Prov. Ichiru
Zero llevaba varios días actuando distante conmigo, quisiera o no aceptarlo me dolía que actuara así y ni siquiera encontraba la manera de decirselo. No consigo entender que es lo que tiene, he intentado preguntárselo pero por más que lo intenté él inventaba una excusa para no decirmelo.
Estaba desesperado, no soportaba más tiempo así y no encontraba la forma de solucionarlo. Debía enfrentar de una vez por todas a Zero aún si parecía difícil y sólo esperaba el momento adecuado. Me tumbé sobre la cama con la cabeza colgando de ella.
-¿Qué crees que lo tenga así?-le pregunté a Sakurai que recién se levantaba-¡Me evita! ¿Por qué hace eso...?-se acercó hacia mi y frotó su cabeza contra la mía-¡Ya sé, ya sé! Intento no preocuparme pero no puedo evitarlo, sabes como es y nunca lo había hecho. ¿Seguirá molesto por lo el otro día?-él maulló-No pensé que se molestara, creí que eso ayudaría a solucionar las cosas.
Zero entró en la habitación, estaba secando su cabello y se dirigió hacia el ropero para sacar su ropa. Una vez que la tuvo fuera la puso sobre la cama, me hice a un lado y se sentó junto a mi.
-Zero...-me mantuve en la misma posición y él me miró extrañado-¿Hice algo que te molestara o estás enojado conmigo?-le pregunté intrigado.
-No-me sonrió divertido y acarició mi rostro-No has hecho nada queme moleste y mucho menos estoy enojado contigo... ¿Por qué lo preguntas?
-Bueno...-me acomodé en su regazo-Hace unos días parecías molesto por lo que hice y desde ese momento siento que eres diferente conmigo... Tal vez estoy exagerando pero no dejo de pensar que me evitas. Ya no me abrazas mientras dormimos, no me besas al despertar, parece que ya ni me ves igual-le respondí con tristeza.
-¿Y eso te hace pensar que te evito?-me preguntó enredando sus dedos en mi cabello-Es cierto que no te he abrazado y que no te beso al despertar pero viendote igual y no te evito-me aseguró-De verdad estás exagerando las cosas. Y tampoco soy indiferente... Sí me molestó lo que hiciste pero es algo que pasó, sería inútil guardar resentimientos por eso ¿No crees?
-¿Entonces por qué dejaste de hacerlo? Extraño tus besos, tus caricias; no vamos más allá de un beso en la mejilla o el roce de tus dedos sobre mi piel y lo siento extraño-me puse frente a él y coloqué mis rodillas a los costados de su cadera-Te necesito...-lo miré de forma suplicante y tras cerrar mis ojos posé mis labios sobre los suyos.
Prov. Zero
Poco a poco fui correspondiendo su beso, en el fondo estaba consciente de que me sentía igual que él; también me sentía extraño por todas esas cosas que dejé de hacer y tenía la sensación de que algo me faltaba. Lentamente Ichiru rodeó mi cuello con sus brazos intentando profundizar el beso, casi por instinto lo tomé de la cadera y pegué su cuerpo al mío tanto como me era posible.
De un momento a otro tomé el control de la situación, cambié nuestras posiciones y lo recosté sobre la cama quedando sobre él. Nos separamos y aún tenía la sensación de sus labios sobre los míos. Él estaba totalmente sonrojado y la boca entre abierta intentando recuperar el aire perdido, su pecho subía y bajaba rápidamente; me causó mucha ternura y acaricié su rostro.
-¡Z...Zero...!-se enderezó hasta quedar sentado-¿Estás seguro de que...?-puse un dedo sobre sus labios evitando que continuara-Sólo quiero que me digas...-volví a recostarlo sobre la cama-Escúchame por favor-pidió de manera casi suplicante.
No presté atención a sus palabras y comencé a besar su cuello, él jadeaba ligeramente y su cuerpo se estremecía bajo el mío. Su respiración era agitada al igual que su ritmo cardiaco, también sentí como su miembro empezaba a despertar así que deslicé mi mano entre nuestros cuerpos y con un ligero movimiento empecé a acariciarlo.
El deseo de poseerlo comenzaba a apoderarse de mí y al no encontrar resitencia de su parte no había nada que me detuviera. Bajé poco a poco el pantalón que traía puesto y con la yema de mis dedos dibujé el hueso de su cadera, provocando que Ichiru mordiera su labio inferior y liberara un ligero gemido.
Estaba a punto de continuar cuando las palabras que me había dicho días antes regresaron a mi mente: "Quiero un hijo y no importa lo que tenga que hacer para tenerlo". Me detuve en seco, esas palabras me aterrorizaban pues temía que su plan ya estuviera en marcha y que el no poderme controlar me llevara a seguirlo.
Él me miró confundido, no esperaba una pausa tan repentina y era evidente por su expresión. Rápidamente me levanté de la cama y me alejé de él, de seguro mi rostro expresaba angustia pues de cierto modo me sentía culpable por lo que estaba haciendo. Me acomodé la ropa velozmente y me dispuse a salir de la recámara.
