insomnio, las dudas, los miedos, la incertidumbre, todo, y ahora después de la tormenta la calma hacía acto de presencia, aunque fuera metafóricamente, porque calma era lo último que habría en esa casa, después de todo, el pequeño James tendría hermanos antes de lo previsto.

De esa manera Draco tomo la mano de su marido quien hablaba muy animado con Dumbledore y McGonagall.

—Se los robare un momento—Murmuro.

— ¿Qué sucede Dragón?

—Gracias

— ¿Gracias?, ¿Por qué?

—Por amarme y no rendirte.

—Nunca me habría perdonado a mi mismo el rendirme contigo y quiero creer que aunque lo hubiese hecho, al final también habríamos acabado juntos.

—Yo también quiero creerlo, Harry—Se besaron lentamente, las palabras jamás serían suficientes para expresarse lo que sentía el uno por el otro—Te amo—aunque de vez en cuando era bueno intentarlo.

—También te amo.

Si dos personas están destinadas a estar juntas, se encontraran al final del camino aún tras mil tropezones

Notas finales: Lo siento tanto, la tenía planeada para este fin de semana, pero justo el viernes fue mi cumpleaños y no conté con que mi familia se mudara el fin de semana a mi casa y ayer no tuve tiempo pero ni para respirar. Espero que les guste y muchas gracias por leer hasta aquí.

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