"28/02/1913”
Llevaba una semana en este colegio que se jactaba de su buena reputación y lo conservador que era, el gran colegio apoyado de la iglesia "Cádiz". Había llegado directo a la dirección en donde se me dio una habitación en donde me encontraba solo, con un horario apretado, un uniforme azul marino y una advertencia de dejar que la curiosidad por la vida desapareciera de mi mente para poder dejar que el "Señor" guiara mi destino.
En mi persona no me consideraba alguien que era devoto, pero ahora debía seguir esas reglas. Yo Kim Jong In, estaba confinado en ese lugar por ser el último intento de redención por parte de mis padres sin embargo, todos estos desplantes y golpes de pecho se me hacían aun más ofensivos, sobre todo ante la hipocresía y la falsa moral de esa escuela, donde los chicos "ricos" se graduaban por el simple hecho de venir de una buena familia
"05/03/1913"
Todo en mi vida cambio cuando comencé a acercarme más a él, tenía una nueva forma de ver mi existencia, había cambiado mi forma de pensar y también la manera que creía correcta de amar. Comprendí que cuando amas a alguien, eso es lo que haces, amas a la persona no a su sexo ni su cuerpo, solo es una forma infinita de demostrar que no estás solo ni incomprendido...
Era él, el chico rubio que se paseaba por los pasillos de los dormitorios y dentro de las aulas, contoneándose hasta su asiento justo frente a mí, con su cara de ángel, su piel perfecta, rasgos delicados y hermosa sonrisa, Luhan. Xiao Luhan, él chico que me había hecho dudar de que la perfección existía, de las malas costumbres de la gente y sobre todo el chico que me gustaba...
"23/03/1913"
El primer roce, ese tacto suave que me hizo perder la cordura y la razón de lo que era correcto y lo que no...
— ¿Jong In estas poniéndome atención? —sonreí, no estaba poniendo atención a lo que decía pero si estaba tomando en cuenta su bella desesperación para que me concentrara
—Claro, continua...
Puso sumo interés de nuevo a explicarme por enésima vez los problemas matemáticos en su cuaderno, mi mente divago en su suave aroma y el lápiz resbalo de mis manos encontrándose bajo la mesa con el zapato de mi acompañante, al inclinarme para recogerlo sus dedos rozaron mi mano al mismo tiempo que mi mirada chocaba en una revolución de café claro y negro al tener su atención en mi...
No quería pensar, sabía que si lo hacía encontraría la manera de escapar y eso era algo que ya no quería hacer, la exhalación silenciosa de sus labios al juntarse con los míos fue el detonante de lo oculto y prohibido dentro de mí. Era como si nuestras almas hubieran tomado vida, aspirando cada sentimiento de dentro de nuestros cuerpos, un secreto y perfecto suspiro de placer, un placer que parecía durar una eternidad dentro de nuestra limitada existencia.
—Jong In, esto no está bien
—Lo sé, pero no pude evitarlo y tampoco quiero hacerlo, Luhan
—No, sabes lo que
— ¡Shh! — puse mis dedos sobre sus labios — ¿También querías esto como yo? Solo respóndeme, no se volverá a repetir...
"12/05/ 1913"
La escuela nos dejaba salir en los fines de semana y fue mi primer error, que sabia no me arremetía de haber cometido, porque sé que amar a alguien no está mal, camine junto a mis compañeros hasta la estación del metro iríamos a un club, no estaba muy emocionado por ello sin embargo, era algo que lograría mantener mi mente despejada de él o al menos eso me quería hacer creer, me engañaba pensado que alejándome de Luhan nuestros problemas terminarían y no nos llevarían a un final que ninguno de los dos quería o presentía...
— ¿Qué haces aquí, solo?
