Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mi vida junto a ti. por Yaoi lovers

[Reviews - 53]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡¡Hola a todos!! Aquí me tienen de nueva cuenta pasando a saludar y dejarles el nuevo capítulo, personalmente creo que es un poco dramático pero ya había dicho que Ihiru iba a sufrir un poco, aún así espero sea de su agrado.

Prov. Zero


Tres días habían pasado ya desde la partida de Luka pero Ichiru seguía devastado, desde ese momento se encerró en la habitación y se acostó en la cama a llorar. Sus ojos perdieron ese brillo tan característico, su sonrisa no había vuelto a aparecer, apenas probaba alimento y no hacía más que llorar abrazando con fuerza el dibujo que Luka nos regaló antes de despedirse.


Como las mañanas anteriores entré a la recámara con Sakurai, quien también se veía triste y no había salido ni un solo día pues se quedaba a hacerle compañía a Ichiru, llevaba el desayuno esperando que se encontrara de mejor ánimo y esa vez lo comiera por completo; si seguía así enfermaría rápidamente y no sabría que hacer.


-Buenos días cariño…-me acerqué a la cama y Sakurai subió a ella-¿Te sientes mejor?-acaricié su mejilla que aun estaba húmeda por las lágrimas, el gato se restregó contra su rostro y la respuesta que Ichiru dio fue una lágrima que rodó por su mejilla hasta llegar a su pecho-Es hora del desayuno, traje esto, espero que te guste…-tomé el plato con comida y se lo extendí.


-Gracias, pero no tengo hambre…-respondió de manera apagada y con la voz quebrada-Tengo mucho sueño, estoy cansado… Quiero estar sólo-se cubrió con la manta hasta el rostro-Cierra la puerta cuando salgas por favor-aún recostado abrazó sus rodillas; Sakurai maulló ligeramente, frotó su cabeza contra su espalda y se recostó a sus pies.


-De acuerdo… Supongo que después de todo necesitas descansar-le respondí mientras miraba con tristeza su cuerpo sobre la cama-Si necesitas algo más llámame-caminé hacia la puerta.


-Nadie puede darme lo que necesito…-le oí susurrar amargamente antes de cerrar la puerta.


Golpeé con impotencia la pared, me deslicé sobre ella hasta quedar sentado sobre el suelo a un lado de la recámara. Apoyé mi frente sobre las rodillas y me tomé de la nuca repitiéndome una y otra vez que esto no debía pasar mientras recordaba la situación en la que Ichiru su encontraba, y contra la que no podía hacer nada, para después sacudir mi cabello con desesperación.


Varias lágrimas de coraje brotaron de mis ojos, me sentí impotente pues Ichiru tenía razón, no podía darle lo que necesitaba, si tan sólo… Si tan sólo hubiera una forma de regresarle la razón de su felicidad durante las últimas semanas todo volvería a la normalidad y no tendría más de que preocuparme.


Estos pensamientos invadían mi mente cuando sentí la vibración del celular dentro del bolsillo de mi pantalón. Lo saqué rápidamente y sin revisar el número del que recibía la llamada contesté.


-¿¡Dónde te has metido!?-me reclamó la voz de Yuuki al otro lado de la línea-¡Tengo tres días esperando tu llamada! Con o que me contaste me dejaste preocupada y esperaba que llamaras desde el fin de semana para saber que pasa ¿Pasó algo malo o por qué es que ni siquiera te tomaste cinco minutos para llamarme?-me preguntó un poco más tranquila intentando suavizar su voz.


-No estoy de humor para recibir regaños Yuuki…-le respondí apretando mis sienes-Han sido días difíciles y apenas he tenido ánimos para respirar, estuve bastante ocupado y no tenía tiempo ni para pensar en mi y mucho menos para recordar que quedé de llamarte el fin de semana.


-Disculpa Zero…-susurró arrepentida-Estaba demasiado preocupada y no recibir tu llamada sólo me desesperó más, no era mi intención regañarte y mucho menos hacerte sentir peor-guardó silencio por unos segundos-Sé que la pregunta sobra pero ¿Se fue cierto? ¿Es eso lo que te tiene tan ocupado verdad?-continuó con mayor preocupación y un toque de tristeza.


