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Mi vida junto a ti. por Yaoi lovers

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Notas del capitulo:

¡¡Muy buenas noches querios lectores!! Ya estoy de nuevo por aquí... Primero que nada quiero agradecerle a todos por tomarse el tiempo para leer y además agradecer a quienes me dejaron su opinión, en verdad se los agradezco mucho, no saben como me moiva saber que la historia sigue siendo de su agrado.

Perdón porque otra vez estoy desahogando todos mis traumas y frustraciones con ustedes(?), prometo que intentaré no saturarlos tanto con eso y mejor los dejaré leer... 

Prov. Ichiru


Los rayos del sol que eran más intensos comenzaron a entrar por la ventana y fueron a dar directamente sobre mis ojos, iba a intentar cubrirme de ellos cuando me di cuenta de que algo me lo impedía: Zero estaba abrazando a mi con su rostro clavado en mi espalda y su cuerpo pegado al mío.


Intenté moverme y liberé un pequeño quejido pues algo, además de los brazos de Zero, me impedía darme la vuelta, además el también se quejó y se aferró más a mí. Sakurai se acercó a la orilla de la cama y tras escalar sobre ella frotó su cabeza contra mi rostro y maulló intentando hacer que me levantara.


-Espera Sakurai, ni siquiera puedo moverme...-susurré muy bajo pues aún estaba adormilado-Zero... Quiere comer, déjame levantarme-dije intentando separarme de él-Vamos, también debemos desayunar...


-Sólo cinco minutos más-susurró hundiendo más su rostro y abrazándome más fuerte-No debe ser tan tarde, además aún estoy cansado y no quiero levantarme. Cuando me de hambre me levantaré.


-Espera, Zero-intenté alejarlo de mi-Estás clavando tu rostro en mí-me quejé.


-De acuerdo-me reclamó-Pero promete que regresarás-deshizo el abrazo y salió de mi pues al parecer caímos dormidos y permanecimos así-No tardes ¿Sí?


-Sólo voy a...-intenté levantarme pero nuevamente el dolor en la espalda baja se presentó y evito que me levantara-¡Maldición...! No otra vez...-susurré y hundí mi rostro en la almohada-Aunque no quieras tendrás que levantarte, Sakurai quiere desayunar y no estoy en condiciones de levantarme.


-¿De qué hablas?-volteo a verme-No me digas que volvió a pasar... ¡Perfecto!-se levantó de la cama-Andando Sakurai, Ichiru está indispuesto y dado que tiene tanta hambre no tenemos otra opción más que ir solos. Dejemos que descanse otro poco, al parecer quedó agotado después de lo de anoche-rió ligeramente.


-¡Fue culpa tuya!-le reclamé avergonzado-Insististe en continuar y no pude decirte que no... Deja de burlarte de mí y mejor trae algo para que el dolor se me quite, no quiero tener que pasar el resto del día en la cama por no poder moverme.


-¿Mi culpa? ¡Ni siquiera intentaste resistirte! También decidiste continuar, pero está bien, haré lo que me pides-se acercó a mí y me besó en la mejilla-Y no sé porqué te preocupa la hora, son casi las tres de la tarde y no queda mucho de este día... Tal vez o debimos pasar la noche sin dormir...


-¡Deja de repetirlo! ¡Maldición, Zero...! Haz de una vez lo que te pedí y ya no te burles de esto, eres tan responsable como yo-le reproché sin siquiera verlo.


-Sí, sí... ¡Ya sé...!-suspiró pesadamente-Tampoco necesito el regaño, sé perfectamente lo que hice. Vamos Sakurai-acarició la cabeza del gato y caminó a la entrada de la habitación.


-Sé que fue intenso pero no pensé que fuera para tanto-susurré con el rostro hundido en la almohada-Aunque valió la pena, lo compensó bastante...-una sonrisa se dibujo en mi rostro al recordar la noche anterior.


 


Prov. Zero


-Creo que si nos sobrepasamos...-le dije a Sakurai mientras vaciaba la comida en su plato-Incluso yo lo estoy resintiendo un poco pero sinceramente no me arrepiento, fue tan placentero...-él maulló cuando dejé el plato a su lado.


Lo observé mientras comía y fue hasta ese momento que me di cuenta de era muy tarde y, como recién íbamos despertando, tampoco habíamos comido nada desde el día anterior y después de tanta "actividad" era mejor que preparara algo.


-¿Qué crees que quiera Ichiru?-me recargué en la mesa pensativo-Y aún tengo que buscar el analgésico y ni siquiera estoy seguro de que tenga alguno guardado... No había vuelto a pasar desde la primera vez y...-miré al gato quien ni siquiera escuchaba lo que decía-Le llevaré un poco de cereal y el analgésico y después pensaré que más preparar.


Saqué un plato de la alacena y puse cereal en su interior, saqué la leche el refrigerador y después una cuchara; lo puse todo sobre una charola y fui a buscar el botiquín de primeros auxilios algo que disminuyera el dolor de Ichiru.


En cuanto tuve todo listo, puse un vaso de agua y la caja de la pastillas en la charola junto al cereal y con la compañía de Sakurai regresé a la habitación para ver como seguía Ichiru.


-Tardaste demasiado-reprochó al escucharme entrar-Sólo tenías que alimentar a Sakurai y buscar algo para mi dolor ¿Por qué tardaste tanto?-el gato subió a la cama y se restregó contra él quien seguía acostado boca abajo.