—Quería despejarme — miro vagamente a las copas de los arboles frente a nosotros, había perdido a los chicos en el club por lo que había salido a tomar un poco de aire menos viciado
— ¿Y estas lográndolo? — pregunte intentado sonar seguro, él jamás había sido tan serio
—No — casi gruño apretando sus manos contra su cara — No puedo sacarte de mi mente ¿Tu lograste hacerlo?
—Claro que no, te convertiste en un cáncer que recorre mi cuerpo y me matas lento con tu lejanía
Fuimos descuidados, una vez más, ahí sentados sobre el asfalto, volvimos a unir nuestro deseo, ese fuego que me recorría cada vez que le veía, con la necesidad de tener sus labios y fundirlos a los míos como una pieza de arte completa, pero esta vez fue un roce más desesperado, tome su rostro entre mis manos y recorrí su boca de principio a fin hasta que el oxigeno reclamo su lugar en mis pulmones...
—Jong In...
— ¿Que excusa me pondrás ahora? Ya sé que no es correcto, pero me hace mas mal estar sin ti
—...—
— ¿No dirás nada? Los argumentos silenciosos son los que más duelen
—Si no está mal querer a alguien, ¿Por qué no puedo demostrártelo?
—Luhan, no está mal, lo que está mal es el pensamiento de la gente, no ven los sentimientos, el afecto, solo ven el miedo a lo que es diferente
"14/05/1913"
Fui llamado a reconocer y tomar responsabilidad de mis "malas" acciones...
— ¿Y? ¿Quién es? — el encargado, el director como quieran llamarlo, estaba parado frente a mí con su habito de sacerdote
— ¿Quien es quien?
—El chico con el que te vieron cometer injurias Jong In
— Yo no hice nada malo — proteste, no sabía que alguien nos habia visto
— ¡Lo que hiciste fue una aberración! No puedo dejarte ir sin un castigo, el perdón esta en el ofrecimiento de un sacrificio. Quítate el saco y la camisa...
Estaba en cuatro frente al altar, mis manos bien plantadas en la alfombra roja junto a mis rodillas y la convulsión de mi cuerpo, el dolor recorría mi espalda y llegaba hasta la punta de mis dedos, mordí mi labio inferior hasta hacerlo sangrar, pero eso impedía que contabilizara lo que iba de mi castigo, pensé en Luhan y lo que habíamos dicho, yo lo quería sin embargo, la repercusión de nuestros sentimientos se veían esparcidos por mi cuerpo, ese era mi sacrifio...
—41, 42, 43, 44,45...— la sensación de la madera astillada contra mi espalda quedaba de lado, la gente se dejaba engañar por el perjuicio y los daños, haciendo cicatrices en la sociedad que daban como resultado el desasosiego, la cobardía y la alarma ante lo que no pueden explicar, lo que queda fuera de su compresión. Un círculo vicioso de temor y odio que lleva a la traición de los mismos pensamientos. El suplicio en este momento no se comparaba con el temor de mi alma al pensar que pudieran hacerle lo mismo que a mí a Luhan — 60, 61, 62, 63, 64...
Me trague las lagrimas durante el camino de regreso a mi habitación, evite encontrarme con alguien, mi piel quemaba a cada paso con el roce de mi ropa, mi intención no fue el manchar el buen nombre de la escuela ni mucho menos a los demás alumnos, de los cuales me había dado cuenta de que no todos eran malos, solo era un tonto enamorado en contra de un sistema social completo...
—Jong In, ¿no te vienes a tomar algo con nosotros?
—No Yixing no tengo ánimos — hundí mi cara en la almohada, acostado boca a abajo tratando de amenizar la molestia de mi "pecado"
— ¿Que te sucede?
—No es nada... — no pude más y me atragante con mis propias palabras mezcladas con mis lagrimas — Yixing, cometí un error...
— ¿Puedes arreglarlo?
—No, es un error del que estoy enamorado
— ¿Jong In, que hiciste?
Me aferre a sus piernas llorando y contándole mi falta, al que consideraba más que un amigo, un gran apoyo para mi...
