Prov. Zero
Escuché mi celular sonar, lo busqué a tientas intentando no despertar a Ichiru, al encontrarlo lo tomé y sin revisar quien llamaba contesté.
-Buenos días Zero, espero no haberte despertado-saludó mi padre al otro lado del teléfono.
-Para nada ¿Qué se te ofrece?-respondí tallando mis ojos.
-Sé que dije que los visitaría el fin de mes pero se me presentó la oportunidad de ir hoy y pensaba aprovecharla, sólo si tu e Ichiru están de acuerdo.
-Me parece bien, las oportunidades nunca deben desaprovecharse-sonreí acariciando dulcemente el rostro de Ichiru.
-¡Perfecto! Los veré por la tarde, se despidió y colgó el teléfono.
-Vamos pequeño, papá vendrá y tenemos cosas que hacer antes de que llegue-lo besé en la frente.
Prov. Narradora.
Al notar que su esposo cortó la comunicación se alejó de la habitación y fue hacia la cocina, intentando ocultar que lo había escuchado.
-Voy a salir esta tarde, tengo algunos pendientes en el trabajo y los quiero terminar hoy.
-Por mi está bien, después de todo se trata de trabajo...-respondió incrédula mientras llevaba el desayuno a la mesa.
-¿Sigues molesta por lo que te dije?
-No sé de que hablas...
-¿No crees que ya va siendo hora de que "los perdones" y vuelvas a ser su madre?
-Acepté que se quedaran juntos y aclaré que no participaría en su vida-respondió la mujer con desprecio mientras comía.
-¡No te estoy pidiendo que participes! ¿Te has puesto a pensar que tal vez les haces falta? ¡Eres su madre después de todo!-reclamaba su esposo intentando convencerla-Olvídalo, como si fuera posible que cambiaras de opinión...
Terminaron de desayunar en silencio, uno bastante incómodo para ser precisos, cada uno sumido en sus propios pensamientos.
Siendo completamente sinceros la idea de hacer como si nada hubiera pasado rondaba su mente desde varios meses atrás pero su orgullo no le permitía aceptarlo fácilmente.
Prov. Ichiru
Miraba a Zero atentamente, se veía con mejor ánimo que los días anteriores y era evidente, supongo que mantenía la esperanza de que mamá viniera.
-¿En qué piensas?-tomó un mechón de mi cabello y lo colocó tras mi oreja para besarme dulcemente en los labios.
-En ti-lo abracé-Aunque llevo más de la mitad de mi vida haciéndolo así que ya es normal.
El timbre sonó y Zero fue a abrir la puerta, escuché su voz y la de papá que llegaba, me quité el delantal que traía puesto para ir a recibirlo.
-¡Hola papá!-le sonreí-¡Bienvenido!
-Gracias, espero no haber llegado en mal momento-señaló una prenda que permanecía tirada en el suelo.
Me sonrojé de inmediato, la recogí tan rápido como pude y la llevé al cesto de ropa sucia.
-¡Papá...!-reclamó Zero avergonzado.
-Sólo bromeaba, no se lo tomen tan en serio ni intenten darme explicaciones.
Nos sentamos en uno de los sillones y conversamos un rato,después fuimos al comedor y tras servir la comida seguimos conversando.
Prov. Zero
De un momento a otro papá guardó silencio y nos miró fijamente.
-¿Pasa algo?-le pregunté al verlo tan serio.
-Sólo recordaba, siempre se lo dije a su madre pero al parecer prefirió ignorarlo.
-¿Qué le dijiste?-preguntó Ichiru intrigado.
-Desde muy pequeños han sido inseparables, a donde va uno va el otro y en parte fue su madre la que lo provocó. Desde que nacieron les enseñó que debían estar juntos siempre sin importar lo que estuviera en contra... Es totalmente ilógico que esté molesta por algo que ella misma les inculcó.
-¿Tú y mamá sabían que esto podía pasar?
-Era casi inevitable, siendo siempre Zero y tú únicamente no podíamos esperar que no desarrollaran un lazo más fuerte que el de hermanos.
-Papá...-lo miré con tristeza-Perdón, no pensé que...
-Tranquilo, la verdad es que nunca estuve cien por ciento de acuerdo con la decisión que su madre tomó y en ese momento no dije nada pero ahora me doy cuenta de que fue un error.
Ichiru y yo lo miramos agradecidos, era reconfortante saber que al menos uno de nuestros padres nos entendía y se deshacía de todo prejuicio, pensando solamente en el hecho de que nos amábamos.
Prov. Ichiru
Después de un par de horas más, papá se despidió de nosotros. Dijo que debía volver antes de que mamá comenzara a preocuparse.
-Ya conocen a su madre, le encanta tratar a todos como si fuesen sus hijos...-rió ligeramente mientras salía de la casa.
-Gracias papá-me acerqué a abrazarlo-Vuelve cuando quieras.
-Nos veremos pronto-sacudió la mano a manera de despedida y subió al auto.
Me acerqué a Zero que estaba recargado en el marco de la puerta, lo abracé por la cintura y él correspondió.
-¿No te parece grandioso?-le dije con una sonrisa de satisfacción.
-¿A qué te refieres?-me preguntó viéndome dulcemente.
-Yo siempre pensé que papá estaba de acuerdo con lo que hizo mamá y que si nos apoyaba era sólo porque al fin de cuentas es nuestro padre y no podía dejarnos a nuestra suerte... Pero me di cuenta de que cree en nuestros sentimientos, sabe que no es un simple capricho.
-A mi también me hace feliz saber lo que pensó todo este tiempo, me hace pensar que nunca perdimos su apoyo-me besó dulcemente en la frente-Tal vez mamá lo acepte también en algún momento...
-Eso pasará antes de lo que te imaginas-le dije para tranquilizarlo mientras me aferraba más a él y entrabamos a casa.