-No puedo Yuuki… Ya no puedo… ¡Nada de lo que hago lo ayuda! No ha vuelto a sonreír, lo único que puede hacer es llorar, no quiere estar con nadie, no come, no duerme… Sabía que esto pasaría y ni siquiera intenté hacerle entender que si algo así sucedía tendría que ser fuerte…


-No es tu culpa Zero, no podías hacer nada para evitar que se fuera, y tampoco debes pensar que si se lo hubieras dicho estaría mejor-intentó reconfortarme-No sabes lo que hubiera pasado, hiciste lo que creíste conveniente y ahora tendrás que esperar. Deja de sentirte culpable, si Ichiru te ve así va a sentirse peor y terminarán en un círculo vicioso… Piénsalo bien y cuando hayas tomado una decisión llámame. Nos vemos después-se despidió y cortó la comunicación.


Me limité a guardar el teléfono y abracé mis rodillas. No estaba en condiciones para pensar con claridad y mucho menos para tomar una decisión, me dolía la cabeza y no paraba de culparme por el sufrimiento de Ichiru. Lo único que quería era creer que esto no era real, que sólo era una pesadilla, que de un momento a otro despertaría y todo volvería a ser como antes…


 


Prov. Narradora


Esa mañana la mamá de los gemelos se encontraba en la cocina bebiendo una taza de té intentando calmar su ansiedad. Su esposo no se encontraba pues había realizado un viaje por su trabajo y aún no regresaba. Había querido llamarle pues desde el fin de semana tenía un sentimiento de preocupación y no podía dejar de pensar que era porque algo les ocurría a sus hijos pero, para desgracia suya, desconocía el número telefónico de los gemelos, al igual que su dirección, y no podía hacer nada para contactarlos más que esperar el regreso de su esposo.


Cuando por fin se decidió a llamarlo para pedir el teléfono de sus hijos y poder disipar de una vez por todas esa angustia, él llegó a la casa, saludó desde la entrada y estaba por cerrar la puerta cuando la mujer corrió hacia él aliviada y lo abrazó con efusividad.


-Menos mal que llegaste…-le dijo con alivio-Estaba tan preocupada que no he podido dormir todo el fin de semana-lo miró con algunas lágrimas de emoción brotando por sus ojos.


-Vaya recibimiento…-el mayor correspondió el abrazo y le sonrió-No esperaba tanta emoción de tu parte, fue sólo un fin de semana y no creí que pudiera afectarte. Ya había salido antes, incluso más tiempo, no había razón para preocuparse-acarició con dulzura la mejilla de su esposa-¿Qué es lo que tanto te preocupa?


-¿Eh…? Bueno… Es sólo un mal presentimiento…-titubeó pues su orgullo le impedía decir que estaba preocupada por sus hijos-Pensé que tal vez algo andaba mal y como no había tenido noticias tuyas no dejaba de pensar que algo pudo haberte pasado-mintió-Seguro sólo fue mi imaginación, eso debe ser…-se recargó en el pecho del mayor con miles de sentimientos contenidos.


-Ahora que lo mencionas… Mientras estuve fuera no recibí noticias de Zero e Ichiru ¿Tendrá que ver con la cobertura?-sin soltar a la mujer sacó el celular de su bolsillo-Parece que no hay llamadas ni mensajes suyos… Discúlpame un segundo-se separó de ella-Haré una llamada rápida y regresaré contigo-sin más caminó a la recámara, dejando aún más confundida a su esposa. Ella caminó tras él a la habitación y se quedó fuera esperando poder escuchar la conversación entre su esposo y alguno de sus hijos-¡Zero! Disculpa por no llamarles antes, tuve que salir por el trabajo y no se me presentó la oportunidad de contactarlos pero…-guardó silencio por unos segundos-¿Qué pasa? ¿Está todo bien?-preguntó con preocupación; después de varios minutos en completo silencio, que causaron angustia en su esposa, retomó la conversación-¿Tan mal resultó? Me parece increíble, simplemente no puedo entenderlo… Deja que termine este día y sino hay mejora llámame e iré a ver si puedo ayudarte en algo ¿De acuerdo? E intenta tranquilizarte por favor, si los dos entran en crisis nada se podrá resolver…-cortó la comunicación.