"25/05/1913"
Casi fin de semana y a punto cumplir tres meses en esa reclusión, había estado viendome con Luhan, a veces en mi habitación o a veces en la suya, siempre con el cuidado de que nadie notara algo extraño, algo fuera de lugar en nuestra cercanía como "compañeros"...
— ¿Quieres salir? — dije con una sonrisa, no hace mucho había encontrado junto a Yixing una manera de escapar por las noches y volver sin que nadie lo notara
—Pero aun faltan dos días para el fin de semana ¿Quieres ir a algún lugar en especial?
—Sí, justo ahora
—No, no Jong In es suficiente, nos meteremos en problemas...
Siempre lograba convencerlo y arrastrarlo a todas mis locuras inspiradas por él, tome su cintura ayudándole a bajar la barda de la escuela y caminamos por la noche en las calles poco habitadas, lo mire y en silencio pronuncie
>>Perdóname, perdóname por ser tan tonto y amarte tanto... Puedo soportar por los dos el castigo de nuestro amor...
— ¿En qué piensas?
—Te quiero Luhan — sus mejillas se encendieron y sus ojos se escabulleron entre sus cabellos que caían hacia enfrente
— Yo también Jong In — suspiro hondo — Te quiero mucho...
"15/07/1913"
Aun cuando se es cuidadoso hasta en el mas mínimo detalle, algo logra escaparse, y esto crea consecuencias alterando el orden, volviendo todo un caos...
—Creí haber sido claro, ¿Cuántas veces he perdonado tu perversidad?
—Más de las que puedo contar — dije sin apuro hincado frente a él
— ¿Por qué no le dejas? ¿Por qué tanto afán en ir en contra de todo lo que es bueno...?
—Por amor y... — no pude continuar, mi mejilla ardía después de la cachetada que se había abierto paso hasta a ella
—No digas tonterías. Jong In dime ¿Quien es con quien te ves fuera de la escuela?
Podía estar tranquilo, nadie sabía quién era mi "pecado", solo Yixing y estaba seguro de que él jamás me traicionaría y mejor aun pensaban que era ajeno a la institución, de ahora en adelante tenía que tener mucho cuidado...
—Creo que no he sido lo suficientemente duro contigo sin embargo soy un hombre de paz...
Más azotes de los que pude pensar, deje de llevar la cuenta después de que me desmaye sobre el piso de la capilla principal, no habían sido solo los golpes normales, se habían sumado insultos y ataques físicos , podía sentir el sabor del hierro en mi nariz y como se recorría hasta mi boca, dos chicos del colegio se habían encargado de absolver mis actos de maldad, aunque sabía que ellos ni siquiera sabían que era y porque lo estaban haciendo, solo obedecían lo que se les decía que era correcto.
"10/08/1913"
Las palizas se hicieron constantes, ya sin la necesidad de mandarlas, mis compañeros ya no tenían razón para hacerlo más sin embargo, ya podían detenerse. Para que se me dieron sentimientos si no puedo gritarlos, ni dárselos a quien yo quiera.
>> ¿Quien fue él que decidió que debía enamorarme de una chica solo porque ella podría darme descendencia?>>. Yo lo que quería era amor y la sonrisa de Luhan, era todo para mi, el simple gesto que me otorgaba, duraba unos segundos pero permanecería conmigo para siempre...
— ¿No crees que es suficiente?
—No, el querer a alguien implica sacrificio y tu mejor que nadie lo sabe
—Yo solo digo que, ¿por qué no se van?
El pensamiento de mi amigo no era erróneo sin embargo, no podía solo tomar a Luhan y alejarlo de todo lo que conocía, llevarlo a un futuro incierto donde ni siquiera yo sabía si se nos aceptaría o se nos escupiría como aquí, si podía protegerlo acosta de aguantar los golpes, lo haría, por mi, por él... por nosotros.
"28/09/1913”
Te amo y te amaré hasta el último suspiro de mi alma...
