Prov. Zero
Entré a la recámara y vi a Ichiru recostado sobre la cama acariciando a Sakurai. Caminé hacia él y me senté a su lado, comencé a acariciar suavemente su rostro y él se giró hacia mí para verme.
-¿Qué pasa?-me preguntó-Tienes esa expresión de que algo no está bien...
-Discúlpame-lo abracé con fuerza-Sólo consideré como me siento e ignoré por completo como te sientes tú... Sé que esto es lo que más deseabas y sólo me quedé mirando sin decir nada, lo lamento. -No tienes porque disculparte-también me abrazó-Tampoco pensé como te sentirías al enterarte de esto y sólo pensé en lo feliz que estaba... Tal vez la noticia no te alegra tanto como a mí pero podemos salir adelante juntos.
-No digas eso-entrelacé mis dedos con los suyos-También estoy feliz por la noticia, vamos a ser padres y este pequeñito va a recibir mucho amor de nosotros-lo tomé del mentón y lo besé dulcemente.
-Te amo Zero-susurró a mi oído-Y te agradezco que tomes la situación de esta manera, se que el camino es difícil pero lo recorreremos juntos ¿Cierto?-se separó de mí y acarició su vientre.
-Si querido, estaremos juntos-lo atraje de nuevo hacia mí intentando desaparecer mi inseguridad.
Prov. Narradora
-¡Querida, te tengo una gran noticia!-gritó el hombre mientras se acercaba a donde estaba su esposa-Tal vez te parezca increíble pero es verdad... Acabo de hablar con Ichiru y me dijo que él y Zero están esperando un hijo, lo que significa que...
-¡Vamos a ser abuelos!-le respondió a su esposa y corrió a sus brazos-Esto es grandioso, es nuestro primer nieto...-sonrió con tristeza-Desearía poder felicitarlos personalmente, seguro Ichiru está saltando de emoción y... Espera un minuto... ¿Cómo reaccionó Zero ante la noticia? ¿Solucionaron sus diferencias respecto a este tema?
-En realidad no lo sé querida, Ichiru solo me dijo eso y que después me lo contarían con calma pero no dijo nada más... Supongo que por fin llegaron a un acuerdo y es por eso es que por fin se decidieron. No creo que haya algún problema, si no me lo hubiera contado tan entusiasmado.
-No lo sé, Ichiru es impredecible y no es fácil entenderlo, Zero lleva a su lado toda la vida y sigue sin entenderlo... Ni si quiera yo que soy su madre y en teoría debería conocerlo mejor que nadie puedo hacerlo... Estoy casi segura de que las cosas no van tan mal porque no estoy tan preocupada como esa vez que Ichiru sugirió tener un hijo, pero me preocupan.
-¿Y por qué no vas conmigo el fin de semana conmigo y hablas con ellos? La última vez que lo sugerí dijiste que era mala idea y que no era el momento adecuado pero creo que la hora llegó.
-Desearía que las cosas fueran así de fáciles, ellos me preocupan pero tampoco puedo reaparecer en su vida así como así ¿No lo crees? -¡Y sigues con lo mismo! Eres igual de terca que Zero, evitan hacer ciertas cosas "Por el bien de la otra persona" pero realmente lo hacen porque no están seguros de sus sentimientos y temen cometer algún error si intentan hablar en esas condiciones... ¡Madre e hijo después de todo!-su esposo rió y salió de la habitación.
-Puede que tengas razón, no quiero decir algo inadecuado o que pueda lastimarlos... Ya hice bastante daño al intentar separarlos hace tanto tiempo y me gustaría hacer algo para remediarlo pero no quiero parecer arrogante y aparecer como la madre amorosa y protectora que nunca fui... En algún momento solucionaré todo y presiento que será antes delo que imagino...-susurró al aire.
Prov. Ichiru
-¿Qué te gustaría que fuera?-le pregunté jugando con su cabello mientras estaba recostado en mi regazo-Creo que me gustaría que fuera niña, siento que si fuera niño me vería reflejado en él y sería extraño...
-No creo que importe mucho lo que sea, no me he preguntado eso y creo que fuera niño a niña la situación es la misma... Seremos tú, Sakurai, nuestro pequeño y yo, lo querré sin importar su sexo.
-¡Zero!-le reproché haciendo un puchero-Sé que lo queremos sin importar como sea pero ¿No te da curiosidad? No puedo dejar de pensar en eso desde que el médico lo dijo, me hace mucha ilusión verlo... ¿A ti no?
-No lo digo por eso... Solamente quiero esperar, siento que es un poco precipitado pensar en ello. Dejemos que las cosas sigan su curso normal.
-No es divertido si sólo yo estoy interesado en esto, podrías cuando menos...-escuché el teléfono sonar-Iré a atender-me levanté y caminé hasta él.
-¿Ichiru?-dijo la voz al otro lado y de inmediato pensé que era mamá.
-¿Mamá?-pregunté sorprendido-¿En verdad eres tú? -Lo.. Lo lamento-cortó la comunicación.
-Que raro...-Zero me miró confundido-Creerás que estoy loco, pero podría jurar que esa era la voz de mamá-se acercó a mí y me besó en la frente-No bromeo Zero-le reproché-No intentes sugerir que tengo fiebre y comienzo a alucinar cosas, en verdad estoy seguro de que era ella y cuando pregunte me colgó...
