Prov. Ichiru
Los rayos del sol que eran más intensos comenzaron a entrar por la ventana y fueron a dar directamente sobre mis ojos, iba a intentar cubrirme de ellos cuando me di cuenta de que algo me lo impedía: Zero estaba abrazando a mi con su rostro clavado en mi espalda y su cuerpo pegado al mío.
Intenté moverme y liberé un pequeño quejido pues algo, además de los brazos de Zero, me impedía darme la vuelta, además el también se quejó y se aferró más a mí. Sakurai se acercó a la orilla de la cama y tras escalar sobre ella frotó su cabeza contra mi rostro y maulló intentando hacer que me levantara.
-Espera Sakurai, ni siquiera puedo moverme...-susurré muy bajo pues aún estaba adormilado-Zero... Quiere comer, déjame levantarme-dije intentando separarme de él-Vamos, también debemos desayunar...
-Sólo cinco minutos más-susurró hundiendo más su rostro y abrazándome más fuerte-No debe ser tan tarde, además aún estoy cansado y no quiero levantarme. Cuando me de hambre me levantaré.
-Espera, Zero-intenté alejarlo de mi-Estás clavando tu rostro en mí-me quejé.
-De acuerdo-me reclamó-Pero promete que regresarás-deshizo el abrazo y salió de mi pues al parecer caímos dormidos y permanecimos así-No tardes ¿Sí?
-Sólo voy a...-intenté levantarme pero nuevamente el dolor en la espalda baja se presentó y evito que me levantara-¡Maldición...! No otra vez...-susurré y hundí mi rostro en la almohada-Aunque no quieras tendrás que levantarte, Sakurai quiere desayunar y no estoy en condiciones de levantarme.
-¿De qué hablas?-volteo a verme-No me digas que volvió a pasar... ¡Perfecto!-se levantó de la cama-Andando Sakurai, Ichiru está indispuesto y dado que tiene tanta hambre no tenemos otra opción más que ir solos. Dejemos que descanse otro poco, al parecer quedó agotado después de lo de anoche-rió ligeramente.
-¡Fue culpa tuya!-le reclamé avergonzado-Insististe en continuar y no pude decirte que no... Deja de burlarte de mí y mejor trae algo para que el dolor se me quite, no quiero tener que pasar el resto del día en la cama por no poder moverme.
-¿Mi culpa? ¡Ni siquiera intentaste resistirte! También decidiste continuar, pero está bien, haré lo que me pides-se acercó a mí y me besó en la mejilla-Y no sé porqué te preocupa la hora, son casi las tres de la tarde y no queda mucho de este día... Tal vez o debimos pasar la noche sin dormir...
-¡Deja de repetirlo! ¡Maldición, Zero...! Haz de una vez lo que te pedí y ya no te burles de esto, eres tan responsable como yo-le reproché sin siquiera verlo.
-Sí, sí... ¡Ya sé...!-suspiró pesadamente-Tampoco necesito el regaño, sé perfectamente lo que hice. Vamos Sakurai-acarició la cabeza del gato y caminó a la entrada de la habitación.
-Sé que fue intenso pero no pensé que fuera para tanto-susurré con el rostro hundido en la almohada-Aunque valió la pena, lo compensó bastante...-una sonrisa se dibujo en mi rostro al recordar la noche anterior.
Prov. Zero
-Creo que si nos sobrepasamos...-le dije a Sakurai mientras vaciaba la comida en su plato-Incluso yo lo estoy resintiendo un poco pero sinceramente no me arrepiento, fue tan placentero...-él maulló cuando dejé el plato a su lado.
Lo observé mientras comía y fue hasta ese momento que me di cuenta de era muy tarde y, como recién íbamos despertando, tampoco habíamos comido nada desde el día anterior y después de tanta "actividad" era mejor que preparara algo.
-¿Qué crees que quiera Ichiru?-me recargué en la mesa pensativo-Y aún tengo que buscar el analgésico y ni siquiera estoy seguro de que tenga alguno guardado... No había vuelto a pasar desde la primera vez y...-miré al gato quien ni siquiera escuchaba lo que decía-Le llevaré un poco de cereal y el analgésico y después pensaré que más preparar.
Saqué un plato de la alacena y puse cereal en su interior, saqué la leche el refrigerador y después una cuchara; lo puse todo sobre una charola y fui a buscar el botiquín de primeros auxilios algo que disminuyera el dolor de Ichiru.
En cuanto tuve todo listo, puse un vaso de agua y la caja de la pastillas en la charola junto al cereal y con la compañía de Sakurai regresé a la habitación para ver como seguía Ichiru.
-Tardaste demasiado-reprochó al escucharme entrar-Sólo tenías que alimentar a Sakurai y buscar algo para mi dolor ¿Por qué tardaste tanto?-el gato subió a la cama y se restregó contra él quien seguía acostado boca abajo.
-No tardé tanto, y además de eso estuve pensando que preparar para el ¿Desayuno?-miré el reloj-Mejor deja de quejarte y toma la pastilla que traje y el cereal mientras se me ocurre que preparar-me acerqué a él con la charola en las manos.