Si hubiera sabido que era lo último que escribiría en este diario, hubiera preferido no hacerlo, antes de que todo sucediera, ya no había marcha atrás, los acosos y molestias habían salido de control y me tenían harto, había llorado en silencio tantas noches tomando las saladas lagrimas en mis manos y obligándolas a regresar a mis ojos, había conocido la desesperación, el dolor y la tortura de mi piel abrirse, pero aun con ese escenario y el cielo nublado no me había abatido.
No sabían nada sobre nosotros pero aun así querían ensañarse, meterse entre nosotros y dejar en claro que no había posibilidades, no dudaba de mis sentimientos, aun en la penumbra y hundido bajo el agua, el amor que le tenía podía romper hasta el alba. Solo quería poder mirar el cielo y mostrarle que podíamos ser bañados por la misma luz, esperando que no desapareciera hasta poder llegar a él.
Llevaba de conocerlo siete meses, mi hermano siempre me había dicho que el "7" era de buena suerte, pero hoy sería distinto, tal vez solo marcaría un cambio en su vida y en la mía...
—Así que es por eso que tenía que castigarte...
—No sé de qué me hablas YiFan — me había cortado el paso a lado del edificio abandonado
—No te hagas el tonto, tener una relación con otro chico está mal — sonrío con burla — ¿Y sabes qué más? Ya sé quien es — él mentía, yo lo sabía. Si ni el sacerdote sabia sobre Luhan como podía haberlo averiguado él
—Ya te dije que...
— ¡Me repugnas!
—Di lo que quieras — quería irme y encontrarme con él, tener su fragancia inundando mis sentidos
>>Daría todo por él>>
— ¡Alto! ¿Que no sabes? Hoy tienes programada otra absolución...
Me miro aun mofándose y cargando su mirada de desprecio, él creía que era un tonto y no podía ver a través de su Fría y Calculadora "Virilidad", sabía que era lo que ocultaba al igual que muchos chicos de aquí...
—Se como lo miras — dije desafiándolo con la miraba y fue su turno de sorprenderse
— ¿Que estas...?
—Yixing, es un chico muy inocente, atractivo y sobre todo muy bueno, entiendo lo que sientes
—¡¡Cállate!! No tienes idea de...— espere a que continuara pero eso no ocurrió
— ¿De qué, de lo que digo? Te entiendo, esa sensación de profunda tristeza y mezclada con la frustración que se atora en tu pecho por no poder decirle ni mucho menos expresarlo, como yo... Por eso te ensañaste conmigo, porque yo si puedo tener a la persona que amo
El viento azoto mi cabello, al mismo tiempo que su puño se impacto contra mi mejilla izquierda dándome a probar de nuevo el sabor de mi sangre sin embargo ahora tenía una profunda e innegable satisfacción al poder sacar eso de mi pecho y por sobre todo esta vez me defendería. Así como sus golpes llegaban a mi cuerpo con fuerza, los míos contestaban con la misma intensidad sus asaltos, mi gran desventaja estaba en que él era más alto logrando un predicamento cuando su presencia imponía la vasta diferencia de experiencia en peleas, lo cual me llenaba de dudas...
— ¡Tú no sabes nada! — Me empujo contra el edificio, no había nadie cerca que pudiera impedir que me matara a golpes — ¡¡Nada!!
—No tiene porque ser así, puedes... — me silencio con sus golpes y furia ciega
— ¡Entiende que quiero que te calles! ¡¡Aquí el único marica eres TÚ!!
Ese edificio estaba en muy mal estado y justo a las espaldas de ese lugar, donde interrumpía mi camino para llegar con Luhan, volvió a impactar mi cuerpo contra la maltrecha entrada del lugar. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal seguido de un dolor agudo que se extendió desde mi costado y por todo mi cuerpo haciéndome temblar, mire sus ojos y estos reflejaban asombro, culpa y sobre todo miedo...