Pesadamente tomó asiento sobre la cama, revolvió su cabello con desesperación y dio un largo y profundo suspiro. Ante tal acción la mujer no pudo soportar más y entró sin decir nada, se sentó a su lado y habló.


-¿Todo bien cariño?-se acercó a su rostro y frotó su espalda-Pareces preocupado.


-Hm… Supongo que sí, es sólo que no puedo creerlo…-se recargó en el hombro de su esposa-Todo parecía ir bien, ambos estaban felices y su relación marchaba igual que siempre y ahora… Todo se derrumbó. Ichiru lleva días encerrado en la habitación y no hace más que llorar, no come, no sale, no quiere hablar con nadie… Sé que no quieres intervenir y tampoco te pediré que hables con él o que vayas a verlo pero… Pero…


-Él estará bien querido-la mujer lo abrazó y apoyo su frente sobre la del mayor-Es fuerte a pesar de todo, siempre ha sido así-esbozó una media sonrisa-Sin importar lo difícil que sea la situación sale bien librado de ella, nos lo ha demostrado muchas veces-acarició el rostro de su esposo-Además tiene a Zero, es lo único que ha necesitado desde pequeño para salir adelante… No importa qué, mientras él esté a su lado no necesita nada más…-susurró con melancolía mientras una pequeña lágrima rodaba por su rostro.


 


Prov. Ichiru


No sé cuantos días llevaba ya encerrado en la recámara llorando, no tenía ni idea de la hora ni del día en que nos encontrábamos; estaba sumido en mi tristeza y nada más me importaba, desde que Luka partió no había tenido ganas de nada: no comía, no dormía, no hablaba con nadie… Ni la compañía de Zero o Sakurai lograba animarme, simplemente quería estar solo y olvidar lo que había pasado.


Una vez mas el llanto había podido más que yo, acabó con la poca energía que aún me quedaba y me hizo caer rendido. Pasaba gran parte del día durmiendo pero no descansaba, era como si solamente me desconectara un rato del mundo para después volver a enfrentarme a mi cruel realidad.


Sabía que no me hacía bien estar solo pero eso no me importó y de todas formas le pedía a Zero que saliera de la habitación, lo que menos quería era lastimarlo pero sentía que al tenerlo junto a mi lo dañaría más que si lo alejaba y por eso evitaba tanto como me fuera posible estar con él.


Nuevamente desperté y vi que Zero había entrado a la habitación, al principio pensé que era para llevarme la cena o intentar convencerme de salir o tomar una ducha pero lo único que hizo fue sentarse a mi lado y acariciar mi rostro mientras me miraba con tristeza.


-Perdóname Ichiru…-susurró recostándose frente a mi-No quería que esto pasara, intenté tanto como pude evitarte este sufrimiento pero no funcionó… Sólo quería hacerte feliz, compartir tu alegría y verte sonreír a cada momento pero fracasé-varias lágrimas brotaron de sus ojos-Lo lamento…-me abrazó con fuera.


-Z… Zero…-correspondí su abrazo lentamente-No hay nada que perdonar, haz dado lo mejor de ti y esto no es tu culpa, es sólo que…


-No digas más-se recargo en mi pecho-Sólo abrázame, déjame sentirte junto a mí-mi pecho comenzó a humedecerse por sus lágrimas.


Lo abracé con más fuerza, no podía creer todo el daño que le estaba haciendo. Esto no podía seguir así, debía detenerlo de una vez por todas.

Notas finales:

Pues bueno, aquí el siguiente capítulo, espero haya sido de su agrado.

Nos vemos la próxima actualización


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).