-No tardé tanto, y además de eso estuve pensando que preparar para el ¿Desayuno?-miré el reloj-Mejor deja de quejarte y toma la pastilla que traje y el cereal mientras se me ocurre que preparar-me acerqué a él con la charola en las manos.


-No me pidas tanto esfuerzo-giró su rostro y me miró fijamente-Llegar a esta posición me costó muchísimo y es la única en la que puedo estar sin sentir tanto dolor-me miró con ternura.


 


Prov. Ichiru


Zero rió ligeramente y me besó dulcemente en los labios, lo miré confundido pues no entendía la razón que había para que reaccionara así; le pregunté la razón y una vez más volvió a reír y acarició mi mejilla.


-Sólo estaba recordando, ya pasamos antes por esto y supongo que lo recuerdas...-me miró con ternura y frotó su nariz contra la mía-Ese día me abrazaste y me pediste volviera a decir que te amo-tomó mi mano y entrelazó mis dedos con los suyos-Desde ese día no has necesitado pedir que te lo repita... Te amo Ichiru-me besó de nuevo y frotó su rostro contra el mío.


-También te amo Zero-le sonreí y lo abracé-Y esto resultó igual ¿Y si dejamos el cereal para después y mejor te quedas un rato junto a mí?-hice un gran esfuerzo y logré recorrerme un poco-Ven y abrázame, después haremos lo que quieras ¿Sí?


-En este momento principalmente quiero que comas algo-apiló varias almohadas y se recostó a mi lado-Coime aunque sea un poco, es bastante tarde-me recargué en su pecho y lo abracé-Si te ayudo ¿Comerás?-me preguntó viéndome a los ojos.


-Tal vez-le respondí de manera inocente-Nada pierdes con probar-abrí la boca-Prueba y a ver que resulta-le guiñé un ojo y volví a mi posición anterior con la diferencia de que esta vez cerré los ojos.


Escuché como vertía leche en el cereal y como tomaba un poco con la cuchara dispuesto a dármelo, en cuanto sentí la cuchara cerca de mi boca la cerré y giré la cabeza para evitar que lo hiciera.


Zero me reclamó por eso y yo solamente le respondí que tendría que hacer un gran esfuerzo para lograrlo.


-¿Así lo quieres entonces?-me preguntó en tono retador-De acuerdo, lo haremos a tu modo pero te aseguro que no me vas a vencer-me aseguró dispuesto a tomar otra cucharada de cereal para que la comiera.


Repitió la misma acción varias veces; en la quinta ocasión tardó más en hacerlo, iba a abrir los ojos cuando sentí sus labios sobre los míos, apenas los tocaba y parecía que se había deshecho de la idea de darme el cereal.


-¿Qué pasa, Zero...?-intenté preguntar pero al separar mis labios aprovechó la oportunidad para infiltrar su lengua en mi boca y comenzó a explorarla.


Poco a poco fui correspondiendo su beso; algo había en los labios de Zero que me hacía ceder de inmediato, simplemente no podía resistirme al sabor de sus besos y cada que me besaba era igual.


Rodeé su cuello con mis brazos y profundicé el beso; mi lengua y la suya habían comenzado a jugar, me tomó por la cintura sin dejar de besarme e introdujo una de sus manos bajo mi ropa y acarició mi abdomen.


-¿Así que no accedes a comer pero si se trata de mí no te niegas?-susurró aún sobre mis labios-Aún no te repones de lo de hace rato y ya vas a comenzar de nuevo ¡Vaya que eres un caprichoso y sabes bien lo que quieres!-se separó de mi tras volver a besarme y relamió sus labios.


-¡Ay, Zero!-oculté mi rostro sonrojado en su pecho-No es mi culpa ser tan débil ante ti ¡Y ni siquiera había pensado en eso!-levanté mi rostro-Ya no juegues conmigo de esa forma porque sabes bien como terminará.


-Toma tu pastilla-me besó en la punta de la nariz y sonrió extendiéndome la caja de pastillas y el vaso de agua-Una vez que el dolor haya pasado podemos continuar si quieres-me guiñó un ojo.


-Ya te dije que no era eso lo que estaba pensando-acepté el vaso y las pastillas-Eres quien siempre piensas en cosas pervertidas e intentas culparme-la tomé-Y no es mi culpa que tus labios tengan mejor sabor que el cereal-le dije y me sonrojé-Si prometes que tras cada cucharada recibiré un beso tuyo podría acabarme una caja de cereal completa hoy mismo.


-¿Eso quieres? ¡Sí que juegas sucio!-pellizcó suavemente mis mejillas-Claro que yo no tengo problemas con eso y si es necesario que lo haga para que comas lo haré, pero antes mereces un castigo por lo que hiciste-susurró a mi oído y bajó hacia mi cuello, lugar que besó apasionadamente.


-Z... Zero...-me aferré a la cama-¿Qué vas a...?-sentí una pequeña mordida.


-Creo que con eso es suficiente-besó mi oreja-La próxima vez que lo hagas el castigo será mayor-me miró con lujuria-Tu decides si quieres si siendo un niño malo...


Lo besé dulcemente en los labios y lo abracé, estos simplemente eran los momentos que más me gustaba atesorar: aquellos en los que podía estar tan cerca de él y sentir las calidez de su cuerpo junto al mío.

Notas finales:

Pues bueno, aquí termina el apítulo, espero haya sido de su agrado.

Nos vemos en el próximo capítulo.


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