—Déjame decirte algo YiFan, si lo quieres de verdad llévatelo de aquí, este tiempo no está preparado para nuestro amor... él, Yixing también te quiere
—Ya te dije que no es así, y en todo caso el que debería llevarse a alguien eres tú
Se alejo en silencio, dejándome con la incertidumbre de si sabía a no sobre la relación que mantenía con Luhan y aun más si se lo diría a alguien; el dolor al moverme me hizo volver a la realidad, una parte seccionada de la puerta se había incrustado en mi costado por la espalda dejándome sin aliento ni ganas de seguir moviéndome. Me dirigí rápido a mi habitación, tome una camisa limpia y coloque una montaña de gasas sobre mi costado y la apreté con cinta adhesiva, no sabía cuando duraría, termine de cambiar mi ropa manchada colocando con cuidado una sudadera holgada, en mi mente solo estaba:
>>Debo llevarme a Luhan, alejarlo de aquí no importa cómo ni a que costo>>
Con el peso de mi promesa debía vivir y seguir para poder encontrarnos una vez más en un sueño diferente...
Era la primera vez que leía y escribia en este diario aun contra su voluntad, con el alma vacía y llena de rencor pude comprender todo
No era muy tarde, a penas y se podía ver el tono grisáceo de un día que no daba seña de ser cálido, deje lo que estaba haciendo ante el incesante golpeteo de mi puerta, dejándome un poco desconcertado cuando logre abrirla...
— ¿Jong In? ¿Qué sucede? — el color tan atractivo de piel se estaba perdiendo dejando un pálido tenue en su rostro junto a sus cabellos revueltos por el aire
No hubo respuesta para mi, solo el vuelco de mi corazón al comenzar a palpitar rápido, cosa que sucedía cada vez que sus labios tocaban los míos, se separo de mi sin decir nada, tomo mi mochila; saco mis útiles, mientras solo veía como iba de un lado a otro dentro de mi habitación tomando cosas al azar y la ropa que encontraba metiéndola como podía en la bolsa...
—Jong In ¿Que estás haciendo? — tome su brazo y se giro intentando decirme algo pero tosió, se alejo aun más y limpio su boca con la manga de su sudadera — Estas asustándome
—Tenemos que irnos, ya lo saben y... — no pude impedir una mueca de sorpresa al pensar en cómo se habían enterado de lo nuestro
— ¿Y qué? No eras tú el que decía que debíamos externarlo
—No lo entiendes — tomo mi rostro en sus manos, solo pude ver miedo y desesperación en sus ojos >> ¿Hace cuanto que tenía esa mirada y ni siquiera lo había notado?>>, revolvió su cabello y suspiro — No hay manera de que lo acepten y no quiero vivir sin ti Lu...
Rodeamos el edificio abandonado y no me dejo mirar atrás para seguido encontramos con nuestra salida, Jong In salto la barda con la mochila en la espalda y espera ante la visión de cómo caía de rodillas directo al piso y no de pie como siempre, con esa gracia de un ágil deportista, espero un poco para que aunque me negara cada vez que lo hacía, me ayudara a bajar con agarre flojo en mi cintura... >>Algo no estaba bien>>
Camine a su espalda tomado su mano hasta llegar a la estación del tren abierto, me dejo parado mientras él compraba los pasajes, no sabía a donde iríamos pero si estábamos juntos no me importaba. La paraba era igual a una de autobuses al aire libre, con una pared en ladrillo rojo junto a una fachada que tapaba el sol, solo que este día no había sol alguno, y en fila varias bancas para esperar a que llegara el tren, mire a Jong In caminar hasta el final de las bancas y recargarse en la pared dejándose resbalar por ella; enseguida me llamo y me senté frente a él...
—Toma Luhan, este diario es mío, en la última página esta la dirección de mi hermano, este tren...