-No intento sugerir nada, es sólo que me parece extraño que hiciera algo así-me abrazó-Ha quedado más que claro que aunque se preocupe por nosotros no va a hacer nada por saber como nos sentimos más que preguntarle a papá por nosotros, además, después finge que sólo lo hace por curiosidad...
-Estás siendo muy duro con ella, tal vez sea cierto lo que dijiste pero en un principio fuiste tú quien intentó acercarse a ella de nuevo... Que ahora cuando menos pregunte por nosotros es un gran avance y en realidad esperaba que fuera ella quien respondiera cuando llamé para contarle sobre el bebé... No sabía como reaccionar si eso llegaba a pasar pero algo en mí quería que fuera la primera en enterarse, tal vez ya lo sepa porque papá se lo contó pero sigo queriendo contárselo yo mismo. Quizá fue eso lo que me llevo a creer que fue ella quien llamó hace rato.
-Sigues siendo demasiado adorable-pellizcó suavemente mi mejilla-Nunca vas a cambiar ¿Cierto?-lo miré confundido-Desde pequeño te ha gustado tener la atención de mamá y contarle todo lo que te ocurre, después de mí, claro. Tal vez deberías volver a llamar e insistir hasta que sea ella quien conteste...
Prov. Narradora
Por fin se había decidido, no podía seguir de esa manera y de una vez por todas quería terminar lo que había pasado tantos años atrás; este sería el fin definitivo de la separación entre ella y sus hijos. Tomó el teléfono y sin dudarlo marcó el número que su esposo le había dado para comunicarse con sus hijos y que tantas veces se rehusó a marcar; esperó a que respondieran del otro lado, sin importar quien contestara tenía un discurso preparado y nada la detendría para decirlo.
En cuanto recibió la respuesta se percató de que había contestado el menor de sus hijos, preguntó sólo para estar segura y de inmediato él le respondió, preguntando si en verdad era ella. Al escuchar la palabra "mamá" salir de los labios de su hijo se le formó un nudo en la garganta y todo su discurso fue en vano pues no pudo pronunciar nada más.
-Lo... Lo lamento-fue lo último que pudo decir antes de que las lágrimas comenzaran a brotar de sus ojos, obligándola a cortar la comunicación-Parece que después de todo no pude hacer nada ¿Cierto?-susurró al aire secando las lágrimas que salían insistentemente-Fui una tonta al creer que así se solucionaba todo ¿No es cierto?-se reprendió cubriendo su rostro con ambas manos-¿Por qué debías llamarme así? ¿Y por qué de la misma forma que esa vez...?-soltó en un llanto amargo al recordar que el mismo tono de sorpresa e incredulidad había usado la última vez que los había visto.
Permaneció en su habitación llorando, preguntándose ¿Por qué no había tenido el valor de hablar con su hijo? ¿Por qué esa palabra que tanto escuchó durante la infancia de los gemelos le causaba ahora tanto sufrimiento? Quería pensar que era sólo la forma en que lo había pronunciado y no a causa de la culpa y el remordimiento que aún sentía por negarles el apoyo que necesitaban.
Estaba desesperada y no sabía que hacer, estaba segura de querer solucionar lo que había ocurrido con sus hijos y demostrarles que nunca dejó de pensar en ellos por más que quisiera negarlo y que cada que algo les ocurría ella podía sentirlo y que de inmediato se daba cuenta, pero el miedo al rechazo y el no saber que hacer al encontrarse o hablar con ellos la hacía perder el valor y la confianza en si misma, estaba al borde de una crisis y no sabía que hacer.
-¿Pasó algo, querida?-le preguntó su esposo al entrar a la recámara y encontrarla recostada sobre la cama con una caja de pañuelos a su lado-No pareces estar bien, dime que ocurrió...-se acercó a ella y se sentó a su lado.
-No pude hacerlo, cariño-se levantó para quedar a su altura y verlo a los ojos, dejando expuesto lo hinchado de sus ojos y las lágrimas acumuladas en ellos, además del recorrido que habían seguido todas las pequeñas gotas que minutos atrás habían rodado por su rostro con tanta insistencia-Marqué el número que me diste y preparé todo un discurso para decir a penas me respondieran a mi llamada... Sin embargo, al escuchar su voz y esa palabra en el mismo tono que aquella vez, no pude decir nada más y me limité a disculparme por mi impertinencia y sin siquiera esperar a que dijera algo más colgué el teléfono y me puse a llorar-lo abrazó fuertemente volviendo a llorar desconsoladamente ante la impotencia que sentía-¿Por qué, cariño?-levantó el rostro para mirarlo-¿Por qué esto tiene que ser tan difícil...? Sólo quería disculparme por el daño que les hice y volver a estar con ellos como antes... ¿Es malo arrepentirse de lo que hiciste y querer solucionarlo?-volvió a abrazarlo mientras derramaba más lágrimas.
-Tranquila, querida...-el mayor acarició suavemente su cabello intentando reconfortarla-Todo está bien, sólo debes volver a intentarlo...