-¡Espera, Zero!-intentó detenerme-¿Por qué me dejas asi de nuevo...?-se levantó de la cama-No es la primera vez que estamos así y no tienes porqué reaccionar de esa manera... Pude darme cuenta de que lo deseas tanto como yo y...
-¡No es por eso!-me apresuré a decir-Es tarde y Sakurai no ha desayunado. En este momento hay cosas más importantes que hacer y no pasará nada si lo dejamos para otra ocasión. Simplemente resolvamos lo urgente y después vemos lo demás-sin decir más salí de la habitación acompañado de Sakurai.
Llegamos hasta la cocina y él comenzó a ronronear mientras se frotaba contra mi pierna. Saqué el plato y la lata con comida, vacié el contenido en él y lo puse junto a Sakurai quien de inmediato empezó a comer.
-Lamento que vieras eso-le dije y acaricié su cabeza-Me dejo llevar por un momento y estuve a punto de no detenerme... Lo curioso es que esa simple frase hizo que no pudiera continuar... ¡Sé sincero!-sentencié-¿Por qué crees que el temor a tener un hijo me impida acercarme a Ichiru?-el gato siguió comiendo sin prestarme atención-Ah... ¡De acuerdo! Le preguntaré a alguien más...
Prov. Ichiru
Me mantuve sentado sobre la cama, aún sentía los labios de Zero sobre mi cuello y sus manos recorrer mi piel, y sobre todo, aun tenía esa sensación de que Zero me estaba evitando.
-¿Por qué dice que no lo hace?-me pregunté-No puede negar que deseaba continuar tanto como yo ¿Por qué no simplemente continuó como en tantas otras ocasiones?
Me levanté de la cama, acomodé mi ropa y salí de la habitación. Caminé hacia la cocina y Zero estaba ahí sentado frente a Sakurai viéndolo comer. Me acerqué a ellos, me recargué en su espalda y froté mi rostro contra su cabello; él acarició mi mejilla y se levantó de la silla.
-¿Qué quieres para desayunar?-me preguntó abriendo el refrigerador-Si tienes algo pensado dímelo y lo prepararé o si lo prefieres podemos prepararlo juntos-volteó a verme-¿Qué dices? ¿Hay algo que quieras en partiular?-me sonrió.
-Pues...-caminé lentamente hacia él-Hay algo que quiero pero presiento que no aceptarás-me coloqué frente a él y rodeé su cuello con mis brazos-Claro, si dices que harás lo que sea sin importar de que se trate te lo diré-susurré a su oído.
-Imagino de que se trata pero te dije que primero debíamos solucionar lo que es urgente y después ya veremos-se soltó de mi agarre-Y ya que no te apetece nada en particular decidiré que preparar.
-¿Y así dices que no me evitas?-me crucé de brazos e hice un pequeño puchero-Dime de una vez por todas que te tiene así. En cualquier otro momento me hubieras abrazado y después...-me sonrojé por unos instantes al darme cuenta de lo que estaba a punto de decir-Bueno, ya sabes que habría pasado.
-No insistas más por favor Ichiru, ya te dije que no te estoy evitando, simplemente no estoy de humor para eso; no se trata de ti-sacó varias cosas del rerigerador-Estás malinterpretando todo, ya no sigas con eso.
-¡No estoy malinterpretando nada!-le dije molesto-Insistes en que todo está bien pero estoy seguro de que no te has dado cuenta de algo-me miró confundido-Aparte de todo lo que ya te dije que has dejado de hacer ya no me has llamado cariño; todo es: "Ichiru, no hagas eso" o "Ichiru, no insistas" o "Ichiru, ya deja eso" ¿Sigues pensando que todo está bien? Con lo que dices pareces más mi madre que mi pareja.
Zero me miró sorprendido y no dijo ni una sola palabra, al parecer ni él mismo se había dado cuenta de eso y saber que yo sí lo dejo sin argumentos para defenderse. Agachó la cabeza y miró hacia el suelo, ahora era yo quien estaba sorprendido pues nunca lo había visto así.
-Además, dices no estar de humor pero hace rato parecías bastante seguro de querer continuar. Deja de mentir, puedo darme cuenta de cuando lo haces y por más que lo intentes no me vas a convener ¡Por favor Zero! Eres lo más importante para mí y sería capaz de cambiar todo porque vuelvas a la normalidad.
-Necesito unas cosas para preparar el desayuno, pensé que tenía todo lo necesario pero tendré que hacer unas compras-me dijo indiferente-¿Quieres que traiga de la tienda algo para ti o Sakurai?
-¡Zero...!-le reproché-Cuando menos escucha lo que te digo y finje que te interesa. Te necesito-lo abracé por el cuello y lo besé.
-No tardaré, ya regreso-se separó de mi y sin decir más salió de la casa.
Sakurai se acercó a mi y se restrego contra mi pierna; me agaché a acariciarlo y él parecía preocupado, le sonreí para tranquilizarlo y lo cargué, maulló suavemente y me ronroneó como si intentara consolarme.
-No te preocupes por esto-le dije-Conoco a Zero y sé que no tarda en llegar a su límite-me miró como si estuviera conundio-Sólo le daré un pqueño empujoncito, o hay de que preocuparse-maulló-No puede aceptar la situación, estás confundido... Le será de ayuda, de verdad-le aseguré.