— ¿Que estás diciendo Jong In? — El miedo comenzó a invadirme con solo la idea de que me dejara
—Escúchame, este tren te llevara hasta ahí, solo deberás caminar un poco, él te ayudara
—Dijiste que nos iríamos ¿por qué estás...? — Me tendió mi mochila y con una mueca de dolor llevo su mano a su espalda, al parecer él no se había dado cuenta, pero su mano estaba impregnada de sangre, sangre que no sabía de dónde venía — ¿Que te paso? ¡Estas sangrando! Jong In...
—Yo no te dije nada, solo quería verte y tomarte en mis brazos para abrázate fuerte, eso no va a cambiar nunca — tomo mis manos en las suyas y no dejo que me moviera intentado localizar el origen del sangrado, las lagrimas resbalaron por sus mejillas y termino por romperme — No me olvides nunca Luhan
—¡No entiendo nada! Por favor déjame ayudarte ¿Que es lo que no me dijiste...?
—Te amo Luhan, te amo tanto
—¡Eso ya lo sé! y sabes que yo a ti — en mi interior algo se contrajo y las palabras se atoraron en mi garganta al igual que él comencé a llorar, intente callar pero pronto mi cuerpo comenzó a tener espasmos a causa de las fuertes ganas de sacar todo y la desesperación de no poder hacer nada
—Solo quería estar contigo, ver el mismo cielo a tu lado y ser una luz para ti como tú lo eres para mí, pero nadie lo comprende como nosotros Lu. Vete y prométeme que no harás ninguna tontería y que no leerás este diario...
— ¡No me iré! — dije apretando mis dientes, sentía que me estaba partiendo en miles de pedazos, sus manos me obligaron a mirarle, me sonrió y no pude devolverle el gesto, no como estaba ahora, su rostro pálido y con ojeras pronunciadas bajo sus ojos, no podía enfocar bien mi vista, sabía que no estaba lloviendo pero lo mojadas que estaban mis mejillas no me daban crédito a creerlo
—Prométemelo, esto solo es un sueño pronto despertarás y te encontraras conmigo para ir a algún lado juntos, un lugar donde si podremos estar juntos
—Lo prometo, pero ven conmigo, iremos al hospital y te pondrás bien. Jong In por favor
—Es tarde, ya no hay tiempo, te protegí tanto como pude, ahora necesito que te vayas, Luhan eres mi vida, si algo te pasara no se qué haría...— ante sus palabras todo comenzó a cuadrar en mi mente, los moretones que intentaba ocultar, sus faltas sin justificación y las molestias de nuestros compañeros que él solo disimulaba con una sonrisa tonta mientras decía "solo están jugando", las palabras de Yixing cuando le preguntaba por él y me decía que estaba "indispuesto" que solo debía dejarlo descansar y él vendría a mi después.
— Así que eras tú — mire a YiFan junto a Yixing con mochilas en sus hombros y pude comprender un poco más “…nadie lo comprende como nosotros”, a pesar de estar en una relación así el ver a Yixing tomado de la mano de YiFan me resultaba extraño y malo, pero ya no me importaba nada, Jong In estaba dejándome
— ¡Oh Dios Jong In! ¿Que te paso? ¡Te dije que era suficiente, pero tenías que tardar tanto! ¡Te lo advertí, que terminarían matándote!
>> Cuando tiempo estuvo aguantado solo, cuánto tiempo callo y sufrió lo que debí de haber pasado con él, lo que debí soportar con él...>> Mordí mi labio con impotencia, tan mal novio era que Jong In no podía decirme lo que ocurría, tanto le pesaba... tanto me ama como para tener que cargar mi cruz junto a la de él. Lo sabía, podía verlo sufrir a través de sus miradas y sonrisas fingidas pero solo podía simular que todo estaba bien... La vida se me estaba escapando y no podía hacer más que llorar junto a él.