-No me pidas tanto esfuerzo-giró su rostro y me miró fijamente-Llegar a esta posición me costó muchísimo y es la única en la que puedo estar sin sentir tanto dolor-me miró con ternura.
Prov. Ichiru
Zero rió ligeramente y me besó dulcemente en los labios, lo miré confundido pues no entendía la razón que había para que reaccionara así; le pregunté la razón y una vez más volvió a reír y acarició mi mejilla.
-Sólo estaba recordando, ya pasamos antes por esto y supongo que lo recuerdas...-me miró con ternura y frotó su nariz contra la mía-Ese día me abrazaste y me pediste volviera a decir que te amo-tomó mi mano y entrelazó mis dedos con los suyos-Desde ese día no has necesitado pedir que te lo repita... Te amo Ichiru-me besó de nuevo y frotó su rostro contra el mío.
-También te amo Zero-le sonreí y lo abracé-Y esto resultó igual ¿Y si dejamos el cereal para después y mejor te quedas un rato junto a mí?-hice un gran esfuerzo y logré recorrerme un poco-Ven y abrázame, después haremos lo que quieras ¿Sí?
-En este momento principalmente quiero que comas algo-apiló varias almohadas y se recostó a mi lado-Coime aunque sea un poco, es bastante tarde-me recargué en su pecho y lo abracé-Si te ayudo ¿Comerás?-me preguntó viéndome a los ojos.
-Tal vez-le respondí de manera inocente-Nada pierdes con probar-abrí la boca-Prueba y a ver que resulta-le guiñé un ojo y volví a mi posición anterior con la diferencia de que esta vez cerré los ojos.
Escuché como vertía leche en el cereal y como tomaba un poco con la cuchara dispuesto a dármelo, en cuanto sentí la cuchara cerca de mi boca la cerré y giré la cabeza para evitar que lo hiciera.
Zero me reclamó por eso y yo solamente le respondí que tendría que hacer un gran esfuerzo para lograrlo.
-¿Así lo quieres entonces?-me preguntó en tono retador-De acuerdo, lo haremos a tu modo pero te aseguro que no me vas a vencer-me aseguró dispuesto a tomar otra cucharada de cereal para que la comiera.
Repitió la misma acción varias veces; en la quinta ocasión tardó más en hacerlo, iba a abrir los ojos cuando sentí sus labios sobre los míos, apenas los tocaba y parecía que se había deshecho de la idea de darme el cereal.
-¿Qué pasa, Zero...?-intenté preguntar pero al separar mis labios aprovechó la oportunidad para infiltrar su lengua en mi boca y comenzó a explorarla.
Poco a poco fui correspondiendo su beso; algo había en los labios de Zero que me hacía ceder de inmediato, simplemente no podía resistirme al sabor de sus besos y cada que me besaba era igual.
Rodeé su cuello con mis brazos y profundicé el beso; mi lengua y la suya habían comenzado a jugar, me tomó por la cintura sin dejar de besarme e introdujo una de sus manos bajo mi ropa y acarició mi abdomen.
-¿Así que no accedes a comer pero si se trata de mí no te niegas?-susurró aún sobre mis labios-Aún no te repones de lo de hace rato y ya vas a comenzar de nuevo ¡Vaya que eres un caprichoso y sabes bien lo que quieres!-se separó de mi tras volver a besarme y relamió sus labios.
-¡Ay, Zero!-oculté mi rostro sonrojado en su pecho-No es mi culpa ser tan débil ante ti ¡Y ni siquiera había pensado en eso!-levanté mi rostro-Ya no juegues conmigo de esa forma porque sabes bien como terminará.
-Toma tu pastilla-me besó en la punta de la nariz y sonrió extendiéndome la caja de pastillas y el vaso de agua-Una vez que el dolor haya pasado podemos continuar si quieres-me guiñó un ojo.
-Ya te dije que no era eso lo que estaba pensando-acepté el vaso y las pastillas-Eres quien siempre piensas en cosas pervertidas e intentas culparme-la tomé-Y no es mi culpa que tus labios tengan mejor sabor que el cereal-le dije y me sonrojé-Si prometes que tras cada cucharada recibiré un beso tuyo podría acabarme una caja de cereal completa hoy mismo.
-¿Eso quieres? ¡Sí que juegas sucio!-pellizcó suavemente mis mejillas-Claro que yo no tengo problemas con eso y si es necesario que lo haga para que comas lo haré, pero antes mereces un castigo por lo que hiciste-susurró a mi oído y bajó hacia mi cuello, lugar que besó apasionadamente.
-Z... Zero...-me aferré a la cama-¿Qué vas a...?-sentí una pequeña mordida.
-Creo que con eso es suficiente-besó mi oreja-La próxima vez que lo hagas el castigo será mayor-me miró con lujuria-Tu decides si quieres si siendo un niño malo...
Lo besé dulcemente en los labios y lo abracé, estos simplemente eran los momentos que más me gustaba atesorar: aquellos en los que podía estar tan cerca de él y sentir las calidez de su cuerpo junto al mío.