— ¿Yixing recuerdas lo que te dije? — Ellos intercambiaron miradas y Yixing asintió — Llévate a Luhan contigo
—¡Que dices! te pondrás bien
—No falta mucho para que los guardias de la escuela vengan, Luhan me prometió no hacer nada tonto, cuídalo y... ¡¡Cof, Argg!! — se atraganto y la sangre resbalo por la comisura de sus labios, sus pulmones estaban colapsando y ahogándose con su propia sangre
— ¿Como se supone que viviré ahora? No quiero estar sin ti, no me hagas esto — maldecía mentalmente al tren por no haber llegado aun, lo abrace fuerte apretándolo contra mi pecho la sensación de pérdida estaba amenazándome, una de sus mano fue a mi cintura y la otra a mi antebrazo en su cuello, dejándome ver el enorme charco que se había formado a espaldas de él— ¡No me dejes! ¡Aquí estoy contigo, yo también quería verte y abrazarte fuerte por siempre! ¡Te amo!, aun bajo todas las circunstancias que tuvimos, te amo...
—Te amo y te amaré hasta el último suspiro de mi alma...Hasta que nos volvamos a encontrar, Mi Luhan
Roce sus labios y estaban fríos, así como su agarre se deshizo y la mano que se aferraba a mi cayo inerte a mi lado; le llame una, dos, tres veces más con la esperanza de que solo estuviera cansado y reaccionara ante mi desesperación. El momento me cubrió con su fría realidad, cuando él no se movió, todo había terminado, jamás volvería a escuchar su voz y su afilada lengua no volvería a hacerle sonrojar, no volveríamos a ver el cielo nocturno tras nuestras escapadas, ni besar sus labios tibios que le llenaban de vida, no sentiría sus brazos alrededor de mi cuerpo ni ver sus tontas sonrisas que alegraban cada minuto de mi día. Ya no aguante, los sollozos que ahogaba contra su cabello ahora eran gritos que desgarraban mi garganta; mis brazos alrededor de su cuerpo inmóvil y sin respiración me dolían, el mundo a mi alrededor no se inmutaba, pero ese ya no era mi mundo, mi mundo se había ido dejándome atrás con la esperanza de un nuevo sueño y una nueva vida donde nadie estaría en nuestra contra y si estaríamos juntos.
—Tenemos que irnos Luhan
—No lo dejare aquí — dije apenas en un hilo de voz sin dejar de llorar
—Se lo prometiste...
Lo último que vi de Jong In fue a través de las puertas del tren que me llevaría aun más lejos de él, su cabello se movía con el viento, su rostro impasible y su cuerpo acomodado frente a la estación hacia que mi destruido y desolado corazón se perdiera en la soledad y depresión de jamás volver a estar a su lado...
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Seque una lagrima que resbalo por mi mejilla, había terminado de leer el diario que había estado tanto tiempo en mi familia, no sabía si los recuerdos eran míos pero el dolor en mi pecho correspondía al sufrimiento en mi corazón, en espera de encontrarme con él estaba consternado pero ya más tranquilo mirando la hora junto a la fecha en el gran reloj de la parada del autobús “2:30; 28-09-2013”
— ¿Que estás haciendo?
—Leo, una historia triste — dije mirándolo con seriedad
— ¿Sobre qué?
—Dos personas que se amaban pero no podían estar juntas, pero tenían la esperanza de poder tener una segunda oportunidad
— ¿Quiénes eran? — No sabía cómo responder, tal vez él creería que todo era una broma cruel
—Jong In y Xiao Luhan
— ¿Estás jugando conmigo verdad?
—No
—No llores, ¿Qué pasa? — el sentimiento era totalmente mió y la espera por él igual
—Luhan, te amo y espere por tanto tiempo — tome sus manos entre las mías y bese cada uno de sus dedos, me miro y formo una tierna sonrisa abrazándose a mi cuello y besando delicadamente mis labios, esa piel y ese tacto que ya conocía pero que, ahora se me hacia tan nostálgico, que la sensación de no haberla tocado por años me había dominado y calado hasta los huesos
—También te extrañe, Jong In...